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Compiladora LeonorArfuch Identidades, sujetosy subj etividades Autores Leonor Arfuch GiselaCatanzaro PaoIa DiCorí Mario Pecheny RegmeRobin LeticiaSabsay Graciela Silvestri Identidades.sujetosy subjetividades/ LeonorArfuch..[ct.al.]. , compiladopor LeonorArfuch - 2a ed - BuenosAires: Promctco Libros, 2005. Índice 198p.,21x15cm. ISBN987-574-053-5 Noticia sobrelos autores Introducción. II 13 Laautoficcíón.El sujetosiempreenfalta. _ 45 Materia eidentidad:el objetoperdido 59 l. Sociologíade laCultura.2 Identidades. 3. Subjetividad.1. Arfuch, Leonor,comp. CDD 306 PARTE I. TEORíAs LeonorArfuch RegineRobin Gise!aCatanzaro Problemáticasde laidentidad ___ 21 PARTE III. NARRATIVAS DE LA DIFERENCIA PARTE 11. ESPACIO URBANO, MEMORIA, IDENTIDAD Lamemoriapúblicadel terrorismode estado. Parques,museosy monumentosenBuenos Aires 91 Memoriay rnonumento.El arte en loslímites de la representación__ 113 Representacionesculturalesde ladiferenciasexual: figuracionescontemporáneas __ _ 155 La representaciónmediáticade la identidadtravestí de laidentidaden el contextode laCiudadAutónoma de BuenosAires. . 171 Bibliografía general. . 193 ____ 131Identidadesdiscretas. Paola Di Con Mario Pecheny Le/ieiaSabsay GracielaSilvestn ISBN: 987-574-053-5 Hechoel depósitoquemarcala ley 11.723 Prohibidasu reproduccióntotal oparcial Derechosreservados Diseno ydiagramación:CaRol-Go S.A. Diseñode tapa:R&S © Arfuch, Caranzaro,Di Con,PechenyRobin, Sabsay, Silvestri,2002 © De estaedición,PrometeoLibros, 2005 Av. Corrientes1916(CI045AAO), Ciudadde Buenos Aires Tel.. (54 11)4952-4486/f:;q23- Fax: (54 11)4953-1165 e-mail: info@prometeolibros.com wwwprometeolíbros.com cultura Libre SegundaEdición ImpresoporCakol-Co5A en octubrede 2005 Maipú 474110 B1(CI006ACD) 1Buenos Aires 1Argentina Tel. (54-11)5031-1947 carolgoá'cerolgo.com.ar A Martín Igolnihov Noticia sobrelos autores Leonor Arfuch es Doctora en Letras de laUniversidadde Buenos Aires, ProfesoraTitular de lasFacultadesde Arquitectura, Diseño y Ur- banismoy de CienciasSociales de la mismaUniversidady Directorade Proyectodel Instituto de InvestigacionesGino Germaní,Area deCultura y Pensamientocrítico. Trabajaen temasde identidad,memoriay narrati- va y en el análisis degénerosdiscursivosy medíatícos.Ha publicadoLa interioridadpública(1992),Laentrevista,unainvencióndialógica(1995), Diseñoy Comunicación.Teoríasy enfoquescríticos(en coautona,1997), El espaciobiográfico. Dilemasde lasubjetividadcontemporánea(2002) y numerososartículosen libros y revistasespecializadas,nacionalesy extranjeras. GiselaCatanzaroesLicenciadaenSociología,Docentede la Facultad de CienciasSociales de la UBAy BecariaDoctoral CONICET con sede en el Area deCultura y PensamientoCrítico del Instituto Gino Germam. Trabaja en temas de filosofíapolítica, particularmenteen la relaciónen- tre identidadcultural, nación y globahzactón.Ha publicadoarticulasen libros y revistasespecializadas. PaoIaDi Cori esHistoriadora,Profesorae Investigadorade las Univer- sidadesde Urbmo y Turin. Ha sido profesorainvitada de lasUniversida- des deHarvard,Leeds. Romay BuenosAires, entreotras. Trabaja en temas de crítica feminista, historia de lasmujeresy memoria.Tiene unaextensa obraen revistasespecializadasy entresus librospuedencitarse: Ladonna rappresemala(1993),Altre stone.Lacritica femministaalla sroría(1996), lnsegnaredi stona(999) y Generidi traversa(Comp.) (2000). Mario Pechenyespolítologo.Doctor en CienciaPolítica de la Univer- sidadde París Hl,Docentede Filosofíay Métodosde lasCienciasSociales en la carrerade Ciencia Política (UBA), Investigadordel CONICET y miembrodel áreade Saludy Poblacióndel Instituto Gino Germani.Tra- 12 l!oNoR ARFUOl baja entemasde derechoshumanosy salud.Además de variosaruculos, publicó los libros Gaysy lesbianas:formaciónde la identidady derechos humanos(junto a Jorgevujosevíchy Ana Lía Kombltt) y Discrimina- ción: una asignaturapendiente(junto a Ana Lía Kornblit y Ana María MendesDtz). RégtneRobin es egresada de la EscuelaNormal Superiorde Parísy Doctora de Estado. Es Profesora eInvestigadoradel Departamentode Sociología de la Universidad deQuebecen Montrealy Profesoravisitante de la Escuela de Altos Estudios de París, de lasUniversidadesde Har- vard, Nueva York, San Pabloy Buenos Aires.Miembro de la Sociedad Real deCanadá,esautorade varioslibros, académicosy de ficción, entre ellos Lecheval blanc de Lénine oulhístoíre autre (1979), Le réalisme socialiste(1986),Leromanmémoríel.(1989),Le deuil del'ortgíne(1993), Le Golem del'écruure(1997),asícomo de numerososartículosen libros y revistasespecializadas.Tiene unlibro editadoen español.productode un seminarioque dictaraen laFacultadde CienciasSociales de la UBA, Identidad,memoriay relato. La imposiblenarraciónde símismo (J 996). Leticia Sabsayes Licenciada en Sociología,doctorandade la Facul- tad de Filosofía y Letras de la UBA yProfesoraAdjunta en la Carrerade Diseño Gráficode lamismaUniversidad.Fue BecaríaUBACyT de Inicia- ción y Perfeccionamientoy de la DAD en laIntemazionaleFrauenuni- versitat de Hannover.Es investigadoradel Instituto Gino Germani,Area de Cultura y PensamientoCrítico, y fue directorade un ProyectoJoven UBACyT en lamismasede. Trabajasobrelemasde críticafeminista,dife- renciasexual, representacionesmediáticasy artes digitales. TieneartIcu- las publicadosen libros y revistasespecializadas. GracielaStlvestrtesArquitecta(FADUIUBA), Doctoraen Historia de la Universidadde Buenos Aires,Investigadoradel CONlCET con sede en el lDEHAB (Instituto del Hábitat) en la Facultadde Arquitecturade la UniversidadNacionalde La Plata,y cqordínadoradel Area de Teoría de la Arquitecturade la Maestríade DiseñoArquitectónicoAvanzado de la FADU-UBA. Ha sido profesora visitanteen el Centro de EstudiosLati- noamericanosde la Universuy of Cambridge,Inglaterra. Se dedicaen particulara lahistoriacultural del paisaje y hapublicadoEl umbral de la Metrópoli (1993,en coautorlacon j.R Liemur) y El paisajecomocifra de armonía(2001, en coautortacon F. Aliara), asícomo numerososartículos en revistasnacionalesy extranjeras. Introducción Identidades,sujetos,subjetividades.La tríadade nuestrotitulo señala un dominio de crecienteinterésen el pensamientocontemporáneo,tan- to en el plano de la indagaciónconceptualcomo en el del análisisde casosparticulares.Dominio signadopor la diversidad,por el imperio de lo múltiple -no por azar entoncesla inscripciónen plural-, que se re- configura COnstantementeen los avataresde la épocay su inasible di- mensión"global", esascoordenadas,cercanasy distantes,que entraman una nuevaexperienciadel espacioy de la temporalidad. Pero estadispersiónno conciernesolamenteal discursoacadémico. Los medios,la publicidad, la política y hastala conversacióncotidianase pueblande toda suertede referenciasidentitarias:en un tiempo cam- biantese insiste endefinir "quiénes"y "cómo" somos,en un mundocada vez másdeslocaltzadose vuelveuna y otra vez sobrelas "rarees", ante el debtlítamíentode la idea denaciónaparecenpor doquier los emblernas. de lo "nacional", desdela "banderamás grandedel mundo" hasta los sponsorsde un mundial de fútbol. Cualquiersituación,en un contexto de transformacionesprofundas,pareceapropiadapara hablar de "iden- tidad", en tanto dimensiónsimbólica, cultural o política, así como de una"nuevasubjetividad"que seexpresaríasobretodo en larelacióncon el consumo. Podríaafirmarseentonces,como lo señalanalgunosautores,que sólo se piensaen la identidad cuandose la "pierde", cuandosu tranquilo discurrir está amenazadopor algún factor, externoo interno, en el des- pliegue que va del autorreconocímíentoa las identificacionesgrupales, colectivas. Dicho deotro modo, que el énfasisíderunaríosobrevienejus- tamenteen tiemposde crisis, desarraigo,inseguridad,incertidumbrede presentesy futuros. Y es esehorizonte, reconocibleaquí y allí en lasu- perficie de una mundializacióna ultranza,el que percuteen cadamani- festaciónpanicular. 14 llOMOR ARfUCH Identidades,sujetasy subjetividades 15 Sin embargo,esapugnano suponelarestituciónde algooriginal, el "retorno" a lo que seríaprístino, verdadero La concepcióncontemporá- nea de lasidentidades,a la luz del psicoanálisis,la lingüística y las teo- Tías del discurso,se aleja detodo esencialismo--en tanto conjunto de atributos"dados".preexistentes-para pensarmás bien su cualidadrela- cional, contingente,su posicionalidaden una trama social dedetermi- nacionese indeterminaciones,su desajuste-en excesoo en falta- res- pecto de cualquier intento totalizador. La identidad-en singular-será vista entoncescomo un "momento" íderuíñcatoríoen un trayectonunca concluido, dondeestáen juego tanto la mutaciónde la temporalidad como la "otredaddel sí mismo", segúnadvertíaya el famosoadagiode Rimbaud ('Je est un aurre"). Desde estaóptica, la multiplicación de identidadesque caracterizael escenarioactual -étnicas,culturales,erarías,políticas, religiosas,sexua- les, de género,etc.