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Copia de Estrategias de APS aplicadas al trabajo con Adultos Mayores

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El Rol del Psicólogo con la Mediana Edad y la Vejez 
Ficha de la Cátedra 
 
Este módulo ha sido compuesto por diversos docentes de la cátedra con el fin de transmitir 
experiencias y modelos de trabajo con los adultos mayores. 
La diversidad de tareas que existen en la actualidad requieren que el psicólogo cuente cada 
vez con más conocimientos sobre las particularidades de enfoques y campos laborales. 
 
Índice: 
Iacub, R.: “El Rol del Psicólogo en el Geriátrico”. 
Baro, S.; Petrongolo, M. y Rochman, E.: “Estrategias desde la Psicología de la Salud con los 
Adultos Mayores”. 
Jaskilevich, J.: “La Estimulación Cognitiva” 
Chapot, S.: “Recreación, Creatividad y el Rol del Psicólogo” 
Castelli, J.; Del Médico, N y Walsh, I: “El rol del psicólogo en las Políticas Sociales para 
adultos mayores: un enfoque desde la Psicología Comunitaria”. 
Dr. RICARDO IACUB 
 
EL ROL DEL PSICÓLOGO EN EL GERIÁTRICO 
 
Esta década ha visto abrirse un amplio campo laboral ligado a la psicogerontología, uno de estos fue 
la instalación masiva de geriátricos especialmente en los grandes centros urbanos y últimamente en 
ciudades y pueblos de todo el país. Poco a poco los psicólogos fuimos incluyéndonos, a veces sin una 
clara definición de nuestro rol y otras sin demasiado conocimiento de nuestro objeto. 
En pos de un trabajo, en alguna medida más delimitado y preciso, considero necesario indicar ciertos 
aspectos de esta práctica, pensándola dentro de ámbitos más abarcativos y por otra parte delineando 
una actitud ética al respecto. 
Para ello intentaré considerar al rol del psicólogo y a la institución geriátrica en un encuentro de dos 
términos que instrumentalmente aislaremos para ubicar su posible interrelación. 
Como primera medida intentaré definir que tipo de institución es el geriátrico, ya que es sobre 
la definición de la misma que se montará un rol profesional específico como es el del 
psicólogo. 
 
EL GERIÁTRICO: 
Entre los orígenes que Occidente reconoce a esta institución, se encuentra ya en el pueblo judío desde 
los principios de nuestra era. Cabe aclarar que este tipo de lugares, denominados Hekdish (1), eran 
específicos para ancianos enfermos. 
Los mismos eran sostenidos de un modo colectivo ya que esto suponía éticamente un compromiso 
con Dios y una bendición para cada uno en el hecho de cuidar un anciano. 
Para este pueblo, el tener muchos viejos, era un signo de orgullo y de prosperidad ya que “la cantidad 
de días” expresa el favor divino. 
Dentro de la particular cosmovisión de los hebreos, la palabra anciano en una de sus significaciones, 
es el de aquel sujeto "investido de sabiduría y benignidad", razón por la que, por estos atributos, 
anciano fue la palabra con que se le nombró a Dios en el Talmud. Esto no resulta tan solo un designio 
poético ya que tienen un poder político real a través del Zanhedrin, que funciona como órgano judicial 
y ritual. 
Por otra parte, entre otras experiencias históricas, en la Alta Edad Media surge una transformación en 
los monasterios, que G. Minois ubica como origen de los geriátricos: muchos ancianos se alojan en 
los mismos con el fin de ganar el cielo. Esta práctica aparecida en el siglo VI sugiere un modo especial 
de calificar la vejez, que este autor nos cuenta de esta forma " ya no están por completo en este mundo, 
pero todavía no están en el otro. Antecámara de la vida eterna, el retiro a un monasterio asigna a la 
vejez su preocupación esencial: asegura la salvación"(2). Este sistema de una duración de casi tres 
siglos, fue variando profundamente en su sentido e incluyendo diversas formas de pago que brindaban 
tratos privilegiados a los residentes. Incluso se realizan contratos laicos con asignaciones de víveres, 
calefacción, vestuario y habitaciones diferenciales. 
Sin embargo, creo que esto habría que comprenderlo dentro de un marco más amplio, ya que el viejo 
en el medioevo se encontraba sumamente indefenso tanto porque la fuerza física contaba en gran 
medida para su protección, como porque la ley (en ciertos códigos) descuida al padre, ya que pasados 
los 17 años del varón el progenitor quedaba a su disposición. 
 Asimismo en esta época se registran en otros pueblos europeos sistemas jurídicos que asignan 
valores por las vidas de los hombres, lo cual fue denominado "la bolsa de la vida". En ella los viejos 
valían muy poco, con lo cual el asesinato de los mismos por parte de los familiares en pos de sus 
herencias resultó ser algo usual. Uno de los modos de protección posible pasó a ser la errabundez y 
el asilarse en los monasterios. 
En este sentido es que realizo una especie de contrapunto entre ambas modalidades ya que una misma 
institución tuvo significaciones sumamente disímiles en relación a la posición ética que las constituía 
socialmente como tales. 
De esta manera propongo pensar en primera medida si la nominación de hogar de ancianos o 
geriátrico no es un abuso lingüístico, ya que contiene significados y prácticas tan diversas y una sola 
característica común, la de alojar viejos. Las concepciones que determinan que la institución y los 
allí alojados la vivan y la sientan de modos distintos tendrá más que ver con la suma de factores que 
determinaron a cada una como producción cultural. 
Mientras que en la primera resulta una decisión popular de sostener la mayor cantidad de años a un 
sujeto, por el orgullo que ello implicaba, la bendición divina que ella acarreaba y especialmente 
porque se protegía a alguien con sabiduría, y que daba consistencia con sus años a la idea de pueblo; 
en la segunda, más allá de algunos propósitos individuales, parecía más una huida que una elección. 
De esta manera quisiera ubicar y problematizar a la institución geriátrica más allá de una crítica 
parcial sino teniendo en cuenta, en primera instancia, la dimensión ética que la constituye 
 
NUESTRO SIGLO: 
Así llegamos al siglo XX con un cambio profundo en lo que denominaríamos la geografía urbana de 
la vejez que incidirá en gran medida en el desarrollo de los geriátricos. 
Para explicar este fenómeno, debemos tener en cuenta que conjuntamente con los cambios surgidos 
en las familias que muy sucintamente podríamos describir como un pasaje del modelo postfigurativo 
al modelo cofigurativo1, en el cual se va modificando la constitución habitacional de lo 
trigeneracional a lo bigeneracional2. 
Científicamente la suposición más fuerte que aparece en esta época es la del viejo como un enfermo 
que debe ser cuidado y ante lo cual el eslabón a lo médico deviene un lazo social fundamental, 
conjuntamente a la idea de un viejo que se desapega de sus objetos.3 
 Otro de los elementos implicados resultará el pasaje del viejo de la esfera privada y/o familiar o 
excepcionalmente del resorte tradicional de asistencia a la pobreza, a la vejez como problema social, 
apelando a la organización de un conjunto de orientaciones e intervenciones específicas así como a 
la puesta en marcha de políticas sociales, en especial las previsionales. Todo este montaje cobrará un 
peso muy particular sobre la vida de estos individuos, y podemos verlo en ciertas instituciones locales 
como el PAMI, que a través de sus prestaciones sociales inciden muy fuertemente en la vida cotidiana 
de los mismos. 
Conjuntamente a estos factores, y no de un modo determinante en el uso específico de lo aquí citado, 
hay un cambio ético de grandes proporciones que actualmente tomó diversas nominaciones tales 
como "generación del yo", "preeminencia del narcisismo" o "sociedad permisiva", con características 
 
1 Ambos modelos se refieren a las conceptualizaciones de Margaret Mead. En donde la 
familia cambia el eje de su organización social etaria, distribuyéndose más hacia los 
coetareos. 
2 La familia nuclear aparece como modelo tipo de familia, particularmente en las clases 
medias y altas.3 Es importante remarcar que desde la medicina, diversas teorías psicológicas y otras 
ciencias sociales se perfila la Teoría del Desapego aún antes de ser formulada. 
 
individualistas tales como: pérdidas de ideales comunes, ordenamiento social en torno a una razón 
instrumental que implica un tipo de cálculo economicista en relación a un fin dado4. Podemos pensar 
que el sentido de la virtud, en tanto placer diferido, se cambia por un tipo de placer más inmediato. 
Lo que antes era pensado como la virtud de cuidar a un padre, hoy es considerado innecesario e 
incluso puede verse como patológico. 
Con esta reducción de factores intervinientes podremos tener una breve consideración de lo que llevó 
a esta reforma urbanística que tendió a concentrar a los viejos en un mismo sitio. 
Entonces resulta de ello que el geriátrico actual, como institución para este sector etario, es el de 
mayor espectro temporal, permitiéndosele concentrar lo que indeterminadamente se considera viejo 
(ya que no existe una edad de entrada) y reunir bajo esta nomenclatura las mas llamativas diferencias, 
en tanto que, agrupando la vejez, no diferencia al viejo sano de aquel que padece demencia, psicosis 
u otras patologías psíquicas o físicas. 
Esta aceptación tácita posibilita la conformación de una especie de ghetto contemporáneo, el cual 
remite a lo que en otro momento fueron los hospitales en los que se reunían grupos poblacionales 
distintos, aunque marginales en su conjunto. ¿Por que los considero de esta forma? No es ni la edad 
ni la enfermedad en si mismas las que implican lo marginal, sino la reunión, que no se efectúa en 
términos de un dispositivo que tenga como dirección o bien su restablecimiento o su mejor estadía. 
 Según Foucault la experiencia de los hospitales públicos que alojaban a una población altamente 
heterogénea cambia su matiz con la revolución francesa y con la dirección de Pinel. Ya que se 
empieza a definir una teleología propia, que delimita un criterio de enfermedad y también se 
establecen criterios de curación, con una experiencia similar en Inglaterra con Willis. 
Sin embargo, el geriátrico como institución, actualmente persiste en una indeterminación con respecto 
a su objetivo, en el cual no puede precisar si cura, hospeda o simplemente asila un margen poblacional 
inespecífico de seres. Y lo que es importante considerar es la poca o ninguna determinación de los 
sujetos en entrar a las mismas. 
Es importante remarcar que en nuestro país aun existe un vacío jurídico que vele por cuestiones que 
atañen a esta nueva institución. 
 
