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Una función de la educación promueva la inserción de la gente en el mercado para que se suscite un mayor acceso al empleo. Eso es dable, pero su función histórica es más que eso. Democratizar el mercado quiere decir que los bienes relativos al conocimiento aumenten en proporción a la tasa de incremento respecto a los relativos al placer inmediatista, lo que comúnmente se denomina consumismo. El aumento de este tipo de demanda es posible promoviendo una mejora sustantiva, con relación, por ejemplo, a la actual argentina, en la calidad y sentido de la educación. En la medida que ese, cambio de proporción entre los tipos de bienes se insinúe, la dinámica del propio mercado coadyuvará a que los intercambios entre los individuos tienda a realizarse de forma cada vez más culta. Cada uno percibirá que los intercambios mercantiles, a la vez que ponen en juego la competitividad entre los sujetos, intrínseca al mercado, deben hacerse a través de formas que requieren más formación, por la índole misma, de los bienes que se intercambian. Es claro que este efecto de cambio en los intercambios mercantiles es, en tanto los actores registren que la demanda de bienes de conocimiento constituye no actos esporádicos, sino una tendencia a incrementar su proporción respecto al conjunto de los bienes que se venden. El indicador que esa tendencia se consolida es el cambio de los precios relativos a favor de los bienes y salarios relacionados al conocimiento. Eso es una meta necesaria de lograr para apreciar la virtud inductiva de la educación sobre la configuración del mercado y subsecuentemente de éste sobre las condiciones objetivas y subjetivas de la democracia. Entonces el papel trascendente de la educación consiste en generar condiciones objetivas y subjetivas a favor de una sociedad democrática, esto es donde gradualmente las relaciones intersubjetivas se jerarquicen, es decir se realicen como lugar de intercambio de conocimiento válido. En otras palabras la generación de condiciones objetivas para que las relaciones intersubjetivas superen gradualmente su subsunción en un mismo proceso con las cosas, que es la característica espontánea de la dinámica del mercado. Esa jerarquización de las relaciones intersubjetivas, nunca efectivizada en el pasado, es dable en tanto cada uno perciba al otro como alguien socialmente válido y a las relaciones intersubjetivas, esto es las que se realizan en el espacio público, como el lugar de intercambio pertinente en relación a las condiciones de cómo evolucionar. El conocimiento como patrimonio de las relaciones intersubjetivas es el único factor que puede resultar superador histórico de las mediaciones mercantiles, que puede gradualmente diferenciar las relaciones entre los sujetos respecto a la relación con las cosas. La educación puede favorecer ese pro pósito si es capaz de generar una demanda de bienes de conocimiento de modo tal que vaya incrementando su proporción con relación a la configuración de los tipos de bienes que se producen y circulan en el mercado. Ello supone formar sujetos con formación universalista contemporánea capaz de demandar esos produc- 1 SOBRE EDUCACIÓN Narciso Benbenaste tos y también de producirlos. El objetivo de este capítulo es realizar un análisis minucioso de cómo es un modelo educativo que cumpla un papel en aras de una sociedad más democrática en las condiciones contemporáneas. En ese ínterin haremos algunas indicaciones para implementar una transición desde el estado actuar de la educación, tomando como referencia la situación argentina, pero vigente en buena parte del mundo, y solidariamente una crítica al modelo tradicional aún vigente. I. El significante "educación " Lo público, la democracia, no es una ideología anti mercado, sino las posibilidades históricas de implementar lo que no es intrínseco a la dinámica espontánea del mercado. Pero hay que precisar al respecto. La sola satisfacción de las necesidades básicas a la gente que es excluida o no puede integrarse al mercado, no hace propiamente al concepto de lo público. Constituye un aspecto humanitario cuya realización se espera por la justificación misma del concepto de sociedad. Pero bien es posible y de hecho frecuente, que gobiernos atiendan en alguna medida a las necesidades básicas de la población, pero a expensas de una exclusión del conocimiento y por tanto de las auténticas condiciones que le pueden permitir elegir y decidir con libertad sobre lo socialmente principal, es decir como sujetos políticos. Por otra parte el Estado no es automáticamente lo público. Puede ser explícitamente un resorte para favorecer sólo a la dinámica espontánea del mercado mundial, o puede también ser ámbito de la corrupción. Con frecuencia el asistencialismo no resulta un paso, sobre cuya base luego se busca hacer evolucionar a la gente. Cuando no hay ese encadenamiento, el asistencialismo es usado para legitimar o encubrir importantes focos de corrupción, a la vez que resulta una política para postrar a la gente, induciéndola a una mentalidad de crónica dependencia.1 Históricamente la forma y grado de vigencia de lo público ha ido de la mano del desarrollo de la propiedad privada, por ende su mayor amplitud se corresponde con la forma más evolucionada de la propiedad privada, esto es su forma mercantil y en particular con su alcance mundial. Sin embargo el nivel de mundialización alcanzado por el mercado aparece para varios pensadores como el cénit de la forma civil izada y subsecuentemente del desarrollo de lo público o sea de la democracia. Las posibilidades de la educación es ser motor de una evolución de la sociedad más allá de lo imprimible por la dinámica espontánea del mercado sin el riesgo de recaer en regímenes totalitarios o de un uso burocrático y corrupto del Estado, frecuente cuando se ha enarbolado ideologías anti mercado. Entonces el sentido del significante "educación" es, potencialmente, mucho más trascendente que una adecuación instrumental para reconvertir a la mayoría de los individuos a los requisitos de las demandas inmediatis- tas de esta nueva etapa del mercado. La educación es la condición sine qua non para incidir sobre su dinámica, de un modo tal, que coadyuve a favor de condiciones objetivas y subjetivas favorables a la evolución de un estilo democrático de vida, a saber que las relaciones intersubjetivas resulten cada vez más relaciones de conocimiento. Se trata de entender que la educación debe favorecer el fortalecimiento de la representación de sociedad en cada individuo, pero en un mundo de progreso sofisticado, ello es factible si las relaciones sociales se viabilizan progresivamente como relaciones de conocimiento. Lo que significa que a la par que cada uno está capacitado para incluirse instrumental- mente en las actividades laborales del mercado, evolucione en el entendimiento de los factores e implicancias del desarrollo global, para de ese modo poder intercambiar entre sí con pertinencia y sobre lo socialmente decisivo. 