- no esinterpretablesolamentecomo un fenómeno cuantitativo,que expresaríauna aceptación"democrática"de la diversi- dad, sino como un resultadode la afirmación ontológicade la diferen- cia, en tanto lucha por reivindicacionesespecificasque apuntanal reco- nocimiento, la visibilidad y la legitimidad. En losúltimos añosmuchose hahabladoen nuestrocontextode esta multiplicación tdentítaría-que poneen cuestiónviejas categoríassocio- lógicas, talescomo "clases","íntereses'V'sectores"-.ya seadesdeel punto de vista de losllamados"consumosculturales",especialmentejuveniles, que cruzantransversalmentediversosclivajessocio-económicos,etarios, etc., como de una notoria reconfiguraciónsocial marcadafuertemente por la "movilidad descendente"-la apariciónde una "nueva pobreza't- ligada auna desarticulaciónde las identidadespolíticas tradicionalesy al surgimientode nuevasalianzas ymovimientossociales. Sinembargo, en muchoscasos,la "novedad"de los fenómenosestudiadosno se co- I rrespondecon una perspectivaacordede análisis, quesometaa crítica y I reformulaciónlos conceptosutilizados. Ése esprecisamenteuno de losobjetivosde este libro.La articulación de diversosenfoquesteóricoscon unapotencialidadinterpretayvacapaz de ir más allá de lodescriptivoy de labúsquedade causalidadesunívocas para ponerde manifiestola lucha simbólicaque entrañatoda afirmación tdenutarta,as! como la urdimbrenarrativa,dialógica,que hace a lacons- titución mismade la subjetividad.Un recorrido que noeludesin embar- go la materialidadde los "casos"-experíencíassingularesdel arte, expe- rienciascolectivasde la memoria, desafíos de ladiferenciasexual-más bien los transformaen arenade confronlacíonteórica,ética y política. La composiciónde loscapítulosexhibeasimismoel trabajo de la in- terlocución:voces quedialoganen laespacio/temporalidadde un mismo equipo de investigación(Arfuch, Catanzaro,Sabsay)'con otras, afines, en contrapuntos"locales" (Silvestri, Pecheny)o en una terntoríalídad distante(Di Con. Robín) pero deprofundasimoníateóricay existencial. La cuestióninicial, quizá no formuladapero implícita, aquellaque hizo posible esta combinatoriano azarosade escrituras,podría resumirsede este modo: ¿cómopensarhoy, desdehorizontesdiversospero articula- dos, la preguntapor la identidad,sabiendoque la respuestaes sóloten- tativa, provísorta.que no hacesino abrirse,conflícuvamenre,sobrenue- vas preguntas?y aún,[cómo hacersecargode lamemoria,de aquelloque desafíael devenirsin pausa,en tanto anclajenecesarioparael reconoci- miento? En un trayectoque va de lo generala lo particular, en la Primera Parte,"Teorías",el capítulo a cargo deLeonor Arfuch delineauna pers- pectiva teórica dondeel psicoanálisis,la filosofía del lenguajeen la ma- triz dialógicade Bajun y laanalíticade la temporalidadde Rícoeur.plas- madaa travésde la puestaensentidode lanarrativa,searticulanen una trama reflexiva que permite la indagaciónsimbólica y semióticade los procesosde constituciónde identidades,tanto personalescomo colecti- vas, dandolugar a fructíferos intercambioscon la socíologja,la filosofía política y la critica feminista. Inclusión, exclusióny pugnapor la hege- monia apareceránasí como significantesclaves para la lucha política. RegmeRobin por su partese interrogaen tornode la faltaconstitutiva del sujeto y de lasestrategiasde autorrepresentacíon.enfatizandoel ca- rácternarrativo, ñccíonal.de laconstrucciónídenrítaría.tanto en la lite- raturay el arte como en las cienciassociales.A partir de ciertasteoriza- cíones.presentestambiénen otros artículos del libro, analizaalgunos ejemplosbien reconociblesen cuantoa estasoperacionesnarrativas,que tambiénlo son de rescatede la memoria,de resistenciaa la mortalidad (Christian Boltanski, GeorgesPerec. PíerreBourdieu) y define el nuevo génerode la autoficción, una forma que se hace cada vez másfrecuente en la escenacontemporánea. 1 Los arrícul de lasautorasfueron elaboradosen elmarcodel proyectoTrienalconsubsidio UBACyT 1998-2000dirigido LeonorArfuch "P j cas deidentidad,ev sujetosy 」ッセョゥ」エッウ de la diferencia",co sed en elInstituto Gmo Germaníde laFacultadde CienciasSo<::lalesde la UBA 16 U.OHOR ARFlx:H IdentidadeS,sujetasy su/:ljetividades 17 El capítulo de GiselaCatanzaroreconoceel giro "ltngürstíco'quelas prácticaspolíticascontestatariasde losúltimos añoshanvenido reivindi- candoen cuantoa la liberación de lasconstriccionesque, segúnciertos "materialismosrealistas"habíancaracterizadoa las identidadesdurante la modernidad(por ejemplo, el cuerpoy la determinaciónbiológica en el caso de laspolíticasde género),asícomoel valor otorgadoa la idea de construcción,de invención tdemítaría.Su lectura,sin embargo,plantea, síntomatícamente,que dichos desarrollosse dieron paralelamentea la consolidaciónde la nueva forma de abstracciónque suponela etapa globalizadadel capitalismo,por lo cual sepreguntasi una reconsidera- cíen crítica del conceptode "materia"y la recuperaciónde cierta tradi- ción del materialismono serian todavía necesariaspara deconstruirla fantasía queasociainmediatamenteinmaterialidadcon libertad y desli- zamientosin rocesen un mundo que, junto con los últimos "residuos" materiales,presumede habereliminadoel conflicto. En la SegundaParte.vlispacíourbano,memoria, identidad",Paola Di Corí. desdeuna mirada extranjerapero no del todo -la autoranació y vivió durantesu adolescenciaen BuenosAires, radicándoseluego en Italia-, analizael procesode refiguración de las memoriasde la última dictaduramilitar en laArgentina, en el marco internacionalde una jus- ticia globalizaday de un verdaderoénfasisconmemorativode aconteci- mientostraumáticos,como e! Holocausto.Aborda en particularla "insti- tucionalización"de la memoriaa través dediversasiniciativas de monu- mentalizaciónen BuenosAires (Parquede lamemoria,Museo del Holo- causto)y asimismoel rol de MemoriaActiva como movimientoarticula- dor de lasdemandasde ética yjusticia. TambiénGractela Stlvesmanaliza críticamentela instauración,en el espaciourbano,de esoshitos recordatoriosdel terrorismode estadoque adquirieronentidada partir de sendosconcursosllamadospor el gobier- no de laCiudadAutónomade Buenos Aires:el de un Monumentoa las víctimas y el de lasEsculturasde! Parquede la Memoria, ambosen un espaciocosterodel río de la Plata, cuyadimensióntrágica es depor sí significante.Una vez más seplanteanaquí los dilemasde laconstrucción de la memoria pública -en tanto puestaen sentidode la historia-, y la capacidadde! arte para instituirla, que tropiezasiemprecon los límites de la representación,tanto en términospolíticos como estéticos. LaTercera Parte de! libro,"Narrativasde ladiferencia" ofrece análisis agudossobre un tema aún poco trabajadoen nuestromedio: e! de la diferenciasexual.El capítulode Mario Pechenydescribey discutecinco hipótesisrelativas a laformaciónde la identidady a lasociabilidadde las personashomosexuales,en torno a la problemáticadel secretoy la dis- creción. La homosexualidadapareceasí como un secretofundanrede la identidad y de las relacionesinterpersonales,y consecuentementelos lazos desociabilidadse estructuransegúnmundosdefinidos en función del mayor o menorconocimiento/desconocimientodeesesecreto,cuyas fronterasson sin embargopermeablesy flexibles. Como en otros hori- zontesculturales,la crecientevisibilidad de un movimiento sociopoltü- ca gay y laaparicióndel sidafueronen nuestromediodecisivosen cuan- to a la flexibilización de lasfronterasentreesosmundos. En cuantoa Letícía Sabsay,proponeuna síntesisteórica, previa a la presentaciónde un estudio de caso,dondeseñalala importanciade la problemáticaparadar cuentade la construccióncultural de lasdiferen- cias yjerarquíasque estructuranel ordensocial,observandoque la decli- naciónde un imaginario hegemónicoen tomo de viejos lazos desolida- ridad, de por síasentadosen el modelo de la parejaheterosexualy la familia nuclear, se ha dado en paralelocon una mayor visibilidad de otras filiaciones. Desde estaóptica indagaen torno de la representación cultural de ladiferenciasexual en elcontextourbanode BuenosAires, a partir del análisisde algunosdiscursosmediáticos,jurídicos y publicita- rios, focalízandoen un casoparadigmático:los sucesosocurridosen el barrio de Palermoa partir de lasancióndel Código de ConvivenciaUr- bana, que dio lugar a encendidosdebatesen torno del estatutode los gruposde travestísy transexualesen cuantoal uso delespaciopúblico, poniendoen juego la propia idea de ciudadanía. En la trama intertextualde loscapítulos---cuya escrituraretomamás de una vez debatessostenidospor los autoresen diversosencuentros-, en e! diálogoentre teoría e interpretación,se vadelineando,con trazos de distinta intensidad,una visión matizadade problemáticascontempo- ráneas que norehuyeel conflicto ni la ambigüedad. PARTE 1 TEORÍAS 1/ I )I , , @ ",/ }' )) ',).. , Problemáticasde la identidad Leonor Arfuch En la última década.la problemáticade la identidady su despliegue plural, las identidades,se tomó recurrenteen diversosdominios acadé- micos -de la antropologíaa la teoría política o los estudiosculturales-, convocandotaruo a la indagaciónteóricacomo al análisisde casosparti- culares.Confluían en este renovadointerés,por un lado, los cambios ocurridosen el mapamundial (la disoluciónde losbloquesantagónicos este/oeste,la intensificaciónde los tránsitosmigratorios,el debilitamien- to de las ideas denación y ciudadanía,la fragmentaciónidentitaria y cultural que aparecía,ya tempranamente,como contracarade laglobalí- zación),por el otro, la crisis deciertasconcepcionesuniversalistasy sus consecuentesreplanteosdeconsrrucrívos. En cuanto al horizonte de los acontecimientos,el afloramientode identificacionesétnicas,regionales,língnrsrícas.religiosas,a veces eri re- torno a anclajesancestrales,a formas previasa la delimitación moderna de los estados-nación,amenazadasde cristalizaciónfundamentalistaッ セ N en buscade unamayor autonomía,searticulabaa otro relato multi¡>lica- I dar en el sitio paradigmáticode lasgrandesciudades:el de lasmtnorjgs. / grupalidadesy diferencias,cuyo rasgo distintivo era lacrecientecapací- ..i- dad deelección,su afirmación constitutivaen tanto diferencias.Identi- dadespolíticas no tradicionales,nuevasformas deciudadanía,ídemíñ- セ ⦅ Z ゥ ッ ョ ・ ウ etarias,culturales,sexuales,de genero,emergíancon ウセGウ、・Mj 2 mandasen el espaciourbanoy mediático,en pugnapor derechosy reco- nocimientos.lógicasde la diferenciacuya.prcljferación puedeconsíde- ⦅ イ セ イ セ N イ セ ウ ゥ エ ゥ カ 。 e-nterminosde una ampliacióncualitativade la democre- Co¡/el« \ZNセセN Hャ。ZセセLセQ_Y_jA⦅ーセNイセLLセオ⦅・ no suponenen sí mismasun 。 