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282 ATLAS DE ANATOMÍA PATOLÓGICA FIGURA 12-19 Seminoma, vista macroscópica Las neoplasias de células germinales son las formas más corrientes de neoplasia testicular. La incidencia máxima tiene lugar entre los 15 y los 34 años de edad. Puede haber «tumores mixtos de células germinales» con más de un componente histológico: seminoma, carcinoma embrionario, tumor del saco vitelino, teratoma o coriocarcinoma. El tumor de células germinales que con más frecuencia tiene un solo componente histológico es el seminoma, que aquí se muestra como una masa testicular sólida, de aspecto uniforme y color pardo. Las neoplasias de pequeño tamaño, como ésta, no suelen aumentar el tamaño del testículo, pero pueden detectarse mediante ecografía. La mayor parte de los tumores de células germinales del testículo surgen a partir de un foco de neoplasia intratubular de células germinales. * FIGURA 12-20 Seminoma, vista macroscópica En el extremo derecho hay un pequeño ribete residual (*) de testículo normal. Este tumor se compone de tejido marrón-pardo, lobulado y blando. Al menos el 95% de las neoplasias testiculares son tumores de células germinales. La mitad de los tumores de células germinales son seminomas, que tienen un aspecto uniforme, lobulado y marrón-pardo como el que aquí se muestra. El tamaño alcanzado por esta neoplasia antes del tratamiento es consecuencia de los factores de miedo y negación de la enfermedad que concurren en estos pacientes, con el consiguiente retraso de la detección y la terapia. En casi todos los tumores de células germinales del testículo (y del ovario) se encuentra la anomalía cariotípica i(12p). Las mujeres con el síndrome de insensibilidad a los andrógenos («feminización testicular») tienen un riesgo elevado de desarrollar seminoma. FIGURA 12-21 Seminoma, vista microscópica A la izquierda se ve un testículo normal y a la derecha un seminoma. Obsérvese la diferencia de tamaño y el tipo de tinción de los nidos de células neoplásicas en comparación con las células germinales normales de los túbulos seminíferos. Las grandes células del seminoma tienen núcleos vesiculares y citoplasmas pálidos de aspecto acuoso. Entre los lóbulos de células neoplásicas hay una estroma con infiltrados característicos de linfocitos T. Esta forma «clásica» de seminoma constituye el 90% de todos los seminomas, con células que tienen positividad inmunohistoquímica para el lactógeno placentario humano (HPL), pero no para la gonadotropina coriónica humana (hCG) ni la α-fetoproteína (AFP). Ocasionales células sincitiales pueden ser positivas para hCG. Muchos de estos seminomas son sensibles a la radiación y a la quimioterapia, por lo que tienen un buen pronóstico.