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Nefrología para enfermeros

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DR. ANTONIO MÉNDEZ DURÁN
Nefrólogo egresado del Centro Médico Nacional 20 de Noviembre,
Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado,
Universidad Nacional Autónoma de México.
Exjefe del Servicio de Nefrología del Hospital General Regional
No. 25 del Instituto Mexicano del Seguro Social.
Coordinador de Programas Médicos de la División e Hospitales.
Coordinación Integral de Atención de Segundo Nivel,
Instituto Mexicano del Seguro Social.
Profesor de postgrado en aspirantes a residencias médicas,
Facultad de Medicina, Universidad La Salle.
Profesor de postgrado en aspirantes a residencias médicas.
Facultad de Medicina del Estado de México.
Miembro de la Sociedad Latinoamericana de Nefrología e Hipertensión.
Miembro del Colegio de Nefrólogos de México.
Miembro de la Sociedad Española de Diálisis y Trasplante
 
LIC. GABRIELA RIVERA RIVERA
Licenciada en Enfermería.
Enfermera Especialista en Nefrología.
Adscrita a la Unidad de Hemodiálisis,
Centro Médico Nacional 20 de Noviembre.
Instituto de Seguridad al Servicio de los Trabajadores del Estado.
 
 
Editor responsable
Dr. José Manuel Valera Bermejo
Editorial El manual Moderno
 
IMPORTANTE
Los autores y la Editorial de esta obra han tenido el cuidado de comprobar que las dosis y
esquemas terapéuticos sean correctos y compatibles con los estándares de aceptación general
en la fecha de la publicación. Sin embargo, es difícil estar por completo seguro que toda la
información proporcionada es totalmente adecuada en todas las circunstancias. Se aconseja al
lector consultar cuidadosamente el material de instrucciones e información incluido en el
inserto del empaque de cada agente o farmacoterapéutico antes de administrarlo. Es
importante, en especial, cuando se utilizan medicamentos nuevos o de uso poco frecuente. La
Editorial no se responsabiliza por cualquier alteración, pérdida o daño que pudiera ocurrir
como consecuencia, directa o indirecta, por el uso y aplicación de cualquier parte del contenido
de la presente obra.
 
Nos interesa su opinión, comuníquese con nosotros:
Editorial El Manual Moderno S.A. de C.V.
 
Av. Sonora 206, Col. Hipodromo, Deleg. Cuauhtémoc. 06100 Ciudad de México, México
 
(52-55) 52-65-11-00
 
info@manualmoderno.com
 
quejas@manualmoderno.com
 
Nefrología para enfermeros, 2a edición
D.R. © 2017 por Editorial El Manual Moderno, S.A. de C.V.
ISBN: 978-607-448-626-1 (versión electrónica)
 
Miembro de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana,
Reg. núm. 39
 
Todos los derechos reservados. Ninguna parte de esta publicación puede
ser reproducida, almacenada o transmitida sin permiso previo por escrito
de la Editorial.
 
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mailto:info@manualmoderno.com
mailto:quejas@manuamoderno.com
http://www.manualmoderno.com/
Nefrología para enfermeros / [coordinadores y autores] Antonio Méndez Durán, Gabriela
Rivera Rivera. –- 2ª edición -– Ciudad de México : Editorial El Manual Moderno, 2017.
xvi, 352 páginas : ilustraciones ; 21 cm.
 
ISBN: 978-607-448-626-1 (versión electrónica)
 
1. Riñones -– Enfermedades –- Tratamiento. 2. Insuficiencia renal crónica –- Enfermería. 3.
Riñones –- Enfermedades -– Aspectos nutricionales. 4. Riñones -– Trasplante. 5. Hemodiálisis
-– Pacientes -- Cuidado. 6. Servicios de enfermería. I. Méndez Durán, Antonio. II. Rivera,
Rivera, Gabriela.
616.614028-scdd21 Biblioteca Nacional de México
 
Director editorial y de producción:
Dr. José Luis Morales Saavedra
 
Editora asociada:
Lic. Vanessa Berenice Torres Rodríguez
 
Diseño de portada:
DG. Víctor Hugo González Antele
 
 
 
 
 
Dr. Caballero Noguéz Bonifacio
Especialista en Pediatría Médica. Neonatólogo. Académico Numerario,
Academia
Mexicana de Pediatría International. Member, American Academy of
Pediatrics.
Certificado por el Consejo Mexicano de Pediatría, A. C. Profesor
Asignatura “A” definitivo, Facultad de Estudios Superiores Zaragoza,
Universidad
Nacional Autónoma de México.
Capítulo 6
 
Lic. García Vargas Marina Rosalía†
Enfermera Administradora, Intensivista, Nefróloga. Socia Fundadora de la
Asociación Mexicana de Enfermeras en Nefrología, A. C. Expresidenta,
Asociación Mexicana de Enfermeras en Nefrología, A. C. Socia
Fundadora de
la Sociedad Latinoamericana de Enfermería Nefrológica.
Capítulo 1
 
Dr. Gómez Alaniz Valentín
Médico Cirujano, Universidad Nacional Autónoma de México.
Especialista
en Urgencias Médico-Quirúrgicas. Instructor ACLS de la American Heart
Association. Fundador y Vicepresidente del Colegio ABC de Medicina de
Emergencia y Reanimación S.C.
Capítulo 23
 
Ing. González Manzano Esther
Ingeniero Farmacéutico. Adscrita al Área de Calidad y Seguridad del
Paciente de la Coordinación Técnica de Excelencia Clínica. Dirección de
Prestaciones Médicas, Instituto Mexicano del Seguro Social.
Capítulo 25
 
Lic. Hernández Macías Beatriz
Psicóloga Diplomada en Tanatología, Cuidados Paliativos y Bioética.
Capítulo 16
 
Lic. Hernández Villegas María Marisol
Enfermera general. Adscrita al Servicio de Nefrología, Hospital General
Regional 25, Instituto Mexicano del Seguro Social.
Capítulo 11
 
Lic. Juárez Corpus Nelly Beatriz
Licenciada en Trabajo Social. Jefa del Departamento de Trabajo Social,
Hospital
General Regional No. 25, Instituto Mexicano del Seguro Social.
Capítulo 22
 
Lic. López Pérez Imelda
Licenciada en Nutrición egresada del Instituto Politécnico Nacional,
Centro
Interdisciplinario de Ciencias de la Salud. Especialista en nutrición,
Adscrita
al Hospital General de Zona No. 27, Instituto Mexicano del Seguro Social.
Capítulo 19
 
Lic. Montoya Pérez Amelia
Enfermera Especialista. Coordinadora Hospitalaria de donación y
trasplante
de órganos, tejidos y células con fines de trasplante, Centro Médico
Nacional
20 de Noviembre, Instituto de Seguridad Social al Servicio de los
Trabajadores
del Estado.
Capítulo 24
 
Lic. Muñoz Montes Angélica
Enfermera Especialista en Medicina de Familia. Auxiliar de la
Coordinación
de PrevenIMSS, Empresa Delegación Estado de México Oriente, Instituto
Mexicano del Seguro Social.
Capítulo 12
 
Lic. Navarro Rodríguez María Isabel
Enfermera general. Adscrita al servicio de Nefrología, Hospital General
Regional 25, Instituto Mexicano del Seguro Social.
Capítulo 11
 
Dr. Navarro Toledo Gerardo
Cirujano de Trasplantes Adscrito a la Unidad de Trasplante Renal, Centro
Médico Nacional 20 de Noviembre, Instituto de Seguridad Social al
Servicio
de los Trabajadores del Estado.
Capítulo 18
 
Dr. Pérez Aguilar Gilberto
Especialista en Medicina Familiar. Jefe de Área de la División de
Hospitales
de Segundo Nivel, Dirección de Prestaciones Médicas, Instituto Mexicano
del Seguro Social.
Capítulo 8
 
Lic. Rivas Vera Alejandra
Licenciada en Nutrición, Instituto Politécnico Nacional. Centro
Interdisciplinario
de Ciencias de la Salud. Maestría en Alta Dirección, Centro de Estudios
Profesionales del Estado de México. Adscrita al Hospital General Regional
No. 25, Instituto Mexicano del Seguro Social.
Capítulo 19
 
Lic. Rivero García Rosalinda
Licenciada en Trabajo Social. Adscrita al Departamento de Trabajo Social
Hospital General Regional No. 25, Instituto Mexicano del Seguro Social.
Capítulo 22
 
 
 
Cada día hay más enfermos renales, gracias al incremento desmedido de
diabetes mellitus, sobre todo tipo 2, de la hipertensión arterial y de la
posibilidad de tener una mayor supervivencia, lo cual trae consigo
complicaciones propias y tardías de las enfermedades crónico-
degenerativas. En la actualidad, toda familia mexicana tiene un integrante
con factores de riesgo cardiovascular y renal, menos frecuente uno con
diálisis y no tan infrecuente uno trasplantado de riñón. Las áreas
nefrológicas exigen contar con recursos humanos suficientes y preparados
para brindar atención profesional y de calidad.
Nefrología para enfermeros, es el producto de la necesidad de contar con
un texto de apoyo académicopara enfermería, si bien es cierto que existe
una diversidad de obras relacionadas con esta especialidad, estas van
dirigidas al aprendizaje del médico y no son de gran utilidad para aplicar
los conocimientos en los diferentes procesos de enfermería en diálisis.
El lector encontrará aspectos elementales de la nefrología, no por ello
menos importantes, que le darán un mejor conocimiento y entendimiento
de la enfermedad renal crónica y sus tratamientos, así como de los
problemas médicos relacionados, aspectos administrativos y
farmacológicos que sin duda le permitirán realizar una mejor atención a
los pacientes.
Por su profesionalidad, experiencia y responsabilidad, agradezco a todos
los colaboradores de esta obra, quienes mostraron interés y entusiasmo
desde el primer planteamiento del proyecto.
Considero que esta obra sin duda será de utilidad para el enfermero,
médico y personal afín a las áreas nefrológicas, lo cual redundará en el
beneficio de los pacientes.
 
