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Anatomía y fisiología del cuerpo humano266 8.1.2. Regulación En condiciones normales, las células del páncreas humano, se- cretan insulina en respuesta a múltiples estímulos, el más impor- tante de los cuales es el incremento de la concentración plasmática de glucosa. Por otra parte, factores tales como las concentraciones plasmáticas de aminoácidos (en especial, leucina y arginina) y de ácidos grasos libres y diversos mediadores de naturaleza hormonal (catecolaminas, somatostatina, péptido inhibidor gástrico), modu- lan la secreción insulínica. La cantidad de hormona liberada depende de manera directa de la concentración de glucosa en sangre, así como de la sensi- bilidad de los tejidos periféricos a la acción de la insulina. En promedio, un individuo normal produce diariamente entre 40 y 50 unidades de dicha molécula y la concentración plasmática es de alrededor de 10 μU/mL en ayunas y supera las 100 μU/mL, en respuesta a la ingesta de alimentos. 8.2. GLUCAGÓN El glucagón se produce en las células de los islotes de Langer- hans y consiste en una cadena de 29 aminoácidos de tipo lineal. El principal regulador de la secreción de glucagón son los niveles circulantes de glucosa. Los niveles bajos de glucemia son el estí- mulo más potente de la secreción de glucagón mientras que los valores altos de glucemia inhiben su secreción. Al contrario que la insulina, el glucagón es la hormona del ayuno o de la escasez. De hecho lo que hace es movilizar las reservas energéticas que se han generado durante los períodos de abundancia, esto es después de las comidas, para mantener los niveles de glucosa en sangre durante los períodos de ayuno. Su acción más notable se ejerce sobre el hígado y también sobre el tejido adiposo incrementan- do la producción hepática de glucosa a través de la hidrólisis del glucógeno. El glucagón actúa para mantener la disponibilidad de com- bustible en ausencia de glucosa. Estimula la liberación de glu- cosa a partir del glucógeno hepático y estimula su formación (gluconeogénesis) a partir de ácido láctico y aminoácidos y, junto con el descenso de la insulina, induce la movilización de los ácidos grasos, de los triacilgliceroles del tejido adiposo para proporcionar una fuente alternativa de combustible. En el tejido adiposo el glucagón es lipolítico transformando los triglicéridos en glicerol y ácidos grasos. Su mecanismo de acción se ejerce a través de receptores presentes en los tejidos hepático y graso, y a través del incremento de la concentración de AMP cíclico. 8.3. CONTROL HORMONAL DE LA GLUCOSA La glucosa supone el principal productor de energía del organis- mo determinando la capacidad del mismo para sobrevivir en un medio que está permanentemente en situación de cambio en sus demandas de aporte y utilización de energía. La concentración normal de glucosa en un individuo en ayu- nas oscila entre 80 y 120 mg por 100 mL de sangre. Tras una comida rica en hidratos de carbono, estos valores se incrementan para volver en menos de 2 horas a sus valores basales. El glucagón actúa para mantener la disponibilidad de com- bustible en ausencia de glucosa. Estimula la liberación de glucosa a partir del glucógeno hepático y estimula su formación (gluco- neogénesis) a partir de láctico y aminoácidos y, junto con el des- censo de la insulina induce la movilización de los ácidos grasos y de los triacilgliceroles del tejido adiposo para proporcionar una fuente alternativa de combustible. Durante los períodos de ayuno el hígado libera grandes cantidades de glucosa, independientemente de la presencia de insulina. Si un individuo se mantiene durante un período pro- longado en ayunas, la glucosa desciende pero nunca debe bajar por debajo de 50, 60 mg por 100. Después de una comida, la ab- sorción intestinal de carbohidratos hace que las concentraciones de glucosa en sangre aumenten con rapidez y ello estimula la se- creción pancreática de insulina. Gracias a la actividad hormonal, los adipocitos, las células musculares y los hepatocitos captan la glucosa sanguínea y, al mismo tiempo, se inhibe la secreción de glucagón, de modo que disminuye la liberación hepática de glucosa. La cantidad de hormona liberada depende de manera directa de la concentración de glucosa en sangre, así como de la sensi- bilidad de los tejidos periféricos a la acción de la insulina. En promedio, un individuo normal produce diariamente entre 40 y 50 unidades de dicha molécula y la concentración plasmática es de alrededor de 10 μU/mL en ayunas y supera las 100 μU/mL, en respuesta a la ingesta de alimentos. RECUERDA El páncreas endocrino está formado por los islotes de Lan- gerhans, que producen insulina, glucagón y somatostatina (SS). La insulina disminuye la glucemia estimulando la pro- ducción de glucógeno y grasa. El glucagón aumenta la glu- cemia al descomponer el glucógeno hepático en glucosa. La SS inhibe a ambas hormonas. La insulina se estimula cuan- do la glucosa plasmática está elevada y el glucagón cuando ésta disminuye. 9. PROCESOS PATOLÓGICOS COMUNES La diabetes insípida consiste en la producción de grandes canti- dades de orina muy diluida por ausencia de ADH, cosa que ocu- rre tras traumatismos craneales que rompen el tallo hipofisario. De esta forma se interrumpe el transporte axonal de la hormona y no llega a la sangre. No se hace permeable al agua la porción final de la neurona y dejan de reabsorberse hasta más de 15 litros de agua que se perderán por la orina. El enanismo ocurre por un déficit de GH, mientras que el gi- gantismo se produce por tumores hipofisarios productores de esta hormona que comienza a funcionar antes de la pubertad. Como en ese momento están abiertos los cartílagos de conjunción se estimula el crecimiento de los huesos largos. Si la hiperfunción ocurre después de que éstos se hayan cerrado, aparece la acrome- galia, enfermedad en la que solamente crecen las manos, los pies, las partes blandas y la cara. https://booksmedicos.org 9. Sistema endocrino 9. PROCESOS PATOLÓGICOS COMUNES booksmedicos.org Push Button0:
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