La Selección Artificial

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Selección artificial
¿Qué es la selección artificial?
En biología, se denomina selección artificial o cría selectiva a las distintas formas en que el ser humano interviene en la evolución de diversas especies animales y vegetales, eligiendo de acuerdo a criterios productivos, estéticos o de conveniencia, cuáles han de ser los rasgos favorecidos en el genoma de una especie y cuáles no.
Se trata de un proceso de conducción de la evolución paralelo y distinto a la selección natural (esta última ocurre sin la interferencia del ser humano).
La crianza selectiva ha estado puesta en marcha por el ser humano desde que las primeras especies animales y vegetales fueron sometidas a la domesticación, alterando así para siempre sus destinos evolutivos, a conveniencia de su relación con nuestra especie.
A través de la selección de progenitores, el entrecruzamiento y la endogamia, los seres humanos hemos incidido directamente en la frecuencia de aparición de ciertos rasgos heredados en estas formas de vida, distinguiendo entre diversas razas (en el caso de animales) y variedades (en el caso de vegetales y hongos).
Por esta razón, los animales domésticos tienen un camino evolutivo diferente al de sus parientes silvestres, ya que la cercanía con el ser humano y su forma de vida les ha arrancado de la influencia de la competencia natural y de la supervivencia del más apto.
Tipos de selección artificial
Dependiendo del grado de planificación involucrada por parte del ser humano, la selección artificial puede ser:
· Consciente. Cuando responde a un plan de selección, diseñado y ejecutado a voluntad, para preservar ciertos rasgos por encima de otros en una especie doméstica.
· Inconsciente. Cuando ocurre de manera accidental, respondiendo a criterios no planificados de antemano o al menos no formalizados.
De manera similar, puede diferenciarse entre la selección artificial que fomenta la reproducción de los individuos con rasgos deseados (selección artificial positiva), y aquella que impide la reproducción de los individuos con rasgos indeseados (selección artificial negativa).
Ventajas de la selección artificial
La selección artificial permite la convivencia más armónica o estrecha entre la humanidad y las especies domésticas, ya que los rasgos dominantes en esta última responden a los intereses, necesidades o preferencias humanas.
Esto significa que las necesidades humanas se satisfacen, y que a cambio se le garantiza a la especie domesticada su supervivencia, a menudo en términos mucho más cómodos que en su entorno silvestre original: un hogar establecido, comida constante, ausencia de depredadores.
Desventajas de la selección artificial
No siempre las condiciones de vida junto a la humanidad son tan favorables para la especie domesticada. Entre las posibles desventajas que trae consigo la cría selectiva está el debilitamiento de la especie: los animales de granja, hacinados y en pobres condiciones de salud, son susceptibles a enfermedades y taras que no tendrían en su entorno silvestre.
Por otro lado, la selección artificial, al obedecer a las razones del ser humano y no las propias de la especie, suele traer consigo problemas evolutivos para la especie, como enfermedades, dificultades anatómicas, mutaciones impredecibles, etc.
Además, en caso de que las especies domésticas deban volver a su hábitat silvestre, se encontrarán mucho peor adaptadas que cualquier otra para sobrevivir.
Ejemplos de selección artificial
Algunos ejemplos de selección artificial son:
· La crianza de las distintas razas de perro doméstico, distinguiendo enormemente entre los animales de compañía (generalmente pequeños) y los de guardia o pelea (generalmente grandes).
· La extinción de algunas razas violentas o peligrosas de perro o gato, a través del control o disminución de su reproducción.
· La reproducción anormalmente grande de especies de salmón y otros peces cultivados en granjas piscícolas, y junto a ellos de enfermedades nuevas fruto del hacinamiento o de la falta de competencia natural.
· Las distintas formas de mejoramiento genético del maíz, trigo y otras especies vegetales domésticas, aumentando así los nutrientes de sus frutos o el tamaño de sus respectivas producciones.