イ セ セ セ ッ U Q G セ G Q j ígüalítensmosino másbien un terreno de alta conflictividad, dondese libra una lucha ィ ・ ァ ・ ュ ョ ゥ セ 。 N I 22 Identidades, sujetasy subjetividades 23 A su vez, elcampo intelectualy académicodaba cuenta,muy sensi- blemente,de estepanorama.El debatemodemídad/posmodemídadini- ciado en los'SO en torno del "fracaso" de los ideales de lailustración, habíaabiertocaminoa un potentereplanteoteórico de losfundamentos del universalismoque nosolamentecomprendíaa lapolítica, a Josgran- des sujetoscolectivoscuya muertese anunciaba(el pueblo, la clase, el partido, la revolución...) sino tambiéna los "grandesrelatos" legitiman- : tes de la ciencia, el arte, la filosofía.La pérdidade certezas, ladifumina- ción de verdadesy valoresunívocos,la percepciónnítida de un decisivo descentramíemodel sujeto, de la diversidadde Josmundosde vida, las identidadesy subjetividades,aportó a una revalorizaciónde los"peque- ños relatos", a undesplazamientodel puntode miraomniscientey orde- nador en beneficio de lapluralidad de voces. Este giroepistémico,em- parentadocon lo que dio enllamarse "el giro língüísnco,'?se puso de manifiesto en diferentescamposdel saber.Aparecíaasí ponderadoun renovadoespaciosignificante,el de la narrativa,en Unadoble valencia: por un lado, corno reflexiónsobrela dinámicamismade produccióndel relato (1a puestaen discursode acontecimientos,experiencias,memo- rias, "datos", interpretaciones),por el otro, comooperacióncognoscitiva e interpretativasobre formas específicas de sumanifestación,Adquirían de estemodo singular desplieguela microhistoria, la historia oral, la historia de lasmujeres,el recursoa los relatosde vida y lostestimonios, los registrosetnográficos,los estudiosmigratorios, génerosliterarios y medláticos. 'El "giro lingülslico", que remite ala atenciónautorreflexivasobreel lenguaje,el discurso y la narración,alimentadopor vertientesestructuralistasy "post",desarrollosde la filosolta continental y anglosajona,trazó un espaciodondeconfluyen -sin confundirse-e,entre otros, el enfoquepragmauco/nananvode R. Rorry (1198911991), la reconceplualización de H,White (1973,11987] 1992)sobrela narrativahistóricaen cuantoa susprocedímíen- t05, a la luz de losestudiosliterariosy lingüísticos,la indagación,en diversogradodecons- tructíve, sobrela voz y la figura de s¡y del otro en la propia escrituradel etnógrafoo e! antropólogode e Ceeru,[1987J 1989;J,Clifford (1988)y G. Marcus, 1986, F' Rabinow ([19861 1998),Yotros.(Para unestudiocritico de! "giro lingüístico",ver E. Palti.1998).En cuantoal dominio de losestudiosculturales,configuradodesdesu origenen Inlegendaria Escuelade Birminghamen torno de laautorreflexiónsobree! lenguajey la sigruñcación.el rescatedevoces,narrativasy culturassubalternas,tuvo asimismoun singulardespliegueen los ultimes anos y unalocalizaciónen la cuestiónidcntitana(S Hall 1985 1990 1992 1992b, 1996; P Gilroy, 1996), tendenciaque searticula a la reflexión sobre ャ ・ セ ァ オ 。 ウ [ culturas"migrantes"en eltrabajode la corrientepostcolonial(H. Bhabha (ed)1990, 1994, 1996,E, Said.197Bayb,1986), En tanto privilegiaba la voz de lossujetosen supluralidad, los tonos divergentes,las subalternidades,la "otredad" -planteandoseasí como critica al etnocenrrísmo-,la apuestateórica por las narrativaspodtaser vista como una democratizaciónde los saberes,como una nueva Jerar- quía otorgadaal ámbito de lasubjetividad.De hecho,estospodríanser dos argumentosconcluyentesen su defensa. Perotambién,para algunos, estaperspectiva-muchasvecesdespectivamentesubsumidabajo el rótu- lo de "posmodemav,entrañabael riesgo de unaatomizaciónde lo social, de la pérdida de una idea decomunidad,de la disolución de identida- des y valores colectivos en lamirlada narcísísttcade lo individual. Más allá de la validez relativa deambasposiciones-quesólo amodo de ejemplopresentamosen cierto "binarismo't-,el hechoes que latema- tización en torno de la identidad/lasidentidadesasumióprontamenteen este contextoun carácterprioritario. Coloquios Internacionales,símpo- síos, seminarios,compilaciones,dossiersen revistasespecializadas,lí- neas deinvestigación,dabancuentade la felicidad y la dispersiónde esossignificantes,capacesde captaruna atenciónpormenorizadaen los más disímiles ámbitosde reflexión. Así, bajo estetítulo se cobijó tanto una indagacióncercanaa la teoríapolttíca (identidadespost-nacionales, nuevasfronteras, fundamentalísmos.cutdadantasmultículturales,mi- norias,nuevosderechos,replanteosde lademocracia,etc.) como la más recientede los estudiosde la diferencia (crítica feminista, estudiosde género,estudiosgay y lesbianas,etc.), diversascorrientesdela sociolo- gía, laantropologíacultural y la etnología,enfoquescanónicosy también ínnnovadoresde la historia, la critica literaria y los estudiosculturales. Un arco .mulrífacenco,de afortunadasconfluenciasdisciplinarias,que amplió enormementeel camponocionaly de aplicaciónde un concepto -el de tdentídad..que atraviesa,por otra parte, toda la historia de la filosofía. En efecto, el aire de lostiempostrajo aparejadala necesidadde rede- finición, al puntoque es ya casiimposible,en el léxicoacadémico,utili- zar la vieja palabrasin aligerarlade su cargaoriginaria -lo esencial,lo innato, lo idénticoa si mismo, lo que determina,lo quepermanece,etc.- y sin un replanteoen torno de suarticulaciónal plano de lasubjetividad contemporánea. A propósitode estereplanteoy en un artículo por demássugerente- 'Who needsídentuyj'' ("¿Quiénnecesitaídenudadvj-, StuartHall (1996) postulabala pertinenciade un debatea fondo sobrela cuestión,en una doble dimensión,teórica y política. Desde superspectivadeconsrrucnva de los estudiosculturales,se tratarla en principio de destotaltzar.de 24 lOOHOK ARFu(H Identidades,sujetosy subjetividades 25 poner "bajo borradura"el carácterpositivo del concepto,asumiendoque la línea quecancelasu significaciónoriginaria es la quepermitea su vez la relecturadesdeotro paradigma.Evocandoel pensamientoderrideano sobreel limite, el intervalo, la doble escritura,proponíauna utilización del término, a falta de otromás apropiado-que acentúejustamentesu contracara,la diferencia,el proces,) más que laconfiguración,supuesta- mente"natural" o "{undante". La ícentídadseríaentoncesno un conjun- to de cualidadespredeterminadas-raza, color, sexo, clase,cultura, na- cionalidad,etc.-. sino una construcciónnuncaacabada,abiertaa la tem- poralidad, la contingencia,una postcíonalídadrelacionalsólo tempera- ríamentefijada en eljuego de las dferencías. Pero ¿quésignifica esta temporara fijación? Elconceptopsicoanalíti- co de identificación, retomado,aun de modo orientativo, en su matriz freudiana (tla más tempranaexprest'm de un lazo emocionalcon otra persona',lazo de amor/odio, segúnel modelo edtpico}, apuntaa dar cuentade esarelación de desajuste,r ecesaríamenteambivalente,donde las partesno se subsumenuna en otra. "La identificación, afirma Hall (op.cit.tJ), es un procesode articula.tión. de sutura(. .) Hay siempre "demasiado"o "demasiadopoco" -un.¡ sobredetermtnacíono una falta, pero nuncauna adecuaciónperfecta,una totalidad", Esta imposibilidad de adecuación,ese desliz delsujetoen exceso odefecto-dicho de otro modo, su írrepresentabtltdaden una posición- permite desplegaruna concepciónno esenciaJistade la identidad,que enfatizala incompletud. el macabamíento,y por lo tanto, es mas apta para dar cuentade la cre- ciente fragmentacióncontemporánea,La dimensiónpolítica de la cues- tión, que el autor consideracomo tndísocíable,remitirá entoncesa la rearticulaciónde la relación entre sujeto y prácticasdiscursivas,a una capacidadde agencíamíentoque no suponganecesariamenteel retorno a la noción transparentede un sujeto/autorcentradode lasprácticas sociales. La preguntasobrecómo somoso de dónde venimos (sorprendente- menteactualen el horizontepolítico/mediatice)sesustituye,en estapers- pectiva, por el cómo usamosTos recursosdel lenguaje, la historia y la cultura en el procesode devenir más que de ser,cómo nos representa- mos, somosrepresentadoso podríamosrepresentarnos,No hayentonces identidadpor fuera de larepresentación,es decir, de lanarrativización- necesariamenteftcctonat., del si mismo, individual o colectivo. En este punto la cuestiónreencuentrael conceptode Hobsbawmde "invención de la tradición" más que la"tradición" en términos propios,con la tm- ponancíaque estotieneparapensarese famoso"retornoa las raíces" que resuenaauncon carga positiva entrelos estereotiposdel discursosocial Esadimensiónnarrativa,simbólica,de la identidad,el hechode que ésta seconstruyaenel discursoy no por fuera de él, en algúnuruversode propiedadesya dadas,coloca la cuestiónde la mterdtscursívídadsocial, de las prácticasy estrategiasenunciativas,en un primer plano. En esa dirección se orienta precisamentenuestrotrabajo, que propondráuna articulaciónentre paradigmas,si bien compatibles,no siemprepuestos en sintonía: del lado de! discurso, la analíttcade la temporalidady la narrativade PaulRicoeury el dialogismode Mljaíl Bajnn. de!lado de la (teoría)política, la reflexión en lomo de la diferenciaque compartenen buenamedidaErnestoLaclau yJudith Butler, situándoseambostambién "del lado del discurso".Articulación teórica que apunta,más allá de sí misma, a la construcciónde un marco de referenciaque permita refor- mular, en nuestropropio contexto de globaltzacíonperiférica, en un escenarioparadójicode modernización,hipercomunicacióny exclusión, la ínquíetanteprf'guntade Stuart Hall ¿Quiénnecesitaidentidad>,enfa- tizando su potencialdeconsrructívo.crítico y político. 