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Anatomía y fisiología del cuerpo humano212 que el aumento brusco del tamaño del hígado puede ser muy do- loroso. La unidad funcional hepática es el lobulillo hepático (Figu- ra 8.16). Estos lobulillos tienen forma más o menos hexagonal, con un diámetro de 1-2 mm y están constituidos por células epi- teliales especializadas, los hepatocitos, dispuestos en hileras. En los vértices de los lobulillos existen unas estructuras llamadas espacios porta que contienen tres vasos o conductos diferentes, que constituyen la tríada porta. En cada uno de estos vértices hay una arteriola o rama de la arteria hepática, que lleva sangre rica en oxígeno; una rama de la vena porta, que lleva sangre venosa rica en sustancias absorbidas en el intestino y, finalmente un canalículo biliar que contiene la bilis. En el centro del lo- bulillo se halla la vena centrolobulillar, que es una rama de las venas suprahepáticas, que recoge la sangre de los capilares he- páticos. Entre las hileras de hepatocitos, se hayan los sinusoides hepáticos o capilares hepáticos, muy permeables, por los que circula la sangre que proporciona a los hepatocitos los nutrien- tes obtenidos en el tracto digestivo y el oxígeno suministrado por la arteria hepática. Además, el hígado posee una población de macrófagos, denominados células de Kupffer, pertenecientes al sistema reticuloendotelial y encargadas de la defensa del or- ganismo frente a los microorganismos que puedan atravesar la barrera intestinal. Los hepatocitos son células cilíndricas uno de cuyos polos está en contacto con los sinusoides para captar alimentos y el otro dirigido hacia unos canalículos a los que vierten la bilis que ellos mismos secretan. Estos canalículos confluyen en los espacios por- ta y forman canales mayores que recogen la bilis de diferentes lobulillos. Todos los canalículos confluyen en los conductos hepá- ticos derecho e izquierdo que salen del hígado y se reúnen en el conducto hepático común. La bilis producida continuamente por el hígado no se vierte directamente en el tracto digestivo, sino que se almacena en una bolsa denominada vesícula biliar. 2.4.8. Vesícula biliar La vesícula biliar es un sáculo en forma de pera, de unos 8 cm de longitud, que histológicamente consta de una mucosa, for- mada por un epitelio cilíndrico simple, dispuesto en pliegues se- mejantes a los del estómago. Estos pliegues pueden expandirse para dar cabida a una cantidad de hasta 60 mL de bilis durante el período comprendido entre comidas. La vesícula carece de submucosa. La capa muscular de su pared se compone de fibras de músculo liso, cuya contracción permite que la bilis alcance el duodeno a través del colédoco tras la apertura del esfínter de Oddi (Fig. 8.14). 2.4.9. Intestino grueso Es la parte más distal del intestino, tiene unos 1.5 m de longitud y 6.5 cm de diámetro. Comprende desde la válvula ileocecal hasta el ano (Fig. 8.17). Esta válvula separa el intestino delgado del intestino grueso y consiste en unos repliegues mucosos que sobresalen hacia el intestino grueso. Debido a esta estructura, la válvula resiste la presión del colon, pero cede fácilmente a la presión ejercida desde el íleon. Las funciones de la válvula son evitar el paso excesivamente rápido del quimo al colon y el paso retrógrado del contenido del colon al íleon. En el plano inferior a dicha válvula, cuelga el ciego, saco sin salida de unos 6 cm de longitud que está cerrado en su extremo distal. En el ciego existe una estructura digitiforme, como un pequeño tubo contorneado que es el apéndice vermiforme, cuya función se desconoce, pro- bablemente sea un remanente embrionario. El ciego se continúa en su extremo superior con el colon, que es la porción más im- portante del intestino grueso, y en el que se pueden distinguir tres segmentos: Colon ascendente, que comprende el segmento desde la fosa ilíaca derecha hasta las proximidades del hígado (án- gulo hepático). Colon transverso, dispuesto horizontalmente, hasta el án- gulo esplénico. Colon descendente dispuesto verticalmente, que describe una curva en forma de S, denominada sigma. La última porción la constituye el recto, el cual se abre al exterior en el orificio anal. El colon está recubierto exteriormente por el peritoneo. La estructura histológica del intestino grueso es similar a la del in- testino delgado, con la excepción de su mayor calibre y de que, en el colon, la capa muscular longitudinal está engrosada, en tres zonas, lo cual forma unas bandas longitudinales prominentes, de- nominadas tenias (Fig. 8.17). En el ciego y en el colon existen 3 de estas bandas. Entre las tenias, la capa longitudinal de músculo es relativamente delgada. El tono del músculo liso de las tenias hace que la pared del intestino grueso se abombe formando unos sacos en forma de bolsa denominados haustras. El recto no tiene haustras. La mucosa del ciego, el colon y la parte superior del recto es lisa y no posee vellosidades. Está formada por células cilíndricas absorbentes y por muchas células caliciformes secretoras de moco. La submucosa, que está inmediatamente por dentro de la capa Figura 8.16. Estructura del hígado. Hepatocitos Canalículo biliar Hepatocito Sinusoide hepático Conducto hepático Vena porta hepática Arteria hepática Tríada portal Lobulillo hepático Vesícula biliar Lóbulo izquierdo Ligamento falciforme Lóbulo derecho https://booksmedicos.org booksmedicos.org Push Button0:
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