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Neurocirugía, aspectos clínicos y quirúrgicos - Basso-986

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Lesiones traumáticas del plexo braquial en adultos... 985
a pérdida sensitiva en el tercio medial de la mano. La 
lesión de las fibras originadas en C8 y T1 del nervio 
mediano provoca un cuadro exclusivamente motor, 
caracterizado por parálisis de los músculos oponen-
te, porción superficial del flexor corto y el abductor 
corto del pulgar, junto a los primeros dos lumbricales. 
El compromiso del cordón medial puede ser confir-
mado mediante el estudio de algunos de sus ramos 
laterales. Los nervios cutáneos mediales del brazo 
y del antebrazo se originan de la porción distal del 
cordón medial. El nervio pectoral medial se origina 
de la porción proximal del cordón medial y, cuando 
es lesionado, provoca debilidad de la cabeza esternal 
del pectoral mayor.
Finalmente, en las lesiones del cordón posterior, 
que está formado por fibras de C5 a C8, se observa 
un compromiso mixto de los nervios radial y axilar o 
circunflejo, con debilidad de los músculos tríceps, su-
pinador, extensor radial corto y largo del carpo, cubital 
posterior, extensor común de los dedos, deltoides y 
redondo menor. El compromiso sensitivo relacionado 
al nervio radial involucra el aspecto posterior del brazo 
(nervio cutáneo posterior del brazo) y del antebrazo 
(nervio cutáneo posterior del antebrazo), el aspecto 
lateral del brazo (nervio cutáneo lateral inferior del 
brazo) y del aspecto dorsolateral de la mano (nervio 
radial superficial). La lesión del nervio axilar provoca 
pérdida sensitiva en la superficie lateral del brazo (ner-
vio cutáneo lateral superior del brazo). La existencia de 
parálisis de los ramos inferiores del cordón posterior, 
como los nervios subescapular superior e inferior y el 
nervio toracodorsal, con la consecuente debilidad de 
la aducción y la rotación interna del brazo, colabora 
en la confirmación de lesión de cordón posterior.
Un conocimiento adecuado de los diversos mús-
culos del plexo braquial, asociado a un conocimiento 
del origen de los elementos en el interior del plexo 
permite, en la mayoría de los casos, determinar la 
localización exacta de la lesión. Por ejemplo, un mús-
culo deltoides paralizado puede ser consecuencia 
de una lesión de la raíz C5, del tronco superior, del 
cordón posterior o del nervio axilar. Si la parálisis 
es aislada, es probable que la lesión sea en el ner-
vio axilar, pero si los músculos romboides también 
están paralizados, se trata de una afectación C5. Si 
la abducción del brazo mediada por el músculo su-
praespinoso y la rotación externa en la que participa 
el infraespinoso también se encuentran afectadas, el 
tronco superior es el sitio probable de la lesión, en 
especial si coexiste debilidad en la movilidad del 
codo. Por otro lado, si los músculos dorsal ancho 
y tríceps también estuvieran paralizados, el cordón 
posterior es el punto más probable de lesión.
Cerca del 10% de las lesiones completas del plexo 
braquial están asociadas a lesiones de médula espinal 
cervical, en especial bajo la forma de hemisección 
medular (síndrome de Brown-Séquard). 8 Conociendo 
esta posibilidad y para completar el examen físico, el 
examinador debe evaluar la función de los miembros 
inferiores del paciente. En este síndrome el paciente 
presentará pérdida de la sensibilidad dolorosa y térmi-
ca en el miembro inferior contralateral y un síndrome 
piramidal con abolición de la sensibilidad profunda en 
el miembro inferior homolateral, inferior a la lesión.
Estudios por Imágenes
Las radiografías simples de la columna cervical, el 
hombro del lado lesionado (en especial clavícula y 
escápula), tórax y todo el miembro superior pueden 
brindar informaciones útiles en la evaluación precoz 
de las lesiones traumáticas del plexo braquial. Depen-
diendo del mecanismo lesional, podría observarse:
•	 fractura de los procesos transversos de las vér-
tebras cervicales, que con frecuencia indican 
avulsión radicular de las raíces correspondien-
tes, debido a las fijaciones de estas a la fascia 
cervical profunda y los procesos transversos27, 36;
•	 fracturas del cuerpo vertebral y de las láminas 
cervicales, en general asociadas a lesiones se-
veras del plexo;
•	 fracturas de costillas, que pueden indicar lesiones 
asociadas de nervios intercostales, una eventual 
fuente de nervios para transferencias;
•	 fracturas de clavícula, húmero y luxación anterior 
del hombro, asociadas con cierta frecuencia a 
lesiones severas de plexo infraclavicular1;
•	 espículas óseas asociadas a la posibilidad de la-
ceración o compresión del plexo supraclavicular 
subyacente;
•	 elevación del hemiadiafragma ipsilateral en la 
radiografía de tórax en inspiración y espiración, 
que puede deberse a lesión de nervio frénico. 
Este nervio está en íntima relación a la raíz C5, 
de la que recibe una contribución, por ello una 
elevación del hemidiafragma implica una posi-
ble avulsión de dicha raíz. 18, 55 Debe tenerse en 
cuenta que parálisis del nervio frénico así como 
anestesia en territorio del nervio auricular hacen 
sospechar una lesión del plexo cervical. 6
Todos estos hallazgos radiológicos son causados 
por un trauma de gran energía cinética pero, de todas 
maneras, la lesión neurológica puede estar a cierta 
distancia de la fractura, por lo que éstas no poseen 
un valor de localización definitiva.
El estudio preoperatorio por imágenes de las lesio-
nes traumáticas del plexo braquial tiene como pun-
to de inicio a la mielografía convencional14, 43, 68, 
examen que ofrece una buena definición anatómica 
de las raíces y de sus vainas. Si la concentración de 
medio de contraste dentro del canal no es muy alta, 
la sombra de la raíz puede ser perfectamente visua-

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