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Modelo de Young

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Dificultades en la Aplicación de Tratamientos 
Cognitivos para Trastornos del Eje I en Pacientes 
con Trastornos de la Personalidad 
(Young, Klosko & Weishaar, 2003) 
 
1. El paciente no cumple el protocolo 
La terapia cognitiva estándar da por sentado que los pacientes 
están motivados para reducir los síntomas, adquirir 
habilidades y resolver sus problemas y que, por ende, con un 
poco de aliento, cumplirán con los procedimientos del 
tratamiento. 
 
2. El paciente no tiene la capacidad de identificar y monitorear 
sus emociones y comunicarlas al terapeuta 
La terapia estándar da por sentado que el paciente puede hacer 
esto con un entrenamiento mínimo. Muchos pacientes recurren a 
la evitación cognitiva y afectiva como estrategia de 
afrontamiento del afecto negativo. 
 
3. La terapia estándar da por sentado que el paciente puede 
cambiar sus cogniciones y conductas problemáticas a través 
del análisis empírico, la lógica, la experimentación, los pasos 
graduales y la repetición. 
En los trastornos de la personalidad esto no es suficiente. 
 
4. Los pacientes con TP son rígidos 
Por ende, responden mucho menos a las estrategias cognitivo-
conductuales, cambian más lentamente. 
 
5. La terapia estándar asume que el paciente puede relacionarse 
eficazmente con el terapeuta al cabo de unas pocas sesiones. 
Dado que las cuestiones interpersonales son normalmente el 
núcleo del problema, la relación terapéutica es una de las 
mejores áreas para evaluar y tratar a estos pacientes. 
 
6. La terapia estándar asume que el paciente tiene problemas que 
son fácilmente identificables como blancos de tratamiento 
Los problemas de estos pacientes son difusos, crónicos y 
amplios. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
La Definición de Esquema Temprano Desadaptativo 
(Young, 1990, 1999) 
 
El esquema temprano desadaptativo es: 
 
1. un patrón o tema amplio 
2. compuesto de recuerdos, emociones, cogniciones y sensaciones 
corporales 
3. relativos al sí mismo y a las relaciones de uno con los otros 
4. que se desarrolla durante la infancia o la adolescencia 
5. elaborado a lo largo de la vida de la persona 
6. y que es altamente disfuncional 
 
Los ETD son patrones cognitivos y emocionales que se vuelven 
contra la persona y que se desarrollan en los comienzos de la vida y 
se repiten a lo largo de la vida. 
 
En el modelo de Young, la conducta asociada al esquema no es 
parte de él; estas conductas se desarrollan en respuesta al esquema. 
 
Los ETD se desarrollan como estrategias en la lucha por la 
supervivencia. Se vinculan con la búsqueda de consistencia. Es lo 
que la persona conoce. Aunque cause sufrimiento, resulta 
confortable y familiar. Son considerados verdades a priori. 
La persona se siente atraída por los eventos que gatillan el ETD, 
por eso son tan difíciles de cambiar. 
 
Los ETD son representaciones basadas en la realidad del ambiente 
del niño. Reflejan con precisión el tono del ambiente temprano (la 
atribución sobre esto puede estar sesgada, pero el tono percibido es 
correcto). 
 
Los ETD son dimensionales: tienen niveles distintos de severidad y 
amplitud. 
Cuanto más severo un esquema, mayor la cantidad de situaciones 
que lo gatillarán. 
Cuanto más severo un esquema, más negativo será el afecto 
negativo causado por su activación y mayor será el período por el 
cual permanezca activado. 
 
La solución exitosa o defectuosa de cada problema planteado por el 
nivel de desarrollo (Erikson, 1950) dará lugar a un esquema 
adaptativo o desadaptativo. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Origen de los Esquemas Tempranos Desadaptativos 
 
Necesidades Emocionales Básicas 
 
1. Apego seguro a otros (seguridad, estabilidad, aceptación) 
2. Autonomía, competencia y sentido de la identidad 
3. Libertad para expresar necesidades y emociones válidas 
4. Espontaneidad y juego 
5. Límites realistas y auto-control 
 
La interacción disfuncional entre el temperamento y el ambiente del 
niño lo frustra en vez de gratificarlo. El objetivo de la terapia de 
esquemas es el encontrar modos adaptativos de alcanzar los logros 
emocionales básicos. 
 
