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CAD-spa-2021-Los_silencios_de_la_menopausia_en_la_relacion_conyugal_y_el_significado_de_sus_posibles_violencias

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LOS SILENCIOS DE LA MENOPAUSIA EN LA RELACIÓN CONYUGAL Y EL 
SIGNIFICADO DE SUS POSIBLES VIOLENCIAS: CONVERSACIONES PARA 
BUSCAR LUCES EN EL CAMINO. 
 
 
 
JILLY STEFANNY MALDONADO QUINTERO 
 
 
 
 
 
UNIVERSIDAD EXTERNADO DE COLOMBIA 
FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANAS 
PSICOLOGÍA 
 
 
BOGOTÁ 2021 
 
2 
 
Agradecimientos 
 
A ti, padre; te agradezco por soñar a mi lado la posibilidad de ser la primera en la familia en 
terminar a la universidad, las madrugadas cuidando de mi mientras yo hacía ensayos y reportes; 
los días enteros trabajando para que yo pudiese cumplir con mis clases, las tardes de domingo 
siendo el único público de mis exposiciones y los incontables abrazos de ánimo cuando no tenía 
ganas de continuar. A mi madre, hermana y sobrina por ser mujeres inspiradoras en mi vida, por 
llenar de amor y apoyo moral cada espacio compartido, por hacerme reír y distraerme cuando lo 
necesité. A mis incondicionales amigas; Luisa y Juanita, por ayudarme a moldear este proyecto 
con sus particulares visiones del mundo, por escuchar incontables veces mis preocupaciones y por 
recargar mis energías en los momentos más difíciles de mi carrera. 
A mis increíbles tutoras; Betky, Natalia e Izabel, por desafiarme día a día a ser mejor y entregar 
siempre lo mejor de mí, por inspirarme académica, profesional y personalmente siendo 
excepcionales maestras, investigadoras, madres, hermanas y amigas; por enseñarme que confiar 
en una misma, enfrentarse a sus miedos, quererse bien y conectar con otras mujeres, son de los 
actos más subversivos frente a un mundo que nos quiere aisladas y frágiles. Finalmente, a todos y 
cada uno de los maestros que hicieron parte de este proceso de formación, y a mi querida casa de 
estudios, por acogerme, retarme y construirme durante estos años. 
 
 
 
 
3 
 
TABLA DE CONTENIDO 
Agradecimientos ............................................................................................................................. 2 
TABLA DE CONTENIDO............................................................................................................. 3 
RESUMEN ..................................................................................................................................... 5 
INTRODUCCIÓN ......................................................................................................................... 6 
PRIMER CAPÍTULO – Identidad del proyecto: Componiendo la melodía adecuada para el baile 
conyugal. ......................................................................................................................................... 8 
Menopausia ................................................................................................................................. 8 
Menopausia y calidad de vida ..................................................................................................... 9 
Factores sociales y culturales ................................................................................................ 11 
Menopausia y sexualidad....................................................................................................... 14 
Violencia de genero ................................................................................................................... 17 
Violencia conyugal ................................................................................................................ 19 
Violencia conyugal en mujeres en la menopausia .................................................................... 23 
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA ..................................................................................... 29 
OBJETIVOS ................................................................................................................................. 31 
SEGUNDO CAPITULO - Marco teórico y conceptual: escribiendo las letras de la canción para 
el baile relacional. ........................................................................................................................ 31 
METODOLOGÍA ..................................................................................................................... 39 
Definición del método ............................................................................................................... 39 
Procedimiento............................................................................................................................ 40 
Técnicas e instrumentos de la investigación ............................................................................. 40 
Construcción de matriz de análisis ............................................................................................ 44 
Abordaje metodológico de las entrevistas ............................................................................. 44 
Población ............................................................................... ¡Error! Marcador no definido. 
TERCER CAPÍTULO – Análisis de resultados: ¿Listas para bailar? ......................................... 48 
4 
 
Tomando los primeros pasos hacia la menopausia ................................................................... 48 
Explorando la relación conyugal: toda una vida bailando juntos .............................................. 52 
¿Perdimos el ritmo de la canción? Qué de lo que haces me duele ............................................ 57 
Hablemos de violencia: el disco rayado .................................................................................... 62 
Significado de las vivencias de violencia durante la menopausia: las melodías que se guardan 
en el corazón.............................................................................................................................. 72 
CONCLUSIONES ........................................................................................................................ 75 
RECOMENDACIONES PARA FUTURAS INVESTIGACIONES ........................................... 77 
Bibliografía ................................................................................... ¡Error! Marcador no definido. 
ANEXOS ...................................................................................................................................... 83 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
5 
 
RESUMEN 
El campo de investigación sobre la violencia conyugal en la menopausia es exponencialmente 
reducido, por lo que explorando el rol de la mujer adulta en la sociedad colombiana y las vivencias 
en la relación conyugal en la etapa de la menopausia, se realizó una revisión bibliográfica que 
sustenta la necesidad de esta tesis de investigación desarrollada en el área de Familia, Infancia y 
Sociedad en la línea de Familias, dinámicas sociopolíticas, conflictos y violencias de la 
Universidad Externado de Colombia. Cuyo objetivo fue explorar las vivencias en la relación 
conyugal y el significado de vivencias de violencia en mujeres que estén atravesando el proceso 
la menopausia. Una investigación de tipo cualitativo, comprendida bajo el paradigma sistémico 
complejo que permitió entender el mundo como un sistema en constante flujo e interacción circular 
con sus sistemas internos y externos, como un pensamiento que enlaza y globaliza. 
En esta participaron diez mujeres colombianas residentes en la ciudad de Bogotá, con las que se 
tuvo una conversación guiada por una entrevista semiestructurada y el uso de una adaptación del 
violentómetro creado en México para identificar situaciones de violencia de género contra la 
mujer. Tomando como ejes principales la relación de pareja conyugal, el proceso de la menopausia 
y la significación de la violencia conyugal en este momento específico del ciclo vital de las 
participantes de la investigación. La violencia más experimentada por las mujeres participantes en 
la menopausia es la psicológica;se usan mayormente violencias simbólicas y de discurso para 
denigrar a la mujer durante su proceso, el desconocimiento e ignorancia que se tiene acerca de esta 
etapa mezclado con los prejuicios sociales sobre el envejecimiento femenino hacen que sea 
especialmente difícil parar la reproducción de estas situaciones. 
 
6 
 
INTRODUCCIÓN 
La menopausia representa una época de transición en la vida de la mujer, en esta transmutación la 
mujer se enfrenta a diferentes cambios tanto físicos como psicológicos, a procesos internos de 
aceptación, al crecimiento y posterior abandono de los hijos de casa, a posibles enfermedades y/o 
despidos laborales causados por la edad y transformaciones en la relación conyugal. Latinoamérica 
posee una carga histórica y unas dinámicas sociales y contextuales diversas, regidas en su mayoría 
por el orden patriarcal, sistema que oprime sistemáticamente y de maneras diferentes tanto a 
hombres como mujeres, ellos con la carga de ser trabajadores implacables e indestructibles y ellas 
relegadas mayoritariamente a las labores sexuales y reproductivas de la sociedad. Se hace 
necesario entonces conocer de primera mano la voz de las mujeres y sus sentires, explorando las 
vivencias en la relación conyugal y el significado de vivencias de violencia en mujeres que estén 
atravesando el proceso la menopausia. 
En términos de reflexión en esta tesis de investigación el proceso de la menopausia se relaciona 
con un baile, danzado de manera diferente por cada mujer y su compañero al compás de su especial 
canción; la relación conyugal. Se toman los relatos de las mujeres participantes sobre su 
menopausia como los elementos que cada una de ellas escoge para adornar su baile (situación 
económica, trabajo, hijos, nietos, amistades, enfermedades, religiones, etc.) y de esta manera los 
apartados del documento se ven relacionados con los pasos que se toman camino a este evento. El 
primer capítulo permite componer la melodía de esta canción, la construcción de los antecedentes 
alrededor de la menopausia, la calidad de vida, los factores sociales y culturales que influyen en 
esta, así como la transformación de las experiencias sexuales en pareja; el patriarcado y su 
influencia en la violencia doméstica, la violencia conyugal y por último la violencia conyugal en 
mujeres en la menopausia. Ya teniendo el ritmo, en el segundo capítulo se encuentran las letras de 
7 
 
la canción, el esqueleto de la investigación con planteamiento del problema, objetivos y marco 
teórico. En el capítulo tres acerca de los resultados se pregunta ¿listas para bailar? Ya que se 
exponen de manera conjunta los resultados junto al análisis de los mismos, pasando por las 
vivencias del proceso de menopausia hasta las experiencias conyugales y de posibles violencias. 
El documento termina con el apartado de conclusiones y recomendaciones para futuras 
investigaciones. 
 
