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ESCUELA HOY16 EDUCACIÓN INTERCULTURALEDUCACIÓN INTERCULTURAL Y EDUCACIÓN FÍSICA.Y EDUCACIÓN FÍSICA. Vivimos en un mundo cada vez más global en el que un gran número de personas abandonan, por diferentes razones, sus lugares de procedencia y se asientan, temporal o definitivamen- te, en otros países más o menos aleja- dos geográficamente del suyo. Países con patrones culturales muy diferentes a los propios. La convivencia en un mismo espacio físico de poblaciones con culturas diversas recibe el nombre de multiculturalidad y no es necesario hacer grandes estudios para compren- der que nuestra sociedad tiende a ser, cada vez, más multicultural. En una sociedad multicultural pue- den generarse conflictos que derivan, en muchas ocasiones, de la percepción y el desconocimiento cultural que los grupos autóctono e inmigrante o mino- ritario se tienen mutuamente, lo cual genera una serie de estereotipos, pre- juicios y rechazos que se reflejan en la sociedad y, con bastante frecuencia, también en la escuela (Amani, 1994). Desde la perspectiva de la cultura de la paz, la respuesta de la escuela a esta situación es la Educación Intercultural, que parte de considerar la multicultu- ralidad como un hecho presente en nuestra sociedad actual; pero, donde esta diversidad, lejos de significar una amenaza hacia la propia identidad cul- tural, favorece el enriquecimiento de nuestra cultura y se convierte en un factor positivo para el desarrollo de individuos y sociedades. Desde este punto de vista, desde la Educación Física podemos favorecer en nuestras clases la percepción del "otro" de manera positiva y el rechazo de toda actitud discriminatoria, en un contexto de igualdad y de respeto a la diferencia. En este sentido, nuestro primer objetivo es encontrar un ele- mento que nos permita relacionar, de forma natural, el área de Educación Física y la Educación Intercultural. Este nexo debe ser, sin duda algu- na, el conocimiento y el análisis de las manifestaciones motrices de las diversas culturas existentes y su interrelación con las de la cultura autóctona. De hecho, la Educación Física tiene en las manifestaciones cul- turales motrices de los pueblos una de las bases antropológicas que le pro- porciona justificación como ciencia aplicada a la educación (Granda, 1995). Es más, algunos autores comienzan a acuñar el concepto de etnomotricidad para referirse al con- junto de las manifestaciones motrices de una cultura determinada. Desde el estudio de la motricidad cultural de los pueblos intentaremos profundizar en otros aspectos que favorezcan en nuestro alumnado el conocimiento, la aceptación y la valo- ración de las distintas culturas existen- tes en nuestro planeta como una apuesta por la diversidad cultural y el interculturalismo como medio de enri- quecimiento común, uno de los pilares de la cultura de la paz. LOS JUEGOS MULTICULTURALOS JUEGOS MULTICULTURA-- LES COMO RECURSO EN EDULES COMO RECURSO EN EDU-- CACIÓN FÍSICA.CACIÓN FÍSICA. Uno de los principales puntos en común de los niños y niñas de diferen- tes culturas es el juego. El juego es un medio para que el niño aprenda las normas culturales y los valores de una sociedad. Los distintos tipos de juego que los niños y niñas practican son un reflejo de la cultura en la que viven. Así, por ejemplo, hasta hace bien poco los juegos tradicionales infantiles en algunas etnias de Papua Nueva Guinea se caracterizaban por la ausencia de ganadores y perdedores (Orlick, 1990). Todo lo contrario sucede en los juegos actuales de nuestra sociedad occidental donde la competición se convierte en muchos casos en un ele- mento esencial. Recuperar una serie de juegos motores de diferentes luga- res del mundo e introducirlos, conve- nientemente estructurados, en las cla- ses de Educación Física puede supo- ner para nuestro alumnado el acceso a otras formas no sólo de jugar sino también de pensar y de actuar. Desde la práctica de los juegos es posible establecer elementos de com- paración con otros que nuestro alum- nado practica en su tiempo de ocio, ¿en qué se parecen?, ¿en qué se dife- rencian?, ¿qué materiales varían?, ¿cómo podemos modificarlos?, etc. Encontraremos que muchos de los jue- gos recogidos son similares a otros que ya conocemos. Algunos parecen simplificaciones de otros, variantes derivadas de la adaptación del juego a una serie de condiciones como pueden ser la ausencia de un material deter- minado y su sustitución por otro o la eliminación del mismo, la adecuación a un espacio de juego concreto o la adaptación para favorecer el juego cuando el número de jugadores es superior o inferior al habitual. La bús- queda de similitudes y de diferencias entre los juegos recogidos y los que conocemos y practicamos habitual- mente en nuestra escuela, así como un análisis más profundo de los diversos contextos culturales de los que proce- den los juegos recopilados, nos debe facilitar un mayor conocimiento de otras formas de vida, ni mejores ni peores que la nuestra, simplemente distintas (Velázquez, 1999). La fabricación de útiles