Dr. Antonio Méndez Durán
Lic. Gabriela Rivera Rivera
 
 
 
El cuidado y la terapia del enfermo renal son de una gran complejidad. Sus
necesidades van en aumento y aunque estas formas de tratamiento
permiten la prolongación de la vida, no están exentas de riesgo y dan paso
a la aparición de otros problemas.
En las últimas décadas se ha producido un avance espectacular en el
diagnóstico, cuidados, prevención y atención a la enfermedad renal, siendo
las terapias sustitutivas de la función renal formas habituales de
tratamiento y de amplio desarrollo. El aumento de la esperanza de vida y la
alta incidencia de patología cardiovascular (hipertensión, diabetes,
insuficiencia cardiaca, etc.) en la población general conlleva a un
incremento de pacientes con patología renal avanzada incluidos en
programa de diálisis y trasplante renal. Por ello, se requieren del
aprendizaje de los profesionales de enfermería.
El motivo principal de este libro es ser un manual formativo sobre los
conocimientos básicos del cuidado al enfermo renal, para que los
interesados en la enfermería nefrológica puedan adquirir nociones en este
campo, que sin duda alguna les será de utilidad en su actividad profesional.
Partiendo de conocimientos básicos para la atención y cuidado de los
pacientes con patologías renales y/o sometidos a diálisis, para mejorar la
calidad de la atención a los mismos, debemos conocer la estructura del
riñón y las funciones renales, identificar factores de riesgo de la
enfermedad renal, así como sus diferentes estadios, identificar signos y
síntomas que indiquen patología de origen renal y diferenciar entre
insuficiencia renal aguda y crónica.
Todo ello con el conocimiento de las diferentes opciones de tratamiento
ante una diálisis, los fundamentos físico-químicos de la diálisis,
conocimiento de los diferentes tipos de acceso vascular para hemodiálisis,
sus cuidados y la identificación de las diferencias entre las distintas
modalidades de diálisis. Asimismo, las complicaciones más frecuentes en
la hemodiálisis y en la diálisis peritoneal, los procedimientos relacionados
con el trasplante renal, la valoración de enfermería en cada etapa de la
insuficiencia renal crónica.
Como novedad importante, respecto al anterior libro de los autores, nos
plantea el modelo de la salud renal, el riñón en condiciones especiales, la
reanimación cardiocerebropulmonar, la nutrición en el enfermo renal
crónico, la administración de los medicamentos en diálisis y para finalizar
con un capítulo importante sobre la metodología de la investigación
científica en enfermería nefrológica. La investigación es uno de los retos
pendientes de la enfermería por ello debemos intentar incentivarlo sobre
todo en el campo de la actualización de conocimientos, para que aprendan
a usar las nuevas técnicas y herramientas científicas, así como con las
nuevas tecnologías informáticas.
La evolución profesional del colectivo de enfermería nefrológica ha ido
acompañada siempre de la consecución de avances, tanto en el campo del
conocimiento, como en el de la responsabilidad. Por tanto, no podemos
olvidar que al diseñar un procedimiento el nivel mínimo de calidad
aceptable, y el valor de autonomía profesional, que viene establecido las
propias normas que regulan el ejercicio de la profesión y la disponibilidad
del sistema asistencial.
A todos, un inmenso agradecimiento por su valiosa y colaboración en
este proyecto. Gracias también a los coordinadores principales, Antonio
Méndez Durán y Gabriela Rivera Rivera, dos grandes expertos en este
campo científico.
Espero que conviertan en esta guía de consulta frecuente en cada Unidad
de Nefrología y Diálisis. Creo de todo corazón que este libro debemos
clasificarlo como de “todo un orgullo para México”. Por ello, es para mí
un privilegio prologar este libro que, sin duda, contribuirá a mejorar a
todos los cuidados de los pacientes renales.
Este libro es una oportunidad para todos los profesionales de enfermería
de actualizar o adquirir conocimientos del ámbito de la Diálisis y
Nefrología, de una manera rápida, cómoda y muy accesible.
 
Julen Ocharan-Corcuera
Presidente de Honor
Sociedad Española de Diálisis y Trasplante (SEDYT)
 
 
 
A mis padres,
Por dejarme la mejor herencia de mi vida,
mi formación profesional
por haber sembrado los valores de la honestidad,
humildad, superación, perseverancia
y solidaridad.
 
A mi esposa e hijos,
Con mi amor y gratitud.
 
 
Antonio Méndez Durán
 
 
 
 
 
 
A mis queridos pacientes y amigos
que están y a los que ya no están
porque se fueron durante su lucha
contra la enfermedad renal
me enseñaron que el conocimiento
es fundamental en su existir.
 
A mis padres y hermanos
por ser un pilar en mi vida.
 
A mis hijos por ser mi amor y mi fortaleza.
 
 
Gabriela Rivera Rivera
 
 
A la memoria de Marina
Con nuestro amor y reconocimiento fraterno.
Miembro Fundador de la Asociación Mexicana de Enfermeras en
Nefrología, A. C.
y de la Sociedad Latinoamericana de Enfermería Nefrológica
 
 
Antonio Méndez Durán
 
Gabriela Rivera Rivera
 
Colaboradores
 
Prefacio a la primera edición
 
Prólogo a la segunda edición
 
Dedicatoria
 
 
 
Capítulo 1. Historia de la enfermería en México
Marina Rosalía García Vargas†
 
Capítulo 2. Anatomía y fisiología renal
Antonio Méndez Durán
 
Capítulo 3. Hacia un modelo de salud renal
Antonio Méndez Durán
 
Capítulo 4. Enfermedad renal crónica, un problema de salud pública
Antonio Méndez Durán
 
Capítulo 5. Evaluación de la función renal, diagnóstico y clasificación de
la enfermedad renal crónica
Antonio Méndez Durán
 
Capítulo 6. Evaluación de la enfermedad renal en el niño
Bonifacio Caballero Noguéz
 
Capítulo 7. El riñón en condiciones especiales
Antonio Méndez Durán
 
Capítulo 8. Manifestaciones clínicas de la enfermedad renal crónica
Antonio Méndez Durán, Gilberto Pérez Aguilar
 
Capítulo 9. Tratamiento sustitutivo de la función renal
Antonio Méndez Durán
 
Capítulo 10. Implantación del acceso peritoneal crónico
Antonio Méndez Durán
 
Capítulo 11. Proceso de atención de enfermería en diálisis peritoneal
María Marisol Hernández Villegas, María Isabel Navarro Rodríguez y
Gabriela Rivera Rivera
 
Capítulo 12. Sistemas de conexión y desconexión en diálisis peritoneal
Angélica Muñoz Montes
 
Capítulo 13. Acceso vascular para hemodiálisis
Antonio Méndez Durán, Gabriela Rivera Rivera
 
Capítulo 14. Proceso de atención de enfermería en hemodiálisis
Gabriela Rivera Rivera
 
Capítulo 15. La anemia de la enfermedad renal crónica
Antonio Méndez Durán, Gabriela Rivera Rivera
 
Capítulo 16. Toma de decisiones anticipadas
Beatriz Hernández Macías
 
Capítulo 17. Aspectos administrativos y normativos en la práctica de
enfermería
 
Gabriela Rivera Rivera
 
Capítulo 18. Trasplante renal
Gerardo Navarro Toledo
 
Capítulo 19. Aspectos nutricionales en el enfermo renal crónico
Alejandra Rivas Vera, Imelda López Pérez
 
Capítulo 20. El futuro de las terapias sustitutivas de la función renal
Antonio Méndez Durán
 
Capítulo 21. Fármacos y diálisis
Antonio MéndezDurán
 
Capítulo 22. Trabajo social en diálisis
Nelly Beatriz Juárez Corpus, Rosalinda Rivero García
 
Capítulo 23. Reanimación cardiopulmonar
Valentín Gómez Alaniz
 
Capítulo 24. Procuración de órganos
Amelia Montoya Pérez
 
Capítulo 25. Metodología de la investigación en salud
Esther González Manzano
Marina Rosalía García Vargas†
 
 
 
PREHISTORIA
 
Desde el origen de las sociedades, la enfermería está ligada a los cuidados
y conservación de la especie. Las mujeres, en su labor de recolección,
llevando a cabo la exploración de su entorno, fueron descubriendo plantas
y vegetales con propiedades benéficas para la salud que ayudaban a sanar
heridas o dolencias. Este fue un proceso instintivo e intuitivo. A la postre,
y a raíz del descubrimiento del fuego, las mujeres fueron observando que
los alimentos se preservaban por mayor tiempo y que también tenían la
posibilidad de elaborar infusiones curativas. En este periodo, con los
beneficios que el fuego les otorgó, comenzaron a realizar rituales mágicos
religiosos, imaginaban que fuerzas superiores eran ordenadoras de todo lo
ocurrido a este “su mundo”, sostenían que espíritus malignos eran los
causantes de todas las desgracias y enfermedades, como resultado a la
desobediencia y desacato de su mandato divino; también consideran que
existían deidades buenas, que les ayudaban a mantener el equilibrio y la
salud.
Este proceso llevo al ser humano a la construcción de templos con el fin
de solicitar la curación de los enfermos y sanarlos de los “males” enviados
por las fuerzas malignas.
En la cultura Helénica, Epígona fue la deidad femenina venerada como la
“Diosa que reconforta”, teniendo gran significado para las artes médicas y
de enfermería, inspiradoras de las especialidades modernas.
 
PRIMERAS CIVILIZACIONES
 
La historia como tal se considera a partir de la invención del papiro y la
escritura, la información que se ha obtenido sobre la práctica de los
cuidados en las primeras civilizaciones proviene fundamentalmente de
papiros que datan del año 3 000 a. de C. En muchos de ellos se han
transcrito y descubierto invocaciones mágicas, rituales sagrados y
concepciones astrológicas en los cuales también se han dilucidado
procesos higiénicos y conocimientos quirúrgicos.
En la cultura egipcia, Seckhme (Sejme) “la más poderosa”, “la terrible”
fue el símbolo de la fuerza y el poder. Los sacerdotes de dicha diosa
dejaron evidencia de algunas de las prácticas relacionadas con los
cuidados, indicando una marcada orientación de contenido mágico-
religiosa y técnico. En esta cultura la condición de la mujer egipcia era
más elevada que en otras culturas, ya que disfrutaban de libertad y
dignidad, además había un claro matriarcado. No se tiene registro de que
hubieran existido hospitales, pero sí de que se otorgaban permisos de
ausencia laboral para el cuidado de enfermos familiares. Por lo tanto, se
tiene claro que la práctica de la enfermería y sus cuidados eran de suma
importancia. En las casas reales se asignaba a la servidumbre para esta
labor, que de no haber estado mediatizada también por cuestiones de
género y jerarquía se le hubiera dado su auténtico valor histórico y social.
 
