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1 LA “HONDA” Y LOS MITOS ANDINOS La trayectoria de un objeto ritual en los Andes Siglos XVI – XVII Juan José Pacheco Ibarra* Disponible en: http://www.scribd.com/juanpachecoibarra * Licenciado en Historia de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Miembro colaborador del Instituto Riva-Agüero. juanpachecoibarra@yahoo.com 2 Para citar este artículo hágalo de la siguiente manera: PACHECO IBARRA, Juan José 2000 “La „Honda‟ y los mitos andinos”: La trayectoria de un objeto ritual en los Andes. Siglos XVI – XVII” <http://www.scribd.com/juanpachecoibarra> 3 a honda “Guaraca, Huaraca: Honda para tirar”1 La honda, es una cuerda trenzada de lana o fibra vegetal, que tiene en la parte media una pequeña faja, de 3 a 5 cm de ancho, generalmente llana. La honda ha sido más conocida por su uso como arma. Los ejércitos incas contaron con escuadrones de honderos, que las portaban libremente en las manos, como refiere Betanzos y Cieza de León, los portaban en bolsas: “y a los cuellos” –escribe Betanzos-. Unas bolsas de redes, en las cuales traigan muchas chinas. Los honderos incas constituían una de las más numerosas divisiones. Cieza de León Afirma que la sola escolta del inca estaba compuesta de 5 mil honderos”. Pero en este trabajo no vamos a tratar el tema de “la honda” como arma, iremos mas allá, proponiendo el uso ritual de este objeto, que está asociado a la vida cotidiana que se refleja en los mitos andinos: antes, durante y después del Tahuantinsuyo. Mitos andinos relacionados con la honda A continuación veamos como la honda está presente en algunos mitos y ciclos míticos: a) El caso de Catequil (sierra norte) Una divinidad que hace uso de las hondas es el dios Catequil, según la leyenda: “Catequil, (al igual que Vichama) resucitó a su madre y ella le entregó a sus hijos dos guaracas dejadas para ellos por su padre Guamansuri. Los dos héroes armados con aquellas hondas, se vengaron de los guachemines y los mataron o echaron de la región.”2 Según este mito: “Catequil inspiraba gran temor y respeto gracias a su honda mágica que producía relámpagos, truenos y rayos. En este dios encontramos cierto rasgo común con otra divinidad andina poseedora de una honda como ILLAPA”3 1 González Holguín y Santo Tomas. 2 ROSTWOROWSKI 1983: 57 3 ibídem L 4 En el caso de Catequil la honda no está asociada a un Pachacuti, pero es utilizada como instrumento de las divinidades para poder producir fenómenos de la naturaleza, por ejemplo truenos, rayos y relámpagos. El atributo de poder controlar los cambios climáticos y la naturaleza es una atribución ligada a los dioses como Viracocha y Catequil. b) El caso de Illapa (sierra sur) José de Acosta se refiere a Illapa de la siguiente manera: “Decían que [Illapa] era un hombre que estaba en el cielo con una honda y una porra y tenía el poder de hacer llover, granizar y tronar, de dominar todo lo que pertenecía a “la región del aire donde se hacen los nublados”4 En el caso de Illapa, encontramos nuevamente atribuciones asociadas a caracteres de transformación de la naturaleza, al igual que Catequil esta divinidad tiene el poder de producir con su honda cambios climáticos como lluvia, granizo y truenos, entre otras cosas. c) El ciclo mítico de Viracocha Son conocidas las atribuciones de Viracocha, la discusión acerca de la calidad de Dios otorgada a Tunapa = Tici Viracocha (transformador), dejan muy bien establecidas sus facultades sobre los fenómenos naturales. “Cuenta que mucho antes de que hubiese incas, apareció “un hombre blanco de crecido cuerpo” cuyo poder era tan grande que de los cerros hacía llanuras y de las llanuras cerros”.5 Hasta aquí hemos visto algunos ejemplos acerca de divinidades del mundo andino prehispánico asociados a los cambios climáticos y los fenómenos naturales. La similitud en estos ejemplos se encuentra en el uso de un mismo instrumento para producir estos fenómenos en la naturaleza: la honda. d) El mito del Pacaritambo El mito de los hermanos Ayar tiene una gran importancia para los incas, este relato busca explicar su origen. Los primeros en referirse a este ciclo mítico, fueron los cronistas del llamado ciclo cusqueño (Cieza, Betanzos, entre otros). 4 ACOSTA 1940: Libro V, pág. 335 5 ROSTWOROWSKI 1983: 58. 