para la práctica de los juegos a partir de ele- mentos a nuestro alcance, la mayor parte de las veces considerados inser- vibles, puede familiarizar a nuestro alumnado con algunos hechos deriva- dos de la sociedad de consumo en la que estamos inmersos y hacerle com- prender cómo ésta también repercute en las formas de jugar. En definitiva, tomando el juego como eje conductor, un eje cercano y consecuentemente motivador para nuestro alumnado, se pueden derivar una serie de propuestas orientadas a favorecer el conocimiento y la valora- ción de otros contextos culturales, al tiempo que estudiamos el propio. Los juegos del mundo como recurso en Educación Física ESCUELA HOY 17 PARA PONER ENPARA PONER EN PRÁCTICAPRÁCTICA Describimos a continuación algu- nos juegos recopilados en diferentes lugares del mundo por si pudieran ser de utilidad a otros compañeros y com- pañeras en sus clases. Entre seis y ocho jugadores forman un círculo uniendo sus manos. Otro jugador se la queda y se aleja del cír- culo formado. Cada uno de los del cír- culo se pone entonces el nombre de una fruta, varios jugadores pueden tener el mismo nombre. Cuando lo han hecho llaman al que se la queda, el cual se acerca al círculo y dice: "Alla frutta... (y un nombre de fruta)" (A la fruta...). Si alguien de los que forman el círculo tiene ese nombre grita "Sono io" (Soy yo). En ese instante el que se la queda trata de tocar a ese jugador (o jugadores) y el círculo trata de impe- dirlo girando a un lado y a otro. Cuan- do el jugador es tocado pasa a quedár- sela reiniciándose el juego. Si durante este proceso el círculo se rompiera, el que se la queda elige a uno de los dos jugadores que separa- ron sus manos para que se la quede. [Registrado en Turín (Italia) el 13 de mayo de 1998] Los jugadores se dividen en dos equipos que se colocan a uno y otro lado de la línea trazada. Unos son los buenos espíritus y otros los malos espíritus. Unos y otros estiran sus bra- zos tratando de agarrar a alguien del otro equipo para pasarle a su campo. Los buenos espíritus pueden formar una cadena, unos tras otros, o ayudar- se; los malos espíritus no son capaces de cooperar y sólo pueden tratar de atraer a un buen espíritu hasta su campo de forma individual. El juego se desarrolla con los participantes pasan- do a uno u otro bando y finaliza cuan- do todos los jugadores forman parte del mismo grupo. [Registrado en la escuela de un poblado Padang, al norte de Tai- landia, el 22 de agosto de 1997] Entre seis y diez jugadores se reparten en dos equipos. Un equipo defiende y forma una torre colo- cando varias latas una sobre otra, aproximadamente a un metro de una pared. Todos los jugadores se sitúan entonces detrás de una línea trazada en el suelo. Los jugadores del equipo que ataca lanzan, uno tras otro, la pelota tratan- do de derribar la torre de latas. Si ninguno lo consi- gue, ambos equipos intercam- bian sus papeles, reiniciándose el juego. Si, por el contrario, algunode los jugadores logra derribar alguna de las latas el juego se desarrolla de la siguiente manera: - Los jugadores del equipo defensor tratan de dar con la pelota a alguno de los jugadores del equipo atacante, para ello pueden correr con la pelota o pasársela unos a otros. Todo jugador atacante que sea toca- do por la pelota va a una zona muerta y espera la finalización de esta fase del juego. - Los jugadores del equipo atacante tratan de volver a construir la torre, esto lo pueden hacer en una o en varias tentativas. Si lo logran salvan a todos sus compañeros y el juego se reinicia de la misma forma; en caso de que todos hayan sido envia- dos a la zona muerta el juego se rei- nicia con ambos grupos intercam- biando sus papeles. [Registrado en Erfoud (Marrue- cos) el 8 de julio de 1999] Carlos Velázquez Callado AMANI COLECTIVO (1994): "Educa- ción Intercultural. Análisis y resolución de conflictos". Ed. Popular. Madrid. AMORÓS, A. Y PÉREZ, P. (1993): "Por una Educación Intercultural". M.E.C. Madrid. CHANAN, G. y FRANCIS, H (1984): "Juegos y juguetes de los niños del mundo". Ed. Serbal-Unesco. Barcelona. GIRÁLDEZ, A. Y PELEGRÍN, G. (1996): "Otros pueblos, otras culturas. Música y juegos del mundo". M.E.C. Madrid. GRANDA, J., DOMÍNGUEZ, R. y EL QUARIACHI, S. (1995): "Juegos popu- lares de la cultura bereber". Ayunta- miento de Melilla. Melilla. GRANDA, J., DOMÍNGUEZ, R. y EL QUARIACHI, S. (1999): "El juego popu- lar y tradicional como mediador intercul- tural". CIMS 97. Barcelona. MANIOTTI, P. (1997): "Il mondo in gioco". Gruppo Abele. Turín. MURPHY, S. (1996): "The teacher's handbook of multicultural games chil- dren play". Robbie Dean Press. Detroit. ORLICK, T. (1990): "Libres para cooperar, libres para crear". Paidotribo. Barcelona. RODRÍGUEZ, M. (1995): "La educación para la paz y el interculturalismo como tema transversal". Oikos-tau. Vilassar de Mar. VELÁZQUEZ, C. (1999): "Juegos de otros pueblos, países y culturas". La Peonza Publicaciones. Valladolid. ALLA FRUTA (Italia) CHAK-KA-YER (Tailandia) JLAL (Marruecos) PARA AMPLIAR LA INFOR- MACIÓN
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