4 Taylor en su libro "La ética de la autenticidad" lo ejemplifica de este modo: "si la felicidad es la 
meta habrá que buscar el medio más rápido para alcanzarlo". 
 
La mayoría de los dispositivos internos a las mismas restan en ordenamientos legales muy 
generalizados que impiden regular al geriátrico en su particularidad. Por ejemplo en la regulación de 
la entrada (por qué se interna, duración, etc.), regímenes de visitas, de entradas y salidas (en la 
actualidad son los parientes los que generalmente deciden sobre la permanencia del interno aún 
cuando este sea sano, cuando no el geriátrico mismo pudiendo alterar las leyes elementales de la 
libertad personal). 
El vacío jurídico sumado a la indeterminación institucional de la misma desnuda su forma prejuiciosa 
y el sentido ético que le otorga esta sociedad. 
Es la vejez la que se aísla, la que queda al margen, no habiendo otra definición que el margen 
indeterminado de lo que es ser un viejo. Lo que se oculta reaparece bajo la forma de una institución 
grotesca que en la praxis une algo por fuera de sus límites, algunos jóvenes down, psicóticos o 
retardados mentales, aspecto que nos retrotrae al viejo asilo el cual no es sino una manera en la que 
una sociedad habla sin palabras sobre la vejez. 
En el estado actual del saber profesional, por fuera del campo estrictamente gerontológico, 
encontramos coincidencias con aquello que aparece como la representación social del Geriátrico. Ya 
que observamos como los viejos son calificados abusiva y erróneamente de dementes. Posición que 
implica en la cotidianeidad del viejo la espera de un rol iatrogénico para el mismo. 
Por otra parte la carencia de fines genera que se presuponga lo esperable culturalmente del viejo en 
la actualidad: su enfermedad. Para ello el geriátrico se pertrecha con una serie de dispositivos médicos 
que intentan justificar un lugar en lo social. 
Sabemos que no todo viejo está enfermo y que de estarlo la sociedad determina diversas terapéuticas 
posibles. O sea que lo regulado socialmente para el común de sus miembros no cuenta para los viejos. 
Sin embargo es importante remarcar que hay instituciones públicas y entidades privadas que apuestan 
por otro tipo de establecimientos, con una ética y un criterio gerontológico totalmente opuesto al aquí 
mencionado. Lamentablemente al no existir leyes que regulen estas instituciones termina quedando 
en la buena voluntad y criterio de sus directivos, sin que sea posible un proyecto institucional 
socialmente compartido. 
 
LAS INSTITUCIONES TOTALES Y EL GERIÁTRICO 
Sobre este particular dispositivo social es en el que deberemos situar a sus residentes. Es así que 
dentro de los criterios sociológicos podría ubicar al geriátrico, con los parámetros de Goffman5, como 
"Instituciones Totales" y que es descripta de este modo: "Una institución total puede definirse, como 
un lugar de residencia y trabajo, donde un gran número de individuos en igual situación, aislados 
de la sociedad por un período apreciable de tiempo, comparten una rutina diaria, administrada 
formalmente. Las cárceles sirven como ejemplo notorio, pero ha de advertirse que el mismo carácter 
intrínseco de prisión tienen otras instituciones, cuyos miembros no han quebrantado ninguna ley" 
(3). 
De esta manera este autor describe este tipo de instituciones, dentro de las cuales ubica las cárceles, 
manicomios, monasterios, etc. Las indicaciones que brinda Goffman se refieren a aquellas 
características comunes como: un tiempo común administrado de un modo centralizado, una serie de 
normas propias que a su vez implican sistemas de castigos y privilegios, una regulación de las 
entradas y salidas y una conminación a ciertas actividades. 
Por otra parte, da cuenta de la función iatrogénica de estas instituciones, generando cierto tipo de 
patologías como la Psicosis Carcelaria, la cual se caracteriza por una posición vegetalizada del 
individuo o por las diversas regresiones especialmente a lo corporal, que se ponen de manifiesto tanto 
en lo sexual como en el tipo de pensamiento más concretizado y por último describe un fenómeno de 
pérdida de los lazos de solidaridad entre los internos. 
Esta serie de elementos resultan elocuentes dentro del geriátrico, desde los modos de dependencia a 
la figura del director o incluso de la mucama o enfermera; la falta de dinamismo propio que se traduce 
en una espera permanente de actividades ofrecidas por el establecimiento, en este sentido podríamos 
ubicar la falta de interrelación entre los internos; temores de venganza frente a cualquier conducta 
independiente; resignación frente al deseo personal; regresión a modos de goce pregenital e incluso 
una declinación del pensamiento abstracto. 
 
5 Este sociólogo norteamericano ha trabajado en el marco del interaccionismo simbólico, entre sus 
libros se destacan "Internados" "Estigma", entre otros. 
 
Toda esta serie de fenómenos dan cuenta de la transformación que se opera en la subjetividad, 
situación que Goffman denomina "mortificación del yo", la cual nos enfrenta a un sujeto distinto 
determinado por una serie extensa de vivencias propias de estas instituciones. Ante lo cual se 
configura una preguntaaún más importante y que es la siguiente: ¿Sobre quién operamos y hasta qué 
punto es posible allí un sujeto? 
Freud insistió más de una vez sobre la dificultad de trabajar con un sujeto que no tenga pleno derecho 
sobre sí, sin embargo los resultados empíricos nos ofrecen una serie de datos que nos dan cuenta de 
dos cuestiones: resulta posible el trabajo analítico en una institución de este tipo, pero también se nos 
advierte sobre las dificultades que este entraña, incluso en algunos casos de su imposibilidad. 
Para ello intentaré presentar un esquema posible del mismo, en donde sea factible pensar a un viejo 
atravesado por una institución de este tipo. 
 
El ROL DEL PSICÓLOGO: 
La entrada del psicólogo deviene del pedido de una institución geriátrica que por muy diversos 
motivos puede creer necesario este rol profesional y de un modo impreciso decidir que es lo que se 
le requiere. 
En primera instancia el pedido puede aparecer, entre otros, como resultado de la demanda de una obra 
social, como criterio científico, como mostración de status, etc. Por otra parte dentro de este llamado 
pueden incluirse diversos roles más o menos ajustados a nuestra práctica profesional. 
Ambas situaciones tendrán que ser tenidas en consideración ya que por un lado nos hablará del lugar 
ofertado y en parte de nuestras posibilidades, ya que desde allí se ubica un deseo y una ética del 
psicólogo en aceptar este lugar propuesto. 
Conociendo el lugar podremos confeccionar un "espacio" en el cual el psicólogo a lo largo de su 
trabajo produzca en la institución una posibilidad de cambio. Con ello nos referimos a un modo de 
inserción del psicólogo en el cual tendrá como objetivo provocar modificaciones en la subjetividad 
de los residentes, que por las propias características de esta institución, terminará incidiendo sobre la 
misma. Por ello teniendo en consideración este hecho, debemos consolidar un espacio en tanto 
dispositivo de cambios posibles dentro del geriátrico. 
¿Cómo se construye el espacio? Solo será posible en tanto haya un buen alcance de lo institucional, 
lo cual requiere un manejo de la historia de la misma, tipo de control y dirección (¿quién dirige: el 
director o el dueño?; ¿qué manejo tiene el personal sobre los internos?; ¿qué control hay sobre el 
personal?, etc.), hábitos institucionales (horarios de despertar y de dormir, de las comidas, si hubiesen 
tipos diferenciados o no, permisos de salidas, etc.), tipos de contacto externo- interno (relación con 
las familias, modos de pagos de los residentes, controles de obras sociales o de familiares), modos en 
que se transmite la información (clara, difusa, etc.), consideraciones éticas (información sobre lo 
gerontológico, preocupación por el bienestar y que se entiende por el mismo), aceptación o no de la 
queja de los viejos (es importante aquí considerar sobre que postulados o valores fundamentan su 
acción). 
En la medida que conozcamos lo institucional, podremos dar cuenta de algunas incidencias de este 
discurso sobre los residentes. 
Nos queda otro paso que es el saber acerca de las subjetividades. Para esto utilizaremos otras técnicas 
que van desde la historia clínica, entrevista donde se detallen los motivos de la internación y el modo 
de ingreso (voluntario o no); el llamado a la familia, ya que debemos tener en cuenta, cuál es el peso 
que tiene este viejo en su núcleo familiar, o si no lo tiene, y a su vez que lugar le otorga éste a la 
misma. Debemos considerar que usualmente no hay una decisión personal de entrar al geriátrico y 
que también las salidas son reguladas por los familiares. Aumentando de esta manera el valor de lo 
relativo a la familia ya que deviene un lugar de poder efectivo sobre los residentes. 
Hay otra manera de acceder, y que considero de gran importancia, a través del diálogo ocasional en 
las meriendas, en las mateadas, es decir en cualquier circunstancia social. 
Otras de las etapas de diagnóstico es la que nos atañe en nuestra práctica específica, ¿hubo otros 
psicólogos?, ¿qué hicieron?, ¿cuál fue la historia del rol? En esto deberemos ser cuidadosos de saber 
qué y cómo se hizo, falló, sirvió, etc. Puede que la historia nos abra un campo de posibilidades o, 
puede que haya un campo virgen o, que no fue bien utilizado y en este sentido debemos rastrear con 
los propios residentes cuales serían las vías facilitadas, por ejemplo tratándose de actividades 
grupales. 
Tenemos que ir diseñando una oferta de posibilidades desde lo que oigamos de queja, no solo de los 
viejos, sino de todos los grupos de la institución. 
 
