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« ' i •.C, * INTRODUCCION • J - ♦ • • t . . V, • •- ' 4 • •“ •* A LA <.7 sr r .1 • • • PSICOLOGIA r • Ä * ■ r- \ »• - .4 A .. • 1 > y • »• ■» ( *. « • , « i . Breviarios •A <1 '* I t ' i 'ï * Primera edición en inglés, 1947 Primera edición en español, 1953 La edición original de esta obra fué publica da por Gruñe & Stratton, Inc., con el título JFhat is Psychology. Derechos reservados conforme a la ley Copyright by Fondo de Cultura Económica, Pánuco, 63 - México 5, D. F. Impreso y hecho en Mexico Printed and made in Mexico Introducción a la Psicología por W. WOLFF & FONDO DE CULTURA ECONOMICA Mexico - Buenos Aires Traducción de Federico Pascual del RoxNcal I MECANISMO Y ORGANISMO Tres teorías psicológicas La psicología trata de la conducta del hombre, de sus experiencias íntimas y de las relaciones entre ambas. También se ocupa de los órganos que ejercen influen cia sobre la experiencia y el comportamiento y de las conexiones de éstos con el ambiente. El psicólogo se propone descubrir la estructura, las causas y los efec tos de la conducta. Pero aunque la obligación de todo hombre de ciencia, y la psicología pretende ser una ciencia, es la objetividad, la manera de plantearse los principios fundamentales de la conducta depende del punto de vista del psicólogo. Para simplificar el problema comenzaremos diciendo que las tres interpre taciones más importantes de la conducta humana son: la mecanicista, la vitalista y la organicista. El concepto mecanicista es muy antiguo, pues apa rece ya en Demócrito, uno de los primeros filósofos griegos. Casi dos mil años después, Descartes conside ra al organismo parecido a un autómata: la substancia del cuerpo vivo, dice, determina sus funciones, las cua les dan lugar a la vida. Del mismo modo se creyó que la psique se basaba en mecanismos físicos y así, tanto el pensamiento como la vida fueron considerados de rivados de la materia, la cual podía ser explicada me cánicamente. Los mecanicistas no encuentran diferencias funda mentales entre vida y materia, y declaran que el aná lisis de un objeto, animado o inánime, en sus diversos elementos, nos lleva a la explicación de sus manifes taciones. Creen que la sucesión de los acontecimientos está rígidamente determinada; que los hechos se enla zan unos a otros como las piezas de una máquina y 1 8 INTRODUCCIÓN A LA PSICOLOGÍA que a determinados antecedentes fijos deben corres ponder siempre las mismas cadenas de consecuen tes; que si conocemos todos los factores de una si tuación dada en determinado momento, podemos predecir los resultados, porque el curso de los acon tecimientos en ese sistema mecánico es fijo, determi nado e inequívoco, y que los hechos se suceden en la misma forma en que cada eslabón de una cadena se enlaza con el que le precede. Otro grupo de pensadores cree que existe un abis mo entre los fenómenos físicos y los vitales. Estos últimos no se pueden predecir con exactitud. A cual quier circunstancia pueden corresponder diversas for mas de conducta. La fuerza vital la considera como algo de naturaleza única, con propiedades distintas de las que actúan en la “substancia”. Mientras las fuerzas materiales están determinadas y actúan sola mente debido a alguna causa, las fuerzas orgánicas se deben no sólo a causas sino a fines. A esta tendencia hacia un objeto o finalidad (en griego, telos) se le llama teleológica. El filósofo Kant dice en su Crítica del juicio: Ciertas substancias de naturaleza material no pueden juz garse de acuerdo con simples leyes mecánicas. Para juzgarlas se requiere distinta ley de causalidad, especialmente la de las causas finales. El principio teleológico es una propiedad adicio nal de la materia viva y escapa a la medida y a la pre dicción. Resulta muy desagradable para la ciencia te ner que contar con ese factor x que echa por tierra el cuidadoso esquema de sus cálculos. Sin embargo, “la actividad del cuerpo vivo no es estrictamente función del número ni de la configuración espacial de las par tículas que lo componen en un momento dado”.* Ése es el concepto del vitalismo. La historia antigua de la psicología nos habla de dos conceptos: el del mecanicismo y el del vitalismo. ♦ Lovejoy: “The meaning of Vitalism.” Science 33:612, 1911. MECANISMO Y ORGANISMO 9 El concepto mecanicista, que acentúa principalmente la determinación y la predicción es, generalmente, “es tático”, mientras el vitalismo, que se apoya en una incógnita x, es “dinámico”. Estos principios aparecen ya en los filósofos griegos formando dos grupos, uno que piensa dinámicamente, como Heráclito con su con cepto de los cambios continuos y otro, con Empe docles, que divide el mundo en elementos fijos. Se intentó combinar ambos conceptos suponiendo una unidad compuesta por una dualidad en la que se dis tinguirían la psique y la materia o cuerpo. Platón, en un dualismo psicofísico, divide el mundo en dos cla ses de fenómenos: “cosas” e “ideas”. Aristóteles, in sistiendo en la división estática, clasifica los elemen tos del alma y los de la psique. Durante las centurias siguientes la clasificación de las causas fue sustituida por la de los fines, con lo que la psicología se trans formó en ética (San Pablo, San Agustín, Santo To más). Con el despertar de la ciencia en los siglos XVI y xvii aparece un nuevo punto de vista (Copérnico, Keplero, Galileo, Newton, Harvey). La gran contribu ción de estos pensadores al desarrollo posterior de la psicología se debió a su insistencia en la observación de los hechos. Galileo llamó la atención hacia el he cho de que todo el universo es gobernado por las mismas leyes, señalando la imposibilidad de una cla sificación rígida que separe unos fenómenos de otros; introdujo así un nuevo concepto dinámico. Descartes resucita, en el terreno de la filosofía, el dualismo platónico, considerando al cuerpo como una máquina y a la psique como una entidad espiritual. Spinoza, por otro lado, aunque creyendo en la men surabilidad de los fenómenos psicológicos (la ética demostrada geométricamente), considera al cuerpo y a la psique como dos aspectos de la misma cosa, tal como una fotografía estereoscópica. El concepto está tico fué subrayado por algunos filósofos ingleses como Locke, quien afirma que la máquina humana obtiene sus elementos psíquicos del ambiente. Según 10 INTRODUCCIÓN A LA PSICOLOGÍA Hume, las sensaciones e ideas basadas en asociaciones ponen en movimiento el aparato psíquico. De aquí en adelante, durante los siglos xvm y XIX las teorías psicológicas van diferenciándose de las estrictamente filosóficas, basadas la mayor parte de ellas en el asociacionismo (Hartley, Mili, Spencer, Bain). Aunque apoyado en elementos estáticos apa rece, con Darwin, un nuevo concepto dinámico que, acentuando los mecanismos del desarrollo, señala que dichos mecanismos no serían ciegos, sino dirigidos a un fin. Simultáneamente aparece en Alemania una evolu ción del pensamiento psicológico. La psique fué divi dida en departamentos tales como el de la vo luntad, el del intelecto y de las emociones, y subdivi dida en facultades psíquicas (Ch. Wolff, Kant). Es tas facultades, de las que Gall distinguía veintisiete, fueron relacionadas con las áreas craneales, teoría que, aunque rechazada posteriormente, dió lugar a que se investigase la localización de las facultades en el cerebro. Los descubrimientos fisiológicos estimularon el desarrollo de la psicología experimental. Los estudios sobre el funcionamiento del sistema nervioso (Whytt, Haller, Galvani, Be 11, Magendi) y sobre la actividad cerebral (Flourens, Broca, Fritsch e Hitzig) así como los relativos a los órganos de los sentidos (J. Müller, Helmholtz, Hering) relacionaron la psicología con la fisiología. La maquinaria psíquica fué estudiada en sus hilos conductores, correas de transmisión y recep tores. Con Guillermo Wundt se produce un viraje hacia el conceptodinámico. Fundador del primer laborato rio de psicología experimental, se interesó especial mente por la actividad consciente y por los conceptos estudiados en la psicología de los pueblos. También en Francia y en los Estados Unidos aparecen con ceptos estáticos y dinámicos. Binet idea las pruebas estáticas de inteligencia, las que tuvieron un gran MECANISMO Y ORGANISMO 11 desarrollo en América. James expone una teoría me- canicista de las emociones y Watson crea su teoría mecanicista del conductismo. Se desarrollan nuevos conceptos dinámicos a partir del estudio de las perso nalidades anormales (Ribot, Charcot, Freud), del es tudio del niño (Stanley Hall), del de las diferencias individuales (Galton, Stern) y partiendo de la obser vación de los procesos perceptivos dinámicos, de la que se deriva la teoría de las estructuras (Gestalt) fundada por Wertheimer. La antítesis mecanismo-vitalismo conduce más re cientemente a un nuevo concepto, ni mecanicista ni vitalista, al que se conoce con el nombre de organi- cismo. Según el punto de vista mecanicista, las fun ciones psicológicas y biológicas del hombre se aseme jan al conjunto de piezas de una máquina y pueden ser reducidas a fórmulas como los fenómenos de la física. Según el concepto vitalista el organismo es más que una máquina y es dirigido por una fuerza organizada que no puede ser comparada con las fuer zas físicas. La teoría organicista afirma que la base de todos los fenómenos (físicos, biológicos y psíqui cos) es un sistema de energía que “satisface a las proposiciones de la lógica de la dinámica”. Tan fragmentario punto de vista omite las contri buciones más importantes que han impulsado el des arrollo de la psicología. La mayor parte de ellas se rán expuestas en el curso de este volumen y su estudio aquí tiene por objeto indicar en qué forma han in fluido en el desarrollo de la psicología los tres puntos de vista indicados. Psicología mecanicista A primera vista