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FISIOLOGIA 2 GRUPO K
TRABAJO DE INVESTIGACION N°3
TEMA: HORMONAS CORTICOSUPRARRENALES 
1. GLANDULAS SUPRARRENALES
R: Las dos glándulas suprarrenales, con un peso aproximado de 4 g cada una, se hallan en los polos superiores de los riñones. Como ilustra la figura 78-1, cada glándula se compone de dos porciones diferentes, la médula suprarrenal y la corteza suprarrenal. La médula suprarrenal, que ocupa el 20% central de la glándula, se relaciona desde el punto de vista funcional con el sistema nervioso simpático; secreta las hormonas adrenalina y noradrenalina en respuesta a la estimulación simpática. A su vez, estas hormonas provocan casi los mismos efectos que la estimulación directa de los nervios simpáticos en todas las regiones del cuerpo. Pg 965
2. ZONAS DE LA GLANDULAS SUPRARRENALES
a) ZONA GLOMERULAR
R: La zona glomerular, una capa delgada de células situada inmediatamente por debajo de la cápsula, contribuye con casi el 15% a la corteza suprarrenal. Estas células son las únicas de la glándula suprarrenal capaces de secretar cantidades importantes de aldosterona porque contienen la enzima aldosterona sintetasa, necesaria para la síntesis de la hormona. La secreción de estas células está controlada sobre todo por las concentraciones de angiotensina II y potasio en el líquido extracelular; ambos estimulan la secreción de aldosterona.
b) ZONA FACICULAR
R: La zona fascicular, la zona media y más ancha, representa casi el 75% de la corteza suprarrenal y secreta los glucocorticoides cortisol y corticosterona, así como pequeñas cantidades de andrógenos y estrógenos suprarrenales. La secreción de estas células está controlada, en gran parte, por el eje hipotalámico-hipofisario a través de la corticotropina (ACTH).
c) ZONA RETICULAR
R: La zona reticular, la capa más profunda de la corteza, secreta los andrógenos suprarrenales
deshidroepiandrosterona (DHEA) y androstenodiona, así como pequeñas cantidades de estrógenos y algunos glucocorticoides. La ACTH también regula la secreción de estas células, aunque en ella pueden intervenir otros factores tales como la hormona corticótropa estimuladora de los andrógenos, liberada por la hipófisis. Sin embargo, los mecanismos que regulan la producción suprarrenal de andrógenos no se conocen tan bien como los de los glucocorticoides y mineralocorticoides. La secreción de aldosterona y de cortisol se halla regulada por mecanismos independientes. Algunos factores que, como la angiotensina II, incrementan específicamente la producción de aldosterona, provocan la hipertrofia de la zona glomerular, pero no ejercen efecto alguno sobre las otras dos. De igual manera, ciertos factores que, como la ACTH, inducen la secreción de cortisol y de andrógenos suprarrenales causan la hipertrofia de las zonas fascicular y reticular, pero apenas modifican la zona glomerular. Pg 965-966
3. PORCIONES DE LA GLANDULAS SUPRARRENALES Y CATECOLAMINAS
R: Como ilustra la figura 78-1, cada glándula se compone de dos porciones diferentes, la médula suprarrenal y la corteza suprarrenal. La médula suprarrenal, que ocupa el 20% central de la glándula, se relaciona desde el punto de vista funcional con el sistema nervioso simpático; secreta las hormonas adrenalina y noradrenalina en respuesta a la estimulación simpática. A su vez, estas hormonas provocan casi los mismos efectos que la estimulación directa de los nervios simpáticos en todas las regiones del cuerpo.
	Secreción de hormonas de la corteza suprarrenal en sus distintas zonas y secreción de
catecolaminas por la médula suprarrenal. Pg 965
4. MINERALOCORTICOIDES
R: Los mineralocorticoides reciben este nombre porque afectan sobre todo a los electrólitos (los «minerales») del compartimiento extracelular, especialmente al sodio y al potasio.
• Aldosterona (muy potente, supone casi el 90% de toda la actividad mineralocorticoide).
• Desoxicorticosterona (1/30 de la potencia de la aldosterona, aunque se secreta en cantidades
mínimas).
