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DERMATOLOGÍA Fondo Editorial de la Universidad Privada Antenor Orrego Tomo 2 Médico Dermatólogo, Excoordinador del Servicio de Dermatología. Hospital Víctor Lazarte Echegaray, EsSALUD, Trujillo, Perú. Miembro Titular de la Sociedad Peruana de Dermatología. Miembro Titular de la Sociedad Peruana de Medicina Interna. Exdocente de la Facultad de Medicina, Universidad Privada Antenor Orrego, Trujillo, Perú. Trastornos pigmentarios Dermatosis eritematoescamosas Dermatosis de los anexos Trastornos vasculares y piel Dermatosis de la queratina Dermatosis ampollosas y otras dermatosis Enfermedades del tejido conectivo Tumores cutáneos Terapéutica dermatológica Oscar W. Tincopa Wong AUTOR COMPILADOR DERMATOLOGÍA - Tomo 2 © 2019 Oscar W. Tincopa Wong, autor y compilador Editado por: © UNIVERSIDAD PRIVADA ANTENOR ORREGO Av. América Sur N° 3145, Urb Monserrate Trujillo, Perú Teléfono (51) 44 604444, anexo 2087 wwww.upao.edu.pe Primera edición, diciembre 2011 Segunda edición, marzo 2019 Tiraje: 500 ejemplares Hecho el depósito legal en la Biblioteca Nacional del Perú N°2019 - 03988 ISBN N° 978-612-4257-85-8 Se terminó de imprimir en abril de 2019 en: IMPRENTA EDITORIAL GRÁFICA REAL S.A.C. Jr. Independencia 953, Trujillo - Perú T. (51-44) 253324 ventas@graficareal.pe 689 En memoria de Víctor Raúl Lozano Ibáñez y Oscar Alejandro Tincopa Urbina 691 DEDICATORIA Esta obra está dedicada a mi familia, a mis profesores, a los alumnos de pregrado y postgrado de dermatología, porque ellos fueron el estímulo para continuar. 693 DRA. YOLANDA PERALTA CHÁVEZ Rectora de la Universidad Privada Antenor Orrego. FONDO EDITORIAL DE LA UNIVERSIDAD PRIVADA ANTENOR ORREGO Y A LOS COLABORADORES. ESPECIALES AGRADECIMIENTOS A: 695 COLABORADORES Leticia Acosta A. Adjunto al Servicio de Dermatología. Hospital Luis Razetti, Barcelona. Estado Anzoátegui. Venezuela. Directora Unidad Dermatológica Dra. Leticia Acosta. Lechería. Anzoátegui. Venezuela. Mónica Aguilar Vargas Médica Dermatóloga. Dermatóloga Asistente del Centro de Salud “La Noria”, MINSA, Trujillo. Dermatóloga de la “Clínica Peruano Americana”, Trujillo, Perú. Pepita Albarracín Lescano Médico Dermatólogo Asistente. Servicio de Dermatología. Hospital Jorge Voto Bernales, EsSALUD, Lima. Dermatóloga de las Clínicas SANNA, La Molina y Maison Sante, Lima. Directora de Dermatic Centro Dermatológico LÁSER. Lima, Perú. Asterio Albines Bernal Médico Dermatólogo. Práctica privada. Piura, Perú. Javier Araiza Microbiólogo y Micólogo. Departamento de Micología, Servicio de Dermatología, Hospital General de México ‘Dr. Eduardo Liceaga’, México, D.F., México. Nacarid Aranzazu H. Médico Dermatóloga. Jefe de Cátedra de Dermatología y Sifilografía. Escuela José María Vargas. Instituto de Biomedicina ‘Dr. Jacinto Convit’. Universidad Central de Venezuela. Venezuelaq. Roberto Arenas Guzmán Médico Dermatólogo, Jefe de La Sección de Micología, Hospital General “Dr. Manuel Gea González”, México, D.F.México. Miembro Titular de La Academia Nacional de Medicina de México, México. Jorge Arrese Estrada Médico Dermatólogo Dermopatólogo, Servicio de Dermopatología y de Dermatología, Centro Hospitalario Universitario Sart Tilman, Liege, Bélgica. Rosalía Ballona Chambergo Médica Pediatra Dermatóloga, Jefe del Servicio de Dermatología, Instituto Nacional de Salud del Niño, MINSA, Lima. Coordinadora de la Residencia de Dermatología Pediátrica. Tutora del Residentes de Pediatría y Dermatología. MINSA. Lima, Perú. Gustavo Beltrán Grados Médico Dermatólogo. Jefe del Servicio de Dermatología, Hospital de la Marina, Ministerio de Defensa. Lima, Perú. Lucía Bobbio Fujishima Médica Dermatóloga, Jefe del Servicio de Dermatología, Hospital Nacional Dos de Mayo, MINSA, Lima, Perú. Alexandro Bonifaz Jefe del Departamento de Micología e Investigador Nacional, Servicio de Dermatología, Hospital General de México ‘Dr. Eduardo Liceaga’. México, D.F., México. 696 Marcela Bosian Médica Dermatóloga Pediatra, Médica de Planta del Servicio de Dermatología del Hospital de Pediatría “Prof. Juan P. Garrahan”, Buenos Aires, Argentina. Héctor Cáceres Ríos Médico Dermatólogo Pediatra, Direcor de Dermatólogos Asociados, Lima Perú. Luz Calderón Microbióloga y Micóloga. Departamento de Micología. Servicio de Dermatología. Hospital General de México ‘ Dr. Eduardo Liceaga’, México, D.F., México. Ximena Calderón Castrat Médico Residente del 4to año. Servicio de Dermatología. Hospital Universitario de Salamanca. Salamanca, España. Gonzalo Calero Hidalgo Médico Dermatólogo, Jefe del Servicio de Dermatologia, Hospital Regional del IESS, Guayaquil. Ex-Jefe del Postgrado de Dermatología, Universidad de Guayaquil, Guayaquil, Ecuador. Josefina Carbajosa Martínez Médico Dermatóloga, Cirujano Dermatóloga, Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”, México, D.F. Profesora de pregrado en Dermatologia, Facultad de Medicina, UNAM, México, D.F., México. Carolina Carrera Médico Residente del tercer año de Dermatología. Instituto de Biomedicina ‘Dr. Jacinto Convit’. Universidad Central de Venezuela. Caracas, Venezuela. David Carrizales Ulloa Médico Dermatólogo, Director de la “Clínica de la Piel”, Lima, Perú. Ex-Presidente de la Sociedad Peruana de Dermatología. Andrea Bettina Cervini Médica Dermatóloga Pediatra, Docente Adscripto de Dermatología de La Universidad de Buenos Aires, Buenos Aires, Argentina. Médica de planta del Servicio de Dermatologia del Hospital de Pediatría “Prof. Dr. Juan P. Garrahan”, Buenos Aires, Argentina. María Rosa Cordisco Médica Dermatóloga Pediatra, Profesora de Dermatología y Pediatría. Escuela de Medicina y Odontología. Universidad de Rochester, Rochester, New York, EE.UU. Médico Consultor del Servicio de Dermatología Pediátrica del Hospital de Pediatría Profesor J.P. Garrahan, Buenos Aires, Argentina. Florencio Cortez Franco Médico Dermatólogo, Jefe del Servicio de Dermatologia, Hospital Nacional Daniel Alcides Carrión, MINSA, Callao, Perú. Profesor de Dermatología, Facultad de Medicina de San Fernando, UNMSM, Lima, Perú. Gladys Chanco Ramírez Médico Residente de Dermatología. Hospital Militar Central. Ministerio de Defensa. Lima, Perú Griselda De Anda Médica Dermatóloga, Jefe del Centro Dermatológico de la Asociación Española. Médico Referente del Centro Asistencial del Sindicato Médico del Uruguay, Montevideo, Uruguay. Soky Del Castillo Cabrera Médico Dermatólogo. Asistente del Servicio de Dermatología. Red Lima Ciudad. Lima, Perú. Jorge Raúl Delgado Reque Médico Pediatra. Asistente del Servicio de Pediatría. Hospital Guillermo Kaelin De la Fuente. EsSALUD. Lima, Perú. Marisol Díaz Lozano Médico Dermatóloga, Dermatóloga de la práctica privada, Trujillo, Perú. Juan Carlos Diez de Medina Médico Dermatólogo, Jefe de enseñanza e investigación Fundación Piel Bolivia. Presidente del Comité Científico de la Sociedad Boliviana de Dermatología, La Paz, Bolivia. Luis Felipe Elías Lazo Médico Dermatólogo. Director del Hospital II Alberto Hurtado Obadía, EsSALUD, La Oroya, Junín, Perú. 697 Elena Escalante Jibaja Médica Pediatra, Asistente del Servicio de Pediatria, Hospital Central Fuerza Aérea del Perú, Lima, Perú. Emma Escalante Jibaja Médica Dermatóloga, Asistente del Servicio de Dermatologia, Hospital Central Fuerza Aérea del Perú, Lima, Perú. María Del Carmen Fuertes Anaya Médica Dermatóloga, Asistente del Servicio de Dermatologia, Hospital Nacional “Daniel A. Carrión”, MINSA, Callao, Perú. Beatriz García de Acevedo Chávez Médica Internista y Dermatóloga. Magister en Ciencias Médicas. Dermatóloga en la actividad privada, México D.F., México. María Teresa García Médica Residente de Dermatología del 3er año, Departamento de Dermatologia, Hospital General “Dr. Manuel Gea González”, México, D.F., México. Angélica Victoria García Tello Médico Internista, Asistente del Servicio de Medicina, Hospital Regional Docente de Trujillo,MINSA, Trujillo. Profesora Principal de Medicina, Facultad de Medicina, UNT, Trujillo. Directora del Instituto de Medicina Tropical e Infectología “Hernán Miranda Cueto”, Trujillo, Perú. Elda Giansante Médico Dermatóloga. Profesora del Postgrado de Dermatología. Hospital Universitario de Caracas. Universidad Central de Venezuela. Coordinadora de la Consulta de Enfermedades del tejido Conectivo y Laboratorio de Inmunofluorescencia. Caracas, Venezuela. Antonio Guzmán Fawcett Médico Dermatólogo, Leprólogo, Micólogo y, Cirujano Dermatólogo. Profesor adjunto de patología bucal, Facultad de Odontología Pierre Fauchard, Universidad Autónoma de Asunción, Asunción, Paraguay. Juan Honeyman Mauro Médico Dermatólogo, Profesor Titular de Dermatología de la Universidad de Chile y de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Director del Departamento de Dermatología de La Universidad de Chile, Santiago, Chile. Agustina Lanoel Médico Dermatóloga Pediatra. Médico Principal del Servicio de Dermatología. Hospital de Pediatría Prof. J.P. Garrahan, Buenos Aires, Argentina. Dayer Larrea Gallegos Médico Residente de Dermatología. Hospital Arzobispo Loayza. MINSA. Lima, Perú. Edgar Enrique La Rotta Higuera Médico Dermatólogo-Dermopatólogo,”Clínica de La piel”, Caracas, Venezuela. Postgrado en Hospital das Clínicas de São Paulo, São Paulo, Brasil. Alejandro Llanos Cuentas Médico Infectólogo Tropicalista, Instituto de Medicina Tropical “Alexander Von Humboldt”, UPCH, Lima, Perú Ciro Maguiña Vargas Médico Especialista en Enfermedades Infecciosas, Tropicales y Dermatología. Doctor en Medicina. Profesor Principal de la UPCH. Director Asociado del Instituto de Medicina Tropical “Alexander Von Humboldt”, UPCH, Lima, Perú. Griselda Montes de Oca Médico Dermatóloga. Servicio de Dermatología. Hospital General de México ‘Dr. Eduardo Liceaga’, México, D.F., México. Arnette Morán Médico Dermatóloga. Servicio de Dermatología del Hospital Luis Vernaza. Guayaquil, Ecuador Arjen F. Nikkels Médico Dermatólogo, Servicio de Dermopatología y Dermatología. Centro Hospitalario Universitario Sart Tilman, Liege, Bélgica. Lizandro Obregón Sevillano Médico Dermatólogo, Ex-Jefe del Servicio de Dermatologia, Hospital Central Fuerza Aérea del Perú, Lima, Perú. María Eugenia Ortega Médico Dermatóloga. Instituto Médico La Floresta. Caracas, Venezuela. 