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1 FILOSOFÍA TEMA 5SAN MARCOS VERANO 2016 – I SPI2FILO5 FILOSOFÍA MODERNA - RACIONALISMO Y EMPIRISMO I. FILOSOFÍA CARTESIANA La filosofía de René Descartes (31 de marzo de 1596 – 11 de febrero de 1650) realiza se sitúa como antece- sor a la Revolución Francesa en 1789, un período his- tórico convulso, con amplias pugnas de poderes en diversos sentidos donde la burguesía ascendente se comenzaba a disputar los lugares políticos con la no- bleza y aristocracia, situadas con el privilegio de la par- ticipación en las decisiones políticas. Es en este con- texto: burguesía y nobleza, ciencia, filosofía y religión, donde se puede comprender realmente qué cambio revolucionario gesta la filosofía racionalista de Descar- tes. Cuando Descartes se propone como proyecto encon- trar un método válido para llegar a la verdad lo hace con la voluntad de poder llegar a operar en la vida con felicidad y buen sentido, encontrando mediante este método la justicia y la virtud tantas veces ansiada en el terreno de la filosofía y el pensamiento. Su criterio parece en principio sencillo, él intenta despojarse de toda creencia infundada y que no sea verdadera y partiendo del principio básico de la racionalidad huma- na, es decir que todos los hombres poseen racionali- dad en la misma medida, considera que en realidad el fundamental origen de error en el pensamiento es la diversidad de métodos utilizados para llegar a la ver- dad. Por esto mismo y para poder liberarse de todo tipo de prejuicio Descartes procede de manera tal que su juicio no pueda caer en los fallos habituales, propo- niéndose dudar de manera hiperbólica (hasta de lo más evidente), y de manera metódica, para poder encon- trar un verdadero puntal sobre el cual sostener su filo- sofía. El procedimiento que lleva a cabo este pensador se precia por la búsqueda de una verdad primera que no sea fruto de los juicios apresurados y que pueda valer para sustentar una ciencia verdadera, una episteme en el sentido de conocimiento cierto y real. Es en este punto donde configura un carácter general acerca de su abordaje del pensamiento: La duda. La duda cartesiana no es en principio la duda relativista o un subjetivismo al estilo de los sofistas como Protágoras o Gorgias, sino que la duda de Descartes tiene una orientación constructiva. La duda se dirige a fundamentar los cimientos del saber y el conocimiento verdadero. Es por este motivo que el filósofo francés se propone primero un recorrido acerca de las diferentes fuentes de conocimiento, desconfiando y descartando como valedera cada una de aquellas de las cuales le sea po- sible poner en duda su validez. Este procedimiento le lleva primero al mundo de la experiencia, el mundo mediato que se puede conocer mediante los sentidos, al que pone en tela de juicio debido a que muchas veces produce el error, sabién- dose la existencia de ilusiones sensoriales tales como la visión de una cuchara en un vaso con agua, ésta se muestra quebrada mientras que en realidad esto es falso. El segundo escalafón del conocimiento con el que se encuentra es el cuerpo y la sensorialidad inmediata, pero también reconoce que ante la existencia de la locura o la imposibilidad de reconocer con certeza en- tre la diferencia que existe en la vida en vigilia y en sueño, es imposible llegar a encontrar verdad en esta fuente de saber. Más tarde, Descartes se encuentra con un tipo de ideas que implican cierto grado de evi- dencia, las ideas matemáticas como la igualdad entre 2 + 2 = 4 o la exigencia de que todo triángulo tenga tres lados y tres ángulos, ya que tanto dormido como despierto estas cuestiones permanecerían inamovibles. Es en este punto donde se plantea una hipótesis, que le exige el carácter hiperbólico de su duda metódica, aún en este tipo de conocimientos es posible que existiera un Genio Maligno (al modo en que también podía existir un Dios todo bondadoso) que haga que nos equivoquemos siempre al operar de manera racio- nal y al construir las figuras geométricas. Y aquí, cuando Descartes parece encontrarse solo, este punto llamado solipsismo, encuentra una evi- dencia, un primer eje sobre el cual situar todo el cono- cimiento, algo de lo que realmente es imposible du- FILOSOFÍA TEMA 5 DESARROLLO DEL TEMA FILOSOFÍA MODERNA - RACIONALISMO Y EMPIRISMO 2FILOSOFÍATEMA 5 SAN MARCOS VERANO 2016 – I dar: de que duda. Decartes, al dudar de que duda, está dudando y por tanto la primera evidencia es la duda. Yo dudo. Esta característica, el filósofo francés la engloba dentro de aquellas pertenecientes al acto del pensar y por tanto de aquí se sucede la emblemática frase cartesiana que se enarbola como símbolo del racionalismo: cogito ergo sum (pienso luego existo). Esta construcción, sin embargo, es confusa puesto que para Descartes no hay pasos lógicos a desarrollar en esta evidencia, se presenta de manera inmediata como clara y distinta, el rasgo diferenciador de toda evidencia. Por lo tanto este cogito (se pronuncia cogito) es un pienso-existo, sin mediaciones, esta sus- tancia pensante (res cogitans). Es en el pensar donde existe este sujeto cartesiano. Pero aquí, Descartes se queda solo. No obstante, encuentra de cierto modo una salida posible a esta soledad donde el mundo externo y el de los sentidos internos queda totalmente inhabilita- do como proveedor de