resulta muy sugestiva la idea de concebir mecánicamente las actividades biológicas y psíquicas. La lámpara de la vida comienza a arder cuando se establece el contacto entre macho y hembra. El desarrollo fetal está preestablecido y ciertas leyes 12 INTRODUCCIÓN A LA PSICOLOGÍA de la herencia indican relaciones fijas. Gregorio Men- del (1822-1884) realizó los primeros experimentos sistemáticos sobre la herencia cruzando guisantes ver des con guisantes amarillos, resultando que todos los guisantes procedentes de este cruce fueron amarillos. Cuando cruzó plantas enanas con otras altas la des cendencia fué toda de esta última clase. Mendel formu ló así su primer descubrimiento exponiendo que un elemento de la combinación hereditaria era más fuer te que el otro y deduciendo de ello la ley de los carac teres dominantes. Si Mendel no hubiese continuado sus investigaciones se hubiese llegado a sostener el concepto puramente mecánico de que en la herencia el elemento más fuerte determina el desarrollo como una fuerza interna. En sus comienzos, la “máquina” humana es imperfecta. Durante el primer mes de la vida embrionaria la conducta no se manifiesta aún, el organismo es inerte y ningún estímulo consigue ha cerlo reaccionar. Hacia el final del segundo mes la estimulación directa de los músculos produce algunas contracciones y sacudidas. La actividad espontánea aparece al comenzar el tercer mes. Se suponía an tes que el desarrollo consistía simplemente en el enca denamiento de dichas sacudidas. Sin embargo, hoy sabemos que este comienzo de actividad es tosco y masivo; que un estímulo aplicado a cualquier parte del cuerpo provoca el movimiento de todo él. La dife renciación se establece en los últimos meses del des arrollo fetal. La sensibilidad visual no aparece antes del octavo mes de vida intrauterina y el aparato audi tivo en la última etapa fetal. Respecto al cerebro, se sabe que su control sobre la conducta se establece en los primeros meses siguientes al nacimiento. El re cién nacido tiene una sensibilidad algo débil. La sen sibilidad al contacto, a la temperatura y al dolor es la más elevada; parece ser que la sensibilidad gusta tiva y la olfatoria son las más bajas o hasta faltan por completo, y son también bajas, aunque no tanto, la visual y la auditiva. MECANISMO Y ORGANISMO 13 Así pues, vemos que una vez ensambladas las piezas de la máquina no trabajan muy bien como un lodo, tal como ocurre en las máquinas mecánicas, sino que adquieren su precisión con el uso. Es muy suges tivo el concepto de que el ambiente condiciona las funciones, pero muchas funciones aparecen y desapa recen sin que el ambiente influya durante el creci miento infantil hasta su maduración. En cierto mo mento del desarrollo empieza a ejercer un control sobre los músculos que mueven la cabeza y los brazos (entre la 16 y la 28 semana),51 consigue dominar el tronco y las manos (entre la 40 y la 52 semana), camina y articula palabras (segundo año) y compone frases (tercer año). Este desarrollo parece seguir un curso metódico; no puede modificarse mucho desde fuera, pues va diferenciándose a sí mismo interior mente y sólo en parte es estimulado por el ambiente. Pero existen también funciones que van desapa reciendo paulatinamente, como el reflejo plantar, que se produce cuando es estimulada la planta del pie; el reflejo palmar, o de prensión, que consiste en la ten dencia del infante a agarrar fuertemente cualquier cosa que se ponga en contacto con la palma de su mano; el reflejo de Moro, o sea el movimiento de flexión y elevación de los brazos hacia arriba cuando se asusta al niño. También desaparecen los movimien tos coordinados de natación que el niño ejecuta cuan do se le pone sobre el agua en decúbito prono, y que constituyen uno de los elementos en aue se basa la teoría filogenética, según la cual el individuo, en su desarrollo (ontogénesis), resume el desarrollo de las especies en sus diferentes etapas. Todos estos reflejos que el niño conserva desde su existencia en el útero materno, desaparecen. Así pues, la máquina no sólo se modifica por el ambiente sino que se modifica a sí misma. La teoría de la máquina mental se basa en el fenó meno de que los reflejos continúan apareciendo en los animales decapitados (véase p. 180). La teoría mecáni 14 INTRODUCCIÓN A LA PSICOLOGÍA ca de los reflejos y de la psique fué relacionada con la más terrible aplicación dada a una máquina: la guillotina. ¿Produce la guillotinación dolor en el de capitado? Esta cuestión, planteada por el Dr. P. J. G. Cabanis, impulsó ciertas investigaciones sobre la acti vidad nerviosa. En época más reciente la teoría refleja de la psique halló eco en dos fisiólogos rusos: Iván Pávlov y Vladimiro M. Bechtérev, y en un norteame ricano: John Watson. El cuerpo, solicitado constantemente por estímulos perentorios, se adapta continuamente a las nuevas si tuaciones mediante reflejos que actúan rápidamente sin intervención de la actividad mental consciente. La mano que toca un hierro ardiente es retirada brusca mente aun sin razonar y, de hecho, antes de sentir dolor el sujeto. Lo mismo ocurre con el gran número de actos reflejos que no se aprenden, sino que de penden de conexiones congénitas del sistema nervioso. Pávlov demostró que dichos reflejos pueden condicio narse no sólo endógena, sino también exógenamente. Si producimos un estímulo sonoro ante un perro y, cuando hemos atraído su atención, le presentamos un trozo de alimento, el animal se apodera de él, la sali va fluye en su boca y se traga la comida con deleite. Cuando repetimos el experimento varias veces, el pe rro espera el alimento cuando oye el sonido y la saliva comienza a excretarse porque el animal asocia el so nido del silbato con la comida. Incluso aun no pre sentándole alimento alguno, la actividad refleja co mienza en cuanto oye el sonido como si se apretase el interruptor de una máquina. La actividad es condi cionadadesde afuera y se le llama, entonces, reflejo condicionado. La actividad secretoria de las glándulas se medía mediante una cánula colocada en los con ductos salivales. Pávlov describe el experimento si guiente: varios cachorrillos fueron separados de sus madres y alimentados exclusivamente con leche du rante bastante tiempo. Al principio, a estos perrillos con fístula en los conductos salivales se les mostraba MECANISMO Y ORGANISMO 15 algún trozo de alimento sólido pero sin permitirles que lo comiesen, y no se producía entonces alguna secreción salival; esta última sólo apareció en cuan to se les permitió que comiesen el alimento sólido, es decir, que el reflejo condicionado no dependía de la vista del alimento sino de la asociación con el mismo. Ciertos trastornos repentinos durante la acción refleja la inhiben. Pávlov cree que la estimulación y la inhi bición de los reflejos son la base de toda actividad psíquica.100 “Es evidente —dice— que las distintas es pecies de hábitos fundados en el aprendizaje, la edu cación y la disciplina no son sino una larga cadena de reflejos condicionados.” Bechtérev,0 continuando y ampliando los trabajos de Pávlov, funda la escuela “reflexológica”, de la cual él mismo dice que “se apoya con un pie en la bio logía y con otro en la sociología, aunque, sin embargo, debe constituir una disciplina científica independiente que establezca las relaciones entre el conocimiento biológico y el sociológico, pero sin confundirse con ninguno de ellos”. Según Bechtérev, toda reacción psí quica es resultado de dos factores: uno el estímulo específico del ambiente, que sería como el conmuta dor exterior de la máquina y el otro las conexiones internas de la máquina, establecidas por experiencias anteriores y por la herencia. La teoría de Bechtérev dividida en reflexología general, individual, colectiva, genética y de la edad trata de crear una gran máquina modelo para todos los aspectos de la vida y aun del universo. La teoría de los reflejos condicionados tuvo am plia resonancia en los Estados Unidos. Como no solamente pueden ser condicionados los reflejos sino toda clase de respuestas fué sugerido el término de “respuesta condicionada” (R.C.) habiéndose realizado cientos de experimentos y relacionando condiciona miento y aprendizaje. Otra parte de esta máquina modelo del alma, psi que o personalidad humana fué construida por John 16 INTRODUCCIÓN A LA PSICOLOGÍA B. Watson,144 quien trata de eliminar del robot hu mano todo rastro de psique o de conciencia. Supone Watson que la máquina humana posee tres tipos bási cos de reflejos: los que corresponden a las visceras (reflejos viscerales), los de los músculos y miembros (reflejos manuales) y los de los órganos del lenguaje (reflejos verbales). Del mismo modo que los alimen tos podían ser sustituidos en el perro por un silbato, así un estímulo puede ser sustituido por otro mediante asociaciones. Se trataría de una red de reflejos de las tres clases, con distintas respuestas que estarían enca denadas una a otra como partes de una máquina mo vida por una correa de transmisión y seguirían a un estímulo a semejanza de las máquinas traganíqueles que nos devuelven un objeto cuando depositamos una moneda en la ranura. El hombre es considerado como un autómata compuesto de reflejos. Los elementos subjetivos que antes destacaban muchos psicólogos, se basan realmente, según los conductistas, en factores mecánicos y materiales. Según ellos, la psique es como un mecanismo de relojería en el que cada asociación está marcada por una experiencia y se añade, como en un mosaico, a la asociación precedente. Watson indicó el motivo emocional que desarrolló el concepto mecanicista y elevó su protesta contra el antiguo con cepto dualista que separaba cuerpo y espíritu, siendo este último un fenómeno extranatural que como una fuerza mística escapaba de las manos del hombre de ciencia para caer en las del teólogo. La física