FLORENCE NIGHTINGALE, LA ENFERMERA
MADRE
 
Florence Nightingale (1820 a 1910), pionera de la enfermería profesional
moderna, procedió de una familia rica, rechazando la vida social a la que
estaba destinada, decidió trabajar como enfermera desde 1844, enfrentando
a su familia y los convencionalismos sociales, buscó una cualificación
profesional que le permitiera ser útil a la humanidad. En 1853, llegó a ser
supervisora de enfermeras en un hospital de Londres, introdujo grandes
innovaciones técnicas y de organización, superando el modelo asistencial
tradicional, basado en el sectarismo religioso, sustituyéndolo por una
asistencia sanitaria científica e iniciando de esta manera una rigurosa
formación del personal de enfermería.
Las actividades que se desarrollaron en la organización de enfermeras
durante la guerra de Crimea (1854 a 1856), en el hospital de campaña de
Uskcudar, Turquía, permitieron realizar mejoras sanitarias espectaculares,
enfrentándose a los médicos militares y a la pobreza de medios con que el
ejército solía tratar a los soldados. De acuerdo con Robinson, el libro
Notas sobre la enfermería (Notes of Nursing), publicado por Florence
Nightingale, en el 1859, tras sus experiencias en la guerra de Crimea,
supuso un texto de crucial influencia sobre la “enfermería moderna”. En
1860, se inauguró la Nightingale Training School for Nurses (Escuela
Nightingale de Formación para Enfermeras), la cual constituyó una
institución educativa independiente, financiada por la Fundación
Nightingale. En el Hospital Saint Thomas de Londres Inglaterra, siendo la
primera escuela laica creada para enfermeras. La originalidad del proyecto
fue considerar que debían ser las propias enfermeras las que formaran a las
estudiantes de enfermería mediante programas específicos de capacitación,
haciendo énfasis tanto en las intervenciones de enfermería hospitalarias,
como extrahospitalarias, para el mantenimiento y prevención de la salud
tanto del individuo como de las familias. La enfermería ha mantenido a lo
largo de su historia una estrecha relación con los conflictos armados, como
una escasez de atención a los heridos y la urgencia ante las enfermedades
epidémicas, como tifus, cólera, fiebre amarilla o el hambre, momentos en
los que se ha demostrado la importancia y eficacia del trabajo de las
enfermeras.
ENFERMERÍA EN MÉXICO
 
En México, la Cultura Azteca consideraba que los acontecimientos
astronómicos podían afectar las funciones corporales y a la inversa, el
comportamiento humano podía dañar el equilibrio y estabilidad del
universo. Los aztecas combinaban la religión con el chamanismo. La
enfermedad era considerada el resultado de un mal comportamiento. Los
aztecas ya definían los males cardiacos, problemas óseos, manejo de
fracturas y deformaciones reumáticas en personas mayores de 30 años.
Para ese entonces, ya existía un hombre o una mujer llamado Ticitl
dedicado a la atención de los enfermos. La enfermera administraba
brebajes, ponía lavados intestinales, curaba dando fricciones, colocaba
férulas, vigilaba los Temaxcalli (baños a base de vapor y hierbas, que por
medio de la sudoración ayudaban a desechar toxinas y a alejar a los “malos
espíritus”). Manejaban dos vertientes en el modelo de atención a la salud,
preventivo y curativo.
La información ha sido recabada de códices, cerámica, pinturas y
esculturas. Gracias a esta información conocen los numerosos
padecimientos osteoarticulares, inflamatorios, degenerativos y tumorales
que sufrieron los habitantes de esta cultura.
Antes de la conquista, las mujeres aztecas embarazadas evitaban salir de
noche, mucho menos llegar a ver un eclipse de luna, se pensaba que éste se
debía a que la luna se encontraba mordida y el bebé que naciera de una
mujer que había visto una “luna mordida”, podía tener por magia, labio
fisurado, es decir, una mordida en “la boca” del niño (Ortiz 2003; Aguilar
et al., 2003). El modelo preventivo se aplicaba en todas las obras de
sanidad para evitar la presencia de enfermedades, practicado sin lugar a
dudas en forma empírica.
En torno al modelo curativo, se sabe que hay vestigios de haber contado
con un hospital, el de Tuihuican ubicado en Tenochtitlan, en el que se
atendió a veteranos de guerra lesionados en forma definitiva, ahí se
realizaba el traslado, admisión y cuidado inmediato de heridos en combate;
hoy en día, esto se vería como una práctica de enfermería militar. La
atención y curación de estos heridos de guerra era realizada por
enfermeros varones, la práctica era un trabajo realizado exclusivamente
por esclavos o sirvientes. Tanto mujeres como hombres podían ser
enfermeros, médicos o curanderos. En el ámbito hogar-familia, la mujer se
dedicaba a cuidar enfermos por instinto natural, aplicando remedios a base
de hierbas y remedios de la época, procurando alimentarlos y cuidarloscon
mayor esmero que otras personas.
A casi todas las mujeres se les entrenaba por herencia, en el arte de
atención al parto, por lo que eran iniciadas como parteras, estas mujeres
adiestradas utilizaban hierbas para acelerar la labor del parto y la
dilatación del cuello uterino; al iniciar el parto bañaban a la embarazada,
realizaban rotación interna del feto cuando su posición era inadecuada y
efectuaban embriotomías en caso de muerte fetal.
A partir de la Conquista se da el encuentro de dos culturas diferentes. En
México comienza una nueva etapa histórica y con ello una nueva forma de
practicar la enfermería, la cual ha evolucionado hasta la época actual.
Con el paso del tiempo la enfermería surgió como respuesta para cubrir
las necesidades básicas humanas, asignadas como una obra de
misericordia, dar de comer al hambriento, de beber al sediento, vestir al
desnudo, visitar a los presos, albergar a los que carecen de hogar, cuidar a
los enfermos y sepultar a los muertos.
 
LA ENFERMERÍA COMO CIENCIA Y ARTE
CONLLEVA UNA TRADICIÓN QUE SE
REMONTA AL ORIGEN MISMO DE LOS
PUEBLOS, ES DECIR, DE LOS GRUPOS
SOCIALES
 
Como ya se describió, la profesión de enfermería por tradición ha sido
identificada como una práctica realizada por las mujeres, tal vez por la
destreza de éstas para responder, con cuidado, cariño, abnegación,
minucia, presteza y paciencia. Siempre centrada en el cuidado del enfermo
y con una connotación humanística; estas concepciones se relacionan sin
lugar a dudas a su origen, historia y evolución.
Con los Conquistadores vino una matrona o partera llamada Isabel
Rodríguez, quien asistió a los heridos de Zempoala y Cholula. Las
autoridades de la Colonia, se habían dado cuenta que la atención a los
enfermos dejaba mucho que desear, por tal motivo encargaron al
Protomedicato que buscara el remedio. En el año de 1524 se fundó el
entonces llamado “Hospital de la Inmaculada Concepción”, hoy “Hospital
de Jesús” ubicado en la primera calle de Belisario Domínguez, en la
Ciudad de México.
El Protomedicato era un grupo de médicos formado por orden de los
conquistadores y estaba integrado por los primeros médicos a los que se
había autorizado para ejercer la medicina, posteriormente lo formaban los
médicos más antiguos, los más sabios y los más competentes, siendo ellos,
la máxima autoridad en lo referente a medicina, enfermería y salud
pública.
La enseñanza era solo verbal, sin que hubiera práctica de enfermos, pues
existía la orden de que un día de cada mes se estudiara anatomía en el
esqueleto y sólo tres veces al año, el maestro de anatomía tenía obligación
de hacer disección en cadáver.
Fueron diversas las órdenes religiosas que prestaron atención a los
enfermos. Había también enfermeras que hacían las primeras curaciones
en hospitales y cárceles, solteras o viudas honestas de edad madura,
ganaban $50.00 (cincuenta pesos) al año. Su ocupación era tan humilde,
que no se les pedía licencia ni examen previo para ejercer.
Fue en el año de 1854 que se estableció la Facultad de Medicina, en el
edificio que fue de la Santa Inquisición de la Nueva España y ahí está
hasta la fecha.
En el seno de la Facultad de Medicina, existió la Escuela de Enfermería y
Obstetricia desde los últimos años del siglo XIX, pero organizada de
manera más organizada a principios del siglo XX.
En 1900, el doctor Eduardo Liceaga, fundador en 1905 del Hospital
General de México, mismo que en la actualidad lleva su nombre, organizó
el primer curso de enfermería básica y las primeras bases formales para los
estudios de enfermería se dieron en 1906, solicitando al entonces
Presidente de México Porfirio Díaz, la autorización para establecer la
primer Escuela de Enfermería en México, cuyos requisitos para ingreso,
eran tener por lo menos 30 años de edad, haber concluido el cuarto grado
de educación primaria y gozar de buena salud física y moral.
La Escuela de Enfermería fue inaugurada el 9 de febrero de 1905, en la
Calle de la Pelota, hoy Avenida Juárez, trasladándose después al Hospital
de San Andrés. Aunque en el Hospital General ya se habían impartido
cursos de preparación para enfermeras.
En 1903, el Dr. Liceaga invitó a las enfermeras alemanas Maude Dato y
Gertrudis Friedrich para dirigir el curso de enfermería, del cual se
graduaron trece enfermeras, quienes al inaugurarse el Hospital General de
México, ocuparon posteriormente las jefaturas de enfermería, en 1907.
Conforme a los datos bibliográficos, en el año de 1906 el director de la
Institución y la Jefa de Enfermeras, elaboraron el primer plan de estudios
para la Carrera de Enfermería, con el objetivo de formar enfermeras
tituladas para el Hospital General de México. El 3 de octubre del mismo
año, la Dirección General de la Beneficencia Pública, aprobó las bases
generales para establecer la Escuela de Enfermería del Hospital General de
México y el 9 de febrero de 1907 se inauguró formalmente.
 