698 Fernando Osores Médico Cirujano. Magister en Enfermedades Infecciosas y Tropicales. Profesor de Medicina, Universidad Ricardo Palma, Lima, Perú. Hernán Padilla Corcuera Médico Dermatólogo, Jefe del Servicio de Dermatologia, Hospital “Víctor Lazarte Echegaray”, EsSALUD, Trujillo. Profesor de Dermatología, Facultad de Medicina, UPAO, Trujillo, Perú. Antonio Paredes Arcos Médico Dermatólogo, Asistente del Servicio de Dermatologia, Hospital Nacional “Edgardo Rebagliatti Martins”, EsSALUD, Lima, Perú. Patricia Patiño Médico residente del Postgrado de Dermatología. Instituto de Biomedicina ‘Dr. Jacinto Convit’. Universidad Central de Venezuela. Caracas, Venezuela. Amy Peralta Médico Internista e Infectóloga. Egresada del Instituto Nacional de Oncología, México, D.F, México. Ricardo Pérez Alfonzo Médico Dermatólogo, Director del Postgrado de Dermatología. Instituto de Biomedicina ‘Dr. Jacinto Convit’. Coordinador de la Consulta de Lupus Eritematoso. Universidad Central de Venezuela. Caracas, Venezuela. Jaime Piquero Casals Médico Dermatólogo, Encargado de la consulta de patologia de vulva, Servicio de Ginecología, Hospital Universitario de Caracas, Caracas, Venezuela. Postgrado en El Hospital das Clínicas de São Paulo, Universidad de São Paulo, Brasil. Especialista en vitiligo. Vanesa Piquero Casals Médica Dermatóloga, Especialista en Dermatología Estética, “Clínica de La piel”, Caracas, Venezuela. Postgrado en Hospital das Clínicas de SãoPaulo, Universidad de São Paulo, Brasil. Jaime Piquero Martín Médico Dermatólogo, Profesor Emeritus del Postgrado de Dermatología, Instituto de Biomedicina, Universidad Central de Venezuela, Caracas, Venezuela. Rosa María Ponce Médico Dermatóloga. Jefe del Servicio de Dermatología, HospitalGeneral de Mézxico ‘Dr. Eduardo Liceaga’, México, D.F., México. Mario Ponce Álvarez Médico Cirujano. Instituto de Medicina Tropical “Alexander Von Humboldt”, UPCH, Lima, Perú. Reynaldo A. Pomar Morante Médico Residente de Dermatología. Hospital Arzobispo Loayza. Ministerio de Salud. Lima, Perú. Elsa Radas S. Inmunoparasitólogo, PhD. Investigador Adjunto Sección Leprología. Instituto de Biomedicina ‘Dr. Jacinto Convit’. Caracas, Venezuela. Mary Ann Robledo Prada Médica Dermatóloga, Investigadora Asociada de la Sección Micologia de la CIB, Medellín, Colombia. Fellowship en Inmunodermatología Universidad de Johns Hopkins, Baltimore, Maryland, USA. Dermatóloga en actividad privada, Medellín, Colombia. Orquídea Leonor Rodríguez Investigadora, Laboratorio de Biología Celular, Instituto de Biomedicina, Universidad Central de Venezuela, Caracas, Venezuela. Natilse Rondón Lárez Médica Dermatóloga, Dermatóloga de la “Clínica Santa Sofía”, Caracas, Venezuela. Antonio Rondón Lugo † Médico Dermatólogo, Profesor Emeritus Instituto de Biomedicina. Coordinador del Comité de Bioética, Instituto de Biomedicina, Universidad Central de Venezuela, Caracas, Venezuela. Dermatólogo de la “Clínica Santa Sofía”, Caracas, Venezuela. Percy Rojas Plasencia Médico Dermatólogo, Asistente del Servicio de Dermatologia, Hospital Regional Docente de Trujillo, MINSA, Trujillo. Magister en Educación. Profesor Auxiliar de Dermatología, Facultad de Medicina, UNT, Trujillo, Perú. 699 Marlene Rubio Médico Dermatólogo y Médico Internista. Caracas, Venezuela. Arturo Saettone León Médico Dermatólogo, Dermatólogo de la Clínica “Maison de Sante”, Lima, Perú. Gadwyn Sánchez Félix Médico Dermatólogo, Ex-Jefe del Servicio de Dermatologia, Hospital Nacional “Edgardo Rebagliatti Martins”, EsSALUD, Lima. Profesor Asociado de Dermatología, Facultad de Medicina de San Fernando, UNMSM, Lima. Miembro del Comité de Residentado en Dermatología, UNMSM, Lima, Perú. Leonardo Sánchez Saldaña Médico Dermatólogo. Profesor Invitado del Postgrado de Dermatología, Facultad de Medicina de San Fernando, UNMSM, Lima, Perú. José A. Seijo Cortés Médico Cirujano Dermatólogo, Dermatólogo en la actividad privada, México, D.F., México. Amado Saúl Cano † Médico Dermatólogo. Profesor de Dermatología de Pre y Postgrado. Faculta de Medicina. UNAM y del Instituto Politécnico Nacional,, México, D.F.. Consultor Técnico del Servicio de Dermatología del Hospital General de México. México.D.F. Miembro de la Sociedad Mexicana de Dermatología y de la Asociación Mexciana de Acción contra la Lepra. Fundador del Consejo Mexicano de Dermatología, México, D.F., México. Víctor A. Soto Cáceres Médico Internista y Epidemiólogo. Magister en salud comunitaria y Doctor en Medicina. Profesor Principal de Medicina Humana, Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo, Lambayeque. Profesor Principal de La Facultad de Ciencias para la Salud, Universidad Particular de Chiclayo, Chiclayo, Perú. Félix Jacobo Tapia Jefe del Laboratorio de Biología Molecular, Instituto de Biomedicina, Universidad Central de Venezuela, Caracas, Venezuela. Eva Tejada Espinoza Médica Dermatóloga, Asistente del Servicio de Dermatología, Hospital Militar Central, Ministerio de Defensa, Lima, Perú. Oscar W. Tincopa Wong Médico Dermatólogo, Ex Coordinador del Servicio de Dermatología, Hospital Víctor Lazarte Echegaray, EsSalud, Trujillo, Perú. Miembro Titular de la Sociedad Peruana de Dermatología. Miembro Titular de la Sociedad Peruana de Medicina Interna. Ex-Docente de Dermatología, Facultad de Medicina, Universidad Privada Antenor Orrego, Trujillo, Perú. Enrique Uraga Pazmiño Médico Dermatólogo. Jefe del Servicio de Dermatología. Hospital Luis Vernaza, Guayaquil, Ecuador. Jefe de la Unidad de Postgrado em Dermatología Univerisdad Católica de Guayaquil, Guayaquil,Ecuador. Luis F. Valdivia Blondet † Médico Dermatólogo y Alergista. Doctor en Medicina. Profesor Principal de Dermatología, Facultad de Medicina de San Fernando, UNMSM, Lima. Presidente del Comité de la Especialidad de Dermatología, UNMSM, Lima, Perú. Braulio Valencia Arroyo Médico Especialista en Enfermedades Infecciosas, Tropicales y Dermatología. Instituto de Medicina Tropical “Alexander Von Humboldt”, UPCH, Lima, Perú. Jenny Valverde López Médica Dermatóloga, Jefe del Servicio de Dermatologia, Hospital Regional Docente de Trujillo, MINSA, Trujillo. Profesora de Dermatología, Facultad de Medicina, UNT, Trujillo. Profesora Adscrita del Instituto de Medicina Tropical e Infectología “Hernán Miranda Cueto”, Trujillo, Perú. Andrés Vásquez Mejía Médico Dermatólogo. Práctica privada. Trujillo, Perú. María Elena Vera Gordillo Médica Dermatóloga, Hospital de La Universidad de Guayaquil, Guayaquil, Ecuador. Augusto Vicuña Ríos Médico Dermatólogo, Práctica Privada, Trujillo, Perú. 700 Dora L. Vicuña Ríos Médica Dermatóloga, Asistente del Servicio de Dermatologia, Hospital Regional Docente de Trujillo, MINSA, Trujillo. Profesora de Dermatología, Facultad de Medicina, UNT, Trujillo, Perú. Gladys Vidarte Orrego Médico Dermatóloga, Asistente del Servicio de Dermatologia, Hospital Nacional “Arzobispo Loayza”, MINSA, Lima. Magister en Docencia e Investigación en Salud. Profesor de Dermatología, Universidad San Juan Bautista, Lima, Perú. Postgrado en Hopsital Das Clínicas, Universidad de São Paulo, São Paulo, Brasil. Lilia Zapata Cárcamo Médica Dermatóloga, Ex-Jefe del Servicio de Dermatologia, Hospital Nacional “Carlos Alberto Seguín Escobedo”, EsSALUD, Arequipa. Docente de Dermatología, Facultad de Medicina, Universidad Católica Santa Maria, Arequipa, Perú. Chernan L. Zapata Granja Médico Dermatólogo, Dermatólogo de la “Clínica Sánchez Ferrer”, Trujillo, Perú. Olga Zerpa Médico Dermatóloga. Instituto Médico La Floresta. Caracas. Editora de la Revista Dermatología Venezolana. Caracas, Venezuela. 