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1 LOS SILENCIOS DE LA MENOPAUSIA EN LA RELACIÓN CONYUGAL Y EL SIGNIFICADO DE SUS POSIBLES VIOLENCIAS: CONVERSACIONES PARA BUSCAR LUCES EN EL CAMINO. JILLY STEFANNY MALDONADO QUINTERO UNIVERSIDAD EXTERNADO DE COLOMBIA FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANAS PSICOLOGÍA BOGOTÁ 2021 2 Agradecimientos A ti, padre; te agradezco por soñar a mi lado la posibilidad de ser la primera en la familia en terminar a la universidad, las madrugadas cuidando de mi mientras yo hacía ensayos y reportes; los días enteros trabajando para que yo pudiese cumplir con mis clases, las tardes de domingo siendo el único público de mis exposiciones y los incontables abrazos de ánimo cuando no tenía ganas de continuar. A mi madre, hermana y sobrina por ser mujeres inspiradoras en mi vida, por llenar de amor y apoyo moral cada espacio compartido, por hacerme reír y distraerme cuando lo necesité. A mis incondicionales amigas; Luisa y Juanita, por ayudarme a moldear este proyecto con sus particulares visiones del mundo, por escuchar incontables veces mis preocupaciones y por recargar mis energías en los momentos más difíciles de mi carrera. A mis increíbles tutoras; Betky, Natalia e Izabel, por desafiarme día a día a ser mejor y entregar siempre lo mejor de mí, por inspirarme académica, profesional y personalmente siendo excepcionales maestras, investigadoras, madres, hermanas y amigas; por enseñarme que confiar en una misma, enfrentarse a sus miedos, quererse bien y conectar con otras mujeres, son de los actos más subversivos frente a un mundo que nos quiere aisladas y frágiles. Finalmente, a todos y cada uno de los maestros que hicieron parte de este proceso de formación, y a mi querida casa de estudios, por acogerme, retarme y construirme durante estos años. 3 TABLA DE CONTENIDO Agradecimientos ............................................................................................................................. 2 TABLA DE CONTENIDO............................................................................................................. 3 RESUMEN ..................................................................................................................................... 5 INTRODUCCIÓN ......................................................................................................................... 6 PRIMER CAPÍTULO – Identidad del proyecto: Componiendo la melodía adecuada para el baile conyugal. ......................................................................................................................................... 8 Menopausia ................................................................................................................................. 8 Menopausia y calidad de vida ..................................................................................................... 9 Factores sociales y culturales ................................................................................................ 11 Menopausia y sexualidad....................................................................................................... 14 Violencia de genero ................................................................................................................... 17 Violencia conyugal ................................................................................................................ 19 Violencia conyugal en mujeres en la menopausia .................................................................... 23 PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA ..................................................................................... 29 OBJETIVOS ................................................................................................................................. 31 SEGUNDO CAPITULO - Marco teórico y conceptual: escribiendo las letras de la canción para el baile relacional. ........................................................................................................................ 31 METODOLOGÍA ..................................................................................................................... 39 Definición del método ............................................................................................................... 39 Procedimiento............................................................................................................................ 40 Técnicas e instrumentos de la investigación ............................................................................. 40 Construcción de matriz de análisis ............................................................................................ 44 Abordaje metodológico de las entrevistas ............................................................................. 44 Población ............................................................................... ¡Error! Marcador no definido. TERCER CAPÍTULO – Análisis de resultados: ¿Listas para bailar? ......................................... 48 4 Tomando los primeros pasos hacia la menopausia ................................................................... 48 Explorando la relación conyugal: toda una vida bailando juntos .............................................. 52 ¿Perdimos el ritmo de la canción? Qué de lo que haces me duele ............................................ 57 Hablemos de violencia: el disco rayado .................................................................................... 62 Significado de las vivencias de violencia durante la menopausia: las melodías que se guardan en el corazón.............................................................................................................................. 72 CONCLUSIONES ........................................................................................................................ 75 RECOMENDACIONES PARA FUTURAS INVESTIGACIONES ........................................... 77 Bibliografía ................................................................................... ¡Error! Marcador no definido. ANEXOS ...................................................................................................................................... 83 5 RESUMEN El campo de investigación sobre la violencia conyugal en la menopausia es exponencialmente reducido, por lo que explorando el rol de la mujer adulta en la sociedad colombiana y las vivencias en la relación conyugal en la etapa de la menopausia, se realizó una revisión bibliográfica que sustenta la necesidad de esta tesis de investigación desarrollada en el área de Familia, Infancia y Sociedad en la línea de Familias, dinámicas sociopolíticas, conflictos y violencias de la Universidad Externado de Colombia. Cuyo objetivo fue explorar las vivencias en la relación conyugal y el significado de vivencias de violencia en mujeres que estén atravesando el proceso la menopausia. Una investigación de tipo cualitativo, comprendida bajo el paradigma sistémico complejo que permitió entender el mundo como un sistema en constante flujo e interacción circular con sus sistemas internos y externos, como un pensamiento que enlaza y globaliza. En esta participaron diez mujeres colombianas residentes en la ciudad de Bogotá, con las que se tuvo una conversación guiada por una entrevista semiestructurada y el uso de una adaptación del violentómetro creado en México para identificar situaciones de violencia de género contra la mujer. Tomando como ejes principales la relación de pareja conyugal, el proceso de la menopausia y la significación de la violencia conyugal en este momento específico del ciclo vital de las participantes de la investigación. La violencia más experimentada por las mujeres participantes en la menopausia es la psicológica;se usan mayormente violencias simbólicas y de discurso para denigrar a la mujer durante su proceso, el desconocimiento e ignorancia que se tiene acerca de esta etapa mezclado con los prejuicios sociales sobre el envejecimiento femenino hacen que sea especialmente difícil parar la reproducción de estas situaciones. 6 INTRODUCCIÓN La menopausia representa una época de transición en la vida de la mujer, en esta transmutación la mujer se enfrenta a diferentes cambios tanto físicos como psicológicos, a procesos internos de aceptación, al crecimiento y posterior abandono de los hijos de casa, a posibles enfermedades y/o despidos laborales causados por la edad y transformaciones en la relación conyugal. Latinoamérica posee una carga histórica y unas dinámicas sociales y contextuales diversas, regidas en su mayoría por el orden patriarcal, sistema que oprime sistemáticamente y de maneras diferentes tanto a hombres como mujeres, ellos con la carga de ser trabajadores implacables e indestructibles y ellas relegadas mayoritariamente a las labores sexuales y reproductivas de la sociedad. Se hace necesario entonces conocer de primera mano la voz de las mujeres y sus sentires, explorando las vivencias en la relación conyugal y el significado de vivencias de violencia en mujeres que estén atravesando el proceso la menopausia. En términos de reflexión en esta tesis de investigación el proceso de la menopausia se relaciona con un baile, danzado de manera diferente por cada mujer y su compañero al compás de su especial canción; la relación conyugal. Se toman los relatos de las mujeres participantes sobre su menopausia como los elementos que cada una de ellas escoge para adornar su baile (situación económica, trabajo, hijos, nietos, amistades, enfermedades, religiones, etc.) y de esta manera los apartados del documento se ven relacionados con los pasos que se toman camino a este evento. El primer capítulo permite componer la melodía de esta canción, la construcción de los antecedentes alrededor de la menopausia, la calidad de vida, los factores sociales y culturales que influyen en esta, así como la transformación de las experiencias sexuales en pareja; el patriarcado y su influencia en la violencia doméstica, la violencia conyugal y por último la violencia conyugal en mujeres en la menopausia. Ya teniendo el ritmo, en el segundo capítulo se encuentran las letras de 7 la canción, el esqueleto de la investigación con planteamiento del problema, objetivos y marco teórico. En el capítulo tres acerca de los resultados se pregunta ¿listas para bailar? Ya que se exponen de manera conjunta los resultados junto al análisis de los mismos, pasando por las vivencias del proceso de menopausia hasta las experiencias conyugales y de posibles violencias. El documento termina con el apartado de conclusiones y recomendaciones para futuras investigaciones. 