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1 HISTORIA UNIVERSAL TEMA 5SAN MARCOS VERANO 2016 – I
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LA REFORMA PROTESTANTE
I. GENERALIDADES
En los últimos siglos de la Edad Media, la Iglesia se
había ido alejando de sus funciones espirituales para
ocuparse cada vez más de asuntos terrenales. La rela-
jación de las costumbres y de la moral del clero, así
como el desprestigio del papado generaron un cre-
ciente malestar entre los creyentes. Todo ello motivó
el desarrollo de la Reforma Protestante.
II. CONCEPTO
Fue el movimiento religioso y político que, a inicios de
la Edad Moderna, cuestionó los principios dogmáticos
y las prácticas inmorales de la Iglesia Católica. Ello oca-
sionó la división de la Iglesia y la formación de grupos
cristianos.
III. ANTECEDENTES
Entre los antecedentes de la Reforma Protestante
destacan:
• Las prédicas de reformistas como las de John
Wycliff en Inglaterra en el siglo XIII, las de Jan
Huss en Bohemia en el siglo XIV o las de Girolano
Savonarola en Florencia a fines del siglo XIV.
• El debilitamiento del poder eclesiástico tras el Cis-
ma de Occidente (siglos XIV y XV).
IV. CAUSAS DEL PROCESO
Existen varios factores que permitieron el desarrollo
de la Reforma Protestante, cabe destacar entre ellos:
• La corrupción de la Iglesia Católica, las prácti-
cas inmorales como la simonía, el nicolaísmo o el
nepotismo, que fueron minando paulatinamente la
ética católica.
• La difusión del pensamiento crítico humanis-
ta que permitió la libre interpretación de la Biblia.
• La rivalidad política entre los Papas, que pre-
tendían mantener la influencia de la Iglesia en asun-
tos de estado, y los Monarcas, quienes aboga-
ban por la centralización del poder en manos de la
realeza.
V. DETONANTE
En 1514 el Papa León X inicia una venta especial
de indulgencias, con la intención de terminar de cons-
truir la basílica de San Pedro. Para ello, contó con el
apoyo de Alberto de Brandenburgo y los banqueros
Függer, quienes mercantilizaron las indulgencias, pro-
vocando la reacción de la comunidad católica alemana
y la de Martín Lutero.
VI. LUTERANISMO
Se desarrolla en el Sacro Imperio Romano Germánico
(SIRG) a partir de 1517 cuando Martín Lutero (sa-
cerdote agustino) publica en las puertas de la catedral
de Wittenberg sus «95 tesis en contra de la venta
de las indulgencias». En 1521 el emperador Carlos
V Habsburgo convoca a la Dieta de Worms en la cual
se le exhorta a Lutero retractarse de sus afirmaciones,
lo que él no acepta, entonces es condenado al des-
tierro. Entre 1526 y 1529 se llevan a cabo nuevas
Dietas (asambleas imperiales) en la ciudad de Spira, el
término «protestante» es utilizado por primera vez.
En 1530 se convoca la Dieta de Augsburgo en la
que Felipe Melanchton lee el «Manifiesto de
Augsburgo», documento que marca el nacimiento
oficial de la religión luterana. Entre 1531 y 1555 se
genera una guerra religiosa entre la Liga de
Smalkalda (protestante) y la Liga de Nüremberg
(católica), la cual concluye con la Paz de Augsburgo,
tratado en la que se otorga a los príncipes alemanes la
potestad de elegir la religión que desee (católica o
luterana). Entre los postulados establecidos por el lu-
teranismo destacan:
HISTORIA UNIVERSAL
TEMA 5
DESARROLLO DEL TEMA
LA REFORMA PROTESTANTE
2HISTORIA UNIVERSALTEMA 5 SAN MARCOS VERANO 2016 – I
• La justificación por la fe. La religiosidad de la
persona se basa en su relación con Dios, a través
de una fe intensa y sin la intervención de la Iglesia.