5 No vamos a realizar un análisis de su significado, tampoco una interpretación de todo el mito en su conjunto, para nuestra investigación sólo nos interesa un personaje de este relato: Ayar Cachi. Cieza de León nos relata las hazañas y el gran poder del que gozaba Ayar Cachi: “E bolbiendo a la ystoria, dizen quel uno de los tres que ya emos dicho llamarse Ayar Cache hera tan baliente y tenía tan gran poder que con la honda que sacó, tirando golpes o lançando piedras, derribava çerros y algunas vezes que tirava en alto ponía las piedras çerca de las nueves [sic], lo que a él, como por los otros dos hermanos fuese visto, les pesava, pareçiendoles que era afrenta suya no sele ygualar en aquellas cosas.6 Betanzos también registra este relato bajo términos similares: [...] Ayar Cache que fue el primero que salió de la cueva sacó su honda y puso en ella una piedra y tiróla al cerro y hizo en él una quebrada y ansi mismo tiró una quebrada grande en los cerros altos los cuales tiros eran y son desde donde los tiró hasta do el golpe hicieron según ellos lo fantasean espacio de legua y media y de una legua y viendo estos tiros de honda los otros tres sus compañeros parándose a pensar en la fortaleza de este Ayarcache y apartáronse de allí un poco aparte y ordenaron de dar manera como aquel Ayarcache se marchase en su compañía porque les parecía que era hombre de grandes fuerzas y valerosidad y que los mandaría y sujetaría andando el tiempo y acordaron de tornar desde allí a la cueva do habían salido.7 En este y otros relatos encontramos a Ayar Cachi, como “el personaje de la honda”, pero a diferencia de otras divinidades andinas, Ayar Cachi la usa para transformar la naturaleza, no es un creador sino más bien un transformador: hace quebradas y derriba cerros. Toda esta alegoría nos recuerda a un Pachacuti, que es una atribución de algunos personajes que les permite transformar la naturaleza. Zuidema menciona otro atributo de Ayar Cachi, además de transformar la naturaleza... “Ayar Cachi lanza piedras con su honda en cuatro direcciones: así conformará el país inca en la forma que tiene actualmente, con sus montañas y valles. Los hermanos de Ayar Cachi lo devuelven a la gruta, el sitio de emergencia para todos, y es allí en donde se le rinde culto como antepasado subterráneo del pueblo inca”.8 6 CIEZA DE LEÓN 1985, folio 7 v., página 14. 7 BETANZOS 1987: 18 8 ZUIDEMA 1990: 29 6 Es decir transforma y delimita los territorios, además se vuelve en un antepasado ctonico: un Pachacuti que después de transformar el mundo vuelve a la tierra. En el relato, es Ayar Cachi el Hermano más fuerte de los cuatro, poseía el poder de derrumbar y transformar la tierra, en pocas palabras, tenía el atributo más importante: “el Pachacuti”. La manipulación política del mito del Pacaritambo en la época de Pachacutec Es posible pensar en una manipulación del mito del Pacaritambo. Sabemos que este fue un mito muy importante para los incas, fue el primer mito de origen de esta etnia, sin embargo dada su importancia se siguió manipulando durante la expansión inca, e incluso en la época posterior a la caída del Tahuantinsuyo como lo ha propuesto Gary Urton9.Al parecer para fortificar su posición recién ganada luego de la derrota de los Chancas, Pachacutec empleó muchos de los nuevos medios de consolidar el poder en los territorios recién conquistados. Pachacuti es una categoría muy importante en los andes, es por eso que el gobierno encabezado por esta casta inca toma este nombre, logrando una asociación mitológica de su gobierno, el nombre le daba un simbolismo especial. La retórica del discurso de los vencedores debía replantear muchos aspectos que justificaran su predominio sobre otras etnias, por esto los incas se representaron a si mismos como los llamados para traer la civilización a los pueblos, esta versión, con el tiempo se iría expandiendo entre las etnias geográficamente más cercanas al Cuzco, y sería a su vez una imagen recogida por los primeros cronistas españoles preocupados por este asunto (Cieza, Betanzos, Molina, Sarmiento) hasta llegar a la visión clásica de Garcilaso de la Vega. Otras versiones del mito de origen se irán desarrollando en diferentes zonas del Tahuantinsuyu, un imperio de grupos heterogéneos y de diversos niveles de integración cultural frente al Cuzco y su sistema. En el caso del norte, al irse conformando en las décadas finales del Tahuantinsuyu otro centro de poder, como lo fue Tumipampa, veremos una influencia débil de este discurso mítico cusqueño, más bien se desarrollaron mitos locales o lo que llamaría Amalia Castelli10 un mito de origen norteño recogido por Anello Oliva. 