8 PRIMER CAPÍTULO – Identidad del proyecto: Componiendo la melodía adecuada para el baile conyugal. Menopausia La menopausia entendida como una etapa biológica de la vida y no como un proceso patológico, implica la transición de la mujer del periodo reproductivo al no reproductivo. Se produce generalmente entre los 45 y los 55 años. En esta etapa se producen una serie de cambios físicos, orgánicos, psico-afectivos, cognoscitivos y sexuales que, de acuerdo con la experiencia personal de cada mujer, su entorno sociocultural y su estado individual de salud van a influir sobre la calidad de vida relacionada con su salud (Vargas-Fandiño, 2015). Esta etapa comprende desde la última menstruación hasta un año seguido de ausencia de esta, correspondiente a un evento fisiológico en la vida de la mujer por lo que implica la finalización de su periodo reproductivo. Sin embargo, estos cambios pueden variar de mujer a mujer no solo desde el ámbito fisiológico sino desde el contexto cultural. El articulo investigativo de (Salvador, 2008) es importante para comprender la menopausia en términos biológicos, este presenta una breve descripción de los principales eventos endocrinológicos que llevan a la menopausia, así como de los síntomas y algunas características de esta, además de una revisión actualizada de los conceptos de climaterio, menopausia y posmenopausia. Se entiende así, la menopausia como el cese permanente de la menstruación, debida a la perdida de la función folicular ovárica y se diagnostica después de un periodo de amenorrea de 12 meses, desaparece la ovulación y se termina la etapa reproductiva de la mujer. La pérdida de esta función ovárica es un proceso gradual, conocido como climaterio o perimenopausia; comienza unos años antes de que se dé la menopausia, en este empiezan las manifestaciones endocrinológicas, clínicas y biológicas y puede prolongarse unos años siguientes 9 a esta, por último, la postmenopausia se refiere al periodo que comienza a partir de la menopausia y se prolonga hasta por quince años. Los eventos endocrinológicos inician en el climaterio, alrededor de los 35 años, para los 40 la fase folicular del ciclo se acorta. Cerca de la menopausia, los ciclos menstruales suelen ser irregulares y pueden existir periodos de amenorrea. En cuanto al promedio de edad en la menopausia según estudios realizados en Estados Unidos y Europa, varía entre los 48 y 52 años, se señala que el factor más importante que determina la edad de la menopausia es el número de folículos ováricos y a la vez, se han propuesto diversos factores ambientales que pueden determinar la edad de la menopausia como el tabaquismo y la desnutrición, que adelantan el proceso de 1 a 4 años. El climaterio se asocia con signos como la amenorrea, bochornos, sudoración excesiva y resequedad vaginal como una alteración del tracto genitourinario bajo, también pueden presentarse alteraciones psicológicas, psicosomáticas y emocionales, entre las más frecuentes se encuentran; ansiedad, cambios de humor, depresión, insomnio, ataques de pánico, cefaleas, irritabilidad, etc. Estos síntomas pueden presentarse generalmente después de los 30 años y se vuelven más intensos antes de la menopausia. (Salvador, 2008) Menopausia y calidad de vida Para hablar de la calidad de vida de las mujeres en el climaterio el artículo de revisión de (Pérez M.-S. -L.-P., 2016) aporta a esta investigación el concepto de calidad de vida relacionado con la salud, el cual se define como un estado de completo bienestar físico, mental y social y no solamente a la ausencia de enfermedad. (OMS, 1948) Una visión integral que incorpora la percepción del individuo en cuanto a su posición en la vida, su contexto cultural y el sistema de valores que replica con su entorno. Al ser la menopausia una etapa de transición fisiológica y biológica que trae 10 consigo la perdida de la capacidad reproductiva y aunque es una condición normal, se ha reportado que 8 de cada 10 mujeres tiene al menos uno de los síntomas clásicos (físicos o emocionales) durante o posterior al climaterio, de las cuales el 45 % considera que impactan de manera negativa en su calidad de vida según (Lwow F, 2013) y (Lizcano F, 2014) como se citó en (Pérez M.-S. - L.-P., 2016). De igual manera, en la menopausia también se presentan factores de riesgo como enfermedades crónicas o cardiovasculares. Con respecto a lo psicológico, las manifestaciones varían de los cambios en el estado de ánimo, humor depresivo, pérdida de memoria, falta de concentración y de igual forma, aspectos biológicos y psicológicos propios de este momento vital, asociados a la ausencia o mala interacción con la pareja y las estereotipias culturales, contribuyen a la presentación de serias disfunciones sexuales, así como pérdida de la libido y actividad sexual según (Bosoni, 2014)y (Costa-Paiva, 2015) como se citó en (Pérez M.-S. -L.-P., 2016) Se entiende en este artículo y también en lapresente investigación la menopausia como un periodo de adaptación, reflexión y cambio sobre las dimensiones culturales, fisiológicas, sociales y laborales de la mujer que la experimenta, por lo que no debe ser considerada como un sinónimo de deterioro o enfermedad, por el contrario, el abordaje de estas mujeres debe estar siempre pensado en claves de calidad de vida, que aborden una perspectiva psíquica, orgánica y sociológica con un alto componente subjetivo. En cuanto a los instrumentos creados para medir la calidad de vida de las mujeres en la menopausia se describen en el artículo algunos como la Menopause Rating Scale (Heinemann, 2002) que permite evaluar el impacto de cualquier intervención médica con relación a diferentes aspectos de la calidad de vida relacionada a la salud (CVRS). En contextos más cercanos encontramos la Escala de Cervantes en España (Palacios, 2004), recoge todos los dominios de la calidad de vida construido con sub-escalas como menopausia y salud, dominio psíquico, dominio de sexualidad y relación de pareja complementado con una escala de 11 la personalidad, siendo el primer cuestionario adaptado a la realidad contextual de las mujeres españolas. El uso de este tipo de instrumentos ayuda a evaluar los síntomas durante el climaterio, su severidad e interferencia con la calidad de vida, brindando información vital para la toma de decisiones médicas y terapéuticas, como el uso de la terapia hormonal. Factores sociales y culturales La investigación de (Argote, 2009) es importante porque se entiende que la menopausia inicia cuando se presenta la última menstruación y que esto corresponde a un evento fisiológico en la vida de la mujer que implica la finalización de su periodo reproductivo. Aun así, estos cambios pueden variar de mujer a mujer no solo desde el ámbito fisiológico sino desde el contexto cultural. El objetivo de esta investigación es conocer el significado de la menopausia, sus creencias y prácticas de cuidado, para esto se abre un marco conceptual que engloba categorías que serán desarrolladas más adelante, como algunas concepciones de mujer y etnia, transición y cultura y cuidado cultural de enfermería. Dentro del marco conceptual en la sección de algunas concepciones de mujer y etnia, es sustancial entender que el 20% de la población colombiana es afrodescendiente y que la población negra colombiana situada en el litoral pacífico constituye el 92% de esa población, siendo una de las más marginadas del país. La metodología usada corresponde a la etnoenfermería que dio lugar a relatos descriptivos e interpretativos, documentados a través de la observación, participación y reflexión. Participaron 17 mujeres, esta muestra fue seleccionada por el criterio de saturación de datos y el análisis de estos se llevó a cabo por fases. En los resultados se tiene que, para las mujeres del Distrito de Aguablanca, la menopausia es solo una etapa de la vida que se asume como tal y se enfrenta con la serenidad inconsciente de quienes saben esto ancestralmente y han seguido de manera juiciosa las prácticas de cuidado necesarias. Luego de esto se hace un recorrido por las etapas vitales de las mujeres y 12 sus cuidados, se empieza con la menstruación, el embarazo y el parto, los cuidados en la relación sexual con el compañero, para llegar así a la menopausia. En esta etapa se mencionan los cambios del cuerpo, los cambios en el estado de ánimo, la vivencia de la sexualidad y el cuidado que tienen las mujeres en cuanto a infusiones, comidas y cuidado del cuerpo en general. De esta investigación se concluye que los cuidados que las mujeres del litoral pacífico dispensan a sus cuerpos durante la menopausia van dirigidos no tanto a la obtención de admiración por los otros, sino a la conservación de unas condiciones de salud que les garanticen un “buen vivir” y una buena menopausia. En este periodo también tienen algunas recomendaciones sobre el cuidado