2 El sentido de la transformación El sentido de la educación es la relación entre el tipo de modelo educativo y la clase de sujeto y sociedad que promueve. El modelo educativo. El modelo es el conjunto de variables y su dinámica, que hacen al modo en que el sistema educativo implementa el sentido. La formación docente y otros puntos para llegar al modelo propuesto desde las condiciones actuales. Dado el estado actual de la formación, por décadas degradada, es indispensable decir en qué consiste y como efectivizar un cambio cualitativo en la formación docente acorde al modelo educativo que se promueva. Análisis del modelo educativo tradicional Se trata de reconocer las característicasy limitaciones del modelo educativo tradicional, un caso es el vigente en Argentina, pero desde los criterios que oriente el cambio que se propone. El presupuesto educativo y el PBI. El tratamiento de este punto puede desglosarse en cinco instancias: § la previsión del incremento presupuestario por aumento del PBI, § el incremento por aumento de la recaudación impositiva, § por redistribución de partidas al interior del presupuesto nacional, y del presupuesto consolidado. § incremento derivado del análisis con vistas a una mayor racionalidad del uso del presupuesto educativo. En todos pero en particular en este punto hay una responsabilidad de los gremios docentes. § La incidencia sobre el PBI que puede tener la calidad de la transformación educativa; un punto más sutil es inteligir la relación de una transformación educativa sobre el PBI a la vez que sobre la Democracia, en el sentido ya señalado. Este punto 5 viene a ser una de las especificaciones del punto 1. La función de las Instituciones: la institución educativa Las instituciones tienen una función his- tórico-antropológica básica, garantizar las relaciones intersubjetivas, esto es no dejarla libradas a la pura espontaneidad2 Sirven para morigerar los aspectos más impulsivos o egoístas en general. Dado que el ser humano sólo puede desarrollarse -incluida su maduración- y existir entre los otros, la virtud es, ante todo, garantizar las condiciones para la existencia y desarrollo de la intersubjetividad, que en términos macrosociales equivale al concepto de lo público. Específicamente, el núcleo de toda institución, es una forma de regular las relaciones de Poder3. La vida pública no es la vida espontánea; lo público existe en la medida de las instituciones, es decir de normas para garantizar o desarrollar condiciones más allá de las posibilidades espontáneas de las relaciones entre los individuos4. Puede reconocerse a la magia como una primera cuasi-institución; allí el carácter normativo se hallaba poco diferenciado del ejercicio mismo de los ritos. Más tarde, en su forma politeísta y sobretodo en la monoteísta, las religiones conforman ya auténticas instituciones. Las representaciones trascendentales pasan a regular las subjetividades más allá del momento de los ritos, que a su vez dan lugar a grandes procesos administrativos manejados por una organización burocrática. La institución jurídica laica en occidente empieza a cobrar un carácter diferenciado en el Derecho Romano, pero ese status adquiere solidez con el advenimiento de los Estados modernos. Es recién en el siglo XIX cuando la educación se instala como institución, es decir como sistema normado y que tiende a genera- 3 tizarse a toda la población. Mientras la religión y lo jurídico sancionan - de manera divina o terrenal- a quienes manifiestan conductas transgresoras a lo prescrito, la educación aparece como la primer institución histórica destinada a promover el desarrollo del sujeto. Es cierto que esa priorización de la función de mejorar al individuo está relacionado con el cometido de tomarlo sujeto de un cierto orden social vigente. Es la sofisticación de la soledad moderna la que necesita de un sub sistema especializado para construir al tipo de sujeto requerido para proseguir con un desarrollo que a la vez constituye su reproducción estructural. Pero, sin merma de esa funcionalidad para el orden social vigente, en la educación se puede plasmar lo históricamente construido y con ello condiciones que no se ajustan estrictamente a los requisitos de la reproducción de la estructura social. Así desde el conocimiento históricamente construido, pueden tematizarse las cuestiones que hacen a una reflexión misma sobre la sociedad y la perspectiva del futuro próximo de la especie, Así, potencialmente, la transformación del modelo educativo no sólo puede ser para una adecuación absoluta al estado de la sociedad tal cual se encuentra, sino un factor muy idóneo para promover su evolución. Un factor de suma importancia para la factibilidad del papel de la educación como motor de un tipo de evolución social, se debe a la extensión de la población que abarca, la cantidad de años que involucra al individuo y la plasticidad de la personalidad propia del espectro etario comprometido en el sistema educativo. En el lapso que hace a la educación obligatoria -hoy 10 años, pero para una importante parte de la población, es más-, el individuo se halla entre, por una parte la etapa de absoluta dependencia familiar y, por otra, la premura condicionante de la vida laboral. Las opciones para la transformación educativa Decantando variantes, respecto al sentido, hay en verdad dos grandes alternativas: § Una modernización hacia una capacitación instrumental, § Un modelo para una formación universalista contemporánea. Modernización hacia la capacitación instrumental La primera opción es la modernización que aun utilizando el significante 'educación' va en rigor, dirigida hacia una mera 'capacitación', que históricamente hoy significa saberes instrumentales al servicio de las demandas in- mediatistas del mercado. En particular desde su comienzo mundia- lizante promovido por la revolución industrial de fines del siglo XVIII y acentuada espectacularmente en las últimas tres décadas, el mercado ha sido motor de la actividad productiva y subsidiariamente de la actividad racional de un modo inédito en la historia. Solidariamente el mercado moderno ha sido un sustrato decisivo para el surgimiento de las condiciones político-jurídicas que dieron lugar a la generalización de los regímenes democráticos. Sin embargo el desarrollo del mercado contemporáneo lo ha llevado a acentuar su carácter mundial, tomándolo, de hecho, casi omnímodo como regulador social relativi- zando fuertemente el carácter de los Estados nacionales, que otrora coadyuvara a generar. Se abre entonces un interrogante sobre la autonomía y eficacia de las instituciones democráticas - algunas de las cuales todavía emergentes y sin consolidar en los ámbitos nacionales. Esta inquietud es aún más legítima si se constata la ausencia de instituciones democráticas eficaces que acompañen a la globalización de hecho e irreversible del mercado. Los sistemas educativos tienden hoy a modificarse, pero justamente más que nada, en 4 aras de adaptarse a esa dinámica del mercado mundial; con el agregado que en los países de menor desarrollo ello ocurre para adecuarse casi enteramente al sector servicios, esto es a una demanda con poca exigencia de conocimiento científico, donde la inclusión de tecnología es predominantemente en forma de aplicaciones o adaptaciones5. La dinámica del mercado mundial induce a que los cambios en los sistemas educativos tengan entonces más que ver con una disposición a capacitar (tal como antes la hemos definido) que hacia una formación de su jetos científicos y tecnólogos6. Un modelo hacia una formación universalista contemporánea La otra alternativa para transformar la educación, es generar un nuevo modelo, cuyo objetivo es un educando con formación universalista contemporánea capaz de incluirse, pero también incidir en el mercado a través del tipo de bienes que puede producir. Significa atender a una capacitación: instrumental pero como aspecto de un desarrollo más integral del educando, que puede denominarse sujeto del conocimiento contemporáneo. Este modelo debe servir para responder a las demandas inmediatistas pero también prever las tendencias a mediano plazo del mercado a la vez que proveer una actitud emprendedora y no sólo para buscar trabajo. Esto último a tenor que la categoría empleo comienza a relativizarse en el proceso productivo y subsecuentemente como medio parauna inserción en la vida social. Ese tipo de formación debe ser tal que a la vez el egresado pueda ser capaz de entender una sociedad sofisticada y globalizada, requisito de un sujeto democrático contemporáneo. Desglosando lo enunciado, se trata de un modelo educativo que, cualquiera sea los saberes instrumentales adecuados a los distintos niveles demandados por el mercado, cada graduado posea una formación básica: § para entender básicamente la ciencia y tecnología contemporánea, así como las cuestiones sociales y antropológicas que implican (por ejemplo la automatización del trabajo de la tecnología computational o las tecnologías reproductivas en relación al concepto de reproducción y relaciones pa- rentales), § actitud de emprender para generar posibilidades de producción, . § sobre las características del