701 TRASTORNOS PIGMENTARIOS • Discromías Enrique Uraga Pazmiño Arnette Morán • Melasma Mónica Aguilar Vargas • Vitiligo Mónica Aguilar Vargas • Amiloidosis: De compromiso cutáneo. María Elena Vera Gordillo Gonzalo Calero Hidalgo CONTENIDO MEMORIA DEDICATORIA AGRADECIMIENTOS COLABORADORES CAPÍTULO 7 689 691 693 695 707 707 713 717 723 702 DERMATOSIS ERITEMATOESCAMOSAS • Psoriasis Emma Escalante Jibaja Elena Escalante Jibaja Lizandro Obregón Sevillano • Parapsoriasis Hernán Padilla Corcuera • Pitiriasis rosada Oscar W. Tincopa Wong • Dermatitis seborreica Jaime Piquero Martin Jaime Piquero Casals • Pitiriasis rubra pilaris Percy Rojas Plasencia • Liquen Plano Griselda De Anda DERMATOSIS DE LOS ANEXOS • Acne Jaime Piquero Martin Edgar Enrique La Rotta Higuera Vanesa Piquero Casals • Rosácea Jaime Piquero Martin Edgar Enrique La Rotta Higuera • Dermatitis perioral Juan Carlos Diez de Medina • Enfermedades de las glândulas sudoríparas Oscar W. Tincopa Wong • Enfermedades frecuentes de las uñas Antonio Rondón Lugo † Natilse Rondón Lárez • Alopecias Antonio Rondón Lugo † Natilse Rondón Lárez CAPÍTULO 8 CAPÍTULO 9 733 733 757 763 781 887 773 795 795 813 827 833 845 857 703 TRASTORNOS VASCULARES Y PIEL • Vasculitis y paniculitis cutánea Juan Honeyman Mauro • Lesiones Vasculares María Rosa Cordisco Agustina Lanoel DERMATOSIS DE LA QUERATINA • Las ictiosis, trastornos de la cornificación Héctor Cáceres Ríos Reynaldo A. Pomar Morante • Queratodermias palmoplantares Eva Tejada Espinoza Lucía Bobbio Fujishima DERMATOSIS AMPOLLOSAS • Dermatosis ampollosas autoinmunes Mary Ann Robledo Prada Jorge Arrese Estrada • Dermatosis ampollosa hereditarias Rosalía Ballona Chambergo Ximena Calderón Castrat OTRAS DERMATOSIS • Dermatosis en el embarazo Oscar W. Tincopa Wong • Signos cutáneos en Medicina interna Arturo Saettone León • Genodermatosis, las más frecuentes Rosalía Ballona Chanbergo Ximena Calderón-Castrat • Patología oral Antonio Guzmán Fawcett Oscar W. Tincopa Wong CAPÍTULO 10 CAPÍTULO 11 CAPÍTULO 12 CAPÍTULO 13 865 865 919 889 933 945 945 967 973 981 999 1007 704 ENFERMEDADES DEL TEJIDO CONECTIVO. • Espectro cutáneo del lupus eritematoso Elda Giansante Ricardo Pérez Alfonzo Marlene Rubio • Dermatomiositis Ricardo Pérez Alfonzo Elda Giansante Carolina Carrera • Esclerodermia Ricardo Pérez Alfonzo Elda Giansante Patricia Patiño TUMORES CUTÁNEOS • Tumores cutáneos benignos Jorge Arrese Estrada Arjen F. Nikkels • Tumores cutáneos malignos Jorge Arrese Estrada Arjen F. Nikkels • Linfomas cutáneos Gadwyn Sánchez Félix Antonio Paredes Arcos TERAPÉUTICA DERMATOLÓGICA • Bases terapéuticas Oscar W. Tincopa Wong • Terapia corticoide tópica Oscar W. Tincopa Wong • Electrocirugía, principios y aplicación Luis F. Valdivia Blondet † • Cirugía dermatológica: conceptos básicos Beatriz García de Acevedo Chávez Josefina Carbajosa Martínez • Valoración preoperatoria en cirugía dermatológica José A. Seijo Cortez CAPÍTULO 14 CAPÍTULO 15 CAPÍTULO 16 1025 1025 1045 1065 1065 1057 1079 1091 1109 1145 1161 1167 1095 1095 705 • Anatomía quirúrgica para el cirujano dermatólogo José A. Seijo Cortés • Anestesia local en cirugía dermatológica José A. Seijo Cortés • Dermatocosmiatría y láser *Dermatocosmiatría Gladys Vidarte Orrego Reynaldo A. Pomar Morante *Láser Pepita Albarracín Lescano • Criocirugía Luis Felipe Elías Lazo Asterio Albines Bernal • Fototerapia Gustavo Beltrán Grados • Formulario Básico dermatológico Oscar W. Tincopa Wong 1175 1183 1193 1211 1217 1229 1243 1193 707 DISCROMÍAS Enrique Uraga Pazmiño Arnette Morán 7TRASTORNOS PIGMENTARIOS Alteraciones de la pigmentación, trastornos de la pigmentación, máculas pigmentarias, manchas blancas. Las discromías son dermatosis caracterizadas por alteraciones de la pigmentación, por la presencia aumentada de pigmentos propios o ajenos y por la ausencia de los mismos. Son asintomáticas, pero pueden tener significación de una enfermedad sistémica. Por lo descrito, constituye un grupo amplio de procesos cutáneos y de clasificación compleja y variada. Las discromías pueden clasificarse según su topografía (localizadas, generalizadas, diseminadas), su cantidad de pigmento (hipocrómicas, acrómicas, hipercrómicas, mixtas) y su etiología o mecanismo de generación (genéticas, por agentes externos, metabólicas, neoplásicas, idiopáticas). Esta última clasificación de discromías es muy útil, pues, sugiere qué terapia usar. Debemos tener presente que los trastornos de pigmentación en adultos son de causas diversas y la mayoría de ellos son adquiridos, a diferencia de los de los niños en los cuales, generalmente, son congénitos. Por ello es importante la realización de una historia clínica completa y un examen físico detallado para el correcto diagnóstico de estas enfermedades. Tener en cuenta los hallazgos clínicos semiológicos básicos de la lesión, como son la distribución topográfica, la descamación y la induración, pensando también en una posible afectación sistémica. Si es necesario se hará uso de instrumentos que colaboren al correcto diagnóstico, como la luz de Wood, instrumento sencillo y de bajo costo, que diferencia las máculas acrómicas (vitíligo), de las hipopigmentadas (pitiriasis alba), además define claramente algunas formas resaltándolas (pitiriasis versicolor). Dentro de los exámenes de laboratorio, el Hidróxido de potasio (KOH) nos ayuda a descartar algunas infecciones cutáneas y finalmente, la biopsia simple con coloraciones especiales y la inmunohistoquimica adecuada, contribuyen en gran parte a corroborar o esclarecer el diagnostico final, sobre todo en los casos de micosis fungoides hipopigmentada. 708 DISCROMÍAS LOCALIZADAS Son lesiones hipocrómicas e hipercrómicas consecuencia de cualquier proceso inflamatorio que involucre la epidermis, enespecial la capa basal; este hecho produce la liberación de melanina hacia la dermis, donde es fagocitada por los macrófagos, y que se denomina incontinencia pigmentaria; están limitadas a la zona involucrada y, a menudo, transitorias, con una duración de semanas a meses o más tiempo. Son consideradas una secuela de las dermatosis inflamatorias como la psoriasis, el liquen plano, el lupus eritematoso cutáneo, las erupciones liquenoides y la dermatitis seborreica infantil, entre otras (Figura 1). El tratamiento no es efectivo, es el tiempo el que permite la atenuación de las manchas hasta desaparecer, si la injuria inflamatoria no se vuelve a repetir. La hipomelanosis idiopática en gotas es un trastorno pigmentario frecuente, caracterizado por manchas blancas, circunscritas, algo poligonales, en zonas de piel expuestas a la luz, predominante en la cara anterior de las piernas (Figura2) y, algo menor, en los antebrazos y los brazos. Las lesiones son de menos de un centímetro de diámetro mayor y persisten en forma indefinida sin cambio alguno. Ocurren en ambos sexos, mucho más frecuentes en la tercera edad, pero pueden aparecer desde tan temprano, como la adolescencia. Es considerada una forma de fotoenvejecimiento, por el efecto acumulado de la irradiación ultravioleta del sol en la piel. La pitiriasis versicolor se caracteriza por máculas o placas hiper o hipopigmentadas asociada a descamacion fina de sus lesiones, con contornos bien definidos, más frecuentes en el tronco. El diagnostico puede establecerse mediante la luz de Wood o con una muestra con KOH cuando las lesiones estan sin tratar; en ocasiones, se confunde con hipomelanosis macular progresiva, pitiriasis alba u otras hipopigmentaciones posinflamatorias. El melasma es trastorno muy frecuente y caracterizado por la presencia de máculas hiperpigmentadas, irregulares, con distribución simétrica en la cara y en ocasiones en los brazos y el escote. Afecta mayoritariamente a mujeres en edad fértil y de fototipos oscuros. Su patogenia implica la exposición a radiación ultravioleta, factores genéticos y hormonales, además de factores precipitantes como el embarazo, fármacos orales con estrógenos, fármacos fototóxicos, cosméticos, disfunción tiroidea u ovárica. Figura 1. Hipocromía postinflamatoria por dermatitis seborreica infantil. Figura 2. Hipocromía idiopática gutata en el Antebrazo. Figura 3. Efélides en el dorso de la mano. 709 Figura 4. Lentigo facial. DISCROMÍAS GENÉTICAMENTE DETERMINADAS VITILIGO Es un trastorno de la pigmentación, crónico, caracterizado por máculas despigmentadas unilaterales o bilaterales, que usualmente aumentan de tamaño con el tiempo y que corresponden a una pérdida de la función de los melanocitos epidérmicos y, en algunas ocasiones, a los del folículo piloso. Se presenta a cualquier edad y en ambos sexos. Facilmente identificables con la luz de Wood; a veces pude coexistir con nevus despigmentados o con nevus anemico, lo cual dificulta y amplia el diagnóstico diferencial. Aunque se considera una dermatosis adquirida, hasta el 20% de los pacientes pueden tener familiares en 1er grado con antecedentes de vitíligo. ESCLEROSIS TUBEROSA Dermatosis de herencia autosómico dominante en el 25% de los casos y caracterizada por máculas hipocrómicas, pequeñas, de 1 a 20, poligonales o lanceoladas. Que se encuentras presentes al nacimiento o pueden aparecer en los primeros años de vida, de localización preferente en cabeza y tronco y que puede asociarse a epilepsia, retraso mental, hamartomas en la piel, alteraciones del sistema nervioso central, ojo, corazón o riñones. Efélides Conocidas como pecas, son manchas lenticulares de color marrón claro, presentes en zonas expuestas a la luz (Figura 3). No se las encuentra en las mucosas. Son genéticamente determinadas, y aparecen entre los cinco y siete años, mucho más frecuentes en gente de piel clara o blanca y de pelo rubio o rojo. Es paradójico que los melanocitos en las pecas son menos numerosos que en la piel que las rodea, pero con mayor capacidad para formar melanina que lo usual. Se oscurecen durante el verano y disminuyen su color, hasta casi desaparecer, en el invierno. Afectan de manera preferente la cara, la espalda y las extremidades superiores. No existe terapia para las efélides; por tanto, es recomendable evitar la exposición frecuente al sol. Lentigo Mancha que aparece a cualquier edad y en cualquier lugar del cuerpo, usualmente algo más oscuras que la piel circundante y las pecas, no cambian de color estacionalmente. Son cercanas a los nevos melanocíticos, ya que en esta dermatosis si hay aumento de melanocitos. De tamaño y forma variable, predominan en la cara y el tronco (Figura 4). Histológicamente, los melanocitos son más numerosos en la capa basal y las crestas epidermales, están elongados y en forma de masas. Figura 5. Síndrome de Peutz Jegher. El lentigo solar, conocido como manchas marrones, aparece en las zonas de la piel expuestas a la luz solar, en gente de piel clara (cara, tronco, extremidades superiores o cualquier parte del cuerpo), acompañado de otros signos de daño solar, como las arrugas, la sequedad y la queratosis actínica. La lentiginosis son lentigos numerosos acompañados de alteraciones de otros sistemas. Se describen en el síndrome de Peutz-Jeghers (lentiginosis, poliposis intestinal, tumores de ovario) (Figura 5), el síndrome de Leopard (lentigos, malformaciones cardiopulmonares, esqueléticas, genitales) y el síndrome de LAMB (lentiginosis, mixomas cardiacos, y múltiples nevos azules). 