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Laurent, E Lacan y los discursos

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Lacan y los· discursos 
Eric Laurent 
> ·. La rebeldía estudiantil francesa no se redujo a Francia. Como la·
:::��volución Francesa, en c�erto modo es una serie. Empezó en los 
\Estados Unidos, en 1967, con las manifestaciones d� Students für­
-: áemocratic Society, y fue desplazándose E_or tgdQ_ el mundo. �_fila 
·:Q!áde rebeldí� estudiantil pasó e_or F�_Y.Lammén..}lQIJQ@ Et!;;
\i�Pl!! pero también tuvo lugar en_Q!mb!Gran parte de lo qu� fue
fa;Revolución Cultural en su inicio consistió en una rebeldía estu-
4iiritil, como la de Pekín en mayo de J989. También aquí se die,. 
: _ .. ��:��'tos-'t-������os d�-��b�icÍía-�st�di;�til; _1.aqu! _se insertaron: del':,Dl.aner! t��-!.111� en �tr��rmas de actuac!2n eol}�.:j . .\
> ·>En Francia, lo curioso fue que 12,rodujo un cuestio�ent��I.!.Q-'­
)�}e<iujo al destino habitual 9r las rebeldías iuvenil�,g��,,c;JJ-Eurº:-­
!P�desde el sigloXIX .. era]paljzar.e'? �!_Tpntj§m<?_�El terrorismo no
\�sjn(fenómeno del siglo X?{; empezó en el XIX. \Los "acon_¡e,cj- · 
I11ientos de mayo" se llamJion así porque en realidad nadje sab_ía qué 
:había ocurrid_g;, llamarlos "acontecimieruÓs" ¡;nnitía la ilusión de 
_:q�e·tlll�ntendía que había ocurrido algo. En el texto de Lacan lo 
-�il����ue él i;i:ce un �om1:n�2._:n__�irecto, .,es decir., �
penas·.
��pu�s., }leleva esos acontec�menfos a W1 slñtoma de la �huca ac-1;'�tial;Jos.eleya al nivel de SÍlltOillil,i}O d� la �ociedaC1J�. categqrías.
'.�!��,2e1 alg@ce det psicoanáº��.ios trata comg.¡mW@ª de a1- ,
'.:#�e �í está ª.!:ª:lc�ce de!J>sicom.álisis:�el. discurso d�!-amgj! 
· · 
LAURENT, Eric (Org.). Lacan y los discursos. Buenos Aires: Ediciones Manantial, 1992. p.11-45
12 - ERIC LAURENT 
(E�seminário tiene este carác�e comentario!de un efecto
que, muy poco tiempo antes, se había añadido a la realidad.� 
vide en tres partes Ita� CO(!lOJ u_�_ re�ll�ta�? por} 11cq ues-A�ai� �i­
J!�� Vna pr�era,P.artc;�e_Jitulª "Ejes d�J§l s_!.1qV(:rsi9_!1 ana}ítíca''. 
Una segunda, "Más allá del complejo de _Edipo". Una tercera, "El 
envés de la vida contemporánea". ¿<:¿ómo se unen estas tres par-, 
�ªn una primera lectura, se unen con la escritura de los cuatro'
discursoyY este Seminario, El envés del psicoanálisis, también es 1 
conocido en la jerga lacaniana como el seminario de los cuatro 
discursos. Vamos a leer estos cuatro discursos, vamos a hacerlos 
J:gncion;u:, ahacerlos exifili& Pero esto no debe impedimos tratar/
de vislu e mov1m1ento ue anima todo este Seminac!� 
(} En la primera parte, "Ejes de la subversión analítica", Miller in­
.:.eluyó ._Euatro lecciones del Semi}!��· Leamos !os títulos que eli­
gió: para la primera, "El amo y 1� histé�Lc(; par<1 la segunda, ."El. . - -- ' ·- --�--�-...... ��-.,..,.�.....--
!>.�p_�!!��i.Q __ @_g_g��-.·; para la terEE!A•_'��� s':'.�f9ª4!_ ����ª-�.KQ,­
ce"; �...::El cammJacan.i�t¿Qué arúculan es� 
- ��--·-=�---""··"-.,__,,, ... 
tulos? Son citas de las correspondientes lecciones. Cuando las lea..:. 
mas veremos que, entre el aino· y la histérica, se· trata de la ubic�..:: \ 
ción del goce, En la segunda vcmc>"slª-JJromoción del goce·a través 
del sab.er, lo cual es inhabitual. La lección siguiente ubica la ver­
dad con relación al goce. Finalmente, el campo lacaníano es desig­
nado como campo del goce. Del mismo modo como Lacan dirá "el 
inconsciente es de Freud pero el objeto a es Q� La_san", dirá que 
hay el campo freudi�no, en el cual estamos todos, y hay el campo 
lacaniano, O,.�ffiOO qt¡e h_fil)j�1ª.Q1U�[Í_ªO·i!:l!�·SC llamase l�C-;;Ía-=-
00,_ ue..es�Lc�mP.Q_d�_ggs_e. 
El eje de la su vers1 ca es la consideJ-ªº._Qn dc;j_gQ1;;� \1 
como tat. ·Cuál es fa situación del o e nuestro.mundo? sta esLI=--- .. .. -· ... .. . �=�,· -·· ,.,._ 
!_!_pregunta, ésta �ubyersi n ªIJª- tiq¡ Y es lo que ubica la 
primera parte del Seminario. La segunda, "Más allá del complejo
de Edípo", retoma en su primera lección el diálogo entre el amo y 
la histérica, bajo el título de "El�o castrado''.En1a' segunda sC: - - , .. , .. - --·- . . 
lACAN Y lOS DISCURSOS - 1 3 
/
1 si6n Lacan se refiere a Edipo y Moisés, y demuestra la inconsis:. 
. tencia ·� esas dos figuras juntas; el padre de familia, �!�u�n.p_adre. 
· � se d�duce �el J;_g_ip_o_esmºy dis!in��JaJerocjdad de .Moisés, 
�n relación con un Dios también � Y estos dos , a su vez, son·. 
muy distintos al padre de Tótem y tabú, el padre "darwiniano" que . -::= . - . . . 
es supuesto gozar de todas las mujeres. El padre de familia, como 
lo subraya Lacan, tiene dificultad ya para gozar de una. · Moisés 
·, tiene que manejar el pueblo de Israel, y se puede suponer, ésta es 
una fantasía, especialmente en comentarios hechos por no judíos, 
los protestantes en particular supusieron que Moisés había podido . 
�er asesinado. Y, también, ese padre darwiniano�Llamar "pa.dre" ¡t' 
l estas tres figuras pra.ctuce un�J�consiste!1cia; y re�� . .9..�1ª1i�I!. 
¡éonstiüida-por-·Frciíd
"'"
par¡(vigilar el goce� el �-�e._ .�s�IJ.�;Meyra� 
���wi�t���7-·--··----- ·· · · - : · · · --·e;:;:--..
. 
-
. 
- · · . 
. 
. 
�-
Entonces es necesaria la siguiente lecbión, la tercera de esta\ parte, para, más allá del milo reducido al complejo de Edipo,·¡dar; 
cuenta de la estructura· que anima el discurso analítico frente al go.,,, 
ce:tsto-m1a1iza coñüña�ieCc1óñcoñsagra<iaauñ-DT0s apasiona�o .• 
El 'Diosjudío""de"niiigtln"mo<fü'es 'unDiosttaiiqUiló:-lfay-eñel una 
inquietud especial , una pasión de ignorancia pero, añade Lacan, 
feroz: la femz ignoranci{L de este Dios. �ste Dios, tiene la {ero�· 
�an�.i� dejo JJU.� era_drégimen �e.J�.QC�;!J!tesµde;_é,},-lEsta par!� 
.del �emi�ff_iQ interrg¡ª--Si.l1ªi:o no aleg par�:�• � ,,. �. 
�ay un significante �a,calmarlo, µara ordenar ese campo 1��� 
� termina en una necesaria\intgrrogación referida al horizonte 
dSn!lll�st,ro mundoi A pesar de que, �r sug_uesto� todos SOJll..Qs· 
�to de··ninmm-ªJDW1Cfa �Q�.:!!JYlªJle..la..femz_�J!.��: · 
�qy_�� 
. . 
Lo cual nos lleva a la ubicació� de dos figuras, el Dios de Freud 
y el Dios de Lacan, q1:1e no se presentan, no se articulan de la� . 
r1ª manery SHa subversión analítica es la consider�ción deygoce, ( 
si el más allá del complejo de Edipo nos lleva a considerar de nue:: 
v�. e�s llegamos a la tercer'ª-parte del . 
1 4 - ERIC LAURENT .____,__ 
�e�inmiD, "El envés de la vida contemporánea". En la perspectiva 
clásica, elegidfl por Miller, cada una de las tres partes del Semina-
• rio comporta cuatro lecci ones. IAt. ªJtin:i� P.ª1:'.l�_ �lllpie�a por un di�­
�l�ras del PJffiteón. Ti�ne toda su ironia: -PQig�-el 
Panteón es el lugar de losJíi_r§ceres ds_.ill!,� r�pú���-: Lacan, en 
las �scaleras de l os próce�es. UnaJección está dedicada a ihtrodu:' 
cir un neologismo,,1� all;tó�!Q§ sur�s _4e_'a!�tó�_f�rª1�Jª- icffiOO: ­
-�� dela vetdJ1.d�el wder de l�jmg.Q�. Bajo estos Lítulos, 
un poco misteriOSOS,lj¡ g¡Ha la interrogación oor el e.statuto actual! 
de la verdad eILµp IDUQ9@:&lf!ll'§Sªflo aor los surcos de aletósfer� 
�s decir. por I_as producciones de la cienci�/¿Cuátes el estatuto de. 
la-,verdad'eg nui;su:o mundo? 
-Esta preocupación, como sabemos, no es sólo de Lacan; es casi 
sociológica, y el martes pasado hubo en Buenos Aires, en el marco 
de la CIPA, una conferencia de Jorge Alemán, que vive en Ma­
cffid; él interrogó el estatuto de la verdad, según la obra de Lacan, 
en \un mundo ahora ordenado por el saber g� la cienciil,. ,�acan da 
todo su lugar a esta Q.fCO���ci@, )'. craur
cte irtventar oti'a �<:§pues� 
t11=, qlle:Ja sociológic�. P�r ejemplo�, �,tPUFiflifilec�si4ª45.ffiJQs · fe., 
�menps _re!!¡ios®r\!�.adic�lidaci de losf���rii���s d� int�@�mo _ 
q_ue �fen g.u,. en un mundo atravesad9 QQX:-Jo.s �µre os deJll, ale­
,lQSfer!l,,\J?.ara llamar a :una nueva· :v.srd¡@se Ggnvoque a un nuevo 
¡¡ps:más;;:feroz; esto es el integrismo religios(?. Ustedes saben que 
las ues grandes religiones monoteístas presenciaron en l os diez úl­
timas años el desarrollo d�mov@ientos ínteg¡j§&M; así en el cris­
ti_anisro,o, ,en el judaísmo, en el islamismo. Y se uede constatar l oque esto ro.duce c omo efectos en la or aniz n e as u­
� También, por lo menos en Francia, la guerra del Golfo fue 
una buena oportunidad para documentarse sobre este tipo de pro­
blemas: un montón de libros vinieron a calmar la curiosidad sobre 
estos::mov•tttientos�\jue 'no sólo son -de llamado -al }ªeaJI tienen · al­
�o de presencia de ,unaJeroz ignorancia�, 
La interrogación Pie J-ac,n prop5>nc, e� _ estf m,lcstar presente 
� �"' � 1./ •v1 r-t ' " ""' r • LACAN Y..�SOS - 1 5 < 
en la cultura, en esta dificultad moderna con el goce, hacer.val�r la 
respuesta del discurso analítico;)J,�f}'éll� Io_qy.e lll.}te_s él UamóJa 
ética del psicoaJ1áHs�s�.y en suJ()rma. más. completª. La lección lla-
mada\"Los surcos de la aletósferatt_�!ª consagra� a una reflexión 
sQbre g�t S§ un analistaJ La ética del psicoanálisis se puede verifi­
�_Qn la 12roducción de estos · seres,_� gue a pesar de ellos 
�amaD.,,UllJlUCVO de.SJino de la pulsiÓíl(Y gue¿_e llam¡n los analí§.­
J.!1. A partir de p'é puntQ)se pÜede'fo;errogar el poder de los. impo-
sibles. Con esto Lacan retoma la cuestión de las tres profesiones 
cal ificadas por Freud de imposibles: gobernar, educar, analizar. Co­
menta que, de los discursos destacados por él, .el del amo hace ec\,J 
� la imposibilidad de gobernar, �l discurso d�Ja U�iyersidªd hase 
eco a la imgosibilidad de _,;ducar, y el discurso del analista hace eco 
a la imtx>sibilidad de analizar¡Afiade,a esto ·la imEosfüilidactde hisl 
terizarse de verdad, gue es el discurso de la histérica: 1 
Llam ar a esto "el poder de los imposibles" tiene especial reso­
nancia �te,.paí.s. No sé si fue Borges quien dijo que la Argenti­
na es un laboratorio de imposibilidades. Nos:da una _ _ idea de .que el � 
·hecho de ser· imposible involucra unreah Y'CS'lo que · trama�todd 
este Semi(!_�: la intertog_aci6n d�l poder de los_itp.J2º�!!2!$s sobr_e� 
. 2_!�_4:1 _��l:goce.� ri�odo que el recorrido _�e estelemi,w.l�,Y� 
�· no conciernen sól9 .1.!a es_�iturª de \os _qi_��µrs,9s .• sino que 
la escritura d<c los discursos es una 'interrogación� ·no llevada . a · un e 
torme�to sino\a la solución para un tormentm.\§; interrogacién s� 
br� �l · estatuto y-el liigar;deVg_oCe: enlavid!�™áq�Tal es 
ér' Íítufo".eleifcio�·poTtac�: oob1em�iu� elegido, ya que, ·primero, 
lo saca de Balzac, Y,, segundo; hace un iapsus, e.n 1� 
"]li�to� contcm��.' lo llaip.a "vid,!,5g!lt'r_-W.J2.9Jáne¡t"; como 
todos, este lapsus es significativo,, )'.3 que es claro que parwcan 
la historia no existe, toda su obra es compatible con la consider3-
ción de que l_a hi�toria no. ti�µ,e,cons.is.tencia/ 
p'va�§�::.�in�ar en el.Seminario. En la puerta hay una pizarra, y 
la pizárra, la pizarra de esta Introducción, se llam a "Producción de - . . 
