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psicología Las terapias cognitivas han tenido un desarrollo impactante en las t'dti- mas cuatro décadas. Su crecimiento, manifestado en las llamadas '\res olas", ha sido tan significativo que han tenliinado por convertirse en la frnma de tratamiento psicológico más investigada y aplicada en el nm11- do desarrollado. Como sefütla en el prólogo el Doctor Cory New111a11: "la terapia cognitiva se practiea con un lenguaje universal compuesto por esperanza, búsqueda de la objetividad, respeto por los pacientes y por su contexto social y crecimiento personal". Las teorías y los tratamientos cognitivos se han desarrollado en el marco del respeto por la investigacióil empírica de sus resultados y procesos. Enfati'l,all la resolución de problemas y la transmisión de habilidades al paciellte para que éste aprenda a ayudarse a si mismo, con el fin de alca11- 1ar un alivio duradero del sufrimiento humano. En este texto se analiz~111 los tratamientos cognitivos así como su 1-elación con otros temas centrales en la psicoterapia contemporánea, tales como los objeüvos y aplicaciones de los tratamientos psicológicos, la integra- ción de recursos terapéuticos, el reconocimiento de los Etctores comunes de cambio y la reflexión sobre las cttestiones éticas generadas por los nue- vos contextos de aplicación de los tratamientos psicológicos. ISBN 978-950-23-1597-3 J:mudeba www.eudeba.com.ar 9 789502 315973 .IEl-~iiiWI_ EDUARDO KEEGAN EL PRESENTE Y EL FUTURO DE LAS TERAPIAS COGNITIVAS - La terapia cognitiva es la forma de psicoterapia que más se ha " ' desarrollado en los últimos veinte años. Prochaska y Norcross ( 2003) lo han expresado muy claramente: Probablemente la predicción más segura de la dirección que tomará la terapia cognitiva es la de la mejora continua. Las terapias cognitivas en general, y la de Beck en particular. son las orientaciones que crecen con mayor rapidez y a las que se dedica mayor investigación en el panorama actual. Las razo- nes de su popularidad son manifiestas: la terapia cognitiva está muy bien explicada, es relativamente breve"_ se la ha evaluado mucho, es compatible con \a.medicación y está centrada en los problemas. Pongámoslo de esta manera: si nos viésemos obligados a comprar acciones de cualquier forma de terapia psicológica, la cognitiva de Beck sería la apuesta más segur;:i, por lo menos de aquí a cinco años. Los principios básicos de los tratamientos cognitivos han s: aplicados a una enorme variedad de problemas clínicos, que ' 183 Esrnnoo: DE Ps1coTERAPIA Ccx:>NJTIVA desde la patología psiquiátrica severa, corno los síntomas psicóticos hasta aplicaciones en psicología de la salud, corno el tratamiento de dolor crónico. Por lo tanto, no es arriesgado afirmar que las terapias cognitiva: son la forma de psicoterapia que caracteriza a este tiempo, sin que S( avizore todavía una forma alternativa de tratamiento que pueda dis· putarle ese lugar. En unas pocas líneas trataremos de reseñar los principales terna; de debate actual en el campo de las terapias cognitivas, para arroja1 luz sobre las direcciones futuras de su desarrollo. Factores comunes de la psicoterapia y tratamientos basados en la evidencia El movimiento en pro del desarrollo y la difusión de los trata· rnif'ntos :Jasados en la evidencia tuvo gran impulso en la década de los 90. Se consolidó institucionalmente a través de la creación de agenci.as que generaban listas y establecían niveles de intervencione¡ psicológicas con