710 Figura 8. Pelagra en dorso de los pies. Figura 7. Dermatitis solar hipocromiante. Acantosis nigricans Lesiones verrugosas y pigmentadas permanentes y asintomáticas localizadas en los pliegues (cuello, ingles, axilas, interglúteo). La acantosis nigricans benigna está relacionada con la obesidad y alteraciones endocrinológicas (Figura 6) y la maligna, con neoplasias viscerales. Forma parte de algunos síndromes neurocutáneos como la neurofibromatosis, la incontinencia pigmenti y los nevos melanocíticos pigmentados. Albinismo Dermatosis autosómica recesiva, que se caracteriza por ausencia de melanina en la piel, con alteraciones en el pelo, los ojos y el sistema nervioso. Se produce por ausencia de melanocitos o por melanocitos en número normal, pero incapaces de producir melanina, por falta de la enzima tirosinasa. La piel y el pelo son blancos, el iris rosado, presencia de nistagmo y, algunas veces, sordera e idiocia. Es necesaria la fotoprotección permanente. Piebaldismo Considerado un albinismo parcial, se caracteriza por presentar pelo blanco en un triángulo de la región de la frente y manchas blancas en diferentes partes del cuerpo, con tendencia a ser simétricas y bilaterales. Se transmite en forma dominante autosómica. El síndrome de Waardenburg asocia piebaldismo con heterocromía del iris y sordera. Nevos acrómicos Manchas blancas que aparecen desde el nacimiento y son permanentes. DISCROMÍAS POR AGENTES EXTERNOS Muchos agentes externos, sean químicos o físicos pueden originar manchas en la piel. AGENTES QUÍMICOS Muchos agentes químicos usados por vía externa o sistémica generan manchas. Las manchas hipercrómicas son causadas por la aplicación externa de las furocumarinas de diversas plantas, el alquitrán de hulla y metales diversos, y por la administración sistémica de los barbitúricos, las cloroquinas, los AINE y derivados, entre otros. Todos originan pigmentación que varía desde el café oscuro hasta el apizarrado, como ocurre en el eritema pigmentado fijo. Algunas manchas acrómicas o hipocrómicas son producidas por los ésteres de la hidroquinona, usado como reductor en la fabricación del hule y el tratamiento del melasma. La hidroquinona interfiere en el melanocito el proceso enzimático para que la tirosina llegue a ser melanina. Administrada para el melasma, dentro dela lesión aparecen manchas claras y de forma lentiginosa, que dan un aspecto moteado o de ‘confetis’, como lo denominó Latapí. La despigmentación también afectaría zonas distantes a la aplicación y puede generar zonas extensas de aspecto vitiligoide. El proceso es crónico, asintomático y no necesita terapia alguna; basta la suspensión de la aplicación de la sustancia con ésteres de hidroquinona, para que en unos meses se restaure el color. Figura 6. Acantosis nigricans benigna. 711 Otras pueden ser producidas por grupos catecoles y sulfidrilos, psoralenos, arsénico, mercurio, corticosteroides, ácido azelaico, tretinoína e imiquimod, entre otras. Estos productos químicos pudieran resultar nocivos para los melanocitos en sujetos con predisposición genética. La historia clínica juega un papel importante en el diagnóstico diferencial, en busca de características clínicas que sugieran la exposición química a algún agente en particular. AGENTES FÍSICOS La radioterapia, el sol y el calor ocasionan manchas hiperpigmentadas, caracterizadas por una presentación reticulada, que son asinto- máticas y afectan cualquier zona corporal expuesta a fuentes calóricas; lo que algunos autores llaman eritema ab igne (por calor). El sol, además de las manchas hiperpigmentadas, origina manchas hipocrómicas, lo que es conocido como dermatitis solar hipocromiante (Figura 7), visto más en mujeres y caracterizado por una mancha folicular hipocrómica, mal limitada, asintomática, que afecta los antebrazos, los brazos y los hombros en sus caras externas y laterales y, en menor frecuencia, las caras laterales del cuello. Su mecanismo aún es desconocido. DISCROMÍAS METABÓLICAS Se originan por alteraciones nutricionales y endocrinológicas. Entre las nutricionales, la pelagra genera manchas hipercrómicas, en las zonas expuestas a la luz solar (Figura 8), mientras que las avitaminosis, el síndrome de mala absorción y la desnutrición tipo kwashiorkor dan lesiones hipocrómicas, hipercrómicas y el síndrome del pelo rojo. Entre las endocrinológicas, la diabetes insípida y la hemocromatosis originan una melanosis difusa, en las zonas de la piel expuestas a la luz solar y la fricción, los pliegues de areolas mamarias, la piel genital, la piel de las flexuras, los pliegues de las palmas y las cicatrices. El pelo se oscurece y, en la mucosa bucal, se objetivan manchas oscuras o negras. La piel alcanza el color café, en las personas morenas, o un bronceado moderado, en las personas de piel blanca. La enfermedad de Addison y el uso de la adrenocorticotropina (ACTH) exógena o de su análogo sintético causan una hiperpigmentación difusa indiferenciable. La melanosis difusa, también está presente en los pacientes con acromegalia, tirotoxicosis, feocromocitoma y síndrome de Cushing. Fisiológicamente, en el embarazo, se constata un aumento de la pigmentación en la cara, los pezones, la región anogenital y la línea media del abdomen. DISCROMIAS INFLAMATORIAS El liquen escleroso es una enfermedad inflamatoria, de etiología desconocida, que se localiza en el área genital de hombres y mujeres, presentando diferentes manifestaciones clínicas según el tiempo de evolución de la enfermedad. En etapas tempranas puede presentar máculas hipopigmentadas y vitiligoides asociado a prurito genital. La luz de Wood y la toma de biopsia son útiles para el diagnóstico y correcto tratamiento. DISCROMIAS AUTOINMUNITARIAS La esclerodermia localizada o morfea se caracteriza por placas hipopigmentadas que se acompañan de induración y atrofia sobre una base hiperpigmentada. Mientras que en la forma sistémica, se presenta el signo de sal y pimienta hasta en 30 % de los casos, predominando en áreas de cara y tronco asociado a esclerodactilia, fenómeno de Raynaud, induración de la piel y telangiectasias periungulares. DISCROMÍAS NEOPLÁSICAS Algunos tumores, como los nevos, el carcinoma espinocelular, el carcinoma basocelular pigmentado, los linfomas y el melanoma maligno, son capaces de generar pigmentación en la piel. DISCROMÍAS DE ETIOLOGÍA DESCONOCIDA En este grupo, están la pitiriasis alba, la dermatosis cenicienta (o eritema discrómico perstans), amiloidosis cutánea y la hipomelanosis macular progresiva. La pitiriasis alba es uno de los motivos de consulta más frecuente en la población pediátrica. Se la conoce en la literatura antigua como impétigo seco o darte volante y corresponde al clásico ‘empeine’ de los infantes. Su etiología aún es desconocida, aunque para muchos es variada e incluye parasitosis intestinal, anemia, avitaminosis y hongos. Es una dermatosis caracterizada por manchas hipocrómicas mal limitadas y cubiertas de una escama fina, que afecta las mejillas, la frente, el rededor de los orificios naturales –boca, nariz y orejas–, el cuello, las extremidades superiores y, menos a menudo, el tronco (Figura 9). En algunas manchas se observa una pigmentación algo más oscura y, en ocasiones, el centro es más hipercrómico, con una periferia clara. Pueden ser lesiones únicas o múltiples, de tamaño variable, que alcanza hasta los 5 cm, de superficie áspera; generalmente, asintomáticas y de evolución crónica, aunque llegan a desaparecer espontáneamente cuando se pasa la adolescencia o llega la adultez. En el verano, cuando la piel se broncea o curte, las zonas pálidas y la escamosidad 712 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. Arndt KA. Manual of dermatologic therapeutics. 4th Ed. Boston: Little Brown and Company; 1989. 2. De Launey WE, Land WA. Dermatología. 2.a Ed. México D.F.: Nueva Editorial Interamericana; 1986. 3. 