1. La apuesta ética de la (identidad)narrativa El auge contemporáneode la/s narrativa/s,en la acepciónteórico! política que hemosseñalado,no essino un retorno-díferencíal,revalo- rtzente-a un tema clásico de lacrítica literaria cuyo anclajemítico fue sin dudael númerosobreAnálisis estructuraldel relato que Roland Bar- thesorganizaraa mediadosde losaños'60 parala revistaCommunicatio- ns. Más allá de lapropuestadel célebremodelo estructuralque haría furor entre críticos y estudiantesde Letras, habla en el artículo de su firma una percepciónnítida de la cualidaduniversaly configurativade la narración,casi como instituyentede lo "humano": "...no hay ni ha habido jamásen parte alguna un pueblo sin relatos-afirmabaBarthes ([19661 1970:9)-(...) el relato seburla de la buenay la mala literatura: internacional, transhistórico,transcultural,el relato está allí, como la vida...". Pero estacercaníade lacomparaciónno nevabasin embargoa la confusiónentre vida y relato: seinterponíaallí la divergenciade la tem- poralidad, la "ilusión cronológica"de un tiempo narrativo, difuminado en marcasreconociblesy específicas,"¿Hay detrásdel tiempo del relato una lógica intemporal?"se preguntabaBarthes. para responderensegut- da con una afirmación perturbadora:" ..la temporalidadno essino una clase estructuraldel relato (del discurso)", (op.cit.rz-l). 26 LEONOR セヲuch Identidades, sujetosy subjetividades 27 Essobreestashuellas,sobreestadoble intuición barthestana-----el rela- to como configurativode la experienciahumanay de la temporalidad- que PaulRicoeur desplegará,dos décadasmás tarde,su propia concep- ción, retomandoen el camino aportesde otros campos:"La temporali- dad -eñrrna-no sedejadecir en e!discursodirecto de una fenomenolo- gía sino que requiere la mediacióndel discursoindirecto de la narra- ción" (Ricoeur, 1985:435).3Si la temporalidadsólo puedeconfigurarse en e! relato, así como la propia experiencia(es válida aquí la relación entre"modelosdel relato", formasconsagradasde lanarración,y "mode- los de vida"), laimportanciade la narrativaen el campode lasciencias socialesaparececon toda nitidez: ella podrá dar cuentaajustadamente de los procesosde aurocreacíon.de las tramasde sociabilidad,de la experienciahistórica, situada,de los sujetos,en definitiva, de la consti- tución de identidades,individualesy colectivas. La reflexión en torno de la identidades precisamenteel otro gran aspectoprivilegiado en la obra de Ricoeur (1985, 1991). Su indagación concierneen principio a aquello que aparececomo un singular: el pro- ceso deindividualización, la identidad personal,aquel lugar en e! que nos reconocemoscomo"el mismo/lamisma" ¿Perocómoreconocerseen un "si mismo" cuandose estáatravesadopor la otredad.que estambién decir, la temporalidad?i..cuá1 es endefinitiva, el anclajeposiblede una identidad?Identidadtiene paraRtcoeur elsentidode una categoríade la práctica,suponela respuestaa la pregunta¿quiénha hecho tal acción, quién fue el autor? Respuestaque no puedeser sino narrativa, en el sentido fuerte que leotorgaraHannahArendt: responderquién supone "contar la historia de una vída"." Elautorabordadesdedistintosángulosestaproblemática,parallegar a su definición de identidad narrativa, asignabletanto a un individuo como a una comunidad,Ricoeur se proponeasi deslíndarsede la "ilu- sión susrancíahsta''de un sujeto "idéntico a si mismo", pero sin desaten- der sin embargoel principio esencialde! autorreconocimiento:"El dile- ma desaparece-afírma-si, a la identidadentendidaen el sentidode un 'Enefecto,"el tiempo" sólo puedealudirseen singular,esel acto dela enunciaciónel que va a instituir el "ahora", el presentecomo "fuente del tiempo", al decir de Benventsre ([1974J 1977), a partir del cual habrá un "ayer" y un "mañana" Y es precisamentela narraciónla queva a permitir el desplieguede losdistintostiemposen unacorrelaciónde sentidosegúnla trama. • Paul Ricoeur,1985,Vol Jll, pag 442. El autorremnea HarmahArendten un pasaje de La condición hUmana. (j974). mismo (ídem), sesustituyela identidadentendidaen el sentidode un sí mismo üpse): la diferenciaentre ídem e ipse no es sino la diferencia entre una ídenudadsustancialo formal y la identidadnarrativa". La "ípseídad''logra escaparentoncesal dilemade lo Mismo y loOtro, en la medidaen que se apoya enuna estructuratemporalconformeal modelo de identidaddinámicaque caracterizaa la composiciónpoética, la trama de un texto narrativo. El sí mismo apareceráasí reconfigurado por eljuego reflexivo de lanarrativa,y podrá incluir la mutabilidad. la peripecia,el devenir otro/a, sin perderde Vista sinembargola cohesión de una vida. La identidadnarrativase despliegade estamaneracomo una oscilación,un intervalo entreel idem y el ípse,sin fijarsedefinitiva- menteen uno u otro polo. La figura del intervalo -que reapareceaquí, mostrandosu actualidadteórica-es aptaparacaracterizarigualmentela tendenciaal cambio y a la interacciónentre las identidadescolectivas. La temporalidadmediadapOl; la tramaseconstituyeasí tanto en con- dición de posibilidaddel relatocomo en ejemodelizadorde laexperien- cia. La noción de identidadnarrativaavanzatodavíaun paso más, en tanto permiteanalizarajustadamenteesevaivén incesanteentreel tiem- po de lanarracióny el tiempo de la vida, pensarla compatibilidadde una lógica de lasaccionescon el trazadode un espaciomoral.5 El contar una (la propia) historia no seráentoncessimplementeun intento de atraparla referencialidadde algo"sucedido",acunadocomo huella en la memoria,sino quees constitutivode ladinámicamismade la identidad: es siemprea partir de un "ahora" que cobrasentidoun pasado,correla- ción siemprediferente-y diferida- sujetaa los avataresde la enuncia- ción. Historia que no es sino lareconfiguraciónconstantede historias, divergentes,superpuestas,de lascualesninguna puedeaspirara la ma- yor "representatívídad". Esta dimensiónnarrativa,que traza elarco de la temporalidad(pos- tula un origen, un devenir, figurasprotagcrucas.transformaciones,prue- bas cualtñcantes,sentidos,valoraciones)es especialmenteapta-como el modelo canónicode la novela- pataagudizarla percepciónde los pe- queñosdetalles,las tramasmarginales,las vocessecundarias,aquelloque, en lo particular, trae elaliento de lasgrandescorrientesde lahistoria. Es por esoque ha dado lugar a interesantesreplanteosde la Historia, con 'Un análisispormenorizadode estasrelactones.apuntandoa unarevisión teóricasobreel lema de laidentidad,}'un desplieguede laorientaciónética de lanarrativa,fue abordado por Ricoeur en Se¡ merne corrunc un nutre (199l ). 28 UOIj(IR AIlFurn Identidades,sujetosy subjetividades 29 mayúscula,y de otrasdisciplinasafines. Perouna escuchaatentade esas voces requiereel resguardode una posiciónde no ingenuidadrespecto del lenguaje,la enunciación,el uso de losgénerosdiscursivos,susretó- ricas, susefectos deverosimilitud. Lejos de toda idea detransparencia, de unahipotéticainmediatezdel yo, de unaespontaneidadde la palabra dicha, de una 'verdad"de la vida preexistentey anteriora la narración, el qué y el quién de la apuestaidentitariase delineajustamenteen la forma del discurso(consideradoésteensentidoamplio, como todaprác- tica significante),no solamenteen aquellosrelatos centradosen la (pro- pia) subjetividadsino tambiénen losmarcadosincluso con e! "efecto de real" mas canónicode lahistoria o la antropologta." ¿Dequé manerala forma del discurso,esa puestaen sentidode la narración apela en cuantoa la dimensiónética, aesquemascomparti- dos devaloración? En la perspectivade Rícoeur, es lamiradahermenéu- tica laquepermitearticulara travésde losregistrosde la temporalidady de laidentidadnarrativa,el mundodel texto y e! mundodel lector (con una mayor tensiónhaciae! mundoque hacia e!texto). la modelización que operaentoncese! relatosólo cobraraforma en el acto de lalectura(o apropiación),como conjunciónposible de ambos"mundos'", pero lo trasciende,hacia otros contextos,entre ellos, el horizontede la "acción efectiva". Es que la lectura conlleva un momentode envio, en el cual deviene"una provocacióna ser yactuarde otramanera" Por consiguien- te, la prácticadel relato nosolamentehará vivir antenosotroslas trans- formacionesde suspersonajes,sino que movilizará "una experienciade! pensamientopor la cual nosejercitamosen habitarmundosextranjerosa nosotros"." 6 Estaproblemáticafue abordadaen particularrespectode lahistoriapor HaydenWhite en Ei contenidode la forma, (1992_ Elautorretomaallí, paraanalizarlodentrode su campo de interés,el "efecto de real",que Roland Banhesdefinieracomounaestrategianarrativa del realismode "hacerverosrmtl". una astuciadel detalle nonecesarioparala tramapero cuya función esjustamentela de marcar,poneren evidencia,una conexióndirecta,inme- diata, con la "realidad",que autcntihcartael relato. (Cf Roland Barthes:·E:Jefectode real" en El susurrodel lenguaje,1987). 7 Rícoeuralude,en estaposibleconfluenciadel "mundodel texto" y el "mundodellector" _al---COri-cepiode Gadamerde fustónde horizontes,dondehayunapresuposiciónッ ョ エ ッ ャ セ ァ ゥ 」 。 de la referencia,como un otro del lenguaje,acentuandosu car:Í(terdialógico: "toda rele- renc¡a escorrefercncia".el. 0E_siL I-'.'!