OFERTAS Y DEMANDAS 
La oferta que propondremos deberá contar con una planificación en la que nuestra ubicación, ligada 
al rol, irá variando tanto como las demandas que se establezcan lo requieran y que, en ciertos 
momentos, nuestra posición será más o menos activa según sea necesario para los objetivos 
propuestos. 
Aunque considere que el psicólogo puede utilizar variadas técnicas de acceso debemos tener en 
cuenta que no somos ni recreólogos ni terapistas ocupacionales, que nuestro objetivo es otro y 
debemos apuntar a ello, aunque debemos ser dóciles a los tiempos y necesidades propias de cada uno. 
¿Cuál es nuestro objetivo? Evidentemente será el producir, como antes señalábamos, modificaciones 
subjetivas en los sujetos, en especial en su atravesamiento institucional ya que a menudo nuestro 
primer tropiezo son las quejas ligadas a la misma (aburrimiento, soledad, sentimiento de abandono, 
etc.). 
La posibilidad que la palabra circule dentro y fuera del geriátrico, que se oigan ante los jefes y entre 
los congéneres; que se reconozcan como otros válidos, implica ya un fuerte cambio de 
posicionamiento, donde puede resultar la posibilidad de una confrontación probable, de un llamado 
y un pedido por un lugar propio. 
 Entonces retomando la idea de lo ofertado, será necesario intervenir desde una propuesta. Creo 
importante insistir en que los viejos no nos llaman y que nuestra presencia para ellos será parte del 
espacio a constituir; desde allí empezaremos a recuperar, más allá de la queja, demandas singulares 
y una demanda que iremos construyendo más ligada a lo institucional. 
Las demandas se constituyen vía la fantasmática perceptible en los tipos de relaciones que se 
establecen, interpretaciones de los hechos sociales internos y externos, modos de poder entre las 
jerarquías y entre los residentes, etcétera. Es en esta línea donde las intervenciones del psicólogo 
deben apuntar. 
Con intervención me refiero a una manera amplia, contando con las distintas posiciones que vaya 
obteniendo desde su rol (ofreciendo menos o más propuestas de trabajo grupal, dejando más solo al 
grupo, incorporando gente o no, o en lo analítico individual o grupal interpretando). 
 Considero que en la vía de esta construcción, siempre particular, nos encontraremos con un síntoma 
en lo institucional que dará cuenta de esta mortificación del yo o esta fuerte dependencia al otro que 
lo coerciona y lo determina como sujeto. 
En este transito hacia lo que denominaremos la verdad puesta en juego, deberemos contar con la 
permeabilidad propia del geriátrico, ya que podemos desatar fuertes tensiones que muchas veces no 
tienen derivación alguna, o sea encontrarse con ciertos límites que no deriven en un salto sino en un 
estrellamiento. 
 Creando una demanda en los viejos podremos intervenir en la fantasmática propia de esta institución 
en cada viejo lo que implicaría abrir una dimensión del síntoma en lo institucional, para ello debemos 
ubicarnos con un pie en la institución y otro afuera. Debe ser un lugar desde donde se pueda 
cuestionarla, lo cual implica privacidad y un secreto necesarios. 
Lo que nos resta son aquellos aspectos de un sujeto que sobrepasen a este tipo de fantasmática. 
Obviamente hay viejos que por sus características subjetivas o por el tipo particular de inserción en 
lainstitución (por ejemplo residentes que están temporariamente), pueden ir más allá de este Otro 
omnipotente en que puede devenir el geriátrico y que pueden consultarnos por cuestiones que no 
impliquen al mismo de un modo estructurante en su subjetividad. Asimismo podemos encontrar en 
aquellos viejos plenamente asilados momentos de ruptura y corte, donde surja un deseo más personal. 
Nuestra labor será construir con los residentes, en el marco más o menos amplio o acotado de sus 
posibilidades individuales e institucionales, recursos que les permitan armar sus propios espacios, 
ampliar su capacidad de decisión, sostener sus diferencias como válidas y encontrar los modos de 
encontrarse con el otro y no con otros generalizados. La posibilidad de un amigo, o de un verdadero 
compañero transita en el espacio entre lo institucional y lo individual y por ello el dispositivo grupal 
es útil para este objetivo. 
Nuestro rol es amplio y sumamente valioso pudiendo recorrer lo asistencial a nivel individual, grupal 
o familiar e intervenir en situaciones diagnósticas para evaluar al residente, en la admisión, en 
diversos momentos donde debamos constatar si efectivamente existe un progresivo deterioro; en 
prácticas psicoterapéuticas o de acompañamiento, marcando una diferencia entre ambas ya que nos 
encontraremos con situaciones en las cuales nuestras intervenciones solo nos lleven a una sostenida 
charla y apoyo afectivo, tanto para posibilitar un posterior tratamiento como para ayudar a la 
integración de un residente. 
Las intervenciones cognitivas, ya sea a nivel de la atención o memoria, resulta fundamental que las 
realicemos con serios criterios validados sabiendo abordar y diferenciar los grupos y las capacidades 
de cada uno. 
Nuestra tarea resulta necesaria pensarla en el marco interdisciplinario compartiendo con otros 
profesionales e intercambiando enfoques. 
Otro ámbito de nuestro rol profesional supone el trabajo con mucamas y auxiliares donde la reflexión 
grupal o la capacitación en su trabajo pueda resultar fundamental. 
Por último quisiera señalar una temática que indudablemente merece otro artículo que es la de las 
demencias y el rol que nos cabe y digo, nos cabe porque es mucho lo que si podemos hacer, tanto 
desde las intervenciones cognitivas, en el diseño de un ámbito simplificado, a nivel familiar, como a 
nivel psicoterapéutico y con el personal. 
 
CONCLUSIÓN: 
Partimos desde las premisas éticas que conforman un tipo de prácticas sociales que a su vez confirman 
un lugar esperado, en este caso, del viejo en lo social. 
Para ello fue necesario dar cuenta de dos orígenes históricos de una institución que albergó viejos. El 
contrapunto propuesto tuvo como función el poder pensar el peso discursivo que conllevan las 
instituciones. 
Con la Modernidad encontramos como aparece el Geriátrico como un nuevo dispositivo social para 
la vejez, la que deriva, en gran medida de la reconversión de los Asilos, ahora asociado al control de 
las enfermedades, aunque sin perder la función asilar que era la solución de un problema social más 
que individual. 
Por esto el rol del psicólogo, en particular, y el del resto del equipo interdisciplinario no debe dejar 
de tener en cuenta los efectos subjetivos en los residentes, derivados de los discursos que crearon y 
sostienen a las instituciones geriátricas, así como los que estos en particular sostienen y crean 
cotidianamente. 
Creo fundamental que, habiendo situado esta práctica en la intersección entre lo institucional y lo 
individual, podamos pensar de un modo más complejo a nuestro sujeto lo cual redundará en una 
práctica ajustada a los problemas particulares y específicos que allí se nos presenten. 
 
BIBLIOGRAFÍA ESPECÍFICA: 
(1). Enciclopedia Judaica Castellana. 
(2). Minois, G.: “Historia de la Vejez”. Ed. Nerea, Madrid 1987. 
(3) Goffman, E.: “Internados” Ed. Amorrortu, Buenos Aires 1988. 
 
BIBLIOGRAFÍA GENERAL: 
Cole, Van Tassel y Kastembaum Editors: “Handbook of Humanities an Aging”. Ed. Springer 
. Nueva York 1992 
De Beauvoir, S.: La Vejez. Ed. Sudamericana. Bs. As., tercera edición 1980. 
Fericgla, J.: Envejecer. Una antropología de la ancianidad. Ed. Antropos, Barcelona.1992. 
Iacub, R.: Proyectar la vida. El desafío de los mayores. Ed. Manantial, Bs. As., 2001. 
Katz, S.: “Disciplining Old Age, The Formation of Gerontological Knowledge”. 
Ed.University Press of Virginia. E.U.A. 1984. 
Loureau, R.: “El Análisis Institucional”. Ed. Amorrortu, Buenos Aires 1991. 
Mannheim, K.: The problems of generations. En Essays of the sociology of knowledge. 
London, Routledge & Kegan Paul, 1972 (1ra ed. 1928) 
Moody, H. : “Ethics in an Aging Society”. Ed. Georgetown. U.S.A. 1995 
Neugarten, B.; Weinstein, K.: The changing American grandparent. Journal of Marriage and 
the Family, N° 26, págs. 199- 204. 
Licenciadas Baro Silvana, Petrongolo Myriam y Rochman Eleonora. 
 
Estrategias desde la Psicología de la Salud con los Adultos Mayores 
 
El propósito del presente trabajo es realizar una articulación entre la Psicología de la Salud, 
específicamente en relación a las intervenciones que se realizan desde la APS6, y el trabajo 
psicológico con adultos mayores. 
Nos interesa poder hacer luz sobre los roles relativos a nuestra disciplina en los que 
mayormente no pensamos o no rescatamos como posibles para nuestra inserción laboral. 
“Durante Muchos años las psicología ha tenido una fuerte vinculación con lo que 
comúnmente denominamos enfermedad mental, a través del método clínico, lo cual 
orientaba la actividad de los psicólogos fundamentalmente al diagnóstico y a la cura.” 
(Francisco Morales Calatayud (1999)) 
Así el trabajo con viejos, influenciado por el mismo modelo, apuntó también a hacer hincapié 
en las cuestiones psicopatológicas que afectan a esta población. Los críticos de este 
paradigma lo han denominado “El Paradigma de la enfermedad”, alertando sobre la mirada 
negativa y empobrecida que este modelo promueve sobre las representaciones sociales de los 
Adultos Mayores. 
Con el aumento en los índices de longevidad , con los datos que muestran que cada vez más 
viejos llegan a edades avanzadas en buen estado de salud, y sobretodo con miradas más 
amplias e interdisciplinarias sobre el fenómeno de “la Tercera Edad” -que incluyeron los 
aspectos sociales, culturales, lúdicos, recreativos, cognitivos, ambientales e interpersonales, 
se fueron promoviendo nuevas inserciones para los profesionales que trabajamos con Adultos 
Mayores, donde nuestro desempeño requiere de posicionarse (según cada caso) como 
coordinador, facilitador, orientador, psicoeducador, recreador, líder temporal, asesor, etc., 
en busca de cumplir con los objetivos comunes de Prevención, Promoción de la Salud, 
Bienestar y Evitación de situaciones y/o conductas de riesgo. 
 