• El sacerdocio universal. El creyente puede sal-
varse por su fe y convertirse en su propio sacerdo-
te. Por lo tanto, se invalidan los sacramentos im-
partidos por los sacerdotes, la intercesión de los
santos, etc.
• La autoridad de la Biblia.
Se rechaza la tradición de la Iglesia y se reconoce a
la Biblia como única fuente de inspiración cristiana.
La interpretación de la Biblia quedaba a cargo de la
conciencia individua de cada creyente.
Castillo de Wartburg, en el cual Lutero tradujo la Biblia al alemán.
VII. CALVINISMO
Se propagó por Suiza de la mano de Juan Calvino (de
origen francés). Tenía un carácter más radical que el
luteranismo y defendía que todas las personas tienen
determinado su destino después de la muerte (doctri-
na de la predestinación). Para estar entre los escogi-
dos es necesario observar estrictamente la Biblia, llevar
una vida humilde y austera, y gozar de la gracia divina.
El calvinismo se difundió por Francia (hugonotes) e
Inglaterra (puritanos).
VIII. ANGLICANISMO
En Inglaterra surgió de la mano del propio monarca
Enrique VIII, cuando el Papa de Roma se negó a con-
cederle la anulación de su matrimonio con Catalina de
Aragón. Enrique VIII mediante el Acta de Supremacía
(1534), se separó de Roma y se autoproclamó jefe
supremo de la Iglesia de Inglaterra. La jerarquía ecle-
siástica quedó sometida al Estado, pero se mantuvie-
ron muchos de los dogmas católicos y se conservó el
culto solemne.
LA CONTRARREFORMA
I. CONCEPTO
La Iglesia Católica protagonizó un movimiento de renovación para dar respuesta al protestantismo y frenar su
expansión. Se trata de la Contrarreforma, surgida en el interior de la Iglesia para corregir los propios errores y, sobre
todo, para defender los dogmas de la fe católica.
II. LA COMPAÑÍA DE JESÚS
Fue fundada por Iñigo López de Oñaz (de Recalde), San Ignacio de Loyola (1491-1556), y destacó en la defensa
de la espiritualidad y de la doctrina del Concilio de Trento. La compañía de Jesús se convirtió en un firme soporte de
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la Iglesia de la Contrarreforma. Los jesuitas se caracte-
rizaron por su rígida disciplina, su sólida preparación in-
telectual, su espíritu de lucha contra le herejía, su pro-
funda vida espiritual (práctica de los «Ejercicios Espiri-
tuales» escritos por San Ignacio), su influencia social a
través de la enseñanza y su expansión misionera por
América y Asia.
III. EL CONCILIO DE TRENTO (1545-1563)
Para poner fin a la crisis del catolicismo, el Papa Paulo
III se decidió a convocar un Concilio de Trento (Italia),
cuyas sesiones se desarrollaron entre 1545 y 1563. A
él asistieron las más altas jerarquías eclesiásticas y tam-
bién algunos monarcas, como Carlos V, que se había
opuesto a la difusión del protestantismo, ya que veía
en él un peligro para la unidad del Imperio. El Concilio
reafirmó todos los dogmas de la doctrina católica:
• Proclamó que la fe era importante, pero que la
salvación debía conseguirse también mediante las
buenas obras.
• Reafirmó los siete sacramentos, el carácter sagra-
do de la misa y el culto a la Virgen y a los santos.
• Declaró la Vulgata como la única interpretación
válida de la Biblia y su enseñanza debía completar-
se con la Tradición.
El Concilio mostró también una clara voluntad de res-
tablecer el saber y la disciplina entre el clero, para lo
que se adoptaron las siguientes medidas:
• Se crearon seminarios para garantizar la correcta
formación del clero.
• Se obligó a los obispos a residir en su diócesis y a
los sacerdotes a permanecer en sus parroquias.
• Se instaba al clero a llevar una vida ejemplar y se le
obliga al celibato.