8 
 
PRIMER CAPÍTULO – Identidad del proyecto: Componiendo la melodía 
adecuada para el baile conyugal. 
Menopausia 
La menopausia entendida como una etapa biológica de la vida y no como un proceso patológico, 
implica la transición de la mujer del periodo reproductivo al no reproductivo. Se produce 
generalmente entre los 45 y los 55 años. En esta etapa se producen una serie de cambios físicos, 
orgánicos, psico-afectivos, cognoscitivos y sexuales que, de acuerdo con la experiencia personal 
de cada mujer, su entorno sociocultural y su estado individual de salud van a influir sobre la calidad 
de vida relacionada con su salud (Vargas-Fandiño, 2015). Esta etapa comprende desde la última 
menstruación hasta un año seguido de ausencia de esta, correspondiente a un evento fisiológico en 
la vida de la mujer por lo que implica la finalización de su periodo reproductivo. Sin embargo, 
estos cambios pueden variar de mujer a mujer no solo desde el ámbito fisiológico sino desde el 
contexto cultural. 
El articulo investigativo de (Salvador, 2008) es importante para comprender la menopausia en 
términos biológicos, este presenta una breve descripción de los principales eventos 
endocrinológicos que llevan a la menopausia, así como de los síntomas y algunas características 
de esta, además de una revisión actualizada de los conceptos de climaterio, menopausia y 
posmenopausia. Se entiende así, la menopausia como el cese permanente de la menstruación, 
debida a la perdida de la función folicular ovárica y se diagnostica después de un periodo de 
amenorrea de 12 meses, desaparece la ovulación y se termina la etapa reproductiva de la mujer. 
La pérdida de esta función ovárica es un proceso gradual, conocido como climaterio o 
perimenopausia; comienza unos años antes de que se dé la menopausia, en este empiezan las 
manifestaciones endocrinológicas, clínicas y biológicas y puede prolongarse unos años siguientes 
9 
 
a esta, por último, la postmenopausia se refiere al periodo que comienza a partir de la menopausia 
y se prolonga hasta por quince años. 
Los eventos endocrinológicos inician en el climaterio, alrededor de los 35 años, para los 40 la fase 
folicular del ciclo se acorta. Cerca de la menopausia, los ciclos menstruales suelen ser irregulares 
y pueden existir periodos de amenorrea. En cuanto al promedio de edad en la menopausia según 
estudios realizados en Estados Unidos y Europa, varía entre los 48 y 52 años, se señala que el 
factor más importante que determina la edad de la menopausia es el número de folículos ováricos 
y a la vez, se han propuesto diversos factores ambientales que pueden determinar la edad de la 
menopausia como el tabaquismo y la desnutrición, que adelantan el proceso de 1 a 4 años. El 
climaterio se asocia con signos como la amenorrea, bochornos, sudoración excesiva y resequedad 
vaginal como una alteración del tracto genitourinario bajo, también pueden presentarse 
alteraciones psicológicas, psicosomáticas y emocionales, entre las más frecuentes se encuentran; 
ansiedad, cambios de humor, depresión, insomnio, ataques de pánico, cefaleas, irritabilidad, etc. 
Estos síntomas pueden presentarse generalmente después de los 30 años y se vuelven más intensos 
antes de la menopausia. (Salvador, 2008) 
 
Menopausia y calidad de vida 
Para hablar de la calidad de vida de las mujeres en el climaterio el artículo de revisión de (Pérez 
M.-S. -L.-P., 2016) aporta a esta investigación el concepto de calidad de vida relacionado con la 
salud, el cual se define como un estado de completo bienestar físico, mental y social y no solamente 
a la ausencia de enfermedad. (OMS, 1948) Una visión integral que incorpora la percepción del 
individuo en cuanto a su posición en la vida, su contexto cultural y el sistema de valores que replica 
con su entorno. Al ser la menopausia una etapa de transición fisiológica y biológica que trae 
10 
 
consigo la perdida de la capacidad reproductiva y aunque es una condición normal, se ha reportado 
que 8 de cada 10 mujeres tiene al menos uno de los síntomas clásicos (físicos o emocionales) 
durante o posterior al climaterio, de las cuales el 45 % considera que impactan de manera negativa 
en su calidad de vida según (Lwow F, 2013) y (Lizcano F, 2014) como se citó en (Pérez M.-S. -
L.-P., 2016). De igual manera, en la menopausia también se presentan factores de riesgo como 
enfermedades crónicas o cardiovasculares. Con respecto a lo psicológico, las manifestaciones 
varían de los cambios en el estado de ánimo, humor depresivo, pérdida de memoria, falta de 
concentración y de igual forma, aspectos biológicos y psicológicos propios de este momento vital, 
asociados a la ausencia o mala interacción con la pareja y las estereotipias culturales, contribuyen 
a la presentación de serias disfunciones sexuales, así como pérdida de la libido y actividad sexual 
según (Bosoni, 2014)y (Costa-Paiva, 2015) como se citó en (Pérez M.-S. -L.-P., 2016) 
Se entiende en este artículo y también en lapresente investigación la menopausia como un periodo 
de adaptación, reflexión y cambio sobre las dimensiones culturales, fisiológicas, sociales y 
laborales de la mujer que la experimenta, por lo que no debe ser considerada como un sinónimo 
de deterioro o enfermedad, por el contrario, el abordaje de estas mujeres debe estar siempre 
pensado en claves de calidad de vida, que aborden una perspectiva psíquica, orgánica y sociológica 
con un alto componente subjetivo. En cuanto a los instrumentos creados para medir la calidad de 
vida de las mujeres en la menopausia se describen en el artículo algunos como la Menopause 
Rating Scale (Heinemann, 2002) que permite evaluar el impacto de cualquier intervención médica 
con relación a diferentes aspectos de la calidad de vida relacionada a la salud (CVRS). En 
contextos más cercanos encontramos la Escala de Cervantes en España (Palacios, 2004), recoge 
todos los dominios de la calidad de vida construido con sub-escalas como menopausia y salud, 
dominio psíquico, dominio de sexualidad y relación de pareja complementado con una escala de 
11 
 
la personalidad, siendo el primer cuestionario adaptado a la realidad contextual de las mujeres 
españolas. El uso de este tipo de instrumentos ayuda a evaluar los síntomas durante el climaterio, 
su severidad e interferencia con la calidad de vida, brindando información vital para la toma de 
decisiones médicas y terapéuticas, como el uso de la terapia hormonal. 
Factores sociales y culturales 
La investigación de (Argote, 2009) es importante porque se entiende que la menopausia inicia 
cuando se presenta la última menstruación y que esto corresponde a un evento fisiológico en la 
vida de la mujer que implica la finalización de su periodo reproductivo. Aun así, estos cambios 
pueden variar de mujer a mujer no solo desde el ámbito fisiológico sino desde el contexto cultural. 
El objetivo de esta investigación es conocer el significado de la menopausia, sus creencias y 
prácticas de cuidado, para esto se abre un marco conceptual que engloba categorías que serán 
desarrolladas más adelante, como algunas concepciones de mujer y etnia, transición y cultura y 
cuidado cultural de enfermería. Dentro del marco conceptual en la sección de algunas 
concepciones de mujer y etnia, es sustancial entender que el 20% de la población colombiana es 
afrodescendiente y que la población negra colombiana situada en el litoral pacífico constituye el 
92% de esa población, siendo una de las más marginadas del país. La metodología usada 
corresponde a la etnoenfermería que dio lugar a relatos descriptivos e interpretativos, 
documentados a través de la observación, participación y reflexión. Participaron 17 mujeres, esta 
muestra fue seleccionada por el criterio de saturación de datos y el análisis de estos se llevó a cabo 
por fases. En los resultados se tiene que, para las mujeres del Distrito de Aguablanca, la 
menopausia es solo una etapa de la vida que se asume como tal y se enfrenta con la serenidad 
inconsciente de quienes saben esto ancestralmente y han seguido de manera juiciosa las prácticas 
de cuidado necesarias. Luego de esto se hace un recorrido por las etapas vitales de las mujeres y 
12 
 
sus cuidados, se empieza con la menstruación, el embarazo y el parto, los cuidados en la relación 
sexual con el compañero, para llegar así a la menopausia. En esta etapa se mencionan los cambios 
del cuerpo, los cambios en el estado de ánimo, la vivencia de la sexualidad y el cuidado que tienen 
las mujeres en cuanto a infusiones, comidas y cuidado del cuerpo en general. De esta investigación 
se concluye que los cuidados que las mujeres del litoral pacífico dispensan a sus cuerpos durante 
la menopausia van dirigidos no tanto a la obtención de admiración por los otros, sino a la 
conservación de unas condiciones de salud que les garanticen un “buen vivir” y una buena 
menopausia. En este periodo también tienen algunas recomendaciones sobre el cuidado de sí 
mismas, pero es evidente que la garantía de la llegada de una menopausia que no implique traumas 
y un deterioro corporal importante no está determinada por los cuidados de salud en ese periodo, 
sino que empiezan desde la llegada de la menstruación y se prolongan durante toda la vida, como 
quien recorre un camino minuciosa y metódicamente (Argote, 2009) 
La investigación de (Hermosa A. B., 2014) contextualiza la menopausia como pilar de estudio y 
los estereotipos que se han ido moldeando alrededor de ésta, a lo largo de los años, según la 
sociedad. El objetivo de esta investigación fue conocer y analizar los estereotipos de género que 
existen actualmente sobre la menopausia en mujeres de Sevilla (España) y verificar la existencia 
de prejuicios culturales hacia este fenómeno fisiológico. La metodología fue de tipo cualitativo a 
través de la teoría fundamentada, se realizaron 24 entrevistas semiestructuradas en diferentes 
escenarios y tres grupos focales. Los criterios para medir los resultados fueron la segmentación, 
lugar de residencia yde variabilidad. las categorías de análisis fueron expresiones populares, el 
control y el sabor de sus propios cuerpos, género, menopausia como tal. 
Los resultados se presentan en categorías: a) vejez, pérdida y deterioro. En esta categoría cabe 
resaltar que las mujeres que tienen peor visión de la menopausia paradójicamente son las más 
13 
 
