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Incidencia del nivel educativo en pruebas de Fluencia verbal Fonológica y Semántica en población jóven de la provincia de Buenos Aires

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​ ​Facultad de Psicología 
 ​Universidad de Buenos Aires 
 
 
TESIS DE GRADO 
Incidencia del nivel educativo en pruebas de 
Fluencia verbal Fonológica y Semántica en 
población jóven de la provincia de Buenos 
Aires. 
 
 
 
 
Alumna: Brovia, Paula Soledad 
L.U.: 372260550 
Tutora: Dra. Fiorentini, Leticia 
DNI tutora: 26.571.716 
Firma tutora: 
 
Área temática: Neuropsicología Clínica 
 
 
 
Buenos Aires, Argentina 
2018 
 
 
1 
 
 
 
ÍNDICE 
 
1. RESUMEN…………………………………………………………………………4 
2. INTRODUCCIÓN………………………………………………………………….5 
 2.1. Fluencia verbal……………………………………………………………….5 
 2.1.1. Origen de las pruebas de Fluencia Verbal……………………………...6 
 2.1.2. Prueba de Fluencia Verbal Fonológica………………………………….7 
 2.1.3. Prueba de Fluencia Verbal Semántica…………………………………..7 
2.2. Incidencia del nivel educativo en las pruebas de Fluencia Verbal 
Fonológica y Semántica………………………………………………………….8 
2.3. Incidencia del nivel educativo en la prueba de Fluencia Verbal 
Fonológica……………………………………………………………………...….9 
2.4. Incidencia del nivel educativo en la prueba de Fluencia Verbal 
Semántica………………………………………………………………………...10 
3. OBJETIVOS E HIPÓTESIS……………………………………………………..11 
4. MÉTODO………………………………………………………………………….12 
 4.1. Diseño…………………………………………………………………..12 
 4.2. Muestra…………………………………………………………..…......12 
 4.3. Instrumentos……………………………………………………..….….13 
 4.4. Análisis de los datos………………………………………....…...…...14 
 5. RESULTADOS…………………………………………………………………...14 
 6. DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES…………………………………………….. 16 
 7. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS………………………………………….. 19 
 8. ANEXOS…………………………………………………………………………. 25 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
2 
 
 
 
Agradecimientos: ​Agradezco profundamente a mis padres y a mi hermana por 
haberme sostenido en este largo camino, a mi pareja por su apoyo incondicional, a 
mis compañeros de la Práctica Profesional “Neuropsicología Práctica: Técnicas de 
evaluación” del Hospital Fernández, y a la Dra. Leticia Fiorentini por su dedicación 
en su rol como tutora para poder llevar a cabo la presente tesis de grado. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
La presente tesis sigue los lineamientos del 
Manual de estilo de la APA, 6ta. Edición. 
 
3 
 
 
 
1. RESUMEN 
 
El presente estudio fue diseñado para explorar la incidencia del nivel 
educativo en el rendimiento de las pruebas de Fluencia Verbal Fonológica (FVF) y 
Fluencia Verbal Semántica (FVS). Las pruebas se administraron a una muestra de 
39 adultos jóvenes argentinos, conformada por grupos acorde a 3 niveles de 
escolaridad: sujetos con 7 años de educación formal (n=13), sujetos con 12 años 
(n=13) y sujetos de 13 a 17 años inclusive (n=13). Los mismos fueron denominados 
primario, secundario y terciario, respectivamente. 
En particular, se observó si se encontraban diferencias estadísticamente 
significativas entre los grupos en el rendimiento en las pruebas de FVF y FVS. 
Acorde a lo esperado, ​los resultados obtenidos sugieren que el ​rendimiento en             
ambas pruebas incrementa acorde al aumento del nivel educativo, siendo que los 
sujetos del grupo terciario obtuvieron mayores puntajes que los del secundario y 
primario, y los de secundario mayores que con respecto a los de primario. Contrario 
a la literatura abordada, se encontró que la FVS presenta mayor sensibilidad a los 
efectos del nivel educativo que la FVF. Por otra parte, se buscó establecer valores 
normativos para ambas pruebas, lo que aportaría datos útiles para el desarrollo de 
futuras investigaciones que aborden una población adulta joven argentina. 
 
 
 
Palabras clave: Capacidad de Fluencia Verbal, Prueba de Fluencia Verbal                   
Fonológica, Prueba de Fluencia Verbal Semántica, Nivel Educativo. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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2. INTRODUCCIÓN 
 