• Corticosterona (ligera actividad mineralocorticoide).
• 9α-fluorocortisol (sintético, algo más potente que la aldosterona).
• Cortisol (actividad mineralocorticoide mínima, pero se secreta en grandes cantidades).
• Cortisona (actividad mineralocorticoide mínima).
5. GLUCOCORTICOIDES
R: Los glucocorticoides se denominan así porque poseen efectos importantes de aumento de la glucemia. Además, influyen en el metabolismo de las proteínas y de los lípidos, con efectos tan importantes para la función del organismo como los que producen sobre el metabolismo de los hidratos de carbono.
• Cortisol (muy potente; es el responsable de casi el 95% de toda la actividad glucocorticoide).
• Corticosterona (proporciona el 4% de la actividad glucocorticoide total, pero es mucho menos potente que el cortisol).
• Cortisona (casi tan potente como el cortisol).
• Prednisona (sintética, cuatro veces más potente que el cortisol).
• Metilprednisolona (sintética, cinco veces más potente que el cortisol).
• Dexametasona (sintética, 30 veces más potente que el cortisol).
6. ANDROGENOS
R: La corteza suprarrenal secreta los dos tipos principales de hormonas corticosuprarrenales, los mineralocorticoides y los glucocorticoides. Además de estas hormonas, produce pequeñas cantidades de hormonas sexuales, en particular de andrógenos, que inducen los mismos efectos que la hormona sexual masculina testosterona. En general, son de escasa importancia, pero cuando se secretan en grandes proporciones en algunos trastornos de la corteza suprarrenal (como se expondrá más adelante este capítulo), causan los efectos virilizantes consiguientes. Pg 965
7. VIAS DE SINTESIS DE ESTORIDES SUPRARRENALES
R: La figura 78-2 indica las etapas principales de la síntesis de los productos esteroideos más
importantes de la corteza suprarrenal: aldosterona, cortisol y andrógenos. Casi todas estas etapas suceden en dos orgánulos celulares, las mitocondrias y el retículo endoplásmico, pero algunas tienen lugar en las primeras y otras en el segundo. Cada etapa está catalizada por un sistema enzimático específico. Un cambio, incluso de una sola enzima, puede provocar la formación de tipos muy distintos y porcentajes diferentes de hormonas. Por ejemplo, si se altera la actividad de tan solo una enzima de esta vía, se generarán cantidades enormes de hormonas sexuales masculinizantes u otros compuestos esteroideos que normalmente no se encuentran en la sangre. Las fórmulas químicas de la aldosterona y el cortisol, que son las principales hormonas mineralocorticoide y glucocorticoide, respectivamente, se ilustran en la figura 78-2. El cortisol posee un cetooxígeno en el carbono 3 y se encuentra hidroxilado por los carbonos 11 y 21. El mineralocorticoide aldosterona posee un átomo de oxígeno unido al carbono 18. Además de la aldosterona y del cortisol, la corteza suprarrenal suele secretar pequeñas cantidades de otros esteroides con actividad glucocorticoide, mineralocorticoide o mixta. Por último, se han sintetizado y empleado en diversas formas de tratamiento varias hormonas esteroideas potentes, no sintetizadas por las glándulas suprarrenales en condiciones normales. Pg 966
8. ALDOSTERONA
R: La aldosterona es el principal mineralocorticoide secretado por las glándulas
suprarrenales
	En el ser humano, la aldosterona es la responsable de casi el 90% de la actividad mineralocorticoide de las secreciones corticosuprarrenales, pero el cortisol, el principal glucocorticoide secretado por la corteza suprarrenal, también aporta una actividad mineralocorticoide importante. La actividad mineralocorticoide de la aldosterona es alrededor de 3.000 veces mayor que la del cortisol, pero la concentración plasmática de este último es casi 2.000 veces superior a la de la aldosterona. Pg 968
9. DESOXICORTICOSTERONA
	Algunas de las hormonas corticoesteroides más importantes, incluidas las sintéticas, se resumen en la tabla 78-1.
