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Metabolismo bacteriano El metabolismo bacteriano se refiere a cómo las bacterias obtienen y utilizan energía para llevar a cabo sus funciones vitales. Hay varias formas en las que las bacterias procesan nutrientes para obtener energía: 1. Fermentación: La fermentación es un proceso anaeróbico en el que las bacterias descomponen parcialmente los compuestos orgánicos, como azúcares, para obtener energía. Aunque es menos eficiente que la respiración, la fermentación es rápida y puede ocurrir en ausencia de oxígeno. Produce productos finales como ácido láctico, etanol, ácido acético y gases como el dióxido de carbono. Ejemplos incluyen las bacterias lácticas utilizadas en la producción de yogur y queso. 2. Respiración Aeróbica: En la respiración aeróbica, las bacterias utilizan oxígeno como aceptor final de electrones en una cadena de transporte de electrones en la membrana celular. Este proceso es altamente eficiente y produce una gran cantidad de ATP. Los compuestos orgánicos, como glucosa, se descomponen completamente en dióxido de carbono y agua, liberando energía. Ejemplos de bacterias aeróbicas incluyen muchas especies comunes en el suelo y en ambientes acuáticos. 3. Respiración Anaeróbica: Las bacterias que realizan la respiración anaeróbica utilizan aceptores de electrones distintos del oxígeno para la cadena de transporte de electrones. Pueden utilizar nitratos, sulfatos o incluso compuestos como el hierro como aceptores de electrones. Esto les permite obtener energía en ausencia de oxígeno. Algunas bacterias anaeróbicas son importantes en la descomposición de materia orgánica en ambientes donde el oxígeno es limitado, como en sedimentos de lagos y océanos. 4. Fotosíntesis Bacteriana: Las bacterias fotosintéticas son capaces de capturar la energía de la luz y utilizarla para sintetizar compuestos orgánicos a partir del dióxido de carbono y el agua. A diferencia de las plantas, utilizan pigmentos como la bacterioclorofila y otros pigmentos fotosintéticos para capturar la luz. Algunas bacterias fotosintéticas liberan oxígeno como subproducto, mientras que otras no lo hacen y, en cambio, generan azufre elemental. Ejemplos de bacterias fotosintéticas incluyen las cianobacterias y las bacterias púrpuras y verdes. En resumen, el metabolismo bacteriano es diverso y adaptativo, permitiendo a las bacterias sobrevivir en diversos ambientes y utilizar una amplia variedad de fuentes de energía. Ya sea a través de la fermentación, la respiración aeróbica o anaeróbica, o la fotosíntesis bacteriana, estas estrategias metabólicas les permiten a las bacterias mantener sus funciones celulares esenciales y prosperar en una variedad de nichos ecológicos.
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