1 6 - E R IC LAURENT 
los cuatro discursos". He tomado la escritura, que no está en este 
Seminario sino en "Radiofonía". t,lo hay gue olvidar �� 
fonfa" fue escrito durante el desarrollo de e.s.12, Seminario. Y una 
·• � 
lección del Seminario fue dedicada a leer una parte de las respues-
tas después leídas en la radio belga, que componen el texto "Ra­
diofonía". Cuando se publicó "Radiofonía", se añadió la escritura 
®Jos discurso�. Pude constatar que en la edición castellana hay el 
mismo error que en la edición francesa de "Radiophonic": bueno, 
esto da· realmente la idea de que es imposible educar. fterror es 
q\le·han puesto ·"imposibleº arriba; en"la flecha que une S1 y S.z , en 
lugar de ubicarlo en su lugar, qtie es entr(t{@Jetóyel-suje�. Del 
mismo modo, han puesto }' impotencia" entre ��f a: en lu'gar de 
ubicarla: corno im¡?oteQ9..a ddos su ieLOSJ?!odllf.cifi�Ji!,j¿ni.ve.r: 
siQ!d:p;rra ubicarse en el lygª_r del amgi. Así como la impotencia de 
la· hlsteri� �s la.de producir un saberq�e p�diera dar cucnta_�_el g�­
f_�,., , yc-erimposi6Hrncr díscursg·analíüco;- finalmente, es la cuestión 
del atravesamiento d_el plano de las ·identificaciones; para el sujeto 
produc1do"pcir-:iin análisis; Ja, imposibíiidad es, finalmenL�,. i�miü· 
carse frente al saben ,� · "< • · · · �--- ----- --- .. -- ·-
-ñígoesfoporque�_veint�_añ<?�· cuando leía ese texto, no en­
tendía por qué la imposibilidad se ubicaba entre S1 y S2: �esité_ 
veinte años_para darme cu�.!a. �� guesc tra�aba de un error de ím_­
E!s!__ll....!._�; ALreleer este Seminario, tenemos l_as.!ll<?.Í_�rcs indicaciones 
en este sentidp; ya lo veremos. En "Radiofonía", se definen como 
iüiar�s: agente; '!'�-º?s!�;J_! pIQc!!l_C:C:iQr_l. veremos ,que en el 
Seminario mismoi_hay otra ffi'!,11cra d� QOmbrar estos lugares'. Por 
ejemplo, en la página 106 (ed. franc.), se llaman: deseo, en el lugar 
del agente; &!:an Otro{ 1�erdad; y, en lug;;. de,producción, pérdi<!_a,;. 
Y, ,�cauJat.4iG� en �í Seminario no seapura a nombrar estos- lu,, 
��s: >pgr;razm1es Jle _ p�<tagpgfa.;;_pgoJª-_m!>ié� p<>_r �iert<!_ vacila:� 
�ió11-�n cu��a cuáles eran los buen.Q.s nm.n.br.c�.p<U'a esQsJugar.es:­
Tencmos un efecto de significación inmediato en tanto la noción -----------�--,_._- ---,·-- .--· · ··· - _, -- · --- � �-
d��i������,�pa}a _de �es�9. eJl>H2,_P!:!�QC�er el ��n_.Q!t:2> la ver-- - - .. 
LACAN Y LOS D ISCURSOS - 1 7 
dad no cambia, y produ1;ci6tr y•pérdida,. ���l�!t��l�º�i!!!2$� Esto 
�lamente el envés de)a idea deLdiscurso-c1:1p_i�alista 
-� e},_E.ual hu�roducc.ión cuie,�ariame_p¡e un más, y 110 un . me­
nos . La idea de producción como pérdida se acerca más, ustedes lo -
saben, a lo que fue desarrollado por los hegelianos franceses antes 
de la Segunda Guerra; 1?.��aille es . es�jalmcnte conocido __ ppr su 
��to Q..�l!.Q.l!{t� .IJl..!!ditª, I!_idea d.c _un esfuerzo d� _proc;lucción . 
�"�--�<>. 9l1.� tic11�.- qµe pcr<l.�.!JWEsto también . fue desarrollado ·por 
Kojeve. 
La Q!QQ!!�f!Qll_<l�-���c;,s d,_i�_<?��s-�� - -�mpj�iél,_ pm:a La�� . . con ima) 
r�erenc_i� _ c!!r�fla_ª_Fcc;u_d __ y a la repetición. Uy_!ed��-l�Y�.QI! .. �J�.Q-\ 
rri..cnt.ru:iQ..d.e..Lac.anJt.l.J;9n�pto de re�_�j9n ��_ f.reud, sea en Más 
allá del principio de placer, sea en Esquema del psicoanálisis. En 
estos dos textos Freud produce lll\,vivcncia de goce,,/U$ __ _r _ _ ·bnitz ! 
pomo la inscripción de una huella al mismo ticm o la im o ib1-
l idad el� repetir aquella E_rimera vez, lo cual instala una serie de re- \ 
-�:
i
���:: .. ���l��::�����;:;_�;2���;!���: 
blándola �lf!!sfa �ritura:¡ 
-;:: - .. 
donde A = S 1 S2 
R,csume la tLStructura del.gr:an Otro con una primera inscripción 
.J._ 1ma segunda; /a segunda esi!DP.Ii�ada por lo gue se proqujo al 
jnscribirse la primru;a hucll9. Si segui�os a Freud,,e trata de un 
yo, un su je!_���bl!_���! un_ �!Jj�te> P.�fdido des��--�i��e���/ 
Inscrip� esta huc�la, se produce un sujeto que está en búsgueda de . 
la otra huella, �mi la produc.ci_Qn de una pérdida. Esto se puede 
aceptar, después de diez años de leer a Lacan. §�.J�e I.t�!:lq,_ .�� l!?� •. 
�aca0,, ti.elle sµ cpnsi.st�I19i�, Pero la sorpresa total es Ílamar a esto ;. 
discurso del amo. Hay aquí un misterio, que se ubica a la entrada '· 
de este Seminario. Si Lacan lo presentara diciendo que va a escri-
1 8 - ERIC LAURENT 
bir la estn,Jctura del inconsciente, entonces no habría ninguna obje· 
ción. Pero lo llama el discurso del amo. Parece, de entrada, excesi­
vo. �r,q.,pensémoslo bienL ¡ Qué 'hace Frf'ud en Psicología de las 
masas?: c211�!º�ª la�� del discurso del gobe�ar1el q�e 
� � ��ernar i;1o pu�llcio_nar si ªº �t!l��ll. 
,_el lugar qs,I ideal¡ así' puede subsumir t_Q!J.ed�J9_!l].ar�J!J!l�1�.! 
�&os, los yoes; a los sujetos. 
Ubicamos así este ideal que puede _s,ubsumir a,loLsuj.etos, que, 
por lo tanto, están vjncuJados a�un ohjero de goce, el ohjeto pulsio­
� c�nuncian �nstalarlo en el lugar dgl idc�l. Transfor­
mo un poco las fórmulas del fantasma para respetar esta serie. 
I 
S O. i(a) 
... .... ��.
R � 
Es Freud mismo quien, el primero, hizo esta identificación en­
tre la estructura misma del inconsciente y_ su relacióI!_�_!! el obje.!Q,, 
eu!sional�F_1lU:�����9ente y el .Es¡ í _e,!���!.�lf - 1� D_! · .. �� piza:EW��J.· ue �.aca --- ·· a el �-i�cU:rso d�L_. 
- o, Y.�$§_. J., . 
<;H¡�O del __ gober,gai. Ef:esc'ánda]oiempieza:�9:f:feYd;'�Ue:,redu�·es;. 
o::�wP�nt�·'.eLdis:Curso:'dek�IDQ"a:Ja,,pr�emQión';deFirttt)!!Sc.ien�í 
x""�§,,l�,,P&��.�P.-!ªf i91l,�-�l:: ... PJ�f.9.f�9 ,Q�J ... ,gpºe.maI . . como .. ro.a.ntenJdo , . 
. m�-i.!U�. d.�der.pol,ític.a...�01B:'?..:.��. .· - · di _<a!(so�tor La­.can ·s� autoriza. á escribir esto medfante sus ce u as e Freud y su 
propia logificac�� YA hecha des�q\lio��-�� atráJ,, y en una re­
flexión · que e,s · común . _a __ 1:1nii. . ��rj_e__de __ pensador�t 4_�1ª. �g�iedad. 
t!ªX---que recolfl�ue, @r ejemplo. el 12 de febrcró de __ , 969 M1-
�hel Foucault dictó una conf�ncia al final de la cual intervino 
ycan.fLa conferencia tenía como título ";,Qué es .!!_n autor?_'', y era 
LACAN Y LOS DISCURSOS - 1 9 
un comentario sobre una cita de Beckett, el dramaturgo irlando­
francés, que dice: "Poco importa quién h�bla. Alguien ha dicho: 
'Poco importa quién habla ' " . .fouca�enta esta cita de Bec­
kett wmo el ·e_s_uu.1110_modemo del autor; un autor � se reduce ·a 
im 'han dicho', 'se ha dicho', 'alguieñ ha dicho';\)' despliega esta 
n�va relación del autor modemg con la m_g, Q.p_JWa hablar ,2fl 
la muerte del autor sino Rara presentar, de una manera algo más 
• •. . . • . • · · · • · • · .. . . . . . . . . . , . . . � ·--��--.... ·- --.� -�--:- · ·· ···-·-� .. �
..--;;:::.���:''!:'�; com Iicada la relaci nes ·ue siem re e:X:istfoicin entie ·escribfr� 
'irig(ir�e"sd¿Tas mas populares -fonnas de escriiura, os cu�_�tos, mr 
eje_!l}plo�· ·cuarido·Iuerofffecogidos-err·enmbiío 'éie'íá:¡·oortesáfaiis 
eñ1a;üás sofisticada . recopilicíOri'"qüesoii'Zas';¡j¡j y"";;ii� 'noches. 
Está relaetó1i;
°
"aplasfaoa cüandó se habfa""c!.e" la muerte del autor, , en 
su estatuto moderno, es dialectizada por Foucault a lo largo de esa . 
conferencia que comienza por el es tatuto del autor en los cuentos, 
pasa por el campo matemático Y .... �I_ fin�j1_1t�rr.9gal_a ���ra de..11.��, 
mar a alguien auc no -�-s autor _!lc '!!Lª ob� ino_ de una teorí . . �--�,.,.._�-�;"':-,.- . . �,-�:=-.. J , c �
·
· . ·- - - ·· · --. - · - • .• . . . 
discurso, una tradición dentro d�Jª_cµal se escribiráJ}_ Ubros y hªl?r4.. 