PROGRAMA DE ESTUDIO DE LA CARRERA DE
ENFERMERÍA
 
PRIMERA. La carrera de enfermería se hará en tres años y constará de las
materias siguientes:
 
Primer año:
• Anatomía y fisiología
• Curaciones
 
Segundo año:
• Higiene
• Curaciones en general
 
Tercer año:
• Pequeña farmacia
• Curaciones
• Cuidados a los niños, parturientas y enajenados
 
El Doctor Liceaga, hizo la invitación a través de la prensa a las mujeres
que cumplieran con los requisitos que se mencionan a continuación:
 
• Haber cursado la escuela primaria
• Tener buena salud
• Tener alrededor de 20 años de edad
• Constancia de buena conducta
 
En su discurso, el Doctor Liceaga (Jamieson, 1980) puntualizó:
 
“La asistencia de los enfermos iba a confiarse a personas del sexo
femenino, a quienes se había estado dando desde hacía ya dos años
instrucción y educación apropiadas al objeto a que se les destinaba”.
 
La Escuela de Enfermeras podía considerarse no sólo como un beneficio
para los pobres, quienes iban a buscar su curación al hospital, sino también
como un poderoso factor para la difusión de conocimientos útiles a la
mujer que encontraría en esta carrera, un medio honesto y lucrativo para
bastarse a sí misma en la lucha por la existencia.
El plantel fue creado sólo para proveer al nuevo hospital de enfermeras
instruidas y educadas; pero la verdadera Escuela de Enfermeras debió
comenzar cuando hubo un hospital que reunía todas las condiciones para la
enseñanza.
El Dr. Liceaga, confiaba en que el gobierno sostendría y mejoraría la
Escuela de Enfermeras, destinada no sólo a familias que fueran atendidas
por un personal inteligente y bien educado, en la asistencia domiciliaria,
confiando a manos expertas los cuidados que ahora sólo prodiga el afecto,
pero no siempre con la serenidad que reclama la delicada asistencia de los
enfermos.
A fines del siglo XIX el sueldo que recibía una enfermera era de $8.25
mensual, una remuneración muy limitada, en comparación con el sueldo
del Dr. Liceaga que era de $166.66 mensuales como director de la escuela;
cubrían jornadas de trabajo de las 7 a las 20 horas, en la noche, de las 20 a
las 7 horas del día siguiente, 13 y 11 horas de trabajo respectivamente.
Las calificaciones asignadas a las estudiantes eran: mal, mediana, muy
bien y superior; requiriéndose por lo menos tres medianas para ser
aprobadas. Las alumnas reprobadas en dos cursos consecutivos lo repetían
y perdían su empleo. A las que terminaban con éxito el tercer año de
estudios, se les otorgaba un diploma por parte de la Dirección General de
la Beneficencia Pública que acreditaba la conclusión de la carrera.
 
LA ENFERMERA EN LA REVOLUCIÓN
MEXICANA
 
La Asociación de Veteranos de la Revolución reconoció a Adela Velarde
Pérez, mejor conocida como la “Adelita”, quien militó desde 1913 en la
División del Norte, así como en el Ejército del Noreste. La vida de la
“Adelita” aunque traspasa las fronteras de la historia cuya leyenda narra
que desafiando a su padre, un adinerado comerciante de Ciudad Juárez, se
incorpora a la Asociación Mexicana de la Cruz Blanca para desempeñarse
como enfermera.Siendo reconocida por su eficiencia y destreza en la
atención de los heridos, estos hechos y su juventud, aunada a su belleza, la
convierten en una figura “popular entre la tropa”.
Adelita, atendía a los heridos Villistas de la División del Norte como
parte de la Cruz Blanca, al concluir la lucha armada, recibe un homenaje
como veterana de guerra.
 
SURGIMIENTO DE LA ENFERMERÍA
NEFROLÓGICA
 
De acuerdo al Dr. Hernán Villarreal Cantú en su libro, Nacimiento y
Evolución de la Nefrología, el surgimiento de la Nefrología en México
como especialidad fue en los años cincuenta, mucho después que la
cardiología, la gastroenterología, la neumología y la urología.
Es difícil establecer en forma específica, cuándo inició la enfermería
nefrológica, debido a que los primeros tratamientos sustitutivos específicos
para este tipo de pacientes llegó a varias unidades hospitalarias casi al
mismo tiempo.
De acuerdo con datos históricos, fue entre 1984 a 1986, en el Instituto
Nacional de Nutrición “Salvador Zubirán” se asignó y adecuó un nuevo
espacio para el Servicio de Nefrología, realizando ahí, los primeros
tratamientos de diálisis peritoneal con catéter rígido, y así comenzó el
adiestramiento del personal de enfermería en las técnicas dialíticas en los
diferentes turnos.
En el año de 1935, se crea el nivel técnico de enfermería con duración de
tres años de estudio, requisito que incluido en la carrera de enfermería y
obstetricia. En 1948, Evelardo Landa y Cayetano Quintanilla promueven y
logran la independencia de la Escuela de Enfermería, de la Escuela de
Medicina. Determinando que la enfermera debería obtener título y cédula
profesional para poder ejercer. De la misma forma se inició el movimiento
de crecimiento con las atribuciones legisladas universitariamente para
promover su desarrollo.
En la actualidad existen en México cerca de 593 escuelas de enfermería,
de las cuales, más de 120 imparten el nivel de licenciatura. El reto es que
la enfermería reciba el valor profesional, dando realce al servicio,
investigación y docencia, alcanzando los niveles de maestría y doctorado
que le lleven a orientar actividades científicas, en la búsqueda de alcanzar
el nivel humanista y científico que la carrera y la sociedad merecen.
 
ESPECIALIDADES EN ENFERMERÍA
 
La enfermería es una profesión que ha perdurado desde el inicio de los
tiempos, su existencia data desde antes de la medicina, al desarrollar sus
principales funciones como acompañantes de los enfermos, dejando ver lo
que por intuición han venido haciendo todas las especies animales en su
género femenino, al proteger a su prole, en la mayor medida, en el ser
humano. La labor de la enfermera solo consistió en ser una acompañante
del paciente, sino que fue el nacimiento de esta maravillosa profesión, y
que con el pasar de los años se ha ido perfeccionando, de tal forma que que
hoy en día, debido a lo basto del conocimiento y áreas de oportunidad, en
beneficio de los enfermos se han generado especialidades diversas para
que todos los enfermeros puedan elegir, dependiendo de sus aptitudes,
diferentes experiencias y expectativas de vida, el área que más les
satisfaga.
En México, existen 29 especializaciones que pueden ser elegidas de
acuerdo con las especificaciones descritas por los profesionales de
enfermería, y que ayudan a desempeñar una función más específica y
especializada para el desarrollo de habilidades de asistencia única y
tecnológicamente más avanzada.
 
ENFERMERÍA NEFROLÓGICA
La especialización en Enfermería Nefrológica, inicia en el momento en el
que los conocimientos adquiridos durante los años de nuestra carrera,
constituyen la base posterior de los periodos de práctica clínica,
desarrollando de esta forma, un criterio profesional en el área de los
cuidados renales. Esta especialización implica mayor exigencia, además a
una responsabilidad de preparación específica que instruya a dominar los
cuidados que permitan conseguir calidad y excelencia.
En esta especialidad se adquieren conocimientos y habilidades técnicas
de competencia variada, entre las que se destaca la de educador y de
estratega de soporte psicológico.
Esta especialización ha tenido un desarrollo de acuerdo con los eventos
epidemiológicos que se han presentando en el país, en presencia del daño
orgánico ya manifiesto y los programas de atención que ayudan a limitar
las consecuencias, ofreciendo mayor calidad de vida.
Los perfiles de los pacientes, a quienes presentamos vigilancia y
cuidados, cambia de manera paralela con la evolución que los avances
tecnológicos exigen a la práctica sanitaria, de tal forma que terminan
condicionando los momentos en que el enfermero se enfrenta a situaciones
complejas, lo que lo posiciona ante momentos de prueba, donde su
resolución, se da como respuesta a la competencia y capacidad para decidir
su actuación bajo un criterio profesional correcto.
En la actualidad, la enfermería nefrológica debe de participar en la
detección temprana del daño renal, en la aplicación de terapias dialíticas,
en la implementación de programas de donación y procuración de órganos
y tejidos con fines de trasplante.
Para especializarse en Enfermería Nefrológica, en el área metropolitana
de la Ciudad de México, existen tres unidades escolares que cubren los
requisitos universitarios autorizados para ser reconocidas como
especialidad técnica:
 
• Escuela de Enfermería del Instituto Nacional de Cardiología “Dr.
Salvador Zubirán”
• Centro de Capacitación para los Trabajadores del Instituto de Seguridad y
Servicios Sociales a los Trabajadores del Estado
• Escuela de Enfermería del Instituto Mexicano del Seguro Social
 
De igual forma, existen estudios en hospitales particulares de capacitación
en hemodiálisis, algunos de estos centros no cubren los lineamientos de
conocimientos científicos completos para la formación integral en la
especialización, pero son alternativas para cubrir las necesidades que tiene
el país en materia de hemodiálisis.
 