&., 147. " Paul ktcocur,op. cu Vol III roe. 447, Para Richard Rorty; quien, desdeotra óptica filosófica también toma el partido de la narrativa,esta experienciade habitar otros mundoses indisociablede la posibilidadde un progresomoral, en tanto la amplia- ción de! conocimiento.de losotros-y por ende,del sí mismo-se tradu- ciría en la extensiónde nuestracomprensiónde lossereshumanoscomo incluidos en un nosotros:"Este procesode llegar aconcebira los demas , sereshumanoscomo'uno de nosotros'y no como 'ellos' -afírma- depen- de de una descripcióndetalladade cómo son las personasque descono- cemosy de una redescnpcíonde cómo somosnosotros.Ello no es tarea de una teoría, sino de génerostalescomo la etnografía,e! informe perio- dístico, los libros de historietas,el drama documentaly, especialmente, la novela"." El reconocimientode este rol, quesupondríaparae! autor "un giro en contrade la teoríay hacia lanarrativa",se sustenta,sobretodo, en el valor otorgadoal descentramíenrode la vozenunciativacon pretensión de unicidad (teórica, filosófica) en beneficio de una pluralidadde pun- tos de vista,en "la renunciaal intento de reunir todos los aspectosde nuestravida en una visión única, de redescribirlosmedianteun único léxico". El privilegio otorgadoa estasnarrativasmúltiples-quetomarían el relevo deluníversalísmo-.comoaccesos másverdaderosal sufrimiento de quienestambiénson "nosotros"y como resguardoscontrala (propia) crueldad,esa posibilidad de coexistenciademocráticade diversos"jue- gos delenguaje", tomandola expresiónde Wittgenstein,seríauna de las condicionesnecesarias,segúnRorty, para una nuevacomunidaddomo- crétíco-líberal.Si bien estautopíaapuntaa la redeflniciónde losvalores comunitarios,sobre lodo e! de la solidaridad,su apuestaprincipal se juegaen el espaciode lo privado -queparaRony se rige por suspropios valores,aun contrapuestos-,como potencialidadde autocreacíonimagi- nativay crítica, a partir del conocimientomayor de la vida de losotros. 2. La pluralidad de los puntosde vista: dialogismo e interdiscursividad Una de lasconcepcionesmás lúcidasen cuantoal desplieguede las voces en e!plano de la ínrerdíscursívídad-plano por naturalezasocial- , es sin duda la de Míjaíl Bajttn. quien ha desarrolladoasimismouna exhaustivaanaliticade los génerosdiscursivos.En su perpecüva.definí- oRichardRorty, 1991,peg. 18. 30 l!:ONQR ARfurn íaentiaoaes,sujetosy subjetividades 31 da por sus seguidorescomo dialogismo, el lenguajees esencialmente ajeno, su densidadsignificanteestá hechade siglos dehistoria y tradi- ción, en definitiva, de otras vocesque casi han dicho todo antesque tenga Jugar la"propia" enunciación.No habráentonces,al producirse un enunciado,ningún Adán bíblico "dueño" de su palabra,sino más bien una pluralidadde vocesajenas-polifonía- que habitan la "propia" voz, asícomo el fluir mismo de lacomunicaciónen una lenguavernácu- la suponeen verdad unapluralidadde lenguas-heteroglosía-que remi- te a diferentesregistros,jergas,niveles, marcasculturalese ídenutartas. Esta doble pluralidad de la voz -en el doble sentidodel término- que introducela otredaden el corazónmismo del lenguaje,estaráya presen- te entoncesen el momentode producir un enunciado--que por defini- ción, serasiempredestinado,es decir,configuradopor y para un otro-, con lo cual, toda interaccióndialógica, toda interlocución,no importa e! carácterque éstaasuma(real/imaginaria,en ausencia!en presencia,etc.) se desplegaráen una refracciónsignificante muy lejos de lalógica del "uno más uno". Eldialogismo,como presenciaprotagónicadel otro en mi enunciadoaún antesque éste seaformulado -un otro prospecrívo, conocidoo hipotético,cuya expectativa,cuya reacciónde respuestaima- gino paraadelantarmea él- invierte así lostérminosde todaconcepción unidireccional,univoca, instrumental,de la comunicación-la famosa metáforadel transpone,del envío-y cancelaasimismola vieja distinción antinómicaentre sujeto y objeto, que marca, alternativamentesegúne! enfoque, la primacíade uno u otro en tanto puntosde mira: aquí se tratarásiemprede un vaivéndialógico, un protagonismoconjunto, una simultaneidaden el encuentrode ambasmiradas,pero cadauna situada, respectode laotra, en un punto diferencial e irreductible. En el limite, una razón dialógicacomo modo de relacionamientocon el mundo. Así, no es difícilentender,en el marco de lasproblemáticasqueveni- mos abordando,la notable productividadde la teoría bajtíntanaen el pensamientoy la prácticade lasdisciplinascontemporáneas,que excede en mucho las influencias, también notables,que tuvo a lo largo de su trayectovital 0895-1975)y su inmediataposteridad.Crucial paratodo pensamientode la diferencia,de la otredad,10 es en particular para la deconstruccióndel punto de mira onmíscíente,para laposición "autori- tativa" -que puededevenir sin penaautoritaria-de! lugar del saber/de! investigador.No es casualentoncesque uno de losdominiosmásconcer- nidos seaprecisamenteel del trabajo de campo,en su búsquedade vo- ces, testigos,protagonistas,y en sus múltiples variantes(antropología, etnografla,etnología,sociología,socio/etnollingüística,historiaoral, etc.). Si bien Bajun no se ocupó en particular de las "identidades",tal como habitan hoy nuestrosléxicos académicos,podemospensarlassin dificultad desdelas orillas del dialogismo: puntosde mira (diferencias) que seínrersectansimultáneamenteen situacionesde comunicaciónva- riables, contingentes,nunca"jugadas"de antemano.Porquetoda identi- dad -o ídennñcacíon-,en tanto relacional,suponeun otro queno es"lo mismo" y a partir del cual puedeafirmar su diferencia, Ninguna estará entoncesdeterminadaen sí misma, en una clausuradesdela cual se enfrentaráa otras. El vaivén, el intervalo, la oscilación, la hibridación, esaconstitutivapluralidadde cadaposiciónde enunciaciónque señalá- ramos más arriba, vuelven a apareceraquí como los significantesmás apropiados.Pero trmbiénhay un límite en lateoríabajüniana,que algu- nos de sus buenoslectoreshan señalado,lO en el sentidode un escaso desarrollode la ca-rtlícrívídad dialógica, si pudieradecirse. En efecto, sin equiparar"díak gtsmo" o "polifonía" con un simple democratismo, con unaespeciede derechouniversala participarde modo igualitario en el ruedo de las voce--esasería una'lecturano sólo empobrecedorasino distorsiva-es verdadque el autor dejó apenasesbozada-quiza por su propia condición, por su escriturade "perseguido",como la definiera Paul veyne-la cuestióndel poder, la pugna,aquello que, más cerca de nosotros,podemosdefinir hoy corno.lahegemonía,En esteumbral,y en torno de esteconcepto,de notableproductividady dispersiónen la esce- na contemporánea",se despliegajustamentela reflexión sobre la dife- rencia desdela teoría política que es e!tercer eslabónen nuestraarticu- lación. 3. Lógicasy politfcas de la diferencia Si la redeñnícíonactual de lasidentidadesen términosno esencíalts- ras lleva aconsiderarlasno como una sumatoriade atributosdiferencia- les y permanentes,sino como una posíctonalídadrelacional,confluencia de discursosdondese actualizandiversasposicionesde sujeto no sus- ceptiblesde ser fijadas más quetemporaríamenteni reductiblesa unos pocossignificantes"claves", esa fluideztdenutaríase transformade in- 1" Mate Angenot (1989), " Nos referimosa la tcorla de la hegcrnoníuque formularan ErnestoLaclau y Chanml Mouffe, sobre lashuellasdel conceptogrcmscíano.en Hegemoníay cstretcg¡esocialista (1988). 32 Identidades,sujetosy 5ubjetividadf15 33 mediatoen un objeto polémico. sobre todo en la esferade la acción: ¿cómoarticular lo que permanecey lo que cambia,cómo formular, en talescondiciones,un proyectopolítico, cómo afirmar la consistenciade un "yo" o un "nosotros"? En la perspectivade Ernesto Laclau.quien ha reflexionado extensa- mentesobreel terna, estacuestiónse inscribeen un debatemayor, el de fa tensiónentreuniversalismo/particularismo,que seexpresaen el juego de las diferencias. Parael autor, es quizá la crisis de los valores universa- les, identificadoscon el ideal iluminista, la "muerte" de un Sujeto con mayúscula,actor, garanteo fundamentotrascendentalcapaz deencarnar la voluntad colectiva, lo que caracterizael pensamientocontemporáneo de ladiversidad,como aperturaal reconocimientode una pluralidadde sujetosy subjetividades.Pero ese"multículturalísmo"no lograevadiruna disyunción problemática:si, por un lado, la pérdida del fundamento (identificado con el etnocenuísmo)otorga una mayor autonomía,un margenmás amplio al desplieguede lo particular, 10 particular nunca consigueenunciarsecomo pura diferenciasino que está enuna relación constitutivacon un otro, relaciónque por lo tanto debeser reguladapor normasque lostrascienden.En tanto la demandade un grupoencuentra siempreun punto de articulacióncon otras, ese principio articulador sólo puedejustificarsesobrebases,aun en cierto grado, universales,De este modo, toda diferenciase halla"interrumpida",en algún momento, por una cadenade equivalenciasy de igualdad. Esta lógica,bien reconocibleen el escenariode la lucha política, hace que el intento de afirmación de una identidadesté confrontado,según Laclau. a unadoble disyuntiva: o bien el grupo persisteen suindividua- lidad, con el peligro de folklorización o de devenir en ghetto, o bien arriesga sudiferenciaenla articulacióncon otrasfuerzasenpugna.Disyun- ción que sólo pareceresolverseen "intentosprecariosy contingentesde mediación",y que trae aparejadala cuestiónde lahegemonia:en tanto la pugnaentre identidadesdiferencialeses una lucha hegemónica,todas ellas se ventransformadasen esalucha, lo cual suponeun procesoinevi- table dehtbndtzacíon." Si la pérdidade fundamentoconlleva una idea de laidentidad"dé- bil", que la hace másvulnerable-cuandono inoperante-para la lucha poltuca.estacuestiónse tornó decisivaen el debatedel feminismoposl- esrructuralísta.En efecto, la deconstruccióndel núcleo fundentede la "ErnestoLaclau, 1996. oposiciónhombre/mujer.con susatributosasociados,lleva aun deseen- tramientode la identidad"femenina"concebidaya no como "lo que es" sino como lo que no es,negatividadldífférencelven cierto modo insos- tenible como pura diferenciaen una demandareivindicatoria.Ante este dilema, se planteóla alternativade -ma fórmula no del todosatisfactoria pero con cierto valor heurístico:la de.'"esencialismoestratégico"(Gayatri Spívak)-retomadatambiénpor Laclai.