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13.4.1 Desacopladores e inhibidores Los inhibidores de la cadena respiratoria bloquean su fun- cionamiento en lugares específicos, paralizando la transfe- rencia electrónica y la fosforilación oxidativa. El uso de diversos inhibidores ha resultado muy útil para dilucidar los componentes y el funcionamiento de la cadena respiratoria. Así, el insecticida rotenona inhibe el complejo I, mientras que el antibiótico antimicina actúa sobre el complejo II, y compuestos tan tóxicos como el cianuro, la azida sódica, el ácido sulfhídrico y el monóxido de carbono bloquean efi- cazmente la citocromo oxidasa, al formar un complejo con el hierro citocrómico (Recuadro 13-3). Por otra parte, los desacopladores disminuyen el rendi- miento de ATP obtenido por átomo consumido de oxígeno. Así ocurre con la acumulación de ácidos grasos, el dicuma- rato o el 2,4-dinitrofenol, que disipan la fuerza protonmotriz, como si permeabilizasen la membrana interna mitocondrial hacia los protones, con la consecuencia de una menor pro- ducción de ATP, aunque se incrementa la velocidad de la cadena respiratoria, disipándose una mayor cantidad de ener- gía en forma de calor. Desde el punto de vista fisiológico, este proceso ocurre naturalmente en el tejido adiposo pardo o marrón, rico en mitocondrias desacopladas, en las que tiene lugar una termogénesis útil en ciertas ocasiones, como en el período de hibernación del oso pardo, para mantener una adecuada temperatura corporal con unas mínimas necesida- des de producción de ATP. Ciertas dietas adelgazantes poco controladas contienen dosis peligrosas de sustancias desacopladoras, como la hor- mona tiroxina. Cuando las células se malignizan, también se incrementa el desacoplamiento. Hay descritas diversas enfermedades asociadas a un desacoplamiento mitocondrial (Recuadro 13-4). 13.4.2 Control del proceso La fosforilación oxidativa se regula de forma muy precisa por los valores de las relaciones NADH/NAD+ y ADP/ATP, por la presión parcial de oxígeno y por el gradiente de pH, de modo que, al incrementarse esos valores, aumenta la veloci- dad del proceso. Por otra parte, el que el ATP producido en una célula no sea transportable a otra hace, que todas las células con requerimientos energéticos importantes suelan Obtención y aprovechamiento de la energía | 213 Recuadro 13-3. SUSTANCIAS ASFIXIANTES Los átomos de hierro que participan en el grupo hemo pueden unirse a otros pequeños ligandos que bloqueen su enlace con el oxígeno y, por tanto, interfieran su papel fisiológico de transportador de oxígeno en la hemo- globina, o de consumo de oxígeno, a través del citocromo c de la cadena res- piratoria. Esos ligandos son llamados sustan- cias asfixiantes, ya que ocasionan una hipoxia tisular que provoca la aparición de importantes síntomas neurológicos y cardiovasculares que pueden comenzar con dolor de cabeza, fatiga, cansancio y naúseas, derivables en disnea, alteracio- nes mentales, isquemia cardíaca, o coma y muerte, tras la insuficiencia res- piratoria ocasionada por la depresión del sistema nervioso central. Los asfixiantes químicos, como los comentados, se diferencian de los sim- ples en que éstos (por ejemplo, metano o nitrógeno) actúan por mero desplaza- miento del oxígeno en el aire inspirado, produciendo la correspondiente hipoxe- mia. Sin embargo, los asfixiantes quí- micos (por ejemplo, monóxido de car- bono, sulfuro de hidrógeno, cianuro y azida sódica) no reducen la presión par- cial arterial del oxígeno, sino que al interferir su transporte y la respiración celular reducen el metabolismo aerobio incrementándose el riesgo de una aci- dosis láctica, producto del metabolismo anaerobio. El monóxido de carbono (véase el Recuadro 30-2) es la causa más fre- cuente de muertes por este tipo de asfi- xiantes, sobre todo como consecuencia de combustiones incompletas de com- bustibles en recintos pobremente venti- lados (dormitorios, garajes, tiendas de campaña, caravanas) o de ingesta de humos, incluso, al aire libre. La gran toxicidad de este gas inodoro, incoloro e insípido se conoce desde mediados del siglo XIX, cuando Claude Bernard (1813-1878) realizó investigaciones sobre sus mecanismos de acción y toxi- cidad. Las consecuencias más importantes derivadas de la toxicidad del cianuro son la hipotensión persistente y la aci- demia, a pesar de que exista oxigena- ción arterial adecuada. Con el sulfuro de hidrógeno, la situación es parecida. En todos los casos de envenena- miento por asfixiantes, el primer trata- miento debe ser la oxigenación con oxí- geno del 100% de pureza, para combatir la hipoxemia, lo que acelera la elimina- ción de monóxido de carbono y tam- bién, es útil cuando el asfixiante es cia- nuro o ácido sulfhídrico. En el caso del cianuro, es especial- mente útil el tratamiento con una mez- cla (que se comercializa) de nitrito sódi- co y tiosulfato, ya que el nitrito induce la formación de metahemoglobina, que tiene una alta afinidad para unirse con el cianuro, produciendo cianometahemo- globina, actuando el tiosulfato sinérgi- camente, acelerando la transformación del cianuro hasta tiocianato. 13 Capitulo 13 8/4/05 10:26 Página 213 BIOQUÍMICA Y BIOLOGÍA MOLECULAR (...) CONTENIDO PARTE I: ESTRUCTURA Y METABOLISMO SECCIÓN III METABOLISMO ENERGÉTICO 13 OBTENCIÓN Y APROVECHAMIENTO DE LA ENERGÍA 13.4 FOSFORILACIÓN OXIDATIVA. TEORÍA QUIMIOSMÓTICA 13.4.1 Desacopladores e inhibidores 13.4.2 Control del proceso
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