6 “Es la asistencia sanitaria esencial basada en métodos y tecnologías prácticos, científicamente 
fundados y socialmente aceptables, puesta al alcance de todos los individuos y a un costo que la 
comunidad pueda soportar”. Conferencia Internacional sobre Atención Primaria de la Salud. 
Declaración de Alma-Ata. 1978. 
 “El desarrollo, desde este punto de vista, no se entiende únicamente ni como el despliegue 
de un programa madurativo preestablecido, ni como determinado socioculturalmente. Más 
bien, se entiende como un proceso activo en el que el individuo es capaz de cambiar sus 
propias circunstancias y, hasta cierto punto, ser arquitecto de su propio desarrollo. Este 
papel activo de la persona implica tanto responder a cambios en las condiciones sociales 
y/o biológicas que se pueden producir con el paso del tiempo como, proactivamente , generar 
cambios en un intento de adecuar esas condiciones a las propias preferencias personales o 
estados que se desean.” Baltes (1990). 
Hay que destacar (y tenersiempre presente) la responsabilidad que nos cabe como 
profesionales psicólogos de rescatar las subjetividades particulares y respetar las diversidades 
que se presentan dentro de cualquier población con la que trabajamos, y los viejos no son la 
excepción. Según Pendersen (2000): “Las personas se vuelven más diferentes con la edad, 
debido a razones genéticas y del ambiente”. El trabajo de promoción de la salud y del 
bienestar, así como los aportes relativos al envejecimiento activo y a la calidad de vida en la 
vejez, son sin ninguna duda, lugares posibles para poder pensarnos como agentes de la salud 
mental. 
Como pionero en este sentido, nos parece relevante retomar a Bleger, que en la década del 
60 ya daba cuenta y alertaba sobre la necesidad de trabajar con programas de promoción de 
la salud: “Tenemos que salir de la actividad así llamada intra-mural, y esto significa que no 
sólo tenemos que alternar nuestra actividad en los hospitales …con otra que se desarrolla 
en los “grupos naturales”, en el propio medio de los mismo y en las funciones y 
organizaciones específicas que estos posean. Esto significa que en todos los lugares donde 
hay seres humanos hay grupos y tenemos que ir hacia ellos y de ninguna manera esperar 
que ellos vengan hacia nosotros. Pero el ir hacia esos “grupos naturales” significa la 
necesidad de respetar el medio, los objetivos, las funciones y las organizaciones específicas 
dentro de las cuales se desenvuelven los grupos humanos, y entiéndase que no solamente 
estoy hablando de la actividad o del trabajo, sino también del ocio y de la recreación y de 
otras muchas cosas que no enumero” (1964) 
Afortunadamente contamos hoy con nuevos aportes como los de la Gerontología Crítica, 
que apunta a superar los paradigmas de la biomedicalización y de la deshumanización en 
donde la vejez es vista tan sólo como un gasto, desde las lógicas del Mercado y busca 
describir la vida cotidiana y darles voz a los que no la tienen, apareciendo en primer plano el 
sujeto como productor de significados sobre su propia vida. Para la Gerontología Crítica el 
aumento de la esperanza de vida es un logro de la humanidad y no un problema a resolver, 
es encontrar nuevas perspectivas para las sociedades y sus viejos. Se piensa en recuperar una 
visión humanística de la vejez, en un contexto donde la vejez es parte del ciclo vital y se 
trabaja para recuperar las historias de vida, lo cual explora particularmente la Gerontología 
Narrativa. 
Abordar el proceso de envejecimiento desde las posibilidades de comprender las situaciones 
en toda su complejidad, implica tener en cuenta para trabajar, múltiples paradigmas. 
“La post-gerontología se ubica dentro de los estudios culturales ya que en primera instancia 
implica dar cuenta de un fenómeno cultural específico que remite a una narrativa social y a 
un momento histórico.” (Iacub, 2002). 
Pensamos, por lo tanto, a los viejos en sus diferentes realidades y posibilidades y desde allí 
planificamos y pensamos nuestras prácticas. 
 
La Perspectiva de la Salud Pública: 
Desde la perspectiva de la Salud Pública, retomamos los conceptos de APS poniéndolos en 
concordancia con temáticas relativas al sujeto que envejece y desde allí se replantea el rol 
del psicólogo, con un espectro de intervención mucho más amplio. Se trata de que nosotros 
mismos como promotores de la salud, nos animemos a pensar posibilidades de trabajo más 
creativos con los viejos. 
Las estrategias de trabajo, desde la mirada de la APS, parten de un diagnóstico para obtener 
los datos epidemiológicos de la comunidad en la que se va a intervenir, para poder dar 
prioridad a los problemas que realmente afecten la salud de los adultos mayores, y 
finalmente, planificar, no sólo en el ámbito de la prevención secundaria (detección precoz 
y tratamiento de la enfermedad) y prevención terciaria (mejorar la calidad de vida de 
enfermos crónicos), sino también en lo referente a actividades de prevención primaria 
(teniendo en cuenta factores de riesgo y evitar el desarrollo de la enfermedad) y de 
promoción de la salud7 (acciones que permiten a las personas mejorar su salud y tener un 
mayor control sobre ella) (Kickbusch, 1996 ). 
Entre las circunstancias que más afectan la salud de los adultos mayores, podemos enumerar: 
el aislamiento y soledad, el sedentarismo, la jubilación, cambios que impliquen modificar el 
estilo de vida y duelos (muerte o alejamiento de familiares o amigos) 
Frente a los distintos problemas hay diferentes dispositivos con los que se puede intervenir 
desde un marco preventivo y de salud, y nosotros como psicólogos tenemos mucho para 
hacer. 
Para poner en práctica los dispositivos, es necesario tener en cuenta que los mismos se 
realizarán de manera conjunta con los centros de salud, fundaciones, ONGs, clubes barriales, 
geriátricos, etc. que intervengan en un proyecto que tenga como objetivo ocuparse de los 
problemas mencionados. Todo esto, en el marco de la articulación intersectorial, un 
importante componente de la estrategia de APS, es decir, combinar recursos de distintos 
sectores de una comunidad para alcanzar los objetivos sociales de la misma. 
A su vez, estimular la participación social de los adultos mayores en tareas comunitarias en 
donde puedan desarrollarse como multiplicadores sociales y, al mismo tiempo se transformen 
en agentes de su propia salud, también repercute positivamente en su autoestima y en la 
valoración de sí mismos (carácter individual) y en sus vínculos interpersonales (carácter 
social). 
Para esta participación social, es necesario que los viejos asuman una responsabilidad en la 
definición de sus necesidades, en la identificación de soluciones y en la movilización de los 
recursos locales. Cabe citar aquí el concepto de empowerment o empoderamiento, es decir, 
el proceso por el cual las personas fortalecen sus capacidades, confianza y protagonismo 
como grupo social para impulsar cambios positivos en las situaciones que viven. Esto 
significa para los mayores una vida más activa que los lleve a posicionarse como sujetos 
responsables de sus propias capacidades y decisiones (Iacub, 2001) 
 
7 Las acciones que los profesionales de la salud hacen en materia de promoción de la salud tienen 
que ver con: crear ambientes saludables, reforzar la acción comunitaria, desarrollar habilidades 
personales y desarrollar políticas que apoyen la salud. 
 
La tarea principal es la de fomentar en cada miembro de la comunidad, la posibilidad de 
hacerse responsable de sus propias problemáticas, es decir, que el trabajo sea en conjunto 
con la comunidad, desde la comunidad y hacia la comunidad. Que realmente apunte a lograr 
cambios sobre las necesidades reales de la población con la que trabajamos. 
Para todo esto es importante nuestro acompañamiento en todo tipo de planificación. Nuestro 
rol también abarca la posibilidad de facilitar en nuestro intercambio con los viejos, 
sugerencias relacionadas con anticipar decisiones que afecten la labor sobre la comunidad 
como sobre su vida. 
“La planificación anticipatoria sirve a varios propósitos, como reducir la incertidumbre, 
ayudar al individuo a recuperarse de problemas iniciales y comenzar a trabajar hacia una 
meta, establecer una organización mental para orientarse hacia el logro de una meta, así 
como minimizar el estrés personal y del entorno” Smith(1999). 
Sabemos que hay muchos profesionales trabajando sobre estos principios pero también 
sabemos que es necesario multiplicar estas acciones porque la población de Adultos Mayores 
crece y necesitan prepararse para posicionarse como sujetos responsables y capaces de 
funcionar con la mayor independencia posible, o de actuar en forma conjunta y ordenada 
sobre sus vidas y su comunidad. 
Los escenarios posibles son múltiples: barrios, centros de jubilados, bibliotecas,colectividades, clubes, canchas de bochas, salas de esperas de hospitales, plazas…en fin, 
cualquier lugar donde los viejos transcurren parte de su tiempo es pasible de ser utilizado 
para la prevención primaria de la salud, acercando seguramente la novedad para la mayoría 
de ellos. 
Las formas de intervención (estrategias) no son rígidas, necesitan de creatividad y amplitud 
de criterios manteniendo siempre una coherencia interna y externa. Las Políticas Públicas de 
Salud y Desarrollo de la Tercera Edad promueve este tipo de actividades formando agentes 
de salud y profesionales multidisciplinariamente para trabajar en terreno concreto 
empoderando a los propios miembros de la comunidad. 
EJEMPLOS DE ABORDAJE DESDE LA PERSPECTIVA DE LA PSICOLOGÍA DE 
LA SALUD: 
 