• Se crearon nuevos medios de difusión de la doctri-
na católica entre los grupos sociales, como el cate-
cismo y las nuevas escuelas.
Concilio de Trento
IV. EL SANTO OFICIO
En 1542 el Papa Paulo III estableció un Tribunal Su-
premo de la Inquisición, al que convirtió en una con-
gregación pontificia con el título de Santo Oficio de la
Iglesia Universal. El procedimiento de la investigación
inquisitorial concluía con la aplicación de las penas a las
que habían sido condenados los acusados: desde la
simple penitencia hasta la pena capital, usualmente
ejecutada en la hoguera. En España, la Inquisición se
convirtió en jurisdicción del Estado. Por esta vía pene-
tró en América. Se crearon Tribunales del Santo Oficio
en Lima el año de 1570 y en México en 1571. Esta
institución varió notablemente según el lugar y la épo-
ca en que se desenvolvió y si bien surgió como una
entidad que velarapor la salud de la doctrina católica,
pronto se convirtió en un verdadero instrumento de
terror antes que religioso y político, que desencadenó
auténticas cacerías de brujas y despertó, en muchos
casos, reacciones adversas.
LA REFORMA PROTESTANTE
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V. EL ÍNDEX
El Santo Oficio también estableció la censura de libros
como mecanismo de control de la fe. El Índex era un
listado de los libros prohibidos, considerados así por-
que iban en contra de la doctrina católica o la cuestio-
naban de manera indirecta.
VI. EL CALENDARIO GREGORIANO
Surge con la intención de adecuar el calendario litúrgi-
co al calendario civil para regularizar las fiestas católi-
cas, especialmente la Pascua. A través de la Bula Inter
Gravissimas el Papa Gregorio XIII sustituyó el Calenda-
rio Juliano por el Calendario Católico que, de ahí en
adelante, llevaría su nombre: Calendario Gregoriano.
LAS MONARQUÍAS EUROPEAS DURANTE LA EDAD MODERNA
I. CARACTERÍSTICAS
En el siglo XV se inició un largo proceso de integración territorial en los antiguos reinos y señoríos. En este proceso
de debilitaron los poderes de la nobleza, de los gremios, de los municipios y de las Cortes, en beneficio de la
autoridad real.
Así surgió el Estado Moderno como marco político y territorial cuyas instituciones se orientaron, fundamentalmente,
a la protección de los súbditos bajo la única soberanía del rey. Esta transformación se produjo bajo Luis XI en Francia,
bajo Enrique VII en Inglaterra con los Reyes Católicos en España. Los monarcas para robustecer su autoridad,
reforzaron o crearon los siguientes instrumentos
• Los Consejos, órganos consultivos competentes en las diferentes parcelas del gobierno.
• El ejército permanente, nutrido por levas populares y por soldados mercenarios.
• Los funcionarios, que formaron el aparato gubernativo tanto en la corte como en los diferentes territorios y
municipios.
• La diplomacia, como vehículo de las relaciones internacionales. Venecia se adelantó a otras naciones en el siglo XV
con el envío de embajadores permanentes.
• La Corte, abandonó su anterior carácter itinerante y se fijó en una ciudad determinada, a la cual se le llamó la
capital del reino.
• El Palacio Real se convirtió, en adelante, en el centro de la vida política.
Todo ello puso en manos de los reyes la totalidad de los poderes del Estado, pero, al mismo tiempo, al aumentar sus
gastos considerablemente, las haciendas reales dependían de los banqueros, a quienes los reyes tenían que recurrir
con frecuencia para conseguir prestado el dinero necesario para sus empresas.
II. HEGEMONÍA ESPAÑOLA (SIGLO XVI)
Se debió en gran medida a la acción de:
• Los Reyes Católicos, quienes unieron los reinos cristianos más poderosos de España: Castilla y Aragón, estable-
cieron el Tribunal de la Santa Inquisición y expulsaron a los moros en 1492, recuperando Granada y reunificando
el territorio hispano.