2.1. Fluencia verbal 
 
La fluencia verbal es la capacidad de producir un habla espontáneamente 
fluida, sin excesivas pausas o fallas en la búsqueda de palabras (Butman, Allegri, 
Harris y Drake, 2000). Esta aptitud se explora a través de dos pruebas que 
requieren que los sujetos evaluados produzcan tantas palabras como sea posible, 
fonológica y/o semánticamente, y en un tiempo limitado que habitualmente es un 
minuto. La prueba de fluencia verbal fonológica (FVF) implica generar palabras que 
comiencen con una letra preestablecida por el examinador como, por ejemplo, que 
empiecen con la “p”. Mientras que en la prueba de fluencia verbal semántica (FVS) 
se pide producir palabras pertenecientes a una categoría específica; animales, 
frutas, ropa, transportes, etcétera (Ramírez, Ostrosky-Solís, Fernández y Ardila, 
2005). 
La pruebas de fluencia verbal son unas de las más utilizadas en el ámbito de 
la neuropsicología clínica y experimental. Esto se debe a que son rápidas y fáciles 
de administrar, y son sensibles al deterioro cognitivo de una variedad de etiologías 
(Mathuranath, et al., 2003). También, se emplean para evaluar el funcionamiento 
cognitivo después del daño neurológico (Henry y Crawford, 2004). En el ámbito 
clínico, se han observado déficits en fluencia verbal en pacientes con daño en el 
lóbulo frontal (Benton, 1968), enfermedad de Parkinson (Bayles, Trosset, Tomoeda, 
Montgomery, y Wilson, 1993), traumatismos craneoencefálicos (Axelrod, Tomer, 
Fisher, Aharon-Peretz, 2001), enfermedad de Huntington (Rosser & Hodges, 1994), 
demencia de tipo Alzheimer (Binetti et al., 1995) y enfermedades psiquiátricas como 
la esquizofrenia (Allen, Liddle, y Firth, 1993) y la depresión (Norris, 
Blankenship-Reuter, Snow-Turek, y Finch, 1995). En este sentido, también se ha 
reportado que permiten discriminar, mejor que muchas otras, entre pacientes con la 
enfermedad de Alzheimer temprano y los controles normales (Mathuranath, et al., 
2003). Así como también puede ser útil para distinguir la alteración cognitiva de la 
demencia, de la que se asocia a la depresión (Kronfol, Hamsher, Digre y Waziri, 
1978). Y, además, para predecir qué individuos con deterioro de la memoria 
 
5 
 
 
 
asociado a la edad tienen más probabilidades de desarrollar una demencia 
(Hanninen, et al., 1995). 
Diversos estudios postulan una clara diferenciación de los sistemas neurales 
involucrados, de acuerdo con el tipo de prueba de fluidez verbal solicitada (Labos, 
Trojanowski, Río, Zabala y Renato, 2013). Se ha reportado que la prueba fonológica 
implicaría especialmente una activación del lóbulo frontal (Coslett, Bowers, 
Verfaellie y Heilman, 1991) y de los procesos ejecutivos, ya que esta requiere una 
organización eficiente de recuperación verbal, así como aspectos de autocontrol de 
la cognición -el participante debe realizar un seguimiento de las respuestas que ya 
ofreció-, autoiniciación esforzada e inhibición de las respuestas cuando sea 
apropiado (Henry y Crawford, 2004). Mientras que la prueba semántica activaría el 
lóbulo temporal (Newcombe, 1969), siendo más dependiente de la integridad de la 
memoria semántica, que contiene la representación de nuestro conocimiento de 
objetos, hechos y conceptos así como las palabras y su significado (Henry y 
Crawford, 2004). 
Acorde a lo mencionado, el marco teórico desde el que se realizará el 
presente trabajo esel de la neuropsicología. Esta es una especialidad clínica que se 
ocupa del diagnóstico y el tratamiento de los problemas cognitivos, conductuales y 
emocionales que pueden ser el resultado de una disfunción cerebral conocida o 
sospechada. 
 
2.1.1. Origen de las pruebas de Fluencia verbal 
 
Las pruebas de fluencia verbal, tal como se las conoce en la actualidad, 
pueden remontarse al trabajo de Thurstone (1938) con la Prueba de Fluidez de 
Palabra, que formaba parte de la Prueba de Habilidades Mentales Primarias. Esta 
tarea requería que las personas escriban palabras que iniciaran con una letra 
específica, durante un periodo de tiempo relativamente largo; por ejemplo, 5 minutos 
para escribir todas las palabras posibles que comenzaron con la letra “s” 
(Tombaugh, Kozak y Rees, 1999). Entre los descendientes más directos de su 
paradigma están Bechtoldt, Benton, y Fogel (1962), y Fogel (1962), quienes 
desarrollaron la primera prueba de fluencia verbal de producción oral, donde se 
 
6 
 
 
 
utilizaban las letras “f”, “a” y “s” y el tiempo empleado en su administración era de 1 
minuto. Por otra parte, el primer intento de desarrollar normas para esta prueba fue 
hecho por Borkowski, Benton y Spreen (1967). Debido a esto Benton y sus colegas 
son generalmente acreditados por el desarrollo de una contraparte verbal para el 
procedimiento de Thurstone (Tombaugh et al., 1999). Finalmente, para este 
procedimiento se propone el nombre de Controlled Oral Word Association -COWA- 
(Ruff, Light, Parker y Levin, 1996) y fue incluido inicialmente como un subtest dentro 
de una batería de evaluación del lenguaje (Benton, 1969). 
En la literatura han sido registradas distintas modalidades de respuesta en 
fluencia verbal, que se diferencian en oral o escrita. Sin embargo, las versiones más 
actuales de la prueba implican generalmente una respuesta hablada en lugar de 
escrita y el tiempo limitado es de 60 segundos (Ratcliff, et al,. 1998). 
 