1.- Voluntariado: 
En el equipo de adultos mayores de una Fundación para Atención Psicológica se convocó a 
viejos que tuvieran ganas de realizar un trabajo de voluntariado en una institución con niños 
judicializados, proyecto que en ese entonces fue subsidiado por el Gobierno de la Ciudad de 
Buenos Aires. 
Etapa primera: entrevista; para explicar a cada viejo los alcances el proyecto en toda 
su dimensión y evaluar las posibilidades de cada uno, los recursos personales e intereses que 
presentaban. 
Etapa segunda: capacitación; se conforman dos grupos de voluntarios, que se 
reunieron una vez a la semana en la Fundación, coordinados por dos profesionales del 
Equipo de Adultos Mayores. Allí fueron capacitados durante cinco meses siguiendo un 
programa de trabajo relativo al rol del voluntario, las implicancias de la tarea y sus límites, 
las características específicas del trabajo con niños y la particularidad de esa población de 
niños. 
Cabe destacar que los voluntarios desde su formación y durante todo el proyecto trabajaron 
fuertemente con dinámicas grupales y fueron acompañados por los coordinadores trabajando 
sobretodo el aspecto emocional de los viejos. 
Etapa tercera: visitancias; los voluntarios realizaron algunas visitas a la institución 
y mantuvieron reuniones con los directivos y cuidadores a fin de facilitar la tarea, de poder 
evacuar dudas que quedaran en relación al trabajo con los niños y de tomar noción de espacios 
y tono ambiental. 
Etapa cuarta: armado de talleres; cada grupo diagrama los diferentes talleres para 
ofrecer a los niños , teniendo en cuenta las aptitudes y experiencias de cada uno de los 
voluntarios. Se formaron: cuatro talleres de apoyo escolar, un taller de narración de cuentos, 
un taller de folklore y un taller de títeres. 
Etapa quinta: ejecución; comienzan a funcionar los talleres con una frecuencia 
semanal y durante seis meses consecutivos. 
Etapa sexta: registro; se realiza Audiovisual dando cuenta de la experiencia, 
documentando de algún modo lo significativo que resultó el trabajo para todos aquellos que 
participaron del mismo. 
Etapa séptima: resultados; se evalúa con los viejos la experiencia en general y las 
particularidades o curiosidades específicas. 
 
Transcribimos algunas viñetas que los voluntarios expresaron, reflejando su sentimientos 
respecto a la experiencia vivida: 
“Sería bueno que estos talleres lleguen a más chicos y a más adultos mayores como yo…esto 
da una mejor calidad de vida en ambas partes, no sólo para los chicos, sino para nosotros, 
porque el sentirse necesitados, el sentirse esperados por los chicos, el sentirse abrazados, hace 
mucho bien” 
 
“Estaba empezando otra etapa, yo siempre digo que a las etapas hay que dejarlas de a poco, 
hay que despojarse de algunas cosas, yo estaba acostumbrada a trabajar de Lunes a Viernes 
de siete a cinco de la tarde y me había propuesto ir dejando la actividad en mi escuela, y no 
es fácil, hay que despojarse de ciertos roles… dije:- si voy a tener 70 años voy a hacer cosas 
más lindas, más libres y más vivificantes. Esta experiencia me lo permitió” 
“Tenía que compensar tanta actividad que yo tenía antes, porque no me iba a quedar en mi 
casa, era horrible, entonces empecé a buscar cosas que fueran buenas para mi.” 
“Mi edad interna es de 45, 50 años, soy muy vital, a veces no me responde el cuerpo, pero la 
energía la tengo… tuve que acomodarme a otros tiempos, a otros descansos, para poder 
seguir haciendo algo…esto me hace mucho bien, ya había probado otros voluntariados, lo 
seguiré haciendo hasta que pueda.” 
 
2.- Centro de jubilados 
En el centro de día de adultos mayores se impulsó el trabajo comunitario a través de un 
proyecto que contemplaba la articulación intersectorial con un centro de jubilados. Dicho 
proyecto, tenía como destinatarios personas que atravesaban duelos por pérdida de familiares 
o amigos y, justamente, en ese centro de jubilados ese año habían fallecido varias integrantes. 
En la primera reunión se realizó un taller de reflexión sobre la situación actual por la que 
estaba pasando el centro de jubilados. Se pudo observar que, al dar la palabra, la mayoría 
manifestaba que ya no se desarrollaban actividades en el centro, como así también, no se 
reunían para almuerzos que antes hacían con entusiasmo: 
-“…antes hacíamos teatro leído y cantábamos” 
-“…no queremos ocupar las sillas que ocupaban ellas (las integrantes que habían fallecido 
en ese año) porque son sus lugares” 
 Se reflexionó sobre la necesidad de comenzar a impulsar actividades que den lugar a 
fomentar lazos entre ellos, destacando la importancia que significaba para todos y para el 
centro. 
Así fue que propusieron cantar como primera actividad: “…nos gustaría cantar”. Se fijó la 
siguiente reunión para la semana siguiente, y, a través del canto comenzaron a construir 
proyectos que, a su vez, sumaban actividades tanto musicales como comunitarias. 
Gestionaron la realización de otros talleres en el centro (folklore, taller de la memoria, 
educación para la salud). 
Entre los proyectos realizados dentro del taller de coro, cabe mencionar, actividades 
intergeneracionales, intercambio musical con geriátricos y otros centros de jubilados, 
proyecto conjunto con el hospital y la escuela del barrio (importancia de la donación de 
sangre para la vida). 
Lo primero que hay que destacar aquí fue la posibilidad de habilitar un lugar para dar la 
palabra y luego crear condiciones para el desarrollo de proyectos, tener claro que sí es posible 
trabajar con adultos mayores siempre en el marco de la creatividad y escuchando lo que 
tienen para decir. Por medio de un dispositivo recreativo se habilita un espacio donde el 
sujeto pueda se protagonista en la construcción de su envejecer (Fajn, S.) 
 
3.- Los trabajadores envejecidos y la jubilación 
Algunas empresas privadas y también algunas instituciones públicas toman la 
responsabilidad de acompañar el alejamiento de sus trabajadores mayores cuando entran en 
la edad jubilatoria, es decir, antes de que suceda el desvinculamiento definitivo, preparando 
a los mismos para afrontar una etapa diferente en sus vidas. La explicación completa e 
intensiva de los mismos excede los propósitos de este trabajo, pero cabe traerlos como buen 
ejemplo que apunta a la prevención de depresiones, baja autoestima, sentimientos de 
ineficacia e inutilidad que llevan al proceso jubilatorio a ser vivido como “jubilopatía”, la 
jubilación vista únicamente en sus aspectos negativos y patológicos. 
Estos programas prejubilatorios (vigentes en muchos países del mundo, cada cual con sus 
particularidades) generalmente se imparten en talleres semanales dentro de la misma 
empresa, especialmente planificados y siguen un programa que atiende múltiples aspectos: 
identidad, roles, status, economía, redes sociales, potencialidades, deseos, nociones 
específicas de envejecimiento, envejecimiento positivo, programación para el futuro y 
acompañamiento para emprendimientos propios. 
El dispositivo siempre inicia cada actividad con la palabra de ellos, (los futuros jubilables) 
a fin de recabarsus dichos, trabajarlos y redefinirlos, contextualizarlos y desmitificarlos, al 
tiempo que se comienzan a tramitar ansiedades y angustias. 
Bibliografía: 
-Ashton, J. & Seymour, H.: Cap 2 “Las bases de la nueva Salud Pública” En La nueva Salud 
Pública. Barcelona, Ed. Masson, 1990. 
-Baltes,P: “Successful aging: perspectives from the behavioral sciences.” New York: 
Cambridge University press. 1990. 
-Bleger, J: “Temas de Psicología” Bs .As, Ed. Nueva Visión, 1964. 
-Declaración de Alma-Ata. 1978 
-Dulcey Ruiz, E y Uribe Valdivieso, C:” Psicología del ciclo vital: Hacia una visión 
comprehensiva de la vida humana”. En Revista Latinoamericana de Psicología. Vol.34, pags 
17-27. 2002. 
-Iacub,R.: “Proyectar la vida. El desafío de los mayores”. Bs. As, Ed. Manantial, 2001 
-Iacub, R: “La post-gerontología: Hacia un renovado estudio de la gerontología”. En Revista 
Latinoamericana de Psicología. Vol 34, pag 133-154. 2002. 
-Kickbusch,I.: “Promoción de la salud: una perspectiva mundial”. En Promoción de la salud: 
una antología. OPS, 1996 
-Morales Calatayud, F:”Introducción a la Psicología de la Salud” Ed. Paidos . Tramas 
Sociales. 1999. 
 
Lic. Judith Jaskilevich 
Estimulación en memoria 
 
Uno de los temas que más preocupación genera en las personas mayores de 60 años es el 
funcionamiento de su memoria. 
 
Casi todos los adultos mayores que se presentan en consulta psicológica se quejan del 
funcionamiento de su memoria, aún cuando el motivo de consulta no es el funcionamiento 
cognitivo. 
 
