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Meyers, Albert - El fuerte de Sabaypata

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El „Fuerte de Sabaypata“ (Samaipata) durante la guerra Toledana 
contra los Chiriguanos. 
Un documento sobre su abastecimiento y los indios auxiliares, 1574-75 
Albert Meyers 
 
 
El sitio arqueológico de Samaipata situado en las últimas estribaciones de los Andes 
orientales de Bolivia, a unos 1900 metros de altura, es comúnmente conocido como 
“El Fuerte de Samaipata”, y con esta denominación fue inscrito en la lista de 
Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Lo más característico y llamativo, sin 
embargo, no son sus instalaciones defensivas sino la gigantesca roca de piedra 
arenisca en la cual se encuentran tallados una gran cantidad de elementos 
geométricos como bandas de rombos, triángulos, canales, peldaños, sillas y escaleras, 
además de grabaciones figurativas como felinos y serpientes, todo lo que le da un 
carácter singular a este sitio. Mientras que el origen de estas grabaciones puede llegar 
hasta tiempos pre-incaicos, los nichos y las puertas trapezoidales que marcan los 
flancos al Norte y Sur de la roca son de clara simbología incaica y así pueden ser 
interpretadas como los lados de edificios largos (templos) cuyos muros de 
fundamento en forma de piedras se pueden apreciar todavía hasta hoy día (véase Fig. 
1). 
 Durante las campañas arqueológicas de los años noventa pudimos identificar y 
conservar más de 50 edificios situados en siete terrazas y al lado y en los alrededores 
de una gran plataforma central al Sur de la roca. Todo el conjunto así está acorde con 
el modelo de las capitales de provincia distribuidas a lo largo del imperio incaico. 
Mientras que por debajo de algunas estructuras de piedras se registraron las plantas 
de casas construidas con material orgánico, en las casas incaicas, de muros de adobe 
reposando sobre bases de “piedra pirka” de hasta tres metros de altura, se encontraron 
generalmente hasta tres y más pisos de ocupación superpuestos. Los restos cerámicos 
provenían de estilos locales (pintados y no-pintados), varios tipos de cerámica Inka 
(provincial e imperial) así como de estilos típicos para las culturas de las tierras bajas 
colindantes, estos últimos normalmente entremetidos entre dos niveles de aparente 
ocupación incaica. 
 Este contexto, interesantemente, corresponde con la llamada “crónica Alcaya”, la 
cual forma parte de una consulta de 1636 dirigida a la corona española para obtener 
el permiso de una “entrada” a la región de Mojos en el Sur de la Amazonía, donde se 
pretendía encontrar “El Dorado” o, en el caso de los jesuitas que formaron parte de 
los consultantes, almas para la evangelización. El cura Diego Felipe de Alcaya dice 
que basa su “Relación cierta” en testimonios recogidos por su padre Martín Sánchez 
de Alcayaga, uno de los fundadores de Santa Cruz la Antigua (1561), incluyendo 
informaciones por parte de Paullu Inka, hermano de Atahuallpa e hijo de Huayna 
Capac (Meyers y Combès 2012). Relata, entre otras cosas, que los incas habían hecho 
de “Sabaypata” un asiento real, poniendo como gobernador al capitán Guacané que 
Albert Meyers 
con la conocida política de dones y dotes se hizo señor de toda la provincia de 
Grigotá o sea de la región de la actual Santa Cruz de la Sierra.. Sin embargo, en uno 
de los constantes ataques por parte de los chiriguanos, Sabaypata y la mina des 
Saypurú fueron saqueadas y Guacané asesinado. Aunque Huayna Capac, que se 
encontraba en Quito, mandó un nuevo ejercito que reconquistó el sitio, es bien 
conocido que los chiriguanos, grupo de habla Guaraní, fueron un constante peligro 
para el flanco del imperio incaico desde el llamado codo de los Andes hasta el Chaco 
argentino. 
 Se sabe también que los incas nunca pudieron deshacerse completamente de este 
rival que dominaba todo el territorio, después llamado Cordillera de los Chiriguanos, 
e irrumpía los caminos de comercio antiguos (Combès 2008, 2012). Una 
consecuencia de esto no solamente fue la erección de una cadena de fortalezas desde 
la Fortaleza de Parabanocito a unos 60 Km. al Este de Samaipata (Meyers and Ulbert 
1999: 82-84) hasta la Quebrada de Humahuaca (Pärssinen et al. 2003) sino también 
lo que se podría llamar un despoblamiento de toda la zona, o sea de los creadores de 
estilos y complejos cerámicos Mojocoya, Presto Puno y otros de la zona y una 
repoblación con mitmaq transplantados desde múltiples regiones del incario. 
 Cuando los españoles conquistaron la región después del encierro de Cochabamba 
en 1538, con la ayuda de Paullu Inka, y la fundación de La Plata, capital de Charcas 
un año más tarde, heredaron esta situación y el problema de la así llamada “frontera 
chiriguana”. ¿Qué pasó en esta zona durante las tres décadas hasta la llegada del 
Virrey Francisco de Toledo al Perú y el inicio de su visita a Charcas en 1573? ¿Qué 
pasó con los habitantes de las fortalezas a lo largo del mencionado “limes incaico” 
con los chuis, cotas, churumatas, moyosmoyos, soras, yamparáes etc. puestos allí por 
los incas? ¿Volvieron todos a “sus tierras” como lo querían los dirigentes (no todos) 
de la llamada Confederación Charka? Tal vez su rol de tradicional (y forzoso) 
enemigo de los chiriguanos y la demonización de éstos por los nuevos señores de la 
tierra (Julien 1997; Oliveto 2010) les impedió aliarse con los rebeldes que rodearon a 
la zona desde los yurakarés en el Norte hasta los calchaquíes en el Sur. 
 Nuestra imagen de este período es muy borrosa todavía por causa de la situación 
documental. Sin embargo, existen también indicios de alianzas, de negaciones de 
servicios (Schramm 1999: 270-304) – y, por supuesto, también huidas hacia regiones 
menos conflictivas. Para el caso de Samaipata p. ej. tenemos el testimonio sobre 
“incas fugitivos” en las yungas y los forestales de los rraches en el Beni actual 
(Meyers 2005), y si tomamos en consideración la documentación de recintos incaicos 
en los Llanos de Mojos (Pärssinen 2012) se aumenta más el margen de regiones de 
refugio. 
 Por otra parte, el avance de los pobladores españoles dentro del sistema de 
encomiendas y mayorazgos en la zona intermediaria, acompañados por una 
considerable cantidad de esclavos africanos, que reemplazaron parcialmente a la 
población indígena en dramático descenso, p.ej. en las haciendas de viticultura de 
Pocona y Mizque o de ganado de los valles adyacentes, fuera de la producción de la 
coca y su comercio con Potosí, incrementaba la necesidad de una protección militar. 
El „Fuerte de Sabaypata“ (Samaipata) durante la guerra Toledana contra los Chiriguanos. 
Uno de los más interesados en el castigo de los chiriguanos fue Gabriel Paniagua de 
Loayza y su familia, primeramente encomendero de los indios chuis de Pojo, sitio 
serrano más cercano a los valles cruceños, y luego dueño de tierras en Mizque, 
Aiquile y otros lugares quien desde mucho antes ya había ofrecido sus servicios a la 
corona en el aplastamiento de rebeliones contra el nuevo régimen (Schramm 1999; 
Presta 2000; Gutiérrez 2007). El virrey, en 1574 le transmitió la responsabilidad de la 
“Jornada de los Chiriguanos” en la parte Norte (Mizque, Pocona, Samaipata) 
mientras que él mismo tomaría el mando de las actividades al Sur en la zona más 
cerca de las minas de Potosí (Tominá, Tarija). 
 Como se sabe, las campañas tuvieron poco éxito. No se llegó a una pacificación 
sino más bien a una delimitación borrosa de zonas de actividades. De los más de mil 
indios auxiliares murieron “casi de la mitad” según la queja de los kurakas de 
Charcas así como dos mil carneros (llamas) (Memorial de Charcas 1582: cap. 41). 
Toledo, algo desanimado y enfermo, se retiró, finalmente dejando el cargo a sus 
generales. Una de las metas, asegurar el camino real de La Plata a la lejana Santa 
Cruz de la Sierra, que pasó por Samaipata, tampoco se logró, pero se consiguió 
apaciguar los alborotos de los encomenderos rebeldes de esta ciudad y ajusticiar a su 
líder Diego de Mendoza. En una carta de 23.11.1574 Toledo da cuenta de las 
informaciones confidenciales que recibióde Martín Sánchez de Alcayaga (padre del 
cronista) sobre la situación en esta ciudad fronteriza. El mismo Alcayaga apresó al 
cacique chiriguano Alonso Caypere, aparente conspirador y confiado de Mendoza, y 
lo trajo “al campo de Don Gabriel Paniagua” en Sabaypata (Meyers 2005: 168). 
Parece que Paniagua se contentó con tener en el “Fuerte de Sabaypata” un puesto 
seguro y lo tomó como estación logística durante los continuados enfrentamientos 
con los chiriguanos. Toledo y Paniagua contaban no solamente de los servicios de los 
hijos de Ñuflo de Chávez, fundador de Santa Cruz de la Sierra la Antigua, sino 
también de otro clan familiar, terrateniente y encomendero de indos de la zona, los 
Cazorla de Narváez. Hernando (Fernando), el patriarca de la familia, diez años más 
tarde asumió el mando en Sabaypata como “maese de campo” y abasteció de su 
haciendas vallunas a las tropas con “víveres, equipo, armamento, caballos y 
alojamiento” (Gutierrez 2007: 43). 
 Una situación diferente en esta zona se produce recién con las fundaciones de 
villas españolas en el primer cuarto del siglo XVII, política empleada 
sistemáticamente por las nuevas autoridades post-toledanas, empezando con la 
fundación la Villa de Salinas del Río Pisuerga, la actual Mizque en 1603, pasando 
por Vallegrande (1615) y terminando con la fundación del pueblo de Samaipata 
(1618) en una pequeña llanura al lado del famoso Fuerte de Sabaypata. 
 