base empírica adecuada, teniendo un papel ere· ciente en la asesoría de los hacedores de po~'.tica en salud mental. Este fenómeno se ha dado tanto en los Estados Unidos como en Europa. Las terapias cognitivas tienen un papel destacado en este movi· miento ya que, corno señalaban Prochaska y Norcross en la cita ante· rior, se las ha investigado mucho. La solidez de su base empírica es, de hecho, una de las grandes fortalezas del paradigma cognitivo. Son muy pocas las modalidades de psicoterapia que cuentan con una base empírica comparable. No hay muchas dudas de que el movimiento en favor de los trata· rnientos basados en la evidencia continuará creciendo. Este crecimiento será solidario del desarrollo y predominio de las terapias cognitivas. Existen, sin embargo, algunas objeciones importantes a este en· foque. Nos detendremos en una de las más importantes, a fin devalo· · rar su potencial impacto en las terapias cognitivas. Los trabajos de Michael Lambert (1992) y Larry Beutler (1992) sobre la ~ficacia de la psicoterapia han planteado el adagio del 184 EL PRESENTE Y EL FUTLlRO llE LAS TEfU\PIAS COCJNITIVA5 ájaro dodo de Alicia en e! País de las Maraviltas: "todos han ganado, p • ' l d' , r y todos merecen premios". Según esta perspecova, as 1stmtas tor· mas de psicoterapia tendrían una eficacia sirn llar, debida a factores comunes presentes en todo tratamiento psicológico. Dicho de otro modo, el cambio producido por la psicoterapia estaría mucho más vinculado con los factores comunes a todo tratamiento psicológico que con las diferencias técnicas. Esta afirmación parece encontrar asidero, por ejemplo, en la terapéutica de la depresión. Por cierto, Lamben y Beutler no son investigadores improvisados. La terapia cognitiva de Beck (Beck, Rush, Shaw y Emery, 1979) y la terapia interpersonal de Klerrnan ( 1984) tienen una eficacia idéntica, si bien difieren bastante en el plano técnico. · , . _ Pero este enfoque también presenta anomahas. Los estudio;, de resultados en el tratamiento r1e los trastoth:os de ansiedad, por ejem- plo, y especialmente los referidos al trastorno obsesivo-compulsivo, muestran una clara superioridad de las intervenciones cognit1vo- conductuales respecto de muchas c;iras terapias. A diferencia de lo que ocurre en la depresión, el efect~i de la expectativa de resultados positivos es prácticamente nulo en los pacientes con trastorno obses1- vo-compu lsivo. Otro ejemplo, esta vez por la negativa, puede hallarse en la aplicación de terapia interpersonal a pacientes con depresión Y abu- so de sustancias, que está contraindicado en virtud de estudios de resultados negativos. Por ende, si bien podemos acordar con que los factores comunes de la psicoterapia actúan más allá del marco teórico específico, tam- bién es ci~rto que el valor terapéutico de estos factores comunes no es igual para cualquier patología. · .. , En todo caso, resulta claro que los que impulsan una v1s1on transteórica de la psicoterapia y del cambio humano seguirán siendo una minoría, al menos en el futuro cercano. 