INVESTIGACIÓN DE ENFERMERÍA EN MÉXICO
 
Para el crecimiento y desarrollo de cualquier profesión es importante
contar con investigaciones que sustenten y validen la teoría sobre la cual se
basa cualquier profesionalización, ratificando los principios y técnicas de
aplicación. Es primordial que la práctica se concentre, no sólo en los
resultados de las intervenciones de enfermería enfocados en propiciar
bienestar y salud humana, sino que también debe evaluar eficacia, costos y
calidad de sus servicios profesionales como parte integrante del sistema de
salud.
La investigación en enfermería se enfrenta a retos importantes y áreas de
oportunidad; sin embargo ha mostrado un avance notorio en la
contribución al proceso de profesionalización, lo que ha incrementado la
literatura de enfermería y mayor interés por documentar las experiencias,
lo cual constituye el avance de la práctica de intervención en la
investigación.
En su necesidad de conocimiento, responsabilidad y cariño a la
profesión, la enfermera siempre ha investigado y llegado a conclusiones,
pero no documentado de forma debidae y a fondo, con seriedad y
responsabilidad por el miedo a sentirse minimizada y ridiculizada.
Tomando en cuenta el marco histórico de jerarquía para esta labor, el
panorama de la enfermería mexicana requiere de un compromiso,
liderazgo y habilidad de crear organizaciones de aprendizaje que expandan
sus capacidades para forjar su futuro.
 
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Antonio Méndez Durán
 
 
 
El sistema urinario, embriológicamente se crea en las crestas urogenitales,
estructuras anatómicas que derivan del mesodermo y que más tarde
originan el pronefros, mesonefros y metanefros, esta última forma el riñón.
Las crestas urogenitales crean el sistema urinario y el reproductor.
La anatomía del sistema urinario se clasifica para su estudio en vía
urinaria alta y baja, esta división anatómica la indica la vejiga, punto de
partida para considerar la vía urinaria estéril, de la no estéril. La vía
urinaria alta comprende vejiga, ureteros y riñones; mientras que la vía
urinaria baja a la uretra en todas sus porciones, hasta el meato urinario. La
función primordial del sistema urinario es regular la composición del
plasma y de los líquidos corporales mediante la formación de orina y
pérdida de agua del organismo.
 
RIÑONES
Para su estudio se dividen en anatomía macroscópica y microscópica, esta
última refiriéndose al sistema glomerulotubular, en particular a la nefrona.
Son órganos par, situados en la región retroperitoneal, a un lado de la
columna dorsal y lumbar, se proyectan a la altura del último cuerpo
vertebral dorsal y los primeros dos lumbares; en promedio miden 12 cm de
longitud, 6 cm de ancho y 4 de espesor; su tamaño puede compararse con
el de una mano empuñada, pesan alrededor de 150 g en la mujer y unos 25
g más en el hombre, presentan un color rojo vinoso in vivo y su
consistencia es firme (renitente), recuerda la consistencia de una prostáta
normal.
La configuración externa presenta la forma de frijol o alubia y surcos
distribuidos en la superficie que corresponden a las lobulaciones, es
aplanado en sentido anteroposterior. Es una estructura alargada y sus
extremos son denominados polos (superior e inferior). En algunas
ocasiones se describe un polo medio debido a la prominencia de esta parte;
tiene dos bordes (externo convexo e interno cóncavo), este último precisa
la escotadura anatómica denominada hilio, sitio por donde ingresa la
arteria renal y egresan la vena renal, la pelvis renal y los vasos linfáticos.
 
CONFIGURACIÓN INTERNA
En corte sagital se diferencia una envoltura fibrosa y rígida que protege
todo el órgano, denominada cápsula renal, que es rica en fibras de
colágena y se creé que le da firmeza y protección. Por debajo de la cápsula
se distinguen dos zonas; la primera llamada externa se encuentra la corteza
renal, con gran cantidad de glomérulos y vascularizada; así como una zona
intermedia entre la corteza y la zona interna; la segunda es la zona interna
donde se encuentra el sustema pielocalicial, contiene las asas de Henle y
túbulos colectores, en ella también se aprecia el origen de la pelvis renal.
La médula renal está compuesta de 8 a 12 “pirámides”, que son estructuras
en forma de cono con base superior y vértice interno, las cuales se
encuentran separadas por tejido renal a manera de invaginaciones de la
corteza llamadas columnas renales; cada pirámide apunta hacia unas
depresiones pequeñas en el interior hueco del riñón llamadas cálices, éstas
se unen para formar la pelvis renal, estructura musculomembranosa sacular
que se prolonga de manera infundibular para dar crear el uretero.
 
SITUACIÓN
Los riñones se encuentran en las fosas renales a los lados de la columna
vertebral, en lo que corresponde a la espalda baja, a la altura de la doceava
vértebra dorsal y de las dos primeras lumbares, en el espacio
retroperitoneal.
 
RELACIONES
El riñón se vincula por la parte superior e interna con las glándulas
adrenales, tejidos especializados que no forman parte del sistema urinario,
aunque de manera funcional tienen una relación estrecha con la fisiología
renal; internamente con la vena cava inferior y arteria aorta abdominal; el
riñón derecho en su polo superior con la cara inferior del hígado, esta
víscera presenta una faceta renal que alberga el polo y de manera interna
del mismo lado con la segunda porción del duodeno; el riñón izquierdo se
relaciona con la cola del páncreas, y ambos en su cara anterior, con el
marco colónico correspondiente.
 
IRRIGACIÓN
Al riñón ingresa el 21% del gasto cardiaco, procesa 180 litros de sangre en
24 horas a través de un sistema vascular complejo y que filtrando el
plasma sólo en 1%, líquido que corresponde a 1.8 litros de orina. La arteria
renal a nivel del hilio genera varias ramificaciones que forman un plexo
anterior y uno posterior, estas arterias de menor calibre reciben el nombre
de las estructuras que van irrigando: arterias interlobares, interlobulares,
arcuatas, interlobulillares y arteriola aferente.
 
SISTEMA LINFÁTICO
Se originan en la corteza renal y siguen el trayecto de las venas y de los
conductos colectores, forman tres grupos: anteriores, medios y posteriores,
los cuales desembocan en ganglios lateroaórticos y retrocavos, todos
forman conductos de mayor calibre que vierten su contenido en los
linfáticos colónicos, ureterales, testiculares, ováricos y frénicos.
 
INERVACIÓN
Poseé inervación simpática, parasimpática y presenta un mecanismo de
regulación interna, independiente de estos dos, esta inervación es muy
abundante y proviene de los plexo celíaco, nervios esplácnicos mayor y
menor, plexos preaórticos, mesentéricos superior e inferior, lo que le
confiere a esta víscera una función independiente de la innervación
simpática y parasimpática.
 
NEFRONA
Es la unidad estructural y funcional del riñón, cada uno posee alrededor de
1 millón de estas células especializadas y no se regeneran. Su clasificación
depende de la localización anatómica en nefronas corticales,
mediocorticales y yuxtamedulares. Las nefronas corticales se caracterizan
por tener un asa de Henle corta y amplia, mientras que las yuxtamedulares
una larga y delgada. Se estudian en dos porciones: glomerular y tubular.
La porción glomerular también denomina ovillo capilar y nefrona,
formado por un sistema de células epiteliales dispuestas en forma de esfera
y en su interior alberga una estructura vascular capilar que dará origen a la
orina, en su porción anterior se observa un hilio que permite el ingreso de
la ateriola aferente y la salida de la arteriola eferente, en su parte posterior
converge para formar un cono que se continúa en forma tubular para dar
origen a la porción tubular, la cual está compuesta por células epiteliales
especializadas, un tanto diferentes para cada porción tubular, el cono
glomerular inmediatamente a su salida se continúa con una porción
contorneada, cuyo nombre es túbulo contorneado proximal (estructura que
realiza la absorción de aminoácidos, albúmina, electrolitos y
oligoelementos), está formado por células epiteliales provistas de
vellosidades que permiten ampliar la superficie de absorción y tienengran
cantidad de mitocondrias. Esta porción se continúa con una asa que
presenta dos segmentos uno descendente y otro ascendente, llamado Asa
de Henle, y es el sitio donde se llevan a cabo los mecanismos de
acidificación y la concentración de la orina a través de un mecanismo
especial llamado de “contracorriente”, esta porción se continúa con una
estructura contorneada llamada túbulo contorneado distal (cuya función es
la secreción de solutos). Finalmente esta estructura desemboca en túbulos
colectores que tiene como función recolectar la orina formada en cada uno
de los glomérulos y que por su calibre reciben el nombre de túbulos
colectores de primer, segundo y tercer orden, que desembocan a las cálices
menores, a su vez, éstas forman las cálices mayores y la pelvis renal.
 
CIRCULACIÓN DE LA NEFRONA
Cada arteriola aferente lleva irrigación a los glomérulos, estos capilares
producen un filtrado de la sangre que ingresa al sistema tubular.
Los capilares se fusionan en una arteriola eferente al salir de la estructura
glomerular. Ésta lleva la sangre a una segunda red de capilares, llamados
peritubulares. Ésta es la única área del cuerpo donde una red de capilares
es drenada por un vaso sanguíneo que se divide de nuevo en capilares. La
sangre drenada de los capilares peritubulares a pequeñas vénulas que luego
se vacían en una serie de venas que se disponen paralelamente a las
arterias renales; por último, estas venas más pequeñas se unen formando
otras de mayor calibre, siguiendo la circulación arterial y salen del riñón
como una vena renal única.
 
APARATO YUXTAGLOMERULAR
Es el área donde el túbulo distal se pone en contacto con la pared de la
arteriola aferente, algunas de las células que componen la pared arteriolar
en esta área tienen una apariencia granular (células granulosas) relacionada
con su capacidad para elaborar y liberar diferentes péptidos, entre ellos la
renina. Existe una área de células más densamente aglomeradas en la
pared del túbulo distal en el sitio donde éste entra en el aparato
yuxtaglomerular; esta área de células diferenciadas se llama mácula densa
y en ella, éstas son capaces de interactuar con las células granulares de la
arteriola aferente para interrumpir la producción de renina.
 
FUNCIONES DEL RIÑÓN
Tiene múltiples funciones y complejos mecanismos; sin embargo puede
sintetizarse en cuatro grandes grupos.
 