Hormonas esteroideas suprarrenales en el adulto: esteroides sintéticos y sus actividades glucocorticoides y mineralocorticoides relativas Pg 968
10. DESHIDROEPIANDROSTERONAR: Tabla 78-1.
11. CORTISOL
R: Tabla 78-1.
12. CORTICOSTERONA
R: Tabla 78-1.
13. CORTISONA
R: Tabla 78-1.
14. PREDNISONA
R: Tabla 78-1.
15. METILPREDNISOLONA
R: Tabla 78-1.
16. DEXAMETASONA
R: Tabla 78-1.
17. 9-ALFHA-FLUOROCORTISOL
R: Tabla 78-1.
18. FUNCIONES DE LA ALDOSTERONA
a) EFECTOS RENALES
R: La aldosterona aumenta la reabsorción tubular renal del sodio y la secreción de potasio
	Como se recordará del capítulo 28, la aldosterona favorece la reabsorción de sodio y, al mismo tiempo, la secreción de potasio por las células epiteliales de los túbulos renales, sobre todo por las células principales de los túbulos colectores y, en menor medida, en los túbulos distales y los conductos colectores. Por tanto, la aldosterona conserva el sodio en el líquido extracelular y aumenta la eliminación urinaria de potasio. Pg 969
b) EFECTOS CIRCULATORIOS
R: El incremento de la concentración de aldosterona del plasma puede reducir de forma pasajera la pérdida urinaria de sodio y dejarla en unos pocos miliequivalentes al día. Al mismo tiempo, las pérdidas de potasio por la orina se multiplican transitoriamente. Así pues, el efecto neto del exceso de aldosterona en el plasma consiste en un aumento de la cantidad total de sodio en el líquido extracelular y un descenso de la de potasio.
Por el contrario, la ausencia total de secreción de aldosterona puede ocasionar una pérdida urinaria pasajera de 10 a 20 g de sodio al día, cantidad equivalente a una décima a quinta parte de todo el sodio orgánico. Al mismo tiempo, el potasio queda retenido con tenacidad en el líquido extracelular. Pg 969
c) TRANSPORTE DE SODIO Y POTASIO
R: La aldosterona ejerce casi los mismos efectos sobre las glándulas sudoríparas y salivales que sobre los túbulos renales. Estos dos tipos de glándulas producen una secreción primaria que contiene grandes cantidades de cloruro sódico, aunque gran parte del cloruro sódico se reabsorbe al atravesar los conductos excretores, mientras que los iones potasio y bicarbonato se excretan. La aldosterona aumenta de manera considerable la reabsorción de cloruro sódico y la secreción de potasio por los conductos. El efecto sobre las glándulas sudoríparas reviste interés para conservar la sal del organismo en ambientes cálidos y el efecto sobre las glándulas salivales permite conservar la sal cuando se pierden cantidades excesivas de saliva.
La aldosterona también potencia mucho la absorción intestinal de sodio, sobre todo en el colon, evitando así la pérdida fecal de sodio. Por el contrario, cuando falta aldosterona, el sodio apenas se reabsorbe, con lo que tampoco se absorben el cloruro ni otros aniones, ni siquiera el agua. El cloruro sódico y el agua no absorbidos provocan diarrea, que aumenta las pérdidas salinas del organismo. Pg 970
d) MECANISMO CELULAR
R: Desde hace muchos años se conocen los efectos generales de los mineralocorticoides sobre el organismo, pero se ignora el mecanismo molecular de la acción de la aldosterona incrementa el transporte de sodio en las células tubulares. No obstante, la secuencia celular de acontecimientos que culmina con el aumento de la reabsorción de sodio parece ser la siguiente.
	En primer lugar, la aldosterona difunde de inmediato al interior de las células del epitelio tubular, debido a su liposolubilidad en las membranas celulares.
	En segundo lugar, la aldosterona se une a la proteína receptor mineralocorticoide (MR), una proteína que dispone de una configuración estereomolecular por la que solo la aldosterona o compuestos muy parecidos se unen a ella. Aunque los receptores MR de células epiteliales tubulares renales también poseen una alta afinidad por el cortisol, la enzima 11β-HSD2 convierte normalmente la mayor parte del cortisol en cortisona, que no se une fácilmente a los receptores MR, como se expone anteriormente.