• Carlos I (V), Rey de España y emperador de Alemania (SIRG), fue hijo de Felipe «el Hermoso» Habsburgo y
Juana «la Loca» de Castilla. Al recibir como herencia territorial una serie de posesiones en Europa y América
pretendió unificarlas en un sólido Imperio Universal Cristiano, el cual, lamentablemente, no se cristalizó. Tuvo
como rivales del poder en Europa a Francisco I de Francia, Solimán «el Magnífico» de los turcos otomanos y a la
Liga de Smalkalda protestante en el SIRG. Durante su reinado se conquista el imperio azteca y el imperio inca, se
crean los virreinatos en América y se produce la primera vuelta al mundo (Magallanes y Elcano).
LA REFORMA PROTESTANTE
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Mapa de los territorios heredados por Carlos V
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• Felipe II: llamado el «Rey Prudente», logró el apo-
geo de España al detener el avance de los turcos
en el combate de Lepanto y anexar el Portugal a la
corona española con lo que se produciría la unifica-
ción de toda la península ibérica. Lamentablemen-
te pretendió mantener un régimen autoritario en
los Países Bajos, lo que generaría una sublevación
constante que sangraría la hacienda del estado.
Sin embargo, el más grande fracaso fue el intento
de invadir Inglaterra en 1588, la destrucción de la
«Armada Invencible» fue un duro golpe para el
orgullo hispano.
III. EL ABSOLUTISMO
Es un sistema político que surgió en el siglo XVII y se
basa en la «Teoría del Derecho Divino de los Reyes»,
formulada por Jacques Bossuet, obispo francés y pre-
ceptor del rey Luis XIV. Este sistema se caracteriza por
el «providencialismo» (influencia divina en el desarrollo
histórico) y el «regalismo» (voluntad del rey sobre asun-
tos eclesiásticos).
IV. HEGEMONÍA FRANCESA (SIGLO XVII)
Se sustentó en la labor de:
• Enrique IV: Es el iniciador de la dinastía de los
Borbones. Terminó el proceso de las Guerras de
Religión y promulgó el Edicto de Nantes (1598),
con lo que otorgó una relativa tolerancia religiosa
en Francia. Se hizo popular por su expresión: «Pa-
rís, bien vale una misa». Fue asesinado por un fa-
nático católico llamado Jean Francois Ravaillac en
1610.
• Luis XIII: Asumió a muy temprana edad debido al
asesinato de su padre, por eso tuvo como regen-
te a su madre doña María de Médicis. En 1614 se
reunieron por última vez los Estados Generales (no
volverían a ser convocados hasta 1789). En 1624
llega al poder ejecutivo un extraordinario político
llamado Jean Armand Duplessis, Cardenal de
Richelieu. Los objetivos de este gran ministro fue-
ron:
• Establecer el Absolutismo monárquico.
• Someter a la nobleza.
• Acabar con los hugonotes, protestantes fran-
ceses.
• Derrotar a los Habsburgo y convertir a Francia
en la primera potencia europea. Por ello hizo de
que Francia entrara en la Guerra de los Treinta
Años.
• Luis XIV: Fue rey a los cinco años. La regencia
estuvo a cargo de su madre, doña Ana de Austria,
la cual contó con un extraordinario apoyo en el
Cardenal Julio Mazarino, el cual logró consolidar el
sistema absolutista y convirtió a Francia en la na-
ción más poderosa del continente europeo. Du-
rante su gobierno:
• 1648: Termina la Guerra de los Treinta Años con
la firma de los Tratados de Westphalia.
• 1659: Se firma la Paz de los Pirineos con Espa-
ña, con lo que se aseguraba la sucesión
borbónica en la corona española.
A la muerte de Mazarino (1661), Luis XIV (llamado el
«Rey Sol») asume como rey e inicia un gobierno
personalista («El Estado soy yo»), convirtiéndose en
el máximo representante del Absolutismo. Se cons-
truyó el Palacio de Versalles y Francia llegó a su máxi-
mo esplendor.