9 URTON 1989 10 CASTELLI 1982 7 Esto nos mostraría que en el desarrollo y la expansión era imprescindible contar con un mito que justificara los hechos. Pero en el caso de Pachacutec, la situación no hacía necesario crear un mito nuevo, pues la expansión se hizo desde el centro de poder inca, la ciudad del Cuzco. Lo que se hizo fue entonces tomar el mito de los Ayar y reformularlo. Guaman Poma refiere: “como castigó con las aguas del diluvio al mundo, como castigó las tres provincias, trago la tierra, como castigó a la Sodoma con el fuego del cielo, como castigó al reventar el volcán de la ciudad de Arequipa y llovió arena en toda la provincia” “ y si ha habido muchos milagros y castigos en el tiempo del Inca. No se escribe toda la caída de los cerros y peñas derrumbadas. Y así se escribe toda la tierra, pacha tijra (el que pone cabeza abajo). Y así algunos reyes e incas fueron llamados Pachacuti. Y en esta vida como hemos visto el reventar el volcán y llover fuego del infierno y arena solar una ciudad y su comarca”11. Al equiparar Pachacuti con milagro, Poma enfatiza una categoría escatológica cristiana sobre el carácter de transformación y transmutación, es así como los asocia a la concepción cristiana de los castigos divinos. Es importante resaltar que según Guaman Poma, algunos reyes e incas fueron llamados Pachacuti, y esto por el gran poder y la importancia de sus gobiernos. Sobre la importancia simbólica del nombre del inca Pachacuti, Bernabé Cobo nos dice: “le dieron el nombre de Pachacuti, porque su gobierno tan acertado se mejoraron las cosas de tal manera que parecía haberse trocado los tiempos y dado la vuelta al mundo.”12 Una vez que Inca Yupanqui toma el nombre simbólico (Pachacutec) comienza a imitar las acciones propias de un Pachacuti, transforma el Cuzco, cambia el culto, etc. Como podemos ver, aún hay mucho por investigar dentro del gobierno de Pachacutec. Sin embargo la iconografía nos ha dejado huellas de la manipulación del mito de los Ayar, de manera indirecta. 11 GUAMÁN POMA DE AYALA 1993 12 COBO 1956, capitulo XII 8 La iconografía posterior a la conquista No existen muchas fuentes para estudiar la modificación de los mitos con fines políticos; sin embargo algunos estudios actualmente están tratando de darnos mayores luces al respecto. Es el caso de los estudios de G. Bravo13 sobre la utilización del mito de origen al final del Imperio Incaico, donde se ha investigado otro caso de revitalización o de reutilización de un mito durante la época de Huascar y Atahualpa. El inca Pachacutec según la iconografía registrada por cronistas como Martín de Murua y Guaman Poma guarda cierta similitud, ambos traen una honda en la mano y una actitud guerrera. Esta iconografía a pesar de ser tardía tiene un gran valor: haber recogido partes de un ciclo mítico mayor replanteado durante el gobierno de Pachacutec, es posible que la imagen de este inca haya sido manipulada por el mismo gobernante o casta, de esta forma hay una manipulación del mito de los Ayar, hacerse representar como el que tenia la atribución del Pachacuti (Ayar Cachi), a similitud de este, el Inca Pachacutec posee una honda y transforma el mundo andino a nivel de sus conquistas y reformas. Dentro del manejo de estos mitos, es posible siempre dentro del terreno hipotético, sugerir que Pachacutec se haya hecho representar a sí mismo asociándose a la imagen de Pachacuti encarnado en un gobernante, pues el nombre ya lo había tomado al llegar al poder, y entre el gobierno anterior del inca Viracocha y el suyo, encontramos un cambio de los arquetipos en la conducción del gobierno. Esta manipulación ha sido denunciada por las fuentes: Sarmiento de Gamboa se refiere a la preocupación que tenía Pachacutec por replantear el pasado mítico andino. Citando: “...con mucha diligencia [Pachacutec] escudriño y averiguo las historias de las antigüedades desta tierra, principalmente de los ingas, sus mayores y mandolo pintar, y mando que se conservasen por la orden que dije cuando hable del modo que hube en el examen desta historia” Al hacerse representar como un Inca-Pachacuti, este difundió su imagen a través de los mitos y leyendas y de métodos visuales, como pinturas o símbolos donde se replanteó su imagen fijándola como un transformador del mundo andino. A diferencia de otros incas, Pachacutec es representado con una imagen que nos recuerda al Pachacuti Ayar Cachi, héroe transformador. 