185 EscR1Tos nE Ps1coTERAPJA COGNITIVA Integración en psfooterapia · ··· · Supongamos, sin embargo, que la visión transteórica lle ;ara a imponerse en el campo. Aún aceptando el dictamen de Bel tler y Lamben, lo cierto es que la terapía cognitiva ha demostrado ser, al menos hasta ahora, la forma de psicoterapia que mejor se pr ~Sta a la integración, al menos en el plano técnico. De hecho, una! ran cantidad de los impulsores del movimiento de integración dt las psicoterapias proviene del marco cognitivo o del conductu:al, ce mo es el caso de _Marvin GoÍfried. En la Argentina, son los terapet tas cognitivos y los sistémico-estratégicos el público más interes ido en la obra de Beutler, Lamben y Norcross. Todos ellos han vis ta- do el país por invitación de grupos de orientación cognitiv i. y sistémico-estratégica. Par3 ilusti;ada vocación integradora de las terapias cogniti\ as, tomemos por ejemplo el tratamiento disefiado por Tom Borko· ·ec (Borkovec, Newman y Castonguay, 2003) para el trastorno de arn ie- dad generalizada. En él se complementan recursos cognitiv )S, conductuales, experienciales e interpersonales. Como agudame1 te sefiala Borkovec (200¡5), sus maestros en terapia conductual le en e- fi.aron a basar su terapia en investigación básica, pero no dijeron c. Je debía ser únicamente investigación básica en aprendizaje (es decir,desde el modelo conductual). Su tratamiento es, por lo tanto, u la intervención basada en la evidencia, de tipo integradora, pero con :i- d erada por el propio autor como una intervención cognitiv )- conductuaL Podemos observar, entonces, que, en este estado de cosas, l ts terapias cognitiv.as son impulsadas tanto por el movimiento en f 1- vor de los tratamientos basados en evidencia empírica como por d movimiento de integración en psicoterapia. Es en este sentido en ,1 que afimío que se trata de la psicoterapia de nuestro tiempo, ya qL e represerta un punto de confluencia para perspectivas muy diferer - tes. Estas diferencias se expresan en el campo intraparadigmáticc , esto es, como distintas orientaciones dentro del campo genérico - mente denominado cognitivo. 186 Ro DE LA<; TEKAPlAS C..''OGNITI VA~ EL PRESEl'-:TE y EL RJTU , La crítica constructivista . ue la< terapias cognitivas pertenecen a Acabamos de af¡ymar q ·¡· 1 e también hay tensio- d ción amp ta, en e qu un paradigma e concep . H una veintena de enfoques . r ' matices diversos. ay nes, direrencias y 'd , ~ismos cognitivos. ·. cons1 eran a si i,, . .. terapéuticos que se demos decir que el primer gran Históricamente hablando. poi d or los constructivístas . . ·(va fue el p antea o P debate en terapia cogm t . . f más dominante en los . . , . ión racionalista, que ue en opos1cion a una vis . h l M h ney se destacaron en su . G 'd y M10 ae a o años 60. Vittono ut a~10 ló icas del racionalismo más o menos crítica a las simplezas ~~1steml .º g ras fonnulaciones. lec10 en as pnme . s· ingenuo que preva d' orlos constructivtstas. l · ll anada hoy en 13 P · · Esta bata a parece g . . d 1 mundo no se cons1- , d 1 terapeutas cogrntivos e . bien la mayona e os . . lo cierto es que la ep1ste- . 0 constructtv1stas, derarían a sí mismos com .d , r 'descripta como un 1 'a dominante en ellos po pa se mo og1 constructivismo moderado. 1. ~ rtar1te la crítica teórica y em- l' d un pape imt-'o d En esto ha cump t o 1 , cognitivas llevado a e-l d' ·'nen as teonas pírica del papel de a ,1stors10 L Ab amson John Teasdale en el l' dad es como ynn r ' · · lante por persona t 1 d la economía cog111nva. . D niel Kahneman en e e campo clí111coy por a l personas afectadas por una d d t ado que tanto as Al que ar emos r , ningún problema 1 a uellas que no teman patología menta como . q 1 b l que la dif. erencia entre lo b 1 lídad resu ta ,a c aro distorsiona an ªrea ' .