puede ser tomada como ejemplo de ciencia; del mismo modo la psicología debe llegar a ser física, materialista, me canicista y determinista, en una palabra, objetiva. La psicología tiene que borrar los conceptos místicos de valores superiores y eliminar los peligrosos térmi nos de contenido teológico tales como “alma”, “psi que” y “conciencia”. La conciencia es para Watson “una simple suposición”. La influencia de Darwin hace que algunos admitan la existencia de los más elevados procesos aun en los animales y que otros, MECANISMO Y ORGANISMO 17 como Watson, crean que el animal humano es un mecanismo físico o químico como la amiba. Los con ceptos de Watson expuestos en su tesis doctoral: ‘‘Sensaciones kinestésicas y orgánicas; su papel en las reacciones de la rata blanca ante el laberinto”,* permanecen exactos cuando los aplica a los seres hu manos. Según ellos, el hombre es un manojo de sen saciones kinestésicas y orgánicas en el laberinto del mundo en cuyo extremo no hay más que una cajita con comida. Watson dice lisa y llanamente que se puede explicar el ser humano con la misma exactitud que una máquina.144 El objeto de la psicología lo constituye una criatura en movimiento, tanto si se tra ía de una rata recorriendo un laberinto como si de un hombre cruzando una calle. No hay otra cosa que movimientos; incluso el aprendizaje es explicado más desde un punto de vista muscular que cerebral. Los movimientos constituyen la conducta y el hombre sólo existe como un autómata conductista. Llénese el autó mata con cualquier cosa y actuará de acuerdo con lo que hayamos puesto dentro: poetas, criminales, psicó logos o neuróticos. Empleando las mismas palabras de Watson: Dénme una docena de lactantes sanos, bien formados y me comprometo a hacer de cada uno de ellos, al azar, cualquier tipo de especialista: médico, abogado, artista, jefe de ventas e incluso mendigo y ladrón, independientemente de su talento, tendencias, vocaciones y raza de sus antepasados. Ése fué, en 1913, el grito de guerra de Watson, quien redujo las diversas emociones a tres mecanis mos hereditarios: miedo, ira y amor (véase p. 120). Los conductistas modernos han adoptado una posición mucho más moderada, requiriendo especialmente el que una situación sea definida para incluirla en la psi cología. Sin embargo, en Rusia y en Alemania la filo sofía mecanicista ha llegado a peligrosos extremos, como el concepto del hombre superrobot que sería di- ♦ Psychol. Review, monog. n*? 8, supl. 2, 1-100, 1907. 18 INTRODUCCIÓN A LA PSICOLOGÍA rígido por los motores del miedo, la ira y el amor; la excesiva insistencia sobre los procesos motores; la adoración de la máquina y la fe ciega en la estructura pasiva del hombre fuera de la cual nada puede ha cerse, ideas que han conducido a la agresiva psicolo gía del fascismo. Psicología organicista Antes de valorar la contribución del concepto mecani- cista a Ja psicología debemos examinar el lado opuesto y sus descubrimientos. La disyuntiva comenzó con Gregorio Mendel. Su primera ley o de los caracteres dominantes era un poco simplista. Cuando cruzó plan tas verdes con plantas amarillas y se encontró a la generación siguiente con que toda la prole era ama rilla semejándose en un todo a uno de los progenito res, Mendel se preguntó qué había pasado con el ele mento verde y si habría sido totalmente asimilado por el factor amarillo. Tomó entonces una semilla híbrida amarilla, que no se distinguía de las procedentes de plantas amarillas puras y la cruzó con otras semillas en la forma siguiente: 1. una semilla híbrida con una amarilla pura; 2. una semilla híbrida con una verde pura; 3. una semilla híbrida con otra también híbrida, ambas amarillas. Ocurrió entonces un hecho sorprendente: el cruce de los híbridos amarillos no sólo produjo plantas ama rillas sino también algunas verdes. El verde, que había desaparecido en la primera generación, reaparecía en la segunda; no había sido, pues,disuelto por el ele mento dominante sino que había permanecido oculto o en estado “recesivo”, como lo llamó Mendel. Posteriores experimentos llevados a cabo en las sucesivas generaciones mostraron otras complicacio nes, las que, en forma similar, aparecen también en los experimentos con animales. Si una gallina negra MECANISMO Y ORGANISMO 19 de raza andaluza se cruza con otra blanca de igual raza la primera generación está compuesta de gallinas grises azuladas; si se cruzan dos de estas últimas, la generación siguiente se divide en partes perfectamente definidas: la cuarta parte negra, la mitad gris azulada y la otra cuarta parte blanca. Las siguientes genera ciones demuestran que la negra sola o la blanca sola dan descendientes semejantes a ellas, mientras que las grises azuladas continúan reproduciéndose en las pro porciones indicadas arriba. Esto se explica por el hecho de que la gallina negra posee dos unidades germinales negras, la blanca dos unidades germina les blancas, mientras la gris azulada posee una unidad germinal negra y otra blanca. Como antes indicamos, cuando se cruzan dos especies de diferente color o forma uno de los colores o de las formas es dominante y el otro recesivo. La generación procedente de un ra tón gris y otro blanco es gris (color dominante), pero a la segunda generación aparece el blanco (color re cesivo) en la proporción usual de una cuarta parte contra tres cuartas partes del gris. Este fenómeno adquiere más importancia cuando nos enfrentamos con el problema de la herencia hu mana.128 154 Sin embargo, en este caso, el proceso es más difícil de observar porque los seres humanos no se reproducen como los guisantes o los ratones y la familia humana no engendra suficientes hijos para poder establecer relaciones. Además, el hombre es mucho más complejo y muchos fenómenos que pa recen, a primera vista, hereditarios, pueden ser expli cados por las condiciones del ambiente. Si un hijo desarrolla los mismos síntomas nerviosos que su pa dre se debe principalmente a una identificación psico lógica o a factores hereditarios parecidos pero no a la herencia por sí misma. Conocemos ciertos hechos hereditarios, algunos muy singulares por cierto. Por ejemplo, la calvicie solamente es hereditaria por la línea masculina, el padre la transmite al hijo, pero no a la hija. También existe una herencia de ciertas en 20 INTRODUCCIÓN A LA PSICOLOGÍA fermedades, aunque acerca de muchas de ellas todavía se suscitan discusiones. En una serie de experimentos con ratones de la especie Maud Slye se observó que los rasgos recesivos del cáncer aparecen a la quinta generación. Si, en este caso, Quisiéramos obtener una conclusión acerca de la herencia humana tendríamos que estar observando las generaciones sucesivas desde el momento actual hasta el año 2130. Entre las tras misiones hereditarias que nos son conocidas se en cuentran la sordomudez, la alergia, la hemofilia, el daltonismo y ciertas enfermedades nerviosas poco co munes. Las probabilidades de enfermar de epilepsia alcanzan al 10% de los niños que han tenido un progenitor epiléptico. Veamos ahora algunos aspectos acerca de los rasgos psíquicos. Como examinaremos con más detalle en el capítulo dedicado a la inteligencia (pág. 214) posee mos datos suficientes para afirmar que los rasgos psíquicos básicos o mejor, ciertos conjuntos psíquicos, son hereditarios. Éstos son más aparentes en los casos extremos tales como la debilidad mental o el genio. Sin embargo, los rasgos psíquicos son, por lo general, demasiado complejos para ser descubiertos, y aun en el caso de que un rasgo simple fuese hereditariamente transmitido podría modificarse en tal forma que fuese difícil de reconocer. Así, por ejemplo, el padre podría ser un poeta y el hijo un inventor; a primera vista no hay en ello similitud alguna pero puede haber sido la fantasía lo que se ha heredado. El fenómeno de la herencia parecería un hecho mecánico, pero ¿qué clase de máquina puede retener durante generaciones sus elementos energéticos y agruparlos en forma tan extraña? Si los caracteres mendelianos de cada organismo forman un mosaico de elementos hereditarios transmisibles independien temente unos de otros ¿qué es lo que reúne estos ca racteres independientes en un todo armonioso? ¿Es una disposición preestablecida para cada organis mo, una fuerza conductora, un principio director que MECANISMO Y ORGANISMO 21 actúa independientemente de aquella disposición? Si aceptamos esto nos separamos del esquema creado por la ciencia. Pero ya nos habíamos separado cuando fuimos concebidos en el vientre de nuestra madre, porque los fenómenos que allí ocurrieron fueron los siguientes (fig. 1) : b c ___ _ ¿ Fie. 1. Diagrama de la división celular (según Boveri) a. Célula en reposo. La cromatina está distribuida en forma de diminutos gránulos dentro del núcleo; fuera del núcleo está el “centrosoma”. b. Comienza la división. La cromatina toma la forma de un hilo largo; el centrosoma se divide en dos. c. El hilo de cromatina se corta en cuatro partes, los “cromosomas”. d. Los cuatro trozos de cromatina se disponen simétricamente entre los centrosomas y las “esferas” estrelladas, e. Cada uno de los cromosomas se escinde en toda su longitud, f. Comienza la división del protoplasma; las dos partes de cada cromosoma se separan, g. Fin de la división celular. El individuo, que se origina por la unión sexual de un óvulo y un espermatozoo, recibe básicamente 24 cromosomas del padre y otros tantos de la madre. Dichos cromosomas son las unidades visibles más pe queñas y se supone que están formados por genes, siendo estos genes, teóricamente, lo que los electrones son en física. La célula microscópica se escinde y da lugar a otras dos, después a cuatro, luego a ocho y, finalmente, a millones. En la célula misma, se dividen los cromosomas en forma semejante de tal modo que 22 INTRODUCCIÓN A LA PSICOLOGÍA cada célula del