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CAPÍTULO 29 Desarrollo humano y envejecimiento 1107 de células internas, el embrioblasto, y una cavidad interna, el blastocele (fi gura 29.4a). El trofoblasto está destinado a formar parte de la placenta y es importante en la nutrición del embrión, mientras que el embrioblasto se convertirá en el pro- pio embrión. Implantación Casi seis días después de la ovulación, el blastocito se fi ja al endometrio, por lo general en el fondo o la pared posterior del útero. El proceso de unión, denominado implantación, empie- za cuando el blastocito se adhiere al endometrio. Las células del trofoblasto en este lado se separan en dos capas. En la capa superfi cial, en contacto con el endometrio, las membranas plasmáticas se rompen y las células del trofoblasto se fusionan en una masa de varios núcleos a la que se denomina sincitio- trofoblasto.3 (Un sincitio es cualquier cuerpo de protoplasma que contiene varios núcleos.) La capa profunda, cerca del embrioblasto, recibe el nombre de citotrofoblasto, porque retiene células individuales divididas por membranas (fi gura 29.4b). El sincitiotrofoblasto crece en el útero como pequeñas raí- ces, digiriendo células endometriales en el camino. El endo- metrio reacciona a esta lesión al crecer sobre el blastocito y, con el tiempo, cubriéndolo, de modo que los productos de la concepción se entierran por completo en el tejido endometrial (fi gura 29.4c). La implantación toma casi una semana y queda completa casi para el momento en que hubiera ocurrido el siguiente periodo menstrual, si la mujer no se hubiera embara- zado. Otra función del trofoblasto consiste en secretar coriogo- nadotropina humana (HCG). La HCG estimula al cuerpo lúteo para secretar estrógeno y progesterona, y ésta suprime la mens- truación. La concentración de HCG en la sangre de la madre crece hasta el fi nal del segundo mes. Durante este tiempo, el trofoblasto se desarrolla en una membrana a la que se denomi- na corion, que toma la función del cuerpo lúteo y hace innece- saria la HCG. Entonces los ovarios quedan inactivos por el resto del embarazo, pero las concentraciones de estrógeno y progesterona aumentan de manera importante a medida que las secreta el corion, que sigue creciendo (véase la fi gura 28.18, p. 1087). Embriogénesis Durante la implantación, el embrioblasto emprende la embrio- génesis (organización de los blastómeros en las tres capas ger- minales primarias: ectodermo, mesodermo y endodermo). Al principio de esta fase, el embrioblasto se separa un poco del trofoblasto, creando un espacio estrecho entre ellos, al que se 3 syn = con, unión; kyto = célula. CONOCIMIENTO MÁS A FONDO 29.1 Aplicación clínica Gemelos Los gemelos (y, por extensión, otros nacimientos múltiples) se pro- ducen de dos maneras. Casi dos terceras partes de los gemelos son dicigóticos (DZ): se producen cuando se ovulan dos gametos feme- ninos que resultan fecundados por espermatozoides distintos. No tienen ni más ni menos similitudes genéticas que otros hermanos y pueden ser de diferentes géneros. La ovulación múltiple también puede producir trillizos, cuatrillizos o aun cantidades mayores de descendientes. Los gemelos DZ se implantan por separado en la pared uterina y cada uno forma su propia placenta, aunque sus pla- centas pueden fundirse si se implantan a distancia muy corta (figura 29.3). Los gemelos monocigóticos (MZ) se producen cuando se fecun- da a un solo óvulo y la masa celular (embrioblasto) se divide más adelante en dos. Los gemelos MZ son idénticos, o casi, desde el punto de vista genético y tienen, por tanto, el mismo género y aspecto casi idéntico. En la mayoría de los casos, comparten la mis- ma placenta. En ocasiones, se procrean trillizos y cuatrillizos idénti- cos como resultado de la división de un solo embrioblasto. Los biólogos que estudian la reproducción están empezando a preguntarse si los gemelos MZ son en realidad idénticos en el aspecto genético. Han sugerido que los blastómeros pueden expe- rimentar mutaciones en el curso de la replicación del DNA, y que la división del embrioblasto puede representar un intento de cada masa celular por rechazar a la otra porque es diferente y, al parecer, extraña. FIGURA 29.3 Gemelos dicigóticos con placentas separadas.
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