Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
contrario, los niveles altos de HDL —«colesterol bueno»— son beneficiosos. Las personas con bajas concentraciones séricas de LDL y altas de HDL suelen mostrar una baja inci- dencia de alteraciones cardiocirculatorias (infarto, angina de pecho, derrame cerebral), mientras que la situación contraria es muy propensa a dichas enfermedades. Un caso especial: la Lp (a) La enfermedad coronaria es una de las principales causas de mortalidad en Occidente: en la mayoría de los casos es debi- da a otra causa primaria, la aterosclerosis, producida por la acumulación de depósitos grasos o ateromas, fundamental- mente de LDL, en las paredes de los vasos sanguíneos. El crecimiento de éstos puede llegar a obstruir el lumen de los vasos y, eventualmente, desencadenar un ataque del sistema inmunitario contra sus paredes que puede culminar con la aparición de lesiones en dichos vasos, originando infartos o derrames cerebrales. Por ello, una buena manera de prevenir estas afecciones consiste en mantener controlados, por deba- jo de determinados umbrales, los niveles de LDL, mientras que es bueno que aumenten los de HDL. Hay todo tipo de tratamientos, desde simplemente dietéticos hasta farmacoló- gicos, pasando por la realización de ejercicios controlados, que consiguen estos objetivos y bajan considerablemente el riesgo de padecer este tipo de lesiones. Sin embargo, se conocen casos de personas que, a pesar de mantener controlados los niveles de LDL y HDL, sufren estos incidentes cardiocirculatorios, lo que indica que hay otros motivos de riesgo que se están investigando. Hace casi medio siglo se descubrió una nueva partícula sanguí- nea que ha resultado muy influyente en este terreno, la denominada Lipoproteína (a), que abreviaremos, como Lp (a), que abunda en la sangre de personas cuya vulnerabili- dad a la enfermedad coronaria no tenía explicación. Desde su descubrimiento, se ha podido establecer que la concen- tración de Lp (a) en sangre es muy variable —llega a haber variaciones de concentración de unas mil veces, de unos individuos a otros—, que su grado de presencia en la sangre es hereditario y que, a diferencia de lo que ocurre con las otras formas de Lp transportadoras de colesterol, LDL y HDL, cuya concentración varía en respuesta a cambios en la dieta o a diferentes tratamientos, la de Lp (a) permanece estable e invariable durante toda la vida, lo cual es un pro- blema grave dado que se ha establecido que la incidencia de Metabol ismo de los l ípidos y las l ipoproteínas | 253 Figura 15-4. Transporte inverso del colesterol. VLDL QMC HDL IDL QMr LDL LCAT R R R R Bilis Colesterol periférico Hígado CÉLULAS DE TEJIDOS PERIFÉRICOS Acumulación de colesterol en las membranas Colesterol Colesterol Colesterol EC EC LCAT EC Detalles EC. Ésteres del colesterol HDL. Lipoproteínas de alta densidad LCAT. Lecitina colesterol acil transferasa LDL. Lipoproteínas de baja densidad QM. Quilomicrones VLDL. Lipoproteínas de muy baja densidad 15 Capitulo 15 8/4/05 11:07 Página 253
Compartir