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Capítulo 9 Sistema endocrino 247 renina es una enzima que se produce en las células mioepiteliales del aparato yuxtaglomelular del riñón. Esta enzima actúa sobre un sustrato denominado angiotensinógeno, que es una 2 -globulina producida en el hígado. Por acción de la renina el angiotensinó- geno se transforma en el decapéptido angiotensina 1. Éste no tie- ne ninguna acción biológica per se y por acción de la enzima de conversión presente en los endotelios vasculares, pierde un péptido terminal y se transforma en angiotensina II que es un octapéptido con acción vasoconstrictora muy potente y acción estimulante so- bre la secreción de aldosterona. La angiotensina II, por acción de una angiotensinasa se transforma en angiotensina III, que es un heptapéptido que también mantiene su acción estimulante sobre la aldosterona aunque pierde prácticamente toda su acción vaso- constrictora. Tanto la angiotensina II como la angiotensina III se unen a un receptor de membrana en las células esteroidogénicas de la zona glomerulosa de la corteza suprarrenal estimulando la pro- ducción de aldosterona. Los elementos reguladores fundamentales de la secreción de renina son los niveles de sodio y potasio en el líquido intersticial y la presión arterial. De esta forma si disminuye la presión arterial, disminuye los niveles de sodio o aumentan los de potasio, se incrementa la secreción de renina, que dará lugar a un aumento de la angiotensina I y a su vez ésta un aumento de an- giotensina II y III y por lo tanto un incremento de aldosterona, que al retener sodio y eliminar potasio, ejerce dos acciones fisiológicas importantes: por un lado mantiene el balance hidroelectrolítico y contribuye a retener agua con el sodio incrementando los niveles de presión arterial. Al revés, si la presión arterial sube, sube el sodio in- tersticial, o disminuye el potasio, disminuye la secreción de renina y entonces no se produce aldosterona y el sodio se pierde por la orina con una cierta cantidad de agua disminuyendo la presión arterial y la concentración de sodio intersticial (Fig. 9.14). En el caso de los glucocorticoides, el eje hipotálamo hipó- fiso suprarrenal comienza con la secreción de CRH que es un péptido de 41 aminoácidos producido en el hipotálamo que va a estimular por vía portal hipotálamo hipofisaria la secreción de una hormona denominada POMC, ésta a su vez se va a escindir en la hipófisis en varios componentes que incluyen: un péptido de 39 aminoácidos denominado ACTH que será el más impor- tante estímulo de la esteroidogénesis suprarrenal y también del crecimiento de las células de la capa glomerulosa y sobre todo fasciculada de la corteza suprarrenal. La CRH estimula el crecimiento de las células productoras de POMC lo que da lugar al estímulo de la secreción, entre otras, de ACTH. Las células de la corteza suprarrenal, poseen recepto- res de membrana de forma que la unión de la ACTH da lugar a un aumento de los niveles de AMP cíclico intracelular que a su vez pondrá en marcha la esteroidogénesis, a partir de la transfor- mación de los ésteres de colesterol en colesterol libre. Como se ha dicho antes la acción es máxima sobre la capa fasciculada pero también ejerce una acción estimulante sobre la zona gromerulosa, de forma que el papel fisiológico de la ACTH en la zona produc- tora de hormonas mineralocorticoides se limita más bien a un mecanismo de facilitación. Cuando falta ACTH, la glomerulosa es menos capaz de responder a sus estímulos fisiológicos a través del sistema renina angiotensina. Se establece de esta forma un eje en el que el CRH hipotalá- mico estimula a la POMC hipofisaria que da lugar a ACTH que estimulará a su vez a la corteza suprarrenal fundamentalmente a la capa fasciculada, para que ésta produzca cortisol. Éste cerrará el circuito sobre la CRH y la ACTH, disminuyendo ambas a través de una retroalimentación negativa. RECUERDA La corteza suprarrenal tiene dos mecanismos de regulación. Uno es el sistema CRH-ACTH que actúa sobre toda ella, de manera especial sobre la zona fasciculada y cuya retroalimen- tación se ejerce a través del cortisol y el otro que es específico de la zona glomerulosa y por lo tanto de la producción de mineralocorticoides que se estimulan a través del sistema re- nina angiotensina, en función de la presión arterial y de los niveles de Na+ y K+. 3.4. RITMOS DE SECRECIÓN El cortisol y la ACTH no se secretan de un modo continuo, sino episódico. Por lo tanto, su secreción es intermitente en períodos de apenas unos minutos. El número y la duración de los picos secretores varían a lo largo del día, teniendo un máximo entre las 4-8 horas y un mínimo entre las 20-24 horas. Estos cambios en la frecuencia y amplitud de la secreción dan lugar al ritmo circadia- no del cortisol (Fig. 9.13). El patrón de secreción circadiano es intrínseco del hipotála- mo e independiente del control por retroalimentación negativa del cortisol. El patrón circadiano procede de las señales del núcleo supraquiasmático del hipotálamo, principal sincronizador de los ritmos del organismo. Figura 9.14. Acciones del sistema renina angiotensina aldos- terona. Glomerulosa adrenal Angiotensina II Riñón SNC Constricción vasos resistencia Aldosterona Eferentes simpáticos Regulación sed Retención Na+ y líquidos Hipertensión https://booksmedicos.org booksmedicos.org Push Button0:
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