jóvenes, esto se atribuye a que son las mujeres que se encuentran mayormente expuestas a medios 
de comunicación y publicidad que relacionan la menopausia como un déficit o una patología, por 
lo cual se asocia directamente con la vejez y la falta de atractivo sexual. b) ansiedad, depresión y 
miedos. En esta categoría se señala que la medicalización se ha tomado la dominación del cuerpo 
femenino y todos sus ciclos, por ende, la menopausia. La provisión de hormonas está directamente 
relacionada con la construcción social de género. Las mujeres de edad mediana asociaron la 
menopausia con más visitas al médico e incluso al psicólogo por posibles depresiones. y c) tabú. 
Las mujeres mayores de la investigación vivieron esta etapa como algo natural, fisiológico y la 
mayoría de las veces sin darle gran importancia e incluso muchas veces sin hablar de esta. Las 
conclusiones apuntan a que las principales creencias y estereotipos que existen sobre la 
menopausia son los relacionados a la vejez y como fuente de ansiedad, depresión y tabú en las 
mujeres mayores. 
El artículo investigativo de (Tovar, 2004) es significativo para esta investigación pues se desarrolla 
teniendo en cuenta la línea de patriarcado. Este aborda el problema del lenguaje sexista en la 
medicina y como este ha influido en la percepción que se tiene de los cuerpos de las mujeres, vistos 
como lo natural y del mundo de las emociones, por lo tanto, inferior a lo masculino. Lo cual es 
significativo para la investigación teniendo en cuenta la línea de patriarcado. También se desarrolla 
la idea de cómo la industria farmacéutica se ha lucrado inmensamente con los procesos biológicos 
de las mujeres y se menciona entonces terapia de reemplazo hormonal (TRH), anunciada como el 
remedio apropiado que ofrece la ciencia moderna para "curar" el problema de la menopausia. La 
venta y reproducción de estos se ha perpetuado por la ilusión de la eterna belleza y juventud, todo 
esto ocurre en un contexto cultural donde decirle a una mujer ‘’menopaúsica’’ es casi un insulto. 
14 
 
Seguido a esto, se desarrolla un apartado de la antropología de las etapas de la reproducción, se 
hace un recorrido por la menstruación, el parto, la fecundidad y la reproducción, la lactancia y la 
nutrición, el aborto y por último la menopausia, donde se menciona que el estudio de este proceso 
en las comunidades indígenas o en áreas urbanas no es aún una prioridad de investigación para la 
antropología en Colombia. En cuanto a la relación anómala entre la medicinay la belleza, la autora 
sostiene que el énfasis exagerado en la belleza femenina y la manipulación del cuerpo tiene 
repercusiones psicológicas, físicas y políticas en la salud personal y pública. Resulta, además, en 
opresión, control y disminución del empoderamiento, esclavizando a la mujer y encasillándola en 
un rol artificial, se hace un énfasis en todos los procedimientos quirúrgicos / estéticos y sus 
implicaciones para la salud femenina y se muestra como a pesar de esto, las mujeres deciden correr 
el riesgo con el anhelo de un cuerpo perfecto y joven. De la violencia del bisturí, la autora pasa a 
otros tipos de violencia y su efecto en la salud y en el cuerpo de las mujeres. Se menciona la 
violencia de genero brevemente como un problema de salud pública en Colombia donde la gran 
mayoría de víctimas (92%) son mujeres, sin embargo, el sistema de salud no está preparado para 
atender a las víctimas, en los mejores casos atienden los traumas físicos sin que las afectadas 
puedan expresar sus emociones y regresen, sin alternativas, a sus casas a enfrentar la misma 
situación. Es decir que, de nuevo, la mujer desaparece detrás del trauma. La intervención y el 
apoyo del estado son deficientes y los pocos programas creados con el objetivo de fortalecer la 
familia han sido víctima de recortes presupuestales. 
Menopausia y sexualidad 
El estudio investigativo de (Vargas-Fandiño, 2015) es relevante ya que tiene en cuenta que los 
cambios experimentados por las mujeres en la menopausia tienen un impacto en la imagen de sí 
mismas y de su vida. Se menciona que este proceso refiere una etapa biológica de la vida y no un 
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proceso patológico, por lo cual su abordaje debe ser integral e ir más allá del solo aspecto médico, 
para que la mujer viva este proceso de la mejor manera posible, asimilando los cambios que 
suceden tanto en su organismo como en su estilo de vida, esto incluye la sexualidad. El objetivo 
fue realizar una aproximación a la manera como las mujeres perciben la menopausia y describir 
las experiencias de la sexualidad durante esta etapa en las mujeres atendidas en dos instituciones 
hospitalarias en Bogotá, Colombia. 
La metodología planteada para cumplir este objetivo se basa en un estudio cualitativo de tipo 
fenomenológico, la población de estudio estuvo conformada por mujeres en la etapa de la 
menopausia que fueran atendidas en la Clínica Universidad de La Sabana (Chía) y en la ESE 
Hospital Universitario de La Samaritana, en el periodo comprendido entre mayo del 2015 y enero 
del 2016. Participaron 16 mujeres (8) de cada institución, se utilizó la entrevista semiestructurada 
para la recolección de la información, la pregunta principal fue ¿Podría contarnos cómo ha vivido 
la experiencia de la menopausia? Los resultados se dividen en diferentes categorías; 1. Percepción 
de la menopausia, 2. Los cambios que induce la menopausia y como se enfrentan, 3. Cambios en 
la vida sexual durante la menopausia, 4. La sexualidad durante la menopausia, 5. Apoyo médico 
para afrontar la menopausia. En la discusión de resultados se puede evidenciar que las mujeres 
dieron cuenta de los aspectos sociales, culturales y personales, además de los biológicos, que se 
modifican durante esta etapa de la vida y si bien se entiende la menopausia como un proceso 
natural, las mujeres mencionan que es importante el apoyo tanto familiar como de la pareja, si se 
tiene. A modo de conclusión se hace necesaria la construcción de espacios de orientación sobre la 
menopausia, que permitan la generación de confianza y seguridad en las mujeres, en los cuales se 
propicie el uso de un lenguaje no técnico, escuchar a las mujeres y la participación de la pareja. 
16 
 
El estudio investigativo de (Araujo Moraes, 2016) es indispensable en esta investigación, pues es 
uno de los pocos que relaciona la violencia con el climaterio y además reconoce que el 
conocimiento de la ocurrencia de la violencia y su impacto en la salud de las mujeres en el 
climaterio es escaso y constituye un problema de salud pública. En la revisión bibliográfica de 
Araujo se encontró que muchos de los instrumentos utilizados para investigaciones de violencia 
en mujeres en el climaterio son limitados, así los instrumentos que se interesan por la violencia 
sufrida en la niñez o adolescencia ignoran las características dimensionales de eventos traumáticos 
(como la frecuencia, gravedad o duración) o muchos otros instrumentos se centran solo en la 
violencia física y sexual dejando de lado las demás violencias como la emocional y la psicológica, 
aquellos que consideran este tipo de violencia han trabajado con población de niñez, adolescencia 
y la vida reproductiva de las mujeres, pero aún no han cuantificado el impacto de la violencia en 
la salud de las mujeres en el climaterio. 
El objetivo de la investigación fue evaluar los efectos de la violencia doméstica y sexual en la 
menopausia. La metodología consiste en un estudio trasversal con 124 mujeres que habían sufrido 
violencia a lo largo de su vida y 120 mujeres que no, se utilizó una encuesta y un test. En la 
discusión de resultados se encontró no sólo las diferencias entre los tipos y consecuencias de la 
violencia en la salud de las mujeres durante la menopausia, sino que también pone de relieve la 
magnitud de la violencia sexual que ocurre en cualquier etapa de la vida. Algunas mujeres 
experimentan la violencia sexual por parte de sus maridos / parejas, una vez que se hacen para 
tener relaciones sexuales bajo amenaza o violencia física. Al abordar el proceso de violencia, se 
deben tener en cuenta los factores sociales tales como el acceso a servicios de salud y de seguridad, 
estado civil, ambiente familiar, las actividades llevadas a cabo fuera del hogar y otros. Por lo tanto, 
los servicios de salud se convierten en espacios privilegiados donde los profesionales pueden 
17 
 
romper el pacto de silencio y el ciclo de violencia. Se pudo evidenciar que las mujeres que han 
sufrido violencia doméstica o sexual en cualquier punto de su vida presentan un mayor número de 
comorbilidades durante el climaterio y mayores (MKI) que las que no fueron expuestos a la 
violencia, para llegar a la conclusión de que las mujeres que han sufrido violencia doméstica en 
algún momento de sus vidas, muestran un mayor número de comorbilidades tales como: depresión, 
trastornos psiquiátricos y una vida sexual insatisfactoria en la menopausia, en comparación con 
las mujeres que no sufrieron violencia. 
Violencia de género 
El artículo investigativo de (Cagigas, 2000) es indispensable para esta investigación pues presenta 
una buena síntesis de lo que es el patriarcado y como este permea la violencia doméstica. La autora 
del texto nos define el patriarcado como “la relación de poder directa, entre los hombres y las 
mujeres en las que aquellos hombres, que tienen interés en el control, uso, sumisión y opresión de 
las mujeres, lo cumplen efectivamente”… (Cagigas, 2000)p.312 Se expone que el patriarcado y 
sus ideales vienen de mucho antes de lo que pensamos, históricamente lo vemos en los pueblos 
primitivos donde los hombres por su fuerza y tamaño salían a cazar mientras que las mujeres 
permanecían en un solo lugar cuidando de los hijos por condiciones como la menstruación, el 
embarazo y el parto. Esto ha perpetuado jerárquicamente de tal manera que para sostenerlo se ha 
creado toda una ideología científica. Este énfasis podemos verlo marcado en la diferencia natural 
y los factores culturales que permitieron la construcción de un ideal de lo que es ‘’ser mujer’’, 
determinando así funciones sociales, domésticas y conductas como la dulzura. En esta ideología 
donde los hombres son dominantes crecen niños y niñas, ¿Cómo aprendemos a usar el papel ‘’que 
nos corresponde’’? Culturalmente se abarca todo, los conceptos, las costumbres, las leyes, las 
instituciones etc. Esta sociedad imponeestos roles. Si hablamos del género, es un concepto que se 
18 
 