conocimiento cierto, y esta forma proviene de las ideas que posee el pensamien- to. Descartes procede de la siguiente manera: siendo que existen algunas ideas en nuestro pensamiento, pode- mos ver que hay algunas que son concebibles como existentes en el mundo y de las cuales podemos dar cuenta mediante nuestros sentidos como un toro o un hombre, estas ideas son adventicias y provie- nen de objetos que tienen realidad en el exterior; también es posible concebir a partir de estas ideas la idea de un Minotauro (figura mitológica mitad toro mitad humano) que sin necesidad de tener realidad exterior existe a partir de la combinación de ideas, éstas son las ideas facticias, y otro tipo de ideas de una natu- raleza especial y sin ningún tipo de oportunidad de experiencia posible ni descomposición en otras ideas más sencillas como pueden ser la perfección y la infini- tud, ideas innatas, y que para Descartes son la prue- ba que permite conocer la existencia de una sustancia infinita, Dios. Este Dios (res infinita) de la razón, el Dios todo be- névolo y todo racional que posee estos atributos de perfección e infinitud, que nada más posee en el uni- verso es aquel que puso estas ideas en nosotros y así mismo, es el garante de la posibilidad de conocer a partir de nuestra experiencia sensorial y por tanto es así como se llega nuevamente a habilitar al mundo exterior (res extensa) o sustancia extensa, el cual posee los atributos de corporeidad, extensión y movi- miento mecánico. Hay que entender el Dios cartesiano como el Dios que garantiza la posibilidad de hacer ciencia y tener un co- nocimiento certero acerca de las experiencias que la misma realiza y nunca com0 un intento desesperado de Descartes ante el terror que le causa la iglesia, como muchas veces se dice o se pretende. La filosofía cartesiana precisa este Dios que habilite la salida del solipsismo y le de la posibilidad de conocer mediante los procedimientos científicos en lo que respecta al saber sobre el mundo externo. Nace, pues, el Dios de la razón, la razón ilustrada. 1.1. Reglas del método A. La evidencia En este punto, Descartes plantea llegar a recono- cer de manera intuitiva una evidencia, es decir aque- llo de lo cual es imposible dudar, una cuestión que en su desarrollo se vislumbra en el pensamiento o cogito. B. El análisis Procediendo para poder comprender esta evi- dencia dividiéndola en las partes más simples y analizando su naturaleza. C. La síntesis Una vez realizado el paso anterior, volver a re- componer esta sustancia de lo más simple a lo más complejo, esta vez comprehendiendo la interrelación que se esboza entre sus partes. D.La enumeración Que se debe llevar a cabo en cada uno de los pasos,controlando no olvidar ni omitir ningún elemento que se sujete al análisis propuesto. II. FILOSOFÍA DE LOCKE (1632-1704) La teoría del conocimiento se convierte con Locke en una rama independiente de la filosofía. Su método es, lo que el denomina "método histórico", o un análisis descriptivo de lo que hay en la mente, semejante a la enumeración y clasificación que podría hacer un biólo- go. El cometido de este análisis será el de comprender en alcance de nuestro conocimiento. Efectivamente, a diferencia de la posición racionalista, Locke partirá de la convicción respecto a la limitación del conocimiento humano. Esto no implica que no deba confiarse en la capacidad cognitiva del hombre, sino tan solo, limitar las pretensiones de conocimiento universal. • Empirismo Toda idea procede de la experiencia. A propósito de este tópico, debemos señalar que Locke distin- gue dos clases de experiencias: 1. Experiencia externa las ideas del hombre surgen cuando este tiene las primeras sensaciones que provienen de la experiencia externa. 2. Experiencia interna Cuando la mente reflexiona sobre las sensacio- nes derivadas de la experiencia externa (recuer- do, raciocinio) se produce la experiencia interna generando las ideas de reflexión. Ambos tipos de ideas son consideradas por Locke como ideas simples porque son producidas por la FILOSOFÍA MODERNA - RACIONALISMO Y EMPIRISMO 3 FILOSOFÍA TEMA 5SAN MARCOS VERANO 2016 – I experiencia directa. Cuando la mente las recibe, se comporta pasivamente, pero luego, estas ideas se transforman en nuevas ideas, la mente se activa y las combina hasta elaborar ideas complejas las cuales no son otra cosa que combinaciones de ideas simples. Surgen así, tres categorías de ideas complejas: 1. Modos o propiedades 2. Substancias o soportes de los modos y 3. Relaciones Las ideas son signos de las cosas en sentido en que son útiles para comunicar ideas los demás. Al parecer, Locke consideraba que las ideas eran in- dependientes de las palabras puesto que sostenía que se pueden tener ideas y pensar sin necesidad de palabras. • Realismo crítico Locke define el conocimiento no en relación a la experiencia sino como "la percepción del acuerdo y la conexión –o el desacuerdo y rechazo– entre cualquiera de nuestras ideas". El acuerdo entre ideas puede ser: 1. Identidad o diversidad 2. Relación 3. Coexistencia o conexión necesaria 4. Existencia real: La postura de Locke podría definirse como un realismo crítico porque si bien conocemos las ideas y no las cosas, no pone en duda la existencia del mundo real. Este acuerdo puede ser percibido por: 1. Intuición (inmediatamente) 2. Demostración (mediatamente) 3. Sensación