Arte terapia

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Unidad 3
Clase 1
APORTE TEÓRICO  - "EL ARTE COMO EDUCATIVA Y TERAPÉUTICA"
 
· Educativa: referido al proceso mismo de enseñanza y aprendizaje. Involucra contenidos, metodología, objetivos, recursos, evaluación. Se rige por el diseño curricular y proyecto institucional. También, se incluyen todos aquellos contenidos que se transmiten indirectamente a partir de la propia persona del docente y del vinculo que se genera entre los estudiantes, y entre pares, como por ejemplo valores, pautas de convivencia. 
· Terapéutica: implica modificaciones a nivel subjetivo, a nivel de la estructura de la personalidad. Es un proceso inconsciente. Efecto producido en las terapias psicológicas.
· Arte: se presenta como una vía regia para acceder al inconsciente a partir de recursos no verbales, que implican menor consciencia y voluntad. El arte permite acceder a aspectos no conocidos, evitados, negados, reprimidos, a partir de una expresión simbólica. Además, permite la expresión y liberación de las emociones, que muchas veces no son reconocidas por la propia persona y por tal motivo no logran ser expresadas por otra vía.
 
¿Cómo incluir lo terapéutico en el aula y desde el rol docente?
El conocimiento del arte en sentido terapéutico debe ser utilizado como una herramienta potencial y valiosa para trabajar en el aula con perspectiva inclusiva, respetando la ética y actitud docente que busca fortalecer aquello que el estudiante sí puede hacer y ofrecer nuevas y variadas oportunidades de aprendizaje. En este sentido, el docente debe posicionarse como tal, no debe pretender interpretar ni "curar" las dificultades o deficits. Lo terapéutico se presenta desde el arte como un medio para lograr modificar aspectos de la conducta y personalidad, más allá de los aprendizajes conceptuales, teóricos, cognitivos. 
La planificación de las actividades debe estar sujeta a los objetivos y propósitos de la enseñanza y aprendizaje, no desde lo terapéutico. Esta perspectiva deberá ser utilizada cuando se presente una situación que amerite ser incluida dentro de otro aspecto que no sea el puramente educativo. La intervención podrá ser derivada a equipos profesionales, respetando los límites del rol docente.
En cuanto a las posibles situaciones, puede suceder que, a partir de una determinada actividad se visualice en la expresión gráfica de determinado estudiante algún aspecto llamativo, más allá de si cumple o no con la consigna o pautas de trabajo. Por ejemplo, expresiones de colores oscuros, expresiones tachadas o borradas, romper la hoja o tirarla a la basura, borrar constantemente, dibujos que representen la muerte, personas desnudas, dibujos sangrientos, lastimados, personas llorando o sin alguna parte del rostro o cuerpo. Estos aspectos son llamativos y podrían indicar diversas situaciones psíquicas por la cual atraviesan los estudiantes. Reconocerlas no implica investigar, indagar ni suponer qué es lo que sucede (de eso se encarga otro profesional). Desde el rol docente, podemos indagar acerca de cómo se siente el estudiante, ofrecerle nuestra confianza y escucha si quiere contarnos algo, indagar a qué hace referencia su dibujo. En cualquiera de los casos, se debe evitar realizar juicios de valor como por ejemplo "que horror tu dibujo", "me da miedo". Tampoco suponer lo que quiso expresar (tristeza, enojo). Siempre preguntar, abrir la vía de expresión más consciente a partir de ese dibujo. 
También, es posible que el arte-terapia se utilice a partir de la observación docente, de conductas o actitudes de los estudiantes. Por ejemplo, observar un estudiante que permanece aislado, tímido, callado. En este caso, en la actividad propuesta, además de evaluar aspectos conceptuales, es posible indagar acerca de cómo se siente, qué le gustaría hacer, observar su dibujo y permitirle que exprese lo que quiso transmitir.
En ambas situaciones, el docente no pierde el objetivo educativo, pero permanece atento al otro aspecto, utilizando el arte como medio, como herramienta, para acceder al aspecto emocional, inconsciente, subjetivo, y desde allí poder favorecer procesos de modificación de pensamientos y conductas, más allá del aspecto cognitivo de su aprendizaje.