Experiencias Vitales Tempranas 
 
Las experiencias tóxicas tempranas son el principal origen de los 
ETD. Los ETD más fuertes se originan en la familia. Los esquemas 
desarrollados posteriormente no son tan dominantes. 
 
Cuatro tipos de experiencias vitales tempranas: 
 
1. frustración tóxica de las necesidades (el niño recibe poco de 
algo bueno, desarrollando un ETD de privación emocional o 
abandono) 
 
2. traumatización o victimización (el niño es lastimado o 
victimizado, dando lugar a un ETD de desconfianza/abuso, 
vergüenza/maldad intrínseca o de vulnerabilidad al daño) 
 
 
3. El niño experimenta demasiado de algo bueno (esto da lugar a 
un ETD de dependencia/incompetencia, o bien de 
merecimiento/grandiosidad) 
 
4. Internalización selectiva/identificación con el otro (el niño 
internaliza pensamientos, experiencias, sentimientos y 
conductas del otro en forma selectiva). 
 
 
Temperamento Emocional 
Se postula la existencia de dimensiones del temperamento 
emocional que serían innatas y relativamente inmodificables por 
la psicoterapia. 
 
 Labilidad -- No reactivo 
 Distímico -- Optimista 
 Ansioso -- Calmo 
 Obsesivo -- Distraído 
 Pasivo -- Agresivo 
 Irritable -- Alegre 
 Tímido -- Sociable 
 
 
El temperamento resultaría de la combinación de cada posición 
en estos continuos. 
El temperamento interactúa con los eventos dolorosos de la 
infancia, dando lugar a los ETD. 
 
 
 
 
 
 
Dominios de Esquema y ETD 
 
Las necesidades básicas no cubiertas se agrupan en cinco categorías 
denominadas dominios de esquema. 
 
Dominio I: Desconexión y Rechazo 
Los pacientes con esquemas en este dominio carecen de la 
capacidad de establecer apego seguro y satisfactorio. Creen que sus 
necesidades de estabilidad, seguridad, amor y pertenencia no serán 
cubiertas. 
Las familias de origen son inestables (abandono/inestabilidad), 
maltratadoras (desconfianza/abuso), frías (privación emocional), 
despreciativas (defectuosidad/vergüenza) o bien aisladas del 
mundo (aislamiento social/alienación). 
 
El esquema de abandono/inestabilidad es la inestabilidad percibida 
de la conexión de uno con sus otros significativos. 
 
Las personas con el esquema de desconfianza/abuso tienen la 
convicción de que, dada la oportunidad, otra gente los usará para 
sus propios fines egoístas. 
 
El esquema de privación emocional consiste en la expectativa de 
que los deseos propios de conexión emocional no serán cumplidos 
adecuadamente. Puede tomar la forma de (1) privación de afecto, 
(2) privación de empatía, (3) privación de protección. 
 
El esquema de defectuosidad/vergüenza da lugar a la sensación de 
que uno es defectuoso, malo, inferior y que, por ende, no será 
querible. 
 
El esquema de aislamiento social/alienación consiste en sentir que 
uno es diferente o que no encaja en el mundo social que excede a la 
familia. 
 
Dominio II: Autonomía y Desempeño Comprometidos 
Los pacientes tienen expectativas sobre sí mismos y sobre el mundo 
que interfieren en su capacidad de diferenciarse de las figuras 
parentales y de funcionar en forma independiente. 
 
El esquema de dependencia/incompetencia consiste en sentirse 
incapaz de afrontar las responsabilidades cotidianas sin una gran 
ayuda de los demás. 
 
La vulnerabilidad al daño o a la enfermedad es el miedo 
exagerado a catástrofes inesperadas que no se podrán afrontar. 
Los temores pueden ser: 
(1) de salud (SIDA, infartos) 
(2) emocionales (perder el control, volverse loco) 
(3) externos (accidentes, catástrofes) 
 
Los pacientes con el esquema de indiferenciación/sí mismo poco 
desarrollado se vinculan en forma exagerada conotra persona, a 
costa de su desarrollo pleno como personas. Creen que no podrían 
arreglárselas solos y suelen sentirse asfixiados o fusionados con el 
otro, careciendo de un sentido de individualidad y dirección en sus 
vidas. 
 