dota de sentido socialmente por lo que no es natural. Me parece importante resaltar una mención 
en el texto a (Beauvoir, 1949) quien señala que “no se nace mujer, se llega a serlo” es decir, que 
cuando nacemos somos iguales y es cuando nos relacionamos con el mundo que empezamos a ser 
dotados de sentidos sociales que nos convierten en femenino o masculino. Es por esto por lo que, 
los niños que actúan de maneras diferentes son muchas veces censurados y privados de estas 
diferencias con el afán de que encajen ‘’en lo que son’’. En relación al crecimiento de las niñas se 
menciona que la niña aprenderá en su crecimiento que su género está infravalorado y asimilará a 
su vez los valores y creencias que determinan ‘’el ser mujer’’, desde aquí se crea entonces la idea 
de superioridad masculina donde el hombre impone sus decisiones sobre los que no tienen poder 
y no espera que esta situación se dé inversamente. Cuando esa expectativa falla generalmente se 
abre paso a la violencia. 
La violencia entendida por la autora como el uso de la fuerza para provocar daño, lo que nos remite 
al concepto de poder también, pues la violencia es siempre una forma de demostrar que se tiene 
poder mediante el empleo de la fuerza física, psicológica, económica, política, etc. Esto implica la 
existencia de un superior y un subordinado. La violencia así es usada para mantener y reproducir 
el rol del hombre superior. Cotidianamente los hombres alardean de ello siendo quienes trabajan 
fuera de casa, manejan la información, toman las decisiones y ellos son quienes interpretan la 
realidad social, todo esto gracias a que culturalmente se ha legitimado este papel en el marido 
promoviendo su dependencia económica y su justificación en el uso de la violencia contra la mujer. 
Por lo cual cuando las mujeres son conscientes de su desigualdad y quieren cambiarla, se 
convierten en una amenaza para los hombres, quienes generalmente recurren a la violencia como 
único recurso para demostrar ‘’quien manda’’. La violencia física es el último recurso para 
proteger el patriarcado de la oposición individual y colectiva de las mujeres. (Cagigas, 2000) Por 
19 
 
todo lo mencionado anteriormente se tiene que no todos los hombres son conscientes de que sus 
actos son erróneos, pues vimos como los niños y niñas crecen bajo este discurso y desde el 
momento de su nacimiento se imponen estos roles. Estos hombres tienen un sistema de creencias 
basado en los mitos culturales de la masculinidad y la inferioridad de la mujer y después de esto 
resulta más fácil entender que en los países dominados por estas ideas ‘’masculinas’’ existe mayor 
incidencia de violencia contra las mujeres. Estas sociedades compuestas por hombres y mujeres 
que han crecido bajo estos ideales adoptan los roles ‘’que les corresponden’’ lo que no quiere decir 
que se apoye la violencia contra la mujer, sino que se ha callado, ignorado y normalizado y que 
hasta hace muy poco se está tomando acción y conciencia sobre lo que ocurre. Pero con esto nos 
enfrentamos también a mitos culturales e ideas sobre las mujeres violentadas. Estos discursos 
condenan a la mujer doblemente, pues primero sufre la violencia y cuando esta se atreve a hablar 
y buscar ayuda se encuentra con un sistema que se mueve bajo el mismo discurso de violencia. El 
articulo nos deja con la idea de que el problema de la violencia contra la mujer es complejo y que 
si no se abarca correctamente las medidas que se tomen serán ineficaces y peor aún se puede 
contribuir a reforzar la conducta del agresor violento. 
Esta violencia se reconoce como violencia de genero donde encontramos que la Organización de 
las Naciones Unidas (ONU, 1993) ha definido como todo acto de violencia que tenga o pueda 
tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual y psicológico para la mujer, incluso las 
amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, producida tanto en la 
vida pública como en la privada. 
 Violencia conyugal 
El estudio de (Ventura Aliello, 2005) es importante ya que brinda una caracterización del 
comportamiento de la violencia conyugal en la mujer en cuanto a tipo de violencia, 
20 
 
manifestaciones de violencia física, sexual, psicológica, repercusión, daño y la búsqueda de ayuda 
profesional. Se entiende que la violencia hacia la mujer es un modelo de conductas coercitivas 
aprendidas y que la invisibilidad de los tipos de violencia hace que no siempre se puedan identificar 
las circunstancias que llevaron al acto violento. Este estudio descriptivo se realizó en dos 
consultorios del municipio de Camagüey en Cuba, el universo fueron 235 mujeres entre los 21 y 
50 años, la muestra que refirió violencia conyugal en cualquiera de sus modalidades fueron 125 
mujeres. La técnica de recolección fue la encuesta que recogió variables como: tipo de violencia, 
manifestaciones de violencia física, sexual psicológica, la repercusión y el daño y la búsqueda de 
ayuda profesional. 
Los resultados muestran que el 100% de la muestra señaló haber presentado agresiones 
psicológicas, el 97,6% maltrato sexual y el 62,4% agresión física. En cuanto a las manifestaciones 
de violencia física el 97,4% de las mujeres recibió amenazas de golpes por parte del cónyuge, en 
la violencia sexual el 72,1% reportó que su pareja las obliga a tener relaciones sexuales de tipo no 
deseado y las manifestaciones de violencia psicológica se relacionan mayormente con las críticas 
por parte de su compañero a su forma de vestir, la exigencia de algunas tareas y sobre todo del 
cuidado del hogar (77,6%). Las repercusiones de estas violencias en la mujer se ven reflejadas 
principalmente en el deterioro de la autoestima (70,4%), por último, con relación a la orientación 
profesional solo el 29,6% de las mujeres acudió a una consulta especializada. Estos resultados 
reflejan que solamente un número reducido de las mujeres agredidas acuden en busca de ayuda. 
El estudio de (Martínez Camilo, 2011) es significativo porque comprende el climaterio como el 
periodo entre la madurez sexual completa y la pérdida total de las funciones reproductivas en 
donde se generan cambios biológicos, fisiológicos y psicológicos. El estudio hace énfasis en la 
violencia doméstica/conyugal. Fue un estudio descriptivo, aplicado en el Hospital Docente 
21 
 
Ginecobstétrico de Guanabacoa con 137 mujeres participantes que asistieron a la consulta de 
climaterio y menopausia del propio centro. Los datos se recogieron a través de una encuesta 
anónima que encerró variables de estado civil, ocupación, nivel escolar, tipo de violencia y efecto 
de la violencia sobre la mujer. En los resultados se encuentra que la mayoría de las mujeres 
mantiene relaciones inestables, el nivel educativo más común es el de primaria, la ocupación de 
ama de casa se lleva el primer lugar, la violencia psicológica es la más experimentada por estas 
mujeres y en los efectos producidos por estas violencias priman el malestar y el rechazo. En la 
discusión de resultados se llega a la conclusión de que en este grupo etario se observa la presencia 
de violencia doméstica por lo que se debe evaluar los indicadores de salud de esta comunidad. En 
esto resulta esencial el trabajo de promoción que debe realizar el equipo multidisciplinario de la 
consulta con vistas a crear proyectos de intervención encaminados a la prevención. 
En la investigación de (López, 2014) donde el objetivo fue caracterizar los tipos de violencia contra 
las mujeres adultas en las relaciones de pareja, se habla en la introducción de la violencia contra 
la mujer y la prevalencia de esta en la pareja, se menciona que habitualmente, este acto no se 
produce de forma aislada, sino que sigue un patrón constante en el tiempo. Se señala que este 
fenómeno ha ido creciendo en Cuba. Este fue un estudio descriptivotransversal con 16 mujeres 
adultas que vivían en hogares disfuncionales, se fabricó un cuestionario con variables de nivel 
escolar, tipo de violencia presente, formas de violencia psicológica, formas de violencia física, 
formas de violencia sexual y efectos psicológicos de la violencia. Los resultados muestran una 
mayoría en mujeres con estudios técnicos medios, seguido del preuniversitario y universitario con 
similar manifestación; mientras que en cuanto al tipo de violencia prevaleció la psicológica 
(independientemente del nivel de escolaridad), seguida de la física y la sexual. Se evidencia 
también que el 50,0 % de las encuestadas manifestaron ser sometidas a amenazas violentas y 37,5 
22 
 
