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Tejido conectivo denso El tejido conectivo denso, también denominado te- jido denso fibroso o tejido conectivo fibroso, tiene fibras de colágeno como principal elemento de su ma- triz (Figura 3.19d). Apretados entre las fibras de colá- geno se hallan filas de fibroblastos (células que fabrican fibra) que elaboran los componentes básicos de las fi- bras. El tejido conectivo denso forma estructuras resis- tentes con aspecto de cuerda como los tendones y los ligamentos. Los tendones unen los músculos esqueléti- cos a los huesos; los ligamentos conectan huesos con huesos en las articulaciones. Los ligamentos tienen ma- yor capacidad de alargamiento y contienen mayor can- tidad de fibras elásticas que los tendones. El tejido co- nectivo denso también forma las capas inferiores de la piel (la dermis), donde se dispone en láminas. Tejido conectivo laxo En términos relativos, los tejidos conectivos laxos son más suaves y tienen más células y menos fibras que cualquier otro tipo de tejido conectivo a excepción de la sangre. Tejido areolar El tejido areolar, la variedad de tejido conectivo más ampliamente distribuida por todo el cuerpo, es un tejido suave, flexible y parecido a las te- las de araña que acolcha y protege los órganos corpo- rales envolviéndolos (Figura 3.19e). Actúa como un te- jido de recubrimiento universal y como un tejido conectivo que actúa como “pegamento”, ya que ayuda a mantener unidos los órganos internos y en sus posi- ciones adecuadas. Una capa suave de tejido conectivo areolar llamado lámina propria está por debajo de to- das las membranas mucosas. Su matriz líquida contiene fibras de todo tipo, que forman una red laxa. De hecho, cuando se observa con un microscopio, la mayor parte de la matriz parece ser un espacio vacío, lo que explica el nombre de este tipo de tejido (areola = pequeño espacio abierto). Dada su naturaleza laxa y fluida, el tejido conec- tivo areolar proporciona una reserva de agua y sales a los líquidos que le rodean, y esencialmente todas las células del organismo obtienen sus nutrientes de ese “líquido de tejido”, así como le depositan sus residuos. Cuando una zona del cuerpo está inflamada, el tejido areolar de la zona absorbe el exceso de líquido como una esponja y adquiere un aspecto hinchado, un estado denominado edema. Muchos tipos de fagocitos se mueven por este te- jido, en busca de bacterias, células muertas y otros restos, que destruyen. Tejido adiposo Al tejido adiposo se le conoce normal- mente como grasa. Básicamente se trata de un tejido areolar en el que predominan las células adiposas (Fi- gura 3.19f). Una brillante gotita de aceite ocupa la ma- yor parte del volumen de una célula adiposa y com- prime su núcleo, desplazándolo a un lado. Ya que la zona que contiene el aceite parece vacía y el fino aro de citoplasma en el que sobresale el núcleo se parece a un anillo con un sello, a las células adiposas se les llama a veces células en anillo de sello. El tejido adiposo forma el tejido subcutáneo bajo la piel, donde aísla al cuerpo y le protege de los golpes y del calor y frío extremos. El tejido adiposo también pro- tege individualmente algunos órganos (los riñones están rodeados por una cápsula de grasa, y el tejido adiposo Capítulo 3: Células y tejidos 97 3 Microfotografía: cultivo de sangre humana (1300x). Neutrófilo (glóbulo blanco) Glóbulos rojos Monocito (glóbulo blanco) (h) Diagrama: sangre Glóbulo blanco Glóbulos rojos Células sanguíneas en un capilar F I G U R A 3 . 1 9 (continuación)
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