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Neurocirugía, aspectos clínicos y quirúrgicos - Basso-200

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Tumores del sistema nervioso central 199
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valoración conjunta de los elementos morfológicos, 
inmunohistoquímicos, clínicos e imagenológicos. Su 
correcta identificación evita tratamientos radiantes o 
quimioterápicos innecesarios.
Otra entidad interesante y, de alguna manera revo-
lucionaria ha sido el Tumor neuroepitelial disembrio-
plásico. Fue descrito originalmente como una lesión 
heterogénea, que combina una morfología polimorfa, 
con neurocitos pequeños maduros, microquistes, ma-
terial mucinoso y neuronas flotantes sin signos de 
agresividad histológica, asociada a veces a displasia 
cortical. 11 Clínicamente se trata de pacientes con 
convulsiones resistentes a tratamiento farmacológi-
co, con lesiones hipointensas, policíclicas, sin efecto 
de masa, que se curan en general con la cirugía. De 
nuevo, la identificación de este tumor es vital para 
evitar sobretratamientos radiantes o quimioterápicos.
No todas las entidades descriptas en la literatura, 
logran ser aceptadas por los expertos que reúne la 
OMS. Sin embargo, mencionaremos en los últimos 
tiempos la incorporación del lipomeduloblastoma, el 
meduloblastoma anaplásico, el tumor glioneuronal 
papilar, 12 el astrocitoma pilomixoide, etc. La OMS 
ha propuesto la adopción de patentes divergentes 
de diferenciación en algunas variantes de entidades 
conocidas, que no alcanzan a ser por sí mismas en-
tidades por carecer de clínica o genética distintiva. 
Entre ellas mencionaremos el glioblastoma de célu-
las pequeñas y el glioblastoma con diferenciación 
oligodéndrica. 13
El impacto de las neuroimágenes
El desarrollo de las neuroimágenes ha sido uno de 
los elementos que más ha impactado sobre las neu-
rociencias en general y sobre la Neuropatología en 
particular. Esta consideración es casi obvia, dado que 
no constituye otra cosa que la observación del mismo 
fenómeno desde otra tecnología. Las neuroimágenes 
son altamente sinérgicas con el análisis microscópico 
de los tumores cerebrales.
La Resonancia magnética define por una parte y 
con alta precisión morfológica la anatomía tumoral (su 
tamaño, textura, límites, compromiso de estructuras 
adyacentes, etc.). Asimismo, más recientemente, ha 
incorporado la capacidad de brindar datos metabóli-
cos y funcionales con las técnicas de espectroscopia, 
difusión-perfusión, etc. Existe una clara tendencia en la 
Neurooncología a incorporar y relacionar los aspectos 
diagnósticos y pronósticos de la Neuropatología y las 
neuroimágenes. Estas últimas complementan a la Neu-
ropatología ayudando a definir los aspectos, siempre 
críticos, del muestreo y del pronóstico, con sus criterios 
propios de agresividad (captación de contraste, efecto 
de masa, etc.). Como se ha mencionado, la observación 
de este último elemento es un criterio decisivo en la 
gradación de los oligodendrogliomas en la clasificación 
de St. Anne. 14 En la actualidad, la observación de las 
imágenes es un elemento esencial del diagnóstico. Tam-
bién ha demostrado una utilidad excepcional al definir 
los blancos a ser biopsiados en biopsias dirigidas por 
imágenes como las estereotácticas. No sustituye sino 
que complementa el diagnóstico anátomo-patológico.
La biología molecular
Es indudable que la Biología molecular ha revoluciona-
do la Biología en general, a partir de la incorporación 
masiva de sus técnicas. Este impacto generó tensiones 
no menores con el conocimiento clásico basado en la 
morfología. Los avances técnicos anteriores a la Biolo-
gía molecular, en esencia las técnicas histoquímicas, 
la microscopía electrónica y la inmunohistoquímica, 
habían sido de alguna manera morfológicos, ya que 
su interpretación era en ese contexto, lo que se ha 
llamado patología on slide, en contrapartida a la off 
slide, 15 basada fundamentalmente en geles, cuya in-
terpretación exige un entrenamiento especial.
Sin embargo, más allá de estas asperezas, la Bio-
logía molecular se ha impuesto por su capacidad de 
comprender la neoplasia como enfermedad genética, 
describiendo alteraciones características, muchas ve-
Figura 16.9: Extendido citológico de un tumor 
neuroepitelial disembrioplásico. Se observa una neurona 
neoplásica (flecha). HE 400 X
Figura 16.10: Idem Figura 16.8. Inmunomarcación para 
sinaptofisina. 400 X

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