·!;i��d��:�t.:�;;:;;�:;;:;¡����:�==�::���;����:�, 
.. uni:v�r�itai:i9s, �¡µi .e�i�tei:iciaJistas.¡gue acusaban a los es�cturalis'.".', 
tas de_la muert�(lel hombre; si tenían un tinte marxista los acusa-�=·---- .-- . . . -----·· ·-- --· ·-· ··- ,- . . .. ·-·- · - · - --· · ·-· ·-·· · -·- · 
�an dCUJ!OCurar hacer _desapa_recer JaJu�h_a .<Je Jas masas; si era sólo 
desde el punto de vista de la cultura tos acusab��-º-�,haces_�es.apa". 
rccer el hombx:e_eo-sJJ.siQgµlari.dad,.�etc.é.tera. Foucault contestó un 
poco irritado. Era el cÍi�a
--d� las luchas intelectuales de aquellos 
años en París.��· intervifiq:¡];,fi_o.�Jiªra:decmJ�ue: él::rió.•pensab!l 
q�l111cturalistas·h!Jbiªª9J>ropl!esto.:l�-ri.!��:9:�!:§9-i�tQ·o s� 
�s��im!=.t:l#+9U..�i�bíamime¡r9pdo.:;.e_ranJas.;condiciones/d.�-�-- · 
,�epad.JlCiil Y: a&��gó: _gue� <!!lfante, los •acoºtecimiento��de mayo,1,, 
alguien había escrito en las : paredes;; "Las'estruclllras ·.no bajan:a)a . 
�/'! diió que .p!ecisam�n� eg: pl-momento eo··-q11eJ@.�_'.Gcstruct��1 
ras bajan a la�alle es · cuando. se escribe .'Las estruc_tµras no'bajan aJ 
la callel'. Y dijo que esto demostraba el .desconocimiento es_eJ}ci!tlJ 
. fl 
, -· . 
f . 
20 - ERIC LAURENT 
de;;tjij�Sfnlctura;;def2actO:''Era un acto bajar a Ja ca)Je y escribir C,W, 
El descol!oqimicnto era no ver cómo los estud��t�s tení@_UJ!¡i"OO,;;. 
_ �ici6nfecesaria\en la .. �stru�<!, qUe iba a producir el hecho de !l!1�­
Ias estructuras bajaran a la calle. 
Esto es para dar una idea_ de� contexto iptelectt1al . Tam.bié.n..s.e:­
ría útil recordar la 11elea entre Foucault y_l)errj_da. Derrida fue pri-.-·-·- -- . . . · ···· · ··- - -- ·- - ---- ----·---- ·-··--·-- · · · · ··· ·--· ·· . . . . 
mero alumno de Foucaull, en la Escuela Nonnal. Después, cuando 
aparecieron las grandes obras de Foucault, Historia de la locura y 
Las palabras y las cosas, hub<.?.J!!!S01!!.�.!!Jario _<i� .Pen:i��. 3:__q!,li_cn 
�_1;_ust6 el texto de��lt. _Yscignoraron. Voy a resumir el 
gran�e cfisccifd@ Para Derrid�. no ��ªX.1.'!��� q1:1e _yc:;�_&a. .�- _ . 
_frenar la diglecsióp de la ca(jena significante; b.ID'. una disemina-
�� - ·· . ... . . .. ........ . , . .... ... .. . . ...
.. .. .... 3 - - . � • . � . . � •. . - . . - - · ··� 
' 
fi�; el hecho de que la prim�a huel!a.,,no _�s_!e�tible implica gue 
� va i,fodef! YP?,!Cfo/SW gosibil idad d� 1:_l!arc_l!r una. significa:-
�J,Qn o un obw_9 mie IJudi�r��l]ace� de refe�J!�áª� d_is�µ!.§9:. ., 
' ' 
Me disculparán los derridíanos, si los hay en la sala. En cierto 
modo, P.ara Derrida el discurso se inscribe en una cadena _i11terrni-....._ __ __ • . . - · - · · · · -·· · ·-· __ ,. •. . . -...- - - -·- -····-·· · ·--··-· ·- · · - - · · · ---- ·-·-· ... ..... . . . .. . .. . ·- . · ·· ·· • • ·· - ·· · · . . . . . . . . . . - · · 
1 
_2�plc,_; �� la .disemina�i-�11 9.c_ !.9.s §il!Ilificantes guc_ rodean un va-
� c¡jol vacío qg7 2CE: ��!_Illo Jden������ �?�.I� ���A!�Jf:n�onc�-�.'.. �1, _l':r ,a Lacana¡;echaza I? gue él I�yó en Lacanj��'�ue,;\')ara -�b· 
'''f}Si@�ál�i��la�e.stmGfüi'a.;del,fgt;llm©�JÁeP.�,:Ulla J:efei;encia�fálic�: 
...A... . 
<p 
Derrid,1 critica esto. También critica a Foucault, pprqµe en Fou� 
q1µIt t9do. __ lQ. qµe
_
. -�e . . . Pi�e _ tie11�._.µ11ll refc�11�iª{qµe _11�.5�J� .y�r-��g 
�ino l� 9,��'�l\llaly_i(J.�s. ·pr:ácr,icas :de ·goc� Fót1cault, no es un mis­
terio, no sólo era homosexual sino que, en los últimos años, su vi-
LACAN Y LOS DISCURSOS - 2 1 
da umía una- práctica sadomasoqyista : él sabía de qué - se habla 
--c�ando 'se:tlitt';-•�11na piáética cte gode;, ,t. ejn,vestig�; • ro.ás , allª'.�� lo� 
ideales, especi_a]mente en l'J.&L4!2J}?�!•J!s f <?rm�����g<;>_ce ert 
-� •soóie���J:.9ª$1, nó_ sefil!p laS§la_g:,_�_SJ:K.iakL�i.m;u;_e.g,t.íJLQ!!:Q$ 
�odos d;{oo!tel que él examina y }�mallas oy_cilijsaegoée) para' 
él eran a _verd d· de un discurso�·y, en,, el lugar del,cvacío d� peqj;;; 
a; l ubic · b;;--=· - · de OCC;r\Y:" en un momento dado; estalla 
·una resgµ_��t!, _yi_Ql�º�ª-·- _d�_ f:o.u�ault. a Derrida. Voy a citarla para 
dar idea del cl ima intelectual en el que todo esto se desarrolla. 
�uando en Lacan enco_E.l!..�Q.S_!!:.o.nfa,s.., _esos_pl!i::�!fl!��mQ.gQ�.9.� 
�1���-�llX��. 
-
�cogs�dcr�[,,uf!_.�!irp_� _;!'! .. �� c;_u!i,l !�� .. �o�as no 
.se Qerq_onan qmcho/Dicc FoucauJt, entonces: .. El sistema del cual 
Derrida es hoy en día el representante más decisivo y brillante es 
la r�óiLddas,pt.ácticas:.�s,cuzyívas·a las buenas textuA!§; � 
�n- cte :lgsJi�on��imieutos gtie se m:ódu�_e.n_,_ por no retener estas 
huellaS..RªUl IJl!� lectur_a;J11vcncíones de-Voces -d�írás., dd fos·:1extos: 
pQ&no anal izar los modos de implícª9iQ!t<!�l...!!l.Ü�tQ enJQs discur:. 
sos; asignación de lo órlginario. como 'dicho y nO 'dicho en ·eJ·,· texto; -
para no rcubicarJi!S urácticas discursivas eo el .campo de las trans.­
fognacio11es gonde�se cfc.s;túru,t.".fu_ggf�lt.dice·, al fiill "!'Jo di-. 
ría que es una metafísica, la metafísica o su cierre, lo que se escon­
de en esta ' textualizaci6n' de las prácticas discursivas. Iré mucho 
más allá, y diré que es · nru1_�q.ueñ� J?SdíJgogía . . . " t!a}'. .. ,H_Ue: �eE!:r 
qy� en_tr�nivc����ios _ co�oDerriqa _ _y él, �éste _es el insulto_n�As 
grave.\ Continúa Foucault: " . . . q,na pequeña pedagogía, his tórica­
mente bien determinada, la que, de manera muy visible, se mani� 
_fiesta asi; pedagogía que-enseña al alumno·,que no -hay:nada :fuera­
del·,text()j P.,eda-gogía gue pennite ·a :las VOceS de los ' �O� �Sl� '� 
beranía sin límite que · les hace posible;'s"ihdefinidamente;te�deEir el'. 
textO"j No está mal, como polémica intelectual. Tampoco está mal 
para nosotros en esta presentación de los discursos. V:emós]os de .. 
_l?atcs; l�rque sürgió entre Derrida; Fc>ti�áUlt, Lac�n:� trata deia-'(�er si · 12.s. · discursoS'-lieñiwcc-º w? unrefcrent�, y cuál :seda; Lo que 
22 - ERIC LAURENT 
. ell:qsiµ-�- tieijen � C:Ol:Q.ÚIJ::les. -no sostener: que los díscursos tengan 
como. referen-teJa verdad. Para uno de ellos es la diseminación. en 
esa estructura g_ue, hay gu� decirl(!, 'ueñe mucho en �-con_!� 
. estructura del sujeto lacaniano. Para Foucault, se trata de la prácti­
ca de goce que un discurso significa; finalmente, en Vigilar y cas­
tigar, la§f&l,Jificación- última de,;YP-texto producido s� remil� a !!_na 
�ácti�s_Lieé(al)ie- vig11�1:1�i� °. _ <?.astigoi. tiene elltonces ese sabor 
de releer eLcas_tigp, en el texto de Foucault/desde el punto de vista 
sádico; el sadomasoquism__?/Y esto iambléñ-es-desarrollado en di­
yersas oportunidades pQr Lacan en el Seminar�c�E�-�puQ_t!',_�!. 
_ hecho de q�e,se §ª JLU.ll:niño:..tiene una J§du� directa\'Se 
:Pega a un niñ�, �orno fantasma, 11e11�-M,n .. � con:c¡,I�i.Q..ILC.9PJM!.!. 
g&ctica de goce aue es eu¡domasgguismo, }!Cés:"tmá''mcerrogacióm 
a:Ja:-,huella,\i,mposible de escribir nuevament�j �el:�ce. �.aJp la, 
�&¡¡¡¡��it�1�� 
-�ª �pp§igjlii,11,d de encontr¡r eLabieto pe[�ido gesde siemp�_., 
Tenemos entonces, ahora, uria introducción al porqué del dis­
curso del amo. Lacan, al establecer- esto en las dos primeras lcccio- 1 
nes del - Seminario, complica inmediatamente la noción de saber. 
§n eJ�iscu,�o <:lel __ ¡u.110 se prnsenta eLsa.ber <M escJayo, _ figura he� 
geliam1,, Ustedes saben que, especialmente en la Fenomenología 
del esplritu,�d�Q)'...�.,�-es�l.!YQ.desemp,efi��­
pel q�e es disc_utii:fo en�e}e>s hegeliano$: Cuando J,.acan se intro­
düce � He_get, esencialmente a partir de esta dialéctica de l am o y 
del esclavo: \J..o �ace siguieñdQ_JQs trabajos de Kgjevelc�te(ue 
quien aisló como. llave de entrada esta dialéctica de amo y:esclavo, 
por.la- cual -elamo,1 g11e etel qµe �el eaj"re!),tad<> Ja II111er:t� .. 9eja al. 
esc.111.yo el cr.a�aJ,o; \pero la ver�ad de la posic���- �� amo, _ g�c..e . . He-
gel, es que, a lo largo de la h1storfi!, con su tra�ajo, el esclavo va_a 
�ªr§J�J1Q!ª,:�IJµ¡_ar;;g�::�@l/Lacan toma esto ¿orno punto 
de partida, � .va.a discutir Jundaroema!me111e�sl1LP..Q.s.ición, y , .,.---------- · · · · . . . . . . . . .. . .. , . . . . . . . . . ... . , ... .. _ _ ··-�- -- · · · · · · ·· 
lACAN Y LOS DISCURSOS - 23 
denunciarla como la ironía de Hegel, presentando la Fe1UJmenolb­
.8(<J-xle.Lespfritu:ci:Jmo::un libro de·humór/deihumor·negrd: 
J,,a pqción de saber se complica, entonces, cuando se ubica . 
