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El-Derecho-a-la-Salud-y-ciudadania--M -Rovere1

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El Derecho a la Salud y la construcción de ciudadanía1 
 
Mario Rovere 
 
El derecho a la salud es un enunciado sencillo y sin embargo requiere de muchas 
explicaciones para poder enunciarlo aun como meta, deseo o valor, sin caer en el 
riesgo de idealización. 
 
Su concreción y universalización requiere del cumplimiento de un conjunto de 
requisitos que incluyen una correcta conceptualización, la consolidación de 
actores sociales que lo promuevan y defiendan, marcos legales adecuados y del 
establecimiento de condiciones equitativas en varias esferas. 
 
El concepto de equidad que en el entendimiento popular parece más técnico, 
liviano o menos exigente que el de igualdad o el de justicia social es en realidad 
un concepto muy potente, si se lo considera en su acepción jurídica como “el 
perfeccionamiento de lo que es justo”. Esta perspectiva puede suponer que no 
basta la igualdad sino que hace falta brindar más a quien mas necesita. 
 
La asociación mas frecuente del derecho a la salud es con la equidad en la 
atención que puede suponer la garantía del acceso igualitario a servicios de 
salud de una calidad homologable. Se complejiza este concepto si suponemos 
que esta equidad requiere de una adecuada asignación de recursos y que en 
ocasiones el criterio de economía de escala colisiona con el de distribución 
geográfica equitativa de los recursos lo que se verifica en sentido extremo en la 
cobertura de las poblaciones rurales. 
 
Allí no concluye la complejidad de esta equidad ya que además la idea de equidad 
se construye en forma especular con referencia a la existencia de satisfactores, es 
decir la disponibilidad de tecnología eficaz para resolver un problema de salud. 
Siendo la disponibilidad de satisfactores-tecnologías un campo en constante 
expansión (aún descartando las tecnologías de eficacia dudosa o poco 
comprobable). Esto hace de la equidad en la atención se comporte un verdadero 
objetivo-movil. 
 
A esto debemos añadir que si se considera que la globalización incluye una amplia 
e inmediata difusión de las nuevas tecnologías diagnosticas y terapéuticas y que 
los medios de comunicación han diluido las fronteras y quebrado las barreras 
geográficas y políticas resulta cada vez mas difícil concebir la equidad en la 
atención como un concepto nacional. El enunciado “…a un coste que los países y 
las comunidades puedan afrontar” tal como afirmaba la declaración de Alma Ata 
puede volverse insuficiente e impracticable en tiempos de globalización en donde 
 
1 Esta es una versión modificada del texto presentado en Rovere M. Educación en Salud Pública; 
Relevancia, Calidad y Coaliciones Estratégicas. Publicación OPS/OMS Argentina 2006 
 
 
podría contra argumentarse que “cada vez que surge en cualquier lugar del 
planeta una tecnología eficaz para modificar favorablemente la historia natural o la 
difusión de una enfermedad nace un derecho”. 
 
La equidad en la atención resulta insuficiente si no se complementa con medidas 
que tiendan a homologar los riesgos de enfermar, discapacitarse o morir por 
causas evitables (en ocasiones se califica los daños como “fácilmente evitables” 
para hacer referencia que los daños de los que hablamos admiten medidas o 
técnicas preventivas relativamente simples o poco costosas). Este concepto que 
podríamos denominar equidad en los riesgos supone que ninguna equidad es 
completa si existen grupos sociales, barrios, grupos étnicos, localidades o países 
expuestos a riesgos ambientales, económicos o políticos inaceptables. 
 
 El derecho a la salud y las dimensiones 
complementarias de la Equidad 
 
 
 
Desarrollo 
Humano 
Sustentable 
como un modelo 
equilibrado de 
interrelaciones y 
sinergías favorables 
en lo social, lo 
económico y lo 
ambiental entre 
diferentes sectores 
Reformas 
Sanitarias y 
Sectoriales 
“progresivas” 
especialmente 
aquellas que por sus 
principios y sobre 
todo por sus 
resultados se 
orientan hacia una 
mayor inclusión 
Equidad en la 
información 
y en la distribución del 
saber y del poder en 
salud acceso a información 
comprensible sobre la 
prevención y tratamiento 
oportuno de los problemas de 
salud y la generación de canales 
concretos para una 
participación activa de los 
individuos y las comunidades en 
un marco de respeto por la 
diversidad cultural y de fuerte 
empoderamiento ciudadano 
Equidad en la atención 
Accesibilidad económica 
geográfica y cultural, 
disponibilidad de recursos y 
servicios de calidad y capacidad 
resolutiva adecuada a la 
complejidad del problema de 
salud que se enfrenta, sin mas 
distinción que la que el estado 
de necesidad determine.
Equidad en la protección 
y reducción de los 
riesgos de enfermar, 
discapacitarse o morir por 
causas evitables. Prevención de 
la exposición a contaminantes, a 
carencias nutricionales, ingreso 
mínimo, acceso a servicios de 
saneamiento, Promoción de la 
Salud.
Derecho 
a 
la 
salud 
 
Democracia 
participativa, 
Gobernancia 
entramando los 
esfuerzos 
sectoriales hacia 
formas más 
profundas de 
participación social, 
cogestión y 
autogestión 
 
 
Estas “equidades” requieren un imprescindible complemento con la adecuada 
difusión de la información, que sustente al mismo tiempo un máximo de autonomía 
y toma de decisiones informada como ciudadano y como usuario de los servicios 
de salud. Lo que se puede denominar una equidad en el acceso a la 
información pertinente y comprensible, que permita una amplia 
participación, es decir una equidad en la distribución del saber y del poder 
en salud. 
 