% a humillaciones, a ello se suman otras formas de abuso psicológico, tales como tratar sin respeto, 
culpar sin razón, retirar apoyo financiero, insultos, entre otras. En relación con la violencia física 
se tiene que esta se presenta de formas variadas, 10 mujeres de las 16 (62,5%) fueron sometidas a 
apretones, seguidas de torceduras de brazos o manos (43,7%) por 7 mujeres del estudio, ninguna 
mencionó el machetazo o puñalada como manifestación de la violencia física. En cuanto a la 
violencia sexual se observa que la mayoría de las mujeres (15/16), es decir el 93,7% fueron 
forzadas a tener relaciones sexuales, 12,5 % víctimas de acoso sexual y violaciones y una paciente 
se vio obligada a mantener relaciones sexuales con otra persona en contra de su voluntad. Sobre 
los efectos psicológicos de la violencia se encuentra que casi todas las mujeres del estudio 93,7% 
manifiestan depresión y angustia, mientras que 2 reconocieron tener ideas suicidas. También, 
presentaron baja autoestima (37,5 %) e irritabilidad (18,7 %); a su vez 31,2 % se sintió culpable, 
con temor, insomnio y anorexia. 
En la investigación de (Lucía, 2003) se reconoce la violencia contra la mujer como una violación 
de los derechos humanos, también se examina esta violencia como un problema social que influye 
en el sector de la salud, seguridad ciudadana, sector educativo y legislativo, sabiendo que no es un 
hecho aislado ni circunstancial, sino que ello responde a ciertas pautas de conducta que se han 
mantenido durante un largo tiempo en las relaciones y que han sido legitimadas tanto por el agresor 
como por la víctima. Esta investigación tiene como objetivo detectar y analizar la prevalencia de 
la violencia de género en la relación de pareja. La muestra del estudio está conformada por mujeres 
estudiantes de la Universidad de los Andes en Táchira, Venezuela que fueron seleccionadas por 
ser estudiantes que cursan la especialidad de Geografía y Ciencias de la Tierra de la Carrera de 
Educación, con un total de 155 participantes. Se utiliza la encuesta en forma de cuestionario, para 
conocer y cuantificar las formas de violencia contra la mujer en las relaciones de pareja y en 
23 
 
algunos casos, se aplica la entrevista para profundizar en algunos aspectos del problema. Los 
principales resultados muestran que la violencia de género es un problema social que afecta a 
muchas mujeres y que la violencia psicológica en el noviazgo predomina sobre la física y la sexual. 
La investigación demostró que existe una alta proporción de mujeres que han sido o siguen siendo 
víctimas de violencia. Es preocupante la fuerte presencia de diversas manifestaciones de violencia 
entre estudiantes de la Carrera de Educación, al ser la psicológica la más frecuente en las relaciones 
de noviazgo, y la violencia física entre las estudiantes casadas. 
Violencia conyugal en mujeres en la menopausia 
En la investigación de (Serviño Reyna, 2017) encontramos un planteamiento y resultados 
imprescindibles para la presente investigación, pues se reconoce que se puede presentar violencia 
durante esta etapa en la vida de la mujer, ocasionado por la incomprensión y desconocimiento que 
se tiene con respecto a este proceso, enmarcado en una sociedad donde la imagen corporal, la 
juventud y la función reproductiva de la mujer son resaltados en el marco de la aceptación de las 
mismas y que se van perdiendo conforme se va experimentando la menopausia. Se realizó en el 
municipio de Chimalhuacán en el estado de México, siendo un estudio transversal, prospectivo, 
analítico y por conveniencia donde participaron 60 mujeres que acudieron al Centro de Salud de 
San Lorenzo, contestando una encuesta diseñada con 26 ítems en los cuales se busca poner en 
evidencia la violencia que se da durante la etapa de la menopausia. 
Se toma principalmente la teoría de género para abordar los procesos de producción y 
reproducción, vinculados con factores sociales, culturales y socioeconómicos. Se reconoce a la 
familia como una unidad básica de la sociedad donde la mujer vive aproximadamente 55 años de 
su vida como madre, y un tercio de su vida en general en el climaterio y menopausia, reconociendo 
este como un periodo vulnerable, el apoyo de la familia es fundamental según los autores pues 
24 
 
afirman que las mujeres necesitan más comprensión con los cambios que viven y entre este apoyo 
el del esposo resulta vital, aunque este muchas veces no entiende los cambios que sufre la esposa. 
Con respecto a los resultados se encuentra que un alarmante 100% de las mujeres encuestadas 
estuvieron o están siendo agredidas de alguna forma, el 100% ha sentido el acoso, el 98.3% ha 
tenido que cambiar su actitud en esta etapa, el mismo porcentaje observa repercusiones cuando se 
hace alusión sobre su físico y la menopausia y la misma cantidad de mujeres denota el rechazo que 
se la por sus cambios de conducta, el 100% de las familias ha sufrido algún cambio en esta 
situación, el 100% de las mujeres se ha retirado de alguna conversación cuando se hace alusión al 
estado menopaúsico, el 100% de ellas ha buscado de alguna forma el auxilio de personal de la 
salud, el 75% de las mujeres encuentran en su familia un espacio de confianza pero un inquietante 
25% tiene que enfrentar este episodio de su vida de manera solitaria, en el 100% de las 
participantes se presentó el fenómeno de la depresión. De esta manera se concluye que un proceso 
fisiológico normal en la vida de la mujer deja de ser un espacio de transición libre de 
preocupaciones a convertirse en una etapa de transición traumática, el desconocimiento acerca del 
proceso no justifica el comportamiento que se tiene hacia la mujer durante esta etapa. 
La investigación de (Orbea López, 2017) pretende identificar manifestaciones de violencia de 
pareja experimentadas por adultas mayores, es decir, mujeres que ya han pasado por el proceso de 
la menopausia. El diseño de la investigación de Orbea parte de dos hipótesis; la primera consiste 
en que la violencia de pareja persiste en la tercera edad manteniendo sus formas tradicionales de 
expresión, la segunda hipótesis planteada refiere que la violencia de pareja sufrida por las adultas 
mayores es el reflejo de una historia de violencia experimentada por ellas a lo largo de su vida 
conyugal. La muestra estuvo conformada por 21 mujeres adultas mayores del municipio Plaza de 
la Revolución, en la Habana, Cuba. Se aplicaron dos instrumentos, cuestionario y entrevista en 
25 
 
profundidad. El cuestionario se aplicó a un grupo de 16 mujeres pertenecientes a dos círculos de 
abuelos que tuvieran o hubieran tenido al menos una relación de pareja y la entrevista fue aplicada 
a otras 5 mujeres contactadas por medio de informantes claves que se encontraran casadas o unidas 
al momento de la entrevista. 
En cuanto a su relación de pareja en la actualidad, los resultados mostraron que 13 (81%) de las 
16 encuestadas declararon recibir afecto y cariño por parte del cónyuge y que no habían recibido 
violencia de su parte. Sin embargo, el 56% (9) de las encuestadas señaló que la pareja le dejaba de 
hablar cuando se enojaba, el 38% (6) que la pareja no respetaba su dinero o bienes yal menos 3 
(19%) mujeres reportó haber recibido empujones y golpes, el 69% (11) gritos o insultos y 2 (13%) 
heridas y encierros. De la pregunta para identificar una posible historia de violencia por parte de 
sus parejas en etapas anteriores, se tuvo que el 81% (13) refirió haber recibido insultos públicos 
y/o privados, amenazas de golpes o abandono. Al 56% le prohibían compartir con amigos, todas 
las mujeres reportaron haber sido gritadas por sus parejas y al 88% (14) la culpaban de todos los 
problemas familiares, en cuanto a la violencia sexual al 38% (6) las obligaron a tener relaciones 
sexuales no deseadas y al 19% (3) las obligaron a tener relaciones sexuales después de haberlas 
insultado o golpeado. (Orbea López, 2017) 
Estos resultados muestran que la forma más referida de maltrato es el psicológico, especialmente 
la palabra. Ninguna de las mujeres dejó las preguntas de maltrato psicológico en blanco, 
confirmando que todas habían sido en algún momento de su vida conyugal víctima de violencia. 
Se puede resaltar también que las mujeres encuestadas vivenciaron más de un tipo de violencia en 
sus relaciones. A pesar de esto, el 56% de las mujeres valora su vida conyugal como buena, 
mostrando la naturalización que tienen las manifestaciones de violencia en la vida de las mujeres. 
En cuanto a la entrevista, se obtuvieron datos semejantes solo que superan el nivel de profundidad. 
26 
 
El rol de la mujer en la relación se identificó como sumiso, no pueden divertirse ni tener amistades, 
sin embargo, esto se asume de manera pacífica y tolerante, detrás de las palabras usadas por las 
mujeres se puede evidenciar la violencia a la que han sido sometidas: 
 “… ¿amistades?, ya ni recuerdo lo que son. Solo converso con alguna vecina cuando coincidimos 
en el mercado. Mi marido siempre ha sido muy celoso y poco a poco me fue apartando de mis 
amistades, si eran hombres peor y yo con tal de no molestarlo lo fui aceptando”. (Orbea López, 
2017) 
 Las cuatro entrevistadas que conservaban su matrimonio de toda la vida admitieron que en etapas 
anteriores fueron al menos una vez agredidas físicamente por sus parejas y que actualmente la 
agresión era verbal. Las hipótesis propuestas fueron comprobadas por medio de los instrumentos 
pues se demostró que la violencia de pareja persiste en la tercera edad y que esta violencia es un 
reflejo de una historia de violencia conyugal. Se identifica también al patriarcado como sistema 
de dominación donde se naturaliza la práctica de las conductas violentas y se mantienen ocultas 
justificando la familia como un espacio privado y cerrado. 
La investigación de (Moraes, 2012) es importante porque se interesa en medir las consecuencias 
de la violencia doméstica en la salud de las mujeres en el climaterio. Se afirma en la introducción 
que la información sobre la incidencia de la violencia doméstica y/o sexual contra la mujer y el 
impacto de estos episodios en su salud durante el climaterio es escasa nacional como 
internacionalmente. A la vez se menciona que, aunque la presente investigación ha contribuido a 
la mejora de la calidad en investigaciones en este ámbito, muchos de los instrumentos siguen 
limitando la misma debido a deficiencias metodológicas, pues se subestiman los aspectos 
dimensionales de la violencia, su frecuencia, gravedad o duración, también frecuentemente se 
centran únicamente en el abuso sexual y/o físico, obviando las diferentes modalidades de violencia. 
27 
 