 
 
 
 
 
Albert Meyers 
El documento: abastecimientos para la guerra de los chiriguanos 
 
Es comprensible que los nuevos colonos de la zona tuvieran un interés especial en las 
medidas de protección contra los constantes ataques por parte de los grupos 
resistentes a la colonización. Por eso, y porque esperaban obtener recompensas, los 
encomenderos y otros españoles colaboraron con la Corona. Ya antes de su partida al 
Perú, Francisco de Toledo había acordado con Felipe II la financiación de la guerra 
por las cajas reales de Potosí. Además, estando en La Plata, exigió a los kurakas de 
Charcas poner a disposición de la corona a sus indios, que conformaron así la mayor 
parte del ejército. 
 El documento, que se presenta en el anexo, trata de la organización y del pago de 
un envío de 334 arrobas (alrededor de 4000 kilos) de bizcochos a lomos de unas 80 a 
100 llamas desde el sitio de Tiraque, región de Cochabamba hasta “las fortalezas de 
Çabaypata donde estava el bastimento del general don Grauiel (sic) Paniagua” (f. 298 
bis-v), (véase 1). Esta acción fue necesaria porque la “persona que estava obligado a 
llevar y poner los bastimentos de Çabaypata no avia cumplido” (f. 296 bis). 
Este documento es importante por dos razones: 
1. Se trata del testimonio más antiguo (25.07.1574) hasta ahora conocido y 
publicado que menciona al sitio arqueológico de Samaipata, utilizado o re-
utilizado como fuerte durante la época colonial española.1 Por otro lado, hay 
una mención un poco más temprana de una fortaleza incaica erigida en el sitio 
de Sabaypata que forma parte de la lista de las conquistas de Tupac Yupanqui 
a lo largo de todo el imperio. Se trata del testimonio de los descendientes de 
este personaje pertenecientes al Capac Ayllu de Cuzco y datado en 1569 
(Rowe 1985)2. El nombre de Sabaypata, Saguaipata o Çabaypata es común en 
toda la documentación colonial temprana y perduró también el tiempo 
después de la fundación del pueblo de Samaipata en el vallecito cercano a 
unos 5 Km. La denominación de El Fuerte de Samaipata o Samaypata parece 
datar de fines de la colonia. 
2. La mención de los nombres de los indios y de sus ayllus en Pocona, Mizque y 
Copavilque es particularmente interesante por las informaciones sobre el 
origen de esta parte de las tropas auxiliares indígenas. 






























































1 El documento es una copia simple encontrada y fotocopiada en el AGI, Sevilla por Catherine 
Julien a principios de los años noventa y transcrito por Kristina Angelis, todo dentro del proyecto 
“Historia Cultural de los Andes Orientales Bolivianos” financiado por la Mancomunidad Alemana de 
Investigaciones Científicas (DFG) (p. ej. Meyers 1993, Julien 1997, Meyers 1998). 
2 Sin embargo hay que tomar la fecha con precaución ya que se trata de la cuarta copia del original 
perdido, encontrada por Rowe en el Archivo Departamental del Cusco. La primera ocupación de 
Samaipata por los incas, según la evidencia arqueológica data seguramente de antes del supuesto reinado 
de Tupac Yupanqui en la segunda mitad del siglo XV (Meyers 2007). Comp. también Pärssinen (2012) 
quien asume una conquista del Sureste de Bolivia realizada durante el reinado de Pachacutec. 
El „Fuerte de Sabaypata“ (Samaipata) durante la guerra Toledana contra los Chiriguanos. 
Para entender mejor el proceso que se lleva a cabo por el curso de todo un año, de 
julio de 1574 a julio de 1575 presentamos a los diferentes documentos en su orden 
cronológico (véase cuadro 1). 
 
 
Ad 1) 
 