de sí mismas, pero es evidente que la garantía de la llegada de una menopausia que no implique traumas y un deterioro corporal importante no está determinada por los cuidados de salud en ese periodo, sino que empiezan desde la llegada de la menstruación y se prolongan durante toda la vida, como quien recorre un camino minuciosa y metódicamente (Argote, 2009) La investigación de (Hermosa A. B., 2014) contextualiza la menopausia como pilar de estudio y los estereotipos que se han ido moldeando alrededor de ésta, a lo largo de los años, según la sociedad. El objetivo de esta investigación fue conocer y analizar los estereotipos de género que existen actualmente sobre la menopausia en mujeres de Sevilla (España) y verificar la existencia de prejuicios culturales hacia este fenómeno fisiológico. La metodología fue de tipo cualitativo a través de la teoría fundamentada, se realizaron 24 entrevistas semiestructuradas en diferentes escenarios y tres grupos focales. Los criterios para medir los resultados fueron la segmentación, lugar de residencia yde variabilidad. las categorías de análisis fueron expresiones populares, el control y el sabor de sus propios cuerpos, género, menopausia como tal. Los resultados se presentan en categorías: a) vejez, pérdida y deterioro. En esta categoría cabe resaltar que las mujeres que tienen peor visión de la menopausia paradójicamente son las más 13 jóvenes, esto se atribuye a que son las mujeres que se encuentran mayormente expuestas a medios de comunicación y publicidad que relacionan la menopausia como un déficit o una patología, por lo cual se asocia directamente con la vejez y la falta de atractivo sexual. b) ansiedad, depresión y miedos. En esta categoría se señala que la medicalización se ha tomado la dominación del cuerpo femenino y todos sus ciclos, por ende, la menopausia. La provisión de hormonas está directamente relacionada con la construcción social de género. Las mujeres de edad mediana asociaron la menopausia con más visitas al médico e incluso al psicólogo por posibles depresiones. y c) tabú. Las mujeres mayores de la investigación vivieron esta etapa como algo natural, fisiológico y la mayoría de las veces sin darle gran importancia e incluso muchas veces sin hablar de esta. Las conclusiones apuntan a que las principales creencias y estereotipos que existen sobre la menopausia son los relacionados a la vejez y como fuente de ansiedad, depresión y tabú en las mujeres mayores. El artículo investigativo de (Tovar, 2004) es significativo para esta investigación pues se desarrolla teniendo en cuenta la línea de patriarcado. Este aborda el problema del lenguaje sexista en la medicina y como este ha influido en la percepción que se tiene de los cuerpos de las mujeres, vistos como lo natural y del mundo de las emociones, por lo tanto, inferior a lo masculino. Lo cual es significativo para la investigación teniendo en cuenta la línea de patriarcado. También se desarrolla la idea de cómo la industria farmacéutica se ha lucrado inmensamente con los procesos biológicos de las mujeres y se menciona entonces terapia de reemplazo hormonal (TRH), anunciada como el remedio apropiado que ofrece la ciencia moderna para "curar" el problema de la menopausia. La venta y reproducción de estos se ha perpetuado por la ilusión de la eterna belleza y juventud, todo esto ocurre en un contexto cultural donde decirle a una mujer ‘’menopaúsica’’ es casi un insulto. 14 Seguido a esto, se desarrolla un apartado de la antropología de las etapas de la reproducción, se hace un recorrido por la menstruación, el parto, la fecundidad y la reproducción, la lactancia y la nutrición, el aborto y por último la menopausia, donde se menciona que el estudio de este proceso en las comunidades indígenas o en áreas urbanas no es aún una prioridad de investigación para la antropología en Colombia. En cuanto a la relación anómala entre la medicinay la belleza, la autora sostiene que el énfasis exagerado en la belleza femenina y la manipulación del cuerpo tiene repercusiones psicológicas, físicas y políticas en la salud personal y pública. Resulta, además, en opresión, control y disminución del empoderamiento, esclavizando a la mujer y encasillándola en un rol artificial, se hace un énfasis en todos los procedimientos quirúrgicos / estéticos y sus implicaciones para la salud femenina y se muestra como a pesar de esto, las mujeres deciden correr el riesgo con el anhelo de un cuerpo perfecto y joven. De la violencia del bisturí, la autora pasa a otros tipos de violencia y su efecto en la salud y en el cuerpo de las mujeres. Se menciona la violencia de genero brevemente como un problema de salud pública en Colombia donde la gran mayoría de víctimas (92%) son mujeres, sin embargo, el sistema de salud no está preparado para atender a las víctimas, en los mejores casos atienden los traumas físicos sin que las afectadas puedan expresar sus emociones y regresen, sin alternativas, a sus casas a enfrentar la misma situación. Es decir que, de nuevo, la mujer desaparece detrás del trauma. La intervención y el apoyo del estado son deficientes y los pocos programas creados con el objetivo de fortalecer la familia han sido víctima de recortes presupuestales. Menopausia y sexualidad El estudio investigativo de (Vargas-Fandiño, 2015) es relevante ya que tiene en cuenta que los cambios experimentados por las mujeres en la menopausia tienen un impacto en la imagen de sí mismas y de su vida. Se menciona que este proceso refiere una etapa biológica de la vida y no un 15 proceso patológico, por lo cual su abordaje debe ser integral e ir más allá del solo aspecto médico, para que la mujer viva este proceso de la mejor manera posible, asimilando los cambios que suceden tanto en su organismo como en su estilo de vida, esto incluye la sexualidad. El objetivo fue realizar una aproximación a la manera como las mujeres perciben la menopausia y describir las experiencias de la sexualidad durante esta etapa en las mujeres atendidas en dos instituciones hospitalarias en Bogotá, Colombia. La metodología planteada para cumplir este objetivo se basa en un estudio cualitativo de tipo fenomenológico, la población de estudio estuvo conformada por mujeres en la etapa de la menopausia que fueran atendidas en la Clínica Universidad de La Sabana (Chía) y en la ESE Hospital Universitario de La Samaritana, en el periodo comprendido entre mayo del 2015 y enero del 2016. Participaron 16 mujeres (8) de cada institución, se utilizó la entrevista semiestructurada para la recolección de la información, la pregunta principal fue ¿Podría contarnos cómo ha vivido la experiencia de la menopausia? Los resultados se dividen en diferentes categorías; 1. Percepción de la menopausia, 2. Los cambios que induce la menopausia y como se enfrentan, 3. Cambios en la vida sexual durante la menopausia, 4. La sexualidad durante la menopausia, 5. Apoyo médico para afrontar la menopausia. En la discusión de resultados se puede evidenciar que las mujeres dieron cuenta de los aspectos sociales, culturales y personales, además de los biológicos, que se modifican durante esta etapa de la vida y si bien se entiende la menopausia como un proceso natural, las mujeres mencionan que es importante el apoyo tanto familiar como de la pareja, si se tiene. A modo de conclusión se hace necesaria la construcción de espacios de orientación sobre la menopausia, que permitan la generación de confianza y seguridad en las mujeres, en los cuales se propicie el uso de un lenguaje no técnico, escuchar a las mujeres y la participación de la pareja. 16 El estudio investigativo de (Araujo Moraes, 2016) es indispensable en esta investigación, pues es uno de los pocos que relaciona la violencia con el climaterio y además reconoce que el conocimiento de la ocurrencia de la violencia y su impacto en la salud de las mujeres en el climaterio es escaso y constituye un problema de salud pública. En la revisión bibliográfica de Araujo se encontró que muchos de los instrumentos utilizados para investigaciones de violencia en mujeres en el climaterio son limitados, así los instrumentos que se interesan por la violencia sufrida en la niñez o adolescencia ignoran las características dimensionales de eventos traumáticos (como la frecuencia, gravedad o duración) o muchos otros instrumentos se centran solo en la violencia física y sexual dejando de lado las demás violencias como la emocional y la psicológica, aquellos que consideran este tipo de violencia han trabajado con población de niñez, adolescencia y la vida reproductiva de las mujeres, pero aún no han cuantificado el impacto de la violencia en la salud de las mujeres en el climaterio. El objetivo de la investigación fue evaluar los efectos de la violencia doméstica y sexual en la menopausia. La metodología consiste en un estudio trasversal con 124 mujeres que habían sufrido violencia a lo largo de su vida y 120 mujeres que no, se utilizó una encuesta y un test. En la discusión de resultados se encontró no sólo las diferencias entre los tipos y consecuencias de la violencia en la salud de las mujeres durante la menopausia, sino que también pone de relieve la magnitud de la violencia sexual que ocurre en cualquier etapa de la vida. Algunas mujeres experimentan la violencia sexual por parte de sus maridos / parejas, una vez que se hacen para tener relaciones sexuales bajo amenaza o violencia física. Al abordar el proceso de violencia, se deben tener en cuenta los factores sociales tales como el acceso a servicios de salud y de seguridad, estado civil, ambiente familiar, las actividades llevadas a cabo fuera del hogar y otros. Por lo tanto, los servicios de salud se convierten en espacios privilegiados donde los profesionales pueden 17 romper el pacto de silencio y el ciclo de violencia. Se