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1 Raúl Prebisch y la CEPAL Breve Biografía de Raúl Prebisch Raúl Prebisch nació en San Miguel de Tucumán, ciudad del interior de la República Argentina, en abril de 1901. Realizó estudios de economía en la Universidad de Buenos Aires entre 1918 y 1922. En 1923 comenzó su carrera docente como profesor de Economía Política en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Buenos Aires, cátedra que ejerció hasta 1948. Entre 1930 y 1943 se desempeñó como funcionario público. A partir de 1935 fue uno de los fundadores y primer Director del Banco Central de la República Argentina, cargo que ocupó hasta 1943. Entre mayo de 1950 y julio de 1963 el señor Prebisch fue Secretario Ejecutivo de la Comisión Económica de las Naciones Unidas para América Latina y el Caribe (CEPAL). Posteriormente, ejerció el cargo de Secretario General de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD). En 1984 regresó a Argentina para colaborar en el gobierno democrático instaurado en 1983. Su trabajo en Argentina Para empezar a hablar del Raúl Prebisch y su legado económico y social a través de lo que se conocer como la escuela del estructuralismo, es necesario empezar por la realidad que vivía Argentina en la época que Prebisch fue director del Banco Central de la República Argentina. En ese momento (1935), la región seguía viviendo los efectos del impacto que provocó la crisis mundial que comenzó en 1929 en los Estados Unidos. La economía argentina, especialmente el comercio internacional, se vio fuertemente afectado, lo que se vio reflejado en los precios de las mercancías que se comerciaba con el mundo. Este deterioro de los términos del intercambio (es decir, de los precios de las exportaciones y las importaciones) tuvieron fuertes efectos negativos en Argentina. Mientras que las materias primas sufrieron grandes correcciones (los precios del trigo, lana, caucho, cobre en 1933 cayeron en un 70% comparado con 1929), los precios de las exportaciones industriales de los países desarrollados fueron sensiblemente menores, lo que tuvo grandes efectos a las economías nacionales. Así, entre 1929 y 1932, los salarios logran FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS SOCIALES - UNIVERSIDAD NACIONAL DE TUCUMÁN CÁTEDRA DE NOCIONES DE ECONOMÍA / TEORÍAS ECONÓMICAS Texto 28 – Pensamiento económico en América Latina: Prebisch y la CEPAL (Unidad 6 punto 1) Autor: MAXIMILIANOMONTEROS CELIS 2 mantenerse en Gran Bretaña, mientras que en Argentina y otros países subdesarrollados cayeron dramáticamente. A los problemas de precios se suma el de acceso a los mercados, o sea, de la colocación de la producción de exportaciones en marcados cada vez más acotados y restrictivos. En conjunto, ambos problemas inciden en el grado de endeudamiento. Así las cosas, la necesidad de intervenir en el comercio exterior por parte de los gobiernos de los países subdesarrollados comienza a ponerse de manifiesto, expresado en el aumento de aranceles y en el establecimiento del control de cambios. Prebisch dijo después: "el control de cambios no fue el resultado de una teoría, sino una imposición de las circunstancias." Producto de la situación descripta se da un aumento de las políticas intervencionistas. Más allá de que al principio la intervención fue producto de las circunstancias, los resultados económicos negativos a mediados de la década del 30 llevaron a una ampliación de esta postura. En una economía como la argentina, con exportaciones concentradas en pocos mercados y en pocos productos primarios, y por ende, con bajo dinamismo de sus ventas externas, se fue llegando al reconocimiento de la necesidad de activar el mercado interno, y por ende, de la necesidad de adoptar políticas deliberadas para lograrlo. Una de las medidas que se tomaron con el objetivo de regular el funcionamiento de la economía argentina - y en la cual tuvo una participación fundamental Prebisch - es la creación del Banco Central de la República Argentina en 1935. El primer aspecto a destacar de las funciones del Banco Central es que este incorpora a sus atribuciones el control de cambios y asume su manejo. Y el otro (fundamental para el ideario intervencionista) es el establecimiento de mecanismos de regulación monetaria concebidos como medios o instrumentos para la atenuación de los movimientos cíclicos. Esta regulación tiene su punto clave en el manejo del crédito. ¿Cómo funciona esto? Cuando hay un exceso de efectivo en poder de los bancos, la autoridad monetaria recoge fondos y esteriliza ese circulante, impidiendo