mismo individuo contenga idéntico nú mero de cromosomas. Estas células van diferencián dose para formar los distintos tejidos y órganos. Hasta ahora nadie sabe cómo ocurre este fenómeno, porque originalmente cada célula parece poseer las mismas potencialidades. No se puede imaginar ningún meca nismo que pueda construir por sí mismo estructuras completamente diferentes partiendo de los mismos ma teriales. Estructuralmente no se conoce ningún dato que permita saber qué células van a dar origen al estó mago y cuáles al cerebro. Si no podemos pensar que en cada célula haya una fuerza directiva que deter mine su lugar en el conjunto, debemos admitir que existen ciertas fuerzas ambientales que condicionan la agrupación de estos elementos. Los procesos biológicos y psíquicos no son estáti cos como los de una máquina.sino dinámicos, ener géticos. Cada centro ejerce una influencia energética sobre los elementos circundantes. Un ejemplo demos trativo lo constituye el desarrollo del ojo. La primera célula ocular aparece como una excrecencia del encé falo rudimentario y estimula el nacimiento de células que comienzan a formar el cristalino. A esta forma ción vienen a agregarse otras células hasta que el ojo está completo. Si se transplanta la célula original a la piel del abdomen, también aquí estimula la formación de otras y desarrolla un ojo en esa región que, origi nalmente, no está hecha para ello. Ocurre así que una célula puede llegar a ser el centro de una confi guración, el centro de un grupo, si así puede decirse, y dominar el desarrollo en determinada región. La formación de todo el cuerpo acaece de acuerdo con tales células directoras. Cada parte del cuerpo influ ye energéticamente sobre las zonas que la rodean y, de modo semejante, cada centro cerebral influye las regiones vecinas y otros centros encefálicos. En el momento de la unión germinal existen 24 pares de cromosomas paternos y 24 maternos. Podría suponerse, por tanto, que procediendotodos los hijos MECANISMO Y ORGANISMO 23 de los mismos recursos deberían ser iguales, pero la ley de la herencia, que exige que cada uno de nos otros tenga solamente 24 cromosomas, impide que tengamos 24 de la madre y 24 del padre. La mitad de los cromosomas deben ser destruidos, lo que sucede cuando el óvulo, en su proceso de maduración, antes de ser fecundado, expulsa un cromosoma de cada par; (*1 espermatozoo sufre el mismo proceso y, en ambos casos, la expulsión de los cromosomas se hace pro bablemente al azar. Nadie sabe cuáles son los cromo somas que proceden del padre ni cuáles los de la ma dre, pues son posibles millones de combinaciones. Lo único seguro es que cada combinación es única y no existen dos huevos fecundados de la misma madre que tengan los mismos pares de cromosomas. Cada grupo de cromosomas contiene los jeroglíficos co rrespondientes al futuro desarrollo individual o, como lia dicho Schródinger,121 su “código cifrado”. ¡Extraña máquina que se desarrolla a partir de los cromosomas y sus ocultas leyes de configuración y herencia! Sin embargo, todavía podría creerse que cada cromosoma es una pequeña máquina autónoma con propiedades rígidas, fijas y preestablecidas, si no hubiese observaciones que hacen cuestionable tal con cepto. Cuando Hans Driesch,33 biólogo alemán contem poráneo, realizaba sus experimentos sobre la blástula del erizo de mar, hizo un descubrimiento sorprenden te. Dividió la blástula de dicho equinodermo en dos partes iguales. Como los elementos del desarrollo es tán simétricamente distribuidos en la blástula, el re sultado de la división, de acuerdo con el concepto mecanicista, debería seguir una de estas dos posibili dades: o bien se desarrollaba un erizo de cada mitad o bien no se desarrollaba ninguno, por haber sido destruido el mecanismo de desarrollo. Pero ocurrió un hecho sorprendente: el resultado de la división fué un erizo de mar completo pero proporcionalmente más pequeño, de acuerdo con la cantidad de proto- 24 INTRODUCCIÓN A LA PSICOLOGÍA plasma escindida. Cualquier fragmento separado al azar del protoplasma daba lugar a un embrión com pleto. Tomemos otro delicado animal, la clavelina, asci- dio marino que está compuesto de dos órganos princi pales dentro de un cuerpo en forma de odre. Si corta mos la extremidad del cono se produce el fenómeno de la regeneración, el cual se observa también en el cangrejo, que puede regenerar una de sus pinzas o, en menor escala cuando, en el hombre, se cura una herida. Pero si cortamos la clavelina por la mitad no queda substancia para una regeneración y entonces ocurre algo increíble. El animal regresa a su estado original, una esfera de protoplasma, procediendo a rehacer con su substancia viva una nueva clavelina, un organismo completo. Ninguna máquina podría ha cer esto. Si alguna pieza de la máquina se estropea otra pieza puede quizá suplir su función, pero la má quina no puede desmontarse por sí sola, acoplar las parles que quedan y reconstruirse de nuevo. La resti tución de partes de un animal, por ejemplo, la piel, sugiere que en el organismo debe haber un principio organizador que elabora la materia hasta conseguir un conjunto. Dicho principio organizador, como la ente- lequia aristotélica, dispone el organismo en un siste ma armonioso. El organismo ya no aparece como la suma de sus partes sino que es el total el que deter mina las partes. Todavía no sabemos en qué consiste tal conjunto, pero tanto la psicología como la biología han encon trado dicho factor organizador. Debido a él pueden funcionar nuestras percepciones, transformando es tímulos simples en los objetos que vemos,’los sonidos que oímos y los sentimientos que sentimos. Nuestra percepción selecciona, transforma, agrupa, organiza e integra. Esto es algo más que una simple respuesta a un estímulo simple o, en otras palabras, el mundo está compuesto, para nosotros, de elementos inconexos. Vamos a discutir ahora este fenómeno en relación con MECANISMO Y ORGANISMO 25 las demás funciones. Esta fuerza vital organizadora a la que podemos designar con cualquier otro nombre (Driesch, siguiendo a Aristóteles, la llamó entele- quia, indicando con ello una fuerza vital inteligible), esta función “O” del organismo que lo diferencia de la máquina, no posee una sola propiedad sino varias. No sólo selecciona, agrupa, dirige y transforma sino que parece constituir la base de los reflejos e instintos relacionando y equilibrando armoniosamente todas las funciones. Está estrechamente relacionada con el proceso “vital” que impide que el organismo se des integre. Se han formulado diversas sugestiones de orden químico, pero lo que a nosotros interesa es que las funciones de la máquina orgánica no pueden separarse del proceso vital. Driesch rechaza la explicación que puede dar una teoría química, puesto que los elemen tos químicos son pocos y por ende, además, la forma de los órganos elementales no está de acuerdo con las diferencias químicas. Rechaza la teoría mecanicista porque en cada parte del armonioso conjunto debe haber algo que le permite tan diversas funciones. Las modernas teorías del desarrollo han avanzado a partir de Driesch, pero los problemas básicos no han cambiado. Aunque se llegara a descubrir en el organismo una unidad mecánica esencial, los últimos descubrimientos ponen de manifiesto que ninguna de esas supuestas unidades mecánicas desempeñaría un papel exclusivo en la determinación de ningún carác ter simple. Aunque no podemos concluir si la vida es dirigida por una misteriosa fuerza orgánica distinta de la fuer za mecánica, podemos estar seguros de que las unida des esenciales, cualquiera que sea su estructura, no funcionan en la misma forma que las unidades esen ciales de las máquinas construidas hasta ahora por el hombre. Quizá lleguemos a ser capaces de cons truir un hombre-roóoZ, pero su maquinaria sería muy distinta del simple concepto mecánico que teñe- 26 INTRODUCCIÓN A LA PSICOLOGÍA mos ahora. Cuando usamos la frase “organismo con tra mecanismo” queremos decir que las funciones or gánicas son distintas de las de las máquinas conocidas hasta ahora. El término “organismo” servirá como un signo que indique las relaciones dinámicas, infinita mente más complicadas que las estáticas.22 52 Cuando hayamos comprendido estas diferencias podremos eli minarlas desde un nuevo punto de vista, especial mente el organicista. Si los fenómenos psicológicos se reducen a manifestaciones de energía, las diferencias entre los problemas físicos y biológicos sólo pueden apoyarse en el hecho de que la estera biológica pa rece ser más complicada que la física y la psicológica más que la biológica. Como estudiaremos más ade lante, los procesos psicológicos que son resultado de impresiones como los estudiados por la psicología de las estructuras (Gestalt) y los procesos psicológi cos que producen nuestras expresiones de los cuales trata el psicoanálisis y la psicología experimental profunda, deben ser comprendidos como fenómenos de energía y de su dinámica, sobre la que se basan los fenómenos físicos, biológicos y psicológicos. Para simplificar podemos resumir las diferencias más importantes de estos puntos de vista en la forma siguiente: de acuerdo con la teoría mecanicista la conducta del hombre se considera como la de una má quina: el comportamiento total es igual a la suma de elementos simples y fijos. Desde un punto de vista vilalista la conducta humana es dirigida por una fuer za vital y el comportamiento total sería igual a sus elementos simples más dicha fuerza. El concepto or ganicista considera la conducta del hombre no con forme a una disposición fija, sino como un sistema dinámico; la conducta total sería más que la suma de sus partes y el centro directivo sería la resultante de las relaciones funcionales. II LAS BASES BIOLÓGICAS DE LOS FENÓMENOS PSÍQUICOS En el capítulo anterior señalamosdos