pudo evidenciar que las mujeres que han sufrido violencia doméstica o sexual en cualquier punto de su vida presentan un mayor número de comorbilidades durante el climaterio y mayores (MKI) que las que no fueron expuestos a la violencia, para llegar a la conclusión de que las mujeres que han sufrido violencia doméstica en algún momento de sus vidas, muestran un mayor número de comorbilidades tales como: depresión, trastornos psiquiátricos y una vida sexual insatisfactoria en la menopausia, en comparación con las mujeres que no sufrieron violencia. Violencia de género El artículo investigativo de (Cagigas, 2000) es indispensable para esta investigación pues presenta una buena síntesis de lo que es el patriarcado y como este permea la violencia doméstica. La autora del texto nos define el patriarcado como “la relación de poder directa, entre los hombres y las mujeres en las que aquellos hombres, que tienen interés en el control, uso, sumisión y opresión de las mujeres, lo cumplen efectivamente”… (Cagigas, 2000)p.312 Se expone que el patriarcado y sus ideales vienen de mucho antes de lo que pensamos, históricamente lo vemos en los pueblos primitivos donde los hombres por su fuerza y tamaño salían a cazar mientras que las mujeres permanecían en un solo lugar cuidando de los hijos por condiciones como la menstruación, el embarazo y el parto. Esto ha perpetuado jerárquicamente de tal manera que para sostenerlo se ha creado toda una ideología científica. Este énfasis podemos verlo marcado en la diferencia natural y los factores culturales que permitieron la construcción de un ideal de lo que es ‘’ser mujer’’, determinando así funciones sociales, domésticas y conductas como la dulzura. En esta ideología donde los hombres son dominantes crecen niños y niñas, ¿Cómo aprendemos a usar el papel ‘’que nos corresponde’’? Culturalmente se abarca todo, los conceptos, las costumbres, las leyes, las instituciones etc. Esta sociedad imponeestos roles. Si hablamos del género, es un concepto que se 18 dota de sentido socialmente por lo que no es natural. Me parece importante resaltar una mención en el texto a (Beauvoir, 1949) quien señala que “no se nace mujer, se llega a serlo” es decir, que cuando nacemos somos iguales y es cuando nos relacionamos con el mundo que empezamos a ser dotados de sentidos sociales que nos convierten en femenino o masculino. Es por esto por lo que, los niños que actúan de maneras diferentes son muchas veces censurados y privados de estas diferencias con el afán de que encajen ‘’en lo que son’’. En relación al crecimiento de las niñas se menciona que la niña aprenderá en su crecimiento que su género está infravalorado y asimilará a su vez los valores y creencias que determinan ‘’el ser mujer’’, desde aquí se crea entonces la idea de superioridad masculina donde el hombre impone sus decisiones sobre los que no tienen poder y no espera que esta situación se dé inversamente. Cuando esa expectativa falla generalmente se abre paso a la violencia. La violencia entendida por la autora como el uso de la fuerza para provocar daño, lo que nos remite al concepto de poder también, pues la violencia es siempre una forma de demostrar que se tiene poder mediante el empleo de la fuerza física, psicológica, económica, política, etc. Esto implica la existencia de un superior y un subordinado. La violencia así es usada para mantener y reproducir el rol del hombre superior. Cotidianamente los hombres alardean de ello siendo quienes trabajan fuera de casa, manejan la información, toman las decisiones y ellos son quienes interpretan la realidad social, todo esto gracias a que culturalmente se ha legitimado este papel en el marido promoviendo su dependencia económica y su justificación en el uso de la violencia contra la mujer. Por lo cual cuando las mujeres son conscientes de su desigualdad y quieren cambiarla, se convierten en una amenaza para los hombres, quienes generalmente recurren a la violencia como único recurso para demostrar ‘’quien manda’’. La violencia física es el último recurso para proteger el patriarcado de la oposición individual y colectiva de las mujeres. (Cagigas, 2000) Por 19 todo lo mencionado anteriormente se tiene que no todos los hombres son conscientes de que sus actos son erróneos, pues vimos como los niños y niñas crecen bajo este discurso y desde el momento de su nacimiento se imponen estos roles. Estos hombres tienen un sistema de creencias basado en los mitos culturales de la masculinidad y la inferioridad de la mujer y después de esto resulta más fácil entender que en los países dominados por estas ideas ‘’masculinas’’ existe mayor incidencia de violencia contra las mujeres. Estas sociedades compuestas por hombres y mujeres que han crecido bajo estos ideales adoptan los roles ‘’que les corresponden’’ lo que no quiere decir que se apoye la violencia contra la mujer, sino que se ha callado, ignorado y normalizado y que hasta hace muy poco se está tomando acción y conciencia sobre lo que ocurre. Pero con esto nos enfrentamos también a mitos culturales e ideas sobre las mujeres violentadas. Estos discursos condenan a la mujer doblemente, pues primero sufre la violencia y cuando esta se atreve a hablar y buscar ayuda se encuentra con un sistema que se mueve bajo el mismo discurso de violencia. El articulo nos deja con la idea de que el problema de la violencia contra la mujer es complejo y que si no se abarca correctamente las medidas que se tomen serán ineficaces y peor aún se puede contribuir a reforzar la conducta del agresor violento. Esta violencia se reconoce como violencia de genero donde encontramos que la Organización de las Naciones Unidas (ONU, 1993) ha definido como todo acto de violencia que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual y psicológico para la mujer, incluso las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, producida tanto en la vida pública como en la privada. Violencia conyugal El estudio de (Ventura Aliello, 2005) es importante ya que brinda una caracterización del comportamiento de la violencia conyugal en la mujer en cuanto a tipo de violencia, 20 manifestaciones de violencia física, sexual, psicológica, repercusión, daño y la búsqueda de ayuda profesional. Se entiende que la violencia hacia la mujer es un modelo de conductas coercitivas aprendidas y que la invisibilidad de los tipos de violencia hace que no siempre se puedan identificar las circunstancias que llevaron al acto violento. Este estudio descriptivo se realizó en dos consultorios del municipio de Camagüey en Cuba, el universo fueron 235 mujeres entre los 21 y 50 años, la muestra que refirió violencia conyugal en cualquiera de sus modalidades fueron 125 mujeres. La técnica de recolección fue la encuesta que recogió variables como: tipo de violencia, manifestaciones de violencia física, sexual psicológica, la repercusión y el daño y la búsqueda de ayuda profesional. Los resultados muestran que el 100% de la muestra señaló haber presentado agresiones psicológicas, el 97,6% maltrato sexual y el 62,4% agresión física. En cuanto a las manifestaciones de violencia física el 97,4% de las mujeres recibió amenazas de golpes por parte del cónyuge, en la violencia sexual el 72,1% reportó que su pareja las obliga a tener relaciones sexuales de tipo no deseado y las manifestaciones de violencia psicológica se relacionan mayormente con las críticas por parte de su compañero a su forma de vestir, la exigencia de algunas tareas y sobre todo del cuidado del hogar (77,6%). Las repercusiones de estas violencias en la mujer se ven reflejadas principalmente en el deterioro de la autoestima (70,4%), por último, con relación a la orientación profesional solo el 29,6% de las mujeres acudió a una consulta especializada. Estos resultados reflejan que solamente un número reducido de las mujeres agredidas acuden en busca de ayuda. El estudio de (Martínez Camilo, 2011) es significativo porque comprende el climaterio como el periodo entre la madurez sexual completa y la pérdida total de las funciones reproductivas en donde se generan cambios biológicos, fisiológicos y psicológicos. El estudio hace énfasis en la violencia doméstica/conyugal. Fue un estudio descriptivo, aplicado en el Hospital Docente 21 Ginecobstétrico de Guanabacoa con 137 mujeres participantes que asistieron a la consulta de climaterio y menopausia del propio centro. Los datos se recogieron a través de una encuesta anónima que encerró variables de estado civil, ocupación, nivel escolar, tipo de violencia y efecto de la violencia sobre la mujer. En los resultados se encuentra que la mayoría de las mujeres mantiene relaciones inestables, el nivel educativo más común es el de primaria, la ocupación de ama de casa se lleva el primer lugar, la violencia psicológica es la más experimentada por estas mujeres y en los efectos producidos por estas violencias priman el malestar y el rechazo. En la discusión de resultados se llega a la conclusión de que en este grupo etario se observa la presencia de violencia doméstica por lo que se debe evaluar los indicadores de salud de esta comunidad. En esto resulta esencial el trabajo de promoción que debe realizar el equipo multidisciplinario de la consulta con vistas a crear proyectos de intervención encaminados a la prevención. En la investigación de (López, 2014) donde el objetivo fue caracterizar los tipos de violencia contra las mujeres adultas en las relaciones de pareja, se habla en la introducción de la violencia contra la mujer y la prevalencia de esta en la pareja, se menciona que habitualmente, este acto no se produce de forma aislada, sino que sigue un patrón constante en el tiempo. Se señala que este fenómeno ha ido creciendo en Cuba. Este fue un estudio descriptivotransversal con 16 mujeres adultas que vivían en