�. �!_de el principio, que el es.clavo, al inicio.. sen..eLmuQdo 
griego� una e:age de la famijjaJ!�HmlM'�Si;¡fftti�!fflllm­
:g���-t- Es, en la familia, el que trabaja\�entos:rp]P.aJ:�i� 
b��J.::p�tQ��múmentr����os�:�!!l�üeda�nues�, 
f!9::e:s:·9t1�f;e��·�y��f�°ª'J?.ª1'.����� antes. en et IDYPQ-9: 
,_;rie¡;.o.,cra ete¡a¡Yci*'ª . GE et p@'fsi4 El estatuto del padre, que 
�� �;�����
0
p�:;
v
�;�:����;�!;,�;��;;r::���a���� \ 
nj¡ de la�storJ_aJ !a§ crucial notar gue al comienzo el esclavo erª" 
parte de la familia porque ah2ra también lo esJen es�e �uevo_esta"'.' . . 
tut�l Como dice Lacan, el 12adre traºª-�por todo el mundo. en su 
familia. Esto puede cambiar gracias al hecho de que ahora las mu­
jeres también tienen que trabajar, están apasionadas por ello y lo 
hacen muy bien; lo cual, como fue constatado desde el_p.unkYócf"' 
vi,S!_det !.e.minisma�esolan hL�iiwa del @22fDCsplaza tam­
bién la idea de familia. Nos queda entonces por pensar cómo es la 
nueva distribución de lugares, pero, sirlmyr,unr::tu:gar;,�,�J>S!' 
.t;!Fl_{rfimiliac·:������ "f"'= - . _ -=. --·'·· 
. · - . . :· : '-7 
Este Seminario hace mucños recorridos por la Historia; hace re­
ferencias a la etnografía, al mundo griego, a la Biblia y a la actuali-
dad. fu!. modelo de la Historia es kojeviano. El modelo de la Histo­
ria según �ojeve, tal como se lee en su mejor libro, la Introducción 
a la leciura de la Fenomenología del espíritu -notas tomadas por 
Raymond Queneau y publicadas como recopilación de su curso-; 
(ítísla tres etapas. T.2.mando, primero, el mundo anti&!º y el mundo 
actual, el corte fundamental entre ellos es el judeocristianismo. La 
palabra "judeocristianismo" hace reír a los judíos; �uesto, los 
judíos tienen cuatro mil años de dif e.rencia cap. . la oti.:� religión; de 
�odo que se sientefi�ñ-poco dej;clo; de
--lado'' en su peculiaridad . 
cuando se resumen así las dos religiones. Pero para Kojeve lo im----- . . -........... - - .. . . · · · ·-· · . . .. ..• . . ... . . ---·-·· ·· · · - - . , ... �.-- . .. 
24 - ER IC LAURENT 
portante no �stá del lado de la moral, o del supuesto ideal judco-
���;:1: 
definir esta absolutización, toma la dist inción entre las leyes del 
mundo contemporáneo y las .Constituciones griegas. D�: )'"Por 
qué una ciencia moderna de lo político? Aristóteles, finalmente, ha-
�-=---�,..- ��-=;.., -'·-=- ··-- · - : · ": •-� .. ·•�. ,� - ''"--. ..--..._..,. ..• - - ..• �·- ,.,w-,....,_, b��.!_2."CS�!l� so�re eS1Q;Jlabfa invc�!!.gadQ__las _<:;�!1J.l.!!U..C:.!Q:-
1!..e�d�_!�!_5�<l3�s gr�t EP.�P 2.�LeQpJoi.:ar.�s.to.Jo .9.µeJ;on.sta.tó . 
��9J.á.�l,.9H�,j!,IJ!!l�kt<.t�!JP.rnY� . .. tl�g�J�).�4nJ!R!� ... ��,J,�f.;. 
·i���!JlQM�,,g,�l)!flQ,J!,,,JQ$.,.S!.i9§�§!. Es decir, antes de ha­
cer una ceremonia cívica se acudía al templo para examinar el hí-
gado de tal o cual víctima, para saber si lo ��-i.Q..UJ�f�� er_! 
bueno Q malo/��,g��tftJIQ�J,9�! .. �S�.? . �� 99j�b¡t. ,9nw�os_. d.�)os_ 
;:!�!f;�;,f���(if�i�J���!�:��:1::�::':;;;::::��::
i
:�
i
��-
1µ.aken•cetjudaísmo ·9ejan·,la''deeisiórt ·en·manos• cJel ·:s-ujctO; •gue··•debe. 
calct1Iada.y.o cual introduce a un mundo moderno_ en el cu�I h& 
=�JO ª2���-�--� su .!_il:icrtad; �l�:��b�f!Yª _H��IJ Este es 
precisamente el problema. f a:r�bsolut1:tac16rt, del suieto •:y ·del.··· amo 
¡,olítíCcFeh'éJ:•mUndcffüodemocnos plahtea ·et problertra·.·de··dónd� 
está·••e1· :lím
i
te-:para· c1, 'tfrano'·mtx1efüo/X,.��z611 .. ffi.!J�EY1tU:i�; 
��,gye . .. p_�ª,&l:Jllillldo�ci:ng�c�. mciOLJWD,..IDOIW.quía . . 
9$Sti�i2�,V'¿Qué significa esto?: que }:!,��<!l t�11fa �I ,misI1,1c, pun; 1 
to d,e. ,v.�s��._qµ� ,fr<!11g/iEii'·-Un:,mundo· donde hay·:una,·absolülizacióm 
de:Ja relación detsujeto con su mupdo;· meior tomar como••garantf a, 
01m•padf!VL�Túií¿ioífdé-:la monarqµíit•cs .•asegurar que.· el .amo tenga 
algo•·quc: ver··�on.·•la••sucesión,,b.ereditari�)'.._Q.Q.nl.[_.fui!_@n,,B��W.i!· 
�aJ<L�U�!;QCJ(?S U:.�,s-�yndo�. �1 -��qp �tJgt1q, sea el 
de los griegos o el deia etnografía -Lacan ·hace referencia a veces 
a las sociedades s in escritura que estudia la etnografía-, designa 
un. ti¡>p d,� rgg_im�º q9c<!. L..l!-�an -Y.� � cal ificar, no de manera hegelia­
na:·i2,�9 1�ii:S,ir1q r4gi,m<!� <.l<! �oci;lY nos dice que en el furor del 
/ ! . , 
lACAN Y LOS D ISCURSOS - 25 
Dios de la B iblia �m�� de su lucha corug_ J_o_qu� era_m 
_Q!9S_E_tuci9n. "Prostitución" es la palabra utilizada en la Biblia; us­
� tedes leerán en Lacan el comentario a _ unos . capilulos _d_el _Rrofeta _____ .,_,_ ____ . . •··· .. . =· · ' 
.Qseas.. q�- d�s.c.ri.b��L�l furnr9� Q.ips_ant.e_ .el.b.e..c.hQde ... que algunos 
israeli tas., �I par�.�vncterse conunªs �ujere�.m9abita� l�� 
Qr_ándose a l a Qrostitu.99_!!.Wsta prosti����-�d.nq ge�jfilla nJ1da .qu� 
conozca el mercado capitalista, es_ algo _distinto; como subraya La-
. .. . . . . . ·. · - ·- . . .. · · . .. · . · · · · . . . . • . .• . _ _ . • : .,• • . . ·. -· 
· ·. - . · · · ' · . .. _· .,- .: . ." .: · · ·· · · · · . 
. . . . .. . . . :·-. ·-. ·�-� e,· · · : · · :·-· · . • , . .. ·.: , :· : · . . . - - · ··: · ···· - ·: ·· . . - · ·. , : : · . .. , 
can�da la id'*-=de Jª �xisJm.cia g� __ UIJ,Jll.odo.�d�):.�la�ión sex1!&, _ 
C.Q!llra _la ccual se pres�nt�Designa � régirn�e�. m.� 
•. anti:gpo. Wkcristfattism.Qfplªº1e:a:Ja:'.ahs.a.liltizaci!elt:L<;te · la relac..iQ.n,, l 
��Y\!_.acan se ocupa del murido contemp�ráneo, que es ., 
transformado más y más por la ciencia., 
J;l_��t .. J�sí �e¡crip1,oJt trnv�s d_�.�º���..,�P.OfJlS, �s en el comien-� 
zo un sa,bcr hacer_ con el §_exgJ Era el saber' antes del surgimiento 
.. :; := l!!"""":'""-----::.��-····.,Z':"'i"!"' ' 
del amo, antes del establecimiento del mundo del amo griego. Las 
sociedades sin amos exislen; l a etnografía, especialmente en Amé­
rica Lalina, ha reflexionado por ejemplo !°.b!S-�l.I?.29_�Jmlítif9.. 
sntrcjos guaran[��.¿ �ond�J).!����am_<�p.le , .11Q _h_�y�l!-Q!f?.S.:\.fü;;;�c����;' 1 
S()bre el . se;,c:<>, � lq).�g9 cie la historia®pºr Ici. i�9J��ncici. <i�l a.?1<>,_ 
se m()ciific,1,!_ Y4ó' que 1::acaminterrógá es erestatuto deLsaber en 1 
nuestro ·-mundo · transformado.por la ·cienciat · cómo . nombrar··con la, 
. misma palabra .· lo ·que fue >eJ: saber sobre etse,-o; saber con. el cual , 
se enfrenta el arno griego, y elsaber- enJmestro mundo; cómo cali� 
ficar los de , la misma manera. Entonces, en· la segunda lección del
l Seminario,\Lacan habla del saber � me.dio dego.c.� .. ¡,_Y __ cal.i.fu;a 
el ��er po]i"q, mem�ria; \���- m��O.!"!�-'.:?�-g��:� llhda· i1petición I freud1ana,, la segunda experiencia;: que · , instala hl '· estructuPa; va' a, 
instalaF·urtproceso de repetición que constituirá en· nosotros ·. la ac� 
ción del inconsciente. Si el primer significante, la primera huella 1 
de l a vi vencia de goce, quedará reprimido en el origen, Ur- j 
W!rdriinfí.b las otras ca�a�---�ignificantes que �nt_onces surgirán, } 
según el principio de retorno de lo reprimido, ,repetirán siempre la / 
P.rimera vivencia de goce, '4UC ��º�-�l guc�a r�p!imida., 
· 
26 - ERIC LAURENT 
En este sentido, sifse'�ua·nta:'saber al conJürtto de los significan_, 
tes gue·, van<repitiéndo$e; e11tonces elsaber aparece •· como la guía, el<ordenador·<:l� 1,111 surCQ que nos .conduce a partir de aquella pri'.. mera:experiencia repririiidai. Y en cada uno de nosotros, si segui­mos a Freud, u.:aoaJ�.e.Unc;;pn��!�I1te, qµ� nos gµía h�ci a esa repeti ;­ción deJas .vivencias .. de _g9��i El esLatuto de inicio de esto es que toda nuestra vida, a través de los síntomas, de las formaciones del inconsciente, de la estructura del fantasma, todo esto está ordena­do por ese saber que trabaja en nosotros . .§_sta es la razón por l a . cual lo primero que hace. un analista es tratar de detener a ese tra­t;a]ador incansable, de detener ese trabajo sin fin. Lo primero gue. hace el analista es tratar de que su paciente pase al diván: es decir, le impide trabajar. En�l discurso analítico, en lugar de es.e.tta.b.a.i9 -sin fin - se pide el descanso; en lugar de la producción sin fin de síntomas, fallidos, repeticiones, actuaciones y todo lo que ordena esta vida, se pide reservar un lugar enlie paréntesis en el cual se va �inarTo que se deposita. 
s 
Es la razón por la cual, ep sµ algorJtm.o 9c la ti:;i,nsferencia, La­can-puede.ti§cribir un sujeto gye,está en reserva de producir µna se-; rie,-de,, si@ifü;an1es.1Es lo::que designa •la-' oosición''det: saber ·· en el ·discurs0Tanalflic10, �a� c:i.1al .es;.otl'a,,9ue . en el discurso del ·amb . . �t� 1 
]::1:�i���i:��i,��i�;:!;�[:r::�:�:�i�J;:;��i��:::r;e:�t=�:� 
in,stalad.Q :_p<)I'éÍanálisis:én et lugarde Ja-verdaa.�na verdad no tra� baj�: se revel� En este sentido, el lugar de la verdad es también el lügar de la �· Esto fue establecido por Jacques-Alain Miller en �encia, en España, publicada en los Cuadernos andaluces 
de psicoanálisis; recomiendo a su atención estos Cuadernos .. . en general, es una muy buena publicación, y en parlicular esla confe-
/
J-'
'77 �(r-"é'Z>�" ·1JuJtr i:oso1?cuRsm-{f 
rencia 11!:���;t;b,u:a:en��'.�-.i�;:i1r� 
mentarlo de presentación que Miller hace a E/envés delpsicoaná- · 
lisis;' esto no es explícito, porque la conferencia tuvo lugar antes de 
la publicación, l?ero en realidad es eltexto �resent��ign, 
- Es fundamental '-distinguir- el,saber:en,tanto .que-,trabaja::delsaber 
en--tanto�que descansa; en· etdiscurso. analítico.:,donde+va : ;finscrí;; 
birse en una 'cadena que ocupará eLlugar deJaverdad;'tero, cuan­
do se presenta, es un trabajad or; es el saber llevado, organizado_ 
l!Or esa memoria de goce. En un·doble sentido 'Sé puede decír que 
-,. fl saber, es ,ínedio,de, goc§J Es medio de goce p0�gue t;i,l es .el esta:, 
luto del saber del inconsciente áfínido de un an�Hsis; el que viene __ 
lo hace en la p osición de ser dirigido p or su inconsciente; teomo 
único medio para ordenar su goce tiene esta repetición incansable� 
Y en u�rsegu11do sentido 'e§ YI!ª memoria de ¡¡pee. Lós cognitivisa. � 
tas tratan de ordenar el mundo a través de memorias: memorias de 
coridciiniento, :de - un sabe1;; �sic� es un cognitivismo, 
pero un co nitivismo del oce· im r ca n para to de mem9l!!_. 