~n la distorsión per se, 1, . od ía sustentarse ~ normal y lo pato og1co no p . E to reoresentó un espaldarazo l opio de la misma. s . , .. , d sino en e- sesgo pr b', d' ·lugar a una revlSlo. n e · · t y tam 1en ld para la cr~tica constructiv1s a . . . ·vas alcanzaban su efecto. los modos por los cuales las terapias cog111,1 , Cuestionamiento y distanciamiento , . . , ¡ s modelos cognitivos demandó una ma- La cnttca a los pnmer J . J. .. . S'1micnto no conscientes . . , d , los fenómenus ue pruce.' . . Yor investtgac1on e. . . d l , ·,, connit:ivn cnn la psJCu-fl 1Cl'l e a terdplo ,... y sugirió una mayor con uer ' l , 1 l te<1rica. ]ohn TeasJale b , . , , f n de sellar esrn irec 1, lo¡zía cognitiva as1c,t d 1 . 107 ESCRJTOSDE ha sido un claro impulsor de esta . desarrollo en el Reino Unido. ' perspectiva, que tiene su nayor Junto con J. Mark Williams y Zindel 5, ·] desarrolló la llamada M 'nd'f. l B ~ . ega ' Teasdale ( 1999.) z 1 u ness- 'asede, · Th (MBCT) (Terapia Cogrntiva Basada en o~~~; erapy for DefJ ession Plena). Este nuevo en fo . . 111dades de Conc encía - . que cogn1t1vo sostiene 1 l peut1co más poderoso d l . que e e ememc tera- e a terapia coonitiv - 1 d . menos- es el distanc~am. "' a en a epresi. >n al d ' iento Y no el cuestio · d ' e las cogniciones disfu.11c· l D namiento el cont ~nido iona es esde esr · · lo que se sugiere es que pu d . . . . . a mteresante perspe :ti va . . e e se1 mas eficaz e t . ' ' tomar distancia de sus co , . d. n I e1,~r a un pacit nte a grnctone< isfuncio l . cuestionar el contenido d . . na es que entrena¡ lo en d . e esas cogrnc10ne< s !: l b e la evidencia en su contra. º o Jre a ase del ex; men Mindfulness y pensamiento . zen . Recurrir a la mindfulness apuL taba a favor . . . . to, ya que ensefi.aba a c011 'd . l . ece,. el d1stancia1T ien- si erar a a expen . a no con,cundir!a con la realidad . . encia mental como t ll, y Marsha L' l , que Intenta aprehender. · me 1an estaba por esos afi.os f un afio sabático en el R. e' U 'd - mes de los 80- toma 1do mo n1 0 y pa·t · · , n1encionado en su interés po l 'nd ' ic1po con el grupo a1 ites meditación budista. " r a mi fulness, el pensamiento zen ¡1 ]a p ' oco tiempo después, en 199 3 Lin h , bre terapia dialéctica co d l , e an publicaría su libro so- l . 11 uctua para el tra t · ¡· · na idad que le dar·a f , • s orno m11te de la pe1 >0- 1 iama mundial Uno de l este Jibro era postular l . 'd . ' os aspectos central e: de . . aneces1 adaeunp ;1'1:. d' .. c¡unb10 y aceptaciói "' .. qu.ll )rJO ialccnco en :re , 1, ca1 tema que aso'n2ba c ( ._, de las terapias cognitivas d l 'l . . on uer.a en la agcr cb Ste H e a u tuna década del siulo XX ven ayes (Ha . S l b • yes, trosa 11 y Wilson 1999) . propuso en ese mismo pe , d , · , por su par e, no o una teraprn . · .· . · punto, llamada terap· d . . ' cognmva centrada en e: te za e accptaczon )' j · . Com. mitment Therapy) Es d l , com Jromzso (Acceptancc a id fr . · · temo e o teonco l' · · su nnientohumanoesengra1 d'd ·c imco considera que el h bl 1me 1 aproducrod·J· d .. , a antes y sin nega l . . e d con lC1on de se1 ·s , . r a existencia de síndromes clínicos - ·] . -· ", u1ns1L era q1 e: 188 El. PRESENTE I' EL FUlüRCl J)E L/'.S TERAPIAS COGNl1W1.c la ubicuidad del sufrimiento humano no puede ser explicada por la equiparación entre .sufrimiento y patología que subyace a las teorías dominantes en psicología clínica y medicina. La ACT (siglas en inglés de Acceptance and Commitment Therapy) se considera una terapia cognitivo-conductual, pero no de las basadas en el proce- samiento de la información, a las que critica con dureza. De modo análogo a Teasdale, Segal y Williams, sugiere