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La dermatosis cenicienta, descrita por primera vez por Ramírez, en San Salvador, se caracteriza por manchas café parduzcas o azul grisáceas o gris pizarra, a veces con un discreto borde eritematoso que se resuelve posteriormente. De tamaño y forma variada, suelen ser numerosas, afectan de manera frecuente el cuello, la parte superior del tronco y las extremidades superiores. Son asintomáticas y su origen es desconocido. El diagnóstico es eminentemente clínico y, el diferencial debe hacerse con el liquen plano pigmentado, el eritema fijo por medicamentos, la amiloidosis cutánea macular y la enfermedad de Addison, entre otros. No hay terapia efectiva; está reportado que el uso de la clofazimina oral disminuye la coloración y se logra un efecto cosmético más que resolutivo de las manchas. En la hipomelanosis macular progresiva, las lesiones se presentan como máculas hipopigmentadas mal definidas, discretas o confluentes en el tronco, sin historia previa de inflamación, infección o síntomas. Aunque no hay una causa etiológica clara, ha sido asociada con Propionibacterium acnés. 713713 Cloasma, paño o máscara del embarazo Melasma proviene del griego melas que significa oscuro y está definido por lesiones maculares de color marrón suave a muy intenso, simétricas, bordes mal limitados, por lo general, en las mejillas, la frente, la nariz, encima del labio superior,el mentón y el cuello. No suele acompañarse de lesiones inflamatorias u otros síntomas sistémicos. Es de origen desconocido hasta en una tercera parte de los casos, se considera una melanosis adquirida, de origen idiopático, circunscrita a la cara, de evolución crónica, ‘incurable’ y que se exacerba con la exposición solar. EPIDEMIOLOGÍA Puede aparecer en cualquier raza, sexo o edad. Sin embargo, predomina en los trópicos, Latinoamérica y Asia; tiene mayor prevalencia en el sexo femenino, hasta un 90%; se hace más evidente después de los 35 años; afecta primordialmente a los fototipos III, IV y V. En los caucásicos de hace evidente a partir de los 70 años. El trastorno se presenta en el 66% de las mujeres embarazadas, persiste hasta en un 33% luego del parto y 43% después de la menopausia. FISIOPATOLOGÍA La melanina es producida dentro de los melanosomas, que son organelas intracitoplasmáticas presentes en el melanocito, célula que reside en la porción basal de la epidermis. El melanocito transfiere melanosomas hacia los queratinocitos adyacentes, conformando de esta manera la unidad melanoepidérmica, con una relación aproximada de 1:36. Luego que los melanosomas son transferidos hacia los queratinocitos, se fusionan con los lisosomas. Frente a procesos inflamatorios o de injuria celular, algunos melanosomas caen hacia la dermis, donde son fagocitados por los macrófagos que se transforman en melanófagos. En estudios de medicina molecular se ha podido identificar algunos receptores específicos de melanina involucrados, entre estos los receptores melanocórticos-1 (MC1R), regulados por los factores α-MSH, β-endorfina/µ-opioide, los péptidos α, β y γ del gen propiomelanocórtico, receptores 5-melanocórtico y dos proteínas antagonistas endógenas (mahogany y syndecan-3) y, finalmente, ciertos receptores estimulantes de la hormona melanoestimulante (MSH). Histológicamente se observa que la localización de los depósitos de melanina correspondieron en 35% a la epidermis, 10% a la dermis y 43,5% a ambas. MELASMA Mónica Aguilar Vargas 714 PATOGENIA Los factores involucrados en su etiopatogenia pueden ser intrínsecos, como los genético-raciales, metabólicos, endocrinos, nutricionales, neoplásicos, infecciosos, inflamatorios y parasitarios, o extrínsecos – que intervienen en las pigmentaciones–, como la exposición solar sin protección adecuada, la exposición a agentes químicos, físicos, traumáticos o farmacológicos y la actividad laboral. Los estrógenos y la progesterona están asociados a su patogenia, por lo que aparece asociado a los anticonceptivos, el tratamiento con dietilbestrol para el cáncer de próstata y la utilización de estrógenos conjugados en las mujeres posmenopáusicas. Es bien conocida la capacidad de los estrógenos de estimular la melanogénesis; no obstante, existen estudios clínicos en los que los niveles de la MSH entre las usuarias de anticonceptivos orales no están alterados. En reportes aislados, se comunica que el melasma podría estar asociado a una disfunción ovárica subclínica, en la que intervendría la estrona, producida por la conversión de la androstenediona. Otros factores relacionados con la patogenia son la herencia, la exposición solar crónica, la utilización de cosméticos potencialmente fototóxicos y, una relación alta, con algún grado de disfunción tiroidea. Figura 1. Melasma: manchas marrones que afectan Mejillas y zona periorbitaria. MANIFESTACIONES CLÍNICAS Se manifiesta a través de la aparición de manchas café claro a oscuro y marrón grisáceo, de distribución irregular y difusa con periodos alternos de exacerbación y remisión. Figura 1. Se caracteriza por depósitos irregulares y difusos de melanina, a nivel de la epidermis y dermis papilar. Se reconocen tres patrones de presentación clínica frontal, malar y centrofacial. Se clasifica dependiendo de la profundidad del pigmento: en melasma epidérmico (clínicamente es de color café claro), dérmico (color gris azul) y mixto (color café oscuro). La luz de Wood realza el contraste color del pigmento epidérmico. HISTOPATOLOGIA Esta discromía se caracteriza por la presencia de un mayor contenido de melanina en los queratinocitos de los cuerpos mucosos y basales. En la dermis hay melanófagos y presencia de degeneración del colágeno como consecuencia de la elastosis solar. Con la tinción de Fontana-Massón se hace más evidente la presencia de melanina. DIAGNÓSTICO Y DIFERENCIAL Para determinar el diagnóstico y el tratamiento ideal del melasma se debe identificar algunas variables. Las variables primarias son la profundidad, la intensidad y la localización del pigmento, así como su severidad según el índice de MASI (Melasma Area Severity Index). Las variables secundarias son la edad, el sexo, la raza, la ocupación y los lugares de origen y de residencia, así como el fototipo de piel, el tiempo de evolución y la relación con su aparición, los tratamientos previos y los grados de humectación bajo y de seborrea elevado. El diagnóstico diferencial debe descartar una hiperpigmentación postinflamatoria, pues es una posible consecuencia residual de cualquier enfermedad inflamatoria cuando cura. También, debe tener presente ciertos tipos de melanosis, como las efélides, la melanosis peribucal de Broca, la melanosis calórica, la melanosis facial de Rielh y las melanosis facial de las colagenopatías. COMPLICACIONES Es importante evitar la automedicación, pues los mismos medicamentos usados en el tratamiento podrían causar zonas acrómicas permanentes o de ocronosis. El paciente debe comprender la exigencia de la protección solar y así evitar quemaduras solares y otros daños cutáneos. 715 TRATAMIENTO No existe un tratamiento que por sí solo quite las manchas; sin embargo, la combinación de tratamientos y procedimientos puede disminuir la intensidad, la frecuencia de las recidivas y la exacerbación de la pigmentación. La protección solar, que incluye el uso de un protector solar medicado, la permanencia bajo sombra y el uso de sombrero o sombrilla, es el eje fundamental del tratamiento. Asimismo, la prohibición de medicamentos potencialmente fotosensibilizadores, la automedicación y el uso de ‘cremas milagrosas’, pues aumentan la pigmentación. Una vez establecida la enfermedad, hay que despigmentar la zona afectada. El tratamiento despigmentante más extendido es la crema de hidroquinona, del 2% al 4%, que logra resultados moderados. Para aumentar su eficacia, se suele agregar tretinoína y otros despigmentantes. En la actualidad, es bien valorada la fórmula de Kligman, una combinación de hidroquinona, al 4%, tretinoína, al 0,05%, y acetónido de fluocinolona, al 0,01%. Otros agentes despigmentantes usados son los ácidos kójico, glicólico, azelaico y ascórbico. El empleo de la dermoexfoliación química y el láser es aún discutible. La efectividad de un láser se basa en la teoría de la “photodermolysis”. Los mejores resultados se obtienen a través de la combinación de láser pulsado de CO2 con el láser Alejandrita Q-switch. El láser de CO2 destruye los melanocitos y el láser Alejandrita elimina el pigmento que queda en la dermis. (8). Luz Pulsada Intensa (IPL): El tratamiento del IPL es una buena opción para los pacientes con melasma. El Melasma epidérmico tratado con dos pulsos de luz pulsada intensa puede alcanzar una distancia de 76% a 100% del valor basal. Los individuos con lesiones pigmentadas profundas (incluyendo el melasma mixto) han mostrado un aclaramiento de regular o malo. 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Dermatol Clin.1988;6:161-73. 