-, que remite, por un lado, a una política de identidad fuerte, apta para el cálculoy la acción, pero al mismo tiempo,en tanto su definición es'-stratégíca",no constituyeun a priori sino que searticulasegúnciertoslím tes yen función de supropia contingencia. De estas líneas deargumentaciónse derív,' la necesidadde redefini- ción de los términos involucrados(universalismo/particularismo),que aparecencon una modulacióndiferentede la consagradapor la moder- nidad: no ya como valoresabsolutossino contextuales,segúnel postula- do derrideano(no hayverda.I,valor y hastasignificado fuera deun con- texto, pero a la vez, no hayccntextcs"saturables'L'vDesdeestaaplica,la "universalidad"alcanzadaen un momentodado no deriva de una esen- cia ni es tampocouna idea reguladoraque, aunqueutópica, conlleva una orientaciónteleológícainequívoca,sino una articulaciónmomentá- nea de lasdiferenciasen lomo de "algoidéntico" que sólo puedeser un lugar vacío, la "pura, abstracta,ausenteplenitud de la comunidad,que carecee..) de toda forma directa de representacíony se expresaa sí misma a través de laequivalenciade los términosdiferenciales"l' Si la función de lo universal es aqui la de introducir cadenasde equivalenciaen lo que de otro modo sería puramentediferencial, su lugar, aunque"vacío", es"ínerradícable".Laúnica"solución"de estaaporía (la no aceptaciónde contenidosa priori universalesy tampocoel juego libre de los particularismos)es entonces,segúnel autor, mantenerla dimensiónde universalidadpero articulándolade un modo distinto a lo particular, no como un a priori sino como un resultadode lascadenas contingentesde equivalencias. Jl El conceptode différancc introduce,a travésde una alteraciónde la escritura(sobrela forma del francésdifférence),unanuevasignificación,quecombinaespaciamientoy tem- porización,lo diferentey a su vezdiferido, un deslizamientoquemantienesiempreabierta la posibilidadde nuevassignificacionesy contextos-y por lo tanto,de diferendos- hacien- do imposiblela clausuradclsenndo.Dernda]. "La différance", 1971 pags.49-81 "JacquesDerrida. "Firma, acontecimiento,contexto"en Márgenesde la filosofía, 1989. "ErnestoLaclau, op. en pag, 104, 34 UONOR ARFU(H Identidades,sujetasy subjetividades 35 La propuestade laclau apareceasí como un resguardoteórico ante esadoble evanescenciade losvaloresuniversalescomo fundamentoy de la identidadcomo una positividad esencial,que constituyeel tronco común de la crítica contemporáneaal fundacíonalísmo.Frentea posi- cionesque defiendenla plenacontingencia,como la de Rorty(contin- gencia del yo, del lenguajey de la "comunidadliberal"), Laclau postula una especiede intervalo (y aquí vuelve areaparecernuestraya conocida figura), un umbral de índecídíbtlídadentre los dos términosen juego: en tanto lo particularsólo puederealizarseplenamentesi seredefineen constanteaperturahacia lo universal, una relativa universalizaciónde los valores,no como determinaciónprevia perosí como productocon- tingente,esnecesariacomo base deuna posiblehegemoníapopular. Por otra parte, la concepciónde lo particularcomo productode una inelu- dible htbrtdízacíonno suponeobligadamenteuna "pérdida" de identi- dad sino quizá una aperturaa nuevasposibilidades. Esta concepcíondinámicade lasidentidades,como reartículacíones constantesen un campode fuerzasdondealgún particular pugnapor tnvesurse,aun precariamente,del valor de louniversal-unade las defi- niciones posiblesde la hegemonta-,no solamenteconcierneal resulta- do, siempreimpredecible,de esaconfrontación,sino incluso al juego mismo en elcual necesariamentese transforman.Lejos deconfiguracio- nesestáticaso totalizadoras,lo que seponede manifiestoes ladimensión conflictiva de todaidentidad-conflícuvídaddialógica, podríamosdecir, volviendo a Bejun-. sucarácterno dadoni gratuito en elsentidode una meracoexistenciacon otras:una identidadque pretendieracontinuartal como es,mantenersesin cambios,correríael riesgo demarginalizacióno de cristalización.El componentede la temporalidadapareceasl doble- mentejerarquizado:como aperturaconstantea nuevasarticulaciones,en esaíterabíhdadque esconstitutivadel signo (sucondiciónde serreitera- ble en otros contextos)"y como remisión a una historicidad. En este sentido, lo universal,en el ideal iluminista, será vistojustamentecomo uno de los juegosde lenguaje(un particular), construidopor actores sociales,queen un momentohistórico pasa a serhegemónico.Pero, en la medidaen que este hechocontingentese haincorporadode talmaneraa 16 jacquesDerrida, op. cit., l.a íterabthdadremite tanto a la posibilidad de ocurrencia múltiple del signo en su realizaciónefectiva en uncontexto (ocurrenciadiferencial que Peirce denominaratoken, respectodel "modelo" abstractodel signo [typel), como a su deriva fuera de unhipotéticocontexto"original" y por ende,a su transformación.virtual- menteilimitada, en otroscontextos. nuestrosistemade valores que haadquirido un predominio"natural",su abandonoliso y llano socava,paraLaclau, losfundamentosde unasocte, dad democrática.La alternativaentonceses, nuevamente,el recursoa algún tipo de universalismo(por ejemplo,el de losderechoshumanos), sin perjuicio del reconocimientode sucarácterhistórico y contingente. Estaúltima cuestión,que apareceen su ensayo críticosobrela "utopía Liberal" de Richard Rorty,podríaser pensadaincluso en sintoníacon el conocidoprincipio de laarbitrariedaddel signoque formularaSaussure. El signo esarbitrario en tanto inmotivado,por cuantoningún lazo "natu- ral" une a unsignificantecon su significado, pero una vez establecida, esa relación es necesaria,justamenteporquesuponeel reconocimiento, sin el cual se subvertiríael orden del sistema.Sin embargo,es en los usos, en la trama incesantey siempreabiertade la interdiscursividad social, dondeestarelaciónpuedeser transformada,dar lugar adesplaza- mientosy dislocaciones,en definitiva, a nuevossignificados. En el mismo ensayo, Laclausometea crítica laconcepciónde Rony sobrela independenciade losespaciospúblico y privado a la que aludi- mos más arriba, Allí sepregunta:"¿Esrealmenteel reino de laautorrea- lización personalun reino privado? Lo sería si estaautorreahzacióntu- viera lugar en un medioneutral en el que losindividuos pudieranpro- seguirsin impedimentosla realizaciónde suspropiosobjetivos.Pero este medio es,desdeluego, un mito."!" En tantosometidaa reglas,obstáculos y fuerzas que son de!ordende lo social, no haylucha,o, para decirlo en términosde la narrativa, no hay peripecia,por más "personal" que se presente(y el autor recuerdaaquí el célebreadagio feminista, "loperso- nal espolttíco'') que no involucre, aun de modo "radicalmentedisconti- nuo C-..) y sólo a través dearticulacionescontingentes"!",e! espaciode lo público. Estaafirmación, que retomaen cierto modo la idea bajtiniana de una interaccióndialógicaentreindividuo y sociedady da por sentada la interdependenciaineludible entreambosespacios,avanzatodavíaun paso más, hacia elconceptode un "republicanismoCÍvico múltiple": el reconocimientode la existenciade variosespaciospúblicos.'? 17 ErnestoLeclau, "La comunidady susparadojas:la 'utoptaliberal' de Richard Rorty" en op. en. (1996) pag_ 20S. '" ErnestoLaclau, op, cit, pag 208 10 La idea de espaciospúblicos plurales también fue enunciadapor Habermas,en su prólogode 1990a laediciónen inglésde suclásicoHistoriay crítica de laopinión pública, {Barcelona,GustavoGiliJ, como una reelaboraciónde su propio conceptoa partir de la lecturade la influyente obra de Mijatl Bajun. La cultura popularen la Edad Media y el Renacimiento,que aportabaunaperspectivapolifónica a la consideracióndel tema. 36 LEONOR ARfUCH Identidode5,sujetasy subjetividades 37 Reapareceaquí la noción de campo de fuerzas,dondeel ejercicio mismo de lapersuasión(como modalidaddeseableenla"utopía" demo- cratíco-Iíberalde Rorty) tambiénsupone,para Laclau, elconflicto y has- ta unaciertaviolencia. Posicióncompatiblecon la idea deunaperforma- üvidad del lenguajecomo registro esencialde la acción humana(esa fuerzai1ocucionaria,para evocar el célebre concepto de Austin, que hace del "decir" de toda enunciaciónun "hacer")." La mismatensiónentrelo que aparecenaturalizadocomounaidenti- dad esencialy su construcciónperformativaatraviesa,parajudítb Butler, desde su perspectiva feministapost-estructuralísta.la cuestióndel géne- ro. En un recienteintercambioteórico con Laclau", la autorapuntuali- zaba dosaspectosde la concordanciaentre ambasreflexiones: por una parte,en tanto el génerono esuna esenciaestáticani una"profundidad" sino una reiteradasanciónde normas,el término que reclamaparasí la representaciónde una realidadpreviaproducererroacttvamenteesaprio- ridad como un efecto; por la otra, cada estructuradeterminadaalcanza su determinaciónpor repetición(tterabílídad)y, por ende,estásometida a diversascontingenciasque ponenen riesgo elcarácterdeterminadode esaestructura.En otros términos,parael feminismo "el génerono repre- sentauna profundidadinterior sino que produceesainterioridady pro- fundidad performatívamente.como un efecto de supropia operatoria" (nuestrosubrayado).Así, la sociedadpatriarcalo los diversosmecanis- mos dedominaciónmasculinapuedenser vistos no yacomo"totalidades sistémicas"sino como "formas hegemónicasde poder que exponensu propia fragilidad en la operaciónmisma de su nerabílídad''."la tarea estratégicapara el feminismo, en esta perspectiva,seráentoncesla de explorar(y aprovechar)la emergenciade esasocasionesde fragilidad. Pensarla dimensiónconflictiva de las identidadesen su diferencia trae, como contrafiguracasi obligada,la cuestiónde la igualdad:¿podría postularseuna igualdadde lasdiferenciaso habríaalgunasinaceptables o "no pertinentes"?y, en esteúltimo caso, ¿cuálesseríanlos criterios de exclusión?el diálogo Ladau-Butler,convocadoprincipalmenteen torno de estosinterrogantes,aporta algunasideasal respecto.Para lateórica '" Remitimos,efectivamente,a john Austin y su Cómohacercosascon palabras. "JudithButler, ErnestoLaclau, ReinaldoLaddaga,'The uses ofEquality" en ütacnt¡csVol 27:1,1997,Pags 3 a 12. llJudith Butler, "Further reflecuonson conversanonsof our time", en Diacritics Vol 27:1, 1997, pago H. feminista,hay una distinción necesariaentre"ínclustvtdad"e "igualdad", la primeraoperacomo un ideal irrealizablepero que gobiernatodo pro- yecto de"democraciaradícal'?'