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NeuRociRugíA / Basso1028 N er vi os debilidad en los músculos estilorradial, extensores y supinadores del antebrazo y de la mano. El tratamiento de elección es la fisioterapia, ya que por lo general se trata de una neurapraxia cuyos síntomas remiten en poco tiempo. Fractura axial del húmero Si bien las fracturas suelen afectar en forma aguda a los nervios adyacentes (como típicamente se observa con el húmero y el nervio radial), en algunos casos el callo óseo del sitio de fractura, sobre todo si es muy voluminoso, puede comprimir en forma lenta e insi- diosa a un nervio generando un síndrome compresivo. Síndrome del túnel radial Es la neuropatía compresiva más frecuente del nervio radial. El llamado túnel radial es una región anatómica que va desde la epífisis del húmero hasta el límite distal del músculo estilorradial (supinador largo). Por el interior de este túnel transcurre el nervio radial, y es donde se divide en sus dos ramos terminales: el superficial (sensitivo, va al dorso radial de la mano) y profundo o nervio interóseo posterior (motor, inerva toda la musculatura extensora distal al músculo estilo- rradial, excepto el extensor radial del carpo inervado por el mediano). Los sitios de compresión dentro del túnel son banda fibrosa anterior a la cabeza del hueso radial; límite tendinoso del extensor corto radial del carpo; banda fibrosa en el borde proximal tendinoso del músculo supinador (arcada de Frohse); arcada aponeurótica en el límite distal y la porción lateral del músculo supinador; espacio entre los músculos bra- quial anterior y estilorradial y por último en el límite medial del extensor corto radial del carpo. 18, 24, 25, 36 Asimismo, varias dolencias pueden causar la com- presión o estar relacionadas con ella: esfuerzo físico por mal uso de muletas, sinovitis reumatoide/quistes sinoviales o ganglionares (los más comunes), lipoma perióstico del nervio radial proximal, mixoma, con- droma capsular, condromatosis sinovial, pseudogota, fístula arteriovenosa braquicefálica, hemangioma si- novial, artritis tuberculosa. Los síntomas son en principio dolor, parestesias o hipoestesia en la zona del túnel radial y los músculos extensores, con o sin pérdida de fuerza. En caso de paresia, esta comprende la extensión del carpo y los dedos, pero al permanecer indemne el extensor radial del carpo inervado por el mediano, la mano preserva la extensión con desviación hacia radial (la línea media). (Figura 99.2) Sin embargo, también son frecuentes los casos de afectación motora focal de pocos o hasta de un solo dedo, casi siempre el pulgar. La extensión de los dedos a nivel interfalángico está preservada ya que está mediada por la musculatura intrínseca de la mano. En un estudio del año 2004, Rinker et al. 29 analizaron 71 pacientes con neuropatía compresiva del nervio radial proximal y encontraron que sólo 6% de los pacientes presentaba debilidad en la extensión de los dedos, mientras que 42% tuvo un Tinel posi- tivo en el antebrazo; los estudios electromiográficos encontraron anormalidades en sólo 23% de los casos, rara vez impactan en la decisión terapéutica pero son importantes para descartar patología cervical. El manejo quirúrgico estándar es la descompresión a cielo abierto del nervio, en casos de síntomas persis- tentes pese al tratamiento médico. Dada la existencia de diferentes sitios de compresión, se debe chequear toda la extensión del túnel y sus adyacencias, para evitar dejar puntos donde el nervio permanezca bajo presión. Síndrome del nervio interóseo posterior Ocurre también en el túnel radial, igual que la an- terior, pero es distal a la bifurcación del tronco del nervio radial en sus dos ramas terminales. Ejemplos: compresión intermitente y dinámica en la porción proximal del antebrazo asociada a pronación y su- pinación repetitivas (la pronación es el movimiento que mayor tensión imprime sobre el nervio interóseo posterior); lesión en el músculo supinador o en el tabique que separa los músculos extensor radial corto del carpo y extensor de los dedos; compresión me- cánica por quiste ganglionar, lipoma, malformación vascular, sinovitis, bursitis bicipitorradial, luxación de la cabeza del hueso radial, trauma. 7, 8, 13, 18 Existen cuatro estructuras posibles para la compresión del nervio interóseo posterior: bandas aponeuróticas entre el músculo braquial y el estilorradial, plexo de Henry, músculo extensor radial corto del carpo y arcada de Frohse (esta última, la más común). También puede ocurrir por trauma agudo, polineuropatías, malfor- mación arteriovenosa, hemangioma sinovial, quiste reumatoide sinovial o ser secundaria a dolencias como síndromes reumáticos, diabetes mellitus, tumores, alteraciones neurológicas o neuropatías hereditarias. En ocasiones, la resonancia magnética nuclear puede revelar el sitio exacto de compresión. La literatura cita estadísticas sobre la incidencia del síndrome del nervio interóseo posterior: Cravens y Kline 6 presentaron un índice de 19% de los pacientes con desórdenes del nervio radial con dicho sindrome; Kalb 15 et al. citaron menos del 10%; Vrieling et al. 32 reportaron que 25% de sus pacientes presentaron historia de trauma en la zona, 15% por iatrogenia y 60% espontáneos (compresión a nivel de la arcada de Frohse, en especial cuando esta es estrecha y fibrosa, causada por una sumatoria de anomalías anatómicas y movimientos de pronación-supinación repetitivos del antebrazo). En 2007, Ogawa et al. 27 publicaron un caso de un paciente con artritis reumatoidea y un quiste sinovial adyacente al músculo supinador en el codo, con un déficit en los extensores. El síndrome
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