Las esferas de la investigación, la gestión sanitaria, los procesos de formación de 
políticas de salud, la comunicación social y las instancias de participación 
ciudadana han estado extremadamente desconectadas hasta el presente y es 
auspicioso la promoción de experiencias crecientes de diálogo entre estas 
instancias en el propio ámbito de aplicación de las investigaciones. Es mas bien 
un fenómeno reciente2 la preocupación por una adecuada democratización del 
conocimiento científico que aceleré los procesos de difusión de conocimientos 
pertinentes, fortalezca la interrelación multidireccional entre estas esferas de 
actividad y favorezca los procesos de control social de los ejes de la producción 
científica, particularmente en momentos como los actuales en donde nos 
encontramos en las fronteras de descubrimientos y aplicaciones de repercusiones 
insospechadas para la humanidad3. 
 
En este sentido resulta de vital importancia considerar que el derecho a la salud 
requiere la mas estrecha colaboración e interrelación entre quienes producen 
conocimiento, los medios de difusión, los profesionales de salud, los 
investigadores y los tomadores de decisión que brinden sustento a una 
participación ciudadana informada. 
 
La fluida interrelación entre información, saber y poder explica de que forma se 
puede interpretar -en el contexto de procesos concretos de empoderamiento- a la 
equidad en la información como una herramienta para la construcción de 
democracia, favoreciendo procesos de toma de decisión crecientemente 
participativos. 
 
De esta forma equidad en la atención, equidad en los riesgos y equidad en la 
distribución de la información (saber- poder) configuran un trípode orientado a 
la concreción del derecho a la salud. 
 
La casi totalidad de los procesos de Reforma Sectorial encaradas por los países 
de la Región en los 90’s se orientaron, al menos en sus enunciados, a garantizar 
 
2 ver entre otros los trabajos de Brown H “Toward a democratic Science”;scientific Narration and 
Civic Communication”1998 o Gregory J y Miller S. Science in Public; Communication Culture and 
Credibility 1998 
3 Entre otras experiencias vale la pena mencionar las conferencias de Consenso Ciudadano que 
basadas en una experiencia pionera del Board Danes de evaluacoion de tecnolog[ias se ha 
generalizado en los paises anglosajones.la equidad en la atención de la salud –sin embargo en muchos casos la 
preocupación por el alcance de otros objetivos como el autofinanciamiento o la 
procura de la generación de mecanismos de competencia y facilidades para la 
instalación de nuevos agentes económicos instaló tensiones que no siempre se 
dirimieron, en los hechos, en el sentido de la equidad. 
 
Las propuestas de Desarrollo Humano Sustentable sirven para enmarcar un 
conjunto de medidas concretas que pueden servir como ejes de orientación para 
promover la salud y reducir los riesgos de enfermar, discapacitarse o morir por 
causas evitables. La perspectiva resulta de gran utilidad para romper las fuertes 
asimetrías que colocan al desarrollo social en una función subordinada, supletoria 
o compensadora de la política económica, al contrario la idea de generar sinergias 
y reforzamientos recíprocos entre los sectores resulta de especial interés y otorga 
a cada sector un rol y una responsabilidad en momentos de reconstrucción. Así lo 
social, lo ambiental, lo económico, lo científico-tecnológico, lo cultural interactúan y 
contribuyen a consolidar un nuevo modelo de desarrollo. 
 
Los ejes de Democracia, Gobernancia4 y Salud, llaman la atención sobre la 
necesidad de profundizar los procesos de democratización y de generar canales 
de participación que fortalezcan formas de expresión ciudadana y pueden resultar 
sustanciales para el alcance de la equidad en la distribución, circulación y 
accesibilidad del saber y en la democratización de la toma de decisiones en el 
campo de salud. 
 
La consolidación de valores respaldados en legislación e instalados en la cultura 
de una sociedad resultan un requisito necesario pero no suficiente para la 
construcción de ciudadanía. La propia noción de ciudadanía se ha extendido 
mucho más allá de los derechos políticos y hoy resulta cada vez mas evidente que 
no hay democracia sin una equitativa distribución del ingreso, sin el efectivo 
ejercicio de los derechos sociales, sin canales que faciliten una participación 
activa de la población. 
 
En éste sentido resulta clave señalar que la construcción de ciudadanía requiere 
de una convergencia entre derechos y responsabilidades con actores y fuerzas 
sociales concretas que los respalden, que los defiendan que los expresen 
impidiendo que éstos valores permanezcan en un nivel declarativo y facilitando 
que se constituyan en agenda de amplios sectores de la sociedad: organizaciones 
comunitarias, trabajadores de salud, sindicatos, ONGs, asociaciones 
profesionales, universidades, partidos políticos, etc. 
 
 
 
 
 
 
4 Neologismo por governance, mecanismos sociales de auto regulación y control cruzado que se 
traducen inadecuadamente como gobernabilidad.

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