Cuando las personas se quejan del rendimiento de su memoria no pueden distinguir de dónde 
proviene esa falla, dado que la memoria está aliada a la atención y concentración, al interés 
y la motivación, y afectada por distintas situaciones específicas del envejecimiento y el ciclo 
vital. 
El proceso de envejecimiento se acompaña de cambios sutiles en determinados aspectos del 
funcionamiento cognitivo. En general, las áreas más afectadas son la velocidad motora, la 
velocidad de procesamiento de información y la flexibilidad mental. (estos temas los veremos 
en profundidad con los textos correspondientes) 
La memoria no es una habilidad mental única forma parte de lo que denominamos procesos 
de cognición. 
La MEMORIA es una función clave: sin memoria no hay identidad, no hay historia. 
La definimos cómo un proceso psicológico que permite Codificar, Organizar y Almacenar 
información para recuperarla luego de forma rápida y precisa. 
Estos son los 4 pasos claves en el proceso de memorización: 
REGISTRO- CODIFICACION- ALMACENAMIENTO -EVOCACION 
El psicólogo debe poder evaluar en cúales de estos procesos está fallando el adulto mayor 
que consulta por quejas de memoria. 
La atención es la condición primaria que antecede al proceso de memorización. La 
atención está aliada a la motivación que facilita el registro y la fijación de las 
informaciones. 
 
¿Qué es la Cognición? 
Es la facultad que nos permite adquirir conocimientos. Comprende todos los procesos 
mentales que nos permiten : 
reconocer 
aprender 
recordar 
prestar atención a la información cambiante del ambiente 
 
Los procesos de Cognición también comprenden: 
Planeamiento 
Resolución de problemas 
Juicio 
Se denominan funciones cognitivas superiores o bien funciones ejecutivas. 
 
Algunas de las principales funciones cognitivas son: 
atención y concentración 
percepción 
memoria 
lenguaje 
inteligencia 
Cada sistema cognitivo es un conjunto de etapas de procesamiento que operan para lograr 
un objetivo: la cognición garantiza y permite el aprendizaje tanto de conceptos abstractos y 
complejos como de tareas sencillas que hacen a la vida cotidiana. 
Los factores sociales, emocionales y del medio también juegan un importante papel al animar 
o desalentar a las personas mayores a mantener niveles elevados de funcionamiento mental. 
La atención y concentración se ven disminuidas en muchas situaciones: 
En los duelos: dado que el adulto mayor se encuentra sumido en un trabajo de 
introspección y de elaboración del duelo que hace que preste mucho menos atención a su 
entorno, ve sin mirar o no presta atención a lo que le hablan. 
En los trastornos de ansiedad: la memoria se ve muy afectada por la ansiedad , haciendo 
que el paciente no pueda pensar y utilizar las estrategias de búsqueda de información. 
En las depresiones: que producen una desconexión con el mundo externo, a veces un 
desinterés pronunciado que se traduce en aislamiento. 
Cuando las personas se quejan respecto a su funcionamiento cognitivo, tenemos que 
discriminar : 
 Si nos encontramos frente a un problema de atención - concentración y por ende 
hay una disminución en el rendimiento cognitivo: por falta de atención no ingresa 
la información porque no se registra. 
 Si nos encontramos frente a un trastorno orgánico ( síndrome demencial) que afecta 
los distintos dominios cognitivos. 
Para ello es importante que el psicólogo pueda tener recursos de formación que le permitan 
realizar evaluaciones cognitivas breves cómo para tomar las decisiones de tratamiento de 
acuerdo a los resultados tanto cuanti como cualitativos. 
 
¿Qué es la estimulación? 
Un método de estimulación cognitiva es un conjunto organizado de ejercicios cuyo objetivo 
es el entrenamiento cognitivo. Facilita a las personas el uso efectivo de estrategias cognitivas 
para la resolución de determinadas tareas intelectuales. 
Un método de estimulación mental (o programa de activación cerebral (PAC) o de funciones 
intelectuales o de estimulación de la memoria) se implementa para limitar la declinación de 
las capacidades de las personas que presentan quejas de memoria y que consideran que estos 
trastornos les ocasionan dificultades en su vida cotidiana y les provoca un sentimiento de 
incapacidad. 
Se implementa también en personas que sin presentar quejas de memoria se preguntan si aún 
son capaces de aprender, como ayuda preventiva y educativa que calma la ansiedad y permite 
discriminar que capacidades que aún se conservan cuando el sujeto no está en actividad o 
después de años de jubilación. 
Este método consiste en una serie de ejercicios de aprendizaje, combinado con técnicas de 
memorización y ejercicios que refuerzan la atención y concentración. 
El terapeuta debe ayudar al sujeto a identificar el proceso mental personal, sus capacidades 
innatas, los recursos que naturalmente y sin conciencia, despliega cotidianamente para 
recordar o memorizar, a fin de reforzar estos mecanismos. 
 
 Estimula actividades mentales adormecidas , previene el declive por desuso. 
 Favorece el Aprendizaje de estrategias para facilitar el recuerdo 
 Permite Conocer el funcionamiento mnésico ( METAMEMORIA) 
 
¿Qué pasa en la vejez?: 
Hay una alta tasa de olvidos en las actividades diarias y una mayor preocupación por los 
fracasos de memoria. El 40% de las personas mayores de 65 años se queja de su Memoria. 
¿De qué se quejan? 
2 cuestiones importantes que pasan en el envejecimiento normal: 
1) enlentecimiento en el procesamiento de la información y 
2) déficits en las estrategias de organización del material en el momento en que se adquiere 
la información. 
 
¿QUE BENEFICIOS TRAEN LOS TALLERES DE MEMORIA ? 
 
1)PLASTICIDAD CEREBRAL: designa la capacidad del cerebro para modificar 
favorablemente su estructura y su funcionamiento. Este fenómeno se produce bajo el efecto 
de una estimulación apropiada y constante. En el lenguaje corriente se habla de activación 
cerebral para referirse a la actividad del cerebro: hay aumento de la actividad eléctrica del 
cerebro cuando es estimulado. 
2) NEUROGENESIS: En ausencia de EA , no existe pérdida significativa de neuronas , el 
cerebro adulto es capaz de generar nuevas neuronas. (Hoy sabemos que la neurogénesis, es 
decir, la diferenciación de nuevas neuronas a partir de células precursoras, ocurre endos 
zonas muy concretas de nuestro cerebro, el bulbo olfatorio y el hipocampo. (Neurogénesis y 
memoria, Ramón Muñoz-Chápuli) 
3)Promueve mejor adaptación a situaciones cognitivas experimentadas en la vida cotidiana , 
de ahí el entusiasmo por el “deporte cerebral”. 
Un PAC o Programa de Estimulación Cerebral, consiste en la utilización de un conjunto de 
estimulaciones que tienen por objeto incitar y dinamizar el cerebro para incrementar su 
actividad. 
Cuanto mas complejo es el ejercicio intelectual, cuantos mas niveles de organización están 
implicados, más numerosos son los territorios cerebrales que se activan y mayores son las 
conexiones sinápticas. 
Los investigadores han demostrado que el ejercicio de las funciones cognitivas aumenta la 
eficacia de la sinapsis: se incrementa las superficies de contacto (hay mayor intercambio 
psicoquímico, por lo tanto son menos “perezosas” y del volumen de los neurotransmisores. 
La plasticidad cerebral del cerebro sano se relaciona con el incremento de la actividad 
neuronal, aumento de las arborizaciones dendríticas, y de la eficacia sináptica. 
Estos fundamentos llevan a concebir programas de activación a partir de técnicas de 
estimulación cognitiva. 
Los PAC articulan la organización cerebral , el funcionamiento cognitivo, la pedagogía y los 
factores psicoafectivos( ansiedad y depresión) y ambientales. 
Un PAC enseña a aprender para poder gestionar por sí mismo su propio potencial. 
Es muy importante que el participante de un grupo de estimulación comprenda las estrategias 
de la cognición . El enfoque práctico consiste en la aplicación de ejercicios cognitivos muy 
variados ( y en lo posible atractivos) con diferentes grados de dificultad de acuerdo al nivel 
cultural y a la presencia o ausencia de patología. 
Un PAC permite; 
 Aprender las estrategias para la eficiencia cognitiva 
 descubrir que las estrategias adecuadas permiten aumentar sus capacidades 
 aprender a seleccionar la estrategia adecuada a cada situación 
 reconocer los perturbadores de la eficiencia cognitiva ( stress, ansiedad, 
medicación) 
 descubrir los modos de funcionamiento personal y reforzar los más útiles. 
Entonces un PAC alterna las explicaciones teóricas y las aplicaciones prácticas. 
Tiene objetivos: 
NEUROBIOLOGICOS: plasticidad y activación cerebral 
PSICOLOGICOS : desarrollo de motivaciones, elaboración y reflexión críticas sobre las 
fallas de memoria. 
PSICOTECNICOS: adquisición de las estrategias de la Memoria y de la cognición en 
general. 
Los ejercicios que se proponen en estos programas, si bien son entretenidos no son juegos 
sino que, tienen como objetivo el descubrimiento y la utilización de las estrategias 
cognitivas. 
 
El participante en el grupo debe aprender cómo se trata la información: REALIZANDO 
OPERACIONES MENTALES SOBRE DICHA INFORMACION , es decir implementando 
estrategias que le permitan REGISTRAR, CONSOLIDAR Y RECUPERAR los datos. 
 
ESTRATEGIAS DE MEMORIA: 
Es un conjunto de operaciones cognitivas para memorizar o registrar la info. 
TECNICAS DE MEMORIA: 
Es un procedimiento específico para aprender o memorizar materiales concretos. 
En la fase de CODIFICACION las estrategias son la VISUALIZACION ( ver una imagen 
mental) y ASOCIACION (relacionar una información nueva que se quiere retener, con algo 
que ya se conoce). 
Por ejemplo para MEMORIZAR UN NUMERO 
¿Qué es la rehabilitación cognitiva o neuropsicológica? 
Es un programa terapéutico que apunta a aprender o reaprender ( luego de una enfermedad 
que afectó el cerebro) a concentrarse , a recordar o resolver problemas. Implica recuperar 
déficits cognitivos. 
¿Qué es el entrenamiento cognitivo?: 
Es un programa para personas sanas que permite a cualquier edad mejorar la función 
cognitiva. 
Con 10 sesiones de EC se observa una mejoría equivalente al deterioro cognitivo que se 
presenta en un período de entre 7 a 14 años (Manes) 
La MEMORIA es una función clave: sin memoria no hay identidad, no hay historia. La 
definimos cómo un proceso psíquico que permite Codificar, Organizar y Almacenar 
información para recuperarla luego de forma rápida y precisa. 
REGISTRO- CODIFICACION- ALMACENAMIENTO -EVOCACION 
Mejorar la memoria es una tarea psíquica posible con los talleres de entrenamiento cognitivo. 
 