El esquema de fracaso consiste en la convicción en que uno fallará 
inexorablemente en el campo de los logros vitales. 
 
 
 
 
 
Dominio III: Límites Comprometidos 
Los pacientes con problemas en este dominio no han desarrollado 
límites internos adecuados en lo referido a la reciprocidad o 
autodisciplina. Tienen dificultades para respetar los derechos de los 
otros, cooperar, sostener compromisos o alcanzar metas a largo 
plazo. Son narcisistas, egoístas, malcriados o irresponsables. 
 
El esquema de grandiosidad/merecimiento es el supuesto de que 
uno es superior a otras personas, y por tanto con derecho a 
privilegios. 
 
Los pacientes con el esquema de autocontrol y autodisciplina 
insuficientes no pueden o bien no quieren ejercer suficiente 
autocontrol y tolerancia a la frustración para alcanzar sus metas 
personales. 
 
Dominio IV: Orientación al Otro 
Los pacientes con problemas en este dominio ponen un énfasis 
excesivo en satisfacer las necesidades del otro antes que las propias. 
Lo hacen para ganar la aprobación, mantener la conexión 
emocional o bien para evitar la retaliación. Suelen no percatarse de 
sus preferencias y su enojo. 
 
El esquema de sometimiento es una excesiva sumisión al otro 
porque uno se siente sometido a coerción. Su función habitual es 
evitar el enojo, la revancha o el abandono. 
Puede tomar la forma de: 
 
(1) sometimiento de las necesidades propias, o bien de 
(2) sometimiento de las emociones (especialmente supresión 
del enojo) 
 
El esquema de autosacrificio lleva a las personas a sacrificar 
voluntariamente la gratificación personal para atender a las 
necesidades del otro. Su objetivo es evitarles a otros el dolor, evitar 
la culpa, aumentar la autoestima o mantener la conexión emocional 
con alguien que es percibido como necesitado. 
 
Los pacientes con el esquema de búsqueda de aprobación o 
reconocimiento valoran ser aprobados o reconocidos por encima 
del desarrollo de una identidad segura y genuina. Su autoestima 
depende de la reacción de los otros, más que de la propia. Se 
preocupan excesivamente por el estatus social, el aspecto, el dinero 
o el éxito como indicadores de aprobación social. 
 
Dominio V: Vigilancia Excesiva e Inhibición 
Suprimen sus sentimientos e impulsos espontáneos. Se esfuerzan 
cumplir rígidas normas internalizadas a expensas de la felicidad, la 
relajación, la salud o las relaciones próximas. De chicos no fueron 
alentados a jugar y a experimentar, sino a esperar los eventos 
negativos de forma hipervigilante y a tener una visión negativa de 
la vida. 
 
El esquema de negatividad/pesimismo es un foco amplio y 
duradero en los aspectos negativos de la vida, acompañado de una 
minimización de los aspectos positivos. Se caracterizan por la 
preocupación, la indecisión, la queja y la hipervigilancia. 
 
Los pacientes con inhibición emocional restringen sus acciones, 
sentimientos y comunicaciones espontáneos. Lo hacen para no ser 
criticados o perder el control sobre sus impulsos. 
 
Inhiben (1) el enojo, 
(2) los impulsos positivos, 
(3) tienen problemas para expresar vulnerabilidad 
(4) enfatizan la racionalidad a expensas de la 
emocionalidad. Se los ve fríos, retraídos, chatos. 
 
El esquema de estándares implacables/hipercrítica consiste en 
creer que uno debe esforzarse por alcanzar estándares internos muy 
elevados, usualmente para evitar la desaprobación o la vergüenza. 
Genera sentimientos de presión constante sobre sí y sobre los otros. 
Se presenta como (1) perfeccionismo, (2) reglas rígidas (debería), 
(3) preocupación por el tiempo y la eficiencia. 
 
El esquema de castigo es la convicción de que la gente debería ser 
duramente castigada por cometer errores. Lleva a ser intolerante 
con quienes no cumplan con nuestras expectativas (incluyendo a sí 
mismo). 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Esquemas Incondicionales y Condicionales 
 
Los esquemas que se desarrollan más tempranamente son 
generalmente incondicionales. 
 