hogares disfuncionales, se fabricó un cuestionario con variables de nivel escolar, tipo de violencia presente, formas de violencia psicológica, formas de violencia física, formas de violencia sexual y efectos psicológicos de la violencia. Los resultados muestran una mayoría en mujeres con estudios técnicos medios, seguido del preuniversitario y universitario con similar manifestación; mientras que en cuanto al tipo de violencia prevaleció la psicológica (independientemente del nivel de escolaridad), seguida de la física y la sexual. Se evidencia también que el 50,0 % de las encuestadas manifestaron ser sometidas a amenazas violentas y 37,5 22 % a humillaciones, a ello se suman otras formas de abuso psicológico, tales como tratar sin respeto, culpar sin razón, retirar apoyo financiero, insultos, entre otras. En relación con la violencia física se tiene que esta se presenta de formas variadas, 10 mujeres de las 16 (62,5%) fueron sometidas a apretones, seguidas de torceduras de brazos o manos (43,7%) por 7 mujeres del estudio, ninguna mencionó el machetazo o puñalada como manifestación de la violencia física. En cuanto a la violencia sexual se observa que la mayoría de las mujeres (15/16), es decir el 93,7% fueron forzadas a tener relaciones sexuales, 12,5 % víctimas de acoso sexual y violaciones y una paciente se vio obligada a mantener relaciones sexuales con otra persona en contra de su voluntad. Sobre los efectos psicológicos de la violencia se encuentra que casi todas las mujeres del estudio 93,7% manifiestan depresión y angustia, mientras que 2 reconocieron tener ideas suicidas. También, presentaron baja autoestima (37,5 %) e irritabilidad (18,7 %); a su vez 31,2 % se sintió culpable, con temor, insomnio y anorexia. En la investigación de (Lucía, 2003) se reconoce la violencia contra la mujer como una violación de los derechos humanos, también se examina esta violencia como un problema social que influye en el sector de la salud, seguridad ciudadana, sector educativo y legislativo, sabiendo que no es un hecho aislado ni circunstancial, sino que ello responde a ciertas pautas de conducta que se han mantenido durante un largo tiempo en las relaciones y que han sido legitimadas tanto por el agresor como por la víctima. Esta investigación tiene como objetivo detectar y analizar la prevalencia de la violencia de género en la relación de pareja. La muestra del estudio está conformada por mujeres estudiantes de la Universidad de los Andes en Táchira, Venezuela que fueron seleccionadas por ser estudiantes que cursan la especialidad de Geografía y Ciencias de la Tierra de la Carrera de Educación, con un total de 155 participantes. Se utiliza la encuesta en forma de cuestionario, para conocer y cuantificar las formas de violencia contra la mujer en las relaciones de pareja y en 23 algunos casos, se aplica la entrevista para profundizar en algunos aspectos del problema. Los principales resultados muestran que la violencia de género es un problema social que afecta a muchas mujeres y que la violencia psicológica en el noviazgo predomina sobre la física y la sexual. La investigación demostró que existe una alta proporción de mujeres que han sido o siguen siendo víctimas de violencia. Es preocupante la fuerte presencia de diversas manifestaciones de violencia entre estudiantes de la Carrera de Educación, al ser la psicológica la más frecuente en las relaciones de noviazgo, y la violencia física entre las estudiantes casadas. Violencia conyugal en mujeres en la menopausia En la investigación de (Serviño Reyna, 2017) encontramos un planteamiento y resultados imprescindibles para la presente investigación, pues se reconoce que se puede presentar violencia durante esta etapa en la vida de la mujer, ocasionado por la incomprensión y desconocimiento que se tiene con respecto a este proceso, enmarcado en una sociedad donde la imagen corporal, la juventud y la función reproductiva de la mujer son resaltados en el marco de la aceptación de las mismas y que se van perdiendo conforme se va experimentando la menopausia. Se realizó en el municipio de Chimalhuacán en el estado de México, siendo un estudio transversal, prospectivo, analítico y por conveniencia donde participaron 60 mujeres que acudieron al Centro de Salud de San Lorenzo, contestando una encuesta diseñada con 26 ítems en los cuales se busca poner en evidencia la violencia que se da durante la etapa de la menopausia. Se toma principalmente la teoría de género para abordar los procesos de producción y reproducción, vinculados con factores sociales, culturales y socioeconómicos. Se reconoce a la familia como una unidad básica de la sociedad donde la mujer vive aproximadamente 55 años de su vida como madre, y un tercio de su vida en general en el climaterio y menopausia, reconociendo este como un periodo vulnerable, el apoyo de la familia es fundamental según los autores pues 24 afirman que las mujeres necesitan más comprensión con los cambios que viven y entre este apoyo el del esposo resulta vital, aunque este muchas veces no entiende los cambios que sufre la esposa. Con respecto a los resultados se encuentra que un alarmante 100% de las mujeres encuestadas estuvieron o están siendo agredidas de alguna forma, el 100% ha sentido el acoso, el 98.3% ha tenido que cambiar su actitud en esta etapa, el mismo porcentaje observa repercusiones cuando se hace alusión sobre su físico y la menopausia y la misma cantidad de mujeres denota el rechazo que se la por sus cambios de conducta, el 100% de las familias ha sufrido algún cambio en esta situación, el 100% de las mujeres se ha retirado de alguna conversación cuando se hace alusión al estado menopaúsico, el 100% de ellas ha buscado de alguna forma el auxilio de personal de la salud, el 75% de las mujeres encuentran en su familia un espacio de confianza pero un inquietante 25% tiene que enfrentar este episodio de su vida de manera solitaria, en el 100% de las participantes se presentó el fenómeno de la depresión. De esta manera se concluye que un proceso fisiológico normal en la vida de la mujer deja de ser un espacio de transición libre de preocupaciones a convertirse en una etapa de transición traumática, el desconocimiento acerca del proceso no justifica el comportamiento que se tiene hacia la mujer durante esta etapa. La investigación de (Orbea López, 2017) pretende identificar manifestaciones de violencia de pareja experimentadas por adultas mayores, es decir, mujeres que ya han pasado por el proceso de la menopausia. El diseño de la investigación de Orbea parte de dos hipótesis; la primera consiste en que la violencia de pareja persiste en la tercera edad manteniendo sus formas tradicionales de expresión, la segunda hipótesis planteada refiere que la violencia de pareja sufrida por las adultas mayores es el reflejo de una historia de violencia experimentada por ellas a lo largo de su vida conyugal. La muestra estuvo conformada por 21 mujeres adultas mayores del municipio Plaza de la Revolución, en la Habana, Cuba. Se aplicaron dos instrumentos, cuestionario y entrevista en 25 profundidad. El cuestionario se aplicó a un grupo de 16 mujeres pertenecientes a dos círculos de abuelos que tuvieran o hubieran tenido al menos una relación de pareja y la entrevista fue aplicada a otras 5 mujeres contactadas por medio de informantes claves que se encontraran casadas o unidas al momento de la entrevista. En cuanto a su relación de pareja en la actualidad, los resultados mostraron que 13 (81%) de las 16 encuestadas declararon recibir afecto y cariño por parte del cónyuge y que no habían recibido violencia de su parte. Sin embargo, el 56% (9) de las encuestadas señaló que la pareja le dejaba de hablar cuando se enojaba, el 38% (6) que la pareja no respetaba su dinero o bienes yal menos 3 (19%) mujeres reportó haber recibido empujones y golpes, el 69% (11) gritos o insultos y 2 (13%) heridas y encierros. De la pregunta para identificar una posible historia de violencia por parte de sus parejas en etapas anteriores, se tuvo que el 81% (13) refirió haber recibido insultos públicos y/o privados, amenazas de golpes o abandono. Al 56% le prohibían compartir con amigos, todas las mujeres reportaron haber sido gritadas por sus parejas y al 88% (14) la culpaban de todos los problemas familiares, en cuanto a la violencia sexual al 38% (6) las obligaron a tener relaciones sexuales no deseadas y al 19% (3) las obligaron a tener relaciones sexuales después de haberlas insultado o golpeado. (Orbea López, 2017) Estos resultados muestran que la forma más referida de maltrato es el psicológico, especialmente la palabra. Ninguna de las mujeres dejó las preguntas de maltrato psicológico en blanco, confirmando que todas habían sido en algún momento de su vida conyugal víctima de violencia. Se puede resaltar también que las mujeres encuestadas vivenciaron más de un tipo de violencia en sus relaciones. A pesar de esto, el 56% de las mujeres valora su vida conyugal como buena, mostrando la naturalización que tienen las manifestaciones de violencia en la vida de las mujeres. En cuanto a la entrevista, se obtuvieron datos semejantes solo que superan el nivel de profundidad. 