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Cirugía de la base del cráneo. Aspectos generales 337 29 retrolaberíntica, la petrosectomía translaberíntica, y el abordaje transcoclear, que incluye remoción com- pleta del laberinto y requiere transposición del nervio facial. 2, 16, 19, 27, 30, 31, 39 Nosotros presentamos el abordaje intradural sub- temporal con resección del apex petroso, mientras Kawase y col. desarrollaron el abordaje epidural sub- temporal, aplicándolo en principio para acceder a la parte inferior del tronco basilar, y luego para tumores petroclivales y esfenopetroclivales. 22 Las ventajas del abordaje lateral a la base del cráneo son una distancia más corta al tumor y a las estructuras neurovasculares circundantes, mejor visualización, y mínima retrac- ción cerebral. Se intentó el abordaje transpetroso con petrosectomía completa, en pacientes con tumores grandes con pérdida auditiva completa, cuya resección, se supone, se beneficiará de la exposición ampliada lograda por la remoción completa de la pirámide pe- trosa. 43 Otros abordajes a la región clival más extensos y menos empleados son el transbasal ampliado, los abordajes de línea media (transesfenoidal, transoral, transcervical), el abordaje infratemporal, el abordaje transfacial (facial degloving), y la resección del apex petroso anterior transetmoidal epidural. 11, 14, 21 Con los años, el entusiasmo inicial por realizar abordajes extendidos con amplia resección ósea y suficiente exposición del tumor fue contrarrestado con una mortalidad relacionada al abordaje inacep- tablemente alta y con una alta tasa de parálisis facial, pérdida auditiva y fístulas de LCR. Otra desventaja importante era el riesgo de injuria de las estructuras venosas altamente variables. (4, 5, 34) La interrupción o aun el estiramiento de la vena de Labbe o de los senos tentoriales, o alguna de las venas mayores de drenaje, podría tener consecuencias impredecibles y devastadoras. La creciente experiencia y los estudios de segui- miento a largo plazo, nos mostraron que los abordajes más simples y seguros son el prerrequisito para mejorar los resultados y disminuir la morbilidad, y esto nos llevó a cambiar nuestra filosofía de procedimiento. El concepto del autor principal evolucionó a través de los años con la experiencia de 184 meningiomas pe- troclivales operados. En primer término empleábamos abordaje frontotemporal o subtemporal con resección del tentorio y del ápex petroso. Luego, aunque desa- rrollamos el abordaje combinado infratentorial supra- tentorial presigmoideo, el enfrentamiento a los riesgos antes mencionados de lesión venosa, nos llevó a la creación del abordaje retrosigmoideo-suprameatal. En particular en caso de tumores grandes que se extienden a las áreas supraselar y paraselar con compromiso del seno cavernoso, preferimos operar en etapas uti- lizando dos abordajes simples. En principio, la parte infratentorial del tumor es resecada por un abordaje retrosigmoideo-suprameatal, descomprimiendo así al tronco cerebral; el componente supratentorial rema- nente es extirpado en una segunda etapa mediante un abordaje frontotemporal. La cirugía en dos tiempos permite una similar extensión en la remoción tumoral y una adecuada descompresión del nervio óptico. Más aún, está relacionada con menor morbilidad asociada al abordaje que los ampliados a la base de cráneo alternativos. Abordaje retrosigmoideo suprameatal Desde 1982 nosotros utilizamos el abordaje retrosig- moideo suprameatal, que emplea la simple y segura craniectomía retrosigmoidea, combinada con una re- sección del ápex petroso y, eventualmente, incisión del tentorio. 33-35, 37 Esto evita una extensa resección del hueso petroso con amplia escisión del tentorio y así, los riesgos asociados se reducen. El paciente está en posición semisentada. El mo- nitoreo neurofisiológico constante es fundamental durante todas las etapas de la cirugía, en particular el monitoreo de los cambios en los potenciales evocados auditivos, al retraer el cerebelo a fin de evitar algún deterioro en la audición, o el monitoreo de los nervios óculomotores común y externo durante la disección del tumor. Se realiza una craniectomía retrosigmoi- dea que expone los bordes de los senos sigmoideo y transverso. Los meningiomas petroclivales deberían ser rese- cados a través de uno de los niveles del ángulo pon- tocerebeloso: entre el tentorio y el nervio trigémino; entre el trigémino y el complejo acústicofacial; entre este complejo y los nervios caudales; o, más rara vez, entre los nervios caudales y el foramen magnum. La remoción debería comenzar en el nivel más expandido, con la mayor distancia entre las respectivas estructu- ras. El meningioma es vaciado parcialmente usando el aspirador ultrasónico, y recién después de esto se aborda el siguiente nivel. La disección de la cápsula tumoral no comienza hasta que se obtiene suficiente descompresión interna. En caso de que el meningioma infiltre la píamadre o el tronco cerebral, no se realizan intentos de resección total. Una vez que se ha resecado el tumor del ángulo pontocerebeloso, se reseca el apex petroso mediante fresado intradural del hueso localizado por arriba y por delante del conducto auditivo interno, p. ej., el tubér- culo suprameatal. La anatomía de la pirámide en esa área es bastante variable y la cantidad de resección ósea que proporciona acceso suficiente difiere. El fresado permite extender el abordaje retrosigmoideo hasta 13 mm más adelante que el abordaje retrosigmoideo solo. 40 Aunque el espacio entre los nervios craneales en el ángulo pontocerebeloso es relativamente estrecho, el tumor suele ampliarlo en forma suficiente como para trabajar en él con seguridad. 34 La apertura del cavum
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