Cuando iniciamos las actividades de trabajo en Samaipata con una primera campaña 
de excavaciones, en el año 1992, en las dos plataformas al Sur de la roca extendida 
en dirección Este-Oeste, lo más sorprendente fue el descubrimiento de los cimientos 
de una casa en forma de U con patio abierto hacia la roca, estructura que por su 
forma no podía datar de épocas precolombinas (Meyers 1993: 50-51 y figs. 5,6). 
Tenía que tratarse de un asentamiento colonial español, pero entonces no sabíamos 
todavía ni el significado ni los nombres de los conquistadores que podían haberlo 
utilizado. Aunque se podía suponer que Ñuflo de Chávez en su viaje a Lima en 1548 
tomó la ruta antigua que pasaba por Samaipata (Vázquez-Machicado 1955: 504), sólo 
con el avance del proyecto etnohistórico se llegó a conocer por lo menos a los 
nombres y el propósito de su permanencia en este sitio quedando la fecha del inicio 
de la construcción de esta casa totalmente en la obscuridad hasta ahora. 
 La casa está construida de adobe sobre un fundamento de tres hileras de piedras. 
Por los colores y las formas variantes se puede suponer claramente que fueron 
reutilizadas o sea sacadas de los edificios incaicos situados al lado (Fig.1). Las 
dimensiones son: 23 m de largo en su base y 13 m de ancho de los muros exteriores 
de las dos alas, mientras que el patio tiene un ancho de 10 m y un largo de 12,40 m. 
El espacio en la casa misma era entonces de 4, 80 m en las alas laterales y 3 m en la 
parte del Sur. Esto significa un total de 162 m cuadrados para la planta baja sin que 
se hayan encontrado indicios de alguna división del espacio en cuartos separados. 
Además, la casa cuenta con un pequeño atrio al lado Sur, tal vez protegido por una 
baranda. El patio está drenado de las aguas por un pequeño canal que va de su centro 
por debajo del ala Este-Oeste y sale en el muro de consolidación de la plataforma. 
 Durante los trabajos del año de 1994 se encontraron los indicios para suponer la 
existencia de un segundo piso con acceso por una escalera lateral de madera (Meyers 
1998: 62). El techo seguramente estaba cubierto de paja y sobresaliente de los muros 
al estilo árabe-andaluz, como aún hoy se puede observar en edificios coloniales. La 
conservación de este monumento y la reconstrucción de partes de los muros de 
adobes se orientó estrictamente a la altura de las esquinas reforzadas de piedras 
encontradas in situ, tratándose de esta manera de uno de los raros testigos de aquellos 
tiempos revueltos en los valles cruceños. 
 Un elemento interesante en el contexto del documento que aquí presentamos fue 
el hallazgo de los restos de por lo menos cinco hornos de barro, de planta ovalada 
ubicados en el suelo de la planta occidental del edificio cuyos restos se habían 
conservado en forma de trozos de barro quemado. Todo el piso de esta parte estaba 
cubierto de lodos “ladrillado” de color rojo, seguramente por la intensa actividad de 
Albert Meyers 
cocina o por el efecto de un probable quemazón del techo.Significantemente no se 
encontraron materiales diagnósticos sino solamente unos tiestos desgastados por las 
aguas corrientes de parte de la roca. 
 No podemos argumentar “arqueológicamente” con seguridad que este edificio 
date de los años 1574-75 sino también tal vez de las dos campañas contra los 
chiriguanos llevadas a cabo diez años más tarde, esta vez dirigidas por el “maese de 
campo” Fernando Cazorla de Narváez así como por el gobernador de Santa Cruz, 
Lorenzo Suárez de Figueroa, el cual venía atacando desde los llanos orientales. 
Puede ser que las tropas acamparan en lo que quedó de la ciudadela incaica y que 
luego poco a poco se construyera este edificio como puesto de mando. De todos 
modos, el sitio está bien protegido detrás de la roca y escondido de la vista para los 
atacantes desde el Suroriente. Durante las excavaciones tocamos también lo que 
parece ser un inmenso horno de pan en el llamado sector 6 en la prolongación de la 
roca hacía el Noreste (véase Fig. 1 y Meyers 1998: 65), y desde luego bien visible. 
Además se encontraron algunos batanes para moler. Todo esto apunta a un uso 
durante la época de 1584-85 cuando Sabaypata ya no corría tanto peligro por contar 
con una guarnición más o menos estable y, como se dice en los documentos, la 
frontera chiriguana estaba a una distancia de nueve leguas.3 
 Por otra parte, el pueblo de Tiraque era probablemente ya bajo los incas un centro 
de almacenaje de coca y otros productos de las yungas de Cochabamba (Sánchez 
2008), característica que conservó también durante la colonia (Del Río 2010: 201-
207). El camino iba de allí por las alturas y pantanales de Vacas, luego pasando por 
Pocona, Totora y Pojo para bajar de las alturas por encima de 2000 m hacia 
Samaipata.4 
 
 
Ad 2) 
 
Sea como sea, el documento de los bizcochos es hasta ahora el único que nos da los 
nombres de algunos indios que se encontraban en las ruinas el 31 de Agosto de 1574, 
así como de sus ayllus y lugares de donde provienen (Cuadro 2). Reconocemos en 
primer lugar al miembro de un ayllu de uno de los tres grandes caciques de Pocona 
en esta época, Turumaya, Jarajuri y Chirima. A pesar de una cantidad de estudios 
recientes sobre Mizque y Pocona (Schramm 1999; Presta 2000; Gutiérrez 2009; Del 
Río 2010, para citar sólo algunos) los cuales se basan sobre una variedad de 
documentos (no solo pleitos etc. sino también visitas y testamentos), la imagen sobre 
todo étnica de la zona sigue estando borrosa todavía. Parece que se trata en realidad 
de dinastías de “mallkus” (Del Río 2010) que han heredado su poder desde tiempos 






























































3 AGI Charcas 43 (Información de servicios de Fernando de Caçorla, 27.05.1587), fs. 23v, 28v, 29v. 
4 Véase la descripción de esta ruta en el mapa de Sánchez 2008: fig. 3.2. La indicación de Tiraque en el 
mapa 1 se refiere a otro sitio llamado “Tiraque en chacara” (Tiraque chico)