Esquemas Incondicionales Esquemas condicionales 
Abandono/inestabilidad Sometimiento 
Desconfianza/maltrato Autosacrificio 
Privación Emocional Búsqueda de aprobación y 
Defectuosidad reconocimiento 
Aislamiento social Inhibición emocional 
Dependencia/incompetencia Estándares implacables/ 
Vulnerabilidad al daño o a la Hipercrítica 
Enfermedad 
Indiferenciación/Sí mismo poco 
Desarrollado 
Fracaso 
Negatividad/pesimismo 
Castigo 
Merecimiento/grandiosidad 
Autocontrol y autodisciplina insuficientes 
 
Operaciones de Esquema 
 
Perpetuación del esquema 
Todo aquello que el paciente hace (interna o conductualmente) que 
mantiene el esquema en funcionamiento. 
Los esquemas se mantienen a través de mecanismos primarios: 
(a) distorsiones cognitivas, 
(b) patrones de vida disfuncionales (self-defeating) 
(c) estilos de afrontamiento de esquemas 
 
 
Curación del esquema 
Es el objetivo último de la terapia. La curación reduce la intensidad de 
los recuerdos asociados al esquema, la carga emocional del esquema, la 
fuerza de las sensaciones corporales y las cogniciones disfuncionales. 
El tratamiento incluye, por ende, intervenciones cognitivas, afectivas y 
conductuales. 
 
A medida que un esquema se cura, se activa con menos facilidad, y 
cuando lo hace, genera una sensación menos apabullante y el paciente 
se recupera con mayor rapidez. 
 
La curación completa nunca se alcanza, ya que no podemos borrar los 
recuerdos asociados al esquema. Los pacientes deben aprender a 
responder a su activación de un modo más saludable. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Estilos de Afrontamiento y Respuestas Desadaptativas 
 
La conducta asociada al esquema no es parte de él, es parte de la 
respuesta de afrontamiento. Si bien la mayoría de las respuestas de 
afrontamiento son conductuales, también pueden ser estrategias 
cognitivas o emotivas. 
 
Se diferencia el esquema del estilo de afrontamiento porque los 
pacientes utilizan distintos estilos de afrontamiento en diferentes 
situaciones de su vida para afrontar los mismos esquemas. 
 
Tres Estilos de Afrontamiento Desadaptativos 
 
Las tres respuestas básicas ante el peligro (lucha, fuga o 
congelamiento) se corresponden con los tres estilos de 
afrontamiento: la compensación excesiva, la evitación y la 
rendición. 
 
La compensación excesiva se identifica con la lucha, la evitación 
con la fuga y la rendición con el congelamiento. 
 
Estos estilos normalmente operan sin percatación por parte de la 
persona. 
 
La activación del esquema es una amenaza (frustración de una 
necesidad básica y las emociones concomitantes) a la que la 
persona responde con un estilo de afrontamiento. 
 
Fueron adaptativos en la infancia, pero se vuelven disfuncionales a 
medida que pasa el tiempo porque el estilo de afrontamiento 
perpetúa el esquema, aún cuando cambian las condiciones y la 
persona tiene opciones mejores. 
 
Rendición ante el esquema 
El paciente no trata de cuestionar el esquema ni evitarlo, se limita a 
aceptar que es cierto. 
Cuando se topan con gatillos del esquema, reaccionan con 
emociones desproporcionadas. Eligen parejas que los tratarán como 
lo hizo el padre “ofensor”. Se relacionan con estas parejas de modo 
pasivo y obediente, lo que perpetúa el esquema. 
 
Evitación del esquema 
Arman su vida de modo tal que el esquema jamás sea activado. 
Hacen como si el esquema no existiese. Evitan pensar en el 
esquema y bloquean las imágenes que pueden activarlo. Evitan 
también las emociones asociadas al esquema. 
Pueden evitar áreas completas de la vida, comolos desafíos 
laborales o las relaciones íntimas. 
En el tratamiento “olvidan” hacer la tarea, hablan sólo de cosas 
superficiales, llegan tarde a sesión o abandonan el tratamiento en 
forma prematura. 
 