Podemos aprender de las metáforas que atan de implementar l os 
cognitivistas , · Rcro · ellos en �eneral están demasiado ·pendientes de 
� metáforas, por ejemplo las met.áf oras de la inf onnática, que no 
convienen.' E l .[!Sicoanálisis es .Y!l cognitivismo del goce, lo cuª-f 
�bién¿ruqg!B! en la J?St;ición d�l ,.saber gu�I� �,�º�!.C�· . . 
Pasamos a la siguiente lección del Seminario: ¿qué ,permite , J
� Lacan definir la verdad- como hennana del goce? • Habitualmente, 
la verdad se plantei-�:;m�la. hermana-del goce;· La verdad tiene, 
apariencia de virgen, · tiene . apariencia de rigor; parece estar-a mu­
cha distancia de los asuntos de goce. Definirla como hennana del 
goce necesita entonces un cierto trabaj o. Y esta lección es bastante 
curiosa. No es tan fácil de leer, e incluye_J!.n c.o..m�nlari o muy origi­
nai sobre Frege y Witt�enstE,_n.p En esto Lacan puede hablar de la 
psicosis de Wittgenstein. Ustedes saben que la vida de Wittgens­
tein es una novela. Quiero decir, una novela moderna; no es una 
novela romántica. Acaban de salir dos biografías de Wittgenstein, 
28 - ER IC LAURENT 
y los comentarios que él hizo sobre Freud fueron objeto de publica­ciones, especialmente dos, que nos restituyero�_figura� Wiugenstein que fue un poco tapada por el positivismo inglé�. Wi ltgcnstcin venía de una familia rica, judía pero no practicante, en Viena. Hubo un hermano que se suicidó, una hermana que esta­ba muy mal , una que era millonaria. Otro hermano de Wittgens::­tein perdió un brazo en la Primera Guerra Mundial ; antes era con­certista de piano, famoso; después de perder su br_azo pidió a �­vel que computlenu:l que fue su Cpncierto para la mano izquier­�.§!._e concierto fue escrito para el hefII!anQ_d�_�itt�ein-t � había perdido la �no de�e�� La de Wittgenstein era una familia de cultura. Y el rigor moral de Wiug�nstein, el hecho de que él renunció a toda su herencia, que era cuantiosa, y la distribuyó enteramente para vivir dentro del discurso universitario y a veces habitar en una neguefia casa en I::iorueg_a, en una isla donde no había nadie, hizo __q� sus lectores, por lo menos los analistas, se pregunLaran si se trataQ!! de una neu:osis obsesiva grave o de otra dimensión.v ... acan 1� pLantca de una manera, difil:lmOs, - �l_(!gre. No habla de una psicosis cl ínica en Wittgenstein; no hubo ninguna manifestación clínica: J. C,rero tariiyq"co la hubo en Joycª-\ Sin embargo Lacan habla de la psicosis de Wittgenstein. '&, una propucsg,_ un.a.l_l!-RQJ�sis de_Wt,;_ can, osada. Empieza con el discurso sobre l�_ver�acl co�-9 heffi.!!: na del goce. La lógica moderna instalada por Fre�e. en su tentativa de Begriffsschrift, d .. e escritura del "oncepJo, �te_ �e una distin­ción entre una pro�c_ión, e., que es una asersjQp,__y_se denota fOn �::®rizomal,.!. y_ la afirmación d�gu� la proposición p_cs v�g;, esta última se denota con una barra vertical al comienzo--ª. la izquierda. 
proposición (p) afirmación de que la 
(p) es V. ("p" ) 
lACAN Y LOS DISCURSOS - 29 
Esta distinción corresponde a la que en otros sistemas se esta­
blece por ejemplo entre la proposición p y la proposición "p" , en­
comillada. � d:...��_!!@ir e��!��-!�erc_i61_1, que pued�--�!e.­
rirse al saber, _t_la verdad. Wittgenstein, por su parte. reíle� 
sobre esto. �u Tractaius logicus-filoso_fj_cus esuna rejJ�i� 
ese punto de escritura de Frege, Lacan nos dice: ,!g que Wittgenª=
I �ein trata de hacer, �sí lo plantea él mismo en ef Tractatu�.l'fcs redu­
cir el mundo a las ro osiciones ue se ueden. decir a ro sit 
de lf mun o es los hechos", dice. Los hechos, en lo gue aued� 
¡¿onocerse, vienen a inscribirse como . proposicione_§¡ Y.. lo que s� 
ºuede conocer del mundo es la estructura gramatical de estas pro-· 
gpsic.io� ibué designa la estructura gramalical'l.¡ la ÍI!1Plicaci6n. 
lg&ica gue las 
0
proQ9sicio97s R9eden J@S entre ellas.
.. 
Y Wittgenstein de rechazar dentro de su sistema 16 ico lo.,. 
da escritura de la verdad. El referente de una ro osición no es el� 
yalor de verdad, sino el valor de la estructura ramatical misma d 
1
la proDOsición. E.n cualquier sistema de lógica,,una wonosició..IJ 
i;mcde tener, al final , dos valores de verdad y sólo dos: el verdade­
ro y e�falso. Tomemos cualquier proposición, ' los unicornios tie­
nen un cuerno' : esta proposici�erdaderlLQ falsa; el resto, 
fuera del val2L_de verdad que pqeda teng, no interesa al sistema 
!Qgico¡Efil! es la.razón por la cual Lacap, cuando dijo que todo lo 
que decimos, según Freud, tiene valor fálico, bace funcionar el fa. 
lo como el único valor; si en el sistem�� la lógica hay dQ§¡. no e� 
tan absurdo introducir un solo valor; la referencia es en este caso ----- . --.....- :.:.: ..... 
la_/á!iB.L . 
-
ha:':fe'férencía?de·, una •-proposición,es,--endógicarlo:, verdadermo.lo 
}����l;;!!;!�i;;;�:::=óne:=:i
ci
:1 
lor de verdadero o falso sino ·la ·estructuradógica, El ejemplo que 
retomaré para hacer sentir la fuerza de esta posición es el del c�toi'.' 
cismo, que tomó ya Jacques-Alain Miller hace diez años, aquí 
mismo, en sus conf crencias sobre lógica del significante. Entonces 
3 0 - ERIC lAURENT 
él tomó el ejemplo de 'hay luz si hay luz '. Son dos proposiciones, 
p, vinculad�s por una implicación. La proposición elemental 'h� �un hecho, Q_uede ser verific�a; uno puede. salir a ver si hay luz o no. Si hay hg, hay luz: !ª-}'�r.P-ªQ_i,mptica la yerq�: \fero.¿J JJQJ.gyjgz, si 'hay luz' es fa� 'hay luz si_�!>:l�Lsifil)��!�do y_·e. �<!_�_<1_.J L .. ,..9 ... --Y ... �.J. µ11,9�. XQ . qJª�§Q . .. d .
.
. ·.··· ·.�. J-� pr.QpoS
if i9r1 . �lei:n�nta,l . es otr¡¡1 cosa que la verdad de la implicación. Esto ya fue destacado por los 
�stoic�s: y es �n p��bl���¿entrid� la reflexión lógica a través de las épocas. Lo recuerdo hoy porque es fundamental para entender la posición de Wittgenstein: él trata de eliminar todo interés pot..U: a verificar si hay luz o no. J�l mundo, según él, tiene como consis; igicia ,i_a c_?���.�-t�ll�i� �� Ja� i�pU9�cio.11es lógicas güe· se pUec1e!!. ; señalar, q�e JiqJj\we°'. paq¡t que ver, con lª verific¡tción de las pro-: p9si_c:i9i,i�ie.I<:me.1Jtale§. En este sentido, Wittgenstein trata de disponer de una lengua verdaderamente fundamental; una lengua gue, como él d ice, pa_­diera hacer la descripción tautológica del mundo. W cual alude.l a es�ileglec:e.-. finalm,eQt�.\un Otro, la gramática del mundo. con- .· sistente.,�tae� la tarea. Jilos6fi��- -�el p_r_ímer 'Y��rn�n�te_in, �l d�� 1 T.rnflglt41'.; t,11¡t,e,d�1¡, sªpe,n q�e, llayJ111a lliplioteca entera para in­t_e,ptiu:j�ntªr el prime.-'&itt"nstcm (;()Q el s�gunclo, el de las l�­�estigaciones _filosó/ica,rl&)td<llómetro;de.Jibi:os · .sobre:este .Íe­ma� 'Pero>taLvez e�ta bibliografíct, ·adquiera especial i11terés !:PE: tir del"pu�to · de_·ori�ntación de L�can, · según el cual · • se trata de 1 una tentauva ·ps1cóuca de construmuna lengua fundamental , que J chocó con una im�il>ilidad. Las Investigaciones .. �_ dan cuenta de la imposibilidad del proyecto del primer Wittgcnsteil!; � . dice que este . pro_yecto, . al considerfil: únjfamente la consistencia . de la 1mpliéaci9!1, ';ª a forcluir lo verdadero y el problema de 1ª9 verdad. earainsistir sólo en los ' juegos ge lengua;;; . Este es un slogan de Wittgenstein; los especialistas discuten sobre qué es exactamente un juego de lenguaje. No voy a entrar en esto; me mantendré en lo que me parece la clave central para justificar la 
LACAN Y LOS DISCURSOS - 3 1 
P/ 
p.Q§ición dekacan en cuanto a que la tentativa de Wittgenstein ,es, 
I!,__ de mantener la verdad fuera del alcance del sistema y · consti­
tuir un mundo del cual ella es rechazada, es extraída, no tiene lu-.,... . gar en este mundo.t · -
� es te sentido s e puede decir: verdad, herrn1U1a del goce.¡ filg:, 
l!tuto del goce es precisamente el de ser extraído del mundg. §1 
goct':, cl�fi11:iqqgQJ!l9.P�9h��i.clp �l��9l�t� ce>1110 t�l�.f� una posi; 
ción de extracción, e� fuera del universo del dis curso:. Lacan pud2 
escribirlo a�ít._ -oo o/O ex� ¿ n.u 
-1l r:' ' ' ' ' ' 
_... - ' . # . . � _A_ _A_ - � Á f:9-1':Pt�h§>I, 
J V � h,,,, 
El&an Otro ocupa, sobre la barra, el lugar d�1 g�. Y tarnbién
l
_ 
se podría escribir como l:t verdad, qye, ey el proyecto de Wiuge�.., 
t<;.in, queda debajo de la b_arr'!;l En la homología de posición entr� 
goce y verdad, en su exclusión. tienen esa hermandad,,Jt4:qiié.:guei. 