717717 Vitíligo, leucodermia El vitíligo es un trastorno de la pigmentación adquirido e idiopático, a veces genéticamente determinada, que se caracteriza por la presencia de máculas acrómicas circunscritas, que aparecen como resultado de la destrucción selectiva de los melanocitos epidérmicos y el folículo piloso. EPIDEMIOLOGÍA Es una enfermedad adquirida que afecta a ambos sexos, todas las razas por igual y su prevalencia es del 1,3% en la población mundial. El 15% desarrolla las lesiones antes de los veinte años y el 25% antes de los diez años de edad. El vitiligo parece ser hereditario, con una incidencia familiar de 20% a 30%, que es mayor en los individuos con enfermedad tiroidea, enfermedad de Addison y anemia perniciosa. En los pacientes con vitiligo, está aumentada la incidencia de nelo halo, diabetes mellitus, alopecia areata y anormalidades oculares. El suero de los pacientes con vitiligo es citotóxico para los melanocitos normales. FISIOPATOLOGÍA La causa del vitíligo es desconocida. Como factores fisiopatogénicos han sido propuestos estímulos neurogénicos anormales, defecto intrínseco de los melanocitos, respuesta aberrante a la catecolamina, mecanismos de autodestrucción enzimática involucrados en los factores de crecimiento de melanocitos, ruptura en los radicales libres de defensa y mecanismos autoinmunes. PATOGENIA La causa del vitíligo han sido dilucidadas por completo y los mecanismos por los cuales se desata se encuentran en proceso de estudio, aunque parece que sigue un patrón de herencia no mendeliana con un modelo de transmisión poligénico, asociado a haplotipos de HLA específicos. Así, del 20% al 30% de los pacientes refieren también vitíligo en parientes de primer y segundo grado. Se ha demostrado que el gen AIS1, localizado en el cromosoma 1p31, aumenta la susceptibilidad depadecerlo y que otros genes como el de la catalasa, el VIT1 y el de la guanosín trifosfato ciclohidrolasa 1 están involucrados. VITILIGO Mónica Aguilar Vargas 718 Tres teorías intentan explicar el mecanismo etiopa- togénico. 1) la teoría autoinmune: los melanocitos se destruyen por ciertos linfocitos activados; similar a lo que ocurre en otros procesos autoinmunes mejor conocidos (como algunas tiroiditis), y se ve confirmada por la respuesta de algunos casos a tratamientos con fármacos inmunosupresores; 2) la teoría neurógena: postula una posible interacción entre los melanocitos y las células nerviosas que liberarían un mediador neuroquímico tóxico, el que sería el causante de la destrucción de los melanocitos; 3) la teoría de la autodestrucción: los melanocitos serían destruidos por sustancias tóxicas formadas en los procesos metabólicos de biosíntesis de la melanina, a través de determinadas rutas metabólicas activas solo en algunos sujetos. Recientes estudios han demostrado que el vitíligo está originado por el aumento de la cantidad de adrenalina en la corriente sanguínea, que produce una sobrecarga en el funcionamiento del bazo, el hígado, el riñón y el páncreas, por el exceso de toxinas (radicales libres) que no son capaces de eliminar. Estas toxinas son acumuladas en el hígado y los Figura 1. Vitiligo acral bilateral de las manos, se aprecia la simetría de las lesiones. Figura 2. Vitiligo tricrómico. órganos responsables de su eliminación; esto hace que los melanocitos permanezcan indiferenciados en la capa basal, como consecuencia de la falta de flujo sanguíneo, lo que lleva a los melanocitos a perder sus funciones y permanecer íntegros en la zona basal como células indiferenciadas (es decir, sin función de producir melanina) y, a esto se suma la incapacidad de los queratinocitos de retener la poca melanina que produzcan los melanocitos. Como parte de la acumulación de estos residuos en el hígado, se originan uno o más de los síntomas siguientes: cefaleas, dolores abdominales, desgano, depresión, picazón en las zonas de las lesiones e hipoacusia. MANIFESTACIONES CLÍNICAS Los hallazgos al examen físico y, más notorias, con la luz de Wood son máculas típicas, de color blanco tiza, de límites poco precisos, convexo y, a veces, irregular. Con mucha frecuencia se observan dos formas clínicas de vitíligo: unilateral y bilateral. La forma unilateral se localiza en una zona anatómica definida, sobre un lado del cuerpo, es más común en jóvenes y después de un curso breve de pocos meses se estabiliza, no progresa, y tiene buen pronóstico. La forma bilateral se localiza en ambos lados del cuerpo (Figura 1), tiene curso lento e insidioso y es de pronóstico más incierto, pues puede continuar la despigmentación de la piel por varios años, y, a veces, finalmente se estabiliza. La presencia de leucotriquia indica un pobre pronóstico, puesto que los melanocitos del folículo piloso han sido destruidos y, por consiguiente, la posibilidad de repigmentación disminuye. En los casos severos se presentan las formas de vitiligo universal con afectación de más del 50% de la piel. DIAGNÓSTICO Y DIFERENCIAL Se basa en la historia clínica y el examen físico. Se caracteriza por la aparición de zonas maculares de despigmentación completa o con hipopigmentación y, aun, con la presencia de pigmento en los límites o el interior de la lesión (vitiligo tricrómico, Figura2), de crecimiento progresivo, bordes nítidos y color blanco. En los casos con componente inflamatorio, aparece el borde inflamado, pruriginoso, enrojecido y sobreelevado. Pueden aparecer también cambios en los anexos cutáneos (encanecimiento del pelo, alopecia areata, etc.). La historia clínica debe resaltar la edad de inicio de la despigmentación, el tiempo de evoluciónde aparición de nuevas lesiones, el curso de la enfermedad, como la estabilización o la progresión, o eventos que desencadenen la aparición de 719 nuevas lesiones. Además, deben tenerse en cuenta posible asociaciones con enfermedades tiroideas, diabetes mellitus, alopecia areata, enfermedad de Addison, hepatitis crónica, síndrome poliglandular autoinmune y anemia perniciosa, en cuyos casos debe solicitarse los exámenes para descartar estas patologías. También con el nevo halo o nevo melanocítico con halo despigmentado alrededor. Figura 3. La distribución de las lesiones puede seguir varios patrones: 1) focal, mancha única o en unas pocas localizaciones concretas; 2) segmentario, las manchas se distribuyen en un solo lado del cuerpo; 3) generalizado, la distribución más frecuente, las lesiones aparecen distribuidas de manera difusa por todo el cuerpo; 4) acrofacial, las lesiones aparecen en la región peribucal (alrededor de la boca) y en extremidades (dedos de manos y pies); 5) universal, las lesiones ocupan toda o prácticamente toda la superficie del cuerpo. En el diagnóstico diferencial debemos tener en cuenta la pitiriasis alba, la pitiriasis versicolor, la leucodermia química, la lepra, el nevo despigmentado y la hipomelanosis de Ito; así como, el nevo anémico, la esclerosis tuberosa, el piebaldismo, la leucodermia asociada a melanoma y la micosis fungoide. COMPLICACIONES El paciente con vitíligo requiere educación constante sobre la importancia de la protección solar; muchas veces, el tratamiento hace que sea más fotosensible y puede sufrir quemaduras solares graves. Es importante evitar la automedicación, pues los corticoides tópicos pueden apoyar en el proceso de repigmentación, pero también pueden causar atrofia cutánea e hipocromías. Figura 3. Coexistencia de vitíligo(labios) y nevo halo. TRATAMIENTO La implementación de una terapia debe tener en cuenta que el melanocito responde lentamente y se requiere de seis a doce meses para obtener resultados, por lo que la terapia puede ser muy prolongada. Ninguna opción terapéutica es totalmente eficaz. El paciente con vitíligo debe conocer la naturaleza de su enfermedad y las limitaciones del tratamiento, y hacer uso de medidas generales como la protección solar para evitar quemaduras y el uso de cosméticos para “camuflar” las lesiones. El objetivo del tratamiento es estabilizar el proceso de despigmentación, así como repigmentar las zonas afectas, mediante: TÓPICO ESTEROIDES TÓPICOS Constituyen la terapia de primera línea en el vitiligo localizado que afecta menos del 10% de la superficie cutánea, sea unilateral o bilateral. Se usan esteroides tópicos de diferente tipo, como la hidrocortisona, al 1%, o la desonida, al 0,05%, diariamente, en niños y, en especial, en las lesiones faciales o de zonas de pliegues; se debe vigilar los efectos secundarios. La betametasona valerato o dipropionato se puede emplear en otras áreas, una vez al día, aplicada por un máximo de tres a cuatro meses; la terapia se puede continuar si se observa repigmentación, pero es conveniente suspenderlo por una a dos semanas o alternar con esteroides de menor potencia, para evitar los efectos secundarios. El seguimiento puede realizarse cada ocho a doce semanas, pero debe insistirse en el esquema ordenado estrictamente y no terminar automedicándose. Ante circunstancias especiales, como el embarazo, su empleo debe ser restringido, cuando el beneficio lo justifique y con la autorización del obstetra y/o pediatra. Debe usarse con precaución en la lactancia y evitar la aplicación en los pezones. Entre los efectos adversos sistémicos que se presentan con la sobredosis de corticoides potentes, están la supresión del eje hipotálamo-hipófisis-adrenal, el síndrome iatrogénico de Cushing y el retardo del crecimiento de los niños. Los efectos locales que se presentan con mucho mayor frecuencia son la púrpura vascular, la atrofia cutánea, la fragilidad cutánea con hipopigmentación, las telangiectasias y las estrías; así como otros menos frecuentes, la dermatitis de contacto irritativa, la hipertricosis, la foliculitis, la miliaria y la exacerbación de infecciones. Su empleo en los párpados puede desencadenar glaucoma en los pacientes predispuestos; en la región genital solo deben utilizarse esteroides de potencia baja y por periodos limitados. 