(no esposible,a riesgo depsicosis,nin- gunaconformaciónsocial, cultural o política sinalgún tipo de exclusión "constitutiva"), la segunda,en tanto redescnpciondel conceptoclásico, no suponeunasimple "equalízacion"de diferenciasdadassino un juego siempreabierto, dondealgunasexclusionesson inevitables. Para Lacleu, quecoincideen cierto modo con estaposición,no sola- menteambostérminos(igualdady diferencia)no seoponensino que la ampliacióndel campodel segundoesuna precondiciónde laexpansión del primero. Por ejemplo,el reconocimientode losderechosde todaslas minorías nacionaleses un modo de afirmación de una igualdadentre ellas quesuperael puro particularismo.Sin embargo,la necesidadde exclusiónestá inscriptaen la estructuramisma del acto dedecidir. En tanto es imposiblesaldarla cuestióncon una lista de las "clases de dife- rencias" queseríaninadmisibles,el criterio al respectono estaríadadode antemano,como respuestadescontextualízada.sino en relación allocus de una multiplicidad de luchassociales. Vistodesdeestaóptica, el libe- ralismo es, a lainversa,"un intento de fijar el significadode la igualdad entreparámetrosdefinidos (el individualismo, la distinción rígida entre público y privado, etc.)" , los cuales, enrealidad,estánlimitados históri- camentey en muchosaspectos,pertmídos." 4. Recapitulaciones Recapitulandonuestroitinerario, esta puestaen sintoníade voces teóricasdiversas-que podría definirse como articulación, en tanto su relación no esnecesariani remite a unaevidentecontigüidaddel cam- po-, nos permiteahoraefectuaralgunosseñalamientos. En primer lugar, reafirmar la pertinenciade abordarla problemática ídenutaría,tanto a nivel reflexivo/analíticocomo en el trabajode campo, desdela perspectivamúltiple que ofrece laconceptualizacióncontempo- ráneaen torno de la narrativa, fundamentalmentepor cuanto tiende a subrayarla apuestaética inherentea su funcionamiento-desdeel prin- cipio de los tíempos-.su caráctermodelízadorrespectode conductas, "Buller remite aqui al conceptodelineadopor E. Laclau y ChantalMouffe, sobretodo en Hegemonyand SocialistStrategy:Towardsa RadicalDemocraticPoltncs.([98S). "E Laclau,en Buuer. Laclau, Laddaga.op. cit. pago 8. 38 ャeHjiャoセ ARflJ{H Identidades, sujetosy subjetividades 39 sentidosde la "vida buena" al uso, dimensionesde la experiencia,en definitiva, de todo aquello que aportaa la reproduccióndel orden so- cial. Proponiendodiversos tipos derelación entre lo público y lo priva- do, lo individual y lo colectivo -dosregistros deningunamaneraantinó- mícos-.dicha perspectivaestá lejos desuponeren si mismauna desagre- gación"posmodema"en el sentidosesgadode pérdidade valorescomu- nitarios o mera proliferaciónde subjetividades-eunqueel espaciopú- bltco/medíatíco/polrtícoofrezca hoy al respecto un panorama poco alen- tador. Porelcontrario,en cuantoa saber,escuchar,aprenderdel otro, su papel-dondela novela no deja deconservarsu primado-, en la doble valenciaque hemosseñalado,es casiirreemplazable.as Ensegundolugar,y asumiendola dimensiónnarrativo/discursivacomo conflguratívade la identidad,enfatizarla cuestióndel lenguajecomo un registro activo de lainvestigación.Dicho deotro modo,problematizarsu "transparencia",la tendenciaa la naturalización,el asumirlo como un objeto dado, mero soportede la argumentación.Por el contrario, y en particularen relación a nuestratemática,adquierenuna gran densidad significantelos léxicos, lasinflexiones, los registros,lasjergas,las tonali- dades,así como el plano enunciativo,que marcaen el discurso una posición de sujeto (individual o colectivo), un lugar en la red de la ínterdíscurstvídedsocíal. La dimensiónperformaüvadel lenguaje,así como la operaciónmismade lanarracióncomo puestaen sentido(espa- cio/temporización,puntosde vista, desplieguede la trama) son asimis- mo decisivasen toda afirmación identitariay por ende,en todo intento analítico de interpretación. La concepciónbajtinianatiene, por su parte, la propiedadde integrar estosaspectos,que remitenen algunoscasos asaberesbastantetécnicos, en un horizontemayor de intelección,que podríadefinirse, sintetizando sus múltiples vertienteseruditas,como filosófico/cultural. Su sorpren- denteactualidad,manifiestaen innúmerasrefracciones-para usar una palabracara a suléxico- en todos los camposdisciplinaresafines y más aun en losmuludísctpltnares.es tanto teórica como política: una pers- pectiva quepermite pensar, apartir de laperipecialiteraria o de la dtna- "En esadoblevalenciade lanarrativa(comoautorreflexiónsobre lospropiosmecanismos de investigacióny de escrituray como análisisde diversoscasos/corpusnarrativos),los camposmás permeablesparecenserel de laantropologíacultural, el de lahistoriaen sus múltiples variantes,el de los estudiosculturalesen la ltnea de susdiversasvertientes anglosajonas,as! como el de la critica post-colonial, Iemtntsta.de géneroy el de los estudiosde la dilcrenclasexual. mica interna del discurso,las relacionesíntersubjenvas,la discursividad social,el trabajode la ideología,la pluralidadde lospuntosde vista y su tnstrrnsecaconflictividad. En efecto, el"dialogismo", que ha dejadouna marca indelebleen la reflexión política actual, lejos está depoder ser interpretadocomo una propensióna la armónicaconfluenciade posi- ciones, alacuerdo,aun como figura utópica.Lo que enfatizamásbien es la otredad,la diferenciacomo constitutivade todaposición,(que podría ponerseen sintoníacon el "exterior constitutivo" Derrída/Laclau)en de- finitiva, el valor de esadiferencia.El paradigmabajtinianoestá asímuy cerca, como vimos, de lasconcepcionesno esenctaltstasde la identidad, y también,en lamisma lógica, de la idea dedemocraciacomo conflicto más quecomo consenso,una de lasencrucijadasfilosófico-políticasde estos tiempos. En efecto, y yendo a nuestro tercer señalamiento,la discusiónen tomo de las identidades,los particularismos,la rnulrículruralídad,ese desplieguecrecientede las diferencias,involucra directamenteun re- planteode la democracia.¿Puedenmantenerselas viejasconcepciones, apenas"aggiornadas"a losacontecimientos?¿Es válida sudefinición clá- sica en tiemposde globalización?¿Quéalternativasse planteanpara el reconocimientode lasminorías,los nuevosderechos,los clívajes no tra- dicionales de lassociedadescontemporáneas?Si bien hayposicionesdi- versas ante lacuestión,éstaspareceríanpolarízarseentrela adhesióna la idea consensual,ligada aun cierto ejercicio dialógico calificado, como en el caso deHabermas,y la aceptacióndel conflicto como reglaconsti- tutiva del régimendemocrático. Talescuestionesse dirimen hoy en un escenariodonde,segúnjac- ques Rancíere. la filosofíapareceintentarcolmar el silencio de lapolní- ca, su retiro de loslugarescanónicosde deliberación,en tanto hay poco paradeliberarya que lasdecisionesseimponenpor si mismasen estricta obedienciaa lasexigenciasdel mercadomundialy en pragmáticaevalua- ción de costosy beneficios. "La restauraciónde la filosofía política se declara así-añrmael autor-, al mismo tiempo que el abandonode la política por sus representantesautorizados"."Pensandodesdela lógica diferencial del conflicto, Rancíerepostula la figura del desacuerdo-ní desconocimientoni malentendido,sino una especie deintervalo entre entendery no entenderlo mismo aunquese hableel "mismo" lenguaje- como una de las formas decaracterizarla incoincidenc¡aentre los gran- 2.; JacquesR.andere,1996,pag 6. 40 UONOR ARfl)(H Identidades, sujetosy subjetividades 41 des temasde la teorizacióncontemporánea-los nuevosderechoscívicos, la tolerancia,la virtud, la igualdad,la emancipación-y el horizontede lo "real" que insiste contoda su crudeza:la acentuaciónde la pobreza"in- terna" en los paises, laconfiguraciónglobalizadade laexclusión-consus "nuevas"definicionesidentitarias(el "ocupante",el "ilegal", el "clandes- tínorj-, las tragediasmigratorias,el rebrotede viejasy nuevasxenofobias. Esta contracaraparadójicade laglobalización--cuyo "modelo" parece haber tomado el relevo del universalismo-se complementa,segúnla mirada tambiéncritica de Slavoj Zizek ([199711998), con la figura del "multtculturalísmo"como la ficción política necesariaa la expansiónsin lrmnes del capitalismo:un conceptodietético,que apuntaa reafirmar la "buenaconciencia"etnocéntnca(o eurocéntríca)legislando-sólo en la letra- sobreel respetopor el otro y el reconocimientode ladiversidad. La problemáticaIdenutanasedespliegaasí en un arcodilatadoqueva del horizontede losacontecimientosa la reflexión fllosoñco-poltríca.de lo personala lo colectivo yaun,a ese límite de lo"colectivo" quesugieren las des/identificacionesaludidaspor Ranctere. Sin serequiparables-no se debeconfundir la fluidez identitaria inherentea cada posición de sujeto con el efectomultiplicador que se haproducidoen el escenario .polttico mundíalv-ambosaspectospuedenser analizadosno obstantea partir de! mismo marco conceptual. Es sobretodo en e! espaciomediático-y su expansiónsin límites en las redesde lahtpercomunícacton-que laafirmación (y la pugna)de las diferencias convocaobhgadamentea la articulaciónentre público y pri- vado, entre los mecanismosnarrativosde la identidadpersonaly su in- dudablevalenciacolectiva, aspectoque también nos interesadestacar. Sin pretensiónde enumeraciónexhaustiva,podría decirsehoy que e! rasgodominantede esteespacioesjustamentela "escalada"de lasubjeti- vidad, la primacíade lo íntimo/privadocomo tópico vehiculizadoa tra- vés de los