En cuanto a los instrumentos sobre el climaterio no se ha encontrado uno que mida de manera 
satisfactoria y adecuada las consecuencias de la violencia doméstica y/o sexual en esta etapa de la 
vida. Por lo cual el propósito del estudio fue construir y validar una medida de las consecuencias 
de la violencia doméstica en la salud de la mujer en el climaterio. 
Se estudiaron 124 mujeres entre los 40 y 65 años, que hubieran sufrido de violencia doméstica y/o 
sexual durante alguna fase de su vida. Se creó un cuestionario para el que era necesario registrar 
la historia de la violencia en el pasado o presente y signos o síntomas clínicos, psicológicos y 
ginecológicos en el momento de la consulta, el objetivo del cuestionario fue identificar la 
asociación entre la historia de abuso y comorbilidades en el climaterio. El cuestionario presenta 
índices buenos de consistencia interna y medidas de concordancia. De los resultados de las 
primeras dos aplicaciones de este se tuvo que 20 mujeres de la muestra habían sufrido violencia 
exclusivamente en la época de la infancia, en la adolescencia 52 y los 52 restantes la 
experimentaron durante toda su vida. Entre los tipos de violencia que más habían vivido las 
mujeres se tiene que 94 de ellas mencionaron la violencia física y la sexual fue reportada por 74, 
sin embargo, la violencia psicológica se identificó en 98 de las mujeres del estudio. De esta manera 
se determinó que estas mujeres presentan al menos tres durante el climaterio, entre las cuales se 
encontró la osteoporosis, depresión / trastornos psicológicos, hipertensión, diabetes y demás. 
Aunque esta investigación se enfoca en las comorbilidades de enfermedades físicas, reconoce el 
vacío de investigaciones sobre la violencia en relación con la menopausia. 
El estudio de (Allsworth, 2004) es significativo, pues investiga hasta qué punto la violencia a lo 
largo de la vida acelera la perimenopausia, medida por los cambios menstruales. Se reconoce que, 
a largo plazo, la violencia genera efectos psicológicos, sin embargo, investigaciones recientes han 
descubierto que los efectos somáticos independientes de la lesión ocurren muchos años después 
28 
 
de la experiencia del trauma, posiblemente involucrando las vías neuroendocrinas. Por ejemplo, 
las mujeres con antecedentes de violencia psicológica que no habían sido abusadas física o 
sexualmente tenían más problemas de salud, incluyendo úlceras, artritis, migrañas y dolor crónico, 
que las mujeres que nunca habían sufrido violencia psicológica. Este es un estudio longitudinal 
que investiga la relación entre la función ovárica y la depresión en las mujeres premenopáusicas 
(periodo antes de la menopausia) en 603 mujeres 36-44 años de edad en el área de Boston. Los 
resultados muestran que alrededor del 58% de las mujeres participantes informó de la experiencia 
o el miedo a daños físicos o sexuales en algún momento de sus vidas, durante el período de 
seguimiento 124 de 603 mujeres experimentaron algunos cambios en la regularidad del ciclo 
menstrual, longitud o flujo, o amenorrea que dura al menos tres meses. La incidencia bruta de la 
perimenopausia fue de 95 casos por cada 1000 años de mujer para mujeres nunca abusadas y 72 y 
77 para las mujeres abusadas por primera vez en la infancia/adolescencia o en la edad adulta. Hubo 
evidencia de que las mujeres abusadas en la infancia/ entraron en la perimenopausia a tasas más 
lentas que las mujeres nunca abusadas. Además, se evaluó si la presencia de depresión al inicio 
del estudio modificó la asociación entre el abuso y el momento de la perimenopausia, aunque las 
asociaciones entre el abuso de la infancia/adolescencia y el momento de la perimenopausia eran 
consistentes con los principales análisis, también había evidencia de que la depresión atenuó este 
efecto. En contraste con la hipótesis planteada de que las mujeres con antecedentes de abuso 
experimentarían el inicio de la perimenopausia a tasas más altas, y por lo tanto de edades más 
tempranas, que de las que nunca fueron abusadas y las investigaciones consultadas antes de realizar 
el estudio, se encontró que las mujeres que fueron abusadas durante la infancia/adolescencia o la 
edad adulta mostraron signos de cambio en el ciclo menstrual indicativos de la aparición de la 
perimenopausia a tasas más lentas en comparación con las mujeres nunca abusadas. Los resultados 
29 
 
contradictorios entre la seccióntransversal y este análisis longitudinal de esta cohorte, 
especialmente a la luz de la importancia de la edad de la menopausia como indicador de la salud 
después de la menopausia, indican que se necesitan más estudios sobre este tema. 
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA 
Las mujeres han sido históricamente violentadas por su condición de género inmersas en régimen 
patriarcal, entendido como ‘’la relación de poder directa, entre los hombres y las mujeres en las 
que aquellos hombres, que tienen interés en el control, uso, sumisión y opresión de las mujeres, lo 
cumplen efectivamente’’ (Cagigas, 2000). Es decir, un sistema que oprime sistemáticamente a la 
mujer en diversas esferas de la vida, incluso en los roles que como mujeres deben asumir y que a 
través del tiempo han constituido las labores reproductivas, sexuales, del hogar y del cuidado tanto 
de los hijos como de la comunidad. Teniendo en cuenta que uno de los roles más marcados en la 
vida de las mujeres es el de la reproducción, se genera la necesidad de conocer el fenómeno de la 
violencia conyugal en mujeres de edades en las que se finaliza la etapa fértil, en estos grupos de 
edad (45-55 años), encontramos a las mujeres maduras que están atravesando la vivencia del 
climaterio y menopausia, entendida como un proceso biológico que se inscribe de formas 
particulares según el ciclo vital de las mujeres y su sistema de relaciones sociales. La violencia de 
género ha sido entendida como toda agresión física, sexual, económica, psicológica y simbólica, 
que se ejerce generalmente sobre las mujeres. 
En Colombia se han implementado leyes como la 1257 de 2008 que tiene como objetivo la 
adopción de normas que permitan garantizar para todas las mujeres una vida libre de violencia, 
tanto en el ámbito público como en el privado, el ejercicio de los derechos reconocidos en el 
ordenamiento jurídico interno e internacional, el acceso a los procedimientos administrativos y 
judiciales para su protección y atención, y la adopción de las políticas públicas necesarias para su 
30 
 
realización. Se comprende que no existe una única modalidad de violencia como la física, sino que 
puede ser también psicológica, económica, patrimonial y/o simbólica y aunque la violencia 
psicológica puede ser la más común, es a su vez una de las menos exploradas y generalmente 
antecede a la violencia física. 
Según las cifras del Centro de Referencia Nacional sobre Violencia en Colombia entre los años 
2014 y 2016 alrededor de 10.508 mujeres entre los 45 y 55 años fueron víctimas de violencia 
intrafamiliar, y aunque las mujeres entre los 20 y los 29 años aparecen como aquellas que más 
riesgo tienen de ser violentadas, vemos que, las cifras continúan siendo bastante altas hasta el 
rango etario de 50-54, mostrando un claro descenso de allí en adelante. En cuanto a las mujeres 
víctimas de violencia interpersonal por lo menos unos 9.442 casos fueron reportados, notamos que 
las cifras de este tipo de violencia empiezan a ser relativamente altas a partir del grupo etario de 
los 10 a los 14 y no descienden significativamente hasta que alcanzan el grupo etario de los 55 a 
los 59. La edad promedio en que se presenta la menopausia oscila entre 46 y 55 años. En Colombia, 
un trabajo prospectivo reportó la edad promedio de la llegada de la menopausia así: Bogotá, 53 
años; Barranquilla, 52 años; Bucaramanga, 46 años; Cali, 52 años y Medellín: 57 años. Los 
estudios de Luzardo y Rojas, citados en ese mismo estudio, señalan que en Colombia el promedio 
de la aparición de la última menstruación es de 47 años. 
Aunque se tiene registro de estas cifras, son muy pocas las investigaciones interesadas en escuchar 
la voz de las mujeres que experimentan estas vivencias en la etapa de la menopausia, se hace 
necesario comprender el fenómeno de la menopausia en el contexto colombiano donde sean 
relevantes también los aspectos económicos, laborales, de calidad de vida y sexualidad en mujeres 
que sostengan una relación conyugal, además de su propia visión subjetiva de la menopausia y de 
la construcción de sus identidades en esta etapa de la vida. Surgen entonces preguntas tales como, 
31 
 
¿De qué manera perciben las mujeres colombianas el proceso de la menopausia?, ¿Cómo son las 
vivencias de la relación conyugal en las mujeres que están atravesando la menopausia?, ¿sería la 
menopausia disparadora o potencializadora de violencia conyugal? ¿Cómo significan las mujeres 
las vivencias de violencia conyugal durante la menopausia? 
Se construyó de esta manera la pregunta que debe responder esta investigación ¿Qué lugar ocupan 
las vivencias de violencia conyugal en el proceso de las mujeres que están atravesando la 
menopausia? 
OBJETIVOS 
Explorar las vivencias en la relación conyugal y el significado de su violencia en 10 mujeres que 
estén atravesando el proceso de la menopausia en la ciudad de Bogotá. 
• Indagar por las vivencias en la relación de pareja durante del proceso de la menopausia. 
• Describir las vivencias de violencia conyugal en el proceso de la menopausia. 
• Conocer el significado de las posibles vivencias de violencia conyugal durante el proceso 
de la menopausia. 
 