2_del • goca; �s�n :más :o._e: s�e;; I?��- �º qt1� 1:12 -�e. pµ�<!� r<!<;µp�rar ,. 
de lo _ Íillposible _de recuperar. enfa_ exp<!rien<;ia. ele repetición, qued� 
sólo la plusvalía de goce, del mismo modo que. ·_en el sistel,Jlil IIlar"' 
xista, .. �I y¡ugr deLtrabajo no se pue@, recuperar y Y:! WJe gueda e.1 
!:1@��
v
:!i�!����:1!:e:
e
�:�lr����
z
r::-se! ���
d
�¿:;:h:�.j 
zados par Wittge.nstein. . --'--· 
--"Elcampo Iacaniano" es la l ección siguiente. Nos . introduce, 
desde la primera frase, a que ehreferente de un :discurso rto es más· 
que•to:qué ése-d.i.sGqJJ.Q . . qµJef�:;:domwar ... o,dome�tic,av(mailriser). El f 
referente de cualquiera de estos clisct1r� es ento�Jm modo de 
.Jratar ·el goce: sea eLm<>do deLarno, sea etmodo universitario,' sea 
en -la füsteria, sea en el discurs<:>· del analista.N Lacan nos da unas 
indicaciones, f:10 a partir del lugar exacto del objeto ª
t 
sino,sesde el 
� del punto de_jmyjnanSiíi, Si ·el refetente ,deJm·discurso �es l<> , 
que el díscurscftrata de dominar, entonces podemos partir de las 
32 - ERIC LAURENT 
cuatro dominancias para interrogarnos sobre qué trata de dominar 
cada discursp. El amo trata de instalar en posición dominante la 
ley; �hrsteña, posición desde la cual se introduce el término "su­
jeto", instala\"et�síritomifcrfposicióndominante� La Universidad. el 
<!ts�µ�pJ.míy�fsi�ip })r�ll<:e, nq la _ ley _ sino la burocraci�. Esta es 
una dístincióffluminosa. Cuando, en esos años , veinte antes de la 
caída del Muro de Berlúi, Lacan calificaba al Estado del comunis­
mo real como la instalación de la burocracia, era una percepción lu­
minosa. Ahora vemos el rechazo actual, especialmente impactante 
en Europa. En Europa, los marxistas son ahora difíciles de encon­
trar. Se ha producido tal odio al discurso burocrático que el deseo 
de mantener vivos los conceptos mismos de Marx se apaga. 
!;,mon�cs, IaJ.Jniversidadpue.cle_ ge11erar 1,111 mundo 110 ya basado 
,"< ,•.:e·e. . . • ,, , .:,.·:·:o·: .. ·,. :, . . :. · , ·.o ,· . ." . . :· · ·.·: : · •
:·:, : . . · · ·.·.· . ·, . . .. . . · . . · . . . · .. . . . : . . · . . : . . , . . . . . . . . . . · . . . . . . . . • . . . . . · ·· • · · · · . . • 
e11 lª ,PQ�J.Si��----�I�L.�E· gcrn su burocracia va_ a producir-unos-- _sujer 
tos;;;y Lacan utiliza esto, en 1968, pll!a rno.stI:ar <:órnp, en eLcapita7 
l ismo, el funcionamiento ·de:Ja,Universidad, .produjo ese , desarre,­
glo, esa Uama�a delos estudiantes en la ·calle.. ¿Cómo no comparar 
lo que se produjo en· el '68 con lo que ocurrió en Alemania? En 
Alemania Oriental las manifestaciones estudiantiles, una vez su­
primida la represión policial y la acción de las tropas de ocupa­
ción, permitieron verificar que había ese trastorno, la producción 
de esos sujetos que gritaban, que llamaban a algo. Y, como con las 
trompetas de Jericó, a fuerza de gritar cayeron los muros. No ha­
bían leído el Seminario de Lacan esos intelectualesde la Alemania 
del Este que creían que, con esa l lamada de los sujetos, se iba a 
construir un Estado mejor, más ideal que el Estado capital ista de 
Alemania del Oeste. Si hubieran leído el Seminario de Lacan, hu-
::oi:�t.,:{.-=-:-,·.�:::� .... :::-.. ,:�;.·.� �·::·;:: .. , ::�:.,�·· . • ·; ;, .� :·.:: •.;,'.;:· :., ;·, : : : ·:·:: � .'·. , :: ·.: : · , . 
,·. !. :• : . . ·. · : - .,· .; :: . - : . . : · -� :· . . . . :: : . : . . . • ' -
!!?!��sti'�����ir�:�i�!i1�::�:;,�:i;
1
�!!::��
e
::?:r�� 
dÜce es lo que . I..aéan dice en · Vincenncs : -"Ustedes l laman a un 
amo, y van a encontrarlo". Y se encontró un amo más moderno. 
Los acontecimientos del ' 68 participaron mucho en la moderniza­
ción de Francia. Las fonnas de ejercicio de la autoridad, del poder, 
LACAN Y LOS D I SCURSOS - 3 3 
se modernizaron con una rapidez fenomenal. Se :emx>ntró unafor­
ma del amo� - más:modf!flla. �a _ t>llr�r�i!l eIIgeI1W:ll C$<>$ _ . Slljetos . 
que gritaroII e11 Il<>JlllJre ele yal<>res jil�eJectua.les, e1:1 n<>Illl>re,J11111-
bién, de un menQs d� go�c, y qe UII lll�; Yll que en este Ca,lllp<> se 
puede tQmar �mtJ� dir�ccio11��,. Y. lo que se -pmdujo füe .. unaJia� 
mada al amo� al amo capitalista moderno, que en Europa toma el 
valor de la Alemania del Oeste. 
El campo lacaruano, como lo instaura Lacan, permite ver la sin- . 
gularidad de la posición del analista. Es la razón por la cual Lacan 
puede llamar C¡l!llp< > lacaniano a este campo del goc�. Es que se ye_ 
mejor desde el, punt<> de visUl de}aIJªlisis, cl911c:ie el ltJ$ar q1Je ocupa,_· 
el analist,, en su posición de domillanci¡i.. � el de causa,del deseo: 
El no ocupa el lugar de la ley, de la burocracia, del síntoma, que ya . . . . . . . . . . . . . . . . : . . � - .. .. . . . . . . : · ·. . . . . , . . . · . . . . ·. , . .. . :- .. · : ·· . . . . . ·. .. . . . . . ·. ··. . . . . . . . . . .. , 
están ocllpaclqs. Hace SCIIlblante de causa del deseo;1 ES''kt:único 
que le pennite percibir; un poco más que los otros; la verdadera · 
función oel verdadero lugar detgoce"en la vida contemporánea; 
Eslo finaliza con la presentación de los ejes de subversión del 
psicoanálisis. Se inicia la segunda parte, cuya primera lección es 
exactamente el doble de la primera lección de la primera parte, es 
decir, l.acan reJQJ:Ua el pllnto de partid3: de la histeri�. Y propone, 
en este Seminario, una nueva interpretación de Dora. Esta inter­
pretación es a la vez sencilla y preocupante. Lacan, el mismo que 
en su comentario sobre la transferencia había aislado la dialéctica 
de la transferencia en Dora y la posición del padre con relación a 
la otra mujer, la señora K, reordena su interpretación alrededor de 
la interpreLación del segundo suefio de Dm:a. Ustedes saben cuál es 
el segundo sueño: Dora l lega a casa de su madre, el padre está 
muerto, quieren Ilcvarla al velatorio y ella prefiere subir a su habi­
tación para leer un diccionario; diccionario interpretado por Freud 
como que, por supuesto, remite a un descubrimiento sexual; en 
muchas vidas el diccionario desempeña este papel de lugar donde 
sí se podría encontrar un saber de verdad. 
Esto no fue destacado en l as primeras interpretaciones que La-
... 
3 4 - ERIC LAURENT 
can lúzo del caso Dora. Aquí, subraya que, en un punto dado, este sujeto hist�rico no quiere ir a velar al padre sino que quiere buscar el saber sobre el sexo ignorando la posición paterna. Y. ���ªJl hace . . -��.,t�f9J!jgtern>ga.�!9Jl �?9!� }lfll�xi.9µ, p�l, pªQfC!,f9rllQ . . ÜIÍ-Út&. ai ���: ,. �sta. . irlt�rpretación es limitada y precisa. Pero Lacan la ge­neraliza-,il"éliscurso histérico. La escritura de este discurso es que, en nombre de su síntoma, va a dirigirse al amo para obtener el sa­ber que sería el saber conveniente, y este saberdeinuestra su im­potencia para dar cuenta del goce induido en el síntoml!. Este cir­cuito es lo que se subraya con el segundo sueño de Dora: ella va á casa de quien ocupa pari ella el lugar del amo, es decir, su padre, para pedirle un saber; él no está y ella , en lugar de permanecer en la religión de la muerte del padre, va a buscar el diccionario que le dé ese saber. Es el circuito de Dora, pero es el circuito que se en­cuentra siempre en la clínica. Alguien me hablaba aquí de un caso; el caso tenía sus dificultades pero quien me lo contaba lo hacía de manera muy divertida, y se veí.i cómo un hombre que tenía una profesión técnica muy destacada resultaba completamente aturdi­do por su mujer, que era una histérica también muy destacada. En­tonces, él concurría a buscar algo en una práctica de "cognitivismo de pareja", algo así, tratando de inventar un saber compatible con su posición de amo, técnico; un saber sobre lo que sería conve­niente para esa mujer. Ella lo empujaba a esa terapia y :rataba siempre de ir a ver al otro terapeuta para, como ella lo decía muy bien, "hacerse entender". Es exactamente el mismo recorrido. Y •... . , . . . , .. .. . : : ... : . . ·. · · . : · . . · . . . · · ,·. . . . . · . . . . · . . . .i • nos hace . sentir la razón por la cual . Lacan dice que el sujeto histé­ríc() es el_que, en nombr� · de su síntom�. va . a IJuscar al amo par¡ pr9g�9IrJ.�JJC!}�ia;, y la razón por la cual Lacan dice que el amo� en su posición f 1J119a.me11tal, no quiere saber . nada: el: amo quiere' 
. . . . . . . . . . . . . . . · . . . . . . . . . . · . . .. . . . . . . . . . . . . . . ll ordeiiatJqúieie que las cosas marchen. funcionen, pero el amo no quiere ·saber por qué marchan, no le interesa: Esto, en cambio, le interesa mucho al sujeto histérico. Es la razón por la cual , aun en los mejores matrimonios, en los más satisfactorios, el sujeto bisté-
LACAN Y LOS D I SCU R SOS - 3 5 
rico quiere saber por qué las cosas funcionan; s i funcionan, hay 
que saber por qué. Si uno trata de apaciguar esto diciendo · que a 
veces hay cosas que no hay que saber, es imposible en esta estruc­
tura: hay que dar cuenta de por qué. 
Y e:;ta estructura también es la de la relación de Sócrates - con 
los amos. �i �ócrntes es 1,m hist4rico, lo es porque iba a ver a los . 
amos de la ciudad pidiéndoles, e11 nombre de su s(ntoma, de su no. 
saber nada, de su división subjetiva, él iba a _ ver a los amos de .la 
ciudad para que ellos dieran cuenta._ Entonces, este recorrido gene­
ral de la histeria nos _ permite vislumbrar cómo el sujeto histérico _ 
insta.la el padre en posición de amq, tal _ como lo hacían las histéri· 
cas de Freud.1 y a la vez lo designa como un amo castrad�. 
La noción de que el padre es una producción neurótica existe en 
Freud, especialmente en una serie de textos, uno de los cuales es­
tuvo inédito mucho tiempo. Fue descubierto entre los papeles de 
Ferenczi y se llama ·Tanorama de las neurosis de transferencia"; 
es un manuscrito de la Metapsicología descubierto hace cinco 
años entre los papeles de Ferenczi, y muy bien editado, por lo me­
nos en las versiones alemana y francesa; hay también versión cas- - ­
tellana. En e�te texto hay una presentación original del diálogo que 
Freud tenía con Ferenczi. {Jstedes saben que Ferenczi y Freud te-: 
nían, a dos, un deliri<> biológico nmy sitnpátic<>, ele) c::µé1lJC11ernos _ 
un eco en el Iiorn de _ Ferenczi Th(llassr¡.. L1r i(lea de Ferenczi es , 
que, - para - que la neurosis ·- se instalara; tuvo _, que- acontecer,una ca.:, .. 
tástrofe.ccológica¡· es un ecologista moderno� Piensa que �ubo que 
pasar por la catástrofe ecológica de la glaciación, que congeló to­
dos los recursos de los hombres de la época, los cuales, entonces, 
pasaron por un período de frustración intensa. fcrepczfera la�. 