¿Cómo organizamos un taller de estimulación de la memoria? 
Lo primero que tenemos que tener en claro es si el grupo con el que vamos a trabajar es de 
entrenamiento cognitivo o de estimulación cognitiva dado que la propuesta y la tarea va a ser 
diferente. 
 
¿Qué es un grupo es de entrenamiento cognitivo? 
 Es un grupo de personas que no presentan patología producto de alguna enfermedad 
orgánica cerebral y desean mejorar su rendimiento intelectual. 
 Tienen conciencia del déficit cognitivo y presentan quejas subjetivas de memoria. 
 Asisten en forma voluntaria al grupo y presentan una motivación: mejorar el 
rendimiento cognitivo, demostrarse a sí mismos su capacidad de aprender, superar 
los niveles de rendimiento previo o aprender estrategias cognitivas que les permitan 
solucionar sus fallas en los procesos de memorización o restitución de los recuerdos 
( Signoret) 
 Tiene una demanda de la actividad: sabe a qué viene , le preocupa un posible deterioro 
cognitivo en el futuro y desea mejorar su desempeño en la vida diaria. 
 
¿Qué es un grupo de estimulación o rehabilitación cognitiva? 
 Es un grupo de personas que presentan patología producto de alguna enfermedad 
cerebral o un deterioro cognitivo que los invalida para manejarse de manera 
autoválida. 
 En algunos casos los pacientes no presentan quejas de memoria porque no registran 
los fallos y en otros casos los pacientes pueden registrar los fallos de memoria pero 
éstos no generan angustias, ni inquietud, no son egodistónicos. 
 En los casos de DSTA los pacientes no se quejan del funcionamiento de su memoria 
ni son concientes de las fallas ( graves) que presentan y pueden poner en peligro su 
vida o su seguridad. 
 En los casos de DCL (deterioro cognitivo leve) el paciente presenta déficits 
cognitivos pero que no interfieren con su vida cotidiana, tiene registro de los fallos, 
y la tarea es rehabilitar o detener o enlentecer el deterioro. 
 En los casos de deterioro cognitivo inducido por depresión, por falta de ejercicio de 
la función , por abandono de tareas laborales que lo mantenían activo , es también 
posible que el adulto mayor considere (prejuiciosamente) que es “ normal” un cierto 
déficit a determinada edad y se deje abandonar a su suerte. 
 Los concurrentes al grupo de estimulación en general son “mandados” por la familia 
o por la institución geriátrica que propone la actividad pero no tiene motivación 
suficiente: es la tarea del coordinador generar interés, motivación y transformar el 
espacio de taller de estimulación en un espacio placentero, saludable , de recuperación 
de recuerdos, reminiscencias, autoestima e identidad. 
 
¿Cuál es el objetivo de trabajo en un Grupo de entrenamiento cognitivo?: 
Es mejorar la performance cognitiva: es mejorar la “naturaleza o calidad de la memoria”(Ana 
María Vacca Errazquin). 
Un adulto mayor sano puede tener un buen funcionamiento cognitivo pero desea entrenarse 
en 
actividades intelectuales que le demanden desafíos, es decir trabajar con tareas complejas 
que le demanden mayor esfuerzo intelectual, o implementar recursos cognitivos que posee 
pero no tiene oportunidad en la vida cotidiana de desplegar. 
Mejorar la función cognitiva es: 
 Optimizar la atención y concentración 
 Procesar información más rápidamente 
 Recuperar información más rápidamente 
 Aprender nueva información : cara -nombre, números telefónicos, listas de tareas, 
etc. 
 Encontrarse con tareas que representan desafíos intelectuales para nuestro cerebro 
y nuestra habitual forma de pensar 
 Aprender a hacer estas tareas implementando“estrategias y técnicas cognitivas” 
(Rotrou) 
 Mejorar y enriquecer el lenguaje, promover la comunicación 
 Potenciación de la memoria semántica 
El beneficio del taller de memoria no consiste en aprender técnicas mnemotécnicas sino a 
partir de las técnicas generar modificaciones de la dinámica, estructura y función cerebral. 
Es decir que cuando un paciente es estimulado en el taller de memoria o en el marco del 
entrenamiento cognitivo se producen modificaciones neurobiológicas. 
 
¿Grupos homogéneos o heterogeneos? 
Lo ideal es que trabajemos en grupos pequeños, de 6 a 12 participantes, de manera tal que 
nos aseguremos que todos participen activamente , resolviendo las tareas que les proponemos 
y dando respuestas. No siempre trabajamos en la situación ideal, muchas veces en las 
instituciones geriátricas tenemos grupos de 25 o mas participantes, podemos trabajar pero 
quizás no todos puedan participar activamente. Aquellos pacientes que necesiten más tiempo 
para responder o mas dedicación de nuestra parte se verán mas afectados por un grupo grande. 
Si en una institución tengo poco tiempo de trabajo semanal, debo tomar decisiones: en 
determinado tiempo incluir la mayor cantidad de participantes posibles que se beneficien con 
el taller de memoria. Si dispongo de mayor tiempo semanal puedo armar distintos grupos 
pequeños reunidos en función de la presencia o no de deterioro cognitivo , del nivel cultural, 
de intereses en común. 
Cuando los grupos son muy heterogéneos tengo dificultad al elegir las técnicas con las cuales 
trabajar dado que a los mas sanos una propuesta puede resultarles demasiado sencilla y los 
participantes con deterioro no podrán resolverla. 
En un grupo sano o con declive puedo incluir uno o dos participantes con Alzheimer 
pero en un grupo con mucho deterioro un paciente sano se angustia y no le sirve la 
modalidad de trabajo empleada . 
 
Bibliografía: 
Soledad Ballesteros Jiménez (2002) Aprendizaje y memoria en la vejez Univ. Nacional de 
Educación a Distancia: Madrid. 
Vacca Errazquin A.M. Aspectos cognitivos en HCI e implicaciones educativas.. 
Lapp D.: Como mejorar su memoria a cualquier edad. Emecé Editores. 
Rotrou J.: La memoria en plena forma Robin Book. 
Park D. y Schwartz N. Envejecimiento cognitivo Editorial Medica Panamericana. 
Manes, F. Convivir con personas con enfermedad de Alzheimer u otras demencias. Libro 
para familiares y cuidadores. 
El rol del psicólogo en las Políticas Sociales para adultos mayores: 
un enfoque desde la Psicología Comunitaria 
 
Introducción: 
El presente artículo tiene como objetivo presentar sintéticamente cómo se elabora y se lleva 
a cabo un proyecto social, así como describir la injerencia del psicólogo en este proceso. Con 
tal fin se expondrán algunos conceptos básicos que permitan conocer el desarrollo de una 
política social, y presentar un ejemplo de un proyecto desarrollado para los adultos mayores. 
El contexto de inserción: 
Las políticas sociales atienden las necesidades de grandes conjuntos poblacionales, razón por 
la cual resulta importante tener en cuenta los datos demográficos. Argentina es uno de los 
países más envejecidos de Latinoamérica y el Caribe. Según datos del Censo Nacional de 
Población y Vivienda del año 2001, la población de adultos mayores alcanza a 4.871.957 
personas (13,4%), de los cuales el 42,1% (2.054.151) son varones y el 57,8% (2.817.806) 
son mujeres. Tres de cada diez mayores tienen entre 60 y 64 años, un poco más de cuatro de 
cada diez de 65 a 74 años y casi tres de cada diez, 75 años o más (1481.307). La jurisdicción 
con mayor porcentaje de adultos mayores es Ciudad de Buenos Aires (22%); y Tierra del 
Fuego la que presenta el menor porcentaje (4,7%). 
Las estimaciones apuntan a que el peso de los adultos mayores seguirá creciendo a lo largo 
de este siglo a tal grado que para el 2050 un cuarto de la población argentina tendrá más de 
60 años. 
Interpretando estos datos podemos decir que nuestro país tiene una estructura poblacional 
envejecida. Podemos hablar de dicha estructura cuando el porcentaje de personas de 60 y 
más años es del 7% o lo supera. Esta estructura presenta dos características concurrentes 
“envejecimiento del envejecimiento” y “feminización del envejecimiento”. 
Hablamos de “envejecimiento del envejecimiento” cuando dentro del grupo de los adultos 
mayores, se incrementa la población más vieja8. Este dato es relevante dado que las personas 
 