que el elemento central áe la terapia es el distanciamiento de los pensamientos, el reconocimiento de la experiencia verbal como una de las formas de relacionarse con la realidad que puede llevarnos a engaño y con ello a un sufrimiento innecesario. La MBCT y la ACT com- parten la importancia del componente experiencia!, una referen- cia central al pensamiento Zen, y el dar suma importancia ai dis- tanciamiento en detrimento del cuestionamiento del contenido cognitivo sesgado, característico delos modelos basados en el pro- cesamiento de la información. La ACT asigna gran importancia al contexto, cuestionando los modelos intrapsíquicos, un pensamiento también compartid,, por el Sistema de Psicoterapia Cogniti~o-Conductual Analítico (Cognitive- Behaviorat Analysis System of Psychotherapy) de James McCullough muy exitoso en el tratamiento de la depresión crónica (McCullough 200Q, 2003 ). Esta corriente de ideas ha tenido crecimiento dentro del mundc cognitivo, culminando en la realización de una conferencia imerna cional er.. la ciudad de Gotenburgo, en Suecia, en el verano boreal dt 2005. La apertura de esa conferencia consistió en un diálogo entre A Tim Beck y el Dalai Lama. Es probable que esta relación con el pensamiento zen y el budis mo contribuya a la difusión de la terapia cognitiva en medios inte lectuales que le fueron ajenos por origen. Ese fenómeno ya se dio coi el psicoanálisis y el círculo de intelectuales de Bloomsbury en Gra Bretafi.a. Una modalidad psicoterapfotica adquiere así mayor popL laridad entre intelectuales que la consideran más af1n a s Weltanschauung o a su filosofía de vida. La historia nos ensefia que n Jehe subestimarse el papelque estos fenómenos cumplen en la dift si{m de un abordaje psicollígi.co. 189 ESCRITOS DE PS!CDTERAPíA COCNITIVA . . allá del entusiasmo que generan los nuev cog111t1vos, lo cierto e< que tod , os modt los • • · 0 av1a es un poco p ¡ Juicio sobre su genuina co11tr1'b . , l' . rematuro iacer un · ucion c mica ya h estudios de resultados Por t 1 d . ' que no ay tan :os · · 0 ro a o existe el · d siasmo programático no '_ nesgo e que el en :u- vaya acampanado de f: gación acorde. Al fin y al b h . un es uerzo de in ve. ri- ca o, esto a sido free 1 h' la psicoterapia si bien lo t uente en a istoria de ' s erapeutas cognit' ¡ b' hasta ahora, resistir esta tentación. ivos 1an sa ido, al mer os Este peligro ha sido reconocido claram quien señala: ente por Steven Hay !s, ~~~~=:u~;:i~!º::e:c~·í:1ic;s, reconociendo la naturaleza dad de t' . ion 1umana y apreciando la cuali- c ., b1po narrativa y algo arbitraria de cualquier afirma 10n so re la cond· ·, h - dial' . l 1c1on umana, han resuelto el malestar ect1co resu tan te alejándos d l . rimental Al h e e a mvestigación expe- . acer eso, han abolido su responsab'l'd d d ~:~:oeet datos em~íricos sobre la eficacia, la efecti~:d:d, e~ ' a aceptac1on del consumidor y demás . Aun cuando esto es comprensible hasta cierto p. unto , t una forma de 'h·¡· . , es a es 111 1 tsmo mtelectual que está pel. ' cerca de ser usada en con . . igrosamente ven1encia propia (H S h Wilson, 1999 28J L . , ayes, trosa l y , p. . a traducc1on es nuestra). Es importante destacar que estas rnarcad . . y clínicas no impiden . b as d1ferenc1as teóric2' , sm em argo que tod sideren parte de la trad .. , . '. os estos autores se con. ic1on cogmt1va. La prev l . d 1 ma cognitivo en nuestra , . . a encia e paradig epoca se ev1denc· · pacidad de servir com d ia Justamente en esta ca d d o