Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
tes, no producen (que sepamos) efectos dañinos en los tejidos vivos. El cuerpo se sondea con pulsos de ondas sonoras que causan ecos al reflejarse y disper- sarse por los tejidos corporales y un or- denador analiza esos ecos para elaborar las imágenes visuales de los órganos corporales de interés. Gracias a su ino- cuidad, la ecografía es la técnica de ob- tención de imágenes de elección en gi- necología, por ejemplo, para determinar la edad y posición fetales y la colocación de la placenta. Puesto que las ondas sonoras tienen una potencia de penetración muy baja y se dispersan con rapidez en el aire, la ecografía apenas tiene valor para visuali- zar las estructuras llenas de aire (como los pulmones) o las que están rodeadas de hueso, como pueden ser el cerebro y la médula espinal. Otra técnica que depende de la radia- ción no ionizante es la obtención de imá- genes mediante resonancia magnética (MRI), que utiliza campos magnéticos hasta 60.000 veces más fuertes que el de la tierra para obtener información so- bre los tejidos del cuerpo. El paciente permanece tendido en una sala dentro de un gran imán donde las moléculas de hidrógeno giran como peonzas en el campo magnético y su energía se ve multiplicada por las ondas de radio. Cuando las ondas de radio se apagan, la energía se libera y se traduce en una imagen visual en el ordenador. La MRI es muy popular porque ofrece muchas posibilidades que se encuentran fuera del alcance de la CT: puesto que las estructuras densas no se muestran en las MRI, los huesos del cráneo o de la co- lumna vertebral no impiden la visión de te- jidos blandos como el cerebro y resulta es- pecialmente útil para la detección de enfermedades degenerativas de diferen- tes tipos. Las placas de esclerosis múlti- ple, por ejemplo, no aparecen claras en las CT, pero sí lo hacen muy bien en las MRI. Los estudios mediante MRI también se utilizan para investigar el desarrollo cere- bral y los cambios en el comportamiento con el crecimiento o la experiencia. Una variación más reciente de la RM se denomina espectroscopia mediante resonancia magnética (MRS), que ela- bora un mapa de la distribución de ele- mentos diferentes al hidrógeno para des- velar más información sobre los cambios en la química corporal derivados de la en- fermedad. En 1992, la tecnología de MRI dio un gran paso hacia delante con el de- sarrollo de la MRI funcional, que permite el seguimiento del flujo sanguíneo en el cerebro en tiempo real. Hasta entonces, la correspondencia de los pensamientos, acciones y las enfermedades con la ac- tividad cerebral había sido dominio ex- clusivo de la PET, pero, ya que la MRI funcional no necesita inyecciones de ele- mentos rastreadores, ofrece una alterna- tiva quizá más deseable. A pesar de sus ventajas, los potentes imanes de la MRI presentan algunos problemas espinosos: por ejemplo, pueden “absorber” objetos de metal, como marcapasos y empastes sueltos, por el cuerpo. Además, no hay ninguna prueba convincente de que tales campos magnéticos estén exentos de riesgo. Como puede apreciarse, la ciencia mé- dica moderna dispone de gran número de herramientas notables. La CT y la PET se utilizan en un 25 por ciento de todas las imágenes; la ecografía, gracias a su ino- cuidad y a su bajo coste, es la nueva téc- nica más extendida y las radiografías tra- dicionales continúan siendo el caballo de tiro de las técnicas de obtención de imá- genes diagnósticas, pues constituyen más de la mitad de las imágenes obteni- das en la actualidad. Estrechamiento de la arteria (b) Arteria que alimenta al corazón (a) Dos métodos diferentes para iluminar el cuerpo. (a) Imagen TC que muestra un tumor cerebral (el área ovalada en la parte derecha del cerebro). (b) Imagen de las arterias que proporcionan sangre al corazón obtenida mediante ASD. 9
Compartir