El „Fuerte de Sabaypata“ (Samaipata) durante la guerra Toledana contra los Chiriguanos. 
incaicos pero por las perturbaciones de la conquista y la política de reducción 
toledana se mezclaron los distintos grupos étnicos tanto locales como forasteros. 
Turumaya, que no se menciona en este documento como testigo, según Alcaya 
(quien lo llama Turumayo) sirvió a Huayna Capac como capitán en la reconquista de 
Samaipata contra los chiriguanos y perdió su vida en esto. Lo mismo pasó a uno de 
sus descendientes, Pablo Turumaya durante la guerra toledana (Schramm 1999: 279, 
418, nota 111). La dinastía de los Turumaya (o Turumayo) eran los líderes 
tradicionales del grupo de los mitmaq de Pocona. Aparentemente, los incas les habían 
traído de Jauja, una parcialidad huanca en el Valle Mantaro, Perú central. Jarajuri era 
el cacique principal de los cotas (quta) y kuraka de la mitad superior (“hanansaya”), 
pero en esta función también jefe de otros grupos étnicos como los chuis, mientras 
que Pedro Chirima, mencionado en este documento y en la literatura, muerto en 
1584, era kuraka de mita “hurinsaya” de los cotas (Del Río 2010: 206; Gutiérrez 
2009: 109; Sánchez 2008: 20). Los otros ayllus de Pocona no son tan conocidos o tal 
vez mal escritos como parece ser el caso de cora que bien podría ser cota (aunque en 
el original se lee claramente cora). Un Pedro Chipana se menciona en 1590 como 
principal de los visisa (Platt et al. 2006: 990), un repartimiento Charka al Sur de 
Potosí, tal vez de Caiça (véase mapa 1). Hay que tomar en cuenta la fuerte reducción 
de la población por las causas conocidas y que hubo alianzas interétnicas incluso 
matrimoniales con chiriguanos “pacificados”. 
 Llegando al valle de Mizque, tenemos el caso interesante de un ayllu de nombre 
Cayanbi o Cayambe que recuerda a la guerra de Huayna Capac contra los señoríos de 
Otavalo, Cochisquí, Caranqui y Cayambe “que constituyeron una cierta unidad de 
resistencia” (Moreno 2007: 177) en el Norte del Ecuador, la frontera septentrional del 
Tawantinsuyu. Con esto se confirmaría el relato de los cronistas sobre el traslado de 
los grupos rebeldes del Norte hacia la frontera chiriguana, entre ellos Alcaya, que lo 
describió en el contexto de la reconquista de Samaipata. Interesantamente, existen 
elementos simbólicos entre este último y los canales sobre las plataformas de las 
pirámides de Cochasquí uno de los centros religiosos de los cayambe (Meyers 2007). 
El mosaico étnico se completa con la mención de indios oriundos de Totora, donde 
residía un grupo de charcas (oriundo o mitmaq?), además de churumatas, 
moyosmoyos y otros (Del Río 2010: 204). Lo mismo se puede decir de Copavilque o 
Colpavilque, más al Sudoeste, de donde se mencionan mitmaq yamparas y 
moyosmoyos, entre otros (Oliveto 2010; Sánchez 2008). 
 Al analizar este cuadro colorido de etnias habría que diferenciar no sólo según sus 
calidades y actividades por las cuales fueron empleados por los incas, sino también 
según la distancia de su origen. Se podrían establecer por lo menos tres grupos: los 
flecheros locales, los agropastores del Kollasuyu y los de larga distancia, como los 
huancas del Perú central y los mencionados cayambes de Quito. Asumiendo una 
doble ocupación por los incas en Samaipata, como es evidenciado también por 
nuestras excavaciones, se podría pensar en dos fases de transplante de gente: la 
primera por los mitmaq del Kollasuyu y luego por los guerreros del Chinchasuyu. 
Albert Meyers 
 Quedando en el campo de especulación y para terminar parece conveniente 
imaginarse el estado de ánimo de los “hatun runa”, la gente ordinaria que vivía en 
Samaipata bajo los incas y tal vez antes, según Schramm (1999:409) los mismos 
chuis y cotas que conocemos de Mizque y Pocona, soportando a los nuevos señores 
de la tierra, además de los rraches, amos, yumos y yurakarés y otros que se retiraron a 
la selva. Por razones obvias tenemos pocos testimonios de ellos, de sus dificultades 
en adaptarse al nuevo ambiente, con quiénes se aliaron, y cómo sobrevivieron. Tal 
vez futuras investigaciones nos abrirán otra imagen de estos procesos más allá de los 
sueños europeos de una “vida dorada”, tratando de hacer una historia regresiva de los 
actuales habitantes y herederos de aquellos tiempos movidos. En cambio, a la 
UNESCO y a las autoridades y otras personas responsables se les podría plantear la 
idea de extender la protección del patrimonio más allá del mero monumento en 
piedra hacia la memoria de aquella gente, nativa o no, con nombre o no, que ha 
dejado su vida en este Fuerte y en la región, tanto en el servicio del poder 
colonialista como en resistencia contra la dominación colonial incaica o europea o de 
cualquier otro poder. En el caso de los chiriguanos, un proyecto de estas 
características (p. ej. “Museo de historia de la conquista del oriente boliviano”) 
podría aportar algo a la “de-construcción” (Oliveto 2010) de un estereotipo que ha 
persistido de una u otra manera hasta la actualidad. 
 
 
Agradecimientos 
Esta contribuciónes un modesto homenaje a mi colega María Susana Cipolletti, 
quien durante más de treinta años de contacto colegial fructífero, amistoso y sobre 
todo chistoso ha tratado de abrirle los ojos a un andinista algo terco para las 
maravillas que son las tierras bajas de Suramérica. Además, se les agradece a 
Hermán Gil Toja, a Isabelle Combès así como a Marie-Andrée Fréchou el haber algo 
supervisado mi español deficiente, dejándome naturalmente con la responsabilidad 
por cualquier error (y horror). 
 
 
 
 
 
 
El „Fuerte de Sabaypata“ (Samaipata) durante la guerra Toledana contra los Chiriguanos. 
 
 
 
 
 
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Albert Meyers 
 
Cuadro 1: Secuencia cronológica del doc. AGI Contaduría 1805, Descargos, fs. 294bis-v - 299v 



no.
 fecha
 lugar
 título

1
 25.07.
1574
 La
Plata

Orden
del
factor
Yturrieta
al
corregidor
de

Pocona

2
 07.08.1574
 Tiraque
 Arreglo
de
precio
del
flete
con
el
arriero

3
 09.08.1574
 Tiraque

Arreglo
de
la
entrega
por
el
corregidor
P.
de

Quiros

4
 09.08.1574
 Tiraque
 Certificado
de
la
entrega

5
 13.08.1574

Valle
de

Homana

Pesada
y
entrega
de
los
334
arrobas
de

vizcochos

6
 31.08.1574
 Çabaypata

Entrega
de
los
vizcochos
a
los
indios

guardianes

7
 05.09.1574
 Pocona

Jefe
del
arriero,
A.
Corço,
pide
el
pago
al

corregidor

8
 11.11.1574
 La
Plata

Poder
de
Corço
al
mercader
Samaniego

para
pleito


9
 09.03.1575
 Potosí

Certificado
del
corregidor
que
flete
era
de

Corço

El „Fuerte de Sabaypata“ (Samaipata) durante la guerra Toledana contra los Chiriguanos. 
10
 16.03.1575
 Potosí
 Pedimiento
de
pago
de
Samaniego

11
 16.03.1575
 Potosí
 Notificación
al
factor
Yturrieta

12
 16.03.1575
 Potosí

Notificación
a
los
tesoreros
de
la
Real

Hacienda

13
 18.03.1575
 Potosí

Samaniego
presenta
al
corregidor
como

testigo

14
 26.03.1575
 Potosí

Hijo
de
Quiros
certifica
la
entrega
de
los

vizcochos

15
 06.04.1575
 Potosí
 Orden
de
pago
del
juez
lic.
Recalde
al
factor

16
 09.04.1575
 Potosí
 Provisión
del
virrey
Toledo
sobre
pago

17
 13.07.1575
 Potosí

Libramiento
de
los
tesoreros
de
la
Real

Hacienda

18
 14.07.1575
 Potosí
 Descargo
de
150
pesos
de
plata

19
 14.07.1575
 Potosí

Notificación
del
factor
Yturrieta,
cierre
de

cuenta

 
 
 
 
 
 
 
 
 
Albert Meyers 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Cuadro 2: Lista de indios guardianes en “El Fuerte de Sabaypata” a 31.08.1574 
 
 
 
 
nombre
 ayllu
de
 lugar

Pedro
Cutira
 Pedro
Chirima
 Pocona

Juan
Maturi
 Cora
 Pocona

Pedro
Tumpa
 Cristoval
Chipana
 Pocona

Domingo
Chiata
 Sebastian
Cayanbi
 Mizque

Cristoval
Hila
 Diego
Posllo
 Copavilque

sín
indicación
 sín
indicación
 Totora

 
 
 
 
 
 
El „Fuerte de Sabaypata“ (Samaipata) durante la guerra Toledana contra los Chiriguanos. 
 
 
Fig. 1: Foto aérea de la roca tallada de Samaipata con la planta de la casa 
colonial en la plataforma Sur y la reconstrucción de los templos incaicos 
(cortesía Rolando Marulanda) 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Albert Meyers 
 
Mapa 1: Mapa de la Cordillera de los Chiriguanos , AGI 1588 (según 
Avila 2010, mapa 1, reelaborado por la autora) 
 
 
El „Fuerte de Sabaypata“ (Samaipata)durante la guerra Toledana contra los Chiriguanos. 
 