Compensación excesiva del esquema 
Piensan, sienten y actúan como si el opuesto del esquema fuese 
cierto. Se esfuerzan por ser lo más distinto posible al chico que 
fueron cuando desarrollaron el esquema. 
Pueden parecer muy saludables (mucha gente exitosa apela a este 
estilo de afrontamiento), pero quedan prendidos del contraataque. 
Ofrece una alternativa al sentimiento de desvalimiento asociado al 
surgimiento del esquema. 
 
Se postula que las diferencias en temperamento determinarían la 
selección de los estilos de afrontamiento dominantes. 
 
 
 
Respuestas de afrontamiento. 
Son las conductas específicas por medio de las cuales se expresan 
los estilos de afrontamiento. 
El estilo de afrontamiento es un rasgo, mientras que la respuesta de 
afrontamiento es un estado (la respuesta dada por una persona en 
un momento dado). 
 
Esto implica una crítica al sistema axial del DSM, que se focaliza 
en conductas observables, que son respuestas a los esquemas (no el 
elemento primario). 
 
El modelo de Young da cuenta de los patrones caracterológicos 
crónicos y amplios, tanto en término de esquemas como de 
respuestas de afrontamiento, relacionándolas con sus orígenes 
infantiles, proveyendo, de este modo, claras indicaciones para el 
tratamiento. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Modos de Esquema 
 
Este concepto se desarrolló a partir de la aplicación del Cuestionario de 
Esquemas de Young a pacientes TLP. Dado que estos pacientes 
puntuaban alto en casi los 16 esquemas, se hizo evidente que se 
necesitaba una unidad de análisis más abarcativa. 
 
El modelo original, centrado en constructor de rasgo, no daba cuenta de 
la fluctuación de estados. El modo de esquema podía dar cuenta mucho 
mejor de la conducta lábil de los pacientes TLP. 
 
Los modos de esquema son los estados emocionales y las respuestas de 
afrontamiento –adaptativas y desadaptativas- que experimentamos 
momento a momento. Son los esquemas u operaciones de esquema que 
están activos en una persona en un momento dado. 
 
Los modos de esquema son gatillados por situaciones vitales a las que 
somos hipersensibles. 
 
El modelo de Young se interesa tanto por los modos desadaptativos 
como por los adaptativos. El objetivo de la terapia es ayudar al paciente 
a virar de un modo desadaptativo a uno adaptativo (el adulto 
saludable). 
 
El modo es la respuesta conceptual a la pregunta: “¿qué grupo de 
esquemas u operaciones de esquema manifiesta el paciente en este 
momento?”. 
 
Un modo de esquema disfuncional se activa cuando ciertos esquemas 
disfuncionales o respuestas de afrontamiento han emergido, dando 
lugar a emociones dolorosas, respuestas de evitación o conductas 
disfuncionales que toman control del funcionamiento de una persona. 
 
Una persona puede virar de un modo a otro; cuando ese viraje se 
produce se activan distintos esquemas o respuestas de afrontamiento 
que hasta ese momento estaban latentes. 
 
Los modos de esquema disfuncionales como estados disociados 
El modo de esquema es una faceta del self compuesta por esquemas u 
operaciones de esquema específicos que no ha sido integrada 
completamente con otras facetas. 
 
Los modos de esquema pueden ser caracterizados en función del grado 
en que están disociados de otros aspectos del self. 
 
Puede ser descripto en términos del punto en el espectro de disociación 
en el cual se ubica. 
 
Dimensiones de la disociación de modos de esquema 
 Disociado – Integrado 
 No reconocido– Reconocido 
 Desadaptativo – Adaptativo 
 Extremo – Leve 
 Rígido – Flexible 
 Puro – Mezclado 
 
El modelo de Young postula 10 modos de esquema, divididos en cuatro 
categorías: 
a) modos infantiles, 
b) modos de afrontamiento disfuncionales, 
c) modos parentales disfuncionales, 
d) modo del adulto saludable. 
 
 
 
 
Modos Infantiles 
Serían innatos y universales (todos los chicos podrían manifestarlos) 
 
a) El niño vulnerable 
b) El niño enojado 
c) El niño impulsivo/indisciplinado 
d) El niño feliz 
 
El niño vulnerable 
Es el modo en el que se experimenta la mayoría de los esquemas 
nucleares. Puede tomar la forma de: 
 
a) el niño abandonado 
b) el niño maltratado/abusado 
c) el niño privado 
d) el niño rechazado 
 
El niño enojado 
Es la parte del self que siente ira porque sus necesidades emocionales 
no han sido atendidas, y actúa airadamente sin medir las consecuencias. 
 