13 BRAVO 1978 9 A pesar de que gran parte de la información acerca de este tema no logró salvarse, es posible que a través de la fuente oral se conservase la esencia de la iconografía. Recordemos que antes de la llegada de los españoles las pinturas de los incas eran totalmente abstractas (simbolizado por formas ideográficas). En la pintura occidental en cambio predomina el arte figurativo (representación naturalista de la realidad). Una vez ocurrido el cambio en la representación artística, pudo ser Guamán Poma o Murua quienes rescataron la fuente oral de los sobrevivientes de la época anterior y utilizaron esta información para pintar la representación del inca Pachacutec. Mendizábal Losack cree que fue una transmisión directa, es decir de iconografía a iconografía, pero esta propuesta no es muy convincente, pues no se han encontrado estas pinturas, además en el caso remoto que hubiesen existido representaciones naturalistas habrían sido víctimas de la extirpación de idolatrías. De esta forma lo que creíamos que era una iconografía tardía de poca utilidad, en realidad nos mostraría los rezagos de este discurso y manipulación de un mito, pues Pachacutec se representa a si mismo con la figura de un transformador original (Ayar Cachi). La supervivencia del mito después de la conquista La imagen del personaje de la honda que se difundió primero en los mitos locales (Catequil, Illapa y Viracocha), y en los estatales (Pacaritambo) se perdió. Sin embargo, es posible que éste sobreviviera a través del mito del inca Pachacuti, que fue recogido por los cronistas directamente de la fuente oral y que será traducido a la fuente pictórica e iconográfica, debido a la amplia difusióndel arquetipo de Pachacuti en todo el Tahuantinsuyu. Después de la caída del Tahuantinsuyu, el “personaje de la honda” aún se mantiene en los mitos y leyendas, el ejemplo más claro de esto es el caso de Inkarri. Franklin Pease en “El Dios Creador Andino” nos dice acerca de este personaje: “El héroe solar fundador del Cuzco se ha transformado en mesiánico y ctonico, ahora es una divinidad subterránea y viva en el hombre andino de hoy. Se complementaría así en nuestros días un ciclo iniciado por una divinidad creadora celeste [Viracocha], que se transformó en fertilizadora para dejar paso a un nuevo creador: el sol. Este ultimo, vencido por los españoles, es reemplazado por 10 un dios subterráneo, con cuyo renacimiento se espera reordenar el mundo: Inkarri”14 ¿Será Inkarri un nuevo mito estatal posterior a la conquista del Tahuantinsuyu? “Las versiones actuales de Inkarri coinciden en ofrecernos la imagen de un inka considerado como un dios ordenador, que es capaz de cambiar la faz de una tierra pre-existente, aunque no sea siempre igualmente clara su acción como creador de hombres: El creó todo lo que existe. El mundo es transformado moviendo las piedras, “Inkarri arreó a las piedras con un azote, ordenándolas. Las arreó hacia las laderas de un azote, ordenándolas. Después fundo una ciudad.15 “Dicen que el Inkarri cuando quería solían arrastrar las piedras con un látigo y luego ellas solas se hacían edificios. Todo es según su deseo.16 La gran pregunta que se hizo Pease fue: ¿existió alguna relación entre el mito de Inkarri y los incas de Vilcabamba? ¿Fueron estos quienes lo propagaron? “Los españoles tendían naturalmente a relacionar toda actividad subversiva con los inkas no sometidos, y esto es lo que lleva a establecer una relación directa entre Vilcabamba como heredera del Cuzco con el Taqui Onqoy, que pedía un retorno al tiempo del Inka. Sin embargo nada nos autoriza a pensar que Vilcabamba y el Cuzco prehispánico estuvieran relacionados a nivel andino. La relación que mencionamos es de carácter histórico y ajena a las categorías andinas”.17 Según las versiones del mito de Inkarri, este personaje está asociado a los cambios trascendentales en el mundo andino, Inkarri es un Pachacuti postergado: En los mitos de Puquio publicados por Arguedas es donde es mas clara la imagen de un Inkarri hijo del cielo y de la tierra, medio de comunicación entre ambos, de igual manera que el inka del Tahuantinsuyu.18 Entonces ¿sería Inkarri un nuevo Pachacuti? ¿Un arquetipo de cambio asociado con el mesianismo y el milenarismo? 14 PEASE 1973: 71 15 PEASE 1973: 71 (citando a Arguedas 1964: 229). 