720 SEUDOCATALASA Molécula que elimina los radicales libres, en especial las pteridinas y el peróxido de hidrógeno, generados en la epidermis durante el proceso de despigmentación. La presentación en gel, asociada a cloruro de calcio, se aplica una o dos veces al día, por tres a cuatro meses, con exposición UVB dos veces por semana, una hora después de la aplicación. Aún se requiere de estudios confirmatorios. KELINA (FURANOCROMONA) Bioflavonoide derivado de la planta Amni visnaga, con actividad antioxidante que se utiliza en formas poco extensas y localizadas. La kelina, al 2% a 3%, requiere uso prolongado tópico, una vez al día, por varios meses, de acuerdo con la respuesta y con controles periódicos cada tres a cuatro meses. CALCIPOTRIOL Análogo sintético de la vitamina D, que actúa en la regulación del crecimiento y la diferenciación celulares y en la función inmune. Causa inhibición de los queratinocitos, de la producción de las interleucinas 2 y 6 y de la transcripción dL. INTERFERÓN Su uso como monoterapia no ha arrojado resultados alentadores, pero en combinación con PUVA sí. SISTÉMICO ANTIOXIDANTES Y VITAMINAS Generalmente, son utilizados para inactivar los radicales libres y suplir las posibles deficiencias nutricionales, debido a las alteraciones y defectos bioquímicos, descritos por diferentes autores, que ocurren en el vitiligo. Comúnmente se utiliza: ácido ascórbico, 1 g/d, por varios meses; vitamina B12, 1 000 µg, cada mes; vitamina E, 800 UI/d, por varios meses, y ácido fólico, 1 a 5 mg/d. CORTICOSTEROIDES Los esteroides orales disminuyen la citotoxicidad contra el melanocito mediada por anticuerpos. En un porcentaje superior al 80% de los pacientes tratados se ha observado detención de la enfermedad en tratamientos cortos de tres a cuatro meses. Se recomiendan cuando el compromiso es extenso y la progresión de la despigmentación es rápida. Se recomienda la prednisolona, 50 mg, en minipulsos, o la betametasona, 5 mg, en una sola dosis, dos días seguidos por semana; de acuerdo con la respuesta se puede prolongar la terapia. Con estas minidosis, los efectos secundarios son menos notorios, pero debe actuarse con cautela pues se trata de un método supresor y no curativo del vitiligo. Es posible que sea necesario otro tratamiento concomitante, como la fototerapia. FOTOTERAPIA 8-METOXIPSORALENO ASOCIADO CON LUZ ULTRAVIOLETA A (PUVA) Estimula la melanogénesis, la proliferación y la migración del melanocito y, por otra parte, actúa como modulador inmunológico. Es considerada como terapia de primera línea en el vitiligo generalizado o para el que no responde a la terapia tópica. Usualmente, no se recomienda en los menores de doce años, por el riesgo de cataratas. La dosis oral de 8-metoxipsoraleno (8-MOP) es de 0,4 a 0,6 mg/kg/d. Se asocia con UVA (psoraleno más UVA: PUVA), de 1 a 2 J/cm2, una hora después de la ingesta del producto, dos a tres veces por semana, con un total de 150 a 300 sesiones. La exposición debe ser gradual hasta llegar a treinta minutos para evitar quemaduras y se recomienda monitoreo cada seis semanas. Los efectos adversos presentados son trastornos gastrointestinales –como náuseas y vómitos–, prurito, eritema, carcinoma de piel, cefalea y fotosensibilidad. No debe usarse en casos de enfermedad renal crónica, enfermedades de fotosensibilidad cutánea, uso de medicación fotosensibilizante, niños, mujeres embarazadas y madres que dan de lactar. FENILALANINA CON UVA (PHEUVA) La fenilalanina es un aminoácido esencial, precursor de la tirosina. Puedeser utilizado junto con exposición al sol, por 30 minutos, o con UVA, en dosis de 50 a 100 mg diarios. Los resultados son similares, pero menos eficaces, que con la PUVA o la UVB de banda estrecha. El tratamiento debe ser prolongado, durante varios meses, y continuarse de acuerdo con la respuesta. No debe ser usado en casos de fenilcetonuria, disfunciones hepática y renal, embarazo, lactancia o enfermedades autoinmunes. UVB DE BANDA ESTRECHA La acción de la UVB banda estrecha de 311 nm se efectúa, muy probablemente, a través de la liberación de citocinas y mediadores que estimulan la migración y la proliferación de los melanocitos. Las cifras de repigmentación obtenidas son similares a las de la PUVA; pero se considera que tiene algunas ventajas, como menor eritema y hiperqueratosis con el uso prolongado y, obviamente, sin las complicaciones oculares –lo que la hace apta para los niños–, los efectos secundarios gastrointestinales y la cefalea de los psoralenos. Se considera terapia de primera línea en casos de vitiligo generalizado. La dosis inicial es de 75 mL/cm2, dos veces por semana, que se aumenta en un 20%, hasta que se observe eritema. 721 DESPIGMENTACIÓN MONOBENCIL ÉTER DE HIDROQUINONA AL 20% (MBEHQ) Esta molécula produce una destrucción selectiva de los melanocitos residuales en forma permanente e irreversible. Se usa en el vitiligo universal, cuando existe compromiso mayor del 50% de la piel, y en los pacientes resistentes a cualquier tipo de terapia médica que se haya empleado sin éxito, con el propósito de eliminar los parches pigmentados remanentes en la piel afectada. El paciente requiere de tiempo y asesoría para tomar esta decisión, ya que este es un proceso irreversible y le confiere mayor capacidad de sensibilidad a la exposición solar, por lo que debe usar protección. El MBEHQ se aplica dos veces al día, por dos a tres meses de prueba, y, posteriormente, se puede prolongar hasta por un año. Puede ser mezclado con emoliente para evitar la resequedad. Se debe evitar el contacto piel a piel con otras personas, por dos horas, durante el tratamiento, para evitar la despigmentación en personas sanas. Puede ocurrir dermatitis de contacto, prurito, xerosis, melanosis conjuntival, pigmentación corneal y despigmentación a distancia. LÁSER DE RUBÍ Y 4-METOXIFENOL El láser de rubí asociado con el despigmentante 4-metoxifenol, en algunos casos, puede realizar con excelentes resultados la despigmentación de las máculas residuales normalmente pigmentadas del vitiligo universal. No obstante, algunos parches pueden recidivar. QUIRÚRGICO El principio general es reemplazar los melanocitos destruidos por un epitelio normalmente pigmentado; se utiliza expresamente en los pacientes con vitiligo refractario en que la terapia médica ha fallado. No todos los pacientes responden al tratamiento quirúrgico, varias condiciones deben ser cumplidas para lograr el éxito; entre ellas son importantes la estabilidad, el estado refractario, la edad, la localización anatómica y el tamaño de la lesión. Los mejores resultados se obtienen en el vitiligo unilateral o segmentario estable, con un éxito del 95%, y menor respuesta en el vitiligo bilateral quiescente y estable, con casi un 50%. Los efectos adversos, casi siempre producidos por técnica deficiente, son las cicatrices, la koebnerización del sitio donante en vitiligo activo e infección. Las técnicas que mejores resultados ofrecen son descritas a continuación. Figura 4. Miniinjertos autólogos de piel implantado en mancha de vitíligo en tórax. MINIINJERTOS AUTÓLOGOS Se toman injertos de 1,0 a 1,2 mm del sitio donante, usualmente la región glútea, que luego son colocados en el área receptora, a una distancia no mayor de 3 a 4 mm entre sí, en pequeñas perforaciones previamente hechas con el mismo sacabocado utilizado; una vez implantados, se cubren por catorce días, con Micropore®. Posteriormente, se inicia exposición solar, diez a quince minutos por día, para la estimulación de la melanogénesis y la coalescencia de los miniinjertos, que se obtiene en cuatro a seis meses. Figura 4. INJERTOS EPIDÉRMICOS AUTÓLOGOS OBTENIDOS POR SUCCIÓN Se realiza en dos fases. La primera es la preparación del sitio receptor, por medio de nitrógeno líquido, por cinco a diez segundos, en áreas de 5 a 8 mm de diámetro, separadas equidistantes unas de otras, para inducir ampollamiento y retirar la epidermis despigmentada; luego de 48 horas, cuando el edema y la inflamación han disminuido, es posible denudar las ampollas, mediante recorte, e inmediatamente se colocan los injertos epidérmicos. La segunda fase consiste en el ampollamiento del área donante, mediante un dispositivo de succión a 350 mmHg de presión negativa; las ampollas se obtienen en una a dos horas y se recortan para transferirlas al sitio receptor. El vendaje quirúrgico de material no adherente se deja por una semana y la repigmentación se produce en tres a seis meses, para lo que es necesaria la exposición solar o la PUVA, para estimular la melanogénesis y la coalescencia de los islotes pigmentarios implantados. 