2.1.2. Prueba de Fluencia Verbal Fonológica 
 
La prueba de FVF consiste en que los sujetos produzcan la mayor cantidad 
de palabras posibles y diferentes, que comienzan con una letra del abecedario 
preestablecida por el examinador. Esto se le solicita a los sujetos evaluados, y se 
les otorga 60 segundos para llevarlo a cabo. Por su parte, el examinador tomará en 
cuenta todas las palabras que los sujetos generen, y el puntaje final de la prueba 
resulta de la suma de todas las palabras generadas que sean admisibles. 
Con respecto a las letras que se emplean en esta prueba, se observa que en 
la mayor parte de los estudios anglosajones se utilizan tanto las letras “f”, “a”, “s”, 
como “p”, “m” y “r”, siendo estas tres últimas las más adecuadas para el vocabulario 
español (Casals-Coll, et al., 2012). 
 
2.1.3. Prueba de Fluencia Verbal Semántica 
 
La prueba de FVS consiste en generar la mayor cantidad de palabras 
posibles pertenecientes a una categoría como: animales, frutas, ropa, transporte, 
verbos, entre otros (Ramírez et al., 2005). Para realizar esta tarea se le otorgan a 
 
7 
 
 
 
los evaluados 60 segundos como tiempo límite, y el puntaje total se obtiene de la 
suma de todas las palabras admisibles. 
Para evaluar la FVS se han propuesto diversas categorías, como son las de 
animales, frutas y verduras, utensilios de cocina, elementos en un supermercado o 
nombres de personas (Casals-Coll, et al., 2012) . Sin embargo, una revisión de la 
literatura muestra que la categoría que se emplea con mayor frecuencia es la de 
animales (Tombaugh et al., 1999). Esta selección se evidencia, por ejemplo, en 
investigaciones que involucran en un mismo estudio sujetos pertenecientes a 
distintas culturas, siguiendo la idea de que permite obtener resultados más 
homogéneos. Conforme a los estudios de Kempler, Teng, Dick, Taussig y Davis 
(1998), una de las razones por las que se emplea este campo semántico es por que 
se cree que el conocimiento de los nombres de animales puede variar menos entre 
diferentes grupos étnicos, en comparación con otras categorías utilizadas con 
frecuencia como, por ejemplo, artículos de supermercado. 
 
2.2. Incidencia del nivel educativo en las pruebas de Fluencia verbal 
fonológica y semántica 
 
Una gran cantidad de estudios de la literatura evidencian el efecto de ciertos 
factores sociodemográficos en el rendimiento de las pruebas de fluencia verbal, 
como la edad, el sexo, el nivel educativo, el idioma y el origen étnico, entre otros 
(Mathuranath, et al., 2003). 
Con respecto a la posible incidencia del sexo en las tareas de fluencia verbal, 
los resultados son controversiales; no son claros y han variado de un informe al otro 
(Mathuranath, et al., 2003). Los efectos de la etnicidad también lo son; mientras 
algunos autores reportan un impacto de la etnia sobre el número de palabras 
generadas (Gladsjo, et al,. 1999), en otros estudios (Kempler et al., 1998) las 
diferencias encontradas en el rendimiento fueron atribuidas a aspectos lingüísticos y 
no al impacto de la etnia. Otros factores, como el bilingüismo o la región geográfica, 
han sido abordados y podrían ejercer influencia sobre el rendimiento en fluencia 
verbal (Rosselli, et al., 2002). Pero son muchos también los estudios que evidencian 
un efecto consistentemente positivo del nivel educativo en la fluidez verbal 
 
8 
 
 
 
(Mathuranath, et al., 2003). De forma específica, se ha encontrado que el nivel 
educativo incide de forma significativa en el rendimiento de los sujetos en las 
pruebas de fluencia verbal (Rosselli, Ardila y Rosas, 1990; Crossley, D’ Arcy y 
Rawson, 1997; Kempler et al., 1998; Tombaugh et al., 1999; Troyer, 2000​; 
Mathuranath, et al., 2003; Casals-Coll, et al., 2012). En este sentido, según el 
estudio normativo realizado en Argentina por Butman et al. (2000), donde fueron 
evaluados 266 sujetos de habla hispana con edades de entre 18 y 86 años, a mayor 
nivel educacional, mejor es el rendimiento en las pruebas de FVF y FVS. Además se 
encontró que la edad, los años de escolaridad y el nivel cognitivo son predictores del 
rendimiento en ambas pruebas. Conclusiones similares fueron encontradas en las 
investigaciones realizadas por Mathuranath, et al. (2003), que evaluaron sujetos 
adultos residentes de la India, con un rango de edades de entre 55 a 84 años. Los 
autores concluyeron que los resultados en ambas pruebas aumentaban acorde al 
incremento del nivel educativo, incluso luego de controlar las variables edad y sexo 
(Mathuranath, et al., 2003). Estos hallazgos les permitieron establecer que la 
educación tiene un efecto independiente y positivo en ambas pruebas de fluencia y 
que no afecta una más que a la otra. Otro estudio llevado a cabo en España, que 
abordó una población de sujetos más jóvenes- de entre 18 a 49 años-, demostró 
también la influencia significativa del nivel educativo en ambas pruebas, y afirman 
un pico en el rendimiento en FVF entre los 30 y 39 años, con el consiguientedescenso en la mediana edad (Casals-Coll, et al., 2012). 
 