conceptos psi cológicos a los que llamamos “mecanicismo” y “or- ganicismo”. Pero con dichos términos queremos ex presar no sólo dos conceptos sino también dos tipos de fenómenos. La psicología trata, en realidad, de muchos fenómenos que pueden ser llamados mecáni cos, porque su forma de expresión es tan definida y predecible como la de una máquina e, igual que ésta, se compone de muchos elementos conocidos que rea lizan el trabajo completo de un mecanismo. Sin em bargo, si estudiamos con más detalle las máquinas psíquicas llegaremos siempre a un punto a partir del cual tenemos que renunciar a nuestras explicaciones mecánicas. Todas estas funciones poseen, además de sus actividades mecánicas, otras características que no tienen semejante en las máquinas conocidas y que no podemos imaginar actuando con arreglo a las leyes de la física. Debemos, por tanto, decir que la actividad orgánica se impone a la mecánica, como estudiaremos en los capítulos siguientes. El principio inecanicista es el más simple de todos y nosotros re cordaremos siempre la frase de Morgan: “Si la con ducta es el resultado de procesos simples no puede interpretarse como el producto de las más elevadas facultades.” Siempre nos encontraremos con estas dualidades: simplicidad y complejidad, sucesión estática de acon tecimientos y simultaneidad dinámica. En la unión de estos contrarios es donde parece residir la base de todos los procesos vitales, fenómeno con el que nos encontraremos en muchos casos. Si en las páginas siguientes describimos los fenó 27 28 INTRODUCCIÓN A LA PSICOLOGÍA menos psíquicos en sucesión aislada lo hacemos así para facilitar la exposición de los datos; sin embargo, sabemos que todos los fenómenos descritos aparecen simultáneamente y, por tanto, no está justificado em pezar con un determinado tema mejor que con otro cualquiera. Con estas reservas comenzaremos por ex poner la actividad electroquímica del organismo, base de la actividad psíquica. Las glándulas y las bases químicas de la ACTIVIDAD PSÍQUICA Las glándulas producen la química del organismo, la cual se basa en el gran integrador químico que es la corriente sanguínea. Lo mismo que el sistema ner vioso, que estudiaremos más adelante, es como un sis tema de señales eléctricas, la circulación sanguínea es una red de transportes. Cada órgano descarga sus productos en la sangre, la cual los lleva a todos los órganos del cuerpo. En quince segundos una substan cia endocrina ha llegado a todas las regiones del or ganismo. Estas substancias básicas son producidas por las glándulas endocrinas. Al llegar a este punto po dríamos preguntarnos qué tienen que ver con la psi cología estas digresiones biológicas. Precisamente el funcionamiento de las glándulas nos proporciona la primera respuesta: como es bien sabido, los diferentes rasgos de la personalidad dependen directamente del funcionamiento glandular y la personalidad cambia completamente si las glándulas son hiper o hipoes- timuladas. No sólo las glándulas sino también el ce rebro y los músculos están relacionados con los proce sos químicos. En las siguientes consideraciones sólo nos vamos a referir a aquellas funciones glandulares que ejercen influencia más directa sobre el desarrollo psíquico; dejaremos a obras especiales 60 estudios más amplios. Vamos a considerar las glándulas endocrinas si- LAS BASES BIOLÓGICAS 29 guien do su orden de ubicación en el organismo a par tir de la cabeza (fig. 2). El cuerpo pineal es una pequeña estructura situada en la cara posterior del tallo encefálico, entre los hemisferios cerebrales. A pesar de su pequeñez, su función es conocida y se supone que contribuye a controlar el esqueleto y a mantener reprimidas las glándulas sexuales. Fie. 2. Localización de las principales glándulas endocrinas La glándula pituitaria se aloja en una cavidad ósea de la base del cráneo y, a pesar de estar conecta da con el tronco cerebral no tiene nada que ver con las funciones encefálicas. Está dividida en dos ló bulos, el anterior y el posterior. El /iiperfunciona- miento (exceso de actividad) del lóbulo anterior pro duce gigantismo, por estimular el crecimiento del 30 INTRODUCCIÓN A LA PSICOLOGÍA esqueleto; las manos, pies, nariz, etc. del individuo se desarrollan considerablemente. El lóbulo anterior estimula también el desarrollo de los órganos sexua les cuando hay hiperfunción y retrasa su madura ción cuando existe una A/pofunción (actividad dis minuida) pituitaria. Debido a esta hipofunción el individuo puede quedarse enano, a menudo con anormal desarrollo sexual, aunque con inteligencia normal. El lóbulo posterior ejerce efectos básicos so bre los procesos met^bólicos. La pituitaria ha sido llamada la glándula maestra por ejercer un control sobre las demás glándulas. Quizá los datos más precisos acerca de los efectos de las secreciones internas sobre la conducta humana se han obtenido de las investigaciones sobre el tiroi des. Esta glándula está situada por delante de la trá quea. Su extirpación o la insuficiencia de su funcio namiento puede acarrear síntomas físicos y psíquicos de cretinismo, incluso retardo en el crecimiento, se quedad de la piel, pérdida del cabello, acumulación de grasa y deficiencia mental. El sujeto pierde su vi vacidad y tanto el cerebro como los músculos pa recen inertes apareciendo, como consecuencia, lenti tud y pérdida de la capacidad de concentración. La hiperactividad del tiroides hace al individuo nervioso, inestable e inquieto. Como síntomas -físicos aparece el exoftalmos, la aceleración del pulso y el aumento de la perspiración. Muy próximas a la glándula tiroides están las paratiroides, cuatro cuerpecillos del tamaño de gui santes. Su extirpación produce espasmos musculares, temblores y la muerte. La falta de hormón paratiroi- de produce hiperexcitación del sistema nervioso y el exceso da lugar a una calma excesiva con lasitud mus cular y pereza generalizada. El tiroides y las parati roides parecen tener funciones opuestas, estimulantes las primeras y apaciguadoras las segundas. Poco es lo que se sabe acerca de la glándula timo, situada en el tórax, inmediatamente por detrás del LAS BASES BIOLÓGICAS 31 borde superior del esternón. Como se atrofia a partir de la pubertad se supone que desempeña una impor tante función durante los primeros años de la vida. Las glándulas suprarrenales, colocadas inmediata mente encima de cada riñón, son dos pequeñas forma ciones del tamaño de guisantes y divididas en dos par tes que tienen distinta función. Estas glándulas están directamente relacionadas con la expresión de las emo ciones (véase pág. 128). Cada una de las dos partes de la glándula produce una secreción distinta. Una, la adrenalina, se produce por estimulación emocional y da lugar a reacciones súbitas; la otra, la cortina, es un elemento necesario para la vida; su destrucción causa una enfermedad mortal (enfermedad de Addi- son). La hiperactividad de la secreción parece exaltar las características masculinas, tanto en el hombre como en la mujer, pudiendo, en esta última, dar un tono más grave a la voz, hacer crecer la barba, etc. El páncreas secreta insulina, la cual, cuando está en exceso, origina defectos respiratorios, fatiga, ner viosidad y ansiedad y, cuando está en defecto, debili dad y hambre. No es mucho lo que se sabe acerca de otras glándulas, especialmente en relación con los pro cesos psíquicos. Las diversas funciones endocrinas se superponen y modifican entre sí en forma no bien conocida todavía. Las glándulas sexuales o gonadas (testículo y ovario) son necesarias para las funciones de repro ducción. Sus secreciones internas están directamente relacionadas con el apetito venéreo. Los caracteres sexuales están determinados por estas glándulas. El estudio de sus funciones ha demostrado que tanto el hormón masculino como el femenino existen en todos los individuos. Las glándulasdescubiertas hasta ahora sólo cons tituyen una parte de la química corporal, la cual debe de tener una influencia mucho más amplia de la que se supone. Es muy probable que cada tendencia de la personalidad tenga cierta relación con la actividad 32 INTRODUCCIÓN A LA PSICOLOGÍA química del organismo. Los fenómenos psicológicos a que dan lugar dichas tendencias no son, pues, he chos aislados sino partes integradas en el organismo en su totalidad. Sería erróneo emitir una teoría me- canicista del organismo basándose en datos de origen químico, porque las glándulas no actúan separada mente para provocar las tendencias de la personali dad, sino que se influyen mutuamente. La corriente sanguínea, que relaciona a todos los órganos del cuer po, parece poseer determinadas características que le son dadas no sólo por todo el organismo sino tam bién por la personalidad. De estas consideraciones biológicas se deduce que la actividad psíquica no depende solamente de la psi que. Lo psíquico no es, pues, el resultado exclusivo de la función cerebral sino que está integrado en todo el organismo. Alfredo Adler fué el primero que se ñaló el hecho de que la gente no piensa solamente con su cerebro, sino también con sus glándulas, su estó mago, su corazón, sus pulmones y otros órganos. A este fenómeno lo llamó Adler “el dialecto de los ór ganos”.1 A esta interrelación entre los fenómenos psí quicos y los somáticos se le llama ahora psicosomáti- ca. Si bien es cierto que existen enfermedades debidas a las bacterias, la experiencia indica que en muchos casos existe una constitución física susceptible de fa vorecer una enfermedad. Tal ocurre cuando determi nado órgano es débil, y dicha debilidad aparece cuan do se utiliza el órgano como canalizador de ciertas expresiones de la personalidad. Es decir, que una ten sión psíquica puede provocar una tensión de los ór ganos e incluso un hiper o hipodesarrollo de la fun ción glandular, lo cual repercute sobre el organismo. En esta forma