desarrollo, como desarrollo del mercado y las implicancias para una sociedad democrática. Justificación de un cambio y propuesta de modelo educativo En primer lugar analizaremos algunos de los rasgos del modelo educativo hasta ahora vigente en Argentina - y gran parte del mundo occidental -, justificando por qué en sus linea- mientos principales, se ha correspondido con los de la organización laboral taylorista- fordista. Luego expondremos, sinópticamente, las características y dinámica de la propuesta de un modelo educativo cualitativamente distinto, esto para la generación de un sujeto con formación universalista contemporánea. Modelo tradicional (Taylorista-Fordista) El sistema de educativo tradicional, que desde hace décadas está vigente en Argentina y con variantes en casi todo el mundo occidental, es, en sus lineamentos más decisivos, un símil al modelo Taylorista-Fordista de organización laboral. Sus principales características son: Los temas. Los termas se presentan de manera taylorista; los temas, y puntos dentro de cada tema, se presentan sin conexiones lógicas ni epistémicas (esto es que no se ubica al punto 5 temático según las categorías y cuestiones que permitirían inteligirlo como un momento del desarrollo del conocimiento a la vez que parte de su mapa contemporáneo). Dado que los puntos, lo que en el léxico educativo se denomina 'contenidos', son estudiados como algo en sí, sólo pueden ser aprehendidos, vale decir aprendizaje por condicionamiento o bien directamente memorístico. De una manera más analítica la expresión 'contenidos', conlleva la segmentación entre lo verbal y lo conceptual, Esto quiere decir que los puntos temáticos no son explicados, por ende no son asimilados conceptualmente. Se aprenden términos, lo verbal no aparece como aspecto de un desarrollo conceptual, hay un aprendizaje verbalista, esto es una forma de aprehender términos como entes. La disociación entre lo verbal y lo conceptual degrada lo verbal, esto es lo verbal queda cosificado7: Esa disociación entre lo verbal y la experiencia conceptual se agudiza porque los temas también se presentan sin sentido. Esto es qué los distintos temas no aparecen como especificaciones de las grandes cuestiones que hacen a las condiciones sociales de existencia contemporánea o de la condición humana y su perspectiva. Sobreimpreso a esa modalidad taylorista, los puntos temáticos son dictados de manera fordista. Se imparten a un mismo tiempo para todos (una división por ejemplo). La institución educativa - tanto por la formación del docente como por el tipo de modelo - no concibe ni puede tomar en cuenta la singularidad psíquica de cada educando como parte del proceso de su formación. Cabe decir que en el imaginario de los docentes, autoridades y público general, concebir un modelo educativo que atienda la singularidad psíquica del educando es más caro y muy poco factible. Este imaginario por una parte, abreva en la dificultad de representarse la modificación integral del modelo y en particular de la transformación necesaria en la formación cualitativamente superior del docente; por otra, en un temor a abandonar las pautas tradicionales que, aunque insatisfactorias, producen una referencia estable, evitando la ansiedad de un cambio o posible vacío por no sentirse con la disposición vomitiva para encarar la magnitud de la tarea. Este último punto es más intenso para los docentes en la Argentina actual, por haber sido objeto de frecuentes experiencias de cambios sin sentido. Pensar en una transformación decisiva también se dificulta en razón del panorama diario de los últimos años en Argentina, ya que el docente se enfrenta a niños y adolescentes que mucho más que a formarse como sujetos del conocimiento van, o los envían, a "comer" y a que se los "contengan" afectivamente. El punto es que, debido a estos factores, después de varios años en esa situación, los docentes han socavado su voluntad para conseguir una formación y ser parte de una transformación social en la que el conocimiento sea decisivo. La evaluación. La forma de evaluación propia de este modelo taylorista-fordista, sobretodo en su vigencia en el país durante las últimas décadas, es solidaria de un tipo de estudio del alumno que, al menos, se sostiene en dos tipos de rasgos: § lo estudiado sirve sólo para un cierto momento, § y de modo desresponsabilizante, pues no se válida objetivamente. El primer rasgo denota que la evaluación busca dar cuenta de lo que se dice aprendido para un cierto momento. No se busca hacer un seguimiento de la formación de condiciones psico-epistémicas del educando (desarrollo de una disposición psicológica para el conocimiento) ni por ende del crecimiento concep- 6 tual logrado, con relación a los momentos anteriores y que sirva como condición de los desarrollos futuros. Esa forma de evaluar es solidaria de un tipo de aprendizaje memorístico o por condicionamiento (lo que hace a que el aprendizaje sea aprehender). Para que el aprendizaje no sea aprehendizaje debe ser un aspecto del desarrollo del educando como sujeto conceptual y del sentido (ilación entre las formas específicas del conocimiento y las grandes cuestiones de la vida social y la condición humana). Ese tipo de evaluación es otro aspecto del modelo educativo, que coadyuva a la des- responsabilización del alumno. El alumno da la lección, el docente le pone una nota - o lo que psíquicamente es casi equivalente, él (alumno) saca una cierta nota -, y allí termina el contrato evaluativo. La evaluación resulta entonces una exterioridad con relación a ser parte de un proceso del desarrollo psico-epistémico del educando. No promueve en el educando -el sentimiento que las evaluaciones son actos de la institución educativa para que él se responsabilice cada vez mejor en su desarrollo como sujeto del conocimiento. Entre alumno y docente se sostiene, en el sentido psicoanalítico, un vínculo perverso, son parte de una 'connivencia en la que ambos se desresponsabilizan. Establecen un vínculo para rehusar ser sujetos de la ley, esto es en relación con las condiciones y desarrolló histórico de la objetividad (su forma institucional es la ciencia). Pues, en ese caso, deberían declarar que fingen, que en verdad sólo portan un pseudo conocimiento y un pseudo interés, respectivamente. El educando y el docente cumplimentan ritos, uno de exponer lo que el otro quiere y puede escuchar y, el otro, en consonancia, poner una nota, calificar la eficacia de esa diligencia. Indiferencia entre institución y edificio Hay una rigidez respecto al manejo es pacial y temporal, pues siempre el acto educativo se lo concibe y lleva a cabo en el aula o a lo sumo en el edificio. Hacer los deberes es un apéndice para lo que deberá ocurrir en aquel recinto. Se confunde edificio con institución. Esta indiferenciación conceptual y operante es otra de las variablesdel modelo que induce al educando a comportarse como un sujeto regresivo. El educando asocia el conocimiento - en rigor la expresión "conocimiento"8 con una relación solamente cara a cara, indirecta cuando estudia o directa cuando le da la lección al docente9. El tránsito de experiencias en grupos primarios a grupos secundarios (distinción de la psicología social realizada hace ya 70 años) es un rasgo de la evolución del niño como sujeto social. La experiencia en el segundo tipo es menos incondicional, los vínculos dependen de las producciones, funciones e interacciones que se establezcan. Si todo lo que se entiende por proceso educativo está hecho para darle la lección al docente, para que él vea lo que sabernos, se infantiliza al educando. A lo sumo se hace alguien obediente, pero el educando no se desarrolla como sujeto conceptual ni responsable10. El tipo de educando Algunos de los rasgos que caracterizan de ese modelo son: § actitud adversa con relación al conocimiento. En razón del sentimiento de no valorización espontánea del proceso educativo y entonces que debe estudiar por obligación11 o últimamente por el temor de que si no, es así, en el futuro tendrá menos oportunidades laborales. § regresivo y oportunista. El estudiar "para pasar", lo induce a comportarse como un sujeto oportunista. Estudiar para "dar la lección" mientras el docente lo 7 mira, lo modela como un sujeto regresivo. § sin disposición conceptual, Se estudia con cortoplacismo, sin experiencia conceptual. No hay producción de sentido, porque los puntos temáticos se estudian como algo en sí. En consecuencia se forma un educando memorístico o que funciona por condicionamiento. § sujeto depresivo, Ese modelo educativo, además de estar atrasado con relación a su validez respecto al desarrollo contemporáneo de la ciencia y la tecnología, es iatrogénico, genera un sujeto depresivo. La depresión acontece a raíz de pérdidas significativas, lo que ocurre dado que los educandos en este modelo pierden, alrededor de un 1/6 de su vida. Ello es así puesto que luego de unos 12 ó 13 años de transcurso, sólo puede constatarse que han aprendido los cálculos aritméticos básicos y la lecto- escritura. Aunque no sean conscientes, han desestimado una parte importante de su vida de modo no reversible, es decir hay una pérdida significativa. La depresión no se manifiesta únicamente por abatimiento, pueden existir formas contrarias, como los denominados por la psiquiatría clásica estados maníacos. Pero lo característico es un sujeto de poca consistencia, esto es que no confía en su capacidad para producir y en la construcción desde las normas, por lo tanto se halla propenso a formas sociales oportunistas. En suma, socialmente se forma un educando donde lo que tiene que ver con el conocimiento será en todo caso un conjunto de saberes instrumentales para poder ganar dinero para disfrutarlo fuera del campo del conocimiento. Se forma ora un sujeto disciplinado que se desarrolla obedientemente en los canales instrumentales que halla o se le establece, o bien como sujeto oportunista, poco propenso a lo normativo12, que busca sacar ventajas de las debilidades de los otros y las contingencias sociales. No reconoce las normas como una posibilidad para conjugar su desarrollo como parte de una dinámica de las relaciones intersubjetivas y no confía en su capacidad conceptual, ambos aspectos hacen a una ser poco responsable13. El tipo de docente Algunos de los rasgos del tipo de docente en este modelo son: Transmisor y no productor En las últimas dos décadas en Argentina se ha tomado en un transmisor de datos pero cada vez más nítidamente desactualizado, cuando no dictando 'contenidos' que ya son tema- tizaciones obsoletas. Hoy día cualquier niño a través de 'CD' de fácil acceso en el mercado o bases de datos remotas -vía INTERNET por ejemplo-, obtiene mucho más datos y de temáticas más relevantes, que los que almacena su docente. Este hecho tecnológico sin más, conlleva la obsolescencia del docente como mero trasmisor de datos y controlador de lo que de ello, el alumno retiene hasta cierto momento ("lección" o "examen final"). Evaluador como connivente y celador Su tarea es registrar lo que expone el educando para un determinado momento, "dar la lección" o examen. No tiene condiciones ni formativas ni institucionales para realizar un seguimiento de la evolución del educando y las posibilidades que lo estudiado sea asimilado de manera que sirva como bagaje conceptual- instrumental para los pasos siguientes. Además se convierte en celador, tiene que vigilar que lo expuesto por el educando cuando "da la lección" o examen lo realice de manera pura según el mecanismo memorístico o por aprendizaje condicionado esperable. Sujeto social desvalorizado Por otra parte los docentes padecen año tras año una distancia mayor en relación al curso de la ciencia. Se sienten que trabajan para 8 subsistir. Su desvalorización social es tal, que se ha internalizado en ellos y subsecuentemente deteriora su voluntad hacía su desarrollo hacia un ser más objetivo. En todo caso su esfuerzo alcanza para insistir en agregar más del pseudo- conocimiento, lo que, psíquicamente, es más fácil que el intentar dar pasos hacia nuevos niveles de abstracción y rigurosidad. La desvalorización del docente como sujeto de conocimiento y consiguientemente como sujeto social condiciona, de ese modo, la relación con el alumno. La articulación de niveles Prácticamente un aprendizaje condicionado para la lecto-escritura y los cálculos básicos, por ser las más usuales en el colegio y la vida cotidiana, a más de una cierta familiaridad y disciplinamiento hacia el estudio, son las únicas habilidades conque el educando se integra desde el nivel primario al secundario y casi sin variantes de éste al nivel terciario o universitario. Esto es que luego de unos 12 ó 13 años en este sistema educativo (en la nominación tradicional, nivel primario y secundario), el educando consigue un saber instrumental, casi no más, que la lecto-escritura y los cálculos aritméticos básicos. Todo lo que se le vertió durante ese extenso lapso de la vida, no ha sido olvidado, lo que ocurrió es que, debido a la carencia de experiencia conceptual y ausencia de sentido, lo estudiado nunca fue asimilado. Así la falta de articulación entre niveles también se debe a la dificultad del modelo educativo para generar en el educando una experiencia conceptual y de sentido, en su relación con el estudio y las temáticas. Al llegar a la universidad no hay un bagaje ni actitud con relación al conocimiento. Modelo Educacional superador del Taylorismo-Fordismo; hacia un sujeto de la actitud científica Un modelo educativo cualitativamente superador del tradicional taylorista-fordista, significa modificar el conjunto de las variables y dinámica, específicamente con vistas a un proceso educativo que tenga como punto cardinal el promover un sujeto del conocimiento. Formulado de manera más completa, dicha superación estriba en la constitución de un modelo que, tomando en cuenta la singularidad psíquica de los educandos, promueva una actitud científica. La toma en cuenta de la singularidad psíquica quiere decir que cada uno experimente que en la dinámica objetiva del proceso educativo, la intersubjetividad (relación entre docentes y educandos en la actividad objetiva) se considera su forma y tiempo de inserción y tipo de desarrollo en el campo del conocimiento. Tal objetivo supone una jerarquización de la instancia intersubjetiva en la dinámica educativa. Ello es resultado de que cada educando vivencie que la dinámica institucional vehiculiza a la experiencia intersubjetiva, no sólo como momento recreativoo bien como objeto de un llamamiento moralista a tomar en cuenta, sino como aspecto práctico para su formación como sujeto del conocimiento. El desarrollo del educando como sujeto del conocimiento, dicho desde nuestra concepción "sujeto de la actitud científica", implica un proceso integral que resignifica la dimensión enseñanza- aprendizaje. Las condiciones de tal proceso educativo tiene como objetivo promover aspectos psico- epistémicos, esto es condiciones subjetivas para ser objetivo, que son lo que puede denominarse formación. Esto es condiciones del sujeto para lograr un acceso a las características de la ciencia a través del aprendizaje de cualquiera sea el tema. Sostenemos que la actitud científica es condición necesaria, sin la cual no es posible, un verdadero aprendizaje de los conceptos de la ciencia. Está en la inherencia misma de que 9 es el concepto la necesidad de desarrollar una actitud hacia lo conceptual. Esta es una distinción radical con lo planteado por la ‘Teoría del Cambio Conceptual’ elaborada por Posner y Strike, en particular respecto a su primer ver- • ' 14 sion. En tal entendimiento del proceso educativo, la dimensión "enseñanza-aprendizaje" es resignificada de modo tal que, el educando pueda vivenciar las categorías y vicisitudes del desarrollo de la ciencia, en el modo en que los temas sean presentados y abordados. En lo que sigue haremos una síntesis de algunos de los puntos que hemos elaborado con relación al cuadro de variables y su dinámica, que hacen al modelo educativo propuesto. La singularidad psíquica del educando Con la noción de "Estrategia de pensamiento" operaáonahzamos la singularidad psíquica del educando en