2.3. Incidencia del nivel educativo en la prueba de Fluencia verbal fonológica 
 
Varios estudios de la literatura, si bien reportan la incidencia significativa del 
nivel educativo en ambas pruebas de fluencia verbal, evidencian también un mayor 
efecto de esta variable sobre la prueba de FVF que con la FVS. Conforme a los 
estudios realizados por Rosselli et al. (1990), donde fueron evaluados sujetos de 
Colombia con edades de entre 16 a 65 años e incluyó sujetos analfabetos- sin 
educación formal- y profesionales, si bien el nivel educativo afecta el rendimiento en 
ambas pruebas, hay una interacción más significativa de esta variable con la FVF. 
Los autores hallaron una gran diferencia en el nivel de dificultad entre ambas 
 
9 
 
 
 
pruebas para el grupo de nivel educativo bajo: el rendimiento de estos sujetos fue 
superior en la prueba semántica que en la fonológica. Mientras que, para el grupo 
de alto nivel educativo, esta diferencia fue mínima (Rosselli et al., 1990). Resultados 
similares son evidenciados por Crossley et al. (1997) quienes concluyeron que si 
bien el rendimiento en FVF y FVS se ve incrementado con el nivel educativo, la 
prueba de FVF pareciera ser más sensible a sus efectos. Encontraron los sujetos 
con el nivel educativo más alto -13 años o más- produjeron el doble de palabras que 
aquellos con nivel educativo más bajo- 0 a 6 años-. Otro estudio realizado en la 
India, donde se evaluaron sujetos sanos de entre 34 a 55 años de edad, afirma 
también una interacción significativa del nivel educativo con la FVF más que con la 
FVS (Ratcliff, et al,. 1998), sugiriendo que esto se debe a la asociación entre la 
conciencia fonológica y la alfabetización de los sujetos. También se ha reportado 
que las medidas de fluencia verbal son diferencialmente sensibles a la edad y a la 
educación (Tombaugh et al., 1999), lo que indica que existe una mayor sensibilidad 
de la FVF a los efectos de la escolaridad y de la FVS a a los de la edad. 
 
2.4. Incidencia del nivel educativo en la prueba de Fluencia Verbal Semántica 
 
Varios estudios establecieron la correlación del nivel educativo sólo con la 
prueba de FVS (Kempler et al., 1998; Carnero, Lendínez, Maestre y Zunzunegui, 
1999; Ramírez et al., 2005). Según el estudio realizado por Kempler et al. (1998), 
tanto la edad como la educación son variables muy importantes que afectan la 
producción de nombres de animales, y los individuos más jóvenes y aquellos con 
más educación produjeron más nombres de animales que los participantes mayores 
y con menor nivel educativo. Otro estudio realizado en España, tras evaluar a 138 
sujetos con edades entre 55 a 80 años y con un nivel educativo estratificado en 0 
años de educación, menos de 5, de 5 a 10 y más de 10, encontró que los valores 
que se obtuvieron en FVS eran inferiores a otros grupos normativos publicados 
debido al bajo nivel educativo de esta población, afirmando una clara incidencia del 
nivel educativo en esta prueba (Carnero et al., 1999). Conclusiones similares fueron 
halladas por Benito-Cuadrado, Esteba-Castillo, Bohm, Cejudo Bolívar y 
Peña-Casanova (2002), quienes evaluaron sujetos de 18 a 65 años de edad, y 
 
10 
 
 
 
determinaron que el rendimiento en FVS es influenciado por los años de educación 
formal, pero también por la edad de los sujetos evaluados. Resultados semejantes 
fueron reportados en Argentina, siendo la edad y la escolaridad factores 
determinantes en la ejecución de la FVS, a diferencia de otras variables también 
evaluadas como la cultura de los examinados (Ramírez et al., 2005). 
 
Los estudios arriba descritos revelan la incidencia del nivel educativo en el 
rendimiento y algunos de ellos, a su vez, sugieren diferencia entre los dos tipos de 
prueba de FVF y FVS. Dado que no existe en nuestro medio estudios que aborden 
este aspecto en sujetos adultos jóvenes, lo que genera dificultades en el contexto de 
evaluación para interpretar sus desempeños, el presente estudio se propone evaluar 
la incidencia del nivel educativo en una población jóven de sujetos argentinos con 
distintos años de escolarización. 
 
