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Anatomía y fisiología del cuerpo humano196 órgano metabólico y depurativo, y por último puede ser una vía de administración de medicamentos. 3.8.1. El habla El aire sale por la tráquea procedente de los pulmones a través de la laringe, formada por la glotis y las cuerdas vocales, que consti- tuyen el órgano de la fonación y hacen posible el habla. Cuando estamos callados el aire entra y sale de los pulmones sin hacer ruido, porque las cuerdas vocales están abiertas. El soni- do de la voz se origina por la vibración de las cuerdas vocales, pero se necesitan otras estructuras para que este sonido se convierta en lenguaje reconocible. Al mover las cuerdas vocales se abre o cierra el espacio comprendido entre ellas, produciéndose sonidos, pitos, etc. Esto es la fonación. La faringe, la boca, las cavidades nasales y los senos paranasales actúan como cajas de resonancia, intensi- fican el sonido y dan a la voz sus características especiales. En la boca modulamos los sonidos dando lugar a las distintas letras, que articuladas, hemos convertido en lenguaje. El tono de la voz se controla por la tensión de las cuerdas vocales. Si las cuerdas se estiran fuertemente vibran con mayor rapidez y se produce un tono más alto o agudo. La disminución de la tensión da lugar a un tono más bajo o grave. Las cuerdas vocales son generalmente más gruesas y más largas en el hombre que en la mujer, por lo que vibran más lentamente y dan lugar a un tono más grave en el varón. Todo el proceso depende de: Centros nerviosos específicos localizados en la corteza cerebral. Centros nerviosos que regulan el control de la respira- ción. 3.8.2. Mecanismos de defensa del pulmón frente al medio externo Los pulmones tienen entre 50-100 m2 de superficie interna, lo cual representa una superficie muy grande sometida a un ambien- te hostil que puede se invadido por agentes patógenos y partículas nocivas. El aire contiene, en forma de gases o de aerosoles, sustan- cias como: óxidos de nitrógeno, hidrocarburos, CO, compuestos oxigenados de azufre, ozono, pólenes, esporas de hongos, bacte- rias y virus. Los tres primeros proceden de los motores de com- bustión interna como los automóviles, los compuestos de azufre provienen de las plantas termoeléctricas y el ozono se forma por efecto de la luz ultravioleta sobre el aire atmosférico. Los óxidos de nitrógeno irritan el tracto respiratorio y los ojos y los podemos reconocer por un halo amarillo de «niebla industrial». Los com- puestos de azufre y el ozono también son irritantes y este último, a altas concentraciones, puede causar edema pulmonar. El peligro del CO es su enorme afinidad por la hemoglobina, que supera con mucho a la afinidad del O 2 . Los hidrocarburos cíclicos son can- cerígenos en potencia. Gran parte de estos compuestos están en el humo del tabaco y se inhalan al fumar, en concentraciones muy altas. Además, todos estos contaminantes actúan de manera si- nérgica o potenciada. Los pólenes producen en algunas personas — — reacciones alérgicas, que cursan con broncoconstricción secunda- ria a la liberación de histamina y otras sustancias liberadas por los mastocitos. Las bacterias, virus, esporas y hongos producen infecciones más o menos graves. Filtro de tóxicos Dependiendo del tamaño y de la naturaleza de las partícu- las, nos defendemos de ellas mediante agentes físicos o químicos. Muchas de las partículas inhaladas salen con la siguiente espira- ción. Otras se eliminan mediante otros mecanismos, que se citan a continuación. Las grandes (>5-6 μm) impactan en la nariz y quedan allí produciendo irritación: es el hollín negro que encontramos en la nariz cuando la limpiamos. Las de mediano tamaño (1-5 μm) se depositan en las vías aéreas por sedimentación: nos hacen estornudar, toser o no dan síntomas. Las partículas más pequeñas (menos de 1 μm) llegan hasta los alveolos y allí pueden quedar incrustadas. La tos Es un reflejo complejo de defensa que surge de la estimulación química o mecánica de la laringe y de las vías respiratorias altas. El mecanismo consiste en una inspiración profunda, espiración frente a la glotis cerrada, apertura repentina de la glotis. El aire en su salida alcanza velocidades entre 120 y 150 kilómetros por hora, arrastrando en su salida las sustancias que iniciaron el re- flejo. Estos pasos pueden producirse voluntariamente o de forma espontánea e involuntaria. El estornudo Es semejante pero la zona irritada son las fosas nasales, y es siem- pre involuntario. Eliminación mucociliar El sistema mucociliar se encarga de eliminar residuos atrapados en las vías altas, o partículas transportadas por el moco desde tramos inferiores. Se eliminan diariamente entre 10 y 100 mL de moco segregado por las células del epitelio de revestimiento del aparato respiratorio. Este moco es más líquido en la zona más superficial (permitiendo el movimiento de los cilios) y más gelatinoso en la zona más profunda (formando un lecho más pegajoso). Los cilios que están situados en el polo superficial de las célu- las epiteliales en número de unos 300 por célula. Baten con regu- laridad, a una frecuencia de 1000-1500 oscilaciones por minuto, llevando el moco a la laringe, y allí se traga o se expectora. Las par- tículas de este modo avanzan 1-2 cm por minuto, siempre hacia el exterior. La actividad mucociliar queda anulada o inhibida por el humo del tabaco, los anestésicos y otros fármacos, y el aire frío. • • • https://booksmedicos.org booksmedicos.org Push Button0:
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