26 El rol de la mujer en la relación se identificó como sumiso, no pueden divertirse ni tener amistades, sin embargo, esto se asume de manera pacífica y tolerante, detrás de las palabras usadas por las mujeres se puede evidenciar la violencia a la que han sido sometidas: “… ¿amistades?, ya ni recuerdo lo que son. Solo converso con alguna vecina cuando coincidimos en el mercado. Mi marido siempre ha sido muy celoso y poco a poco me fue apartando de mis amistades, si eran hombres peor y yo con tal de no molestarlo lo fui aceptando”. (Orbea López, 2017) Las cuatro entrevistadas que conservaban su matrimonio de toda la vida admitieron que en etapas anteriores fueron al menos una vez agredidas físicamente por sus parejas y que actualmente la agresión era verbal. Las hipótesis propuestas fueron comprobadas por medio de los instrumentos pues se demostró que la violencia de pareja persiste en la tercera edad y que esta violencia es un reflejo de una historia de violencia conyugal. Se identifica también al patriarcado como sistema de dominación donde se naturaliza la práctica de las conductas violentas y se mantienen ocultas justificando la familia como un espacio privado y cerrado. La investigación de (Moraes, 2012) es importante porque se interesa en medir las consecuencias de la violencia doméstica en la salud de las mujeres en el climaterio. Se afirma en la introducción que la información sobre la incidencia de la violencia doméstica y/o sexual contra la mujer y el impacto de estos episodios en su salud durante el climaterio es escasa nacional como internacionalmente. A la vez se menciona que, aunque la presente investigación ha contribuido a la mejora de la calidad en investigaciones en este ámbito, muchos de los instrumentos siguen limitando la misma debido a deficiencias metodológicas, pues se subestiman los aspectos dimensionales de la violencia, su frecuencia, gravedad o duración, también frecuentemente se centran únicamente en el abuso sexual y/o físico, obviando las diferentes modalidades de violencia. 27 En cuanto a los instrumentos sobre el climaterio no se ha encontrado uno que mida de manera satisfactoria y adecuada las consecuencias de la violencia doméstica y/o sexual en esta etapa de la vida. Por lo cual el propósito del estudio fue construir y validar una medida de las consecuencias de la violencia doméstica en la salud de la mujer en el climaterio. Se estudiaron 124 mujeres entre los 40 y 65 años, que hubieran sufrido de violencia doméstica y/o sexual durante alguna fase de su vida. Se creó un cuestionario para el que era necesario registrar la historia de la violencia en el pasado o presente y signos o síntomas clínicos, psicológicos y ginecológicos en el momento de la consulta, el objetivo del cuestionario fue identificar la asociación entre la historia de abuso y comorbilidades en el climaterio. El cuestionario presenta índices buenos de consistencia interna y medidas de concordancia. De los resultados de las primeras dos aplicaciones de este se tuvo que 20 mujeres de la muestra habían sufrido violencia exclusivamente en la época de la infancia, en la adolescencia 52 y los 52 restantes la experimentaron durante toda su vida. Entre los tipos de violencia que más habían vivido las mujeres se tiene que 94 de ellas mencionaron la violencia física y la sexual fue reportada por 74, sin embargo, la violencia psicológica se identificó en 98 de las mujeres del estudio. De esta manera se determinó que estas mujeres presentan al menos tres durante el climaterio, entre las cuales se encontró la osteoporosis, depresión / trastornos psicológicos, hipertensión, diabetes y demás. Aunque esta investigación se enfoca en las comorbilidades de enfermedades físicas, reconoce el vacío de investigaciones sobre la violencia en relación con la menopausia. El estudio de (Allsworth, 2004) es significativo, pues investiga hasta qué punto la violencia a lo largo de la vida acelera la perimenopausia, medida por los cambios menstruales. Se reconoce que, a largo plazo, la violencia genera efectos psicológicos, sin embargo, investigaciones recientes han descubierto que los efectos somáticos independientes de la lesión ocurren muchos años después 28 de la experiencia del trauma, posiblemente involucrando las vías neuroendocrinas. Por ejemplo, las mujeres con antecedentes de violencia psicológica que no habían sido abusadas física o sexualmente tenían más problemas de salud, incluyendo úlceras, artritis, migrañas y dolor crónico, que las mujeres que nunca habían sufrido violencia psicológica. Este es un estudio longitudinal que investiga la relación entre la función ovárica y la depresión en las mujeres premenopáusicas (periodo antes de la menopausia) en 603 mujeres 36-44 años de edad en el área de Boston. Los resultados muestran que alrededor del 58% de las mujeres participantes informó de la experiencia o el miedo a daños físicos o sexuales en algún momento de sus vidas, durante el período de seguimiento 124 de 603 mujeres experimentaron algunos cambios en la regularidad del ciclo menstrual, longitud o flujo, o amenorrea que dura al menos tres meses. La incidencia bruta de la perimenopausia fue de 95 casos por cada 1000 años de mujer para mujeres nunca abusadas y 72 y 77 para las mujeres abusadas por primera vez en la infancia/adolescencia o en la edad adulta. Hubo evidencia de que las mujeres abusadas en la infancia/ entraron en la perimenopausia a tasas más lentas que las mujeres nunca abusadas. Además, se evaluó si la presencia de depresión al inicio del estudio modificó la asociación entre el abuso y el momento de la perimenopausia, aunque las asociaciones entre el abuso de la infancia/adolescencia y el momento de la perimenopausia eran consistentes con los principales análisis, también había evidencia de que la depresión atenuó este efecto. En contraste con la hipótesis planteada de que las mujeres con antecedentes de abuso experimentarían el inicio de la perimenopausia a tasas más altas, y por lo tanto de edades más tempranas, que de las que nunca fueron abusadas y las investigaciones consultadas antes de realizar el estudio, se encontró que las mujeres que fueron abusadas durante la infancia/adolescencia o la edad adulta mostraron signos de cambio en el ciclo menstrual indicativos de la aparición de la perimenopausia a tasas más lentas en comparación con las mujeres nunca abusadas. Los resultados 29 contradictorios entre la seccióntransversal y este análisis longitudinal de esta cohorte, especialmente a la luz de la importancia de la edad de la menopausia como indicador de la salud después de la menopausia, indican que se necesitan más estudios sobre este tema. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA Las mujeres han sido históricamente violentadas por su condición de género inmersas en régimen patriarcal, entendido como ‘’la relación de poder directa, entre los hombres y las mujeres en las que aquellos hombres, que tienen interés en el control, uso, sumisión y opresión de las mujeres, lo cumplen efectivamente’’ (Cagigas, 2000). Es decir, un sistema que oprime sistemáticamente a la mujer en diversas esferas de la vida, incluso en los roles que como mujeres deben asumir y que a través del tiempo han constituido las labores reproductivas, sexuales, del hogar y del cuidado tanto de los hijos como de la comunidad. Teniendo en cuenta que uno de los roles más marcados en la vida de las mujeres es el de la reproducción, se genera la necesidad de conocer el fenómeno de la violencia conyugal en mujeres de edades en las que se finaliza la etapa fértil, en estos grupos de edad (45-55 años), encontramos a las mujeres maduras que están atravesando la vivencia del climaterio y menopausia, entendida como un proceso biológico que se inscribe de formas particulares según el ciclo vital de las mujeres y su sistema de relaciones sociales. La violencia de género ha sido entendida como toda agresión física, sexual, económica, psicológica y simbólica, que se ejerce generalmente sobre las mujeres. En Colombia se han implementado leyes como la 1257 de 2008 que tiene como objetivo la adopción de normas que permitan garantizar para todas las mujeres una vida libre de violencia, tanto en el ámbito público como en el privado, el ejercicio de los derechos reconocidos en el ordenamiento jurídico interno e internacional, el acceso a los procedimientos administrativos y judiciales para su protección y atención, y la adopción de las políticas públicas necesarias para su 30 realización. Se comprende que no existe una única modalidad de violencia como la física, sino que puede ser también psicológica, económica, patrimonial y/o simbólica y aunque la violencia psicológica puede ser la más común, es a su vez una de las menos exploradas y generalmente antecede a la violencia física. Según las cifras del Centro de Referencia Nacional sobre Violencia en Colombia entre los años 2014 y 2016 alrededor de 10.508 mujeres entre los 45 y 55 años fueron víctimas de violencia intrafamiliar, y aunque las mujeres entre los 20 y los 29 años aparecen como aquellas que más riesgo tienen de ser violentadas, vemos que, las cifras continúan siendo bastante altas hasta el rango etario de 50-54, mostrando un claro descenso de allí en adelante. En cuanto a las mujeres víctimas de violencia interpersonal por lo menos unos 9.442 casos fueron reportados, notamos que las cifras de este tipo de violencia empiezan a ser relativamente altas a partir del grupo etario de los 10 a los 14 y no descienden significativamente hasta que alcanzan el grupo etario de los 55 a los 59. La edad promedio en que se presenta la menopausia oscila entre 46 y 55 años. En Colombia, un trabajo prospectivo reportó la edad promedio de la llegada de la menopausia así: Bogotá, 53 años; Barranquilla, 52 años; Bucaramanga, 46 años; Cali, 52 años y Medellín: 57 años. Los estudios de Luzardo y Rojas, citados en ese mismo estudio, señalan que en Colombia el promedio de la aparición de la última menstruación es de 47 años. Aunque se tiene registro de estas cifras, son muy pocas las investigaciones interesadas en escuchar la voz de las mujeres que experimentan estas vivencias en la etapa de la menopausia, se hace necesario comprender el fenómeno de la menopausia en el contexto colombiano donde sean relevantes también los aspectos económicos, laborales, de calidad de vida y sexualidad en mujeres que sostengan una relación