3. OBJETIVOS E HIPÓTESIS 
 
El objetivo del presente estudio es evaluar la incidencia del nivel educativo en 
el rendimiento de sujetos adultos jóvenes (de 20 a 30 años de edad) en las pruebas 
de FVF y FVS, residentes del área metropolitana de Buenos Aires (Capital Federal y 
Conurbano bonaerense). A su vez, otro propósito del mismo radica en la generación 
de valores normativos actualizados para estas pruebas descritas, en la banda etaria 
definida. 
 
OBJETIVO GENERAL: Evaluar la incidencia del nivel educativo en el rendimiento de 
sujetos adultos jóvenes (de 20 a 30 años de edad) en las pruebas de FVF y FVS, 
residentes del área metropolitana de Buenos Aires. 
 
HIPÓTESIS GENERAL: Se espera que los sujetos con mayor nivel educativo 
obtengan un rendimiento superior en fluencia verbal, tanto semántica como 
fonológica. 
 
 
11 
 
 
 
OBJETIVO ESPECÍFICO: Evaluar si la incidencia del nivel educativo es la misma 
para los dos tipos de pruebas de fluencia verbal. 
 
HIPÓTESIS ESPECÍFICA: Se espera que el nivel educativo tenga un mayor efecto 
en la prueba de FVF que en FVS, tal como fue referido en la literatura antes 
abordada. 
 
4. MÉTODO 
 
 4.1. Diseño 
 
En el presente estudio se llevó a cabo un diseño cuasi experimental, 
transversal. En el diseño cuasi experimental los sujetos no se asignan al azar a los 
grupos ni se emparejan, sino que se trata de grupos definidos antes del 
experimento, son grupos intactos: la razón por la que surgen y la manera como se 
formaron es independiente o aparte del experimento (Sampieri, Collado y Lucio, 
2014). Por lo tanto, el investigador no puede manipular la variable independiente, ni 
crear los grupos experimentales por aleatorización. En el presente estudio, la 
variable independiente es el nivel educativo de los sujetos seleccionados (primario, 
secundario y terciario). 
Por su parte, el diseño de investigación transeccional o transversal recolecta 
datos en un solo momento, en un tiempo único, siendo su propósito describir 
variables y analizar su incidencia e interrelación en un momento dado (Sampieri et 
al., 2014). 
 
4.2. Muestra 
 
En este estudio la muestra seleccionada corresponde a una muestra no 
probabilística o dirigida, donde la elección de los sujetos no depende de la 
probabilidad, sino de causas relacionadas con las características de la investigación, 
y de la toma de decisiones de un investigador o de un grupo de investigadores. 
 
12 
 
 
 
En primer lugar, se reclutaron 39 sujetos, de 20 a 30 años de edad, 
residentes del área metropolitana de Buenos Aires (Capital Federal y conurbano 
bonaerense), Argentina, y con una escolaridad formal de 7 a 17 años. Los sujetos 
fueron reclutados en función de las zonas de residencia para controlar el efecto de 
la variable socioeconómica.La variable escolaridad se estratificó en tres niveles: 
primaria (7 años completos de educación formal), secundaria (12 años completos de 
educación formal) y terciario (de 13 a 17 años de educación formal). La muestra 
final quedó conformada por tres grupos de 13 personas cada uno, correspondientes 
a los niveles educativos primaria, secundaria y terciario. Cada sujeto firmó un 
consentimiento informado por su participación en el estudio (Ver anexo). 
Los criterios de inclusión fueron los siguientes: ser de nacionalidad argentina, 
de entre 20 a 30 años, haber recibido educación formal en una escuela pública o 
privada en Argentina, tener una educación formal de un mínimo de 7 años y máximo 
de 17 años, obtener un desempeño ​≥27 y <17 en el cuestionario BDI-II. 
Se consideraron los siguientes criterios de exclusión: presencia de 
antecedentes neurológicos, psiquiátricos o farmacológicos que pudieran 
eventualmente comprometer las funciones cognitivas; presencia de enfermedades 
sistémicas agudas o crónicas no controladas; historial de abuso de alcohol y/o 
drogas; haber recibido un entrenamiento previo en cualquiera de las pruebas 
administradas. 
 
4.3. Instrumentos 
 
En el presente estudio se utilizó el Mini Mental State Examination o MMSE 
(Folstein et al. 1975), para evaluar el estado cognitivo general de los sujetos. Este 
es un instrumento que permite hacer un rastreo inicial de alteraciones cognitivas, y 
consiste en una serie de pruebas que evalúan orientación, memoria de corto y largo 
plazo, atención, lenguaje, praxias y la habilidad visoconstructiva. El puntaje máximo 
que un sujeto puede obtener es 30, y en este estudio se utilizó un puntaje de corte 
de 27. 
Para el rastreo de sintomatología depresiva, se utilizó el Beck’s Depression 
Inventory-II o BDI-II (Beck, 1996). Es un cuestionario autoadministrado que se 
 
