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Compresiones crónicas del miembro inferior 1037 del nervio femoral y el nervio safeno para formar el plexo patelar. El ramo posterior atraviesa la fascia lata posterior y lateral, para dividirse en múltiples ramas de pequeño tamaño que inervan la piel desde el trocanter mayor hasta la región media del muslo. El nervio puede ser comprimido en cualquier sitio de su recorrido, pero el lugar más frecuente de compresión es el canal inguinal. 21 (Figura 100.1) El síndrome está caracterizado por parestesias y/o disestesias dolorosas en la región lateral del muslo. Estos síntomas, que pueden ser intermitentes o constantes, se exacerban con la bipedestación o la hiperextensión de la cadera. Usualmente es unilateral, pero 20% de los pacientes pueden presentar sí ntomas bilaterales. En la exploración, a menudo se demuestra un área más o menos extensa de hiperestesia en la cara lateral del muslo, mientras que la exploración motora es normal. La palpación profunda sobre el ligamento inguinal puede reproducir el dolor. El signo de Tinel por lo general es negativo. Es más frecuente en varones que en mujeres, entre los 30 y 60 años, pero puede observarse a cual- quier edad. La mayoría de los casos son idiopáticos, aunque en algunos la compresión puede ser secundaria a causas intrapélvicas, extrapélvicas o mecánicas. Las causas intrapélvicas son el embarazo, tumores abdo- minales, fibrosis uterina, diverticulitis y apendicitis. Dentro de las causas extrapélvicas encontramos trauma en la región del ligamento inguinal, obesidad y ascitis. En otras ocasiones el compromiso mecánico proviene del exterior corporal (corsés, cinturones, ropa ceñida, etc.). 4 La diabetes puede causar esta neuropatía aislada o dentro de un cuadro de polineuropatía. Los test electrofisiológicos suelen no ser útiles para el diagnóstico 18, sino que este debe hacerse basado en la historia clínica y síntomas sensitivos en la re- gión de inervación del nervio. Una prueba diagnóstica simple muy utilizada consiste en inyectar un anesté- sico local (5 ml de lidocaína 1%) medial a la espina ilíaca anterosuperior, con lo que deberían desaparecer o disminuir los síntomas. 39 El diagnóstico diferencial incluye patología espinal lumbar alta, como hernia de disco o canal estrecho, y patología de la región pelviana. El tratamiento es conservador en la mayoría de los casos. Puede utilizarse la inyección de anestésicos locales; como se mencionó, estos pueden combinarse con esteroides para prolongar el efecto y reducir la inflamación. La medicación oral como AINEs, antico- miciales (gabapentin, carbamazepina) o antidepresivos puede ser de utilidad. Si existen factores predisponen- tes deben ser tratados o evitados, en pacientes obesos debe promoverse la pérdida de peso, evitar el uso de elementos compresivos, etc. Si los síntomas persisten, está indicado el tratamiento quirúrgico, que consiste en la sección del nervio en su salida de la pelvis, re- sultando en anestesia de la región lateral del muslo. Algunos cirujanos prefieren realizar la descompresión del nervio seccionando el ligamento inguinal, pero dejando el nervio intacto. Nervio femoral A pesar de que el síndrome compresivo del nervio femoral es infrecuente, constituye una parte importante del diagnóstico diferencial del dolor de la región de la ingle y la porción superior del muslo. Este síndrome puede estar causado por fibrosis perineural posterior a un procedimiento de herniorrafia, hematoma del psoas asociado a coagulopatías, hematoma secundario a la punción de la arteria femoral, masas del tejido blando o hernia femoral. 43 El nervio femoral (o crural) es el más voluminoso de los ramos del plexo lumbar, sensitivo y motor, e inerva los músculos de la cara anterior del muslo y la piel de la parte anteromedial del miembro inferior. Nace de las raíces L2, L3 y L4 en el espesor del psoas mayor y emerge por su borde lateral en la fosa ilíaca, para ubicarse en el surco formado por los músculos psoas mayor e ilíaco. Pasa por debajo del ligamento inguinal lateral a la arteria y vena femoral. (Figura 100.1) En la base del triángulo femoral se divide en sus ramas terminales. Clínicamente se presenta como dolor en la región inguinal que cede parcialmente con la flexión y rota- ción externa de la cadera y disestesias en la región an- terior del muslo y anteromedial de la pierna, asociado a debilidad de la extensión de la rodilla (cuadriceps). Los test electrofisilógicos deben evaluar la actividad motora del cuadriceps y la velocidad de conducción nerviosa del safeno. 17 El tratamiento depende de la causa y de la seve- ridad de los síntomas. Por ejemplo, la presentación de una neuropatía severa posterior a una herniorrafia requiere la reexploración inmediata y descompresión perineural; en cambio si el déficit neurológico es menos importante puede manejarse de forma más conserva- dora con observación. 12 Nervio safeno Nace del nervio femoral en el triángulo femoral y desciende en la pierna junto a la vena safena mayor, para inervar la piel del aspecto medial de la pierna y el pie. Luego de su nacimiento, entra en el canal aductor o subsartorial, cruza la arteria femoral de la- teral a medial, y deja el canal atravesando la fascia subsartorial junto con la arteria genicular descendente, siendo este el sitio más frecuente de compresión. 24 Es un nervio puramente sensitivo. (Figura 100.2) El síndrome es más frecuente en mujeres jóvenes o de edad media. Se presenta con dolor en el aspecto medial de la rodilla, que se agrava con el ejercicio, en
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