16 Ídem: 84 (citando a Arguedas 1964: 231). 17 PEASE 1973: 78 18 Ídem: 84 (citando a Arguedas 1964: 228). 11 “En los mitos actuales hay una relación con Atahualpa, el ultimo gobernante de la lista cusqueña, debido a que la muerte de este a manos de los españoles significó para la tradición andina el fin de un mundo ordenado (cosmos) y el inicio de un tiempo de caos sobre la superficie de la tierra” 19 No nos detendremos a hablar más sobre Inkarri, lo que nos interesa de este arquetipo posterior a la conquista son dos puntos esenciales: Su asociación a un Pachacuti: el retorno de Inkarri pondrá el mundo de cabeza como lo haría un Pachacuti. Esto lo propone Pease en sus investigaciones, cuando se refiere a una sucesión de arquetipos, la época del inca Pachacutec fue uno de estos tiempos de cambio, la conquista española fue otro, Inkarri sería el próximo, como podemos ver, la historia andina está configurada por una sucesión de arquetipos importantes. Aclarada la calidad de arquetipo ordenador de Inkarri, observamos que tal como todos los personajes míticos y ordenadores anteriores, Inkarri también utiliza “la honda” para llevar a cabo su transformación. “Inkarri sólo tenía waraka”. Le cortó la cabeza y la mandó a España. Su cuerpo quedó aquí”20. Un Inkarri que con su honda tiene el poder de transformar la naturaleza y hacer grandes cambios, “Inkarri por lo tanto es un Pachacuti”. Para terminar veamos como las fuentes pudieron registrar esta imagen del Pachacuti asociado al personaje de la honda. La imagen de la honda en la iconografía tardía Además de las referencias mencionadas, es posible encontrar a nuestro “personaje de la honda” en la iconografía tardía. La iconografía de la honda es algo muy recurrente en la pintura inca colonial y en lo que Tom Cummins ha llamado la “representación colonial del inca”, a partir del siglo XVII. Al parecer el simbolismo sobrevivió a través de las fuentes orales. Viendo las ilustraciones de Guamán Poma y Murúa encontraremos similitudes en ambos autores. Teresa Gisbert ha sugerido que esto es posible porque ambos utilizaron la misma fuente. 19 Ídem: 88. 20 ORTIZ: 1970: 35. 12 La fuente de ambos autores fue la tradición oral, que recogió una imagen muy difundida en los andes, la cual luego será reformulada a la manera de pintar en occidente. Veamos la portada de la obra “Década Quinta” de Herrera. En este caso el hondero es Mayta Cápac, cuarto inca. Estamos frente a una iconografía basada en las pinturas que mandó a hacer el virrey Toledo y que fueron enviadas a España durante su gobierno. La imagen del personaje de la honda se registra mayormente en la iconografía tardía porque recién en estos tiempos los indios han aprendido a dibujar como los occidentales, dejando de lado sus formas geométricas e ideográficas, para adquirir el modo de representación naturalista traída por los españoles. En la imagen de un quero del siglo XVII, podemos encontrar representaciones pictóricas de incas con hondas, sin embargo este objeto también es tardío. Posible significado de la honda Además de su sentido utilitario como arma ofensiva, la honda adquiere un carácter ritual que ésta presente en los mitos y ciclos míticos andinos, antes, durante y después de la invasión europea. También es un elemento asociado a los grandes cambios telúricos y transformaciones en la naturaleza y la sociedad andina. La honda es el objeto con el cual se llevan a cabo estas grandes transformaciones, formando parte de la acción y representación de todo Pachacuti. 13 14 Bibliografía ACOSTA, José de 1954 Obras del P. José de Acosta de la Compañía de Jesús. Estudio preliminar y edición del P. Francisco Mateos de la misma Compañía. Madrid: Atlas. AGUSTINOS, RELIGIOSOS (posiblemente Fr. Juan de San Pedro) 1992 Relación de los agustinos de Huamachuco. PUCP. Lima: Pontificia Universidad Católica del Perú, Fondo editorial. ARANA BUSTAMANTE, Luis 1997 “El mito estatal inca: El agua, el inca y la montaña en una narración de Cieza”. Nueva síntesis, Lima, número 5, pp. 111-139. BAUER, Brian 1996 El desarrollo del estado inca. Cusco: Centro de Estudios Regionales “Bartolomé de las Casas”. BETANZOS, Juan de 1987 Suma y narración de los incas. Prólogo, transcripción y notas por María del Carmen Martin Rubio; estudios preliminares de Horacio Villanueva Urteaga, Demetrio Ramos y María del Carmen Martin Rubio. 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