 SEGUNDO CAPITULO - Marco teórico y conceptual: escribiendo las 
letras de la canción para el baile relacional. 
Esta investigación es abordada desde el paradigma de la complejidad, este enfoque abarca todo 
aquello que se considera ambiguo; es el tejido de interacciones que representan nuestro mundo, 
por decirlo de algún modo, caótico y contradictorio. Edgar Morin plantea la complejidad como 
reforma porque esta rompe la causalidad lineal simple, planteando una “dialógica compleja” que 
comprende la complementariedad, la incertidumbre, el antagonismo y la contradicción. Es 
32 
 
pertinente entender este fenómeno a partir de la complejidad, pues esta nos permite entender no 
solo al sujeto y su contexto, sino las relaciones que lo rodean, en este caso; la violencia conyugal 
en la mujer en proceso de menopausia. Es necesario comprender todas estas características dentro 
de un mismo sistema dinámico con interacciones y regeneraciones, en el cual ocurren sucesos 
difíciles de predecir y de controlar (Morin, 2006) 
En esta línea de la complejidad para entender la violencia conyugal tenemos el modelo ecológico 
siguiendo los planteamientos de (Bronfenbrenner, La ecología del desarrollo humano., 1987) 
donde se entiende que las causas que dan origen a la violencia son diversas y se recomienda una 
mirada que contemple la interacción de factores culturales, sociales y psicológicos. Para lo que 
propone visualizar esa interacción mediante círculos concéntricos de diferentes niveles; individual 
o microsistema, mesosistema, exosistema y macrosistema. Esta visión se respalda en la 
complejidad. El nivel individual o del microsistema, está compuesto por la complejidad de las 
relaciones entre la persona y el ambiente inmediato en el que se desenvuelve y ejerce diversos 
roles; la casa, el trabajo, la escuela con roles como hija, madre, trabajadora… por periodos 
particulares de tiempo (Bronfenbrenner, Toward an experiemental ecology of human 
development., 1977). En esta investigación nos enfocamos en la parte de la historia personal que 
el sujeto aporta a su relación de pareja, es decir; las características del desarrollo personal que 
afectan las respuestas en otros sistemas y aumentan la posibilidad de ser víctima o autor de 
violencia, con el rol de la mujer como pareja en el ambiente inmediato que es su relación conyugal, 
estas características pueden ser la imposición de los roles de género en la familia, la influencia del 
género en la historia de la persona, el uso de la violencia para resolver los problemas, la presencia 
de violencia en la familia, el maltrato infantil y el desarrollo del apego, según (Vicente, 2008) 
citado en (De Alencar-Rodrigues, 2012) 
33 
 
El microsistema representael contexto inmediato en el que tiene lugar la violencia y generalmente 
se refiere al entorno familiar según (Heise, 1998) citado en (De Alencar-Rodrigues, 2012) la toma 
de decisión masculina es un indicador de maltrato en los contextos con altos índices de violencia., 
en esta dirección, ella explica que los conflictos conyugales giran en torno a la división del trabajo, 
los problemas de drogas y la mayor formación académica de la mujer. Cabe señalar que el consumo 
de sustancias psicoactivas o alcohol no causan la violencia, sin embargo, pueden ser un factor de 
riesgo que favorece la violencia cuando al combinarse con otros determinantes macrosistémicos y 
microsistémicos puede conllevar a actos violentos. 
El mesosistema es entendido como un sistema conformado por varios microsistemas, un conjunto 
de relaciones entre dos o más entornos, en los que la persona en desarrollo participa de una manera 
activa según (Bronfenbrenner, La ecología del desarrollo humano., 1987) aquí el autor hace la 
distinción entre los tipos de conexiones posibles entre los microsistemas; a) participación en 
entornos múltiples, entendida como la forma más esencial de conexión entre dos entornos y toma 
lugar cuando la misma persona realiza actividades en más de un entorno, por ejemplo, cuando 
María va al trabajo. Cuando esto sucede por primera vez, se le conoce como transición ecológica 
y a las demás personas que participan en los mismos dos entornos se les denomina vínculos 
complementarios, por ejemplo, María invita a sus compañeros de trabajo a una reunión en su casa, 
o lleva a sus hijos a un día en el trabajo, estos vínculos pueden darse en dirección a cualquiera de 
los entornos. (Bronfenbrenner, La ecología del desarrollo humano., 1987) b) vinculación indirecta, 
se da cuando la misma persona no interactúa de manera activa en ambos entornos, pero puede 
establecerse una relación entre un tercero que hace de vinculo intermediario, de modo que los 
participantes ya no se encuentran cara a cara y pasan a ser parte de una red de segundo orden entre 
los entornos, por ejemplo, María y los hijos de su jefe, conectados por el jefe de María pero que 
34 
 
