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Mucosa Submucosa Grupos de músculos cardiacos Capa circular de un músculo liso (vista longitudinal de las células) Capa longitudinal de un músculo liso (vista trasversal de las células) (a) (b) F I G U R A 6 . 2 Disposición de las células musculares cardiacas y lisas. (a) Diagrama de una sección trasversal del intestino. (b) Vista longitudinal del corazón. Muestra la disposición en espiral de las células musculares cardiacas en sus paredes. Como se describe en el Capítulo 3, las células musculares lisas tienen forma de huso, son mononu- cleares y están rodeadas por un frágil endomisio (véa- se también la Tabla 6.1 en la pág. 184). Se disponen en capas que en la mayoría de los casos son dos: una en sentido circular y otra en sentido longitudinal, como se muestra en la Figura 6.2a. A medida que las capas se contraen y se relajan de forma alternativa, modifican el tamaño y la forma del órgano. Mover la comida a través del tracto digestivo y vaciar el intes- tino y la vejiga son ejemplos típicos de actividades que realizan los músculos lisos. La contracción de los músculos lisos es lenta y sostenida. Si los músculos es- queléticos son como un veloz coche de carreras que se queda rápido sin gasolina, los músculos lisos son como un motor de alto rendimiento que funciona sin descanso. El músculo cardiaco El músculo cardiaco se encuentra sólo en un lugar del cuerpo: el corazón, donde constituye la mayor parte de las paredes éste. El corazón actúa como una bomba que impulsa la sangre por los vasos sanguíneos a todos los tejidos del cuerpo. El músculo cardiaco es como los es- queléticos, en el sentido de que tiene estriaciones, y como los lisos, en el sentido de que es involuntario y no se puede controlar de forma consciente. Algunas pala- bras clave para recordar este tipo de músculo son: car- diaco, estriado e involuntario. Las fibras cardiacas están protegidas por pequeñas cantidades de tejidos conectivos blandos, disponen en espiral o en grupos de ocho, como se muestra en la Figura 6.2b. Cuando el corazón se contrae, sus cáma- ras internas se vuelven más pequeñas, e impulsan la sangre hacia las grandes arterias que salen del cora- zón. Hay que recordar que las fibras del músculo car- diaco son células ramificadas que se unen mediante juntas especiales denominadas discos intercalados (véase la Figura 3.20 en la pág. 99). Estas dos caracte- rísticas estructurales y la disposición en espiral de los grupos de músculos del corazón permiten que la acti- vidad cardiaca esté altamente coordinada. Los múscu- los cardiacos a menudo se contraen a un ritmo conti- nuo fijado por el pacificador “interno” del corazón, pero el corazón también puede verse estimulado por el sistema nervioso para cambiar a “la marcha más alta” durante pequeños periodos, como cuando corre- mos para coger el autobús. Como puedes observar, cada uno de los tres tipos de músculos presenta una estructura y una función apropiada para su labor en el organismo. No obstante, dado que el término sistema muscular se aplica especí- ficamente a los músculos esqueléticos, en este capítulo nos centraremos en este tipo de músculos. 186 Anatomía y Fisiología Humana 6
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