que el crédito se amplié en exceso. Pero cuando se enfrenta a una tendencia contractiva, se devuelve efectivo al sistema bancario, insuflando la ampliación de crédito y procurando por esta vía la contracción del sistema económico. De esta manera, a través de la intervención con nuevas instituciones en la vida económica, se logra tomar medidas expansivas (como el control de cambios como traba al incremento excesivo de importaciones) en momento de recesión que tienen en vista ya no el mercado internacional, sino el interno. Las políticas se convierten en pro-industriales, favoreciendo la producción manufacturera cuyo destino es el mercado interno. Aquí se empiezan a visualizar algunas nociones que dan fundamento a la teoría del centro-periferia que más adelante propondría Prebisch. La situación en Latinoamérica A pesar de que las medidas tomadas para contrarrestar los efectos de la crisis de la década del 30 habían dado un gran impulso a la industria manufacturera con destino al mercado interno, 3 todavía no se plantea al crecimiento industrial como motor del crecimiento, que asimismo realice una transformación estructural que altere las condiciones previas de especialización primario-exportadora que regía para los países latinoamericanos. Esta idea se plantea cabalmente cuando surge una nueva tendencia contractiva en los años 1942-1943, producto de la Segunda Guerra Mundial, ya que el acceso a los mercados de los países beligerantes se había hecho muy difícil. Ya no solo se buscaba mantener los niveles de actividad: ahora se busca generar y mantener condiciones para el crecimiento de la industria. Surge un concepto claro respecto del papel crucial de la industrialización para el desarrollo, lo que se plantea no solo como una idea, sino que se busca consolidar a través de decisiones concretas de políticas económicas. Dentro de este contexto, se desarrollan las más tempranas doctrinas y convicciones económicas de Prebisch. Recurriendo a la comparación con casos análogos al argentino en la región, va decantando ciertas ideas sobre el tipo de economía del cual esos casos son ejemplo. Un aspecto crucial de esas ideas consiste en admitir que las limitaciones presentes en el desenvolvimiento de las economías de este tipo se hallan vinculadas al rezago de sus procesos de industrialización. Y, en paralelo, que emprender ese proceso significa alterar el vínculo con las economías que emprendieron ese camino industrializador tempranamente. Además, su expansión industrial significa una merma paulatina de la especialización primario-exportadora que ha caracterizado a estas economías, y, asimismo, el acceso de proporciones crecientes de su fuerza de trabajo a actividades de producción más complejas. Aquella expansión constituye la base para corregir de forma gradual los rasgos negativos de las economías Latinoaméricas. Estas ideas son claros antecedentes de la concepción del sistema centro-periferia. El sistema centro-periferia Prebisch comienza por negarse a tratar como una anomalía algo que esta deliberante concebido para que sea de esa manera. Las economías subdesarrolladas no son simplemente "atrasadas", sino que es un modo de ser específico. Se propone analizar a estas economías como tal. El desarrollo económico se expresa en el aumento del bienestar material, normalmente reflejado en el alza del ingreso real por habitante y condicionado por el incremento de la productividad del trabajo. Este incremento de la productividadse considera dependiente de la adopción de métodos de producción en los cuales se incrementa la especificidad del trabajo de cada persona, producto de los avances tecnológicos. Acá es cuando Prebisch nos dice que el desarrollo se da de forma desigual: los centros se identificas con las economías donde primero penetran las técnicas capitalistas de producción; la periferia, en cambio, están constituidas por las economías cuya producción permanece inicialmente rezagada desde el punto de vista tecnológico y organizativo. Los centros y las periferias se constituyen históricamente como resultado de la forma en que el progreso técnico se propaga en la economía mundial. En los centros, los métodos indirectos de producción que el mismo genera se difunden en un lapso relativo breve a la totalidad del aparato productivo. En la 4 periferia se parte de un atraso inicial, y se da un periodo que se llama de "desarrollo hacia afuera", en el cual las nuevas técnicas solo se implantan en los sectores exportadores de productos primarias y en algunas actividades directamente relacionadas con la exportación, las cuales