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1114 PARTE CINCO Reproducción y desarrollo Cuando se desarrolla por completo, la placenta mide casi 20 cm de diámetro, 3 cm de grueso y tiene casi la sexta parte del peso del neonato. La superfi cie unida a la pared uterina es rugosa y consta de vellosidades coriónicas incrustadas en el endometrio. La superfi cie del lado del feto es más lisa y forma el cordón umbilical. El cordón umbilical contiene dos arterias umbilicales y una vena umbilical. Bombeada por el corazón fetal, la sangre fl uye en la placenta por medio de las arterias umbilicales y luego regresa al feto por la vena umbilical. Las vellosidades coriónicas están llenas con sangre fetal y rodeadas por sangre materna (véase la fi gura 29.7c). Esos dos fl ujos sanguíneos no se mezclan, a menos que haya daño en la barrera placentaria. Ésta sólo mide 3.5 μm de grueso (la mitad del diámetro de un eritrocito). En una parte temprana del desarrollo, las vellosida- des tienen membranas gruesas que no son muy permeables a los nutrientes y los desechos, y su superfi cie total es pequeña. Conforme las vellosidades crecen y se ramifi can, su superfi cie aumenta y las membranas se vuelven más delgadas y permea- bles. Esto trae un importante aumento en la conductividad pla- centaria, la velocidad a la que se difunden las sustancias por la membrana. Los materiales se difunden del lado de la membra- na donde están más concentradas a donde lo están menos. Por tanto, el oxígeno y los nutrientes pasan de la sangre materna a la fetal, mientras que los desechos fetales pasan al otro lado para que los elimine la madre. Por desgracia, la placenta tam- bién es permeable a la nicotina, el alcohol y muchos fármacos que pueden estar presentes en la circulación sanguínea de la mujer. En el cuadro 29.3 se presenta un resumen acerca de las funciones nutricionales, excretoras y de otro tipo que tiene la placenta. Desarrollo fetal El feto es la etapa fi nal del desarrollo prenatal, desde el inicio de la novena semana hasta el nacimiento. Los órganos que se formaron durante la etapa embrionaria ahora emprenden el crecimiento y la diferenciación celular, y adquieren la capaci- dad funcional de sostener la vida fuera de la madre. El aparato circulatorio muestra los cambios anatómicos más notorios del estado prenatal, dependiente de la placenta, al estado neonatal, independiente (fi gura 29.10). Los aspectos únicos de la circulación fetal son el circuito placentario umbi- lical y la presencia de tres atajos circulatorios, denominados derivaciones. Las arterias iliacas internas dan lugar a las arte- rias umbilicales, que pasan a ambos lados de la vejiga hacia el cordón umbilical. La sangre en estas arterias tiene poco oxíge- no y mucho dióxido de carbono y otros desechos fetales; por tanto, se les asignó el color azul en la fi gura 29.10a. La sangre arterial descarga sus desechos en la placenta, carga oxígeno y nutrientes y regresa al feto por una sola vena umbilical, que lleva al hígado. La vena umbilical se muestra en rojo, por su sangre bien oxigenada. Parte de esta sangre venosa se fi ltra hacia el hígado para nutrirlo. Sin embargo, el hígado inmaduro no es capaz de realizar muchas de las funciones posparto, de modo que no requiere una gran cantidad de perfusión antes del nacimiento. Por tanto, la mayor parte de la sangre venosa viaja por la derivación denominada conducto venoso, que lleva de manera directa a la vena cava inferior. En la vena cava inferior, la sangre placentaria se mezcla con la sangre venosa del cuerpo fetal y fl uye hacia la aurícu- la derecha del corazón. Después del nacimiento, el ventrículo derecho bombea toda su sangre hacia los pulmones, pero hay poca necesidad de esto en el feto porque los pulmones aún no son funcionales. Por tanto, la mayor parte de la sangre fetal pasa por alto el circuito pulmonar. Una fracción va de manera directa de la aurícula derecha a la izquierda a través del aguje- ro oval, una perforación en el tabique interauricular. Otra parte va al ventrículo derecho y se bombea hacia el tronco pulmonar, pero la fracción mayor se desvía de manera directa hacia la aorta por medio de un pasaje corto denominado conducto arte- rioso. Esto ocurre porque el estado colapsado de los pulmones fetales crea una resistencia y una presión arterial elevadas en el circuito pulmonar, de modo que la sangre del tronco pulmo- nar fl uye por los conductos hacia la aorta, donde la presión arterial es menor. Los pulmones sólo reciben un goteo de san- gre, el sufi ciente para satisfacer sus necesidades metabólicas durante el desarrollo. La sangre que deja el ventrículo izquier- do entra en la circulación sistémica general, y parte de ésta regresa a la placenta. Este patrón circulatorio cambia de for- ma importante al nacer, cuando se separa al neonato de la placen- ta y los pulmones se expanden con aire. Estos cambios se describen más adelante. CUADRO 29.3 Funciones de la placenta Funciones nutricionales Permite que nutrientes como glucosa, amino- ácidos, ácidos grasos, minerales y vitaminas se difundan de la sangre materna a la fetal. Almacena nutrientes como carbohidratos, proteínas, hierro y calcio en el embarazo tem- prano y los libera en el feto más adelante, cuando la demanda fetal es mayor de la que podría satisfacer la madre mediante los nutrien- tes absorbidos de la dieta Funciones excretoras Permite que los desechos nitrogenados, como el amoniaco, la urea, el ácido úrico y la creatinina, se difundan de la sangre fetal a la materna Funciones respiratorias Permite que el O2 se difunda de la madre al feto y que el CO2 lo haga del feto a la madre Funciones endocrinas Secreta estrógenos, progesterona, relaxina, coriogonadotropina humana y coriomamotrofina humana. Permite que otras hormonas sintetizadas por los productos de la concepción pasen a la sangre materna y que las hormonas maternas pasen a la sangre fetal Funciones inmunitarias Transfieren anticuerpos maternos (sobre todo IgG) a la sangre fetal para conferir inmunidad pasiva al feto
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