• Producción hormonal
• Regulación del equilibrio ácido-base
• Detoxificación de la sangre
• Eliminación del agua
 
Los riñones actúan para extraer los productos de desecho solubles del
cuerpo y regular el contenido corporal de agua y electrólitos. La orina
contiene el exceso de agua y electrólitos, así como los desechos
metabólicos. Los tres procesos involucrados en la formación de orina son:
filtración, reabsorción y secreción.
La filtración involucra el paso del componente líquido de la sangre de
los capilares glomerulares a la cápsula de Bowman. Entre las sustancias
que son “libremente filtrables” están agua, glucosa, creatinina, ácido úrico,
urea y electrólitos (sodio, potasio, calcio, magnesio, cloro, fosfato,
bicarbonato, sulfato, iones de hidrógeno). La reabsorción es un proceso
que involucra la asimilación de agua, electrólitos y nutrientes al paso por
el sistema tubular. La secreción consiste en eliminar sustancias del lecho
vascular una vez que han sido absorbidas.
 
PRODUCCIÓN HORMONAL
Las principales hormonas producidas por las céulas renales son la renina,
angiotensina, eritropoyetina, prostaglandinas y colecalciferoles.
La renina es una enzima con potente actividad vasoconstrictora, actúa
sobre una proteína circulante llamada angiotensinógeno para dar lugar a la
formación de angiotensina I, esta sustancia es relativamente inactiva, pero
una vez catalizada por efecto de la enzima convertidora de angiotensina
poseé una actividad vasoconstrictora sostenida. La angiotensina II, tiene
varias actividades destinadas a conservar el sodio corporal y aumentar el
volumen sanguíneo, por otro mecanismo estimula la liberación de
aldosterona que actúa de manera independiente para conservar el sodio
corporal y aumentar el volumen sanguíneo, este mecanismo actúa en
cascada de manera fisiológica para conservar la homeostasia; sin embargo,
de manera patológica, genera la hipertensión arterial.
La eritropoyetina es una sustancia hematopoyética que se produce en las
células peritubulares renales y estimula la producción de eritrocitos en la
médula ósea de huesos planos e irregulares (huesos de cráneo, ilíacos,
vértebras, omóplato), para la producción de eritrocitos mediante los
mecanismos de hipoxia e hipoperfusión tisular.
Las prostaglandinas (Pg) son un grupo de sustancias con características
diferentes, las PgA, PgD y PgE tienen un efecto vasodilatador potente que
garantiza el flujo sanguíneo a nivel de la arteria renal. La inhibición
persistente de Pg genera daño renal por isquemia y daño tubulointersticial.
Los colecalciferoles se producen en el aparato yuxtaglomerular, son
precursosres del calcitirol, sustancia indispensable para la síntesis de
formas activas de la vitamina D, la cual contribuye a la absorción de calcio
a nivel intestinal y al metabolismo óseo mineral. Su deficiencia puede
generar reblandecimiento de los huesos y raquitismo.
 
REGULACIÓN DEL EQUILIBRIO ÁCIDO-BASE
A pesar de las diferentes concentraciones de iones de hidrógeno en los
diferentes espacios celulares, el organismo ha desarrollado sistemas
complejos que guardan la homeostasis interna, desde bombas en la
membrana celular hasta canales especializados en el transporte,
básicamente el ión sodio, potasio y cloro son los que aportan la mayor
carga eléctrica a las células y permiten la comunicación entre los distintos
espacios celulares. El exceso de alguno de los electrólitos en la sangre es
captado por el sistema tubular y promueve su eliminación, por el contrario,
un déficit se verá reflejado en una mayor absorción tubular. Los sistemas
de regulación ácido-base comprenden principalmente al riñón, el aparato
respiratorio y sistema de las hemoglobinas.
 
DETOXIFICACIÓN SANGUÍNEA
El metabolismo de los nutrientes en el organismo genera productos de
diversas sustancias, algunos tóxicos y deben ser eliminados, de lo contrario
su acumulación genera alteraciones patológicas, éstas son la urea,
creatinina, ácido úrico, potasio, sales orgánicas, fosfatos, cloruros y uratos;
situación que sucede en la enfermedad renal crónica, lo que ocurre en
forma proporcional al daño renal. Cada una de estas sustancias se
manifiesta de diferente manera, la urea es la molécula que ocasiona los
síntomas urémicos, al ser una molécula muy pequeña (40-50 Daltons),
difunde libremente en los tejidos, inclusive atraviesa la barrera
hematoencefálica.
 
FORMACIÓN DE LA ORINA
La fuerza principal para esta filtración es la presión de la sangre dentro de
los capilares glomerulares (presión de filtración). Las fuerzas que actúan
contra la filtración incluyen la presión osmótica del plasma dentro de los
capilares glomerulares (la cual tiende a atraer el agua de nuevo al torrente
sanguíneo) y la presión del líquido dentro de la cápsula de Bowman.
La reabsorción tubular es el proceso por el cual las sustancias son
transportadas fuera del filtrado tubular, a través de las células epiteliales de
los túbulos renales y hacia dentro de los capilares peritubulares. Algunas
sustancias (p. ej., iones de sodio), son reabsorbidas activamente del filtrado
glomerular, es decir, las células de las paredes tubulares emplean energía y
utilizan moléculas especializadas de transporte para “llevar” los iones de
sodio a través de las membranas celulares y depositarlos en el líquido que
rodea a los capilares peritubulares. Otras sustancias, como el agua y los
iones de carga negativa atraviesan pasivamente las paredes del túbulo.
La secreción tubular es el proceso en el que ciertas sustancias son
transportadas del plasma en los capilares peritubulares al líquido tubular,
la secreción es lo opuesto a la reabsorción. A travésdel proceso de
secreción, las sustancias pueden aparecer en el líquido tubular en
concentraciones más altas que en el filtrado glomerular. Al igual que en el
proceso de reabsorción, algunas sustancias son transportadas a través de
las paredes del túbulo para lograr este efecto de concentración. Por
ejemplo, la histamina y penicilina son sustancias que se secretan de
manera activa; los iones hidrógeno también son secretados del mismo
modo y es un medio de regular el pH de los líquidos corporales, al final los
iones de potasio que son reabsorbidos en el túbulo proximal son secretados
en el túbulo distal.
El balance de los líquidos está dado por el equilibrio que guarda el
volumen de los ingresos proporcionados por la dieta, los egresos
(transpiración, orina, heces) y por el propio flujo sanguíneo renal.
 
URETERO
Estructura tubular muscular que sirve de unión al riñón con la vejiga
urinaria, mide 30 a 35 centímetros en el adulto y presenta un calibre de 6 a
8 mm de diámetro. Presenta tres túnicas: 1) interna o mucosa, revestida por
un epitelio simple de tipo transicional, similar al que presenta la pelvis
renal y la vejiga; 2) una capa media o muscular en la que se observan dos
tipos de fibras, una interna dispuesta en modo circular y otra externa con
fibras que toman un sentido longitudinal, lo que le confiere a esta
estructura movimientos peristálticos y de propulsión; 3) una capa externa o
adventicia formada por tejido conjuntivo que proporciona firmeza y
protección. La porción intramural se abre en la vejiga a través de una
hendidura provista de una dilatación ampollar denominada ostio, cuya
función es actuar como válvula para evitar el reflujo vesicoureteral.
 
VEJIGA URINARIA
Es un reservorio muscular intermediario entre los uréteres y la uretra,
destinado a colectar la orina hasta el momento en que se efectua la
contracción muscular y se expulsa su contenido a través de la uretra,
generando la micción, este reflejo se despierta tras el acúmulo de unos 150
a 200 mL de orina. La capacidad vesical en la mujer es menor que en el
hombre, en este último se ha documentado tener capacidad de retención de
hasta 1 litro de orina; no obstante en la mujer, debido a la corta longitud,
no puede contener grandes cantidades.
Está situada en la parte anterior de la pelvis por detrás del pubis, presenta
dos caras laterales: una anterior e inferior, y otra posterior y superior,
confiriéndole una forma trapezoide o en tienda de campaña.
Constituída por tres capas celulares, una externa o serosa, una media
muscular dispuesta en tres capas (externa de fibras musculares
longitudinales, media circular y profunda o interna con células similares a
la primera), y una interna o mucosa, provista de un epitelio de tipo
transicional.
La irrigan diversos vasos que derivan de la arteria ilíaca interna. Está
provista de vasos linfáticos organizados en tres grupos: anteriores, laterales
y posteroinferiores, los cuales drenan su contenido a los nodos linfáticos
hipogástricos, ilíacos externos y prevesicales.
La vejiga es contráctil y sensible, se encuentra inervada por nervios del
plexo hipogástrico, recibe ramas simpáticas (hipogástrico y sacro) y
parasimpáticas que llevan el mismo nombre.
 
URETRA
Es el conducto evacuador de la vejiga, permite el paso de orina del sistema
urinario al exterior del organismo. En el hombre tiene diferente estructura
y longitud en comparación de la mujer.
En el hombre se extiende del cuello de la vejiga al meato urinario en el
glande, tiene una doble función, permitir la salida de orina y el producto de
la eyaculación; en el adulto mide 16 a 20 cm, adquiere diferentes nombres
según la porción anatómica que transcurre, la uretra prostática (3 cm),
uretra membranosa (a su paso por el diafragma perineal (1 cm) y esponjosa
(12 cm), en su trayecto por el interior del pene. El diámetro es variable y
presenta tres dilataciones: prostática, bulbar y balánica, y dos
estrechamientos, uno a nivel cuello vesical, el cual presenta una red
muscular especializada llamada músculo detrusor; el otro a nivel del meato
urinario. Su estructura está dada por una capa interna mucosa (provista de
un epitelio seudoestrtatificado), una vascular rica en fibras elásticas y una
de músculo liso dispuesta en sentido longitudinal y circular.
En la mujer, la uretra se extiende del cuello de la vejiga al meato
urinario, ubicado en la vulva, tiene una longitud aproximada de 3 a 4 cm,
su función es exclusivamente urinaria, está constituída por una capa
mucosa y una muscular. La longitud es tan corta que es un factor de riesgo
para adquirir infección urinaria, es probable que esto explique la
frecuencia de este tipo de infecciones en la mujer, en todas las etapas de la
su vida.
 