el proceso educativo, esto es en su desarrollo como sujeto de la actitud científica La noción de "estrategia de pensamiento" que sostenemos, se basa en considerar que la forma y calidad del razonamiento de un sujeto se halla fuertemente condicionado por la significación que le suscita un cierto tema y los medios empleados para su acceso, así como por el contexto intersubjetivo en que se halla inserto. Las significaciones principales que en un sujeto suscitan los distintos aspectos y situaciones del mundo, tiene su génesis, en buena medida, en la manera con que fue tratado en su matriz intersubjetiva básica. El funcionamiento de la intersubjetividad presente, promovida por la institución educativa, debe poder tomar en cuenta las significaciones del educando, pero en relación a colaborar en sus elaboraciones en aras de permitir - le evolucionar como sujeto capaz de objetividad. A manera de ilustración de en qué con siste el seguimiento de la estrategias de pensamiento del educando en su evolución como sujeto de la actitud científica, describiendo brevemente dos de los indicadores que hemos elaborado: Sobre la relación entre responsabilidad y proceso de pensamiento: estructurar lo desestructurado El equipo docente15 le presenta al educando situaciones de los diferentes temas con distintos niveles de desestructuración. La situación objetiva desestructurada induce a distintos grados de desestructuración del sujeto (el extremo de la desestructuración puede ser inducida por un grado muy desestructurado o por el contrario un nivel muy formalizado del problema). Esta experiencia graduada por el equipo docente permite al educando objetivar (concepto de raíz hegeliana) la magnitud de la ansiedad que le causa un cierto tema presentado con distintos gradientes de desestructuración. El objetivar la ansiedad es la oportunidad de simbolizarla, esto es discriminar y relacionar afuera lo que hasta el momento sólo era una disposición amorfa que obraba como resistencia subjetiva a enfrentarlo objetivo. Naturalmente la elaboración de la ansiedad objetivada se realiza junto con el intento de solucionar la situación objetiva. Esta es la peculiaridad educativa a diferencia de la situación puramente clínica. La capacidad objetiva es un rasgo decisivo para la formación de una actitud científica y es función no del tradicional proceso de enseñanza- aprendizaje sino de la oportunidad para objetivar lo que de otro modo no puede ser simbolizado. El equipo docente puede observar como varía la capacidad del educando de no desestructurarse frente a la situación objetiva desestructurada, en función de lo que significa cada tema y el medio empleado (por ejemplo sin o con recursos computacionales), pero 10 principalmente según se sienta sostenido por la experiencia intersubjetiva del contexto educativo. La responsabilidad no es equivalente a una conducta disciplinada para cumplimentar mandatos sentidos exógenos, sino una capacidad, la capacidad de tomar en cuenta las implicancias intersubjetivas de nuestras conductas. La responsabilidad se desarrolla en tanto un sujeto tiene experiencias individuales para entender hasta qué punto puede manejar la ansiedad. Sólo en experiencias individuales puede un sujeto apreciar la plenitud de esa posibilidad. Pero en tanto pueda darse cuenta que su posibilidad de enfrentarse a lo desestructurado es efecto de que él es un ser intersubjetivo su concepción de lo individual no será individualista. Sobretodo que el educando pueda tener la experiencia que la capacidad de no desestructurarse frente a lo desestructurado, es función de lo intersubjetivo, tanto de lo internalizado a raíz de haber sido criado en una matriz intersubjetiva (familia) —y que se exterioriza en la forma de significar los temas y situaciones- como del contexto intersubjetivo en el que se halla. Esto último es percibido en tanto el educando registre que esas experiencias son parte de la posibilidad que su singularidad psíquica para desarrollarse como sujeto del conocimiento es institucionalmente tomarlo en cuenta. Así la responsabilidad depende de experiencias individuales que deben ser insoslayables, pero ello no equivale a individualismo, sino a la forma de ser intersubjetivo auténtico. Vemos que lo intersubjetivo no es opuesto a lo individual; la experiencia jerarquizante de lo intersubjetivo hace a lo individual superador de lo individualista. Pero lo que también queda implicado es que sin desarrollo individual no se supera el individualismo, pues sólo en la experiencia individual se puede experimentar hasta qué punto es plenamente válida la experiencia intersubjetiva. La capacidad para ser responsable surge en mucho del manejo de la ansiedad y esto es función del tipo de valorización intersubjetiva. Así puede empezar a apreciarse que la responsabilidad es una capacidad y por ello sirve para que el proceso de pensamiento, pues es lo que permite que el sujeto pueda mantener un grado de tensión necesario para la rigurosidad requerida cuando se ingresa en importantes niveles de abstracción. Por ende la responsabilidad es un rasgo en la construcción de la actitud científica a la vez que rasgo ético, pues se trata de la valorización vida intersuejtiva. La formación ética, según se sigue de lo analizado, no es fruto de admoniciones muralistas o llamamientos sentimentales. Es, por el contrario, parte de la dinámica de la formación de un sujeto de la actitud científica. La experiencia grupal como lugar para ser objetivo La experiencia grupal puede ser utilizada como momentos de connivencia y parasitismo, o por el contrario, como una experiencia para desarrollar la capacidad de ser objetivo. La segunda acepción de la actividad grupal es función, en buena medida, de la combinación con la experiencia individual, en el sentido antes enunciado. El segundo sentido hace a la oportunidad para explicitar, intercambiar, aprender o asumir lo que es refutado. Explicitar es una manera de que el sujeto pueda constatar hasta qué punto es claro, en quémedida se ratifica que sabe lo que él creía estar sabiendo. Desde ese esfuerzo para que los otros entiendan, se empieza a tomar consciente las dificultades para trasladar el "lenguaje interior" (Vi- gotsky-Luria) al lenguaje más explícito de las relaciones manifiestas, pero sobretodo las que provienen de las significaciones subjetivas o de la convivencia en los grupos primarios como resistencia hacia el nivel objetivo qué demandan los conceptos. 11 A partir de esa intención de ubicarse como ser objetivo en la relación con los otros, recién se puede intercambiar, sea para ratificar, enriquecer o modificar lo hasta el momento desarrollado. Basta estos dos indicadores para mostrar por qué la evolución del educando como sujeto del conocimiento abarca al conjunto de su subjetividad, es decir a su ser intersubjetivo. Consecuentemente consideramos que, el proceso de pensamiento para conocer no es una cuestión meramente cognitivista, de aplicación de conexiones lógicas o "procesamiento de información", ni el desarrollo del educando como sujeto de la actitud científica una cuestión meramente de enseñanza-aprendizaje, tal como lo viene concibiendo. Una concepción sobre didáctica de la ciencia: hacia el sujeto de la actitud científica La concepción sobre didáctica de la ciencia, que sinópticamente enunciaremos, es una dimensión decisiva para un proceso educativo que intenta construir en el educándolos rasgos psico- epistémicos que lo irán conformando como sujeto de la actitud científica. Mientras que los indicadores sobre lo que denominamos estrategia de pensamiento hacen al seguimiento de la evolución del educando, la didáctica de la ciencia trata sobre los criterios de cómo presentar y abordar los temas de modo tal que promuevan esos rasgos psico- epistémicos conformantes del sujeto de la actitud científica. Entendemos por didáctica de la ciencia a las condiciones y procedimientos que hacen a la evolución del educando.desde su carácter de sujeto de la vida cotidiana a sujeto de la actitud científica, Supuestos epistemológicos Nuestro enfoque teórico sobre didáctica de la ciencia, que