marco e referencia gen ¡ a de teorías y tratamientos ue difi . . era psra una varie aspectos relevantes. q .eren, sm embargo, en mucho. · NicholasTarrie·l, I "lace un comentari . to, al referirse a los tratam· .. o mteresante sobre este pun. . ientos cogrnt1vos de la esquizofrenia: La ;xpresión Terapia cognítivo-co d tamiento de la ew . f . n uctual, tanto en e! tra- ·1u1zo rema como neneralmc111· 0 .e, es un;.i 190 EL PRESENTE Y El. FUTURO DE LAS TERAPIAS C'OGNlllVAS denominación que cubre un abanico de técnicas y enfo- ques, lo que plantea la cuestión de qué es lo que real- mente funciona terapéuticamente. Si la terapia cognitivo-conducrual para la psicosis es vista como un conjunto de técnicas, entonces ¡cuáles son los ingredien- tes activos y qué es lo esencial para un tratamiento exi- toso? De modo alternativo, la terapia cognitivo- conductual para la psicosis puede ser vista más como una "cosmovisión" acerca de cómo interactúan la con- ducta, la cognición y el ambiente,, y mientras las técni- cas específicas proveen información acerca de esta "vi- sión del mundo". Por. consiguiente, que el tra.tamiento sea aplicado "en el espíritu de la terapia cognitivo- conductual de la psicosis" pu~de ser más importante que cuáles técnicas se implementan en la práctica (Tarrier, 2005, p. 51. La traducción es nuestra). ~../ Los traistornos de la personalidad Estas patologías representan la verdadera frontera de la salud mer tal, en la que se revela con crudeza la precariedad de nuestros conoc mientos e intervenciones. Más allá de esto, la última década ha prese1 ciado un t:sfuerzo de investigación sostl·nido sobre los resultados de 1 terapias cognitivas orientadas a trastomos de la personalidad. El trabajo de Amoud Amtz en Maastricht, Países Bajos, ha arr jado hast¡¡ el presente buenos resultados para la Ternpia de Esquem de los trastornos de la personalidad, aun en comparación con trat mientos como la Terapia Centrada en la Transferencia de Ot Kernberg (Kemberg, Clarkin y Yeomans, 2002). La t~oría de Young, sin embargo, es objetada por otros teóric cognitivos, que la consideran un sistema meramente descriptivo, u nueva mitología psicológica a la que se echa mano en virtud de poseer una teoría sólida que permita derivar una intervención clí ,ca. Amb;:,,s perspectivas tienen sus puntos fuertes y representan, ha cierto punto, las distintas miradas del clínico versus el teórico. 191 ESCR!T<Y DE Probablemente el mayor desafío para las terapias cognitiv is sea el aumentar su eficacia en el tratamiento de las patologías l e la personalidad y a la vez aumentar Ja adhesión a los tratamientc ;, Una ve: que se logre un avance sustantivo en esto habrá que ah< - carse a la tarea de encontrar tratamientos más conos, y por end, más accesibles y más fáciles de diseminar. Un desafío adicion, 1 será el lograr entrenamientos más breves y eficaces para los tera · peutas intervinientes. Si bien ha habido avances significativos en la terapéutica, e. claro que aún estamos lejos de alcanzar estos objetivos. La autoayuda y Ios tratamientos sin terapeuta Los terapeutas cognitivos han escrito libros de autoayuda para personas afectadas por trastomos mentales que no tienen acceso fácil a servicios de salud mental. Estos materiales también son usados como herramieütas de psicoeducación y como manual de tratamiento,' muy bien recóidos por pacientes muy autónomos que desean ponerse al frente de su propia curación. El más conocido de estos libros es, sin duda, Sentirse Bien (Feeling Good) de