 
Apéndice 
 
Archivo General de Indias, Contaduría 1805, Descargos (1575) f.294 bis-299v 
 
(Transcripción: Kristina Angelis) 
 
[En el margen derecho: 
Ensayados 
U d viii pesos 
Corriente 
L pesos] 
 
[En el margen: Antonio Corço del bizcocho que [ll]euó a la guerra.] Ansimesmo da 
por descargo el dicho thesorero Diego Brauo çiento y çinquenta pesos de plata 
corriente que en catorze dias del /f.295/ mes de jullio del dicho año de mill y 
quinientos y setenta y çinco años dio y pagó a Antonio Corço y por él en su nombre y 
con su poder a Rodrigo de [E]scobar que los hubo de auer por el acarreto de çien 
cargas de bizcocho que lleuó al campo de Su Magestad do[nde] yua su exçelençia a 
las fronteras de la tierra de guerra de los chiriguanaes lo qual se le dio y lo hubo de 
auer conforme a vna probißion de su exçelençia e libramiento de los ofiçiales rreales 
y de los demas rrecaudos que adelante se diran lo qual vno en pos de otro es del 
thenor siguiente. 
[En el margen: Prouision de su exçelençia.] Don Françisco de Toledo mayordomo de 
Su Magestad su visorrey gouernador y capitan general en estos rreynos e probinçias 
del Piru e tierra firme etc. A uos los offiçiales rreales de Su Magestad que rresidis en 
esta villa ymperial de Potosi saued que Juan de Samaniego en nombre de Antonio 
Corço e por virtud del poder que de [é]l tiene me hizo rrelaçion que para el 
abiamiento de la gente que yua a los chiriguanaes en el campo que por mi mandado 
lleuó don Grauiel Paniagua y lleuar bizcocho se auian tomado al dicho Antonio 
Corzo por Pedro Quiros de Auila corregidor del partido de Pocona por virud de vna 
çedula de Juan de Yturrieta fator de Su Magestad en que por ella dize que los 
carneros que tomara para lleuar el bizcocho que tiene hecho Diego de Rubira para lo 
lleuar a la /f.295v/ fortaleza de Çabaypata se pagaria el flete al preçio que el dicho 
Pedro Quiros lo conçertare de la hazienda rreal de Su Magestad y que por virtud de la 
dicha çedula el dicho corregidor auia tomado a su parte mas de çien carneros para 
lleuar las dichas çien cargas de bizcocho desde el asiento de Tiraque hasta la dicha 
fortaleza de Çabaypata y auia tasado a peso y medio cada carnero que montaron 
çiento y çinquenta pesos de plata corriente y que él les auia entregado en la dicha 
Albert Meyers 
fortaleza de Çabaypata a los yndios que estauan guardando los bastimientos del dicho 
campo metido dixo que constaua por los rrecaudos e ynformaçiones que presentaua y 
por mí visto todo lo susodicho juntamente con vn auto dado en el dicho negoçio para 
el liçençiado Recalde probeedor general que fue del campo de Su Magestad a quien 
tengo cometido la declaraçion de semejantes casos por el qual declara deuerse al 
dicho Antonio Corço o a Juan de Mangas o a qualquier de [e]llos el flete de las 
dichas çien cargas de bizcocho que lleuaron desde el dicho asiento de Tiraque hasta 
la dicha fortaleza de Çabaypata a rrazon del dicho peso y medio de plata corriente 
cada carga acordé de dar e di la presente por la qual mando a uos los dichos offiçiales 
rreales que de los pesos de oro que he mandado que el fator Juan de Yturrieta os 
entregue de lo que le quedó del dinero que fue a su cargo de los /f.295 bis/ gastos de 
la dicha guerra deis e pagueis al dicho Antonio Corço o a Juan de Mangas o a 
qualquier de bos o a quien poder de qualquier de [e]llos tubiere los dichos çiento y 
çinquenta pesos de la dicha plata corriente y tomareis su carta de pago o de quien el 
dicho su poder ouiere que con ella y esta mi probißion y la dicha ynformaçion y 
rrecaudos que de suso se haze mençion que os mando entregar y aueis de poner en las 
quentas que de lo susodicho dieredes mando se os rreçiban e pasen en quenta del 
dicho dinero y no dexeis de lo ansi cumplir por alguna manera so pena de quinientos 
pesos de oro para la camara de Su Magestad. Ffecha en Potosi a nueue dias del mes 
de abril de mill y quinientos y setenta y çinco años. Don Françisco de Toledo. Por 
mandado de su exçelençia Aluaro Ruiz de Nauamuel. 
[En el margen: Libramiento de los offiçiales rreales.] Señor thesorero Diego Brauo. 
De los pesos de oro que son o fueren a su cargo de los que el fator Juan de Yturrieta 
metio en la caxa de Su Magestad que rresultaron de la guerra de los yndios 
chiriguanaes dé y pague a Antonio Corço o a quien su poder tubiere çiento y 
çinquenta pesos de plata corriente los quales se le pagan y a de auer por virtud de vna 
probißion del exçelentisimo señor don Françisco de Toledo visorrey de [e]stos 
rreynos que está asentada en el libro de libranças de haziendas rreales a fojas 56 y 
originalmente está con esta librança y segund /f.295 bis-v/ por ella consta se le 
mandan pagar porque lleuó en carneros çien cargas de bizcocho desde el asiento de 
Tiraque hasta el asiento de fortaleza de Çabaypata a peso y medio cada carga para 
probeymiento del agente que fue a la conquista de los chiriguanaes con su exçelençia 
como consta por çertificaçion que de [e]llo dio el dicho Juan de Yturrieta y 
ansimesmo el liçençiado Recalde oydor de la rreal audiençia de La Plata por vn auto 
declaró se pagasen al dicho Antonio Corço o a Juan de Mangas a qualquier de [e]llos 
el flete de las dichas çien cargas de bizcocho los quales dichos çiento e çinquenta 
pesos corrientes le dará e pagará segun que su exçelençia por la dicha probißion nos 
lo manda y tomará su carta de pago con la qual y los dichos rrecaudos y los demas 
que [e]stan con ellos y esta librança le seran rreçebidos y pasados en quenta para su 
descargo. Ffecha en la villa de Potosi a treze de jullio de mill e quinientos y setenta y 
çinco años. Diego Brauo. Lorenço de Cantoral. 
El „Fuerte de Sabaypata“ (Samaipata) durante la guerra Toledana contra los Chiriguanos. 
[En el margen: Poder de Antonio Corço a Samaniego.] Y pareçe que el dicho 
Antonio Corço otorgó su poder bastante para pleytos y cobranças a Juan de 
Samaniego mercader que pasó en la çiudad de La Plata ante Gaspar Lopez escriuano 
rreal a onze dias del mes de nobiembre de mill y quinientos y setenta y quatro años 
segun por él /f.296/ pareçe que originalmente mostró el dicho thesorero en virtud del 
qual el dicho Juan de Samaniego en nombre del dicho Antonio Corço ante el señor 
liçençiado Recalde oydor de la dicha rreal audiençia hizo e pidio lo siguiente. 
[En el margen: Ante el liçençiado Recalde.] En la villa ymperial de Potosi [a] diez y 
seis dias del mes de março de mill y quinientos y setenta y çinco años ante el yllustre 
señor liçençiado Recalde del consejo de Su Magestad e su oydor en la rreal audiençia 
de la çiudad de La Plata e justiçia mayor en esta villa e probinçia y por ante mí Luis 
de Arguello de la Torre escriuano de Su Magestad y público de la dicha villa pareçio 
presente Juan de Samaniego e presentó esta petiçion e rrecaudos todo del thenor 
siguiente. 
[En el margen: Pedimiento de Samaniego en nombre del Corço.] Illustre señor. Juan 
de Samaniego en nombre de Antonio Corço e por virtud del poder que de [é]l tengo 
parezco ante vuestra merçed e digo que para el abiamiento de la gente que yua a los 
chiriguanaes y lleuar bizco[cho] al dicho mi parte le tomó Pedro de Quiros de Auila 