implica precisar al sujeto del conocimiento como sujeto de la actitud científi ca, implica los siguientes supuestos epistemológicos: a) El desarrollo de un sujeto de la actitud científica no es una cuestión acotada a lo cognitivo, o al aprendizaje, sino que requiere desarrollar y sostener un descentramiento, que en lo principal, hace a una clase de relaciones intersubjetivas. El desarrollo de una actitud científica es función de un cambio en el tipo de relaciones intersubjetivas, b) El anterior enunciado se efectiviza en la medida que cada educando percibe que la experiencia intersubjetiva es el motor para su desarrollo como sujeto del conocimiento. Un aspecto decisivo es la ejemplaridad de los docentes; esto es que los educandos perciban que el conocimiento es una forma principal de reconocimiento entre los docentes, c) El sujeto de la actitud científica presenta características cualitativamente diferentes a la actitud del sujeto de la vida cotidiana, d) El conocimiento no proviene del aprendizaje de las nociones como algo en sí, sino que es la capacidad de asimilar las posibilidades mediacionales históricamente concebible de las nociones16, e) Subsecuentemente, el manejo de conceptos científicos sólo es posible desde el desarrollo de una actitud científica que es una disposición al desarrollo mediacional de nociones validables, f) Ese pasaje de un tipo de sujeto a otro, implica subsumir la dimensión enseñanza- aprendizaje en el desarrollo de un proceso educativo que, jerarquizando la dinámica de la intersubjetividad, pueda generar rasgos psico- epistémicos (condiciones subjetivas para ser objetivo) en el educando, lo que hace a su conformación como sujeto de la actitud científica. El sujeto de la vida cotidiana y de la actitud científica Dada nuestra concepción sobre didáctica de la ciencia, interesa inteligir los rasgos que 12 caracterizan al sujeto de la vida cotidiana, punto de partida del educando y los rasgos psicoepis- témicos que hacen al sujeto de la actitud científica, que es el objetivo. Este enfoque sobre didáctica de la ciencia supone: a) por una parte elucidar los rasgos psico- episténicos del sujeto de la vida cotidiana y los que hacen al sujeto de la actitud científica. b) por otra poder presentar cada tema de modo tal que el educando pueda experimentarlo como parte de las características y vicisitudes del desarrollo histórico de la ciencia y además con sentido. Esto último significa también mostrar el tema como una especificación de las grandes cuestiones que hacen a la condición y perspectiva humana. Los tipos de sujeto Sujeto de la vida cotidiana Entre los rasgos que son resultante espontánea de la adaptación a la vida cotidiana, hay dos rasgos que nos importa considerar en relación a las características, que es menester superar para que el educando devenga sujeto de la actitud científica. Propenso al placer inmediatista. En la vida cotidiana contemporánea el mercado alcanza un nivel fuertemente determinante, de la vida social y subjetiva. La venta- compra es el mecanismo de la dinámica del mercado. La venta se hace eficaz al excitar tratando de fascinar, esto es para que el sujeto compre y compre esa. Pero el placer de lo adquirido debe durar poco, para que sea posible nuevas ventas, entonces una excitación debe sustituirse por otra y esto, con la mayor frecuencia posible. El sujeto ideal del mercado es el que compra cada vez con más frecuencia. El que obtiene placeres de corta duración pero que siente debe renovar, si es posible compulsivamente17. Juicios de bajo nivel de abstracción y sin necesaria coherencia entre sí. La adaptación a la dimensión social y física de la vida cotidiana, prácticamente se basa en el uso de los objetos o del reconocimiento de pautas estables cuando no enteramente familiares entre los individuos. En consecuencia la adaptación a la vida cotidiana no exige un nivel de abstracción importante, basta juicios de bajo nivel de abstracción, prácticamente ajustado a los datos captables por el umbral de los sentidos y la capacidad de reconocer la elasticidad de las pautas socialmente aceptable o dables de aceptar. Solidariamente no atiende a las eventuales contradicciones que podrían verificarse entre sus juicios realizados sobre diferentes fenómenos de la vida cotidiana. Ello porque la adaptación a esa clase de vida, como mencionamos, sólo se basa prevalentemente en el uso o reconocimiento, pero no en la transformación y explicación. Así el educando como sujeto de la vida cotidiana es, espontáneamente, un sujeto propenso a los juicios de baja abstracción y al placer inmediatista. Una consecuencia de ello es que se hace impertinente, o sea indiferencia la instancia gnoseológico y la instancia ontoló- gica. El sujeto de la vida cotidiana cree que la realidad captable por el umbral de sus sentidos o por sus pautas sociales, es "la realidad", la realidad absoluta. Esos atributos no coinciden con el sujeto del conocimiento. Así en tanto la educación se proponga generar un sujeto del conocimiento, debe considerar el carácter del educando como sujeto de la vida cotidiana y del mercado, para desde ahí entender las condiciones para que evolucione hacia un sujeto de la actitud científica. Resultado de ello ese sujeto indiferencia la instancia gnoseológica y la instancia on- tológica. El sujeto de la vida cotidiana se forma como impertinente, la realidad captable 13 por el umbral de sus sentidos o sus pautas psi- cosociales de comportamiento es "la realidad", la realidad absoluta. Sujeto de la actitud científica Algunos de los rasgos básicos que hacenal sujeto de la actitud científica son: Su pertinencia o la dif erenciación entre la instancia gnoseológica y la instancia onto- lógica. Significa que el sujeto se da cuenta que lo representable es efecto de sus posibilidades de interacción con la realidad y que en tanto ese tipo de interacción varíe, es decir el desarrollo conceptual y tecnológico disponible, puede acceder a otras instancias de la realidad. Las formas más sofisticadas de la diferenciación entre la instancia gnoseológica y la instancia ontológica son las categorías de la ciencia, tales como hipótesis y modelo. Pero la captación de esta diferenciación entre instancia gnoseológica e instancia ontológica -rasgo psicoepistémico que caracteriza a una actitud científica-, puede ser promovida desde niño. Hay experiencias sencillas para que el educando perciba esa posibilidad de diferentes accesos a la realidad según el uso de distintos instrumentos o tecnología. Por otra parte, en un nivel algo más avanzado del niño, en lugar de "dar la lección" (modo a desterrar) puede preparar una exposición, formulando y defendiendo hipótesis (lo que no autoriza a llamar así a cualquier ocurrencia que el niño exprese sobre un tema) a través de diseños u observaciones experimentales (hoy facilitable por los modelos de simulación computarizados). La ética en la actitud científica La adaptación a la vida cotidiana favorece un sujeto socio-físicamente egocéntrico, pues considera que lo captable por el umbral de sus sentidos en el mundo físico es la realidad absoluta; que el reconocimiento de lo social desde sus pautas familiares, grupal o impuesta por la presión social de la época, es la moral y estética universal. La formación ética efectiva no se consigue con un llamamiento sentimental o admoniciones morales, en cambio es posible por la superación de ese egocentrismo socio-físico. La formación ética es parte del desarrollo de una actitud científica18, en el sentido de que en el proceso que hace a su conocimiento tecnológico y científico, el educando perciba que la experiencia intersubjetiva es decisiva19 y por tanto una instancia axiológicamente jerárquica. En el proceso educativo el educando jerarquiza la vida intersubjetiva, si capta que institucionalmente esa instancia es el lugar donde se toma en cuenta su singularidad en aras de coadyuvar a su formación como sujeto del conocimiento. Consecuencia de esa experiencia es que el conocimiento aparece nombrado como algo que el educando debe hacer "para pasar", o la adquisición de habilidades generadas