8 Neugarten (1970) dividía la población de adultos mayores en dos grupos viejos- jóvenes, de 60 a 
74 años, y viejos- viejos, de 75 y más. 
de más edad tienen mayor probabilidad de necesitar políticas sociales que atiendan crecientes 
niveles de discapacidad. 
La “feminización del envejecimiento” es visible en los datos demográficos ya que después 
de los 60 años, la esperanza de vida es de 19,97 años en total, para los varones es de 17,38 
años y para las mujeres 22,33 años (INDEC, 2004). Lo cual nos indica que esos 5 años de 
diferencia, implican políticas ajustadas a esas necesidades específicas que se deben cubrir, 
tales como la seguridad económica, habitacional, el desarrollo de redes sociales de apoyo, 
entre otras. 
Los datos demográficos sitúan una problemática que ha generado que el envejecimiento se 
convierta en un tema de agenda pública, interpelando con ello a los hacedores de políticas 
sociales y en especial a los equipos interdisciplinarios que se desempeñan con este grupo 
etario, entre ellos los psicólogos. 
La puesta en marcha de una política social: 
A fin de poder avanzar en el texto con la articulación entre las políticas sociales y el quehacer 
del psicólogo consideramos necesario tener presente la diferenciación conceptual entre 
programa, proyecto y política social. Para ello tomamos como referencia lo estipulado por la 
CEPAL/CELADE para la elaboración de proyectos sociales. 
Los proyectos sociales producen y/o distribuyen bienes o servicios (productos), para 
satisfacer las necesidades de aquellos grupos que no poseen recursos para solventarlas 
automáticamente, con una caracterización y localización espacio- temporal precisa y acotada. 
Sus productos se entregan en forma gratuita o a un precio subsidiado. Se define por ser una 
unidad organizada de gestión que busca solucionar un problema. 
Un proyecto social es la unidad minina de asignación de recursos, que a través de un conjunto 
integrado de procesos y actividades pretende transformar una parte de la realidad 
disminuyendo o eliminando un déficit o solucionando un problema. 
Un proyecto social debe cumplir con las siguientes condiciones: 
 Definir el, o los problemas sociales, que se persigue resolver (especificar 
cuantitativamente el problema antes de iniciar el proyecto). 
 Tener objetivos de impacto claramente definidos. 
 Identificar a la población objetivo a la que esta destinada el proyecto. 
 Especificar la localización espacial de los beneficiarios. 
 Establecer una fecha de comienzo y otra de finalización. 
 
Un programa social es un conjunto de proyectos que persiguen los mismos objetivos, pero 
que pueden diferenciarse por trabajar con poblaciones diferentes y/o utilizar distintas 
estrategias de intervención. 
La política social es un conjunto de programas que pretenden alcanzar los mismos fines. Da 
las orientaciones sobre qué problemas priorizar y define las principales vías y/o limites para 
la intervención que la política plantea. 
Los programas y proyectos sociales, se enmarcan en una política social, de la que constituyen 
su traducción operacional, vía la asignación de recursos que permiten su implementación. 
Cuando hablamos de decisiones públicas estamos hablando de la emergencia de una temática, 
que convoca o interpela por distintas razones. Estas razones son las que hacen que se incluya 
en la agenda pública la problemáticay es parte de su fundamento y significado. De allí 
comienza el ciclo de formulación de políticas. 
CICLO DE LA POLÍTICA 
 Análisis de situación. 
 Construcción de opciones. 
 Diseño de un programa. 
 Construcción de viabilidad e implementación. 
 Monitoreo y evaluación recorren el ciclo completo. El mismo puede iniciarse en distintas 
instancias en la formulación y gestión de una política pública. 
 
Al planificar una intervención en la comunidad es necesario pensar en el contexto, en que 
será aplicado, quienes serán los implicados en la implementación; el sentido, de la 
intervención, es decir cual es el objetivo para que se ejecuta; el significado, que indaga el 
porque esta intervención es necesaria; y el subtexto, que son los supuestos teóricos, 
ideológicos, políticos que subyacen a la propuesta. 
Políticas sociales con y para Adultos Mayores: 
Tradicionalmente la vejez ha sido concebida como una etapa de carencias (económicas, 
físicas y sociales). El cambio de paradigma implica la aplicación del enfoque de derecho a 
las políticas públicas, el cual promueve el empoderamiento de las personas mayores y una 
sociedad integrada desde el punto de vista de las edades. Las personas mayores son sujetos 
de derecho, y no solamente objetos de protección, por lo tanto, disfrutan de garantías pero 
también de responsabilidades respecto de sí mismos, su familia y su sociedad. 
El enfoque de derecho traspasa la esfera individual e incluye los derechos sociales (derecho 
a la asistencia, al estudio, a la salud, al desarrollo a lo largo de la vida, entre otros) que 
requieren de la acción positiva del Estado y de la sociedad. 
Así, las políticas sociales intentan promover la participación activa de los actores para dar 
respuestas a las problemáticas de la comunidad, recuperando las capacidades instaladas a 
partir de su propia experiencia y vinculando lo estrictamente “social” a una política que no 
se escinde de lo “económico”. 
A los fines de poder implementar nuevas estrategias que atiendan a las demandas emergentes 
del grupo de los adultos mayores, se hace necesario recoger las voces (Giménez, 2004) de 
los destinatarios con miras a crear nuevos sentidos, lo cual impacta en un mejoramiento de 
su calidad de vida. Incluir a los adultos mayores como participantes activos y no únicamente 
como destinatarios pasivos de programas es uno de los desafíos de los expertos de las 
distintas disciplinas que se abocan a la temática del envejecimiento poblacional. El trabajo 
será necesario enmarcarlo como una tarea conjunta CON y no simplemente PARA los adultos 
mayores, donde todas las voces sean escuchadas, aun aquellas que manifiesten visiones 
opuestas o intereses en conflicto (Arias, 2009), pues de la diferencia puede emerger lo 
novedoso y enriquecedor. 
Será necesario desnaturalizar las “supuestas necesidades de esta población” producto de una 
mirada prejuiciosa y simplista, tanto del proceso de envejecimiento como de la vejez en sí 
misma. Según Iacub (1999) lo regulado culturalmente para el común de los miembros de la 
sociedad no cuenta para los viejos, para quienes lo esperable es la enfermedad. 
Cotidianamente somos espectadores de publicidades, programas de prevención, etc., donde 
la población objetivo es la adolescencia o adultez joven dejando por fuera a los adultos 
mayores en temas que también los conciernen. Aun cuando los adultos mayores son ubicados 
como protagonistas, la imagen suele focalizarse en lo biológico y en los déficits. 
Consideramos que esta mirada sesgada y prejuiciosa es producto del peso que aun presenta 
el paradigma biomédico sobre el envejecimiento, que condiciona tanto a la opinión publica 
como a la diagramación de programas sociales (Estes y Biney,1990). 
La Investigación Acción Participativa (IAP): El rol del psicólogo en la comunidad 
A fin de que el psicólogo pueda elaborar un programa social deberá adoptar una mirada 
gerontológica y una perspectiva desde la psicología comunitaria. 
El sentido psicológico de la comunidad, para Saranson (Sánchez Vidal, 1991, p. 44-45) “... 
es el sentimiento de que uno es parte de una red de relaciones de apoyo mutuo en que se 
podría confiar, y como resultado del cual no experimenta sentimientos permanentes de 
soledad (...) el sentimiento de que uno pertenece a, y forma parte significativa de una 
colectividad mayor...”. 
La denominación de Psicología Comunitaria, que surge oficialmente en la Conferencia de 
Swampscott (1965), sostiene que “... el psicólogo comunitario debe ser un agente de cambio, 
un activista político y un participante que colaborará con la labor de conceptualización...” 
(Ardila, 1993, p. 399). 
Para Montero (1984) la Psicología Comunitaria es una “...rama de la Psicología cuyo objeto 
es el estudio de los factores psicosociales que permiten desarrollar, fomentar y mantener el 
control y poder que los individuos pueden ejercer sobre su ambiente individual y social para 
solucionar problemas que los aquejan y lograr cambios en esos ambientes y en la estructura 
social...” (p. 390). El rol del Psicólogo es ser un agente de cambio y el centro del control esta 
puesto en la comunidad, no se limita solo a los problemas de salud mental. 
Kurt Lewin definió el objeto de investigación no como la persona aislada, sino como la 
persona en situación (Collier, Minton, 1996, p. 349), considerando fundamental la 
interacción entre el experimentador y los sujetos. Por ello desarrolló el modelo de 
investigación- acción (1946) postulando tanto la necesidad de realizar una investigación 
activa como la de transformar la realidad. Como herramienta de trabajo en la comunidad, la 
Investigación Acción Participativa (IAP), nos provee un modo de estudio flexible que incluye 
sucesivas revisiones de lo planificado de acuerdo con los hallazgos que se van produciendo. 
Pereda, de Prada y Actis (2003) resaltan la importancia de la Investigación Acción 
Participativa como estrategia de intervención social y comunitaria, proponiendo a través de 
este dispositivo: 
“Unir la reflexión a la acción en los programas de política social y dar cabida en ellos a los 
propios "necesitados", como principales “protagonistas” (...) “La Investigación Acción 
Participativa (IAP), aplicada al trabajo social y al desarrollo comunitario, responde a este 
"replanteamiento" de la política social. La IAP no es una técnica que se pueda incorporar 
en el programa, sino un enfoque o estrategia general de intervención que se puede plasmar 
en muchas prácticas concretas que dependerán de la creatividad de los protagonistas y de 
las circunstancias presentes en cada caso” (p. 20). 
Durante todo el proceso de la IAP, la relación entre los agentes externos y los miembros de 
la comunidad tiene que ser dialógica, de modo tal que en un plano de horizontalidad se 
puedan volcar las distintas voces y perspectivas, efectuar críticas y plantear 
cuestionamientos. Este carácter participativo y dialógico debe ser permanente. De este modo 
la IAP incorpora tanto el conocimiento científico como el saber popular, al socializar los 
saberes científicos, sus técnicas y herramientas e incluir las contribuciones de saberes que se 
han producido histórica y culturalmente en la comunidad (Montero, 2006). 
La investigación socio-comunitaria es importante a fin de pesquisar las necesidades que el 
adulto mayor presenta. Estas podrán ser manifestadas directamente por ellos (a través de la 
investigación acción) o deducidas a través de datos estadísticos, pues hay necesidades o 
problemáticas que son invisibles para los adultos mayores dado que ellos también están 
influenciados, y en algunos casos determinados, por el prejuicio viejista. 
El rol del psicólogo será familiarizar a la comunidad sobre la temática, así como conocer y 
aprender la temática que los adultos mayores plantean. El trabajo en el territorio tendrá como 
objetivo que los adultos mayores se conviertan

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