	En tercer lugar, el complejo aldosterona-receptor o algún producto de este complejo difunde al interior del núcleo, donde sufre nuevas alteraciones para, por último, inducir la síntesis de uno o más tipos de ARN mensajero (ARNm) relacionados con el transporte del sodio y del potasio.
	En cuarto lugar, el ARNm pasa al citoplasma, donde, en colaboración con los ribosomas, induce la formación de proteínas. Las proteínas así formadas consisten en: 1) una o más enzimas, y 2) proteínas transportadoras de membrana, cuya presencia conjunta es imprescindible para el transporte de sodio, potasio e hidrógeno a través de la membrana celular. Una de las enzimas que aumenta en mayor medida es la trifosfatasa de adenosina de sodio-potasio, que actúa como elemento principal de la bomba de intercambio de sodio y potasio en la membrana basolateral de las células tubulares renales. Otras proteínas, quizá de la misma importancia, son las del canal de sodio epitelial insertadas en la membrana luminal de las mismas células tubulares y que facilitan la difusión rápida de los iones sodio desde la luz del túbulo hacia la célula; luego, la bomba de sodio-potasio situada en la membrana basolateral de la célula bombea el sodio durante el resto del trayecto. Así pues, la aldosterona no posee un efecto inmediato importante sobre el transporte de sodio, sino que su acción depende de la secuencia de acontecimientos que conducen a la formación de las sustancias intracelulares necesarias para el transporte del ion. Se precisan unos 30 min para producir un nuevo ARN dentro de la célula y unos 45 min para aumentar el transporte de sodio; el efecto máximo solo se alcanza al cabo de unas horas. Pg 970-971
e) ACCIONES NO GENOMICAS
R: Algunos estudios indican que muchos esteroides, entre ellos la aldosterona, no solo producen efectos genómicos de desarrollo lento, con una latencia de 45 a 60 min y que dependen de la transcripción del gen y de la síntesis de nuevas proteínas, sino que también tienen efectos más rápidos no genómicos, que aparecen luego de tan solo pocos segundos a algunos minutos. 
	Parece que estas acciones no genómicas dependen de la unión de los esteroides a receptores de la membrana celular que se acoplan a sistemas de segundos mensajeros, similares a los utilizados por las hormonas peptídicas para la transmisión de señales. Por ejemplo, se constató que la aldosterona aumenta la formación de monofosfato de adenosina cíclico (AMPc) en las células musculares lisas de los vasos y en las células epiteliales de los túbulos colectores renales en menos de 2 min, intervalo mucho menor que el necesario para la transcripción de genes y la síntesis de nuevas proteínas. En otros tipos de células se comprobó que la aldosterona estimula con rapidez el sistema de segundo mensajero del fosfatidilinositol. Sin embargo, no se conocen aún la estructura exacta de los receptores responsables de estos efectos rápidos de la aldosterona ni tampoco el significado fisiológico de estas acciones no genómicas de los esteroides. Pg 971
19. REGULACION DE LA SECRECION DE ALDOSTERONA
R: La regulación de la secreción de aldosterona está tan íntimamente ligada al control de las
concentraciones de electrólitos en el líquido extracelular, el volumen del líquido extracelular, el volumen sanguíneo, la presión arterial y muchos aspectos especiales de la función renal que resulta difícil exponerla con independencia de todos ellos. Sin embargo, conviene enumerar aquí los aspectos más relevantes del control de la secreción de aldosterona.
	La regulación de la secreción de aldosterona por las células de la zona glomerular no depende apenas de la regulación del cortisol o de los andrógenos por las zonas fascicular y reticular.
	Se conocen los siguientes cuatro factores que desempeñan una función esencial para la regulación de la aldosterona:
	1. El incremento de la concentración de iones potasio en el líquido extracelular aumenta mucho la secreción de aldosterona.
	2. El aumento de la concentración de angiotensina II en el líquido extracelular también incrementa mucho la secreción de aldosterona.
	3. El incremento de la concentración de iones sodio en el líquido extracelular apenas reduce la secreción dealdosterona.
	4. Se necesita ACTH de la adenohipófisis para que haya secreción de aldosterona, aunque su efecto regulador sobre la velocidad de secreción es mínimo en la mayoría de los trastornos fisiológicos.