El niño impulsivo/indisciplinado 
Es la parte del self que expresa emociones, que actúa en función de sus 
deseos y sigue sus inclinaciones naturales momento a momento de 
manera temeraria, sin contemplar las consecuencias posibles para sí 
mismo o para otros. 
 
El niño feliz 
Es la parte del self cuyas necesidades emocionales han sido atendidas. 
 
 
 
 
Modos de afrontamiento disfuncionales 
Cada uno de estos modos se corresponde con cada uno de los 
estilos de afrontamiento (rendición, evitación y compensación 
excesiva). 
 
a) el que se rinde obedientemente (rendición) 
 b) el protector desapegado (evitación) 
 c) el compensador en exceso (compensación excesiva) 
 
El que se rinde obedientemente 
Se somete al esquema, convirtiéndose otra vez en el chico pasivo 
e indefenso que debe rendirse ante los otros. 
 
El protector desapegado 
Se retrae psicológicamente del dolor generado por el esquema, 
distanciándose emocionalmente, abusando de sustancias, 
evitando a la gente o utilizando otras formas de escape. 
 
El compensador en exceso 
Contrataca, ya sea maltratando a otros o bien comportándose de 
modo extremo para desmentir al esquema, pero de tal modo que 
termina siendo disfuncional. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Evaluación y Cambio de los Esquemas 
Fases de la Terapia de Esquemas 
 
 
Fase de Evaluación y Educación 
En esta fase el terapeuta ayuda al paciente a identificar sus 
esquemas y a comprender los orígenes de los esquemas en la niñez y 
en la adolescencia. Durante la evaluación el terapeuta le explica al 
paciente el modelo teórico. 
La evaluación incluye: 
a) una entrevista sobre la historia de vida 
b) varios cuestionarios de esquemas 
c) ejercicios de automonitoreo 
d) ejercicios de imaginería 
 
Esto permite al paciente establecer una relación entre las 
experiencias infantiles y sus problemas actuales. 
El objetivo de la fase es realizar una conceptualización de esquemas 
completa y un plan de tratamiento que incluye estrategias 
conductuales, cognitivas y experienciales, así como el componente 
curativo de la relación terapéutica. 
 
Fase de Cambio 
El terapeuta, sin adherirse a un protocolo rígido, aplica estrategias 
cognitivas, experienciales, conductuales e interpersonales de modo 
flexible, en función de las necesidades del paciente, semana a 
semana. 
 
Técnicas cognitivas 
Los pacientes aprender a construir una argumentación en contra del 
esquema. Lo desmienten en el nivel racional, a través del análisis 
empírico. 
El resultado del análisis es incluido en una flash card, que elaboran 
conjuntamente. El paciente lleva la tarjeta consigo, para poder leerla 
frecuentemente, especialmente cuando enfrentan situaciones que 
solían gatillar el esquema. 
 
Técnicas Experienciales 
Los pacientes combaten el esquema en un nivel emocional. A través 
de la imaginería o del diálogo, expresan enojo y tristeza por lo que 
les ha ocurrido cuando eran chicos. 
En los ejercicios de imaginería se enfrentan a los padres u otras 
figuras importantes de la niñez y protegen y consuelan al niño 
vulnerable. 
 
Ruptura de los Patrones Conductuales 
El terapeuta colabora con el paciente en el diseño de tareas 
orientadas a reemplazar las respuestasde afrontamiento 
disfuncionales por modos más adaptativos de comportarse. 
 
Terapeuta y paciente utilizan la imaginería y el role-playing para 
practicar nuevas conductas y preparar al paciente para las tareas 
entresesiones, en las que ensayará esas nuevas conductas. 
 
Muchas de las conductas disfuncionales son respuestas de 
afrontamiento disfuncionales, y representan el principal obstáculo 
para la modificación de los esquemas. Los pacientes tienen que estar 
dispuestos a abandonar estas conductas si desean cambiar. 
 
