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Capítulo 9 Sistema endocrino 249 Mecanismo de acción El receptor de los mineralocorticoides se encuentra, al igual que el de otras hormonas esteroideas, en el citosol de las células dia- na, se denomina MR y tiene la misma afinidad por los glucocor- ticoides que por los mineralocorticoides. Sin embargo, aunque la concentración plasmática de cortisol es entre cien y mil veces superior a la de la aldosterona, el receptor MR es específico de la aldosterona. Esto es debido a que como se ha mencionado an- teriormente, en los tejidos diana de la aldosterona, el cortisol se transforma, por la acción de la 11 -HSD2, en cortisona, que es un metabolito inactivo, que no tiene afinidad por los receptores. Como esta enzima no afecta a la aldosterona, este mecanismo impide que el cortisol active al receptor MR. La 11 -HSD2 está ampliamente distribuida en los órganos con receptores para los mineralocorticoides, como la nefrona distal, el colon y las células salivales epiteliales y sudoríparas. Pero la selectividad mineralocorticoide no queda asegurada únicamente por esta en- zima, ya que algunos tejidos sensibles al efecto de la aldosterona expresan muy poca 11 -HSD2 (p. ej., el sistema nervioso cen- tral o el corazón). Si hay déficit de la 11 -HSD2, como ocurre en el síndrome de exceso aparente de mineralocorticoides o si éste se bloquea por el ácido glicirrízico (regaliz) por ejemplo, el cortisol circulante activa directamente los receptores MR, pro- duciéndose un cuadro de hiperaldosteronismo con hipertensión, hipopotasemia e hiporreninemia, y aldosterona baja. A parte del mecanismo clásico anteriormente descrito, se ha descrito que la aldosterona también puede actuar de manera muy rápida a través de receptores localizados en la membrana celular. Acciones fisiológicas El riñón es el principal lugar de acción mineralocorticoide. En la nefrona se han localizado receptores MR para la aldosterona en cantidades elevadas en los conductos colectores; en menor pro- porción, en el segmento grueso ascendente del asa de Henle, y en cantidades muy bajas, en el túbulo proximal. La reabsorción de sodio estimulada por la aldosterona se pro- duce fundamentalmente en la nefrona distal (túbulo contorneado distal, inicio y segmento cortical del túbulo colector). La aldoste- rona también podría modificar el transporte de este ion en otros segmentos de la nefrona, como la porción gruesa ascendente del asa de Henle. La aldosterona actúa sobre las células principales de la ne- frona distal que reabsorben Na+ y agua, y segregan K+. Tanto la reabsorción de Na+ como la excreción de K+ por las células principales dependen de la actividad de una ATPasa Na+-K+ de- pendiente, que actúa en la membrana basolateral sacando Na+ de la célula. El potasio es captado de la sangre a través de la mem- brana basolateral por la misma ATPasa Na+/K+ dependiente. A continuación, el K+ deja la célula mediante difusión pasiva y pasa a la orina. Este incremento de la reabsorción de Na+ aumenta la nega- tividad en la luz tubular y facilita la eliminación urinaria de K+ e H+. Cuando se administra aldosterona de modo continuo durante varios días, en un principio se retiene sodio y se gana peso; sin embargo, al cabo de varios días y tras una acumulación de 200 a 300 mEq de sodio, aparece un denominado mecanismo de escape con lo que la retención de sodio cesa y la natriuresis vuelve a los valores normales. La aldosterona desempeña un papel muy importante en el mantenimiento del balance de potasio, aumentando su secreción en las mismas células en las que induce la reabsorción de sodio, en los últimos segmentos del túbulo distal. Es decir, la kaliuresis depende en gran medida de la ingestión de sodio y del aporte del mismo al túbulo distal. El flujo de potasio, al contrario que el de sodio, no implica movimiento de agua; por ello, la ausencia de aldosterona puede originar un aumento peligroso de la concen- tración sérica de potasio. La administración continuada de aldosterona, junto a una ingestión de sodio normal, produce retención de sodio y agua, aumento de peso y de la presión arterial como resultado de la expansión del volumen de líquido extracelular. La aldosterona tiene tanto efectos directos como indirectos sobre la secreción de protones. En la porción medular externa del conducto colector, la aldosterona también estimula la secreción de protones, aunque este efecto persiste en ausencia de absorción de sodio. RECUERDA La aldosterona retiene agua y sodio en el túbulo renal y eli- mina potasio. El cortisol estimula la producción de glucosa a partir de proteínas (neoglucogénesis) e inhibe parcialmente al sis- tema inmunitario por lo que se considera como hormona anti-estrés. 4. MÉDULA SUPRARRENAL La médula suprarrenal está formada por células cromafines, dispuestas en pequeños grupos o cordones, rodeados por tejido conectivo, vasos y nervios. La inervación procede de los nervios esplácnicos y son neuronas preganglionares simpáticas cuyo neu- rotransmisor es la acetilcolina. La síntesis de catecolaminas se realiza a partir de la tirosina que puede sintetizarse en el hígado a partir de la fenilalanina, o bien provenir de la dieta. La reacción limitante de todo el proceso de la biosíntesis de catecolaminas es la conversión de tirosina en dihidroxifenilalanina, catalizada por la tirosina hi- droxilasa (TH). De este modo, se asegura el mantenimiento de los depósitos celulares de catecolaminas aunque varíe mucho su secreción. El siguiente paso es la formación de dopamina, que se realiza por acción de la L-aminoácido decarboxilasa (AD). La dopamina entra en los gránulos cromafines donde se trans- forma en noradrenalina por acción de la dopamina- -hidroxilasa (DBH). Esta entrada podría protegerla de su degradación por la enzima monoaminooxidasa (MAO), ya que ésta tiene mayor afi- nidad por la dopamina que por la noradrenalina o la adrenalina. La noradrenalina pasa al citosol donde se encuentra la enzima https://booksmedicos.org 9. Sistema endocrino 4. MÉDULA SUPRARRENAL booksmedicos.org Push Button0:
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