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compone de 21 ítems indicativos de síntomas tales como tristeza, llanto, pérdida de 
placer, sentimientos de fracaso y de culpa, pensamientos o deseos de suicidio, 
pesimismo, entre otros. Estos síntomas se corresponden con los criterios para el 
diagnóstico de los trastornos depresivos acorde al DSM-IV y el CIE-10. Con 
respecto a la puntuación, varía de 0 a 3 según los ítems elegidos por el sujeto, y el 
puntaje de corte que se utilizó es de 17. 
Para la prueba de FVF se empleó el Controlled Oral Word Association Test - 
COWA- (Benton y Hamsher, 1976), seleccionando la letra “p” al ser la más utilizada 
en nuestro país (Butman et al., 2000). La consigna y criterios de puntuación fueron 
tomados de la Batería Neuropsicológica de Screening en Esclerosis Múltiple 
(BNS-EM) validada en Argentina a través del estudio RECONEM (Cáceres, Vanotti, 
Gold, Rao y Reconem Workgroup, 2003). Con respecto a la FVS, se tomaron los 
criterios de evaluación propuestos por Ramírez et al. (2005), donde se solicita la 
evocación de nombres de animales. Las consignas y criterios de puntuación se 
proporcionan en el anexo. 
 
4.4. Análisis de los datos 
 
Se comparó los puntajes en las pruebas de MMSE y BDI en los tres grupos. 
Debido a que estos puntajes no presentaban una distribución normal, se utilizó una 
prueba no paramétrica de comparación de medias (Kruskal-Wallis). Para comparar 
el rendimiento de los tres grupos (primario, secundario y terciario) en las dos 
pruebas de fluencia verbal se realizó un análisis de la varianza (ANOVA de un 
Factor). Finalmente, para estudiar el grado de incidencia de la variable nivel 
educativo sobre el desempeño en las pruebas de FVF y FVS se aplicó un análisis 
de regresión lineal simple. Todos los análisis se llevaron a cabo mediante el paquete 
estadístico IBM SPSS 24 (SPSS software, version 24.0). 
 
5. RESULTADOS 
 
Datos demográficos 
 
 
14 
 
 
 
Los tres grupos de estudio (primario, secundario y terciario) estaban 
conformados por 13 sujetos cada uno. La proporción de sujetos masculinos fue del 
53,8%. 
Respecto de la edad, los grupos no presentaron diferencias estadísticamente 
significativas (​F= ​2.03, p= .146). Las medias y desvío estándar se muestran en la 
Tabla 1. 
 
Tabla 1 
Medias y desvío estándar de las edades por grupo 
 
A su vez, los grupos tampoco mostraron diferencias estadísticamente 
significativas en el MMSE ni BDI (​X​2​ ​1, N=39​ = 4.07, ​p​= 0.13 y ​X​2​ ​1, N=39​ = 1.81, ​p​= 0.40) 
respectivamente. 
A si mismo, se realizó el cálculo de las medias y desvío estándar para cada 
grupo en las dos variables de estudio. Los resultados se muestran en la​ Tabla 2​. 
Tabla 2 
Medias y desvío estándar de los grupos 
 
Con respecto a las variables FVF y FVS, los resultados del ANOVA arrojaron 
diferencias estadísticamente significativas entre los grupos, mostrando para FVF 
 
15 
 
 
 
(F=23.95; p<.05) y para FVS (F=28.17; p<.05) . Se realizó una prueba Post Hoc, en 
este caso para varianzas que no son homogéneas, utilizando el T2 de Tamhane 
para evaluar cuáles son los grupos internos sobre los que hay diferencia. Se 
encuentra que son significativos todos los valores entre los grupos en las dos 
variables. El nivel de significación empleado fue de p <.05. 
Por otra parte, se realizó una regresión lineal simple para analizar en qué 
medida el nivel educativo incidió en el rendimiento en las pruebas de FVF y FVS, tal 
como se muestra en los estudios abordados. Los resultados evidencian que es la 
FVS la que presenta una mayor incidencia de la variable nivel educativo, ya que 
explica el 57% de su varianza, en contraste con la FVF que explica el 55%. 
 
6. DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES 
 
En el presente trabajo se buscó explorar si el nivel educativo de los sujetos 
(en términos de años de educación formal recibida) incide en la capacidad de 
producir palabras a partir de un determinado fonema o categoría semántica. En 
particular, se observó si se encontraban diferencias estadísticamente significativas 
entre los grupos conformados por personas con distintos niveles educativos, en el 
rendimiento en las pruebas de FVF y FVS. También, se buscó establecer posibles 
valores normativos de una población adulta jóven argentina. 
En primer lugar, acorde a lo esperado, se observaron diferencias 
significativas entre cada uno de los grupos en las dos pruebas de fluencia verbal, 
siendo que los sujetos con un nivel educativo terciario obtuvieron mayores puntajes 
que los del secundario y primario, y los de secundario mayores que con respecto a 
los de primario. Esto podría sugerir que a medida que el sujeto adquiere un mayor 
nivel educativo, es decir que recibe más años de educación formal, aumenta su 
rendimiento y capacidad de fluencia verbal. Estos datos hallados coinciden con la 
literatura abordada (Butman et al., 2000; Mathuranath, et al., 2003; Casals-Coll, et 
al., 2012) que señalan que el nivel educativo tiene un efecto positivo en FVF y FVS, 
ya que el rendimiento incrementa acorde al aumento del nivel educativo. Los 
 