se crea un ciclo biopsíquico entre los estímulos psicológicos (p) y los biológicos (b) : p —» b —> p —> b —> p , etc. LAS BASES BIOLÓGICAS 33 El sistema nervioso La relación más importante entre todos los órganos internos y el cerebro se establece por medio del siste ma nervioso, el cual se divide en tres formaciones principales: el sistema nervioso autónomo, el sistema nervioso central y el sistema nervioso periférico. A su vez, el primero, que establece las interconexiones, está constituido por dos sistemas principales: el simpático y el parasimpático. El sistema nervioso autónomo estimula los músculos involuntarios y las glándulas. Los movimientos gastrointestinales, el ritmo cardíaco, ciertas posturas corporales etc. no son actividades conscientes y, por tanto, no pueden ser aprendidas. Las tendencias emocionales parecen estar estrechamente relacionadas con el sistema nervioso autónomo, del cual hablaremos con más detalle cuando tratemos de las emociones (véase pág. 128). Si pudiéramos influir sobre la relación entre nues tro sistema nervioso autónomo y nuestro sistema ner vioso central (que dirige todos los actos conscien tes) podríamos regular todos los procesos internos del organismo y, por tanto, dirigir nuestras emocio nes. Parece que esto podría lograrse mediante la dis ciplina de los reflejos, cosa desconocida en nuestra civilización, pero conocida de ciertas antiguas civili zaciones, como la India. Los yoguis aseguran ser capa ces de regular por completo sus órganos internos, de detener la respiración y el funcionamiento del cora zón; también aseguran el dominio de sus emociones. Trataremos este problema cuando hablemos de los re flejos (p. 182-3). El sistema nervioso central tiene como función principal la dirección consciente del organismo y el desarrollo de la capacidad de aprender. En el hom bre, este sistema se compone del encéfalo y la médula espinal (figs. 3 y 4). Las partes más importantes del encéfalo son los dos hemisferios cerebrales, los dos 34 INTRODUCCIÓN A LA PSICOLOGÍA del cerebelo, el puente de Varolio y el bulbo raquí deo o médula oblonga. Algunas funciones están locali zadas, hasta cierto punto, en el cerebro, aunque, en general, éste funciona como un todo indivisible. Dis cutiremos sus funciones cuando describamos los pro cesos del pensamiento (pág. 188), pero no queremos dejar de mencionar aquí que el cerebro, el aparato más sutil del organismo, presenta un fenómeno similar al descrito por Driesch en el erizo de mar; si un cen tro nervioso es destruido por una bala o por una apo plejía el paciente pierde la función correspondiente, pero pasado cierto tiempo otro centro puede suplir las funciones de la parte destruida. Fie. 3. Localización de algunas funciones del cerebro Los estudios de K. S. Lasliley 87 han demostrado este aspecto de la psicobiología. Después de entrenar a un animal para ejecutar determinado acto se le extir pa la zona del cerebro que se supone relacionada con la ejecución de dicho acto. Una vez que el animal se ha restablecido de la intervención se comprueba si la ablación de aquel centro cerebral ha hecho desapa- LAS BASES BIOLÓGICAS 35 recer el acto correspondiente y si éste no puede apren derse de nuevo como sugeriría una relación mecani- cista entre el cerebro y el acto correspondiente. Como en otros casos, ocurrió algo sorprendente: el animal, que al principio era incapaz de realizar el acto aprendido, pudo volver a ejecutarlo mediante un en trenamiento adicional. De estos hechos debemos de ducir que el mismo acto puede ser aprendido por dis tintos centros cerebrales y que debemos rechazar una teoría mecanicista basada en localizaciones cerebrales fijas. Éste era el caso de Driesch con el erizo de mar, en el cual distintas partes, o quizá todo el cerebro, parecen tener iguales potencialidades. La teoría de las funciones específicas localizadas en regiones de terminadas del cerebro ha ido desvirtuándose paula tinamente y ha sido sustituida por la de que el ce rebro actúa en su totalidad. Lòbulo parielal Fig. 4. Corte central del hemisferio cerebral izquierdo El sistema nervioso tiene dos funciones principa les; la primera consiste en transportar el impulso ner vioso desde los receptores que reciben los estímulos del ambiente hasta los efectores, especialmente los músculos. La rápida conexión entre los receptores que reciben el impulso y los músculos que reaccionan es establecida por los nervios. Sin embargo, las respues tas no son dadas por partes aisladas sino siempre 36 INTRODUCCIÓN A LA PSICOLOGÍA en relación con el conjunto. Esta organización de respuestas en un plan unificado se denomina integra ción y constituye la segunda función del sistema ner vioso. Organiza los estímulos que llegan a los troncos nerviosos procedentes de los órganos de los sentidos, transformándolos en impresiones globales transmiti das por los troncos nerviosos hasta los músculos y glándulas. Los nervios conectados con una masa cen tral, el encéfalo y la médula espinal que se extiende a lo largo de la espalda, envían a ese centro general los llamados nervios “sensitivos” y emiten los llamados “motores”. Los primeros son aferentes y los segundos eferentes. El centro relaciona la impresión y la ex presión, lo que permite al organismo accionar y re accionar como una unidad. Fig. 5. Una neurona (célula nerviosa motora) conectada con una célula muscular Si napsis Fig. 6. Sinopsis, conexión de una célula nerviosa con otra Los impulsos nerviosos atraviesan la célula nerviosa en un solo sentido Cada nervio contiene muchísimas fibras nerviosas. Solamente el nervio óptico tiene unas 400,000. Se esti ma que el número total de células nerviosas es mayor 37LAS BASES BIOLÓGICAS de 14 mil millones. La neurona se divide en tres par tes: el cuerpo celular, el eje y las dendritas (fig. 5). 1.a fibra nerviosa simple, a semejanza de un alam bre aislado, consisteen un cilindro envuelto por una vaina. El cilindro, llamado eje, es una rama de una célula nerviosa la cual posee ramificaciones todavía más finas. Las dendritas son cortas, semejan tes a las ramas de un árbol, mientras el cilindro-eje Fig. 7. Representación esquemática de las vías sensoria y motora en la médula espinal Los impulsos de los receptores de la piel llegan a la médula espinal a través de las células nerviosas aferentes y sensitivas. En la médula espinal los impulsos excitan las células nerviosas eferentes o motoras, a lo largo de las cuales van los impulsos a los músculos. Los impulsos son también transmitidos al cerebro. La vía receptor-médula espinal-efector se llama “arco reflejo”, aunque muy fino puede alcanzar una longitud que varía entre algunas pulgadas y varios pies. El sistema formado por los nervios no es, como se había supues- 33 INTRODUCCIÓN A LA PSICOLOGÍA to, "una red”, pues aunque una neurona tenga contacto con otra no se fusiona con ella y continua aislada. Al contacto que establece una neurona con otra se le llama sinapsis. En la sinapsis entre dos neuronas el cilindro-eje de una termina en varios ramos que esta blecen contacto con las dendritas de otro cilindro eje. En una sinapsis la dendrita es el receptor y el cilindro- eje el estimulador. Las fibras sensitivas aferentes/y las motoras eferentes con sus conexiones sinápticas forman el “arco reflejo”, que constituye el camino seguido desde un órgano sensitivo y a través de un centro nervioso hasta el músculo (fig. 7). La con ducción del impulso nervioso es tan rápida (unos 70 metros por segundo), que una reacción simple se pro duce en una fracción de segundo. La velocidad de la conducción demuestra que se trata tanto de un pro ceso químico como eléctrico. La actividad nerviosa está sometida a la ley del todo o nada. Puede ser comparada a una explosión de dinamita; explota totalmente y su intensidad no puede ser graduada. Del mismo modo, la energía la tente de un nervio se descarga por cualquier estímulo capaz de excitar la fibra. Las diferencias que existen en la reacción de un nervio no resultan de la distin ta energía descargada por una fibra sino que depen den del número de fibras que han entrado en ac tividad. Un estímulo enérgico excita más fibras y despierta mayor número de ondas por segundo. El sistema nervioso ha sido comparado con un sistema telefónico. Los nervios, a semejanza de los cables tele fónicos, unen puntos distantes, y convergen en un cen tro común donde se establecen las conexiones como en un conmutador. Sin embargo, todas estas funciones son múltiples e interrelacionadas. Cada célula ner viosa influye sobre otras muchas, lo que hace enor memente complicado el sistema nervioso. Por ejem plo: los grandes nervios motores que controlan los músculos reciben energía de nervios sensitivos locales, de nervios de la médula espinal y del tronco cerebral LAS BASES BIOLÓGICAS 39 y de los del cerebelo. Todos estos nervios juntos de terminan cuándo debe ser activada la neurona. Así, la contracción de un músculo se basa sobre lo que podría mos llamar una discusión colectiva de todo el sistema nervioso, sobre el dinamismo de diversas fuerzas, pero nunca sobre un mecanismo estático de cualquier tipo que sea. La actividad del sistema nervioso nunca puede ser reducida a una simple neurona o a un centro locali zado. Actúa como un todo, y como penetra en todos los lugares del cuerpo es el organismo en su totalidad el que actúa conjuntamente. Bases eléctricas de la actividad psicológica Hacia mediados del siglo pasado se descubrió que lodos los tejidos vivos poseen características eléctricas mensurables en milésimas y millonésimas de voltio. En 1924, el neuropsiquiatra alemán Hans Berger con siguió grabar las oscilaciones del cerebro humano. Berger utilizó para este fin el electroencefalógrafo (abreviadamente: E.E.G.), aparato registrador que consiste en varios electrodos que se adhieren a la piel del cráneo y un amplificador