	De todos estos factores, la concentración de iones potasio y el sistema renina-angiotensina son, con mucho, los más importantes en la regulación de la secreción de aldosterona. Un incremento porcentual pequeño de la concentración de potasio puede multiplicar varias veces la secreción de aldosterona. De forma análoga, la activación del sistema renina-angiotensina, de ordinario como respuesta al descenso del flujo sanguíneo de los riñones o a las pérdidas de sodio, aumenta varias veces la secreción de aldosterona. A su vez, la aldosterona actúa sobre los riñones: 1) facilitando la excreción del exceso de iones potasio, y 2) elevando el volumen sanguíneo y la presión arterial, con lo que se normaliza el sistema renina-angiotensina. Estos mecanismos de retroalimentación son imprescindibles para el mantenimiento de la vida. Pg 971
20. FUNCIONES DE LOS GLUCOCORTICOIDES CORTISOL 
a) SOBRE EL METABOLISMO DE LOS HIDRATOS DE CARBONO
R: Estimulación de la gluconeogenia
	El efecto metabólico más conocido del cortisol y de otros glucocorticoides consiste en estimular la gluconeogenia (es decir, la formación de hidratos de carbono a partir de las proteínas y de otras sustancias) en el hígado; el ritmo de gluconeogenia se eleva, a menudo, entre 6 y 10 veces. Este aumento del ritmo de la gluconeogenia se debe, sobre todo, a los efectos directos del cortisol en el hígado, así como a la antagonización de los efectos de la insulina.
	1. El cortisol aumenta las enzimas que convierten los aminoácidos en glucosa dentro de los hepatocitos. Este efecto se debe a la capacidad de los glucocorticoides para activar la transcripción del ADN en el núcleo del hepatocito, de la misma manera que la aldosterona actúa en las células del túbulo renal: se forman ARNm que, a su vez, dan origen al conjunto de las enzimas necesarias para la gluconeogenia.
	2. El cortisol moviliza los aminoácidos de los tejidos extrahepáticos, sobre todo del músculo. Por ello, llegan más aminoácidos al plasma, para incorporarse a la gluconeogenia hepática y facilitar la formación de glucosa.
	3. El cortisol antagoniza los efectos de la insulina para inhibir la gluconeogenia en el hígado. Tal como se expone en el capítulo 79, la insulina estimula la síntesis de glucógeno en el hígado e inhibe las enzimas que intervienen en la generación de glucosa por parte del hígado. El efecto neto del cortisol es un aumento en la producción de glucosa en el hígado.
	El aumento llamativo del depósito de glucógeno en los hepatocitos que acompaña al incremento de la gluconeogenia potencia los efectos de otras hormonas glucolíticas, como la adrenalina y el glucagón, para movilizar la glucosa en los períodos de necesidad, como sucede entre las comidas. Pg 972
b) SOBRE EL METABOLISMO DE LAS PROTEINAS
R: Reducción de las proteínas celulares
	Uno de los principales efectos del cortisol sobre los sistemas metabólicos del organismo consiste en el descenso de los depósitos de proteínas de la práctica totalidad de las células del organismo, con excepción de las del hígado. Esta reducción se debe tanto al descenso de la síntesis como a un mayor catabolismo de las proteínas ya existentes dentro de las células. Ambos efectos podrían achacarse a un menor transporte de los aminoácidos a los tejidos extrahepáticos, como se expondrá más adelante; es posible que esta no sea la causa primordial, porque el cortisol también reduce la formación de ARN y la síntesis posterior de proteínas de muchos tejidos extrahepáticos, sobre todo del músculo y del tejido linfático.
	Cuando existe un gran exceso de cortisol, el músculo puede debilitarse tanto que la persona es incapaz de alzarse cuando se encuentra en cuclillas. Además, las funciones inmunitarias del tejido linfático caen hasta una pequeña fracción de la normalidad.
