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2 3 5 Detalles 1. Esterificación 2. Glicólisis 3. Sintetasa de ác. grasos 4. Triacilglicerol lipasa 5. Neoglucogénesis 1 4 GlucosaGlucosa Ácidos grasos Glucosa-6-fosfato acetilCoA Ácidos grasos Glicerol Glucosa Cuerpos cetónicos HÍGADO GLUCEMIA ALTA GLUCEMIA BAJA Cuerpos cetónicos Ácidos grasos Glicerol TEJIDO ADIPOSO Triacilglicéridos Ácidos grasos 17.3.3 El cerebro y el músculo El cerebro es absolutamente dependiente de la glucosa como combustible. Sólo tras la adaptación que se produce en el ayuno prolongado puede utilizar, en cierta medida, los cuer- pos cetónicos producidos por el hígado. Incluso en este caso, las necesidades de glucosa disminuyen, pero no desaparecen. Por el contrario, el músculo es un tejido metabólicamente versátil. En reposo, el combustible preferido son los ácidos grasos, o los cuerpos cetónicos en el caso del miocardio. Durante un ejercicio intenso, el músculo consume preferen- temente glucosa. Si el ejercicio transcurre en condiciones anaerobias, se forma lactato que puede ser transformado en glucosa por el hígado, al igual que ocurre con la alanina pro- ducida a partir del exceso de piruvato (véase el Cap. 14). Durante el ayuno prolongado, las proteínas del músculo pue- den degradarse para dar intermedios gluconeogénicos. 17.4 INTEGRACIÓN DEL METABOLISMO DE LOS HIDRATOS DE CARBONO Y DE LAS GRASAS Las principales reservas del organismo son el glucógeno del hígado y los triacilglicéridos del tejido adiposo. La coopera- ción entre el hígado y el tejido adiposo constituye, por tanto, un buen ejemplo de integración metabólica. Su finalidad es optimizar la acumulación de reservas cuando sobran nutrien- tes, y proporcionar combustibles durante el ayuno, mante- niendo la glucemia relativamente constante. En general, en los distintos tejidos, la velocidad de utilización de la glucosa por una parte y de los combustibles metabólicos derivados de las grasas (ácidos grasos y cuerpos cetónicos), por otra, varía inversamente. Cuando la glucosa es escasa, la disponibilidad de combustibles grasos en la sangre y su utilización por los tejidos aumenta: la glucosa se reserva para el cerebro. Esta regulación se realiza, esencialmente, a través de la modifica- 306 | Metabol ismo energét ico Figura 17-3. Regulación hepática del metabolismo de los lípidos. Relaciones entre el hígado y el tejido adiposo. En condiciones de glucemia alta (parte izquierda de la figura), existe una conversión neta de glucosa en ácidos grasos, que son almacenados como tria- cilglicéridos en el tejido adiposo. Cuando la glucemia baja (parte derecha de la figura), las grasas del tejido adiposo se movilizan y sus componentes llegan al hígado. Nótese que los ácidos grasos no dan lugar a glucosa, sino a cuerpos cetónicos. 17 Capitulo 17 8/4/05 11:15 Página 306 BIOQUÍMICA Y BIOLOGÍA MOLECULAR (...) CONTENIDO PARTE I: ESTRUCTURA Y METABOLISMO SECCIÓN III METABOLISMO ENERGÉTICO 17 METABÓLICA 17.3 PERFIL METABÓLICO DE LOS PRINCIPALES ÓRGANOS 17.3.3 El cerebro y el músculo 17.4 INTEGRACIÓN DEL METABOLISMO DE LOS HIDRATOS DE CARBONO Y DE LAS GRASAS
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