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Capítulo 6

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Capítulo 6: Respuestas de acción
Respuestas de escucha: Implican responder al mensaje del cliente desde su punto de vista o marco de referencia. Influyen indirectamente sobre el cliente.
Respuestas de acción: 
· Respuestas que incluyen percepciones y datos generados por el terapeuta. 
· Son más activas que pasivas y reflejan un estilo más directivo del terapeuta y menos centrado en el cliente. 
· Ejercen una influencia más directa sobre el cliente. 
· Se basan tanto en las hipótesis y percepciones del terapeuta como en los mensajes y conducta del cliente. 
· El propósito fundamental es ayudar a los clientes a ver la necesidad de cambio y acción a través de un marco de referencia más objetivo.
· Reflejan la comprensión que tiene el terapeuta sobre el cliente.
Temporalización: Es el momento en que se introducen las respuestas de acción en la entrevista, es la parte más difícil del uso de las mismas. 
Cuatro Respuestas de acción (prueba, confrontación, interpretación, información):
Pruebas (o preguntas): Es una pregunta o cuestión, abierta o cerrada. Su efectividad depende del tipo de pregunta y de la frecuencia de su uso. Tienen la capacidad de establecer un patrón de intercambio interpersonal deseable o indeseable dependiendo de la destreza del terapeuta. No se debería plantear ninguna pregunta sin un propósito determinado.
	Pruebas abiertas y cerradas: La mayoría de las preguntas efectivas están formuladas de modo abierto, empezando con palabras como qué, cómo, cuándo, dónde o quién. Las preguntas abiertas producirán una pregunta bastante específica del cliente, proporcionando información importante sobre el problema. 
Las preguntas que empiezan con Qué tienden a solicitar hechos e información, con Cómo se asocian con secuencias y procesos o emociones, y con Por Qué proporcionan razones e intelectualización. Cuándo y Dónde solicitan información sobre el tiempo y el lugar y Quién se asocia con información sobre las personas.
Las pruebas abiertas cumplen diferentes propósitos en diferentes situaciones terapéuticas:
1- Al inicio de una entrevista (¿sobre qué te gustaría hablar hoy?)
2- Para animar al cliente a aportar más información (¿Qué más podrías decirme sobre esto?)
3- Obtener ejemplos de conductas pensamientos o sentimientos particulares (¿Qué vas a hacer en esta situación? ¿Cómo te sientes con respecto a esto?)
4- Generar en el cliente la obligación de comunicarse invitándole a hablar y guiándole hacia una interacción centrada.
Las preguntas cerradas:
1- Para limitar el tema que se comenta (¿Hay algún caso de depresión en tu familia?)
2- Para obtener información específica (¿Vive tu hija aun en casa?)
3- Para identificar los parámetros de un problema o cuestión (¿has notado que algo empeora la depresión?)
4- Para interrumpir al cliente hablador (¿Podrías centrarte ahora en el tema de … que has mencionado antes?
Consejos para las preguntas: 
1- Formule preguntas que se centren en los problemas del cliente en vez de la curiosidad o necesidad de cercanía del terapeuta.
2- Después de una pregunta de una pausa para que pueda responder.
3- Formular solo una pregunta por vez, no preguntas dobles.
4- Evitar preguntas acusadoras o antagonistas. Preguntar “Qué” en vez “Por Qué”
5- No llenar de preguntas. No preguntar cosas que el terapeuta puede responder por el cliente.
4 fases en la formulación de pruebas efectivas (estrategia de aprendizaje cognitivo):
1- ¿Cuál es el propósito de mi prueba, es terapéuticamente útil?
2- ¿Puedo anticipar la respuesta del cliente?
3- Conociendo el propósito ¿Cómo puedo formular mi prueba para que sea más efectiva?
4- ¿Cómo puedo saber si mi prueba es efectiva?
Confrontación: Respuesta verbal mediante la cual el terapeuta describe las posibles discrepancias, conflictos y mensajes mixtos de los sentimientos, pensamientos o acciones del cliente. Es un instrumento para centrar la atención del cliente en algunos aspectos de su conducta. 
Cumple multitud de propósitos. Uno de ellos consiste en ayudar al cliente a explorar otras formas de autopercepción. Otro objetivo es ayudar al cliente a ser más consciente de las discrepancias o incongruencias en los pensamientos, sentimientos y acciones. 
Al describir la discrepancia, a menudo es conveniente utilizar una confrontación que presenta o conecta ambas partes de la discrepancia.
	Reglas básicas para la confrontación: Ser consistente de los motivos para aplicar la confrontación. No es un ataque hacia el cliente y no debe usarse para ventilar o eliminar su frustración hacia el cliente. Es un medio para ofrecer feedback constructivo que sea positivo en el contexto y la intención, y no rechaza al cliente ni es crítico. Pensar en la incongruencia en vez de la persona como origen del problema. 
Antes de confrontar es importante establecer el rapport y la confianza. La confrontación no debería introducirse salvo que el terapeuta quiera mantener o incrementar su implicación en la relación. Mientras más fuerte sea la relación más receptivo puede ser el cliente a la confrontación. Dar tiempo al cliente después de la confrontación, por esto, evitarlas al final de la sesión.
	Reacciones del cliente: Un terapeuta puede esperar 4 tipos de reacciones del cliente ante la confrontación: Negación, confusión, aceptación falsa y aceptación genuina.