por aprendizaje condicionado destinadas a que más tarde pueda 'conseguir trabajo', sino por sobre todo, la forma más evolucionada de reconocimiento en la vida intersubjetiva a la vez que el desarrollo de la capacidad instrumental es un aspecto de su formación en el conocimiento válido. Una actitud ética no es confundible con la aceptación disciplinada a portarse bien. La ética es solidaria de la responsabilidad. La responsabilidad de un individuo es la capacidad para tomar en cuenta las implicancias de sus conductas, lo que significa directa o indirectamente, su efecto en la vida intersubjetiva. A su vez, la responsabilidad es un rasgo psicoepistémico, esto es parte de la formación de la actitud científica. Pero para esta conciencia del papel de lo intersubjetivo se consolide, es necesario que el- educando capte que como sujeto del conocimiento es un sujeto histórico-social. Que entienda entonces que lo intersubjetivo no solamente existe como un entorno próximo, sino también que, efecto de un devenir histórico, se 14 ha plasmado en forma de organización social20 así como en forma de bagage de un conocimiento formal (conceptos científicos, notaciones, tecnología, caudal lingüístico, analogías y metáforas) que sirve de base conceptual, instrumental o heurística para las posibilidades presentes. En suma que las posibilidades individuales se asientan, y no serían posible, sin lo históricamente construido y socialmente sostenido. Este nivel de descentramiento del sujeto no se corresponde exactamente con la idea de equilibramiento en el sentido paigetiano. Aquí el descentramiento no depende exclusivamente de la coordinación de esquemas interiorizados (en el sentido piagetiano) disponibles por el educando, sino en ser consciente de una dependencia hacia un mundo objetivo social e histórico que, aunque no entiende por completo, puede experimentar su vigencia condicionante así cómo posibilidades21. Lograr que el educando entienda que la organización social así como los desarrollos del conocimiento son instancias objetivas, pero efecto de una objetivación de la praxis intersubjetiva histórica, es una calidad de descentramiento decisiva para superar el egocentrismo sociofísico propio del individualismo del sujeto de la vida cotidiana. Está formación es completamente plausible; pero promover tal desarrollo del educando como ser objetivo, debemos remarcarlo, reclama una formación del equipo docente cualitativamente distinta a la actual. La disposición a lo conceptual E] desarrollo del educando como sujeto de la actitud científica no significa enseñar tal o cual "contenido científico", como lo hacen por lo general, las carreras de la universidad actual. Eso conduce a un aprendizaje no científico de temas que fueron descubiertos por la investigación científica. O sea enseñanza de temas promovido bajo nivel y disposición a la abstracción en relación a lo que tuvo lugar en proceso de descubrimiento y por lo que implican en el mapa epistémico contemporáneo. No es muy distinto el intento por sustituir en el educando sus nociones precientíficas por el aprendizaje de otras "científicamente correctas", como lo practica todavía buena parte de quienes se dedican a la enseñanza de la ciencia. Ese intento estuvo sustentado por la teoría del "Cambio Conceptual" publicada en 198222. Luego en una revisión crítica dos de los autores, G. Posner y K. Strike, sostuvieron la necesidad de incorporar otras dimensiones en la metodología del aprendizaje y no el ejercicio de una mera contraposición entre los juicios precientíficos del educando y los juicios considerados correctos por la ciencia23. En la educación es frecuente creer que puede enseñar y aprender conceptos de a uno; es cuando se confunde el manejo conceptual con la memorización de una definición o bien con el aprendizaje condicionado de nociones (entrenar al sujeto para que se halle en disposición a desencadenar procedimientos y respuestas ante determinados tipos de situaciones o fórmulas). Intentar enseñar cada concepto científico como algo en sí, es desconocer la lógica del concepto. Un concepto es lo universal de alguna nota. Ello implica que, el entendimiento de un concepto es función de la conexión lógica que el sujeto pueda realizar con otros conceptos. Cada entidad particular se intelige en función de la cantidad de emees universales (conceptos) que sobre ella convergen. Así por caso el concepto de 'computadora' supone los conceptos de 'software' y hardware'; pero A su vez, entender los conceptos de 'software' y 'hardware' remite a otros conceptos, por ejemplo al concepto de "bit" o de "circuitos integrados", etc. y de este modo sin más límite que lo disponible en el momento histórico, las posibilidades del sujeto o porque se entiende que ya alcanza para lograr un cier- 15 ta aplicación práctica. En el campo de la ciencia las nociones se van haciendo conceptos en la medida de su conexión rigurosa con otras nociones, en particular en tanto van conformando un corpus que se constituye y administra guiado por ciertas hipótesis y eventuales formas de constatación. Es lo que se nombra como la construcción de un cierto objeto de estudio (recortede cierta problemática considerada relevante en un momento histórico). En rigor entonces, un concepto es la especificación en una o algunas notas, del conocimiento universal en un momento histórico (lo que a su vez muestra que el concepto es una instancia lógica pero también histórica). Así aprender conceptos no es aprehender nociones de una en una; sino que es necesario una actitud, pues el sujeto pueda sostenerse en un nivel de abstracción que va permitiendo acceder a la esfera conceptual históricamente construida sobre algún tema (que a su vez se halla implicado o supuesto por otros, o bien esperando que nuevos desarrollos lo hagan). El cese de esas conexiones lógicas entre nociones, esto es la riqueza conceptual alcanzada, está recomendada por el grado práctico de la solución al problema encarado, o sencillamente las limitaciones de un momento histórico o del propio individuo. Una disposición del educando a sostener las conexiones lógicas entre nociones a un cierto nivel de abstracción es dable si funciona, por una parte el supuesto epistemológico de que la realidad captable por los sentidos no es absoluta y por otra que experimente que el desarrollo en la abstracción es una forma, incluso estética, de ser reconocido (ser intersubjetivo). Lo que se denomina "identidad personal" en la vida cotidiana es en buena medida reconocer y ser reconocido de forma más o menos estable, pero el desarrollo de la ciencia en cambio, es relativizar el papel de lo que hasta el momento parece “la realidad", "lo estable", "lo familiar". Así la "actitud científica" es una disposición a reorganizar la identidad desde niveles sucesivos de descentramiento. Lo que supone arriesgarse a la posibilidad o no de ser reconocido, de nuevas formas de ser intersubjetivo. Se hace notorio que esos descentra- mientos que construyen al sujeto de la actitud científica, no son actos meramente cognitivos, son posibilidades abiertas de nuevas formas de afectivización del mundo. Lo que supone relativizar las afectivizaciones que hasta el momento conformaban la identidad del sujeto. Desarrollarse en un auténtico conocimiento es arriesgarse a sufrir desestructuraciones para luego intentar reestructurarse. Para que el educando pueda llevar adelante ese tipo de experiencia, es vital el papel del contexto intersubjetivo como parte de su formación en el proceso educativo. La disposición a mediatizar el placer Al contrario del sujeto del mercado, el sujeto de la actitud científica supone, siempre en términos relativos, una disposición al placer mediato. Conocer es sostener las significaciones subjetivas subordinándolas a un procesamiento de representaciones objetivas. Por tanto de que el placer (o goce en términos psicoanalíticos) no quede atrapado en una representación - como es el caso cuando se es sujeto de la fascinación inducida por una mercancía publicitada. Pensar en cambio, sobre todo cuanto más nivel de abstracción supone el tema, implica poder distribuir el placer entre las distintas representaciones sobre las que se razona, pues ello es condición para conseguir el descubrimiento, avance o solución al problema encarado. Se nota que el sujeto del mercado y el sujeto de la actitud científica no son por completo congruentes. Lo que implica que entre el objetivo de la educación y el del mercado debe, y es signo de un buen modelo educativo, haber una cierta tensión. 