que aumenta los efec tos de las corrientes cerebrales más de un millón de veces. Los experimentos realizados indican que los procesos eléctricos proceden de los cuerpos celulares nerviosos. El cerebro emite ondas que oscilan entre 20 y 150 millonésimas de voltio. Han sido observados cuatro tipos de ondas eléctricas cerebrales con dis tintas frecuencias: las llamadas ondas alfa, cuya fre cuencia normal, en el adulto, es de 8 a 13 por segun do; las ondas beta, cuya frecuencia es de 18 a 50 por segundo; las gamma, de amplitud más baja que las beta, y, por último, las ondas delta, que sólo aparecen cuando existe un tumor cerebral u otra formación anormal. La valoración de un electroencéfalograma se basa, 40 INTRODUCCIÓN A LA PSICOLOGÍA además de en la amplitud y la frecuencia, en el tiempo por ciento, o en la persistencia durante cier to tiempo de determinado tipo de ondas en un caso dado. Existen considerables diferencias entre diversos electroencefalogramas, hasta el extremo de que algu nos investigadores creen que puede distinguirse a un individuo de otro mediante sus ondas cerebrales, del mismo modo que se diferencian por sus huellas dacti lares. Los gemelos idénticos, pero no los gemelos fra ternales, muestran marcadas semejanzas del electro encefalograma, lo que indica la naturaleza hereditaria de los procesos eléctricos. Las diferencias individua les del electroencéfalograma disminuyen considera blemente durante el sueño o la narcosis y aun durante el reposo, mientras que cualquier actividad aumen ta esas diferencias. La correlación entre las carac terísticas del electroencéfalograma y los tipos de personalidad no ha sido todavía satisfactoriamente establecida, aunque parece existir. En los tipos es quizoides las ondas son más irregulares, mientras en los maníaco depresivos son más constantes. Los estímulos repentinos y la concentración mental inhi ben o cambian la forma de las ondas, pero las re peticiones o la preparación del sujeto para ciertos estímulos sensoriales disminuyen los efectos del cam bio. Los estados emocionales tienden a hacer dismi nuir la frecuencia de las ondas alfa y el shock, el miedo, la perplejidad, aunque puramente imaginarias, producen un bloqueo del ritmo. La temperatura, la actividad glandular y el metabolismo tienden a modi ficar el ritmo alfa. Los toxicómanos, los alcohólicos y los epilépticos presentan ondas características. Al parecer se presentan trastornos eléctricos antes de que aparezca cualquier síntoma evidente de trastorno mental, habiéndose podido pronosticar psicosis y neu- rosis mediante el electroencéfalograma realizado en niños. Los distintos tipos de ondas eléctricas y su depen dencia de los procesos psíquicos, especialmente de las 41LAS BASES BIOLÓGICAS emociones, indican una relación entre los procesos (léctricos y la personalidad. El pensamiento que atra- v ¡esa nuestra mente es como el destello de un relám pago debido a la actividad eléctrica de las células. El Dr. B. Libet y R. W. Gerard, de la Universidad de Chicago, han dado cuenta recientemente de sus ob servaciones, de las cuales se deriva que cada célula rehace su propia carga eléctrica semejante a la que se desarrolla en las nubes tormentosas y, como el re lámpago, la descarga sobre las células contiguas. Los SENTIDOS La característica más importante del desarrollo es la diferenciación. El organismo más simple no está dife- renciado*en los diversos órganos sensibles sino que lodo su cuerpo es igualmente sensible a los estímulos mecánicos, químicos y eléctricos así como al calor, al frío y a la luz. En los organismos más evolucionados estas reacciones están diferenciadas y coordinadas con ciertas partes del cuerpo. Las sensaciones han sido clasificadas en tres gru pos básicos: las extraceptoras, que reciben el estímulo del exterior, como el ojo, el oído etc.; las intracep- toras que lo reciben de dentro, como el estómago, lospulmones, los intestinos etc., y las proprioceptoras, localizadas en el cuerpo mismo y que reciben los es tímulos por el movimiento de sus partes como los músculos, huesos, articulaciones etc. Una característi ca de los extraceptores es la de percibir a distancia, por lo que mediante ellos el organismo se adapta al ambiente. Los órganos de los sentidos gradúan el estímulo como los instrumentos de medida. Su sensi bilidad depende de tres factores: 1) la función selec tiva, que está adaptada a determinada clase de es tímulos; 2) su grado de impresionabilidad, y 3) su respuesta a distintas intensidades y diversas varieda des de estímulos. 42 INTRODUCCIÓN A LA PSICOLOGÍA En relación con los órganos de los sentidos debe mos distinguir entre sensación y percepción. Estos órganos son receptores de estímulos y sólo nos dan sensaciones, las cuales se transforman en percepciones en el cerebro. Todos los órganos de los sentidos co laboran entre sí. Si una mosca nos zumba alrededor de la cabeza, la vemos, la oímos y la sentimos al mismo tiempo; la visión, el oído y el tacto funcionan a la vez. El lenguaje utiliza a menudo las mismas palabras para describir sensaciones de diferentes ór ganos. Por ejemplo: “aspereza” y “suavidad” pueden referirse a la vista, al oído y al tacto. La intensidad se puede experimentar con todos los sentidos. Visión. En principio, el ojo es muy semejante al mecanismo de una cámara fotográfica (fig. 8). La retina es la película, tanto el ojo como la cámara poseen lentes, la pupila es como el diafragma, la esclerótica del globo del ojo es como la caja de la cá mara. El ojo contiene en el iris pequeños músculos que regulan el tamaño de la pupila permitiendo la entrada de la cantidad conveniente de luz. Tras la pu- LAS BASES BIOLÓGICAS 43 pila está situado el cristalino, mecanismo elástico, semejante a la lente de la cámara fotográfica, que ('nfoca el ojo hacia los objetos próximos o lejanos. La elasticidad del cristalino se mantiene tensa mediante un anillo de fibras radiales que, a su vez, son contro ladas por un anillo de tejido muscular: el músculo ciliar. El cristalino dirige los rayos luminosos hacia la retina, donde se forma la imagen. La córnea, cu bierta dura y transparente, está situada por delante de la pupila y el iris, combada hacia delante, de modo que refracta los rayos luminosos que pasan a través de ella. Detrás del cristalino está la retina, finísima membrana que contiene las células sensitivas y ner viosas. Las primeras son de dos clases: los bastones, que sólo son sensibles a la luz o a la oscuridad, y los conos, sensibles solamente al color. Los bastones es tán localizados en los bordes de la retina mientras los conos se localizan en una ligera depresión casi central llamada fóvea. Ésta, con los conos, constituye el centro de la visión a la luz, pero es casi insensible en la oscuridad. Existe, sin embargo, una acción de los bastones que permite que la retina pueda adap tarse más en la oscuridad. La teoría cromática de Young y Helmholtz57 se basa en el hecho de que todos los colores pueden obtenerse mediante una mezcla del rojo, el verde y el azul. Se supone, pues, que la retina sólo reacciona ante estos tres colores primarios y que los demás se obtienen por una mezcla de las respuestas básicas. Sin embargo, esta teoría no puede explicar algunos fenómenos como, por ejem plo, el hecho de que el color amarillo es visto por los sujetos que padecen daltonismo, mientras no distin guen el rojo del verde.85 Hay otros muchos fenómenos que no pueden ser explicados por una teoría estática, como, por ejem plo, el hecho de que, a la percepción, las formas per manezcan iguales a pesar de cambiar las sensaciones de iluminación, color, tamaño y posición. Distinto de la máquina, el receptor óptico mantiene la constancia 44 INTRODUCCIÓN A LA PSICOLOGÍA y la continuidad de las impresiones. Observemos lo que ocurre en la proyección de una película cinema tográfica: lo que se proyecta en la pantalla es una serie de fotografías estáticas y la impresión de movi miento se deriva del encadenamiento de las series en distintas posiciones. El receptor óptico establece rela ciones y enfoca los elementos dinámicos y no los está ticos. 15 57 El complicado fenómeno de la percepción será expuesto en otro capítulo (véase p. 50 y si guientes) . Oído. El órgano del oído se parece al de la vista en que ambos son receptores de ondas (fig. 9). Se com pone de tres partes principales: el oído externo, que funciona como un colector de ondas; el medio, que las transforma, y el interno, que es un receptor sensible. Las ondas sonoras, percutiendo la membrana del tím pano ponen en movimiento tres huesecillos que for man el oído medio, los cuales transmiten la vibración al oído interno. En este último está situada la cóclea, llamada también caracol por su forma espiral, que está llena de un líquido salino, y la membrana basilar, que contiene las células sensoriales, provistas de finí simos filamentos que, como cuerdas de un piano, reaccionan a cada vibración. Helmholtz aplicó al oído su “teoría del piano” semejante a su hipótesis mecánica del ojo. Según esta teoría cada elemento de la membrana basilar sólo respondería a la vibración con la que estuviese sinto nizada y debido a esta sintonización fija el individuo distinguiría las distintas vibraciones como sonidos di ferentes. Los experimentos con el conejillo de Indias parecen apoyar esta opinión. M. Aupton expuso con tinuamente a estos animales al mismo tono y observó que llegaban a quedarse sordos para tal vibración, debido a que ciertas células ciliadas de la membrana basilar habían degenerado. De nuevo se siente uno inclinado a considerar el oído como una máquina con elementos fijos de locali- 45LAS BASES BIOLÓGICAS zación. Pero, al igual que ocurre con el cerebro y con el ojo, se producen en el oído ciertos fenómenos que no encajan en una explicación niecanicista. En primer lugar: ¿qué es lo que