corregidor del partido de Pocona por virtud de vna çedula del fator Juan de Yturrieta 
en que por ella dize que los carneros que tomare para lleuar el bizcocho que tiene 
fecho Diego de Rubira de la parte donde estubiere para lo lleuar a la fortaleza de 
Çabaypata les pagará conforme /f.296v/ y al preçio que lo conçertare el dicho 
corregidor Pedro de Quiros de la caxa rreal como consta e pareçe por la dicha çedula 
de que hago presentaçion e por virtud de la dicha çedula el dicho Pedro de Quiros 
tomó al dicho mi parte mas de çien carneros para lleuar las dichas çien cargas de 
bizcocho desde el asiento de Tiraque hasta la fortaleza de Çabaypata y los conçertó y 
tasó a peso y medio cada carnero que montaron çiento y çinquenta pesos de plata 
corriente comoconsta por estos rrecaudos del rreçibo y conçierto y entrego que el 
dicho mi parte hizo con los yndios que estauan guardando en la dicha fortaleza los 
bastimientos que alli auian y se lleuauan de que ansimesmo hago presentaçion y 
puesto que por mí le a sido pedido y demandado al dicho fator Juan de Yturrieta me 
dé y pague los dichos çiento y çinquenta pesos del dicho flete no lo a querido ni lo 
quiere hazer. 
 Porque pido y suplico a vuestra merçed visto los dichos rrecaudos de auer 
conçertado los dichos carneros e rreçibo que el dicho mi parte hizo del dicho 
bizcocho y entrego que hizo de [e]llo y auerlo puesto en la parte que se le mandó 
mande al dicho fator me dé y pague los dichos çiento y çinquenta pesos sobre que 
pido justiçia y en lo neçesario etc. Juan de Samaniego. 
/f.296 bis/ En la villa de Potosi el dicho dia el señor oydor mandó dar treslado a los 
ofiçiales rreales y se les notifiqué a cada vno de [e]llos en persona. Luis de la Torre 
escriuano público. 
Albert Meyers 
[En el margen: Notificaçion a los ofiçiales rreales.] En la villa de Potosi del Piru este 
dicho dia mes y año dichos yo el dicho escriuano notifiqué la dicha petiçion e avto 
del dicho señor oydor a Diego Brauo thesorero e Grabiel de Castro contador ofiçiales 
de la rreal hazienda en sus personas que lo oyeron. Testigos Lorenço Cantoral e Juan 
de Vergara e Pedro de Castro hijo del dicho contador y de [e]llo doy fee. Luis de la 
Torre escriuano público. 
[En el margen: Notificaçion al fator Juan de Yturrieta.] En la villa de Potosi este 
dicho dia mes y año dichos yo el dicho escriuano ley e notifiqué la dicha petiçion y 
auto del dicho señor oydor al fator Juan de Yturrieta en su persona que lo oyo como 
en ella se contiene el qual dixo que este declarante dio la çedula en esta causa 
presentada para que Pedro de Quiros corregidor de Pocona hiziese enbiar al campo de 
Su Magestad que estaua con don Grauiel Paniagua theniente de capitan general que 
yua con la vna parte del dicho campo contra los yndios chiriguanaes y contra los 
españoles que estauan rreuelados en la çiudad de Santa Cruz de la Sierra atento que 
Diego de Rubira persona que estaua obligado a lleuar y poner los bastimentos en 
Çabaypata no auia cumplido con la dicha obligaçion y el dicho campo padeçia 
neçesidad de los dichos bastimentos y para que pudiese proseguir el dicho campo y 
hazer el efeto a que su exçelençia enbiaua dio este declarante la çedula en esta /f.296 
bis-v/ causa presentada para que por virtud de [e]lla se diese abiamiento a los dichos 
bastimentos por ymportar tanto al seruiçio de Su Magestad y esto declaró e firmó. 
Juan de Yturrieta. Ante mí Luis de la Torre [e]scriuano público. 
[En el margen: Testimonio de como entregó el bizcocho a Çabaypata a los yndios.] 
Pedro Ffernandez [e]scriuano nombrado por el muy magnifico señor Pedro de Quiros 
de Auila visitador y corregidor de [e]ste distrito de Pocona y Mizque por su 
exçelençia doy verdadera fee en testimonio como oy martes a treynta y vno de agosto 
de mill y quinientos y setenta y quatro años descargó Juan de Mangas en este 
depósito de Çabaypata çiento y diez cargas de bizcocho bueno y bien acondiçionado 
y los entregó a los yndios que aqui estauan guardando todo lo demas los quales 
yndios son tres de Pocona y vno de Mizque y otro de Totora y otro de Copavilque y 
los de Pocona se llaman Pedro Cutira del ayllo de don Pedro Chirima y el otro Juan 
Maluri del ayllo de Cora y el otro Pedro Tumpa del ayllo de don Cristoual Chipana y 
el de Mizque se llama Domingo Chiata del ayllo de don Sebastian Cayanbi y el de 
Copauilque se llama Cristoual Hila del ayllo de don Diego Posllo y todos los dichos 
yndios son testigos de como descargó Juan de Mangas çiento y diez cargas de 
bizcocho y los mesmos yndios que truxo consigo son testigos e pusose el viscocho en 
vn apartamiento del depósito e porque es verdad que los entregó e lo puso en el dicho 
depósito lo firmé de mi nombre. /f.297/ Que es ffecho en esta fortaleza de Çabaypata 
oy martes treynta y vno de agosto de mill y quinientos y setenta y quatro años. Pedro 
de Quiros. Pedro Fernandez. 
[En el margen: La çedula del fator a Pedro de Quiros que haga meter el vizcocho.] 
Digo yo Juan de Yturrieta fator de Su Magestad que por quanto se conçertó con 
El „Fuerte de Sabaypata“ (Samaipata) durante la guerra Toledana contra los Chiriguanos. 
Diego de Rubira que hiziese en el valle de Cochabamba para el probeymiento de la 
gente que va con don Grauiel Paniagua de Loaysa theniente general de su exçelençia 
y el dicho bizcocho está en Totora o mas adelante y es neçesario que se ponga para el 
efeto susodicho e para la buena espediçion de la guerra que por mandado del 
exçelentisimo señor visorrey de [e]stos rreynos se haze contra los chiriguanaes en las 
fortalezas de Çabaypata y que para esto se tomen carneros dondequiera que fueren 
hallados que el flete que fuere conçertado por Pedro de Quiros corregidor de aquellos 
partidos con çedula suya y esta mia e testimonio de como se lleuó la dicha comida e 
se puso en la casa que está hecha para el dicho efeto en las dichas fortalezas lo pagare 
a los dueños de los dichos carneros sin otro rrecaudo de alguno de la hazienda rreal. 
Que es fecho en la çiudad de La Plata a veinte y çinco de jullio de mill y quinientos e 
setenta y quatro años. Juan de Yturrieta. 
[En el margen: Corço ante Pedro de Quiros. Pide testimonio del conçierto del flete 
del bizcocho que hizo en él.] En el pueblo de Pocona términos de la çiudad de La 
Plata en çinco dias del mes de septiembre de mill y quinientos y setenta y quatro años 
ante el muy magnifico señor Pedro de Quiros de Auila visitador general y corregidor 
en este partido de Pocona /f.297v/ por Su Magestad e por ante mí Alonso Tarifeño 
[e]scriuano de visita lo presentó el conthenido. 
Muy magnifico señor. Antonio Corço parezco ante vuestra merçed e digo a vuestra 
merçed me tomó en nombre de Su Magestad çierto ganado de la tierra para lleuar 
çien cargas de bizcocho desde el asiento de Tiraque hasta las fortalezas de Çabaypata 
las quales fueron çien cargas conçertadas a vn peso y medio como por el testimonio 
que ante vuestra merçed presento pareçe lo qual monta çiento y çinquenta pesos. 
 A vuestra merçed pido y suplico mande se me dé libramiento para que luego se 
me den a mí [o a] Juan de Mangas que es él que en el dicho ganado lleuó el dicho 
vizcocho sobre que pido justiçia. Antonio Corço. 
 
