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S S 510 Anatomía y Fisiología Humana efectos secundarios, que incluyen diarrea y fugas anales, son incómodos de decir, por lo menos. Algunos complementos de pérdida de peso sin receta médica afirman aumentar el metabolismo y quemar calorías a un ritmo acelerado que se ha probado resulta muy peligroso. Por ejemplo: Las cápsulas que contienen ácido úsnico, una sustancia química en- contrada en algunos líquenes, daña los hepatocitos y ha provocado fallo hepático en algunos casos. Los complementos que contienen efedra son notorios; más de 100 muertes y 16.000 casos de proble- mas entre los que se incluyen apo- plejías, ataques y cefaleas que se han referido. Por lo que se refiere a tales complemen- tos, las pruebas que se encuentran en la FDA muestran los productos inseguros. De ahí que se desconozca el auténtico al- cance de las enfermedades causadas por complementos para perder peso. Dietas de moda Los productos y libros sobre dietas se venden bien, ¿pero alguna de las dietas de moda actuales funciona de verdad? ¿Son seguras? Por el momento, hay un duelo entre los promotores de las dietas bajas en hidratos de carbono (ricas en gra- sas y proteínas), como las dietas Atkins® MÁS DE CERCA Obesidad (continuación) gado se corta por la mitad y una parte se sutura a la abertura del estómago. Puesto que el jugo pancreático y la bilis se des- vían de este “intestino nuevo”, se di- gieren y absorben pocos nutrientes (y ninguna grasa). Aunque los pacientes pue- den comer todo lo que deseen sin ganar peso, la BPD es la principal operación qui- rúrgica y conlleva todos sus riesgos. La liposucción, la extracción del tejido adi- poso mediante succión para remoldear el cuerpo, elimina grasa. Al igual que la BPD, conlleva todos los riesgos de la cirugía y, a menos que el paciente cambie sus hábi- tos alimentarios, los depósitos de grasa restantes en alguna parte del cuerpo se llenarán en exceso. Desafortunadamente, no hay ninguna solución mágica para la obesidad. La me- jor forma de perder peso para la mayoría de nosotros es tomar menos calorías de las grasas y aumentar la actividad física. La inquietud física ayuda, al igual que el ejercicio de resistencia, que aumenta la masa muscular (el músculo consume más energía en reposo que grasa). Los bajos niveles de actividad estimulan real- mente el consumo de alimentos, mien- tras que el ejercicio físico reduce el aporte alimentario y aumenta el índice metabó- lico no sólo durante la actividad, sino tam- bién durante algún tiempo después. La única forma de perder peso es realizar cambios en nuestros hábitos dietéticos y de ejercicio a lo largo de nuestra vida. y South Beach®, y los defensores de la tradicional dieta baja en grasas (rica en hi- dratos de carbono complejos). Los estu- dios clínicos revelan que las personas que siguen dietas bajas en hidratos de car- bono pierden peso más rápidamente al principio, pero tienden a estancarse a los seis meses. Cuando la dieta continúa du- rante un año, los individuos con dietas ba- jas en grasas pierden tanto peso como los de las dietas bajas en hidratos de carbono y experimentan menos episodios de dia- rrea, estreñimiento, cefalea y calambres musculares. Aunque resulta preocupante el hecho de que las dietas bajas en hidra- tos de carbono puedan promover unos valores no deseados de lípidos y coleste- rol plasmático, la mayor parte de los indi- viduos no ha estado en esa situación. Algunas dietas líquidas ricas en proteí- nas sin receta médica contienen proteí- nas de tan mala calidad (incompletas) que son realmente peligrosas. Las peores son las que contienen la proteína colágeno en vez de fuentes de leche o de soja. Cirugía A veces la desesperación absoluta pro- mueve soluciones quirúrgicas, como ce- rrarse la mandíbula o realizarse una gas- troplastia, la cirugía de by-pass intestinal, la desviación biliopancreática más radical (BPD) y la liposucción. La BPD “reorga- niza” el tracto digestivo: se extraen hasta dos tercios del estómago; el intestino del-
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