másdiversosgénerosdiscursivos,de los máscanónicosa los nuevoshíbridos que involucrana la polníca-espectaculo.a la exacerba- ción casi obscenade lo auto/biográfico.al primadode la"pequeñahisto- ria" aun en el horizonte informativo, a la peripeciapersonale íntima como fagocitaciónpública, del talk-show a la "vida en directo" " Régme Robin (1996) adveníajustamentesobreel deslizamientoteórico que supone hablarde la "fluidez" identitariaen términosde Ricoeur y en lostérminosen que aparece designada,en el horizontede la actualidad,la reconfiguraciónde lasidentidades(étnicas, religiosas,culturales,etc) en el marcode la globahzacion. ¿Cómo leerentoncesesta tonalidadde la subjetividadcontempera, nea, sin caeren la tentaciónde! juicio a priori, de la famosa "lista" de las diferencias(de lasnarrativas)"buenas"o "malas">.Porqueel panorama actual se dibuja, aun anacrónicamente,sobreel trasfondode esedes- afuerode 10 socialqueya hace más deveinte años seanunciaba,en tono apocalíptico,como el "declive" del espaciopúblico/políticode la moder- nidad anteun tenaz individualismo narcisistade lo privado (Senneu).o como la perdidadel raciocinio crítico de laopinión públicapor el deve- nir publícísucoy personaltstade la política (Habermas).Dilemas de la vieja antinomiaentre público y privado -desvalortzanrede su segundo térmtno-, que la configuraciónglobalizadacoloca definitivamenteen cuestión:ya no esposible mantenerese umbral topológico, esaespecie de divisoria de aguasque prescribiríalo aceptableen uno y otro registro, como lo estableciera,ya bajo la figura de laparadoja,la constitución misma del orden burgués."La, visibilidad a ultranza, la propia pnvact- dadbajo cauciónde redesintangiblesde todo tipo -ínformancas,satelí- tales, devigilancia, de cruce de datós-,como la hipnótica atracciónde las pantallasen tanto registro inequívocode la "realidad" ancladoen el corazónde lo doméstico,hacenen verdad índiscemíblesunos y otros límites. - Esta mdecidíbilídadde amhasespacios,que nos traenuevamentela figura del límite en suambigüedad,así como la del intervalo y su oscila- ción, que sin fijarseen uno u otro punto los involucra constantemente, permiteconsiderara estasnarrativas-sín perjuicio de evaluacionescríti- cas puntuales,tan significantes-y podríamosagregar, tan sintomática- mentesignificantescomo otras,quizá másjerarquizadas(literarias, testi- moniales,artísticas,sociológicas),paradar cuentadel procesoactual de reconfiguraciónídentítana,cuyosregistrosse entremezclanen eldevenir sin pausade la discursividadsocial (y "global"). Procesoque quizá no debainterpretarsecomo una pérdidade losespacios"clásicos",sino más bien como una delimitacióncambiante,como una nuevaescenade plu- ralismo (variosespaciospúblicosy tambiénprivados),como una atesta- ción de autonomíaque no necesariamentecontradiceuna Idea decornu- lB HannahArendt analizabaesaconformaciónparadójicaa partir del conceptode visibili- dad "Comparadascon la realidadde lo visto y oido, lasmayoresfuerzasde la vida íntima (..J llevanuna inciertay OScura existenCiahastaque setransforman,desmdívídualizadas, comosi dijéramos,en unaforma adecuadapara la exhibiciónpública, La máscorrientede esastransformacionessucedeen lanarraciónde historias " (el subrayadoes mio) ([1958] 1974:74), 41 ャQNPQAoセ Anurn Identidades, sujetosy subjetividades 43 nidad. Y es probablementeen esapluralidadde narrativas,de voces, de sujetos,en esadimensiónpolifónica compatiblecon [aconcepciónbejrt- niana, donde puedaaprehendersecon mayor nitidez la lógica "abierta" de la diferenciaen su conflictividad constitutiva. Podemosretomarahorala preguntade StuartHall, no tanto para aven- turar posiblesrespuestastranquilizadorassino por el contrario,paraque asumaaquí, en nuestropropio contexto, su cualidadperformativade interrogaciónjunto al matiz irónico de supotencialcrítico. ¿Quiénnece- sita identidad>,seguramente,todos nosotros,en tanto debateaún pen- dienteen el campointelectual,académicoy poluico, en tomo de nuestra idea contemporáneade nación, de lasnarrativasque puedenhoy repre- sentamos,no ya en el viejo sentidoesencíalístade "quiéneso cómo so- mos (losargentinos)"sinoen lo quevamosllegandoa ser, en losinnúme- ros desplazamientose identificaciones,en la dislocaciónradical que los últimos acontecimientoshan producido, poniendoal descubiertotanto el rostro dramáticode un nuevo país como la inmensadificultad de su definición. En estesentido,si en losúltimos anos hasido perceptiblela emergen- cia cadavez mayor de diferenciasafirmadasonrologtcamentecomo tales (étnicas,culturales,etarias,religiosas,sexuales;de género)que seexpre- san "positivamente"a través de luchas retvíndtcattvaspor el reconoci- miento, tambiénha ido saliendodolorosamentea la luz un paisajeextre- mo de diferenciasmarcadaspor la desigualdady la exclusión,que pone en cuestión los fundamentosmismos de la democracia.Pero aún esas identidades,que la categorizaciónsociológicay estadísticatrata deapre- hendera través deíndicesescalofriantesde pobreza,indigencia,margí- nalidad, no alcanzana ser capturadasen una esencialidadde la "exclu- sión", másbien se afirman retóricamente-comoen el tan elocuenteoxt- moran de "Trabajadoresdesocupados't-como fuerzas enpugnapor el sentidode la nominación,como antagonistasen un campode fuerzas y no como meros"resultados"de laspolíticasaplicadasa ultranzabajo el modelo"universal" de laglobalízacton.De estemodo, la afirmacióncon- trasríva de ladiferencia,aún cuandoésta sea "negativa", entanto inde- seadae indeseableen una sociedadque sostengauna concepciónética de la justicia, exhibe con nitidez en el espaciopúblico y a través de múltiples escenarios(la protestacallejera,el corte de ruta, la concentra- ción, la manifestación,la pantalla televisiva) el caráctereminentemente político que conlleva toda identificación, su potencialsimbólico, trans- formador y contrahegemontco. 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Todo sebasabaen la noción de «pactoautobiográfico",diferenciado del pactonovelescopor un juegoeruditoy sutil de posicionamientos,un contratopropuestoal lector que identifica la identidaddel autor, del narradory del personaje.En un momentode su reflexión, PhtlíppeLe- jeunesepreguntaba:"¿Elhéroede unanoveladeclaradacomo tal, puede tenerel mismonombrequeel autor?Nadaimpediríaqueesto exista,y es quizá una contradicción internade la cualpodríanextraerseefectos in- teresantes.Pero en lapráctica,no viene a la mente ningún ejemplo de semejantebúsqueda"." SergeDoubrovsky,al preguntarsesobrelos "casilleros vacíos",identi- ficados por el inventariode Ph. Lejeune, se dacuentade que sunovela Píls,correspondeperfectamentea dicho caso. Escribe: A este respecto, todo sucede como si Filshubierasido escrito para llenar ese casillero vacro! ¿Por qué? Siintentorespondera esta pre- gunta retrospectiva, puse "novela" comosubtítuloen la tapa, fun- dando así un pacto novelesco por atestación de ficticidad, simple- mente porque me viobligado a ello, a pesar de la insistencia incansa- lo Ph. Lejeune, Le Pacteautobiographique,Seuil, 1975, p.14. 3" lbid., p.Ll . 46 RtGIN[ ROBm Identidades,sujetosy subjetividades 47 bie de lareferenciahistóricay personal.Claroqueenel libro se trata de mí,primerosurgido bajo la forma de misiniciales].S.D.(p.2I) luegode misnombresexplícitosJULIENSERGE(p. 59),finalmente de mi apellido DOUBROVSKY (p. 68). No sóloautory personaje tienenla mismaidentidad,sino tambiénel narrador:comoen cual- quierbuenay escrupulosaaurobíogreña.,todos loshechosy gestos del relato sonliteralmentesacados de mi propia vida; lugaresy fe- chas fueron verificadosmaníarícamente" Doubrovskyconcluyeen dicho artículo: "La autoficción,es la ficción que entanto escritordecidí darmede mí mismo, alincorporara ella, en el sentido pleno del término, la experienciadel análisis, no sólo en la temáticasino en la produccióndel texto" aa En la contratapade Fils, SergeDoubrovskyagrega: "¿Autobiografía? No, ése esun privilegio reservadoa los importantesde estemundo, al final de su vida y enun bello estilo. Ficción de acontecimientosy de hechosestrictamentereales; si sequiere autoñccíon.por haberconfiado el lenguajede una aventuraa la aventuradel lenguaje,fuera de la sabi- duría y la sintaxisde lanovela,seatradicional o nueva"." Lo que tieneparadecimosDoubrovskyes muyimportante.Ante todo, la autcficciónes ficción, ser delenguaje,]0 que hace que elsujetonarra- do seaun sujetoficticio en tanto que narrado,dicho en las palabrasde la lengua maternao supuestatal. Al "yo sabíaque era ficticio" deÉrnile Ajar, respondeel engendramientoficticio de la biografía de Philippe Sollers. Ficción, pues no existenuncaadecuaciónentre el autor, el na- rrador y el personaje,entre el sujeto del enunciadoy el sujeto de la enunciación,entre un sujetosupuestamentepleno y el sujeto dividido, disperso,diseminado,de la escritura. El problemareside más bien en encontrarseun lugar de sujetoque ellugar del sujeto,en constituirseen la escrituraun B・ヲ・」エッMウオェ・エッセNウNdッオ「イッカウォケ lo sabemejor que nadie, como 10muestraesta bella página de Fils: JL S. Doubrovsky,"AutoblographidVéritélpsychanalyse",en L'Espntcréateur,XX, 3 (1980), p.89. " ¡bid., p. 96 "S. Doubrovsky,Fils, Galilée, 1977 Hace más decuarentaaños queestamosjuntos. Inseparables, aglutinados.Él yyo.jUUEN-5ERGE.Mala pareja. Cadaunoporsu lado. Nopuededurar Aguantar. Vida doble. Frentey contrafrente. Demasiadasfacetas.Juegosde espejo. Demasiados reflejos, me volatilizo. Vals, vértigo. Chasse-crotse.Quiero atraparme. Inasible. Un mosquito,un golpe seco,un chasquido,brazocaído.dedos ce- rrados. Losabro. Esel otro insecto. Metamorfosis. No soy yo al que agarré. Mebusco. Angustia.Cambié de espacio, de especie. No pue- do echarmela mano encima.
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