E presentado el dicho señor visitador mandó que se le dé el rrecaudo que pide. 
Testigos Diego Ruiz e Geronimo de Frias. Ante mí Alonso Tarifeño [e]scriuano. 
[En el margen: Quiros sacó el bizcocho del depósito para ynbiarlo con Mangas.] Yo 
Diego Ruiz [e]scriuano nombrado doy fee e verdadero testimonio a todos los señores 
que la presente vieren en como en nueue dias del mes de agosto de mill y quinientos 
y setenta y quatro años tomó el muy magnifico señor capitan Pedro de Quiros de 
Auila visitador general y corregidor de [e]ste partido por Su Magestad llegó a vna 
casa de paja que estaua çerrada con vn çerrojo con su llaue adonde estaua el bizcocho 
de Su Magestad e para lo enbiar a las fortalezas de Çaguaypata tomó vnas tenazas e 
quitó los clauos de la dicha cerradura en presençia de mí el escriuano e testigos aqui 
conthenidos y abrio la dicha puerta e sacó el dicho bizcocho de [e]lla para lo /f.297 
bis/ entregar a Juan de Mangas para que lo lleue a su cargo e de [e]llo doy fee siendo 
testigos Alonso del Valle y Hernando Montaño y Juan de Mangas estantes en este 
Albert Meyers 
dicho pueblo que [e]s fecho ut supra. Va testado las conthenidas. Diego Ruiz 
[e]scriuano. 
[En el margen: ilegible] En el asiento de Tiraque términos y juridiçion de la çiudad 
de La Plata en siete dias del mes de agosto de mill y quinientos y setenta y quatro 
años el muy magnifico señor Pedro de Quiros de Auila visitador general de [e]ste 
partido y corregidor por Su Magestad hizo pareçer ante si a Alonso Delgado Pastrana 
y Alonso del Valle delos quales tomó e rreçibio juramento segun forma de derecho 
jurando por Dios e por la señal de la cruz que hizieron con los dedos de su mano 
derecha que declarasen que mereçia de flete cada vn carnero desde este asiento de 
Tiraque hasta las fortalezas de Çabaypata de cada vn carnero los quales dixeron que 
so cargo del juramento que auian hecho que mereçian vn peso y medio de plata 
corriente cada vn carnero e firmaronlo de sus nombres. Alonso del Valle. Alonso 
Delgado Pastrana. Ante mí Diego Ruiz [e]scriuano. 
 Visto por el dicho señor visitador la dicha declaraçion e juramento que auian 
hecho los dichos Alonso Delgado Pastrana y Alonso del Valle fletó el bizcocho de Su 
Magestad a Juan de Mangas a peso y medio de plata corriente para que lo lleue a las 
dichas fortalezas de /f.297 bis-v/ la dicha Çabaypata para lo dexar en vn depósito que 
alli está hecho e trayendo vn testimonio de como lo dexaua en el dicho buhio de 
Çabaypata y que traydo el dicho testimonio de como asi lo dexaua le dará libramiento 
para que los ofiçiales rreales se lo paguen y lo firmó de su nombre. Testigos los 
dichos. Ante mí Pedro de Quiros. Ante mí Diego Ruiz. 
[En el margen: Entrego del bizcocho que hizo Pedro de Quiros a Juan de Mangas.] 
En el dicho asiento de Tiraque en nueue dias del mes de agosto del dicho año el muy 
magnifico señor Pedro de Quiros de Auila visitador general y corregidor de [e]ste 
partido por Su Magestad y en presençia de mí Diego Ruiz [e]scriuano nombrado y de 
los testigos aqui conthenidos entregó çien cargas de bizcocho y mas hasta çinco o 
seis libras a Juan de Mangas para que la lleue en su ganado desde este asiento de 
Tiraque hasta las fortalezas de Çabaypata y el dicho Juan de Mangas se entregó de las 
dichas çien cargas e se obligó de las lleuar a las dichas fortalezas de Çabaypata e de 
traer testimonio de escriuano de como las dexa en las dichas fortalezas y porque no 
supo [e]scriuir no firmó e firmólo por él vn testigo. Que [e]s fecho vt supra siendo 
testigos Alonso del Valle y Hernando Montaño e Pedro de Pineda estantes en este 
dicho pueblo y el dicho señor visitador lo firmó de su nombre las quales dichas çien 
cargas rresçibio bien acondiçionadas. Pedro de Quiros a rruego y por testigo del 
dicho Juan de Mangas Pedro de Pineda. Ante mí Diego Ruiz [e]scriuano. 
/f.298/ En treze dias del mes de agosto de mill y quinientos y setenta y quatro años yo 
Diego Ruiz escriuano fui al valle de Homana donde estaua el bizcocho de Su 
Magestad y lo pesé con vna rromana e lo entregué a Juan de Mangas que fueron 
trezientas y treinta y quatro arrobas las quales el dicho Juan de Mangas se entregó de 
[e]llas en presençia de mí el escriuano e testigos aqui conthenidos e porque el dicho 
Juan de Mangas dixo que no sabia escriuir rrogó a Françisco Gonçalez lo firme por él 
El „Fuerte de Sabaypata“ (Samaipata) durante la guerra Toledana contra los Chiriguanos. 
a su rruego. Que es fecho en el dicho valle vt supra. Testigos que fueron presentes a 
lo que dicho es el dicho Françisco Gonzalez e Juan Gutierrez e Françisco Congo 
[entre líneas: negro] a rruego e por testigo del dicho Juan de Mangas Françisco 
Gonçalez. Ante mí Diego Ruiz escriuano. Pedro de Quiros. E yo Alonso Tarifeño 
[e]scriuano de visita a todo lo que dicho es en aquello que de mí se haze minsion 
presente fui e lo [e]scriui segun que ante mí pasó e por ende fize aqui esta mi firma a 
tal en testimonio de verdad. Alonso Tarifeño [e]scriuano. 
[En el margen: Declaraçion de Pedro de Quiros de Auila presentado por testigo.] En 
la villa ymperial de Potosí [a] diez y ocho dias del mes de março de mill y quinientos 
y setenta y çinco años ante mí el dicho [e]scriuano público el dicho Juan de 
Samaniego presentó por testigo a Pedro de Quiros de Auila conthenido en el 
pedimiento del qual fue tomado e rreçebido juramento por Dios Nuestro Señor e por 
Sancta Maria su madre y por vna señal de cruz que hizo con los dedos de su /f.298v/ 
propia mano derecha que diria verdad de lo que supiese e le fuese preguntado y dixo 
sí juro e amen. 
 Preguntado por el thenor del dicho pedimiento dixo que es verdad todo lo 
conthenido en el pedimiento e autos porque esta [sic: este] que declara de se rraxó la 
casa adonde Diego de Rubira tenia el dicho bizcocho e fletó los carneros e puso las 
personas para que declarasen lo que mereçia de flete desde el asiento de Tiraque 
hasta la fortaleza de Çabaypata e juraron conforme a derecho açerca de [e]llo donde 
lo mandó poner por mandado del liçençiado Polo por comißion que tenia de su 
exçelençia y ansi mandó este que declara a Diego Ruiz fuese a pesar el dicho 
bizcocho e le nombró por escriuano para ello como pareçe por los rrecaudos e se pesó 