	El cortisol aumenta las proteínas del hígado y el plasma
	Al mismo tiempo que el efecto de los glucocorticoides reduce las proteínas de otros lugares del organismo, el cortisol estimula la producción de proteínas en el hígado. Además, las proteínas del plasma (formadas por el hígado y liberadas a la sangre) también aumentan. Estos incrementos suponen una excepción al descenso de las proteínas que tiene lugar en otras partes del cuerpo. Se cree que esta diferencia se debe a un posible efecto del cortisol, que incrementaría el transporte de aminoácidos hacia los hepatocitos (pero no hacia casi todas las demás células) y estimularía a las enzimas hepáticas necesarias para la síntesis de proteínas. Pg 973
c) SOBRE EL METABOLISMO DE LAS GRASAS
R: Movilización de los ácidos grasos
	De forma muy similar a la movilización de aminoácidos del músculo, el cortisol moviliza a los ácidos grasos del tejido adiposo. Esta movilización aumenta la concentración de ácidos grasos libres en el plasma, lo que aumenta también la utilización de los ácidos grasos con fines energéticos. Al parecer, el cortisol ejerce asimismo un efecto directo que potencia la oxidación de los ácidos grasos en el interior de la célula. No se conoce por completo el mecanismo por el que el cortisol moviliza los ácidos grasos. Sin embargo, quizá parte de sus efectos se expliquen por un menor transporte de la glucosa a los adipocitos. Conviene recordar que el α-glicerofosfato, derivado de la glucosa, es necesario para el depósito y mantenimiento de los triglicéridos en estas células y que los adipocitos empiezan a liberar ácidos grasos cuando aquel falta.
	En los períodos de ayuno prolongado o de estrés, la mayor movilización de grasas por el cortisol, junto con el incremento en la oxidación de los ácidos grasos en la célula, inducen una desviación de los sistemas metabólicos celulares, que pasan de la utilización energética de glucosa a la utilización de ácidos grasos. No obstante, este mecanismo del cortisol tarda varias horas en manifestarse íntegramente y no es tan rápido ni tan potente como el desplazamiento inducido por el descenso de la insulina, que se expondrá en el capítulo 79. De cualquier modo, el mayor uso de los ácidos grasos para conseguir energía metabólica supone un factor esencial para la conservación a largo plazo de la glucosa y del glucógeno orgánicos.
El exceso de cortisol induce obesidad
Si bien el cortisol puede provocar una movilización moderada de los ácidos grasos en el tejido adiposo, en muchas personas que presentan una secreción excesiva de cortisol se desarrolla un tipo de obesidad peculiar: la grasa sobrante se deposita en el tórax y en la cabeza, y produce el «cuello de búfalo» y la cara redonda «de luna llena». Se ignora la etiología, pero se ha sugerido que esta obesidad sería consecuencia de una estimulación exagerada del consumo de alimentos y que algunos tejidos del organismo generan grasa con más rapidez de la que la movilizan y oxidan. Pg 974
d) IMPORTANCIA SOBRE EL ESTRES Y LA INFLAMACION
R: Prácticamente cualquier tipo de estrés, ya sea físico o neurógeno, provoca un aumento inmediato y notable de la secreción de ACTH por la adenohipófisis, seguido unos minutos después de una secreción considerable de cortisol por la corteza suprarrenal. Así lo demuestra de modo espectacular el experimento de la figura 78-6, donde la formación y secreción de corticoides se multiplica por 6 a los 4 y 20 min de fracturar los dos huesos de las patas a una rata.
	En la siguiente lista se detallan algunos tipos de estrés que aumentan la liberación de cortisol:
1. Traumatismo.
2. Infección.
3. Calor o frío intensos.
4. Inyección de noradrenalina y otros simpaticomiméticos.
5. Cirugía.
6. Inyección de sustancias necrosantes bajo la piel.
7. Inmovilización del animal.
8. Enfermedades debilitantes.
	Pese a que la secreción de cortisol suele aumentar mucho en situaciones de estrés, no está claro que esto suponga beneficio alguno para el animal. Quizá los glucocorticoides induzcan una movilizaciónrápida de los aminoácidos y de las grasas a partir de los depósitos celulares para facilitar su uso inmediato con fines energéticos o para la síntesis de otros compuestos, como la glucosa, necesitados por los diferentes tejidos orgánicos. De hecho, se ha demostrado en algunos casos que los tejidos dañados desprovistos momentáneamente de proteínas pueden utilizar los aminoácidos recién liberados para formar nuevas proteínas esenciales para la vida de la célula. Además, es posible que los aminoácidos sirvan para sintetizar otras sustancias intracelulares esenciales, tales como purinas, pirimidinas y fosfato de creatina, imprescindibles para mantener la vida celular y la reproducción de las células nuevas.