inarckianp, pensaba que cualquier acontecimiento exterior puede 
inscribirse, en la misma generación; tal es la diferencia entre el la­
marckismo y el darwinismo: para el primero, hay una acción di­
recta del medio sobre los genes. Entonces, Ferenczi pensaba que 
esa experiencia de frustración se · había inscripto de manera directa 
36 - ERIC LAURENT 
y que había producido la neurosis. Y Freud se detuvoa pensar esa idea: este texto inédito forma parte de una correspondencia con Ferenczi a propósito de esto, donde Freud admite que la glaciación determinó un período de frustración. Lo interesante es que Freud piensa que las neurosis s_eguramente remiten a este período pero que, d��pµ� de este pcdodo de frustración, existió el padre de la horda primitiv�. Se vislumbra en este texto el punto de vista que más tarde tomará Freud acerca de la angustia antes del padre. La fantasmagoría lamarckista de Ferenczí le resulta útil para pensar, primero, la instauración de la neurosis, y Freud describe en este · texto, de manera precisa, el pa<i(e como una invención de la neuro­
�J�,: algo que yiene a cumplir una función para quienes ya habían· pasado por la experiencié1. de frustración y, entonces, construyeron el padre_ <;omo. aquel que podía gozar. Este texto resulta interesante desde el punto de vista que Lacan introduce _en est! lección. 4ªg�11 : ��ce· una distinción entre · la in-· _yenc;:j�_n;.d.�l,pª�e--wrJ,J1J.�.teria·y la invención del amo por el es-. clavQ. Sübi'aya i:iüei'éL�ujeto histérico no es un esclavo (pág. 107). Porque el sujeto histérico ocup� un lugar distinto en las flechas de implicación. En la posición del es<;lavo, el sujcto tiene el saber so­bre el goce qú'i{11ecesita el amq; él es quien lo tiene, y lo da al amo.- ,J�l sµjeto .histérico trata de que el amo produzca un saber; él incide sobre el amq, de manera exactamente>simétrica a la del es­clavo, El esclavo es el que tiene lo que el amo quiere, pero, como ustedes han leído en el Seminario sobre el que versó el Coloquio anterior. el de la Transferencia, recordarán que Sócrates mantiene en reserva, no da; no le da a Alcibíades el ágalma que éste quería. Mantiene en reserva la significación de su amor. f.S eia:cta]á si.:. rnettía;: Ja . dista11�i� '�11tr� el�clavo·y, la lli��liaJrente al goce y a .. la' �!�ióll;Q�1.,amf>:.,_ ... 1.1jnv�ción delpadre por el sujeto histérico, si · se puede decir'­lo así� es; según Lacan; la manera como� con un mito limitado, re� ducido, vierie a· mantener el resto mítico de la posición del padre 
LACAN Y LOS DISCURSOS - 37 
dentro de,Ja ciencia� Y dice (pág. 1 1 3) que el Edipo desempeña el 
papel del saber con pretensión de verdad. El Edipo, dentro del psi­
coanálisis, pretende dar cuenta del saber que allí se produce. Y és­
ta es la razón por la cual Freud, al final de sus consideraciones so.,. 
bre el presidente Schreber, puede decir que no hay diferencia entre 
el psicoanálisis y el delirio de Schreber, sino por el Edipo. Lo cual 
nos da la idea de que Freud percibió lo que Lacan llamó forclusión 
del Nombre-del-Padre en la psicosis, y también nos muestra el de­
seo de Frcud por instalar como garantía esta figura paternal, sal­
vándola, dice Lacan, con este mito mínimo, reducido . .. 
Lo que fue un consentimiento de Freud a esta invención histéri'." 
ca -digamos, a la Dora del primer sueño y no a la Dora del segun­
do sueño- ill).plicó para él , a lo largo del desarrollo de su obra -y 
Lacan recorre esto en Tótem y tabú y Moisés ... -, la salvaguardia 
de .la figura de un padre todo amor. Lacan se interroga sobre la 
contradicción que hay entonces. En las Nuevas conferencias de in­
troducción al psicoanálisis, en la "Conferencia 35" (pág. 1 50, ed. 
Amorrortu), podemos leer algo que Lacan subrayará: "Reconoce­
mos con facilidad el paso siguiente, en que ese Dios creador es Ha-· 
mado directamente padre. El psicoanálisis infiere que es de hecho 
el padre, tan grandioso como le apareció otrora al niño pequefto. 
Así el hombre rel igioso se representa la creación del Universo co­
mo su propia génesis". Es lo que Freud establece como la verdad 
última sobre el Dios. El problema es que, si puede denunciarlo 
desde el punto de vista de la religión, desde el punto de vista del 
mito del Eclipo lo instala como la clave. Muestra, sí, cómo este pa­
dre todo amor desempcñ.a un papel esencial en la neurosis. ¿Por ·. 
. ... . . , .. . . . . , . , 
qµé rreµci geíª. aHviar a l.� Jiu¡p;midad . ele . la .religión si, �. IPi Sl;Il�l •. 
tiempo, Cll, e, sflltprna, salyªguarc:laba la pres�mcia .<:lel pacb"�] freµQJ 
confin:naba;: · instalaba·· ·e1 ·poder··. deJa.creligión .·aI: .no, ' tocar,.eI ···.lugar• 
del padre en.cuanto a su refcrencia··al •·Síntoma en la histeria. 
Esta contradicción se desarrolla en el capítulo "Edipo, Moisés y 
el padre de la horda" . Y en la lección final de esta parte del 
3 8 - ER IC LAURENT 
Seminario, el Cap. 8, "Del mito a la estructura", Lacan concluye 
que .�J;,padre;:lllás ,aH.delmito�cs\un;,eperaé;loride'estructura; · Es un 
operador en cuanto a vigHaq encarnar el goc,e. Como operador es­
tructural ¡i elpadre no es más · que un significante,. ya que se trata 
del padre müertq; un significante que sería el significante del goqe. 
La verdad del padre se designa en la horda darwiniana; el padre 
gozador de todas las mujeres. Y e�te mito, el de un padre gozador 
de todasJa.s 111ujer�s. sobreviv� �n Ú �eligió�. Si la histeria lo in� 
ventó, .o si participó en sµ manteniiniento, es :q11� el sujeto histéri.-
;f�]:�������:g�i:'�;,;;P���;l�i�;i;��f ;���fui��fu���::.� 
Como Lacan ��Q_Jl�cir.; Don Juan, mito femenino. Porque el pa­
gre encama el mito de que pudieran existir las mujeres como 11!!. 
todo: si hay uno que pueda gozar de todas, entonces se constituye 
éiccfujunto de toda� Don Juan es un ·mito femenino porque consti­
tuye el conjunto de las mujeres, pero una por una, y se sabe que es 
una tarea sin fin; el pobre tipo trabajaba con una disponibilidad to­
tal, sin nada que pudiera distraerlo o hacerlo rclroccder. Trabajaba, 
mi/le e lre, dice el Don Giovanni de Mozart, y su única manera de 
finalizar era encontrar límite en el padre que iba a buscarlo, a lle­
varlo al Infierno. Es nlitoJemenino porque asegura la scri�. lo cua� 
es la fum:ión de un mitq: asegurar :un urnxer�.Q
'., , Pero en este caso 
de otra manera que el padre. El padre goza de todas, y yo diría que 
Don Juan es un padre intuicionista. Me refiero a la distinción entre 
la teoría de los conjuntos de manera formalista, constructivista e 
intuicionista; esta úllima implica que la verdad no se puede ubicar 
en una demostración final sino paso a paso; 
Lacan finaliza esta segunda parte, "Del mito a la estructura", 
anunciándonos, de manera un poco disfrazada, el que será hori­
zonte de sus restantes seminarios: eL pacire es en Freud un mito . 
porque constituye la sociedad de las mujeres como un ·toda, y lo 
que se puede ' aprender de la experiencia analítica es que fas muje"" 
res están derlado del · no�todo. Así; él goce'ñcrse·i,uooe pensar co;; · · · 
LACAN Y LOS DISCURSOS - 39 
mo 'el goce\ sino como eLgoce,de\unary de una, y de una . . . NQ · .h.ªy, aqufunJoclo. Esto es le> que Lacan propone como alternativa a ., la·,vida'contempqr�ea,;;, Así entramos en la parte final, "El envés de la vida contemporá­nea". He traído una versión del libro de Balzac, El envés de la vida 
contemporánea, que es una parte · de su gran Comedia y recorre dos l ibros , Madame de la Chanterie y El iniciado. Lacan habla de esto como de una historia que no tiene ni pies ni cabeza o, como suele decirse, que :no va ni para adelante ni para atrás. Madame de 
la Chamerie y El iniciado son entre sí al revés, así como Julieue es al revés de Justine. Balzac describe el mundo de Juliette: un mundo en el que el mal despliega sus formas y es inmanente. Al revés, Madame de la Chanterie es un ideal femenino perfecto, y, como la pobre Justine, PA$,� por cliversas aventuras, quc ;padece con un ideal extraordinario. En la introducción a la versión caste� 
. .. . . . . . . . . · · ·; llana, que obtuve gracias a Diana Etinger de Alvarcz; se subraya algo que me pareció muy pertinente: "Madame de la Chamerie es el genio del bien, como Vautrin es el genio del mal, y su actividad canonizable podrá imercedcr ante Dios por los pecados de París. Es, pues, esta novela, verdaderamente un envés". Animo a ustedes a dirigirse a las referencias bibliográficasque construyó Diana de Alvarez para "El envés de la vida contemporánea". Del mismo modo, ustedes pueden leer las referencias que Lacan hace a la creencia del materialista. Cerca. del finaLdeJa segund� parle, Lacan dice que los materialistas del �iglg XYp:!,_ en ap�ien".'. cia tpdos ateo�. so11 los creyentes por e.xcelc11cil!, Y hace otra vez referencia al sistema de Sade: en Escritos l hay una introducción en la cual se presenta el sistema del papa Pío VI. En la Etica está la referencia, pero también en este Seminario. El s11jet() _µ11bl11 del_ goce . de la natt1ralez¡l y del apetito del deseo de ;uirte 4eia n�t�-; raleza: <iu�: �111ón��s: r�talll� .,s�si11a1e>i. 1�s1a es i>recis�e�té . ta . creencia quc denunciaLacan en l9s h�roes de Sade, la .crcc11cia . e11_ el . crimen., Esta creencia en el crimen es, finalmcme, creencia en 
40 � ER IC LAURENT ·@ IV� i;i:�MJ'--1.� � e/� _ ¡/¡ � -i: . 
� � d'I' .ht� ex/�n � "'q -t. .n wi .ei � t" .eJ� 
un Dios gozador; se llama Ñaturaleza, y el acto de creencia del su� 
jeto es consenµr ese crimen. 
Así entramos en la última parte: "Los surcos de la alctósfcra", 
"La impotencia de la verdad" y "El poder de los imposibles". Esta 
parte necesita una guía para orientarse. ¿I?gr: qué J.acan presenta eJ 
psicoanálisis como el envés del discurso del amo conte_!!!Porán�; 
de'la vida contemporánea? Primero porque, en el psicoanálisis, no 
es la vida lo gue se destaca de_ su exp<s,riencia, sino más bien la 
· muel'.le:, y !o gue Freud llamó pulsión de muerte. Si el padre es un 
mito, la pulsión de muerte está del lado de lo rea,I. ¿Qué es lo que 
en el análisis se presenta como envés de la vida contemporánea?' 
La tentativa de Lacan, especialmente en el capítulo titulado "Los 
surcos de la alet6sfcra ", es prese�laS:;,cons�cucI1ciasrde;,la.,eie_l);!-. 
cia .. •sobre la: vida -contemporánea, -y, cómo"el····-psico�s�t�-,-�l­
.� Y toma un ejemplo muy sencillo. Primero, subraya que hay 
:OC,s concepciones cpistemológiclÍ_§ Una de ellas cree que la cien­
cia sirve para ver mejor lo que hay en el mundo: Lacan la designa 
como una concepción absurda. Hay otra que subraya ·que los obje­
tos de la ciencia, las fónnulas de la ciencia, están añadidos al mun­
do, no existían antes; es el pui:ito de vista creacionista. En esto La­
can hace referencia a q�e para Cantor, cuando estaba en inventar 
los trasfinitos , fue fundamental mantener correspondencia con el 
Papa, no el papa Pío VI del sistema de Sade, sino el de su época, 
que si no recuerdo mal era Clemente X. Cantor _ trató de obtener 
del Papa una carta por la cual la Iglesia Católica reconociera como 
doctrina . oficial el infinito actual; por supuesto, no la consiguió. 
Pero ciertos jesuitas matemáticos trataban de negociar algo de es­
to, porque veían el interés de ·juntar la doctrina, tan potente, de 
Cantor, con la Iglesia Católica. �� J�µtativiqle Cantor consis�ió e� 
p�w,� qt1�,50� Ia.J�iellc:ia, .se podía percibir . el Jntclect<> <le Pi<>s.. 