16 Sin embargo es distinto el sujeto preparado para la búsqueda de empleos en el sector servicios, sobretodo de los que requieren bajo nivel de conocimiento, que los sujetos preparados para ser empresarios, esto es para emprender nuevos desarrollos. Entre la actitud para emprender, en especial desarrollos que impliquen un importante nivel de conocimiento y el sujeto de la actitud científica, existe un grado de congruencia a tener en cuenta. Ambos sujetos comparten la capacidad de ser responsable y encarar objetivos que suponen sostenerse en el placer mediato24. La formación docente La formación debe ser talque el docente experimente que su trabajo no solamente le permita subsistir, sino que como parte de una transformación del modelo educativo, experimente que realiza una tarea socialmente trascendente. Esto supone que los docentes no solamente reciban una capacitación para la reconversión instrumental y de corto plazo, tal como ocurre en la actual transformación educativa. Generar un cambio cualitativo en la formación docente y garantizar su continua evolución, es condición imprescindible para una transformación de un sistema educativo que pretenda coadyuvar hacia un sentido democrático del desarrollo. Tal formación docente sólo es dable a mediano plazo. Pero se trata de aprovechar lo que existe, por ello la cuestión es articular la formación de corto plazo existente, a la vez que mejorarla mucho, con la formación organizada a mediano plazo. Específicamente se debe articular las siguientes instancias: a) en el corto plazo, a través de la selección o rediseño de los cursos ofertables en la Red Federal de Educación, b) a mediano plazo - modificación de la calidad y tipo de formación dable en los Institutos de formación docente y las carreras universitarias de grado, - selección o diseños de nuevos posgrados universitarios. - equipos de TyD’ que generen productos didácticos sobre ciencia y tecnología, que se inyecten en el sistema educativo (vía INTERNET, videos o televisión). NOTAS 1 Aun no coincidiendo con la totalidad de su enfoque, este punto ha sido reiteradamente señalado por aquellos que sostienen que el mercado debe ser la instancia absoluta de la dinámica social. Sobre esta concepción es ilustrativo el difundido trabajo de Milton y Rose Friedman, denominado Libertad de Elegir, que liemos analizado en el apartado segundo. 2 Lo que el pensamiento Iusnaturalisla denominó estado de naturaleza. 3 Sin perjuicio del análisis que revela distintos niveles históricos de civilización o de contradicción, entre los tipos de institución. 4 Toda la corriente denominada lusnaturalismo intenta contestar como se origina o es posible la sociedad. 5 Por oposición a innovaciones o desarrollos. 6 La formación científica supone entender los conceptos específicos de un área en su relación con el mapa epistémico de la época así como las implicancias sociales y el tipo de sujeto que supone. 7 Una variante del verbalismo son las orientaciones técnicas donde se enseña lo técnico sólo como saberes instrumentales. Lo común a las materias o carreras verbalistas y las puramente instrumentales, es la insuficiencia ai la formación conceptual. 8 En esto hay autenticidad, se nombra poco "conocimiento", en su lugar se habla de "contenidos" o a lo sumo de proceso "enseñanza - aprendizaje". 9 Esa inditérenciación entre institución educativa y aula rememora al panóptico de Bentham. 10 Psíquicamente la responsabilidad es capacidad para tomar en cuenta las implicancias intersubjetivas de las conductas. 11 Aun cuando en la actualidad se halle casi garantizado que el alumno debe pasar de grado (o materia en la universidad) ello no constitu 17 ye una variación respecto a la vivencia que ese tramo de la vida aparece como una obligación que de uno u otro modo tiene que cumplimentarse, 12 En décadas antoiores había más disciplina, pero ello no debe ccn- fimdirse coi desarrollo responsable. Sólo lo segundo se corresponde ccn un desarrollo coiceptual y aitaices valoración inmanaitista, no superyoi- ca, de la vida intersubjetiva. 13 Hasta cierto punto, esta clase de sujeto cuasi anómco y poco responsable, coincide con el sujeto privatista reclamado por la dinámica del mercado^ en tanto lo intosubjetivo es un lugar sólo para intacambiar y caiseguir bienes, no el lugar del Bien. Es verdad que parala caitinuidad de la raciaialidad del mercado esa clase de sujeto no puede ser el único, otros deben producir y otros lograr los disciplinamiaitos necesarios para garantizar la validez de los intercambios mercantiles. 14 Strike. K.A., Posner, G.J. Hewson, P.W, Geaog, W. A. (1982) Acomodation of a scientific conception: toward a theory of conceptual change. Science education, vol. 66, Nro 2., pp 211-227. Strike, K.A. y Posner, G.J: 1992. A revisionist theory of conceptual hange. en Duschl, R,A. y Hamilton, R. J. (eds)„ Philosophy of science, pp 147-176 (State University of New YorkPress). 15 Los docentes trabajan en equipos de investigación y desarrollo, seguimiento y preparación y exposición de temas. 16 Lo opuesto es el aprendizaje de nodales como algo en sí, sea por memorización o condicionamiento. 17 Lo compulsivo es opuesto a la voluntad, 18 La actitud científica involucra a las actividades relacionadas con la ciencia y el arte, en riga- se opone al egocentrismo del sujeto de la vida cotidiana. 19 La ética no es, pero tampoco puede funcionar como mandato ai la sociedad de mercado, en la sodedad donde el maya valor estructurante es el valor mercantil. La opción es que se forme una actitud ética, en base a lo que históricamente puede ser superador del mercado, las mediaciones e conocimiento. Que el conocimiento aparezca, desde la fomación temprana, como la manera, incluso estética, de reconocimiento intersubjetivo. La actitud es resultante de una manera de ser intersubjetiva. Si la mediación intersubjetiva jerárquica es el valor mercantil -como sucede en el presente de la vida social-, entonces la toma- den no sera ai rigor caiodmiaito, sino aunque se doionine coiocimioito, se tratara de coidiciaiamiaito a saboes instiumaitales, por sofisticados que estos sean. Subsidiariamente no habrá una formación ética. 20Que pueda entender al concepto de sociedad como instancia objetiva que sirve de escenario candicicnante a las interaccioies y comportamientos es que el educando intuya que para entender o modificar la sociedad se requiere un nivel de conocimiento y practica inteligente muy distinta a la de los entornos inmediatos. Este registro de que la sociedad es una organización es muy distinto a que se considere que al enseñar al educando datos o sucesos sociales se le está formando en el área de la ciencias sociales. 21 En términos generales, la capacidad conceptual de un sujeto no depende, como Piaget lo consideró, solamente de su nivel de esquemas, coordinación e interiorización, en una palabra su capacidad logi- cizante, sino que es decisivo su disposición a lo conceptual es decir a sostenerse como ser intersubjetivo en un nivel de abstracción superior al del sujeto del sentido común (sujeto de la vida cotidiana). 22 Strike,K. A, Posner, Gol Hewson, P.W, Gerizog, W. A. (1982) Acomodation of a scientific conception; toward a theory of conceptual change. Science education, vol 66, No.2, p. 211-227. 23 Strike, K. A. y Posner, G. J., 1992, A revisionist theory of conceptual hange, en Duschl, R,A, y Hamilton, (eds.), Philosophy of science, pp. 147.176, (State University of New York Press). 24 Una de las toidoicias del mercado mundial, en este caso a raíz de la tecnologización crecioite de los puestos de trabajo, va relativizando la noción de empleo. 18
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