La Relación Terapeuta-Paciente 
Dos aspectos importantes de la relación: 
a) confrontación empática 
b) hacer de padre en forma limitada 
(limited reparenting) 
 
Modos de Esquema en el Paciente TLP 
 
Young (2003) postula cinco modos de esquema presentes en los 
pacientes con trastorno límite de la personalidad: 
 
a) El Niño Abandonado 
b) El Niño Enojado e Impulsivo 
c) El Padre Punitivo 
d) El Protector Desapegado 
e) El Adulto Saludable 
 
El Niño Abandonado 
Es la parte del paciente que sufre el dolor y el terror asociado a la 
mayor parte de los esquemas (abandono, maltrato/abuso, privación, 
defectuosidad y sometimiento). 
El paciente se presenta frágil e infantil. Están tristes, desesperados, 
frenéticos, perdidos. Se sienten terriblemente solos y están 
obsesionados con encontrar una figura parental que se haga cargo de 
ellos. Idealizan a los cuidadores y tienen fantasías de rescate. Se 
desesperan por no ser abandonados por sus cuidadores. 
 
El Niño Enojado e Impulsivo 
Este modo prevalece cuando el paciente está furioso o actúa 
impulsivamente porque sus necesidades emocionales básicas no 
están cubiertas. Según Young, es el menos frecuente, pero es el que 
los terapeutas asocian más frecuentemente al paciente TLP. 
Los pacientes hacen demandas que sugieren que se creen con 
derechos especiales o que están malcriados (lo que aleja a los otros), 
pero en realidad reflejan intentos desesperados de cubrir sus 
necesidades emocionales. 
Aparece como resultado de la tensión acumulada por los cuestiones 
irresueltas por la activación del Padre Punitivo y el Protector 
Desapegado. 
El Padre Punitivo 
Es la voz internalizada del padre, que critica o castiga al niño. 
El paciente se convierte en un cruel perseguidor de sí mismo. 
La voz castiga al niño por hacer algo “malo”, como expresar 
necesidades o sentimientos. 
Es la internalización del odio, el enojo o el desprecio de uno o 
ambos padres, junto con el sometimiento del paciente. 
 
El Protector Desapegado 
El paciente bloquea todas sus emociones, se desconecta de los otros 
y funciona de una manera cuasi robótica. Es el modo “défault”. 
Parecen normales y “buenos pacientes”. Pueden actuar 
apropiadamente pero lo hacen suprimiendo sus necesidades y 
sentimientos. 
Su presencia se detecta por la despersonalización, la sensación de 
vacío, el aburrimiento, el abuso de sustancias, los atracones, la 
automutilación, el cumplimiento robótico, el estar en blanco. 
 
El Adulto Saludable 
Muy débil y poco desarrollado en la mayoría de los pacientes con 
TLP, ya que no tienen modo parental apaciguador que los calme y 
los cuide (por eso la incapacidad de tolerar la separación). 
El terapeuta modela el adulto saludable hasta que el paciente 
aprenda a hacerlo por sí mismo. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Reconocer un Modo 
La mejor manera es a través del tono afectivo, el tono de voz del 
paciente y el modo en que se expresa. 
El tono del Niño Abandonado es tristeza, susto, vulnerabilidad e 
indefensión. 
El del Niño Enojado/Impulsivo es de la ira acompañada del ataque 
impulsivo al padre que no cubre las necesidades emocionales. 
El del Padre Punitivo es áspero, duro, crítico e implacable. 
El del Protector Desapegado es plano, mecánico, desprovisto de 
emoción. 
El del Adulto Saludable tiene el tono afectivo que aporta un padre 
cariñoso y fuerte. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Hipótesis sobre el Origen del Trastorno Límite de Personalidad 
(Young, Klosko & Weishaar, 2003) 
 
Factores Biológicos 
El temperamento de los pacientes TLP se caracteriza por la 
emocionalidad intensa y lábil. Esto representaría una predisposición 
biológica al trastorno. 
La frecuencia mayor del TLP en las mujeres podría ser efecto de 
diferencias temperamentales o bien de la mayor frecuencia del 
abuso sexual, el sometimiento y la restricción de la expresión del 
enojo. 
Pero también es posible que el TLP esté menos diagnosticado en los 
hombres. 
 
Factores Ambientales 
1. El ambiente familiar es inseguro e inestable 
2. El ambiente familiar se caracteriza por la privación emocional. 
3. El ambiente familiar es duramente punitivo y rechaza al chico 
4. El ambiente familiar es de sometimiento.

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