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La valoración se realiza mediante los Patrones Funcionales de Gordon: 1. P. Percepción y Control de la Salud. 2. P. Nutricional-Metabólico. 3. P. de Eliminación 4. P. de Actividad-Ejercicio. 5. P. de Sueño y Descanso. 6. P. Cognitivo-Perceptivo. 7. P. de Autopercepción - Autoconcepto 8. P. de Rol-Relaciones. 9. P. de Sexualidad. 10. P. de Afrontamiento y Tolerancia la Estrés. 11. P. de Valores y Creencias. Recoge dos dimensiones: La percepción que tiene la persona de su estado general de salud y las influencias que pueden tener sobre su estado los conocimientos y prácticas realizadas al respecto. Así también el cumplimiento o no del régimen terapéutico y sus percepciones irreales de la salud o la enfermedad. Factores que pueden alterar el patrón: Alteraciones cognitivas (conciencia, percepción, pensamiento). Retraso madurativo Describe los hábitos (cantidad y tipos) de comida y el consumo de líquidos relativo a las necesidades metabólicas diarias. También preferencias alimentarías y uso de nutrientes o vitaminas o nutrientes suplementarias. Desde el punto de vista de la psicopatología pueden contribuir a la disfunción de este patrón la anorexia, la bulimia, estados de ánimo distímicos (soledad, tristeza, aburrimiento) los pensamientos distorsionados, las ideas delirantes, alucinaciones. Describe el patrón de la función excretora (intestinal, vesical y cutánea). Incluye también la percepción del individuo respecto a la regularidad de la función y el uso de laxantes o cambio de hábitos. Este patrón puede verse alterado por los efectos de ciertos psicofármacos antidepresivos y neurolépticos (por ejemplo: anticolinérgicos, litio) pudiendo aparecer: estreñimiento, diarrea, retención urinaria. Así también por tensión, ansiedad. Describe el patrón de ejercicio, actividad, ocio y recreación. Estas habilidades pueden estar influenciadas por el desarrollo de la coordinación, fuerza, destreza/riesgos, etc. Además de múltiples factores fisiológicos. Desde la perspectiva psicopatológica pueden contribuir a la alteración de su función: los psicofármacos (temblores, rigidez muscular) las crisis de angustia, la depresión, la agitación, inhibición. Describe los hábitos de sueño, descanso y relajación. Incluye la percepción de la calidad y cantidad de sueño y descanso. Además de la edad, la preocupación por la hospitalización y el temor a los ambientes desconocidos. También lo pueden alterar: la ansiedad, la depresión, la manía y las alteraciones cognitivo-perceptivas (alucinaciones, delirios), el consumo de sustancias psicoactivas o alcohol. Las percepciones de una persona suelen estar relacionadas con el entramado de referencia propio. Las personas con problemas de salud mental pueden tener dificultades para percibir la misma realidad que el resto de la sociedad. Tambien puede verse alterado en: trastornos mentales (afectivos, psicóticos y otros), fármacos, tóxicos En Enfermería Psiquiátrica y de Salud Mental, se considera uno de los patrones más importantes. Las principales alteraciones perceptivas se clasifican en: Alucinaciones, alucinosis e ilusiones. VALORACION: Conciencia: Lúcido, hipervigilante, somnoliento, confuso, obnubilado, coma. Atención: (prosexia) Euproséxico, hipoproséxico, hiperproséxico, paraproséxico (que pone sus atención en otros estímulos). Memoria: Eumnésico, hipomnésico, hipermnésico. Orientación: Temporal, alopsíquico (espacio), autopsíquico (persona) Percepción: Sin alteraciones o con alucinaciones: Alucinaciones: Auditivas (por ejemplo: escuchar y oír voces, zumbidos y ruidos). Visuales: Alucinar objetos o personas. Olfatorias y gustativas: Percibir olores y sabores. Táctiles: Tocar o ser tocado. Pueden ser de contacto, térmicas o dolorosas. Cenestésicas: Son alucinaciones de sensaciones internas. “El que siente que le faltan los órganos” Kinestésicas: Alucinaciones de movimiento. “El que siente bichos en los brazos” Alucinosis: En cierta medida una alucinación, pero el sujetos conserva su sentido crítico y no cree en la realidad de lo que percibe. Pensamiento: En la exploración del estado mental, esta sección se centra en el contenido y en el curso curso o proceso del pensamiento. Contenido del pensamiento: Tienen que ver con lo que piensa la persona “la idea” y tiene su máxima expresión patológica den el delirio: - Persecutorio: Persecución. - Depresiva: Ruina y culpa. - Mística y de posesión: Creerse un dios o un santo. - Megalomaníaca o de grandeza. - Erótica. Curso del pensamiento: Normal, acelerado, retardado, interceptado, disgregado/incoherente. Otros aspectos que también pueden valorarse. Aspecto Psíquico: Normal, excitado, deprimido, indiferente, obnubilado. Conciencia de enfermedad: Con conciencia o sin conciencia. Inteligencia: Normal, superior, inferior, déficit. Actividad: Normal, hiperbulia (voluntad potente), hipobulia, abulia (falta de voluntad o energía para hacer algo). Afectividad: TIMIA (estado de ánimo) normal, distimia (depresión leve, hipertimia displacentera (tristeza inmotivada o desproporcionada), hipertimia placentera (euforia). Juicio: normal, debilitado, desviado. Describe la percepción que tiene de sí mismo la persona según: Imagen corporal, estimación propia e identidad personal. Puede verse alterado por sentimientos de desamparo, amenazas reales o percibidas, situaciones de estrés incontrolable, pérdida de una parte del cuerpo o función del mismo, falta de adecuación a los refuerzos sociales, etc. Incluye en su valoración el estado de ánimo, ideas y actitudes sobre uno mismo y sus competencias. Es importante valorar aspectos verbales y no verbales. Describe la percepción de los principales roles y responsabilidades personales en situaciones cotidianas de la vida. Situaciones en la que puede verse alterado: Enfermedad física o mental, estrés, miedo, ira , agresividad, entre otros. Considera la percepción de satisfacción o no que tiene la persona respecto a este patrón. Está estrechamente relacionado con el patrón de rol-relaciones. Puede verse alterado en situaciones de abuso sexual, violaciones, agresiones, en personas con problemas psicopatológicos o por efecto de ciertos psicofármacos. Incluye la capacidad de resistencia a los cambios, las formas de controlar el estrés, el soporte familiar o de otros sistemas y la percepción de habilidad que tiene el individuo para controlar situaciones estresantes. En personas con problemas psicopatológicos pueden presentarse delirios místicos o religiosos. Bibliografía Johana Fornes Vives. El Proceso de Valoración en Salud Mental. Guía de valoración y estrategias de intervención. Edit. Medica Panamericana. España 2001. Viganó Carlos – Grecco Eduardo. Psicopatología. Psiquiatría General. Editorial BONUM. Buenos Aires. 1977.
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