722 INJERTOS DERMOEPIDÉRMICOS DELGADOS Con el mismo principio de colocar nuevas células pigmentarias de una piel normalmente pigmentada, se toma con un dermatomo finas láminas dermoepidérmicas, de un espesor aproximado de 0,2 a 0,3 mm, y se implantan sobre la piel despigmentada, que ha sido previamente removida o ha tenido una dermabrasión muy superficial. Los resultados son muy aceptables si se respeta el delgado espesor de los injertos. También se puede preparar una suspensión epidérmica, mediante la acción de la tripsina, al 0,25%, sobre un delgado fragmento de epidermis donante. La suspensión se coloca en la zona receptora y se cubre, por una semana, mientras prende la suspensión celular. LÁSER EXCIMER DE 308 NM Su mecanismo de acción no es conocido, se considera que estimularía los melanocitos en un rango semejante al de la UVB de banda estrecha. Los pacientes son tratados tres veces por semana, a una dosis de 2,5 mL/cm2. La repigmentación obtenida parece ser más rápida que con otro tipo de terapia. PRONÓSTICO El vitíligo es un trastorno pigmentario que tiene importantes repercusiones para la salud de quien la padece, no sólo por sus importantes consecuencias psicológicas y afectación de la calidad de vida, sino también por las posibles alteraciones cutáneas debidas a la incapacidad de la piel no pigmentada para protegerse de las radiaciones solares. A pesar de los avances científicos en el mejor conocimiento del vitíligo los tratamientos no consiguen en la mayoría de los casos una erradicación de la enfermedad. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. Kovacs SO. Vitiligo. J Am Acad Dermatol. 1998;38:647-66. 2. Margasin SM. Vitiligo. Piel. 2000;15:436-41. 3. Bleehen SS. Vitiligo. En: Burton JL, Champion RH, Breathnach SM, Burn DA, editores. Rook’s Textbook of Dermatology. 6th Ed. Oxford: Blackwell Science Inc; 1998. p.1802-05. 4. Nordlund JJ, Ortonne JP. Vitiligo vulgaris. En: King R, Nordlund J, Boissy R, Hearing V, editores. En: The pigmentary system: Physiology & pathophysiology. New York: Oxford University Press Inc; 1998. p.513-40. 5. Schwart RA, Janninger Z. Vitiligo. Cutis. 1997;60:239-43. 6. Hann SK, Lee HJ. Segmental vitiligo: Clinical findings in 208 patients. J Am Acad Dermatol. 1996;35: 6712-4. 7. Van den Wijngaard R, Wuankowicz-Kalinska A, Pals S, Weening H, Das P. Autoimmune melanocyte destruction in vitiligo. Lab Invest. 2001;81:161-8. 8. Das SK, Majunber PP, Majundar TK, Halder B. Studies on vitiligo II. Familiar aggregation and genetics. Genet Epidemiol. 1985;2:255-62. 9. Pajuani U, Ahmad N, Wiley A, Levy R, Kundu R, Mancini A. y col. “The relationship between family medical history and childhood vitiligo”. 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J Am Acad Dermatol 2005; 53: 220-223. 17. Treviso Ortiz L, Moreno Gardea L, Luna V, Levario- Carrillo M, Granill Saláis J.“Vitíligo en niños y su asociación con otras patologías”. Dermatol Pediatr Lat 2003; 1: 18-23. 723723 AMILOIDOSIS: DE COMPROMISO CUTÁNEO María Elena Vera Gordillo Gonzalo Calero Hidalgo INTRODUCCIÓN Amiloidosis es un término genérico, utilizado para hacer referencia a un grupo de enfermedades de etiología diversa y pronóstico y tratamiento variables, con una característica común: todas ellas están causadas por el depósito extracelular de un material, denominado material amiloide. Este material, de naturaleza protéica, insoluble y resistente a la proteólisis, fue bautizado por Virchow debido a su afinidad por colorantes yodados, similar a la del almidón. Las amiloidosis cutáneas son un grupo de trastornos discapacitantes que se caracterizan por la deposición incontrolada de amiloide en la epidermis y en la dermis, que puede localizarse en órganos vitales como riñones, corazón, hígado o pulmones. Los signos mucocutáneos de amiloidosis cutánea localizada, como amiloidosis liquénica y amiloidosis macular pigmentada, son completamente diferentes de los de la amiloidosis sistémica de cadenas ligeras de amiloide (AL). La amiloidosis nodular, generalmente, se considera como una amiloidosis cutánea localizada pero puede producirse como una manifestación de la amiloidosis sistémica después de un seguimiento prolongado. AMILOIDE Muy precozmente, ya en el siglo XVII, los patólogos describieron la existencia de un material “céreo” que era capaz de infiltrar el hígado, el bazo y los riñones. Virchow(1) introdujo por primera vez el término de amiloidosis para designar a un material amorfo que tenía cierta similitud con la celulosa en cuanto a la propiedad histoquímica de teñirse con yodo y ácido sulfúrico. (2,3) Hay varias tinciones que son útiles para demostrar la presencia de amiloide con microscopia óptica. El amiloide presenta positividad frente a PAS, metacromasia de cristal violeta y fluorescencia de tioflavina T. Pero la principal característica del depósito de amiloide es la congofilia: bajo luz polarizada se tiñe con una birrefringencia verde-manzana con el rojo congo, que está directamente relacionada con su configuración de β plegada (Figura 1 A y B) (2,4). 724 Aunque la exploración en el microscopio óptico permite realizar el diagnóstico en la mayoría de los casos, a veces, es necesario realizar una exploración ultraestructural, especialmente, cuando los depósitos son escasos. Todos los depósitos de amiloide tienen una estructura fibrilar común, que consiste en la agregación de fibrillas lineales con un diámetro de aproximadamente 7,5-10 nm y una hoja plegada en forma de β cruzada en la difracción de rayos X. (2,5) En 1968, Pras et al. (6) describieron un método de extracción en agua, que permite la purificación de las fibrillas de amiloide. Los análisis bioquímicos han permitido diferenciar más de 15 proteínas del amiloide e identificar los precursores de las fibrillas que en la mayoría de los casos se derivan de proteínas plasmáticas circulantes. (2,5)Todos los depósitos de amiloide, independientemente de su naturaleza química y del tipo clínico de amiloidosis, tienen un componente común: el componente P del amiloide que es una proteína formada por unidades de pentámeros apilados derivados de un precursor sérico o SAP, proteoglicanos y apolipoproteína E. (7,8). El amiloide puede revelarse por tinción inmunohistoquímica en cortes embebidos en parafina, usando anticuerpos contra el componente P humano(anti-SAP). Figura1A. Depósitos amorfos de amiloide en la dermis papilar (tinción de rojo Congo en luz polarizada, aumento de x40). Figura 1B. Representación de una proteína amiloide. Keratina de epidermis lnmunoglobulinas de células plasmáticas A miloide Serico SAO convertido en: Otros tipos de amiloide ( Gelsolia. Cistatina. Calcitonina.) en otras formas localizadas Sustancia K microglobulinas Al microglobulinas Al microglobulinas A B2 transtirretina ATT transtirretina ATT transtirretina ATT A posérico AA A posérico AA A mil. Cut. Primaria A mil.SIST. Primaria A mil. SIST. Mleloma A mil. SIST. Hemodialisis Crónica A mil. SIST. Senil A mil. Sist. Herditaria Neuropatía A mil. Sist. Herditaria Cardiopática A mil. Sist. Familiar Nefropatía A mil. Sist. Secundaria o Reactiva COMPOSICIONPROCEDENCIA ENFERMEDAD Tabla 1. Tipos de amiloide y amiloidosis. Sistémicas Primarias . De células Plasmáticas . En Mieloma Reactivas . Inflamación Crónica (A.R.) . Infección Crónica (TB) Heredofamiliar . Polineuropática . Fiebre Mediterránea Limitadas Endocrinas . Diabetes . Cerebral . Alzheimer Cutáneas . Primaria . Secundaria Tabla 2. Clasificación clínica de las amiloidosis. 725 CLASIFICACIÓN DE LAS AMILOIDOSIS La amiloidosis no es una enfermedad única, sino que hay una gran variedad de procesos patológicos que producen la deposición de fibrillas retorcidas de hojas plegadas en forma de B, compuestas de varias proteínas por varios mecanismos patogénicos diferentes(Tabla 1). A pesar de la similitud morfológica en diferentes marcos clínicos, el amiloide es heterogéneo respecto a la naturaleza de las fibrillas de amiloide. Por tanto, la clasificación de la amiloidosis ha sido controvertida y difícil durante mucho tiempo. (9). Respecto a la amiloidosis cutánea, los depósitos de amiloide pueden limitarse a la piel, es decir, amiloidosis cutánea localizada, o pueden ser la manifestación de una enfermedad sistémica, amiloidosis sistémica. (Tabla 2). AMILOIDOSIS SISTÉMICA (AL) La amiloidosis AL es una complicación grave de una gammapatía monoclonal maligna o benigna. Se desarrolla en el 10-20% de los pacientes que presentan mieloma múltiple. Hay una preponderancia en hombres y una edad promedio de comienzo de 65 años. Las asociaciones amiloidosis AL-macroglobulinemia de Waldeström y amiloidosis AL-leucemia linfolítica crónica se producen, respectivamente, en el 3 y 1% de los casos. Características clínicas Se observa afectación de la piel en el 20-40% de los casos, lo cual es una clave para el diagnóstico precoz. También se producen espontáneamente petequias, placas purpúreas y equimosis o con un traumatismo leve. Estas lesiones proceden de la fragilidad de los capilares asociada con la infiltración de depósitos de amiloide en las paredes dérmicas y subcutáneas de los vasos sanguíneos. (13-15) Las lesiones purpúricas se localizan, especialmente, en los párpados y en las regiones de flexuras y, generalmente, son la manifestación inicial de la enfermedad. (11) Es muy característico encontrar púrpura periorbitaria después del vómito, maniobra de Valsalva, espiración forzada durante pruebas espirométricas y proctoscopia. (7,16) Las lesiones pueden regresar espontáneamente y recurrir unos meses después de la primera observación clínica. La macroglosia es la manifestación más sugerente y se produce en el 20% de los casos, aproximadamente. (11,14,17,18) La superficie
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