no interactúan de manera activa en los entornos. c) comunicaciones entre los entornos, estos son 
mensajes que se transmiten de un entorno a otro con la intención de comunicar una información 
específica a las personas del otro entorno, esto puede ser cara a cara, por llamada, escrito o 
anuncios, por ejemplo, el colegio de los hijos de María citando a una reunión de la junta de padres, 
denotando una comunicación entre el entorno familiar y escolar. Por último, d) el conocimiento 
entre entornos se refiere a la información o la experiencia que existen en un entorno con respecto 
al otro. Este conocimiento puede obtenerse a través de comunicaciones entre entornos o de fuentes 
externas a los mismos entornos en cuestión, por ejemplo, los libros de una biblioteca. 
(Bronfenbrenner, La ecología del desarrollo humano., 1987) Es importante denotar que un 
mesosistema en el que hay más de una persona que sea activa en ambos entornos se considera que 
tiene una vinculación múltiple. Un mesosistema en el cual los únicos vínculos, aparte del vínculo 
original, que comprende a la persona, son indirectos, o en el cual no existe ningún tipo de vínculos 
adicionales, se considera que tiene una vinculación débil. 
Continuando, el exosistema comprende uno o más entornos que no incluyen a la persona en 
desarrollo como participante activo, pero en los que se producen hechos que afectan, o se ven 
afectados, por lo que ocurre en ese entorno. (Bronfenbrenner, La ecología del desarrollo humano., 
1987) vincula las estructuras formales e informales como la vecindad, el trabajo, las redes sociales, 
la iglesia, la escuela y demás instituciones que hacen perdurar el problema del maltrato a través de 
pautas culturales autoritarias y sexistas, además de lo inefectivo de la ley y la falta de respuesta de 
las instituciones ante las situaciones de violencia de género en la pareja, así como el rol de los 
medios de comunicación, sostiene (Belski, 1980) como se citó en (De Alencar-Rodrigues, 2012) 
que en cuanto a las redes más informales como la vecindad se tiene que esta se encuentra en 
desventaja por el estrés económico de cuestiones de empleo y bajos ingresos, por lo que se reducen 
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las probabilidades de que la vecindad desee intervenir en situaciones de maltrato, pues puede que 
los vecinos no tengan lazos sólidos con la víctima de violencia de género en la pareja para llamar 
a la policía, o pueden tener miedo de convertirse en el blanco de la violencia. Además de la 
vecindad, el trabajo puede ser un factor de protección contra la violencia y, por otro lado, se percibe 
como factor de riesgo, tal como afirma (DeMaris, 2003) citado en (De Alencar-Rodrigues, 2012) 
que la violencia suele aumentar cuando sólo una persona está empleada, mientras se reduce cuando 
los dos miembros de la pareja tienen empleo. Se comprende mediante esto, que los factores de 
riesgo y protección de la violencia de género en la pareja son complejos y exaltan el cuidado que 
se debe tener a la hora de extraer conclusiones sobre este fenómeno para evitar reduccionismos. 
Finalmente, encontramos el macrosistema que se refiere a la coherencia que se observa, dentro de 
una cultura o subcultura determinada, en la forma y el contenido del micro-, el meso- y el 
exosistema que lo integran, así corno también a cualquier sistema de creencias o ideología que 
sustente esta coherencia. (Bronfenbrenner, La ecología del desarrollo humano., 1987) Aquí se 
encuentran las configuraciones del sistema patriarcal que se ha tomado de base para construir el 
modelo de vida en el que nos encontramos inmersos; siendo la principal forma de organización de 
la sociedad actual donde la mujer está en desventaja y se espera que cumpla su rol de reproducción 
y cuidado únicamente, específicamente para esta investigación se presta especial atención a esas 
creencias que fomentan la violencia y legitiman el uso de la agresión y se transmiten por medio de 
los procesos de socialización. Se reconoce así, que la desigualdad de género permite visualizar y 
reconocer la existencia de relaciones de jerarquía y desigualdad entre hombres y mujeres, las 
cuales se expresan en opresiones, injusticias y discriminación hacia las mujeres; especialmente si 
están envejeciendo. Esta perspectiva teórica es importante para la investigación pues vislumbra la 
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multiplicidad de causas del maltrato que operan en diferentes niveles de modo simultáneo, 
independiente e interactivo. 
Ahora bien, (Hernandez, 2009) plantea que la familia es una unidad ecosistémica de supervivencia 
y construcción de solidaridades a través de los diversos rituales cotidianos, los mitos y las ideas 
acerca de la vida, que son elementos que están en constante comunicación con el Inter-juego de 
los ciclos evolutivos de todos los miembros de la familia en su contexto sociocultural (Hernandez, 
2009) Se entiende la familia es un sistema natural y evolutivo. Que se comprende a través de 
diferentes dimensiones; la familia como institución social como un sistema de normas donde sus 
miembros están bajo el carácter de unas reglas de comportamiento, aquí se asegura el adecuado 
funcionamiento biológico de los individuos, la adecuada socialización, el mantenimiento del orden 
dentro del grupo y la definición del sentido de la vida. En la familia como grupo se entiende como 
un conjunto de personas que interactúan en la vida cotidiana para preservar su supervivencia. 
(Hernandez, 2009) La familia como ente cultural, hace referencia a un constructo formado por 
valores sociales, tradicionales, religiosos y políticos que son puestos en acción por los miembros 
de esta. La familia se constituye por los vínculos que van más allá de la consanguinidad y se crean 
en los movimientos azarososde la vida social, convertido en contexto propio para que surjan los 
sistemas significativos de relaciones. Cuando se habla de construir solidaridades de destino, se 
asume la vida como posibilidad de encontrar derivas relacionales que se convierten en vínculos 
significativos, independientemente de las condiciones de los miembros de la pareja o del grupo 
familiar (Hernandez, 2009) 
Lo anterior nos lleva a la conclusión, que para cada persona la familia es lo que él o ella define 
como su familia, esto ligado a la forma como cambian las necesidades de sus miembros y el sentido 
cambiante que tiene cada relación. Por último, es importante decir, que la familia es una unidad de 
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supervivencia, y es en la familia donde se metabolizan las necesidades de todo orden y los procesos 
de adaptación, mediados por las significaciones que sus miembros les dan a los diversos aspectos 
de la vida (Hernandez, 2009) Lo que es importante pues nos permite comprender uno de los 
contextos inmediatos de la vida de las mujeres. 
Para esta investigación se hace necesario entender la familiaridad también a través de la relación 
de pareja, comprendiendo esta como un subsistema dentro de la familia; siendo el que más aporta 
recursos materiales y sustanciales como la madurez, los conocimientos y los cuidados a la familia, 
pues la pareja de procreación es la que da origen y a partir de ella se organiza todo el sistema 
familiar, por eso su papel es decisivo. (Espinal, 2006) ‘’La pareja configura el proyecto de vida 
familiar, es en este dónde se plantean las metas, se formulan las normas y se distribuyen los roles, 
por lo cual es el subsistema que tiene mayor poder en la familia. Los vínculos entre la pareja varían 
desde la sexualidad, la comunicación, las expectativas y el poder… cada una de estas dimensiones 
de la relación tiene sus propias reglas y límites.’’ (Espinal, 2006). Según (Cusinato, 1992) citado 
en (Espinal, 2006) el sistema conyugal se basa en un modelo de ganancia/pérdida regido en el 
principio de la reciprocidad, donde en lo que para una de las personas es ganancia lo es también 
para la otra; y en lo que un miembro pierde, significa una pérdida para el otro. 
Para poder entender la menopausia se hace necesario entender el ciclo vital, pues, aunque las 
mujeres actualmente sean más longevas que los hombres, se ven afectadas por dinámicas 
diferentes. No es lo mismo envejecer siendo mujer, en un país desarrollado o no desarrollado, con 
acceso cultural, educacional, laboral y de calidad de vida a atravesar esta etapa de la vida en la 
periferia del sistema. Mirado desde la perspectiva de las mujeres el envejecimiento puede ser un 
reto de gran alcance, en la medida en que deben encarar su coyuntura personal y vital que en 
muchos casos las ha situado en la dependencia y la pobreza y, además, desenmascarar algunos de 
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los más enraizados mandatos socioculturales que las han anclado en modelos profundamente 
limitadores, vinculados a un concepto de belleza y juventud que no respeta el proceso natural de 
desarrollo humano (Salas, El ciclo vital revisado: las vidas de las mujeres mayores a la luz de los 
cambios sociales., 2009) 
Se ha manifestado que los estudios referentes al ciclo vital se han realizado históricamente 
prescindiendo de las mujeres, y los que existen enfocados a ellas se han trabajado con mujeres en 
la segunda parte de la vida se han realizado con poblaciones de clase media, blancas, 
heterosexuales y con niveles educativos medios, lo cual deja en la sombra el conocimiento acerca 
de la experiencia y la vida de una parte importante de la población femenina en el proceso de 
hacerse mayor. Teniendo en cuenta que el envejecimiento de las mujeres a diferencia de los 
hombres no es cronológico, sino que la edad adulta en las mujeres implica una gran variedad de 
roles que nada tienen que ver con la cronología, ya que en la vida de ellas pueden presentarse 
numerosas combinaciones en las que la profesión, la pareja y la crianza de las hijas e hijos suponen 
diversos niveles de temporalización y compromiso que hacen que los papeles de esposa, madre y 
trabajadora puedan adquirir significados diferentes en momentos determinados del ciclo vital 
(Salas, El ciclo vital revisado: las vidas de las mujeres mayores a la luz de los cambios sociales., 
2009) 
Debemos ver la menopausia como un fenómeno que ocurre en el desarrollo del ciclo vital normal 
de la mujer, durante la etapa de la adultez madura. Todo esto sucede en un contexto integral, es 
decir; teniendo en cuenta aspectos biológicos, psicológicos y sociales en los que se encuentra 
inmersa la mujer por la cultura a la que pertenece. Así, en culturas orientales la mujer adquiere la 
igualdad social al hombre tras la menopausia, también en las culturas islámicas es en este momento 
en que las mujeres pueden dejar de usar el velo y participan de la vida pública, de igual manera en 
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la sociedad Tiwi frente a las costas de Australia, las mujeres menopáusicas adquieren un estatus 
de mando y poder que las lleva incluso a la libertad para disfrutar sexualmente de quien ellas 
quieran. (Leyva, 2008) citado en (Cárdaba García, Concepción sociocultural del climaterio en 
Occidente. , 2017) menciona que de esta manera la menopausia se convierte en un hecho positivo 
e incluso deseado en esta sociedad, embargo, la cultura occidental se alimenta de estereotipos 
sociales y culturales heredados del modelo biomédico que da a la menopausia una visión 
patológica y negativa asociada a la pérdida y al envejecimiento como sostienen (Valls-Llobet, 
2012); (Freixas, 2007) como se citan en (Cárdaba García, Concepción sociocultural del climaterio 
en Occidente. , 2017). La menopausia entendida como la última menstruación correspondiente a 
un evento fisiológico en la vida de la mujer que implica la finalización de su periodo reproductivo. 
Sin embargo, estos cambios pueden variar de mujer a mujer no solo desde el ámbito fisiológico 
sino desde el contexto cultural. La percepción que la sociedad tiene de la mujer parece ser el factor 
fundamental en la vivencia del ciclo según (Martín, 2010) y (Nieto, 2003) citados en (Cárdaba 
García, Concepción sociocultural del climaterio en Occidente., 2017) 
METODOLOGÍA 
Definición del método 
 
Fue una investigación con un método inductivo que permite llegar a una conclusión general 
partiendo de premisas particulares. Se usó el corte cualitativo puesto que el propósito de la 
investigación cualitativa es reconstruir la realidad tal como la observan los actores de un sistema 
social previamente definido según (Cols, 2003) citado en (Díaz, 2005) y de lógica exploratoria, 
pues las investigaciones previamente revisadas apuntaban a la descripción de síntomas, a la 
violencia aparte o a la caracterización de esta en la menopausia, pero no se encontró en los 
antecedentes revisados investigaciones que de protagonismo a la voz de las mujeres. 
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Realizada en la ciudad de Bogotá, Colombia, la convocatoria de la participación de las mujeres en 
la investigación se usó la técnica de bola de nieve. Familiares, conocidas, madres de amigos y 
mujeres del común se interesaron en hacer parte de la investigación, con cada una de ellas se 
realizó un encuentro, nueve (9) de los diez (10) de manera presencial en el lugar de residencia o 
trabajo de la mujer y uno (1) vía Skype. 
Procedimiento 
El tiempo de la conversación varió de los treinta minutos a una hora y cuarenta minutos. El trabajo 
de campo se realizó entre los meses de octubre y noviembre del año 2019 en la ciudad de Bogotá. 
En cuanto a la receptividad de las mujeres frente a los temas de la conversación se tiene que, 
aunque al principio de ésta e incluso en la confirmación del encuentro estaban algo inquietas, 
mediante el desarrollo del ejercicio se mostraron receptivas, conmovidas e incluidas en las 
temáticas. En el encuentro con las mujeres

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