pasan a coexistir con sectores rezagados. La estructura productiva de la periferia adquiere dos rasgos fundamentales. Por un lado, se destaca su carácter especializado o unilateralmente desarrollado, ya que una parte sustancial de los recursos productivos se destina a sucesivas ampliaciones del sector exportador de productos primarios, mientras la demanda de bienes y servicios, que aumenta y se diversifica, se satisface en gran medida con importaciones. A esto se le suma que esta estructura productiva está parcialmente rezagada, ya que coexisten sectores altamente productivos con otros que emplean tecnologías con las cuales la productividad del trabajo es inferior. Sobre esta diferenciación estructural se asientan las distintas funciones propias de las pautas tradicionales de la división internacional del trabajo: en el sistema económico mundial, al polo periférico le cabe producir y exportar materias primas y alimentos, en tanto los centro cumplen la función de producir y exportar bienes industriales, operando como núcleos fabriles del todo el sistema en conjunto. La matriz productiva del centro es diversificada y con un desarrollo homogéneo, mientras que la periferia tiene un alto grado de especialización y un desarrollo heterogéneo, conviviendo diferentes tecnologías con resultados de producción dispares. Según Prebisch, la industrialización en la periferia es posible, se da como un fenómeno espontaneo. El desarrollo hacia adentro, basado en la ampliación de la producción industrial, depende de ciertas transformaciones y/o acontecimientos que se producen en la economía mundial que poseen especial significación para la periferia (como los descriptos anteriormente en Argentina y Latinoamérica). Esta visión de la realidad de los países subdesarrollados de Prebisch ha influenciado una escuela de pensamiento económico muy importante cuyos postulados se siguen estudiando en la actualidad, conocida como “estructuralismo latinoamericano”, que es hoy representada en la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), organismo perteneciente a las Naciones Unidas. CEPAL La Comisión Económica para América Latina y el Caribe ha hecho aportes relevantes para el desarrollo regional y sus teorías y visiones han sido escuchadas en muchos lugares del mundo. La CEPAL ya es hoy referencia obligada para quienes estudian la historia económica de la región en el último tiempo. La Comisión se desarrolló como una escuela de pensamiento especializada en el examen de las tendencias económicas y sociales de mediano y largo plazo de los países latinoamericanos y caribeños. 5 El pensamiento de la CEPAL ha sido dinámico, siguiendo los inmensos cambios de la realidad económica, social y política, regional y mundial. Desde sus primeros años desarrolló un método analítico propio y un énfasis temático que, con algunas variantes, se ha mantenido hasta nuestros días. El método, llamado "histórico-estructural", analiza la forma como las instituciones y la estructura productiva heredadas condicionan la dinámica económica de los países en desarrollo, y generan comportamientos que son diferentes a los de las naciones más desarrolladas. La influencia de la visión del centro-periferia de Prebisch, quien se desempeñó como secretario general del organismo entre los años 1950 a 1963, está fuertemente arraigadas. En este método no hay "estadios de desarrollo" uniformes. El "desarrollo tardío" de nuestros países tiene una dinámica diferente al de aquellas naciones que experimentaron un desarrollo más temprano. Las características de nuestras economías son mejor captadas por el término "heterogeneidad estructural”. El desarrollo de una metodología de trabajo que combina múltiples elementos es otro de sus legados. En ella destaca en primer lugar la búsqueda de una visión integral del desarrollo, de carácter interdisciplinario. Segundo, un juego dialéctico entre ideas y realidad, entre pensamiento y acción, que implica una constante transformación de las primeras en función de los cambios en el entorno, en clara interacción con los gobiernos de la región. Tercero, la búsqueda de una identidad regional, el estudio de la realidad en función de los intereses regionales y el cuestionamiento de cualquier esquema conceptual en función de su validez para comprender nuestras realidades y operar sobre ellas. Bibliografía Bielchowsky, Ricardo (1998). "Evolución de la ideas de la CEPAL". Revista de la CEPAL. Santiago de Chile. Rodríguez, Octavio (2006). "El estructuralismo latinoamericano". CEPAL. México.
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