16 
 
 
 
resultados podrían explicarse a partir de las consecuencias cognitivas que generan 
la adquisición de las habilidades de lectura y escritura a partir de la escolarización 
(Ostrosky-Solis, Ardila, Rosselli, Lopez-Arango y Uriel-Mendoza,1998), así como 
también de la actividad escolar posterior que reciba el sujeto, que permite el 
desarrollo de aspectos más complejos del lenguaje tales como la representación 
abstracta, interna, relación entre los objetos y fenómenos de la realidad 
(Quintanar-Rojas, López, Solovieva y Sardá, 2003). También, a partir de la 
incidencia de este factor en otras capacidades tales como en la memoria, la solución 
de problemas y las habilidades construccionales, entre otras. (Rosselli et al., 1990). 
Por otra parte, se ha encontrado un mayor efecto del nivel educativo en la 
prueba de FVS que en la de FVF. Contrario a lo que reporta la literatura abordada 
(Rosselli et al., 1990; Crossley et al., 1997; Ratcliff, et al,. 1998; Tombaugh et al., 
1999) los datos indicarían que la FVS resulta ser más sensible que FVF a los 
efectos de la escolarización. Una hipótesis que surge con respecto a esta disimilitud, 
es que estas investigaciones mencionadas incluyen en sus rangos sujetos con cero 
años de escolaridad formal, es decir analfabetos, mientras que en el presente 
estudio se abordó sujetos con un mínimo de 7 y un máximo de 17 años de 
escolaridad formal. Otra explicación podría ser el tamaño de la muestra 
seleccionada, siendo que en los estudios abordados los mismos la superan 
considerablemente. Este es el caso de Rosselli et al. (1990) quienes incluyeron en 
su estudio 100 sujetos que no sabían leer ni escribir, y quienes fueron reclutados de 
un centro educativo ubicado en Bogotá. Así como también, Crossley et al. (1997) 
quienes abordaron de una muestra de 635 sujetos, a 149 con un rango de 0 a 6 
años de educación formal. 
Así mismo, al realizar la comparación sobre los valores totales que obtuvieron 
los tres grupos en cada prueba, se hizo evidente en todos los casos mayores 
puntajes en la FVS. Esto condice con los resultados obtenidos por Butman et al. 
(2000) que evidencian que la FVF tuvo resultados inferiores a la semántica (FVS) en 
todos los grupos. Cabe señalar que otras variables como la comisión de errores en 
estas pruebas de fluencia verbal, que además permite obtener información de índole 
cualitativa, no fue abordada debido a que no se encontraron errores significativos. 
 
17 
 
 
 
En la actualidad, se han reportado trabajos de normalización en las pruebas 
de fluencia verbal que se han centrado en la influencia de la escolaridad (entre otras 
variables) en adultos mayores o abordando rangos de edad muy amplios 
(Casals-Coll, et al., 2012). No se han encontrado estudios nacionales que aborden 
únicamente una población adulta jóven, ni contemplen enfermedades de implicancia 
actual tal como las adicciones, los trastornos de ansiedad, entre otros, que afectan a 
una gran proporción de la sociedad. Tampoco se establecen asociaciones en torno 
al nivel socioeconómico de los sujetos, que podría generar diferencias en las 
oportunidades de aprendizaje de aquellas habilidades a evaluar. Finalmente, es 
importante destacar que los datos normativos de FVF y FVS vigentes en nuestro 
país fueron proporcionados en el año 2000 (Butman et al., 2000). En este sentido, 
acorde a los cambios culturales que han ocurrido en el transcurso de estos años, 
puede inferirse la importancia de realizar una actualización de los mismos. 
A partir de los resultados obtenidos en el presente trabajo se concluye que la 
educación representa una variable crítica en la ejecución de estas pruebas 
neuropsicológicas y que por lo tanto, es un factor que debe ser muy tenido en 
cuenta debido a su influencia en ambas pruebas (Butman et al., 2000). En este 
sentido, muchos estudios han demostrado que distintas variables pueden afectar el 
rendimiento de los sujetos, arrojando resultados inconsistentes o deficitarios. De lo 
mencionado anteriormente, se desprende la relevancia para el ámbito clínico del 
presente estudio, donde se aborda una banda etaria no contemplada en estudios 
normativos previos, además de la variable nivel educativo que resulta significativa 
en la ejecución de pruebas de evaluación. 
Con respecto a las limitaciones del presente estudio cabe señalar el limitado 
tamaño de la muestra que se utilizó, por lo que la generalización de los resultados 
obtenidos deberá realizarse con suma cautela. Sin embargo, se sientan las bases 
para futuras investigaciones. 
 
