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Lesiones traumáticas del plexo braquial en adultos... 987 ciones), y surge por lo menos 3 a 4 semanas después de la lesión. Por ese motivo, la electroneuromiografía no es confiable cuando se realiza antes de ese lapso. 65 Aparte de los potenciales de denervación, el exa- men puede evidenciar la persistencia de potenciales de acción de unidades motoras, que son importan- tes cuando existe duda de si la lesión nerviosa es completa o quedan fibras nerviosas remanentes en funcionamiento. La electromiografía con aguja de los músculos pa- raespinales, que son inervados por los ramos dorsales de los nervios espinales, también debe ser efectuada en forma rutinaria. Dado que esos ramos tienen origen intraforaminal, la denervación de esos músculos señala una lesión nerviosa bien proximal, y brinda fuerte evidencia de avulsión de las raíces correspondientes. 11 Con todo, la ausencia de compromiso no elimina la posibilidad de lesión radicular. La electromiografía puede establecer la distribución, extensión y cuan- tificación de la lesión, pero tal vez su mayor impor- tancia radica en la posibilidad de evaluación seriada de la lesión en procura de signos de reinervación. La aparición de potenciales polifásicos de baja amplitud (potenciales nacientes) indica que los brotes axonales motores establecerán sinapsis con sus músculos blan- cos. Esos indicadores de reinervación son observados diversas semanas antes del inicio de la contracción muscular voluntaria detectable en el examen físico; sin embargo, la evidencia eléctrica de recuperación no es garante de que un número adecuado de axones llegará al músculo, resultando en una recuperación funcionalmente útil. 26 De forma complementaria al estudio electromio- gráfico, las velocidades de conducción sensitiva deben ser registradas para ayudar a diferenciar las lesiones pre y las posganglionares.9 Las primeras se caracterizan por la preservación de la conducción sensitiva normal y la pérdida de la conducción motora en la distribución del nervio espinal lesionado. En estas lesiones, los axones sensitivos distales persisten en continuidad con los ganglios de las raíces dorsales y, por lo tanto, no sufrirán degeneración walleriana. 24, 33 Por eso, a pesar de que los pacientes presenten áreas con pérdida de la sensibilidad, los estudios de conducción sensitiva serán normales en este tipo de lesión. Dichos estudios se realizan a través de la es- timulación en la mano en las áreas relacionadas con C6 (nervio cutáneo lateral del antebrazo y segmento puño–1º dedo del nervio mediano), C7 (segmentos puño–2º y 3º dedos del nervio mediano), C8 (segmento puño–5º dedo y ramo dorsal del nervio cubital) y T1 (nervio cutáneo medial del antebrazo). De esa ma- nera, si el área estimulada se encuentra anestesiada y existe un potencial sensitivo normal, es probable que la lesión sea preganglionar. Eso es más verdadero para las lesiones de C8 y T1, ya que en las áreas de C6 y C7 existe superposición importante entre los distintos dermatomas y miotomas. Lamentablemente no existe método para evaluar C5. Los estudios de velocidad de conducción moto- ra pueden auxiliar en la identificación de lesiones neurapráxicas. Si la conducción motora distal se mantiene normal más allá de la segunda semana de lesión, plazo correspondiente al establecimiento de la degeneración walleriana, el nervio debe haber sufrido una neurapraxia, aunque los músculos involucrados estén paralizados. El potencial evocado somatosensitivo (PESS) registrado en el punto de Erb (punto 2 a 3 centí- metros por arriba de la clavícula, a nivel del plexo braquial) –sobre el proceso espinoso de C2 y en el córtex somatosensitivo contralateral a través de la estimulación distal de los nervios mediano, cubital y radial– es considerado útil por algunos autores, para confirmar una sospecha de avulsión de raíz. 23, 30, 32, 42 En esas lesiones preganglionares no se obtienen respuestas cervicales ni corticales, pese a una normalidad de respuesta en el punto de Erb. Por otro lado, si todos los componentes del PESS estuvieran ausentes, la lesión es posganglionar, aun- que se debe considerar la posibilidad de una lesión mixta pre y posganglionar. Algunos factores limitan el valor de los potenciales evocados en la evaluación precoz de las lesiones del plexo braquial: (1) cada nervio periférico está constituido por fibras oriundas de más de un nervio espinal y por ello, a menos que hay ocurrido una avulsión multirradicular, algunos potenciales evocados siempre serán transmitidos al sistema nervioso central; (2) es necesario solamente un pequeño número de axones funcionantes (pocos centenares de fibras) entre el sitio de estímulo y el sistema nervioso central para la transmisión de un Figura 95.3: Resonancia magnética en un paciente portador de lesión pre y posganglionar del plexo braquial izquierdo. P: pseudoemeningocele; N: neuroma; Flechas: elementos del plexo braquial (cordones) con alteración de la señal (más intensa de lo normal)
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