conyugal, además de su propia visión subjetiva de la menopausia y de la construcción de sus identidades en esta etapa de la vida. Surgen entonces preguntas tales como, 31 ¿De qué manera perciben las mujeres colombianas el proceso de la menopausia?, ¿Cómo son las vivencias de la relación conyugal en las mujeres que están atravesando la menopausia?, ¿sería la menopausia disparadora o potencializadora de violencia conyugal? ¿Cómo significan las mujeres las vivencias de violencia conyugal durante la menopausia? Se construyó de esta manera la pregunta que debe responder esta investigación ¿Qué lugar ocupan las vivencias de violencia conyugal en el proceso de las mujeres que están atravesando la menopausia? OBJETIVOS Explorar las vivencias en la relación conyugal y el significado de su violencia en 10 mujeres que estén atravesando el proceso de la menopausia en la ciudad de Bogotá. • Indagar por las vivencias en la relación de pareja durante del proceso de la menopausia. • Describir las vivencias de violencia conyugal en el proceso de la menopausia. • Conocer el significado de las posibles vivencias de violencia conyugal durante el proceso de la menopausia. SEGUNDO CAPITULO - Marco teórico y conceptual: escribiendo las letras de la canción para el baile relacional. Esta investigación es abordada desde el paradigma de la complejidad, este enfoque abarca todo aquello que se considera ambiguo; es el tejido de interacciones que representan nuestro mundo, por decirlo de algún modo, caótico y contradictorio. Edgar Morin plantea la complejidad como reforma porque esta rompe la causalidad lineal simple, planteando una “dialógica compleja” que comprende la complementariedad, la incertidumbre, el antagonismo y la contradicción. Es 32 pertinente entender este fenómeno a partir de la complejidad, pues esta nos permite entender no solo al sujeto y su contexto, sino las relaciones que lo rodean, en este caso; la violencia conyugal en la mujer en proceso de menopausia. Es necesario comprender todas estas características dentro de un mismo sistema dinámico con interacciones y regeneraciones, en el cual ocurren sucesos difíciles de predecir y de controlar (Morin, 2006) En esta línea de la complejidad para entender la violencia conyugal tenemos el modelo ecológico siguiendo los planteamientos de (Bronfenbrenner, La ecología del desarrollo humano., 1987) donde se entiende que las causas que dan origen a la violencia son diversas y se recomienda una mirada que contemple la interacción de factores culturales, sociales y psicológicos. Para lo que propone visualizar esa interacción mediante círculos concéntricos de diferentes niveles; individual o microsistema, mesosistema, exosistema y macrosistema. Esta visión se respalda en la complejidad. El nivel individual o del microsistema, está compuesto por la complejidad de las relaciones entre la persona y el ambiente inmediato en el que se desenvuelve y ejerce diversos roles; la casa, el trabajo, la escuela con roles como hija, madre, trabajadora… por periodos particulares de tiempo (Bronfenbrenner, Toward an experiemental ecology of human development., 1977). En esta investigación nos enfocamos en la parte de la historia personal que el sujeto aporta a su relación de pareja, es decir; las características del desarrollo personal que afectan las respuestas en otros sistemas y aumentan la posibilidad de ser víctima o autor de violencia, con el rol de la mujer como pareja en el ambiente inmediato que es su relación conyugal, estas características pueden ser la imposición de los roles de género en la familia, la influencia del género en la historia de la persona, el uso de la violencia para resolver los problemas, la presencia de violencia en la familia, el maltrato infantil y el desarrollo del apego, según (Vicente, 2008) citado en (De Alencar-Rodrigues, 2012) 33 El microsistema representael contexto inmediato en el que tiene lugar la violencia y generalmente se refiere al entorno familiar según (Heise, 1998) citado en (De Alencar-Rodrigues, 2012) la toma de decisión masculina es un indicador de maltrato en los contextos con altos índices de violencia., en esta dirección, ella explica que los conflictos conyugales giran en torno a la división del trabajo, los problemas de drogas y la mayor formación académica de la mujer. Cabe señalar que el consumo de sustancias psicoactivas o alcohol no causan la violencia, sin embargo, pueden ser un factor de riesgo que favorece la violencia cuando al combinarse con otros determinantes macrosistémicos y microsistémicos puede conllevar a actos violentos. El mesosistema es entendido como un sistema conformado por varios microsistemas, un conjunto de relaciones entre dos o más entornos, en los que la persona en desarrollo participa de una manera activa según (Bronfenbrenner, La ecología del desarrollo humano., 1987) aquí el autor hace la distinción entre los tipos de conexiones posibles entre los microsistemas; a) participación en entornos múltiples, entendida como la forma más esencial de conexión entre dos entornos y toma lugar cuando la misma persona realiza actividades en más de un entorno, por ejemplo, cuando María va al trabajo. Cuando esto sucede por primera vez, se le conoce como transición ecológica y a las demás personas que participan en los mismos dos entornos se les denomina vínculos complementarios, por ejemplo, María invita a sus compañeros de trabajo a una reunión en su casa, o lleva a sus hijos a un día en el trabajo, estos vínculos pueden darse en dirección a cualquiera de los entornos. (Bronfenbrenner, La ecología del desarrollo humano., 1987) b) vinculación indirecta, se da cuando la misma persona no interactúa de manera activa en ambos entornos, pero puede establecerse una relación entre un tercero que hace de vinculo intermediario, de modo que los participantes ya no se encuentran cara a cara y pasan a ser parte de una red de segundo orden entre los entornos, por ejemplo, María y los hijos de su jefe, conectados por el jefe de María pero que 34 no interactúan de manera activa en los entornos. c) comunicaciones entre los entornos, estos son mensajes que se transmiten de un entorno a otro con la intención de comunicar una información específica a las personas del otro entorno, esto puede ser cara a cara, por llamada, escrito o anuncios, por ejemplo, el colegio de los hijos de María citando a una reunión de la junta de padres, denotando una comunicación entre el entorno familiar y escolar. Por último, d) el conocimiento entre entornos se refiere a la información o la experiencia que existen en un entorno con respecto al otro. Este conocimiento puede obtenerse a través de comunicaciones entre entornos o de fuentes externas a los mismos entornos en cuestión, por ejemplo, los libros de una biblioteca. (Bronfenbrenner, La ecología del desarrollo humano., 1987) Es importante denotar que un mesosistema en el que hay más de una persona que sea activa en ambos entornos se considera que tiene una vinculación múltiple. Un mesosistema en el cual los únicos vínculos, aparte del vínculo original, que comprende a la persona, son indirectos, o en el cual no existe ningún tipo de vínculos adicionales, se considera que tiene una vinculación débil. Continuando, el exosistema comprende uno o más entornos que no incluyen a la persona en desarrollo como participante activo, pero en los que se producen hechos que afectan, o se ven afectados, por lo que ocurre en ese entorno. (Bronfenbrenner, La ecología del desarrollo humano., 1987) vincula las estructuras formales e informales como la vecindad, el trabajo, las redes sociales, la iglesia, la escuela y demás instituciones que hacen perdurar el problema del maltrato a través de pautas culturales autoritarias y sexistas, además de lo inefectivo de la ley y la falta de respuesta de las instituciones ante las situaciones de violencia de género en la pareja, así como el rol de los medios de comunicación, sostiene (Belski, 1980) como se citó en (De Alencar-Rodrigues, 2012) que en cuanto a las redes más informales como la vecindad se tiene que esta se encuentra en desventaja por el estrés económico de cuestiones de empleo y bajos ingresos, por lo que se reducen 35 las probabilidades de que la vecindad desee intervenir en situaciones de maltrato, pues puede que los vecinos no tengan lazos sólidos con la víctima de violencia de género en la pareja para llamar a la policía, o pueden tener miedo de convertirse en el blanco de la violencia. Además de la vecindad, el trabajo puede ser un factor de protección contra la violencia y, por otro lado, se percibe como factor de riesgo, tal como afirma (DeMaris, 2003) citado en (De Alencar-Rodrigues, 2012) que la violencia suele aumentar cuando sólo una persona está empleada, mientras se reduce cuando los dos miembros de la pareja tienen empleo. Se comprende mediante esto, que los factores de riesgo y protección de la violencia de género en la pareja son complejos y exaltan el cuidado que se debe tener a la hora de extraer conclusiones sobre este fenómeno para evitar reduccionismos. Finalmente, encontramos el macrosistema que se refiere a la coherencia que se observa, dentro de una cultura o subcultura determinada, en la forma y el contenido del micro-, el meso- y el exosistema que lo integran, así corno también a cualquier sistema de creencias o ideología que sustente esta coherencia. (Bronfenbrenner, La ecología del desarrollo humano., 1987) Aquí se encuentran las configuraciones del sistema patriarcal que se ha tomado de base para construir el modelo de vida en el que nos encontramos inmersos; siendo la principal forma de organización de la sociedad actual donde la mujer está en desventaja y se espera que cumpla su rol de reproducción y cuidado únicamente, específicamente para esta investigación se presta