	Todo esto es mera especulación. Esta información solo se apoya en que el cortisol no suele movilizar las proteínas funcionales básicas de la célula, tales como las proteínas contráctiles musculares o las proteínas neuronales, hasta que casi todas las demás proteínas se han liberado. Este efecto preferente del cortisol en la movilización de las proteínas lábiles podría suministrar aminoácidos a las células que los necesitaran para sintetizar sustancias necesarias para la vida. Pg 974 
e) EFECTOS ANTIINFLAMATORIOS DE LAS CONCENTRACIONES ALTAS DE CORTISOL 
R: Cuando un tejido sufre daños a causa de un traumatismo, una infección bacteriana o cualquier otra causa, suele «inflamarse». A veces, como ocurre en la artritis reumatoide, la inflamación resulta más nociva que el traumatismo o la enfermedad. La administración de grandes cantidades de cortisol permite, de ordinario, bloquear esta inflamación o incluso revertir muchos de sus efectos, una vez iniciada. Antes de explicar los mecanismos por los que el cortisol bloquea la inflamación, se revisará la secuencia básica de esta, que se trata con mayor detalle en el capítulo 34.
	La inflamación consta de cinco etapas fundamentales:
 1) liberación por las células dañadas del tejido de sustancias químicas que activan el proceso inflamatorio, tales como histamina, bradicinina, enzimas proteolíticas, prostaglandinas y leucotrienos; 
2) aumento del flujo sanguíneo en la zona inflamada, inducido por alguno de los productos liberados de los tejidos, un efecto que se denomina eritema;
3) salida de grandes cantidades de plasma casi puro desde los capilares hacia las zonas dañadas, secundaria a un aumento de la permeabilidad capilar, seguida de la coagulación del líquido tisular, con el consiguiente edema sin fóvea;
4) infiltración de la zona por leucocitos, y 
5) crecimiento de tejido fibroso pasados unos días o semanas, para contribuir a la cicatrización.
	Cuando se secretan o inyectan grandes cantidades de cortisol a una persona, el glucocorticoide ejerce dos efectos antiinflamatorios:
 1) puede bloquear las primeras etapas del proceso inflamatorio antes incluso de que se inicie una inflamación apreciable, o
 2) si la inflamación ya se ha iniciado, favorecerá su rápida desaparición y acelerará la cicatrización. Estos efectos se explicarán en los apartados siguientes. Pg 975
21. OTROS EFECTOS DEL CORTISOL
R: El cortisol bloquea la respuesta inflamatoria a las reacciones alérgicas
	El cortisol no influye en la reacción alérgica básica entre el antígeno y el anticuerpo, por lo que pueden incluso observarse algunos efectos secundarios de la reacción alérgica. Sin embargo, como la respuesta inflamatoria causa muchos de los efectos graves y a veces mortales de las reacciones alérgicas, la administración de cortisol, seguida de su efecto antiinflamatorio y de la menor liberación de productos inflamatorios, puede salvar la vida del paciente. Por ejemplo, el cortisol evita el shock o la muerte debido a anafilaxia que, en caso contrario, provocarían la muerte de muchas personas, como se indica en el capítulo 35.
	Efecto sobre las células sanguíneas y sobre la inmunidad en las enfermedades infecciosas
	El cortisol reduce el número de eosinófilos y de linfocitos de la sangre; este efecto comienza a los pocos minutos de la inyección de la hormona y se acentúa después de unas horas. En realidad, la detección de linfocitopenia o eosinopenia constituye un criterio diagnóstico importante de la hiperproducción de cortisol por la glándula suprarrenal.
