Logo Studenta

Neurocirugía, aspectos clínicos y quirúrgicos - Basso-181

¡Estudia con miles de materiales!

Vista previa del material en texto

Neurocirugía / Basso180
Tr
au
m
a
base del cráneo y el contenido craneano es la fractura 
transversa por energía aplicada en el maxilar superior. 
Así tiene lugar la fractura de Le Fort II y Le Fort III. 45
Ambas comprometen no solo el cráneo facial sino 
también al cráneo encefálico desde el momento que 
incluyen en sus trazos a la órbita; esta última am-
plia, repetida y directamente en continuidad con el 
endocráneo.
Fractura de Le Fort II implica separación del crá-
neo facial, que queda en solución de continuidad con 
el cráneo encefálico; por eso el aspecto de pirámide 
con vértice superior de su trazo que se observa en las 
radiografías de frente.
Fractura del Le Fort III conlleva otra manera, más 
complicada, de disyunción cráneo facial; así el com-
promiso orbitario no es sólo del piso orbitario, como 
en la fractura precedente, sino también de su aspecto 
medial con daño a los huesos lacrimales y a la delgada 
lámina papirácea del etmoides. La separación tiene 
lugar con las láminas orbitarias del hueso frontal. 
Clínica
La mayor importancia de una fractura craneana, se 
insiste, radica en su asociación con lesiones del con-
tenido craneano.
De su relación con lesiones primarias y secundarias 
del encéfalo, de vasos, nervios y meninges, con las 
complicaciones posibles y las secuelas respectivas 
se comprende su importancia en el traumatismo de 
cráneo.
El diagnóstico se puede hacer con radiografías con-
vencionales y su multiplicidad de cortes y posiciones 
(Figura 14.1) pero lo más lógico y aconsejable en la 
actualidad es la tomografía axial computada (TAC) con 
ventana ósea (Figuras 14.2 y 14.3); otros métodos ima-
genológicos disponibles son utilizados en cualquier 
servicio que atienda traumatismos de cráneo según la 
índole de la lesión concomitante y las particularidades 
de cada complicación. Se ampliarán los conceptos en 
el capítulo de fístula traumática de LCR.
En cuanto al significado de una fractura de cráneo, 
es conveniente conocer algunos datos estadísticos.
Se observan fracturas en el 10% de todos los trau-
matismos de cráneo. 35 Si los casos son fatales, la 
fractura está presente en el 80% de los pacientes. 4 
En pacientes adultos con hematoma intracraneano 
traumático solo el 11% no tiene fractura de cráneo. 
44 Desde otro punto de vista, el 71% de los pacientes 
con hematomas o contusiones encefálicas cursan con 
alguna fractura craneana. 50
De datos como los señalados, relacionando fractura 
con hematoma y aun cuando no hay uniformidad en 
las opiniones, se desprende la conveniencia y mu-
chas veces la necesidad de internar a un paciente con 
fractura de cráneo. Mucho más si el paciente sufrió 
pérdida del conocimiento. 52
Además, en otro estudio se concluyó que, entre 
los pacientes que presentan secuelas postraumáticas, 
todos tienen fractura de cráneo; es un dato más para 
enfatizar la importancia eventual de una fractura de 
cráneo. 22
Tratándose de adolescentes, en otro trabajo sobre 
estos temas se comprobó que de 26 jóvenes con 
fractura craneana, 13 sufrieron hematomas intra-
craneanos. 
Con respecto a niños, la modificación que se pro-
duce en la morfología del cráneo absorbe gran parte de 
la energía en un traumatismo. El 70% de las fracturas 
son lineares y solitarias; cuanto más rápido el impacto, 
tal como ocurre en los adultos, hay mayor proclividad 
a la fractura con hundimiento. (Figura 14.4) 53
Figura 14.6: TAC cerebral (ventana ósea), corte axial. 
Fractura hundimiento frontal izquierda
Figura 14.7: TAC cerebral (ventana ósea), corte axial. 
Fractura orbitaria izquierda

Otros materiales