especial atención a esas creencias que fomentan la violencia y legitiman el uso de la agresión y se transmiten por medio de los procesos de socialización. Se reconoce así, que la desigualdad de género permite visualizar y reconocer la existencia de relaciones de jerarquía y desigualdad entre hombres y mujeres, las cuales se expresan en opresiones, injusticias y discriminación hacia las mujeres; especialmente si están envejeciendo. Esta perspectiva teórica es importante para la investigación pues vislumbra la 36 multiplicidad de causas del maltrato que operan en diferentes niveles de modo simultáneo, independiente e interactivo. Ahora bien, (Hernandez, 2009) plantea que la familia es una unidad ecosistémica de supervivencia y construcción de solidaridades a través de los diversos rituales cotidianos, los mitos y las ideas acerca de la vida, que son elementos que están en constante comunicación con el Inter-juego de los ciclos evolutivos de todos los miembros de la familia en su contexto sociocultural (Hernandez, 2009) Se entiende la familia es un sistema natural y evolutivo. Que se comprende a través de diferentes dimensiones; la familia como institución social como un sistema de normas donde sus miembros están bajo el carácter de unas reglas de comportamiento, aquí se asegura el adecuado funcionamiento biológico de los individuos, la adecuada socialización, el mantenimiento del orden dentro del grupo y la definición del sentido de la vida. En la familia como grupo se entiende como un conjunto de personas que interactúan en la vida cotidiana para preservar su supervivencia. (Hernandez, 2009) La familia como ente cultural, hace referencia a un constructo formado por valores sociales, tradicionales, religiosos y políticos que son puestos en acción por los miembros de esta. La familia se constituye por los vínculos que van más allá de la consanguinidad y se crean en los movimientos azarososde la vida social, convertido en contexto propio para que surjan los sistemas significativos de relaciones. Cuando se habla de construir solidaridades de destino, se asume la vida como posibilidad de encontrar derivas relacionales que se convierten en vínculos significativos, independientemente de las condiciones de los miembros de la pareja o del grupo familiar (Hernandez, 2009) Lo anterior nos lleva a la conclusión, que para cada persona la familia es lo que él o ella define como su familia, esto ligado a la forma como cambian las necesidades de sus miembros y el sentido cambiante que tiene cada relación. Por último, es importante decir, que la familia es una unidad de 37 supervivencia, y es en la familia donde se metabolizan las necesidades de todo orden y los procesos de adaptación, mediados por las significaciones que sus miembros les dan a los diversos aspectos de la vida (Hernandez, 2009) Lo que es importante pues nos permite comprender uno de los contextos inmediatos de la vida de las mujeres. Para esta investigación se hace necesario entender la familiaridad también a través de la relación de pareja, comprendiendo esta como un subsistema dentro de la familia; siendo el que más aporta recursos materiales y sustanciales como la madurez, los conocimientos y los cuidados a la familia, pues la pareja de procreación es la que da origen y a partir de ella se organiza todo el sistema familiar, por eso su papel es decisivo. (Espinal, 2006) ‘’La pareja configura el proyecto de vida familiar, es en este dónde se plantean las metas, se formulan las normas y se distribuyen los roles, por lo cual es el subsistema que tiene mayor poder en la familia. Los vínculos entre la pareja varían desde la sexualidad, la comunicación, las expectativas y el poder… cada una de estas dimensiones de la relación tiene sus propias reglas y límites.’’ (Espinal, 2006). Según (Cusinato, 1992) citado en (Espinal, 2006) el sistema conyugal se basa en un modelo de ganancia/pérdida regido en el principio de la reciprocidad, donde en lo que para una de las personas es ganancia lo es también para la otra; y en lo que un miembro pierde, significa una pérdida para el otro. Para poder entender la menopausia se hace necesario entender el ciclo vital, pues, aunque las mujeres actualmente sean más longevas que los hombres, se ven afectadas por dinámicas diferentes. No es lo mismo envejecer siendo mujer, en un país desarrollado o no desarrollado, con acceso cultural, educacional, laboral y de calidad de vida a atravesar esta etapa de la vida en la periferia del sistema. Mirado desde la perspectiva de las mujeres el envejecimiento puede ser un reto de gran alcance, en la medida en que deben encarar su coyuntura personal y vital que en muchos casos las ha situado en la dependencia y la pobreza y, además, desenmascarar algunos de 38 los más enraizados mandatos socioculturales que las han anclado en modelos profundamente limitadores, vinculados a un concepto de belleza y juventud que no respeta el proceso natural de desarrollo humano (Salas, El ciclo vital revisado: las vidas de las mujeres mayores a la luz de los cambios sociales., 2009) Se ha manifestado que los estudios referentes al ciclo vital se han realizado históricamente prescindiendo de las mujeres, y los que existen enfocados a ellas se han trabajado con mujeres en la segunda parte de la vida se han realizado con poblaciones de clase media, blancas, heterosexuales y con niveles educativos medios, lo cual deja en la sombra el conocimiento acerca de la experiencia y la vida de una parte importante de la población femenina en el proceso de hacerse mayor. Teniendo en cuenta que el envejecimiento de las mujeres a diferencia de los hombres no es cronológico, sino que la edad adulta en las mujeres implica una gran variedad de roles que nada tienen que ver con la cronología, ya que en la vida de ellas pueden presentarse numerosas combinaciones en las que la profesión, la pareja y la crianza de las hijas e hijos suponen diversos niveles de temporalización y compromiso que hacen que los papeles de esposa, madre y trabajadora puedan adquirir significados diferentes en momentos determinados del ciclo vital (Salas, El ciclo vital revisado: las vidas de las mujeres mayores a la luz de los cambios sociales., 2009) Debemos ver la menopausia como un fenómeno que ocurre en el desarrollo del ciclo vital normal de la mujer, durante la etapa de la adultez madura. Todo esto sucede en un contexto integral, es decir; teniendo en cuenta aspectos biológicos, psicológicos y sociales en los que se encuentra inmersa la mujer por la cultura a la que pertenece. Así, en culturas orientales la mujer adquiere la igualdad social al hombre tras la menopausia, también en las culturas islámicas es en este momento en que las mujeres pueden dejar de usar el velo y participan de la vida pública, de igual manera en 39 la sociedad Tiwi frente a las costas de Australia, las mujeres menopáusicas adquieren un estatus de mando y poder que las lleva incluso a la libertad para disfrutar sexualmente de quien ellas quieran. (Leyva, 2008) citado en (Cárdaba García, Concepción sociocultural del climaterio en Occidente. , 2017) menciona que de esta manera la menopausia se convierte en un hecho positivo e incluso deseado en esta sociedad, embargo, la cultura occidental se alimenta de estereotipos sociales y culturales heredados del modelo biomédico que da a la menopausia una visión patológica y negativa asociada a la pérdida y al envejecimiento como sostienen (Valls-Llobet, 2012); (Freixas, 2007) como se citan en (Cárdaba García, Concepción sociocultural del climaterio en Occidente. , 2017). La menopausia entendida como la última menstruación correspondiente a un evento fisiológico en la vida de la mujer que implica la finalización de su periodo reproductivo. Sin embargo, estos cambios pueden variar de mujer a mujer no solo desde el ámbito fisiológico sino desde el contexto cultural. La percepción que la sociedad tiene de la mujer parece ser el factor fundamental en la vivencia del ciclo según (Martín, 2010) y (Nieto, 2003) citados en (Cárdaba García, Concepción sociocultural del climaterio en Occidente., 2017) METODOLOGÍA Definición del método Fue una investigación con un método inductivo que permite llegar a una conclusión general partiendo de premisas particulares. Se usó el corte cualitativo puesto que el propósito de la investigación cualitativa es reconstruir la realidad tal como la observan los actores de un sistema social previamente definido según (Cols, 2003) citado en (Díaz, 2005) y de lógica exploratoria, pues las investigaciones previamente revisadas apuntaban a la descripción de síntomas, a la violencia aparte o a la caracterización de esta en la menopausia, pero no se encontró en los antecedentes revisados investigaciones que de protagonismo a la voz de las mujeres. 40 Realizada en la ciudad de Bogotá, Colombia, la convocatoria de la participación de las mujeres en la investigación se usó la técnica de bola de nieve. Familiares, conocidas, madres de amigos y mujeres del común se interesaron en hacer parte de la investigación, con cada una de ellas se realizó un encuentro, nueve (9) de los diez (10) de manera presencial en el lugar de residencia o trabajo de la mujer y uno (1) vía Skype. Procedimiento El tiempo de la conversación varió de los treinta minutos a una hora y cuarenta minutos. El trabajo de campo se realizó entre los meses de octubre y noviembre del año 2019 en la ciudad de Bogotá. En cuanto a la receptividad de las mujeres frente a los temas de la conversación se tiene que, aunque al principio de ésta e incluso en la confirmación del encuentro estaban algo inquietas, mediante el desarrollo del ejercicio se mostraron receptivas, conmovidas e incluidas en las temáticas. En el encuentro con las mujeres
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