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Antonio Méndez Durán
 
 
 
La enfermedad renal crónica constituye un problema de salud pública, los
tratamientos dialíticos generan un alto costo a los sistemas de salud y en
muchos países no existe un programa que permita la prevenión y detección
de las enfermedades renales de manera oportuna. Nefroprotección (NP) es
un término que hace referencia al conjunto de estrategias destinadas a la
protección renal a corto, mediano y largo plazo, se define como el
conjunto de elementos dietéticos, diagnósticos y farmacológicos
encaminados al cuidado del riñón, a través de la identificación de factores
relacionados con el deterioro de la función renal y estrategias que permitan
modificar el estilo de vida e impedir el desarrollo y progresión de la
enfermedad renal crónica (ERC). La NP aplicada a personas sin daño renal
se denomina nefroprotección primaria, cuando las medidas son
asignadas al paciente con daño renal preestablecido, se denomina
nefroprotección secundaria y cuando éste recibe una terapia sustitutiva,
se conoce como nefroprotección terciaria.
El objetivo de la NP en la población sana es evitar el inicio de una
enfermedad renal crónica, mientras que para el paciente con daño renal
establecido es contribuir a retardar la progresión de dicho daño, su ingreso
a programas de diálisis y evitar la comorbilidad, a través de estrategias
terapéuticas específicas para cada estadio de la enfermedad renal.
 
NEFROPROTECCIÓN PRIMARIA
Conjunto de acciones dirigidas a impedir el desarrollo de la ERC mediante
la promoción a la salud y el manejo de factores de riesgo para desarrollo
de enfermedad renal y cardiovascular, estas acciones son de aplicación
para la población general, es decir, para la población no enferma.
 
FACTORES INICIADORES DE DAÑO RENAL
• Evitar desnutrición intrauterina y peso bajo al nacimiento (bajo peso: <2
kg)
• Identificar historia familiar de enfermedad renal
• Evitar tabaquismo
• Mantener valores normales de ácido úrico
• Evitar el sedentarismo
• Control de sobrepeso y obesidad
• Restringir la ingesta de sodio
• Regular el consumo de agua: <500 mL/día predispone a urolitiasis, >3
000 mL/día probablemente genera hiperfiltración.
• Disminuir el consumo de proteínas
• Evitar y tratar de manera adecuada la infección urinaria y complicaciones
• Nefrotoxicidad potencial por medicamentos y alimentos
 
En los grupos de riesgo se deberán realizar pruebas de función renal de
escrutinio para la identificación del daño renal crónico, lo cual puede ser a
través de la determinación de microalbuminuria, albuminuria y estimación
de la tasa de filtración glomerular. Las ecuaciones matemáticas para
determinar la filtración glomerular han sidocomparadas con métodos
convencionales, demostrado su efectividad y seguridad.
En la actualidad se ha descrito toxicidad por melamina, una tintura que
se encuentra en envolturas de diversos alimentos lácteos sabor a vainilla y
chocolate, comercializados en países orientales, esta sustancia se deposita
a nivel tubular y puede generar necrosis tubular e insuficiencia renal aguda
y crónica.
 
NEFROPROTECCIÓN SECUNDARIA
Son las medidas que se inician en el momento mismo del diagnóstico de
ERC, con la finalidad de retardar la progresión de la enfermedad y evitar la
insuficiencia renal crónica.
Existen enfermedades que por su naturaleza dañan el riñón e
invariablemente conducen a insuficiencia renal crónica (hipertensión
arterial y diabetes mellitus), aún más, las descompensaciones, que aceleran
dicha progresión.
Los factores implicados en la progresión de la enfermedad renal crónica
como hipertensión arterial sistémica descontrolada (nefroangioesclerosis
hipertensiva), hiperglucemia, sobrepeso y obesidad, albuminuria,
hiperlipidemia (hipertrigliceridemia, hipercolesterolemia), consumo de
proteínas en grandes cantidades, tubulopatías crónicas, colagenopatías
(lupus eritematoso diseminado, periarteritis nodosa, esclerodermia,
dermatomiositis), agentes tóxicos que actúan sobre el riñón (nefropatía
tóxica), fármacos nefrotóxicos (aminoglucósidos, analgésicos
antiinflamatorios no esteroideos), alteraciones congénitas de la vía urinaria
hiperuricemia, uropatía obstructiva (litos, hipertrofia prostática, cáncer
cervicouterino).
 
HIPERTENSIÓN ARTERIAL
Desde el año 2000, la Encuesta Nacional de Salud demostró que 1 de cada
3 adultos en México padecen hipertensión arterial y sólo 10% tenían un
control hipertensivo adecuado, dato ratificado en la Reencuesta Nacional
de Salud en el año 2006 y Encuesta Nacional de Salud y Nutrición del año
2012. En 2005 se publicó la investigación llamada RENATHA
(Reencuesta Nacional sobre Hipertensión Arterial) en México, ésta
demostró que el paciente hipertenso no presenta este trastorno de manera
aislada, si no que además cursa con diabetes mellitus en 30.5% de los
casos, hipercolesterolemia (36.5%), hipertrigluceridemia (51%), obesidad
(70%) y disfunción renal (24%); las cuales también constituyen factores de
riesgo para desarrollar una enfermedad renal o cardiovascular.
La prevalencia de hipertensión arterial en México es del 31%, con una
mayor frecuencia en los estados del norte del país y una menor incidencia
en el sur, esta entidad afecta por igual a hombres que a mujeres. Datos
similares ocurren en Latinoamérica donde la prevalencia oscila de 28 a
32%. En pacientes con diabetes mellitus la frecuencia de hipertensión es
por lo menos del doble. El 20% de los pacientes hipertensos son sujetos de
20 a 35 años de edad, por lo que la búsqueda de causas secundarias de
hipertensión arterial está indicada (soplo abdominal, medición de
catecolaminas, ultrasonido adrenal, electrólitos séricos y urinarios). Hasta
un 45% de los pacientes presentan hipertensión arterial mixta, 35%
diastólica y 6% sistólica pura.
En el control hipertensivo, el tratamiento deberá ir más allá de sólo
reducir las cifras de presión arterial, habrá que considerar un manejo
integral al tratar la dislipidemia, la disfunción endotelial, brindar cardio y
cerebroprotección y por supuesto, nefroprotección.
Las cifras de presión arterial recomendadas para retardar el daño renal en
paciente con diabetes mellitus, dista de las recomendaciones americanas en
el llamado “estándar de presión arterial”, y cuyo valor meta es 140/90 mm
Hg; en estos pacientes, por lo menos hay que reducir la presión arterial
diastólica 10 mm Hg; or otra parte, las recomendaciones europeas son
llevar a <130/80 mm Hg; sin embargo, en presencia del deterioro del
filtrado glomerular y albuminuria se recomiendan cifras de <125/75 mm
Hg y específicamente, en presencia de síndromes glomerulares
proteinúricos, hasta de 120/70 mm Hg. No se debe considerar que entre
mayor reducción de la cifra hipertensiva es mayor el beneficio, se puede
presentar un fenómeno paradójico con incremento de la morbilidad y
mortalidad cardiovascular y cerebral.
Los fármacos que bloquean el sistema renina-angiotensina-aldosterona
(inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina, antagonistas de
receptores de angiotensina e inhibidores de renina), constituyen un grupo
de fármacos que han demostrado su eficacia antihipertensiva e incluso,
renoprotección al disminuir la presión intraglomerular, la hiperfiltración, la
albuminuria y la esclerosis glomerular. El consenso mundial actual entre
estos fármacos es que el antagonista de receptores de angiotensina (ARA)
ha superado las bondades del inhibidor de enzima conversora de
angiotensina (IECA), así como del inhibidor de renina disponible, este
último no ha demostrado superioridad sobre el ARA. Los ARA cuentan
con diversos metaanálisis que demuestran la eficacia antihipertensiva y el
efecto antiproteinúrico específico de algunas sustancias, independiente del
efecto hipotensor, tanto en pacientes diabéticos e hipertensos, tal es el caso
de losartán, irbesartán y olmesartán.
Losartán fue el primer ARA empleado en España, se comercializa desde
hace 15 años y es la molécula de la que se tiene más experiencia en la
práctica clínica y en investigación.
Las indicaciones de los ARA, más allá del antihipertensivo, son un pilar
fundamental en el tratamiento de la hipertensión arterial e insuficiencia
cardica, en presencia de intolerancia a IECA, en la enfermedad renal
crónica proteinúrica, no proteinúrica nefropatía diabética, posinfarto del
miocardio y en la proteinuria del paciente postrasplante de riñón.
Los antagonistas de la aldosterona (espironolactona y eplerenona) han
demostrado tener efecto antiproteinúrico y aunque no hay evidencia
contundente sobre las propiedades antifibróticas, se emplean para ello y
para mejorar la clase funcional en pacientes que además presentan
insuficiencia cardiaca.
En la actualidad existen más de 250 guías en el mundo para el manejo del
paciente con hipertensión arterial, México y Latinoamérica se basan en
tres de ellas principalmente, las guías norteamericanas publicadas en el
año 2014, las europeas del 2013 y las mexicanas del año 2005. Cualquiera
que se revise tiene como objetivo común disminuir la morbilidad y
mortalidad de causa cardiovascular.
En este momento, una meta antihipertensiva propuesta por Norteamérica
en 2014 es alcanzar o mantener valores de 140/90 mm Hg; los valores
establecidos por las guías europeas refieren una presión arterial óptima:
<120/<80; normal: 120 a 129/80 a 84, normal alta: 130 a 139/85 a 89,
hipertensión grado 1: 140 a 159/90 a 99, hipertensión grado 2: 160 a 179/
100 a 110, hipertensión grado 3: >180/ >110 e hipertensión sistólica
aislada: >140/<90 mm Hg (cuadro 3-1).
 
