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en la aurícula derecha se deriva directamente a la aurícula izquierda a través del orificio oval, una abertura como un colgajo en el séptum interauricular. La san- gre que se encarga de entrar en el ventrículo derecho se bombea hacia afuera al tronco pulmonar, donde se encuentra con una segunda derivación, el conducto arterial, un vaso corto que conecta la aorta y el tronco pulmonar. Debido a que los pulmones colapsa- dos son una zona de gran presión, la sangre tiende a pasar a la circulación sistémica a través del conducto arterial. La aorta transporta sangre a los tejidos del cuerpo del feto y, por último, vuelve a la placenta me- diante las arterias umbilicales. Al nacer, o poco después, el agujero oval se cierra, y el conducto arterial se colapsa y se convierte en el li- gamento arterial fibroso (véase la Figura 11.2a). Puesto que la sangre deja de fluir por los vasos umbili- cales, éstos se destruyen y el modelo circulatorio se convierte en el de un adulto. Circulación portal hepática Las venas de la circula- ción portal hepática drenan los órganos digestivos, el bazo y el páncreas, y distribuyen esta sangre hasta el hígado a través de la vena portal hepática (Figura 11.17). Justo después de comer, la sangre portal hepá- tica contiene una gran cantidad de nutrientes. Puesto que el hígado es un órgano corporal fundamental para mantener las concentraciones de glucosa, grasas y proteínas adecuadas en la sangre, este sistema “da una vuelta” para garantizar que el hígado procesa es- tas sustancias antes de que éstas pasen a la circulación sistémica. A medida que la sangre fluye lentamente por el hígado, algunos de los nutrientes se extraen para almacenarse o procesarse de varias formas con el objeto de liberarse en la sangre más tarde. El hígado se drena mediante las venas hepáticas que entran en la vena cava inferior. Al igual que la circulación portal que conecta el hipotálamo del cerebro y la glándula pituitaria anterior (véase el Capítulo 9), la circulación portal hepática es una circulación única e inusual. Normalmente, las arterias nutren los lechos capilares que, a su vez, se drenan en las venas. Aquí se pueden observar venas que se nutren en la circulación hepá- tica (Figura 11.16). Capítulo 11: El sistema cardiovascular 385 11 F I G U R A 1 1 . 1 6 Esquema básico del sistema portal hepático y los vasos asociados. Fíjate en la presencia de dos lechos capilares en el sistema portal. Los nutrientes y las toxinas absorbidos de los capilares del estómago y el intestino son transportados hasta las células hepáticas para su procesamiento. Desde las sinusoides hepáticas, la sangre continúa hacia adelante por las venas hepáticas y la vena cava inferior. Sistema portal hepático Sangre arterial Sangre venosa Vena hepática Vena cava inferior Vena portal hepática Primer lecho capilar Nutrientes y toxinas absorbidos Células hepáticas (hepa- tocitos) Nutrientes y toxinas desechados Segundo lecho capilar (sinusoides hepáticas) Estómago e intestino Hígado
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