oímos? ¿longitudes de onda o sonidos? Así como disponemos en cierta forma la longitud de las ondas luminosas, así también organi zamos las vibraciones sonoras y, al escuchar música, no oímos una suma de sonidos, sino una pauta inte grada. La teoría de las estructuras (Gestalt) apoya uno de sus puntos básicos señalando que cuando una pieza de música se transporta (por ejemplo, para otro instrumento) se entiende como la misma pieza aunque cada uno de sus elementos haya cambiado. Cuando varias personas hablan al mismo tiempo entendemos y diferenciamos las voces de cada una aunque to das las vibraciones lleguen al oído confundidas unas con otras. Así pues, el órgano del oído no reacciona como una máquina sino con cualidades organizadoras. P. T. Young realizó el experimento de colocar en cada oído de una persona un tubo que dando la vuel ta por encima de la cabeza termina en un receptor colocado cerca del oído opuesto, de tal modo que se oyen con un oído los estímulos que deberían oírse 46 INTRODUCCIÓN A LA PSICOLOGÍA con el otro. El sujeto al que se ha colocado este dis positivo tiene una transposición completa de los soni dos, ya que cuando oye un sonido hacia la derecha el objeto que lo produce está situado a la izquierda y viceversa. Mientras el sujeto tiene los ojos cerrados durante el experimento, la localización invertida no cambia, pero ocurre a menudo que, cuando abre los ojos, recobra la percepción y orientación normales. La percepción visual corrige el error auditivo demos trando la interacción entre los distintos sentidos y la adaptación orgánica contraria a la fijeza mecánica. Cuando se retira el instrumento el sujeto vuelve inme diatamente a establecer la localización normal. Una adaptación semejante ocurre con la visión cuando cambian las condiciones. El oído, como el ojo, no sólo recibe estímulos sino que es también capaz de apreciar distancias. Las fun ciones de este órgano son múltiples;no sólo oye so nidos separados sino que diferencia ruidos y tonalida des y es capaz de sintetizar integrando sonidos sim ples en un conjunto. Por último, el sentido del equi librio está también situado en el oído. La posición en el oído interno de unas concreciones llamadas otoli- tos, que influyen en los finos filamentos receptores, nos permite conocer la posición de la cabeza y la sen sación de nuestros movimientos. Una lesión del oído interno puede afectar el sentido del equilibrio y cuan do se hace a una persona girar rápidamente sobre sí misma los efectos que esta rotación produce en el oído interno dan lugar a la sensación de vértigo. Sin em bargo, esta función no forma parte del sentido auditivo. Olfato. Comparado con la visión y el oído, el sentido del olfato ocupa un lugar secundario en la mayor par te de los seres humanos. Los llamados receptores olfa torios están situados tan profundamente en la nariz que se hace difícil realizar experimentos con ellos. H. Henning 58 limita los olores a seis factores bási cos, a saber: a especias, fragante, etéreo, resinoso, pú- LAS BASES BIOLÓGICAS 47 trido y chamuscado. Como los demás órganos de los sentidos, el del olfato tiene la facultad de analizar y sintetizar, existiendo también una adaptación alfatoria. Gusto. En íntima relación con el sentido del olfato está el del gusto. Algunas cualidades que se suponía eran propias del gusto pertenecen, en realidad, al olfato. Los sabores primarios son el amargo, el dulce, el ácido y el salado. El gusto está también relacionado con las sensaciones dolorosas y táctiles; por ejemplo: un sa bor cáustico puede hacerse doloroso y un sabor suave da una sensación táctil. Así, el sentido del gusto es un fenómeno muy complejo, basado también en la inte gración de varios estímulos cuyos efectos no son el resultado de una suma sino de la integración en una unidad. Los receptores del gusto son las papilas de la superficie lingual, de las cuales unas están adaptadas para una sola sensación gustativa mientras otras lo están para dos o tres. Sin embargo, los verdaderos receptores gustativos, los botones gustativos, están si tuados en pequeñas depresiones bajo la superficie de la lengua. Hay muchas substancias que dan la sensa ción de un sabor y de ahí ciertas dudas acerca de la naturaleza de un estímulo. También en el sentido del gusto se observan los fenómenos de adaptación y de contraste. Así, sabemos que una naranja nos re sulta más ácida después de comer un caramelo, pero más dulce después de un limón. El sentido del tacto. Las sensaciones de calor y frío, de aspereza y suavidad, de cosquilleo, de picor, etc., pertenecen al sentido del tacto.101 Si, pasamos un lápiz sobre la piel notamos en ciertos puntos una sensación de frío; utilizando un estímulo cuya temperatura sea un poco más elevada que la de la piel experimentare mos la sensación de puntos calientes y, por último, usando un objeto agudo sentiremos en los llamados puntos dolorosos una impresión de dolor. Con la pun ta de un cabello podemos encontrar en la piel ciertos 48 INTRODUCCIÓN A LA PSICOLOGÍA puntos táctiles que nos dan la sensación del tacto. Vemos, pues, que se encuentran en la piel receptores para el frío, el calor, el dolor y el tacto. Sin embargo, también en este caso son raras las sensaciones aisla das, siendo más frecuentes las sensaciones combinadas en distintas formas; así, las de calor y frío pueden despertar también dolor. Además, cada sensación pue da adoptar diferentes tipos y, por ejemplo, el dolor puede sentirse como escozor, pinchazo, punzada etc. Los puntos sensibles de la piel presentan también un fenómeno paradójico, por ejemplo: si se aplica un estímulo sumamente frío puede dar la sensación de calor. También hay sensaciones paradójicas de dolor, ya que el dolor puede ser agradable o desagradable; el picor de una especia sobre la lengua y ciertas sen saciones táctiles, siendo fundamentalmente dolorosas, se experimentan como placenteras. El sentido kinestésico y otros sentidos. Los cinco sen tidos que acabamos de describir fueron tenidos hasta hace poco como los únicos en el hombre. Actualmen te, aunque no sabemos exactamente cuántos sentidos posee el hombre, sí sabemos que son más de cinco. Uno de ellos es el sentido muscular, mediante el cual apreciamos un peso que sostenemos en la mano. Se han encontrado órganos sensoriales en los músculos, tendones y articulaciones. Este sentido, llamado ki nestésico o del movimiento, indica la posición de las extremidades y la progresión del movimiento cuando desarrollamos alguna actividad. Tenemos, además, sensaciones orgánicas como el hambre, la sed, la náusea etc., y otras de carácter indefinido que parecen influir en nuestra sensación de bienestar o de depresión. El sentido que produce la llamada percepción extrasensorial, tal como la tele patía, no es un fenómeno normal ni frecuente y per tenece al capítulo de la psicología anormal * (véase pág. 187). ♦ En preparación por el mismo autor: Normal or Abnormal ? LAS BASES BIOLÓGICAS 49 Aunque cada órgano sensorial es un receptor para determinados estímulos y está formado como una com plicada máquina para reaccionar ante estímulos sepa rados, en realidad todos los sentidos funcionan ínti mamente ligados y algunos pueden sustituir par cialmente a otros. Los ciegos sustituyen con el tacto su falta de visión, leen con las manos tan bien como nosotros con los ojos y no por pasos sucesivos, sino también con la percepción de una unidad. Los impre sos para ciegos están formados por elevaciones punti- forrnes del papel y, cuando el ciego percibe la im presión de una palabra con su mano izquierda, la derecha, explorando la que sigue, integra las pala bras en la unidad de una frase. En las personas ciegas el sentido del tacto puede desarrollar enormemente la recepción de vibraciones. Las ondas sonoras, refle jándose en los objetos pueden servir para localizar la posición de éstos como hacen los aparatos de radar. La historia de Helen Keller, ciega y sorda, constituye el caso más fantástico del éxito conseguido exclusiva mente mediante el alto desarrollo del sentido del tac to. La vida de esta mujer demuestra que el ser hu mano es capaz de percibir el mundo óptico y acústico aun cuando carezca de los órganos específicos y de muestra que una función (en este caso el sentido del tacto) posee inimaginables posibilidades latentes. Todo lo cual demuestra también que el organismo no funciona mediante normas rígidas como una máquina. III LA PERCEPCIÓN Percepción e interpretación El objetivo principal de los esfuerzos técnicos del hom bre es perfeccionar las funciones del organismo por medios artificiales. Ejes, tijeras, arpones, etc. sir ven para aumentar las actividades manuales; la rueda para extender el movimiento de sus piernas; los ante ojos, los telescopios y las cámaras fotográficas para corregir las cualidades visuales y así sucesivamente. Después de haber inventado mecanismos que traba jan con más eficiencia que las funciones orgánicas, el hombre considera sus órganos como máquinas im perfectas. Del’mismo modo que una máquina trabaja en determinada forma con un material dado, así se suponía que la máquina humana estaba similarmente formada en cada cuerpo. Desde este punto de vista, la percepción es, sim plemente, un acto. De acuerdo con un viejo e ingenuo concepto, los nervios conducen las imágenes o pro piedades del objeto al cerebro donde distintas máqui nas registran los estímulos procedentes del exterior. La percepción es el acto físico de recibir impresiones sensoriales, es decir, de registrar la reflexión de la luz o, para ser más exactos, las ondas luminosas, de regis trar las ondas sonoras, tle responder con una sensación cuando se tocan las llaves que marcan “frío”, “calor” o “dolor”. Pero el acto de la percepción es mucho más complicado. El cerebro es no solamente una máquina registra
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