· Negación: Puede indicar que el cliente no está totalmente preparado o su actitud no es suficientemente tolerante para encarar la discrepancia o conducta distorsionada. Algunas formas de negación de la confrontación: Desacreditar al terapeuta, persuadir al terapeuta de que su punto de vista es erróneo o una malinterpretación, quitar importancia al tema, buscar apoyo de otra gente cualquiera, aceptar el reto pero no actuar en esa dirección.
· Confusión: Puede ser indicativo de que el planteamiento de la confrontación no ha sido conciso o especifico. En otras ocasiones el cliente puede utilizar la confusión como pantalla de humo para evitar el manejo de la confrontación.
· Aceptación falsa: Reconoce la confrontación solo para que el terapeuta deje de insistir. No actúa con la comprensión.
· Aceptación genuina: Responde con un deseo sincero de examinar la conducta.
Fases de la confrontación:
1- Observar al cliente atentamente para identificar el tipo de discrepancia o mensaje mixto.
2- Sintetice los diferentes elementos de la discrepancia.
3- Asegúrese de incluir en su síntesis palabras que reflejan la selección de términos sensoriales o predicados del cliente para que la confrontación se acompase con la experiencia del cliente.
4- Evaluar la efectividad de la confrontación.
Interpretación: Destreza que conlleva entender y comunicar el significado de los mensajes del cliente. Al formular una interpretación se proporciona al cliente una perspectiva diferente de sí mismo u otra explicación a sus actitudes. Implica presentar una hipótesis sobre las relaciones o significados existentes entre sus conductas. Conduce a la introspección, que es la llave de acceso a la mejora del bienestar psicológico y un precursor al cambio de conducta.
Definimos la interpretación como una afirmación del terapeuta que asocia o establece relaciones causales entre varias conductas, sucesos o ideas del cliente o presenta una posible explicación de la conducta del cliente. Difiere de la respuesta de escucha en que maneja la parte implícita del mensaje, la parte que el cliente no verbaliza.
Las interpretaciones efectivas pueden contribuir a desarrollar una relación terapéutica positiva reforzando la autoapertura del cliente, potenciando la credibilidad del terapeuta. También pueden motivar al cliente a recolocar las conductas inefectivas por otras más funcionales. 
Los terapeutas de la Gestalt consideran la interpretación como un error terapéutico porque reduce la responsabilidad del cliente.
	Tres parámetros que afectan al contenido y formulación de una interpretación apropiada:
1- Profundidad: Es el grado de discrepancia entre la perspectiva expresada por el terapeuta y las opiniones del cliente. Las interpretacionescon discrepancia elevada (muy profunda) tienden a ser rechazadas por el cliente.
2- Centro de atención o dirección de la interpretación: Las interpretaciones centradas en las causas que puede controlar el cliente son más efectivas. Centrarse en causas controlables es especialmente útil con clientes que presentan un locus de control interno.
3- Connotación: Cuando el terapeuta clasifica la conducta del cliente de forma positiva o negativa (“Esto me equivale al comportamiento de un niño pequeño” es un ejemplo de connotación negativa). La connotación positiva parece promover un cambio más firme.
Reacciones del cliente a las interpretaciones: Si la interpretación se encuentra con conductas defensivas o de hostilidad, puede ser mejor abandonar ese aspecto y retomarlo posteriormente. La repetición es un concepto importante para el uso de las interpretaciones. Puede ser necesario repetir en momentos apropiados, de diferentes formas y con pruebas adicionales. Otra forma de manejar la resistencia es usar metáforas, es decir, relatar una parábola, historia o mito.
Reglas básicas: Ser cauteloso con la temporalización. Hacerlo cuando el cliente esté preparado, normalmente después de varias sesiones. Es más útil en la fase inicial o media de la entrevista para luego poder trabajar la reacción del cliente. Otra regla básica es asegurarse que la interpretación esté basada en los mensajes emitidos por el cliente y no en los sesgos y valores proyectados en el cliente. Una tercera regla es hacer las interpretaciones de forma sugerente en vez de forma absoluta.
Informar: Transmisión verbal de datos o hechos sobre experiencias, sucesos, alternativas o personas. El acto informativo cumple cuatro funciones. En primer lugar, es necesaria cuando el cliente desconoce sus opciones. Proporcionarle información es una forma de ayudar al cliente a identificar las posibles alternativas. Es también útil cuando el cliente no es consciente de los resultados de una decisión o plan de acción determinado. En tercer lugar, puede ser conveniente para corregir datos no fiables o no válidos para deshacer un mito. La última función es ayudar a los clientes a examinar los problemas que han estado evitando satisfactoriamente (por ejemplo, una persona que no ha estado bien físicamente puede ser animado para que se diagnostique)
	Diferencias entre informar y aconsejar: Al dar un consejo, una persona recomienda o prescribe una solución o curso de acción. La información adecuada y efectiva se presenta como algo que el cliente “podría” considerar o hacer pero no lo que debería hacer.
	Reglas básicas para la proporción de información: Es apropiado cuando la necesidad de información está directamente relacionada con los problemas o fines. Tener en cuenta tres reglas fundamentales: Cuando informar, que información se requiere y como informar. Además, la información debería presentarse con objetividad y evitando la jerga en las explicaciones.
	Fases de información: 
1- Evalué de que información carece el cliente con respecto al problema.
2- Compruebe las partes más importantes que va a incluir en su presentación.
3- Decida como secuenciar la información para facilitar la retención y comprensión.
4- Considere la forma de presentar la información para que el cliente pueda entenderla.
5- Evalué el impacto emocional.
6- Determine si su acción informativa ha sido efectiva.

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