Cuadro 3-1. Clasificación de la hipertensión arterial, Guía Europea 2013
Categoría Presión arterial sistólica (mm Hg) Presión arterial diastólica (mm Hg)
Presión arterial óptima <120 <80
Presión arterial normal 120 a 129 80 a 84
Presión arterial normal alta 130 a 139 85 a 89
Hipertensión grado 1 140 a 159 90 a 99
Hipertensión grado 2 160 a 179 100 a 110
Hipertensión grado 3 >180 >110
Hipertensión sistólica aislada >140 <90
 
 
En la hipertensión arterial existen múltiples factores que afectan la
determinación de la cifra, por lo que se recomienda:
 
• Esperar un tiempo mínimo de 10 minutos para realizar la medición
• Tomar la presión arterial sentado y en decúbito
• Tomar la presión arterial en reposo
• Emplear un brazalete adecuado:
• Sujeto normal: 12 cm (ancho) x 24 cm (longitud)
• Sujeto con sobrepeso: 15 cm x 31 o 15 x 39 cm
• Obeso: 18 cm x 36 a 50 cm
• Realizar varias determinaciones a diversas horas del día
• Considerar el empleo del MAPA (monitoreo ambulatorio de la presión
arterial)
 
Recomendaciones para el control antihipertensivo
• La dieta baja en sodio disminuye la posibilidad de generar hipertensión
arterial y se asocia a un mejor control enel paciente hipertenso, también
potencia la acción de un fármaco antiproteinúrico
• La dieta baja en potasio incrementa el riesgo de desarrollar hipertensión
arterial y la presentación de un accidente vascular cerebral
• En ausencia de diabetes, los pacientes con enfermedad renal que
presentan un cociente albúmina creatinina <30 mg/g, se recomienda
mantener un valor de presión arterial ≤140/90 mm Hg
• En presencia de diabetes y cociente albúmina creatinina ≥30 mg/g, el
objetivo de presión arterial es ≤130/80 mm Hg
• La hipertrofia ventricular es un hallazgo común en el paciente hipertenso
y con daño renal, constituye un marcador de incremento del riesgo
cardiovascular, hospitalización por insuficiencia cardiaca y mortalidad
general
• El tratamiento de la anemia, hipertensión arterial y de la hipervolemia
puede inducir regresión de HVI en ERC y en pacientes con diálisis
• La monoterapia antihipertensiva en presencia de hipertensión arterial
pura o relacionada con diabetes está basada en un bloqueador del sistema
renina-angiotensina, en presencia de TFG >25 mL/min
• La primer evaluación tras haber iniciado un agente antihipertensivo es de
2 a 4 semanas para realizar el ajuste de la dosis, todos los ARA requieren
un periodo de cuatro semanas para alcanzar concentraciones séricas
suficientes
• En la reducción de presión arterial se debe considerar no rebasar el valor
de 115/75 mm Hg, ya que se relaciona con incremento del riesgo
cardiovascular manifestado con mayor frecuencia de evento vascular
cerebral isquémico e infarto del miocardio (Curva en J de la presión
arterial)
• En reducción de la presión arterial en presencia de nefropatías específicas
que cursan con gran pérdida de proteínas en la orina, se justifica reducir
hasta 110/70 mm Hg, bajo vigilancia clínica frecuente (síndrome
nefrótico primario o secundario)
• La monoterapia antihipertensiva en presencia de hipertensión arterial
pura o relacionada con diabetes está basada en un calcio antagonista en
presencia de TFG <25 mL/min
• El uso de diuréticos relacionados con la monoterapia, se recomienda
según la TFG, con >30 mL/min, el diurético tiazídico es la preferencia y
con <30 mL/min, el diurético de asa
• La terapia dual ideal está basda en la combinación de un antagonista de
receptores de angiotensina y un calcio antagonista no dihidropiridínico
• La terapia triple está indicada en presencia de hipertensión arterial de
difícil control o refractaria y consistirá en un antagonista de receptores de
angiotensina, un calcio antagonista y un diurético
• El calcioantagoista es la segunda clase farmacológica de elección,
prefiera el calcioantagonista en el sujeto con un componente metabólico
y el diurético tiazídico en el que no exista; mientras que en presencia de
diabetes las dos clases farmacológicas pueden emplearse
• Cuando se tome la decisión de prescribir un diurético, elija el que
fisiológicamente convenga más al paciente y el mejor indicado para la
patología a tratar, considere además los efectos secundarios y su potencia
• El uso de clortalidona se asocia a la mayor frecuencia de descontrol
metabólico (hiperglucemia, hipercolesterolemia e incremento de peso),
así como a la pérdida de magnesio en orina, lo cual está relacionado con
la aparición de diabetes mellitus
• Evitar la combinación basada en un diurético más un β bloqueador, lo
cual incrementa la frecuencia de trastornos metabólicos e hiperglucemia.
• La combinación de dos fármacos que bloquean el sistema renina-
angiotensina- aldosterona potencializa el riesgo de desarrollar
hospitalización por insuficiencia cardiaca, muerte súbita, arritmias e
hiperpotasemia, además de no demostrar mayor renoprotección ni mayor
reducción de las cifras de presión arterial en compadación con la
monoterapia. El uso se justifica en nefropatías que cursan con proteinuria
en grandes cantidades (glomerulonefritis mebranosa, focal y segmentaria,
síndrome nefrótico idiopático del adulto)
• El empleo de diuréticos antialdosterónicos tiene el mayor beneficio en
presencia de hipertensión arterial e insuficiencia cardiaca, está indicado
en presencia de TFG >30 mL/min, requiere especial vigilancia del
potasio sérico
• En el manejo de la hipertensión arterial de difícil control o refractaria, la
espironolactona ha demostrado beneficio al reducir hasta 6 mm Hg más,
las cifras de presión diastólica y 9 mm Hg la sistólica
• Ajuste la dosis del antihipertensivo seleccionado, según sea la clase
terapéutica y la tasa de filtrado glomerular existente (cuadro 3-2) 
Cuadro 3-2. Fármacos antihipertensivos, ajuste de dosis según la tasa de filtración glomerular
Clase de antihipertensivo Sustancia TFG (mL/min) Ajuste de la dosis
β bloqueadores Metoprolol
Esmolol
Pindolol
Carvelidol
No requieren ajuste
Acebutolol
 
25-49
<45
Reducir 50%
Reducir 75%
Bisoprolol <40 2.5 mg c/24 h
Nadolol
 
 
31 a 40
10 a 30
<30
50% de la dosis o c/24 a 36 h
50% de la dosis o c/24 a 48 h
25% de la dosis o c/ 40 a 60 h
Atenolol
 
15 a 35
<15
Suministrar 50 mg/día
Suministrar 50 mg c/48 h
Agonistas de acción central Metildopa
 
 
>50
10 a 50
<10
Suministro c/8 h
Suministro cada 8 a 12 h
Suministro cada 12 a 24 hrs
Clonidina <10 Reducir 50 a 75%
Inhibidores de angiotensina Losartán
Telmisartán
Irbesartán
Candesartán
Olmesartán
Valsartán
Azilsartán
No precisan ajuste de la dosis. El suministro deberá ser precavido con
TFG <25 mL/min por el riesgo de hipercalemia
Inhibidores α Prasozina
Daxosazina
Terasozina
No precisan ajuste de la dosis. Se recomienda incrementar poco a
poco la dosis debido al riesgo de hipotensión ortostática
Diuréticos Bumetanida No precisan ajuste de la dosis
Furosemida No precisan ajuste de la dosis
Torasemida No precisan ajuste de la dosis
Metolazona No precisan ajuste de la dosis
Tiazidas No precisan ajuste de la dosis
Espironolactona
 
>30
<30
Sin ajuste
Evitar el uso
Eplerenona
 
>30
<30
Sin ajuste
Evitar el uso
Nifedipino
Amlodipino
Felodipino
Nisoldipino
Nicardipino
Diltiazem
No precisan ajuste de la dosis
Verapamilo <10 Reducir 50 a 75%
Inhibidores de enzima
conversora de angiotensina
TFG (ml/min) <10 10 a 50 >50
Benazepril 25-50% 75% 100%
Captopril 50% 75% 100%
Enalapril 50% 75% 100%
Fosinopril 50% 100% 100%
Lisinopril 25-50% 50-75% 100%
Ramipril 25-50% 50-75% 100%
 
 
• El efecto antiproteinúrico del ARA es directamente proporcional a la
dosis, lo ha demostrado losartán 100 mg/día, olmesartán 40 mg/día,
candesartán 64 mg/día, irbesartán 900 mg/día y valsartán 320 mg/día. De
manera inversa con los inhibidores de la enzima convertidora de la
angiotensina (IECA), donde el mayor efecto antiproteinúrico se obtiene
con dosis mínimas (captopril 12.5 mg/día, enalapril 5 mg/día, lisinopril 5
mg/día, ramipril 2.5 a 5 mg/día)
• El uso de vasoconstrictores nasales (nafazolina, felilefrina,
oximetazolina) por suministro oral o nasal pueden generar incremento de
la presión arterial
 
Objetivo del tratamiento hipertensivo en presencia de diabetes o
enfermedad renal crónica está enfocado a reducir:
 
• Cifras de presión arterial
• Progresión de la enfermedad renal
• Riesgo cardiovascular
 
Amilorida
 
30 a 50
<30
Reducir 50%
Evitar el uso
Triamtereno
 
>30
<30
Sin ajuste
Evitar el uso
Espironolactona
 
>30
<30
Sin ajuste
Evitar el uso
Eplerenona
 
>30
<30
Sin ajuste
Evitar el uso
Nifedipino
Amlodipino
Felodipino
Nisoldipino
Nicardipino
Diltiazem
No precisan ajuste de la dosis
Verapamilo <10 Reducir 50 a 75%
Inhibidores de enzima
conversora de angiotensina
TFG (ml/min) <10 10 a 50 >50
Benazepril 25-50% 75% 100%
Captopril 50% 75% 100%
Enalapril 50% 75% 100%
Fosinopril 50% 100% 100%
Lisinopril 25-50% 50-75% 100%
Ramipril 25-50% 50-75% 100%
 
 
• El efecto antiproteinúrico del ARA es directamente proporcional a la
dosis, lo ha demostrado losartán 100 mg/día, olmesartán 40 mg/día,
candesartán 64 mg/día, irbesartán 900 mg/día y valsartán 320 mg/día. De
manera inversa con los inhibidores de la enzima convertidora de la
angiotensina (IECA),

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