C9m0 Newton;La c9nc:e¡x;iói:i cpist�moló_gica de �can es ateístar 
se trata de nuevos objetos; que no eran conocidos de antemano por -
ningún Dios. se · producen formas lógicas, objetos matemáticos. · 
lACAN Y LOS DISCU RSOS - .4 1 
Por ejemplo, dice Lacan, ondas, de las cuales no i.Cnemos ninguna 
percepción. El punto de partida de Lacan es distinto al de Freud en 
El malestar en la cullura, donde dice que la ciencia es sólo un'a 
extensión de nuestros órganos. �can, al revés, subraya que a esos-,· 
objetos, si me permiten; no les importa un carajo de los sentidos 
�dan concemirles: se producen. Y, después, en este mundo 
de ondas, es posible enviar máquinas a Ladas partes, especialmente 
a la Luna. Para hacer los cálculos se necesitan las ondas entre la 
compu�adora del vehículo espacial y la Tierra. En medio de esto, 
están los hombres. Y, en el sistema americano -no exactamente 
así en el so\•iético-, · hubo cosmonautas que podían usar escas on­
das para hablar, para mantener su voz. Lacan toma el ejemplo, que 
hace veinte años era reciente, de un viaje espacial .en el que los 
cosmonautas habían tenido una conversación especialmente imbé­
cil, del tipo de "Todo está bien", "¿Están bien ustedes?", "S C, sí, 
estamos bien . . . ", en el momento en que había una catástrofe que se 
pudo percibir por las computadoras. 
Entonces, se advenía el contraste entre lo gue pasa �r las on­
das, que permite verificar, y aquello, !11:UY distinto, 9.!!��sa _po1J_'i 
palabra. ¿Qué es lo que pasa por la palabra? En aquel intercambio 
de tonterías entre Houston y el vehículo espacial, ellos, en el ve­
hículo espacial, se n1antenían; ·bien · en su posición de hombre�; es 
decit¡••verificaban y;.cs;.:,ªs.eguraban queceseguíap. e.xistiendo, como· 
hombres: Como dice Lacan, "se iban sosteniendo el perineo";· pa� 
ráfrasis para decir que se mantenían en erección. Esto es lo que se 
llama "sostener la moral": mantener al tipo en erección, y ésta es 
la función de la palabra. L.,p cuatqucda· enmasca,raqo porJ;,i. cicn_:­
cia,.� c¡e11cia anima el . discurso . capita,l is t;1, este . discurso gue . er<>, 
guce taptos objetos, produciqos por esas ondas: televisión, magne� 
tófono; el Qjo scnutre con una cantidad jamás antes vistª .. h),:que 
se .enmascara cs···que conesto · se· .• <iistra�! C.OiliC.StQ;;J�l,J@O!.distra,e,� 
IOS; escl11;yp5;i Yeá estas ·;fonnas se enmascara ·la:posición · dcJ;goce 
que · está difundjdo en estos objetos de la ciencia;-,LO:·que\rirodii�• 
42 - ER IC LAURENT 
- '". _ _. .,.,., , V !a 
es un tipo de exceso de goce. La metáfora del viaje de los cosmo-
" nautas es un'.;modo de ver la distinción entre lo que se escribe y los 
efectos que hay que obtener con la palabra. Es exactamente lo que 
subrayó Napoleón, que siempre hace de referencia al amo político 
francés. Napoleón decía: "Un dibujo vale mejor que cien discur­
sos". Porque era un verdadero amo. Comunicaba con la palabr3: 
porque él sabía hablar muy bien. Cuando llegó por primera vez a 
Egipto, en los comienzos de su carrera política, pronunció un dis­
curso famoso, que pennaneció en la lengua francesa, el que em-
pieza: "Soldados, desde la altura de estas Pirámides quinientos si­
glos os contemplan". ¿Para qué esas palabras?: pat'lfsostener el �­
tirieo de:las tropa�. Y'éfs'ábía muy bien la Utilidad de la palabra: 
era para hablar a sus tropas y para escribir a las mujeres; La co­
rrespondencia amorosa de Napoleón no es mala, el tipo sabía es­
cribir. �to nos da la idea de fa diferencia entre lo que está del lado 
qe lo que ·se puede escribili y los verdaderos efecl..QL<ie la g,alabra, 
Y éstos son precisamente los que utilizamos en psicoanálisis. Pero 
se util izan exactamente al revés que en el discurso del amo. ¿Por 
qué? En la experiencia de palabra que es el psicoanálisis hay un 
malentendido fundamental, pC>rqu� �11 l¡¡. palabfll ·. unC> siempre s� 
.1!rigeJt.wJ:J1Jgª-L�m�n.�9; �,J,fü:i&Y-,,.PQr,��i.ru,.tM�i!",�. w1ii .. .fai1.�. Pe-
'1/1: ro �on este dispositivo se utiliza la palabra para alcanzar, al final, 
�go del orden del escrito: al�o gue finalmente se puede depositar, 
se puede trasmiº-f. -r_que implica el s i lencio. Es la razón por la 
cual la experiencia analítica tiene un fin; no es una experiencia 
infinita . 
Y esto separa a Lacan de algunos de sus alumnos. Hemos co­
mentado esto, por ejemplo, en artículos en L' Ane; Leclaire y sus 
alumnos, que tenían un proyecto de organización de la profesión 
analítica, subrayaban que lo esencial en el análisis es mantenerse a 
distancia de cualquier identificación. Hubo una diferencia funda­
mental de punto de vista entre Lcclaire y Lacan, por ejemplo sobre 
la cuestión del pase: Leclaire decía que al final de un análisis un 
LACAN Y LOS DI SCURSOS - 43 
sujeto tiene que desidentificarse, y pr�sentaba la práctica analítica 
como una desidentificación. No está mal, frente a la estandariza­
ción, frente a la adaptación a los papeles en la sociedad, frente a 
todo lo que sea del orden de la eficacia. No está mal decir esto, pe-· 
roes sólo la primera parte. 4.cJ preocupante es que:el psicoanálisis 
tiene un final y deja un resto al cual· el sujeto está identificado; 
porque; al final; su goce es el suyo, y no va a tener' otro; l?riéde de� 
&identificarse.:·tanto como quieran, ·.· pero, al ·final, ·. las . condiciones · 
del goce aparecen;. y ésta es la revelación inquietante, Al final, se 
obtiene un saber sobre este goce. No un saber sobre el objeto a, 
pero sí un saber sobre las fonnas del goc_e que uno tiene. 
El psicoanálisis es el revés de lo que produce el discurso del ·1 
amo atravesado p.oda cicnc�; En lugar de intercambiar tonterías 
mientras las ondas hablan entre sí, el psicoanálisis, al final, inscri­
be los resultados; con la experiencia, tonta, de hablar, con la pala­
brería, se obtiene al final algo que se puede inscribir y trasmitir. 
Para Lacan, verificar esto es la" justificaci6n de la experiencia del 
pase: <::9rnq1 al fi11a}de. s:u análisis, alguien puede tener ._sobre s( 
mismo :un . tipo de saber.que tiene <;l rnisrno gracI� de certeza que el 
que puede Qbtenersedela ciencia; no una cene2:a l<>ea oJanática o . 
mística, sin9 una cel'teza equiparable .a l a qµe se obtiene �e)a de,-: 
mostración científicl:t: "Verse a sí mismo como un justo de Spino� 
za", dijo un día Jacques-Alain Miller. El .justo de Spinoza se<v�, 
colllo • privado de nada;,se •ve . . :como resultado : .de . • un ·.cálculo: Los. 
psicoanal istas no son justos; no somos justos. �s yers� C()IQO Jnjus-:: . 
to, porque el goce tiepe su injusticia; p�ro el.el lad.Q el.e Spinoz, • . 
Lacan puede terminar, y lo haré con ustedes, disculpándome 
por tardar demasiado en concluir. Al final de su conferencia sobre . 
el poder de los imposibles, . dice: "Si hay en su presencia, tan .nu.,. 
merosa que muchas veces me embaraza, unas razones un poco me­
nos que innobles (lo cual hace referencia a la palabra "nobJc" de la 
aristocracia, que a él tampoco le parece una solución), es una cues­
tión de tacto; es, como lo diría Goethe, que hago no demasiado pe-, 
44 - ERIC LAURENT 
ro justo lo qu_e se necesita, y lo que hago sobre ustedes (se dirige a 
la asamblea), ·,es que les hago avergonzar". Palabra enigmática, co­
mo esperanza del psicoanálisis. La promesa del análisis, dice, es 
que él puede avergonzar a su público. ¿Qué significa esto? Hay 
que referirse a lo que se llama analilicón: una discusión muy có­
mica y extraordinaria, que queda como huella de lo que fueron los 
años '68, donde Lacan, contestó a un monL6n de estudiantes que lo 
trataban como se trataba en esa época a los profesores. En mi co.­
nocimiento, es el único testimonio que tenemos de un profesor, de 
alguien en el ·lugar del amo, que contesta a todo; Tenía respuesta 
para todo. Lo acusaban de todo, y tenía su respuesta, Así como la 
· Conferencia de Lovaina es el único testimonio que hay de un cur­
so interrumpido y con alguien que tiene una experiencia clínica de 
un sujeto psicótico, y se demuestra cómo el tipo fue calmado. 
Aquí también se demuestra la capacidad de responder que tenía 
Lacan, y cómo éste fue un Seminario de diálogo con su época, con 
la vida contemporánea, de manera impactante. Era un hombre de 
68 años, ante todos esos jóvenes muy agitados: algunos querían 
pegarle, otros querían injuriarlo. Todo esto está prcscnle y finaliza 
así: "Ustedes en Vincennes están desempeñando la función de los 
ilotas de este régimen. El régimen los muestra y dice: 'Miradlos 
gozar'. Bye, bye" , se despide. S,� trata de esto: el discurso del capí­
talismo es ordenado en una nueva referencia al saber. Este saber, 
que tuvo s.u fundamento en lo sexual , que, si aceptamos a Freud, 
conserva siempre en su referencia algo de lo sexual, aun cuando 
sea transformado por la ciencia, que, ella sí, ha cortado toda refe­
rencia a lo sexual. 1:-o que la ciencia cortó, lo que de lo sexual fue 
definitivamente cortado por la ciencia, la ciencia lo devuelve, con . 
tJ>das sus. producciones, en un más de goce, .por el cual ahora, con 
. -. . ' - - .- . · - · -· ... , . . '• """ ,, • , '. ,,' , ' ' ' . , ' .. 
fon6graf os y videos y magnetófonos, se pueda colectivizar un go-
ce, brutal, masivo; colectivizar y fascinar. La ciencia, así, se hace 
perdonar el mundo que ha dejado atrás; trata de devolver. Y los 
agentes son los estudiantes, porque ellos son los que tienen que 
LACAN Y LOS DISCURSOS - .45 
aprender. Lo primero que hay que tener en un país son ingenieros y matemáticos; con ellos el país se pue<.1e desarrollar; si no, no pa­sa nada. �11tonces, Jos estudiantes están en primera fila para encar".' nar el agente; en la Universidad, están en la posición de sufrir de. esto. En esta posición, . gritan, padecen, pern, al mismo tiempo, ellos s.onJos ... que pr�entan elideal del goce del mt1ndo capitalista, , No se 1rata sólo de identificaciones en los modos de vivir. No son sólo adolescentes, como se dice, no es que sólo sean más y más adolescentes en sus ideales. El ideales eFestudiarite. Y es también un ideal de goce, es decir, un ideal rechazado, pero designado co­rno: "Miradlos: ellos gozan". La función del psicoanálisis, sü eje de subversión, es interrogar de raíz el despliegue de este goce y proponer una experiencia sub­jetiva por fa c:úal, al final, uno se separa de este goce. Es la razón por l a cual Lacan termina su Seminario con esa referencia a la ver­güenza. Es porque, desde el punto d� vista del analista, él puede hacer surgir l as figuras del goce de su asamblea. Las figuras con­temporáneas: en el momento mismo en que se producían él podía despertar esto. I;.ayergüenza es un afecto ligado a la muerte; razón, por la cual; si tellilina diciendo que él podía avergonzar a su• au,. diencia;; empezó esa tercera y final lección diciendo: "Hay que de· cirio, morir de vergüenza es un efecto poco obtenido". Esto nos re­mite a una frase del final de la primera lección, "Producción de los cuatro discursos". En el último parágrafo de la primera parte dice: 
"Lo que se iillp9ne el� la e�periencia analftica es la pulsión de muerte, yla .púls i�Ii <le Illuer:te la : te11�p!9$ aquf (se dirige a su asamblea),, en el lugar mismo en el cuaLpasa algo entre ustedes y lo que digo yo?. Esta frase es enigmática al comienzo; al final del 
Seminario J...a<;an co11ecta el. a(ecto ele vergü�nza que puede p[odu-, cirse e11rre # Ysu audiencia, cuando despierta las figuras 4e1 . goce, . . : . . . . · . . . . ,.: · . · . . · · . · . . . . · · . . · · · . . . . . . . . . . . . . . · · · o-que son l� de la muerte en acció11, qµe poseen a su audiencia. . . . � 
Establecimiento del texto: Grade/a Brodsky 
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