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que el número de partículas existentes en disolución coinci-
de con el número de moléculas de la misma. Estas disolu-
ciones no conducen la corriente eléctrica y se denominan
también no electrolíticas. Las disoluciones de glúcidos o
alcoholes constituyen ejemplos de este tipo. 
Por el contrario, disoluciones iónicas son aquéllas en las
que el soluto se disuelve en forma de iones, es decir, sus
moléculas se disocian y, por tanto, el número de partículas o
entidades existentes en disolución es superior al número de
moléculas de la misma. Conducen la corriente eléctrica y se
denominan disoluciones electrolíticas. Una disolución de
NaCl constituye un ejemplo de este tipo.
Conviene señalar que los solutos suelen modificar las
propiedades del disolvente. Dentro de las propiedades del
disolvente que pueden modificarse, existe un grupo que no
depende de la naturaleza del soluto, sino del número de par-
tículas disueltas. Estas propiedades se denominan propieda-
des coligativas. Para su cuantificación es indispensable
conocer la naturaleza iónica o molecular del soluto, ya que lo
que verdaderamente importa es el número total de partículas.
Así, por ejemplo, una disolución de glucosa con un núme-
ro X de moléculas también contiene un número X de partícu-
las, mientras que una disolución de NaCl con un número X de
moléculas posee un número de partículas igual a 2X. 
Entre las propiedades coligativas se encuentran las
siguientes:
a) Descenso crioscópico: la presencia del soluto hace
que disminuya la temperatura de congelación respec-
to a la del disolvente puro.
b) Ascenso ebulloscópico: del mismo modo, se produce
el aumento de la temperatura de ebullición respecto a
la del disolvente puro.
c) Descenso de la presión de vapor: la presencia del
soluto origina la disminución de la presión producida
por la vaporización de moléculas del disolvente.
d) Presión osmótica: consecuencia del fenómeno de
ósmosis, que se considera a continuación.
Ósmosis y presión osmótica
Si una disolución se pone en contacto con su disolvente o con
una disolución más diluida a través de una membrana per-
meable, esto es, una membrana que deje pasar las moléculas
de soluto, al cabo de un tiempo, debido a la difusión de solu-
to y disolvente, la concentración de la disolución tiende a
igualarse a ambos lados de la membrana, alcanzándose un
equilibrio dinámico entre ellos.
Sin embargo, la situación varía si la disolución se pone en
contacto con el disolvente o con una disolución más diluida
a través de una membrana semipermeable, que sólo permite
el paso de moléculas de disolvente, pero no las de soluto.
Cuando esto se produce, la tendencia a alcanzar el equilibrio
determina un paso neto de moléculas de disolvente desde la
disolución diluida (o desde el compartimento del disolvente
puro) hacia la disolución concentrada, a través de dicha
membrana. Este fenómeno se denomina ósmosis (del griego,
osmos, impulso).
Considerando este fenómeno de ósmosis, se puede defi-
nir la presión osmótica de una disolución como la presión
mecánica (hidrostática) necesaria para mantener una disolu-
ción en equilibrio con su disolvente puro y evitar que éste
atraviese la membrana semipermeable (Fig. 3-4).
El cálculo numérico de esta presión osmótica en disolu-
ciones diluidas se lleva a cabo utilizando la ecuación de van’t
Hoff, en la que dicha presión osmótica puede equipararse a la
presión de los gases. Así, se cumple que:
π = i · M · R · T
donde,
π = presión osmótica
i = factor de van´t Hoff (medida del grado de 
ionización de los solutos)
M = molaridad de la disolución 
R = constante de los gases (0.082 atm · L / °K · mol)
T = temperatura absoluta (en °K)
40 | El escenario bioquímico
Figura 3-4. Ósmosis y presión osmótica.
En la situación inicial, dos disoluciones de
diferente concentración se encuentran
separadas por una membrana semiper-
meable (izquierda). Las moléculas de
disolvente atraviesan la membrana desde
la disolución menos concentrada a la más
concentrada. En la situación final (dere-
cha), se alcanza el equilibrio al igualarse
las concentraciones a ambos lados de la
membrana.
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