y entregó a Juan de Mangas para que lo lleuase a la dicha fortaleza y este que declara 
nombró a Pedro Fernandez por escriuano para que fuese con el dicho Juan de Mangas 
con el dicho bizcocho e lo pusiesen en las dichas fortalezas y ansi lo puso como 
despues este que declara se ynformó del dicho Pedro Fernandez y de los yndios que 
estauan en guarda del dicho bizcocho porque este testigo mudaua a los yndios que lo 
guardauan porque auian firmado algunos de [e]llos y que esta es la verdad para el 
juramento que hizo e firmólo e dixo ser de hedad de quarenta y çinco años poco mas 
o menos y que todo lo que dicho tiene es verdad y lo saue /f.298 bis/ por ser 
corregidor del dicho partido. Pedro de Quiros. Ante mí Luis de la Torre [e]scriuano. 
[En el margen: Otra declaraçion del Pedro de Quiros.] En Potosi [a] diez y nueue dias 
del mes de março de mill y quinientos y setenta y çinco años ante mí el dicho 
escriuano pareçio presente Pedro de Quiros de Auila el qual juró en forma e lo hizo 
bien e cumplidamente e dixo que so cargo del juramento que tiene hecho que los 
carneros conthenidos en esta causa heran de Antonio Corço y se le deuen los fletes de 
[e]llos y este testigo lo tomó para el efeto que tiene dicho en su declaraçion e lo firmó 
e que es la verdad. Pedro de Quiros. Ante mí Luis de la Torre [e]scriuano público. 
En Potosí a veinte y seis dias del mes de março de mill y quinientos y setenta e çinco 
años para la dicha ynformaçion el dicho Antonio Corço presentó por testigo a Pedro 
Albert Meyers 
de Quiros el moço del qual fue tomado e Reçebido juramento en forma deuida de 
derecho por Dios y por Sancta Maria e por vna señal de cruz en que puso su mano 
derecha e dixo sí juro y amen. 
 Preguntado por el pedimiento presentado por el dicho Antonio Corço dixo que 
sabe y es verdad que por vna probißion de su exçelençia que tenia Pedro de Quiros de 
Auila corregidor del partido de Pocona e Mizque e por vna comission del fator Juan 
de Yturrieta probeedor del campo de Su Magestad para que pudiese tomar carneros y 
comida y otra cosa para la jornada de los chiriguanaes e por virtud de las dichas 
comissiones vio este testigo que el dicho /f.298 bis-v/ Pedro de Quiros de Auila tomó 
en el asiento de Tiraque al dicho Antonio Corço ochenta carneros de la tierra poco 
mas o menos los quales le tomó para que se lleuasen [así] el bizcocho a las fortalezas 
de Çabaypata donde estaua el bastimento del general don Grauiel Paniagua y el dicho 
Antonio Corço llevó los dichos ochenta carneros cargados a Çabaypata e Juan de 
Mangas en su nombre y en ello tardó vn mes poco mas o menos y el dicho visitador 
Pedro de Quiros hizo diligençia para ver si el dicho Juan de Mangas en nombre del 
dicho Antonio Corço ponia el dicho bizcocho en las dichas fortalezas como le hera 
mandado e ymbió un hombre de rrecaudo con él el qual traxo fee que lleuó el dicho 
vizcocho a las dichas fortalezas y saue y es verdad que se le deue al dicho Antonio 
Corço los fletes de los carneros de la lleua del dicho bizcocho e saue que [e]l dicho 
ganado era del dicho Antonio Corço e lo traxo de Chuquiabo para sus granxerias y en 
lo demas conthenido en su pedimiento se rremite al conçierto que el dicho Pedro de 
Quiros de Auila hizo con el dicho Antonio Corço sobre el flete del dichoganado y 
esta es la verdad y lo que saue del susodicho para el juramento que hizo e firmólo de 
su nombre y que es de hedad de veinte y tres años y no le tocan las generales. Pedro 
de Quiros. Ante mí Luis de la Torre [e]scriuano público. 
[En el margen: Auto del señor Recalde.] En la villa ymperial de Potosi del Piru a seis 
dias del mes de abril de mill y quinientos /f.299/ y setenta y çinco años en presençia 
de mí el escriuano público el illustre señor liçençiado Recalde del consejo de Su 
Magestad e juez de comißion en esta causa auiendo visto lo pedido por el dicho 
Antonio Corço e los testimonios y rrecaudos por su parte presentados y la 
ynformaçion por su parte dada dixo que declaraua y declaró deuerse al dicho Antonio 
Corço e a Juan de Mangas e a qualquier de [e]llos el flete de çien cargas de bizcocho 
desde el asiento de Tiraque hasta las fortalezas de Çabaypata a peso y medio 
corriente cada carga y que el fator Juan de Yturrieta dé y pague los dichos fletes que 
montan çiento y çinquenta pesos corrientes a los dichos Antonio Corço e Juan de 
Mangas y a qualquier de [e]llos de qualesquier pesos que esten a su cargo y poder 
para la paga de los gastos de la guerra que su exçelençia hizo contra los chiriguanaes 
y ansi lo probeyo e mandó y lo firmó. El liçençiado Recalde. Ante mí Luis de la 
Torre escriuano público. 
El fator Juan de Yturrieta dize que se quenta esta çerrada e su exçelençia tiene 
mandado que las libranças e probissiones que se hubieren de hazer de lo que se 
El „Fuerte de Sabaypata“ (Samaipata) durante la guerra Toledana contra los Chiriguanos. 
deuiere de rresultas de la guerra que se hagan para que los paguen los ofiçiales 
rreales. Juan de Yturrieta. 
Y en cumplimiento de la dicha probißion de su exçelençia e libramiento de los 
ofiçiales rreales probanças y autos y los demas rrecados [sic] /f.299v/ de suso 
declarados se sacaron de la caxa de tres llaues los dichos çiento y çinquenta pesos de 
la dicha plata corriente los quales se dieron al dicho Antonio Corço y por él al dicho 
Rodrigo de [E]scobar por virtud de su poder la qual dicha carta de pago el dicho 
thesorero exsiuio juntamente con el dicho poder probißion de su exçelençia 
libramiento de los dichos ofiçiales rreales con todos los demas autos e rrecaudos 
arriba trasladados y declarados todo originalmente por los quales se le rreçiben y 
pasan en quenta al dicho thesorero Diego Brauo los dichos çiento y çinquenta pesos 
de la dicha plata corriente y la dicha partida está asentada en el libro de libranças a 
fojas 58 y la dicha carta de pago que el dicho Rodrigo de [E]scobar dio en el dicho 
nombre pasó ante el dicho Françisco Martinez en la dicha contaduria [e]scriuano de 
haziendas rreales en el dicho dia catorze dias del mes de jullio del dicho año de mill y 
quinientos y setenta y çinco años. 
 
[En el margen derecho: 
Corrientes 
CL pesos]

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