David Burns, dirigido a personas afectadas por depresión. También han tenido mucho éxito Con el Amor no Basta (Lave Is Never Enough) de A. T Beck, dirigido a parejas con problemas de relación, y El Control de Tu Esuu:l.o de Ánimo (Mind Over Mood), de Christine Padesky y Dennis Greenberger. Estos libros -a los que se suman decenas más- no sólo tienen· gran popularidad, sino que en varios casos han demostrado en e~tu dios controlados ser -bajo ciertas condiciones- sólo algo menos eficaces que la consulta a un terapeuta. Esto sugiere que podemos estar en los albores de una época en la que la diseminación de la )sicorerapia podría ser mucho mayor de lo que hemos conocido 1asta ahora. A este fenómeno se suma, por otro lado, el desarrollo de una ocíedad cibernética que cada vez funciona más en términos virtuales ue físicos. La realización de psicoterapia a través de la Web ya no es 192 ; e TERAPIAS CCXJNiTiV,\5 EL PRESENTE y EL FUTURO DE ~A.. . d , llevar en un futuro 110 muy iejano a una novedad, lo que po n~d cualquier parte del globo. e res1 an en · , . der a terapeutas qu . . · l 'do también rranstonT,a-acce . . gniuvos 1an s1 Algunos tracamientos co , . r el paciente, pero usan- . . d " en forma autonoma po . dos para ser realiza o. d libro. f , ·co en vez e un . lo do un soporte in arman . , d Gran Bretafia, por e¡emp , de atenc1on e En algunos centros dora a las que una persona . les de computa d Puede accederse a tennma . . ara el tratamiento e un tras- . btener asistencia p puede recurnr para o . . tomo alimernario. tenían la capacidad de ant1c1- 1 o< latinos decían que lo.s poetasd, . británico David Lodge ~ • . aca em1co Par el futuro. El célebre escritor y d scribió una desopilante escena l 1 ón cuan o e ' n .( , 984) parece dar es a raz. . . . ·1·0 y el programa de cor - l f umvers1 tar . de interacción entre un prodesoErl. I" su famoso libro Et mundo es un " ·11 na o iza e • . d a "terapeuta a1 puta or . . Pañuelo (Small World). h ·¿~ T odae el primero en mc1uir ., d que . a s1 u ""' " Tengo la impres1on e ·e que es un terapeuta l.b os nn persona] . ¡ de sus exitosos t r · ,... . la terapia raciona en uno · . . ue practica . . . o Se trata de una mujer q 1 onista de la histona. cogmt1v - l . 1 ¿e a protag emotiva conductual de EL is y auer,, pía (Lodge, 1995), y la histo- . adamen te, i era El libro se llama, apropi . 1 ).os 90. ria tiene lugar en la Inglaterra de doeseas~ta manera el haber llegado a la · · nuestra d, · o y La terapiacogmtiva r .. 1dida en el mundo aca emic mayoría de edad. Ampliamente¿ difu1 los diarios, la~ revistas, la tele- comenrn a en ' · · de un clínico comienza a ser r· a la terapia cognitiva ' , l Lodge se re iere , . Q ."::ÍS visión y las nove as. : . ente típicamente britarnco. Ulk i modo respetuoso y a la veurrever no; tener para con ella: respetar'ª , ta sea la mejor actitud que pode1 ca confundirla con una es . · l' · pero nun 1 Por su valor científico y c mico, 'f Así evitaremos caer en as . un sistema filoso tco. panacea, ni con . 1 tos del pasado. idealizaciones y los desencar l lllllllllllllll""'ll7illrl1 llllrflllll ~---lilllllllllll' li1I • (CGNITIVA Referencias bibliográficas Beck, A. T; Rush, A. J.; Shaw, B. F. y Emery, G. (1979): Cognirive Therapy of Depression, New York, Guilford. Beutler, L ( 1992 ): "El estado actual y las contribuciones de la inves- tigación en Psicoterapia", Revista Argentina de Clínica Psicológi. r.a, vol. l, Nº 3, pp. 203-214. 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