De forma análoga, la administración de grandes dosis de cortisol induce una atrofia importante de todos los tejidos linfáticos del organismo, lo que a su vez reduce la producción de linfocitos T y de anticuerpos por estos tejidos. El resultado es un descenso de la inmunidad frente a casi todos los invasores extraños. 
	Mecanismo celular de la acción del cortisol
	El cortisol, como otras hormonas esteroideas, ejerce sus efectos mediante su interacción inicial con los receptores intracelulares de las células efectoras. El cortisol es liposoluble y difunde con facilidad a través de la membrana celular. Una vez en el interior de la célula, se une a una proteína receptora del citoplasma y luego, el complejo hormona-receptor interactúa con secuencias reguladoras específicas del ADN denominadas elementos de respuesta a los glucocorticoides, que inducen o reprimen la transcripción génica. También son necesarias otras proteínas celulares, conocidas como factores de transcripción, para la interacción adecuada entre el complejo hormonareceptor y los elementos de respuesta a los glucocorticoides.
	Los glucocorticoides fomentan o reducen la transcripción de muchos genes que alteran la síntesis del ARNm de proteínas mediadoras de numerosos efectos fisiológicos. Así pues, los efectos metabólicos del cortisol no son inmediatos, sino que tardan de 45 a 60 min en manifestarse, tiempo necesario para la síntesis de esas proteínas, o incluso varias horas o días. Datos recientes indican que los glucocorticoides, sobre todo en concentraciones elevadas, pueden causar algunos efectos no genómicos rápidos sobre el transporte de iones en la membrana celular que quizá contribuyan a sus acciones terapéuticas. Pg 975-976
22. REGULACION DE LA SECRECION DE CORTISOL
R: 
23. RITMO CIRCADIANO DE LA SECRECION DE GLUCOCORTICOIDES
R: Los ritmos secretores de CRF, ACTH y cortisol se elevan en las primeras horas de la mañana y se reducen en las últimas horas de la tarde, como revela la figura 78-8; los valores plasmáticos de cortisol varían desde cifras desde 20 μg/dl 1 h antes de levantarse por la mañana hasta valores de solo alrededor de 5 μg/dl a medianoche. Esta fluctuación es consecuencia de una alteración cíclica circadiana de las señales hipotalámicas que regulan la secreción de cortisol. Si una persona modifica sus hábitos de sueño diarios, el ciclo cambiará de forma paralela. Por tanto, las mediciones del cortisol sanguíneo solo tendrán utilidad si se expresan según el momento del ciclo en que se efectuó la medición. Pg 977
24. ANDROGENOS SUPRARRENALES
R: Algunas hormonas sexuales masculinas moderadamente activas, conocidas como andrógenos suprarrenales (la más importante es la deshidroepiandrosterona) se secretan constantemente por la corteza suprarrenal, sobre todo durante la vida fetal, como se expone en el capítulo 84. Por otro lado, la progesterona y los estrógenos, hormonas sexuales femeninas, se secretan en cantidades mínimas.
En general, los andrógenos suprarrenales solo ejercen efectos leves en el ser humano. Quizá,
parte del desarrollo inicial de los órganos sexuales masculinos se deba a la secreción infantil de estos andrógenos suprarrenales, que también ejercen efectos discretos en el sexo femenino, no solo antes de la pubertad, sino también durante el resto de la vida. Gran parte del crecimiento del vello púbico y axilar de la mujer es consecuencia de la acción de estas hormonas. Algunos andrógenos suprarrenales se transforman en testosterona, la principal hormona sexual masculina, en los tejidos extrasuprarrenales, lo que explica sin duda casi toda su actividad androgénica. En el capítulo 81 se exponen los efectos fisiológicos de los andrógenos en relación con la función sexual masculina. Pg 978
25. ANOMALIAS DE LA SECRECION CORTICOSUPRARRENALESa) ENFERMEDAD ADE ADDISON
b) TRATAMIENTO DE LA ENFERMEDAD DE ADDISON
c) SINDROME DE CUSHING
d) TRATAMIENTO DEL SINDROME DE CUSHING
e) HIPERALDOSTERONISMO PRIMARIO
f) SINDROME ADRENOGENITAL