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NeuRociRugíA / Basso578 V as cu la r cuales se efectúan controles angiográficos para valorar la circulación colateral a través del polígono de Willis, que se consideró suficiente si se observa opacificación simétrica de ambos hemisferios, en tiempos venosos con un retardo no mayor a tres segundos. (Figura 54.25 a, b y c) Simultáneamente se efectúa una evaluación clínico neurológica seriada, con disminución con- trolada de 20 mm de mercurio en la presión arterial media, para explorar la reserva hemodinámica cerebral. (Figura 54.25 d, e y f) En ciertos casos de pacientes no colaboradores es necesario realizar monitoreo si- multáneo con ultrasonido (Doppler) transcraneano. Transcurrido ese tiempo y de no desarrollarse déficit neurológico, se procedió a ocluir definitivamente el aneurisma y vaso portador con técnica de microbalones desprendibles (Figura 54.15) y cuando la geometría vascular lo impide, la oclusión se puede realizar con espirales de platino. (Figura 54.18) Luego de efectuado un control angiográfico final se mantiene al paciente anticoagulado por vía sistémica y/o subcutánea por el lapso de 72 hs. Las técnicas de oclusión del vaso portador (atra- pamiento) con microbalones desprendibles de látex demostró ser sumamente efectiva para el tratamiento de aneurismas grandes y gigantes intracavernosos, ya que logra no solo la exclusión aneurismática definitiva sino que también disminuye con rapidez el efecto de masa del saco aneurismático sobre los pares craneales con la consecuente remisión clínica. 60 Las desventajas de este procedimiento son el riesgo aumentado de sufrir episodios isquémicos en el territorio ipsilateral y la posibilidad de desarrollar aneurismas de novo. 51 A fin de evitar la aparición de déficits isquémicos es fundamental la realización previa del test de oclusión. Bavinszki 6 sostiene que el 80% de los pacientes tolera la oclusión sin presentar sintomatología isquémica cerebral. 76 Se ha descrito como complicación el de- sarrollo de aneurismas de novo sobre los ejes de las arterias comunicantes cuando estas quedan sometidas a hiperflujo luego del cierre de las carótidas, por tanto consideramos, de acuerdo con Frampas 26, que esta modalidad terapéutica aún continúa vigente para el tratamiento de aneurismas grandes o gigantes y de características displásicas en casos adecuadamente preseleccionados. Cuando no existiere tolerancia a la oclusión, que- da como alternativa la combinación con un puente (bypass) extracraneal-intracraneal previo a la oclusión 75, aunque la tendencia actual es recurrir a la preser- vación del vaso mediante las nuevas alternativas que han surgido en la técnica endovascular, tal cual se describen a continuación. B. Técnica de oclusión aneurismática con preservación de la luz, utilizando microbalones desprendibles o espirales de platino (Figura 54.26 b) El perfeccionamiento de las técnicas transvasculares permitió realizar la oclusión endosacular selectiva de los aneurismas con balones desprendibles, pre- servando de esa manera la luz de la carótida (Figura 54.26 b), realizándolo bajo idénticas condiciones a las descritas para la prueba de oclusión, progresando por el catéter guía un microcatéter con un balón despren- dible que se introduce y se desprende en el interior del aneurisma. Este tipo de procedimiento estuvo asociado a complicaciones en diferentes centros 7, 25 y presentaba como desventaja la falta de adaptación exacta del contorno de los balones premoldeados a la geometría variable del aneurisma a tratar, motivo por el que solo era aplicable a una minoría de casos. Con el objetivo de superar esta dificultad técnica, se reemplazaron los balones intrasaculares por la colo- Figura 54.24: Modelo de catéteres para prueba de oclusión: a: Microcatéter con balón de siliconas no desprendible desinflado (flecha) montado en su extremo distal. b: Inflado del balón (flecha). b: Balón inflado (flecha) para lograr oclusión transitoria del vaso. c: Aneurisma displásico intracavernoso donde se esquematiza la oclusión transitoria (flecha) de la arteria carótida cervical para la prueba de suficiencia del polígono de Willis. Figura 54.25: Prueba de oclusión mediante estudio selectivo de la arteria carótida interna derecha en incidencia frente, mientras se mantiene ocluida la arteria carótida interna izquierda. Se observa simetría de la opacificación (flechas) en tiempos arteriales (a), capilares (b) y de retorno de venoso (c). Repetida la angiografía al minuto (d), quince minutos (e) y treinta minutos (f) de iniciada la prueba de oclusión, se mantiene la simetría de los tiempos venosos (flechas). a b c a d b e c f
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