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ceptores de dolor de la zona. Si la zona inflamada y dolorida es una articulación, su función (el movi- miento) le será impedida de forma temporal. Esto obliga a la parte dañada a descansar, pues ello ayuda a su curación. Hay quienes consideran que la limita- ción de la movilidad de la articulación es una señal cardinal adicional (la quinta) de inflamación. La respuesta inflamatoria (1) previene la propaga- ción de agentes dañinos a los tejidos cercanos, (2) eli- mina los desechos de células y patógenos, y (3) prepara el escenario para la reparación. Echemos un vistazo a cómo se llevan a cabo estas tareas. En el transcurso de una hora más o menos una vez comenzado el proceso inflamatorio, los neutrófilos se estrujan a través de las paredes capilares, proceso denominado diapédesis (Fi- gura 12.9). Arrastrados a la zona por las sustancias quí- micas inflamatorias, los neutrófilos comienzan una lim- pieza detallada engullendo los tejidos dañados o muertos de las células y/o los patógenos. Según conti- núa el contraataque, los monocitos comienzan a aban- donar la sangre y a seguir a los neutrófilos hacia la zona inflamada. Los monocitos son fagocitos bastante defi- cientes, pero entre 8 y 12 horas tras penetrar en los teji- dos se convierten en macrófagos de apetito insaciable. Los macrófagos continúan con la batalla, reemplazando a los neutrófilos de corta vida. Los macrófagos son los actores principales en la eliminación final de los dese- chos celulares al tiempo que la inflamación remite. Además de la fagocitosis, también tienen lugar otros mecanismos de protección en la zona inflamada. Las pro- teínas coagulantes, filtradas en la zona desde la sangre, se activan y comienzan a amurallar la zona dañada con fi- brina para prevenir la expansión de los patógenos o los agentes dañinos a los tejidos cercanos. La malla de fibrina también constituye un andamiaje para la reparación per- manente. El calor local incrementa el ritmo metabólico de las células del tejido, incrementando con rapidez sus ac- ciones defensivas y sus procesos de reparación. Si la zona dañada contiene patógenos que ya han invadido el organismo con anterioridad, la tercera lí- nea defensiva también entra en juego: la respuesta adaptativa mediada por los linfocitos. Tanto los anti- cuerpos protectores como las células T (linfocitos T) invaden la zona para actuar específica y directamente contra los agentes dañinos. (En breve hablaremos so- bre esta respuesta.) 412 Anatomía y Fisiología Humana 12 2 4 1 3Entran en la sangre EndotelioPared capilar Se adhieren a Diapédesis Quimiotaxis positiva Las sustancias químicas que se esparcen desde la zona inflamada actúan como agentes quimiotácticos Láminas basales Neutrófilos la pared vascular por la médula espinal F I G U R A 1 2 . 9 Movilización fagocítica.
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