 
 
 
 
 
18 
 
 
 
7. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 
 
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24 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
8. ANEXOS 
Consigna, modo de administración y criterios 
de puntuación de FVF y FVS, Consentimiento 
informado y Protocolos (MMSE, BDI-II, FVF y 
FVS) 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
25 
 
 
 
 
 
FLUENCIA VERBAL FONOLÓGICA (BNS-EM) 
 
Consigna y modo de administración: 
Se le dice al sujeto a evaluar: “Le voy a decir una letra del abecedario y 
quiero que me diga la mayor cantidad de palabras que pueda que comiencen con 
esa letra. Tengo algunas reglas para esta tarea. Una es que no puede decir 
nombres propios. Eso significa los primeros nombres y palabras que comiencen con 
la letra mayúscula. Entonces, si le daría la letra “N”, debe decir “Natalia” o 
“Noruega”. Tampoco quiero que me diga ningún número, entonces no empiece a 
contar “noventa, noventa y uno…”. Y cuando me diga una palabra solo puede usar 
una forma de esa palabra. Entonces, si dice “Navegar”, no sigan diciendo 
“Navegan”, “Navegaban”, “Navegante”, y así. ¿Está bien? Solo dígame la mayor 
cantidad de palabras que pueda, sin utilizar las cosas de las que recién hablamos. 
Tendrá un minuto para hacer esto. Yo le diré cuándo comenzar y cuándo parar.” 
Luego de brindar la consigna, se contabilizan 60 segundos y se da por 
finalizada la prueba. El examinador tomará nota de todas las palabras que el sujeto 
produzca. No se deben corregir los errores o desviaciones de las normas. Si el 
examinado se detiene antes de que finalice el plazo estipulado se lo debe alentar a 
que piensa algunas palabras más. 
 
Criterios de puntuación 
Los puntajes de la prueba son la suma de todas las palabras admisibles. No 
se contabilizan nombres propios y lugares. Las inflexiones de la misma palabra se 
computan como una sola. Las palabras extranjeras se contabilizan sólo si forman 
partes del vocabulario castellano. Los errores deben ser revisados cuidadosamentedado que ellos proveen una valiosa información cualitativa de ciertos tipos de 
trastornos cognitivos: ej. repeticiones (perseveraciones); intrusiones (de otras 
letras); parafasias, entre otras. 
 
FLUENCIA VERBAL SEMÁNTICA (Ramírez et al., 2005) 
 
26 
 
 
 
 
Consigna y modo de administración: 
Se le dice al examinado: “Le voy a pedir que me diga todos los nombres de 
animales que se le ocurran. Tiene un minuto, y yo le voy a decir cuándo detenerse”. 
El tiempo deberá contabilizarse al terminar la instrucción. No se deberán 
proporcionar ejemplos, y si la persona se detiene antes de completar los 60 
segundos se le motivará a seguir, diciendo sólo una vez la siguiente consigna: 
“¿Qué otro animal conoce?”. Al minuto, se da por finalizada la prueba. 
 
Criterios de puntuación 
Se otorgará un punto por cada palabra correcta, por lo tanto el examinador 
anotará todas las palabras que produzca el sujeto evaluado. Serán válidas todas las 
palabras que sean un nombre de animal, así como de animales extinguidos, 
imaginarios o mágicos (por ejemplo, dinosaurio, unicornio, mamut, dragón, entre 
otros). Aquellos que no pertenezcan a una categoría supraordinada (por ejemplo, 
pez, pájaro, insecto, entre otros), que la palabra no sea una raza distinta de un 
mismo tipo de animal (por ejemplo, pastor alemán, dalmata, entre otros), que sea 
variación intraespecie, ni diminutivos (por ejemplo, gallo/gallina, león/leona, 
caballo/yegua, vaca/becerro, pato/patito), si hay más de un representante de esa 
clase. Ni los nombres propios (por ejemplo, nombres de mascotas como “Odín”, 
“Pelusa”). No se tendrán en cuenta las perseveraciones (repetición de una misma 
palabra) ni las intrusiones (una palabra que no pertenezca a la categoría) en la 
puntuación pero sí se evaluarán como información cualitativa. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
27 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
28 
 
 
 
 
 
 
CONSENTIMIENTO INFORMADO 
 
 
 
Yo libre y voluntariamente consiento en participar en el trabajo de administración de 
una batería neuropsicológica como sujeto a ser evaluado. 
 
Entiendo que el propósito de este trabajo es permitir obtener datos para el trabajo 
de campo que se corresponde con el requisito de tesis de grado de la carrera de 
Licenciatura en Psicología de la Universidad de Buenos Aires. Estoy informado que 
mi participación consiste en realizar distintas tareas que involucran las funciones 
cognitivas. 
 
Conozco que será preservada la confidencialidad de los datos que se obtengan y 
que no recibiré a cambio una devolución sobre el rendimiento en las pruebas. 
 
Este consentimiento puede ser retirado en cualquier momento, sin perjuicio, 
penalidad o pérdida de beneficios. 
 
He leído y comprendido esta nota de consentimiento. 
 
 
 
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 Fecha 
 
 
 
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 Firma del participante Firma del evaluador 
 
 
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30 
 
 
 
 
 
 
 
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